Santo Entierro de Liatzasolo para niños
El Santo Entierro de Liatzasolo es un conjunto de esculturas creado por Martín Díez de Liatzasolo entre los años 1539 y 1544. Se encuentra en la catedral del Espíritu Santo de Tarrasa, en la provincia de Barcelona (España).
Durante un conflicto en 1936, el grupo sufrió daños importantes. Sin embargo, las piezas fueron recogidas y guardadas para ser reconstruidas más tarde.
Historia del Santo Entierro
El escultor Martín Díez de Liatzasolo fue una figura destacada del Renacimiento en Cataluña. Aunque su origen no es del todo claro, se cree que venía de una región del norte de España, ya que en su testamento menciona que su padre era un maestro de obras de Guipúzcoa. Su apellido, Liatzasolo, podría venir de pueblos como Itsasondo o Lizasoain. Martín Díez de Liatzasolo desarrolló su trabajo en Cataluña, donde llegó a tener uno de los talleres de escultura más activos en Barcelona.
Los grupos escultóricos que representaban el "Santo Entierro" comenzaron a ser populares en España a principios del siglo XVI. Esta moda llegó influenciada por obras similares que se hacían en Italia y Francia.
El grupo del Santo Entierro de Tarrasa fue encargado y pagado en 1539 por los miembros de la parroquia de San Pedro de Tarrasa. Su coste fue de 273 libras.
En 1540, quienes encargaron la obra decidieron que el grupo se colocaría en la capilla de Nuestra Señora del Rosario, dentro de la iglesia del Santo Espíritu. Pensaron que allí sería más fácil para las personas verla y rezar, algo que no sería tan sencillo si estuviera en la iglesia de San Pedro de Tarrasa.
¿Cómo es el Santo Entierro de Liatzasolo?
La obra está hecha de piedra de alabastro y se compone de siete figuras, además de la de Cristo. El conjunto mide 391 cm de ancho por 162 cm de alto. Los personajes y sus tamaños son:
- Cristo yacente: 167 cm de largo por 55 cm de ancho.
- San Juan Evangelista, la Virgen María, María Magdalena, María Cleofé y María Salomé: todos de medio cuerpo, con una altura de 105 cm.
- San José de Arimatea: 165 cm de alto.
- San Nicodemo: 172 cm de alto.
En el centro del conjunto, sobre una base que parece un altar, se encuentra la figura de Cristo. Su cuerpo está muy bien estudiado y esculpido. Está acostado con los brazos a los lados y la cabeza girada hacia la derecha, lo que permite que los visitantes lo vean mejor. A cada lado de esta base están las figuras de San José de Arimatea y San Nicodemo. El resto de las figuras se encuentran un poco más atrás, detrás de la figura de Cristo.
El escultor creó cada figura de forma independiente, dándoles una expresión de vida y emoción, mostrando el dolor por la muerte de Cristo. Sus posturas reflejan recogimiento, con las cabezas inclinadas y las manos juntas sobre el regazo.
La figura de la Virgen María es la más destacada y mejor trabajada. La expresión de dolor en su rostro muestra claramente la influencia del artista Miguel Ángel. También se puede ver un estilo italiano en los pliegues ricos y abundantes de todas las vestiduras. El escultor firmó su obra en la tela que cubre a Cristo con la siguiente inscripción: «Opus Martín Díez de Liatzasolo. 1542»