Retablo del monasterio de El Parral para niños
El retablo del Monasterio de El Parral en Segovia, España, es una impresionante obra de arte. Fue creado por escultores de Ávila durante el Renacimiento, en el siglo XVI. Este retablo forma parte de un monasterio de la orden de los Jerónimos.
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Historia de este Retablo
El Monasterio de Santa María del Parral se encuentra junto al río Eresma, a las afueras de la ciudad de Segovia. Juan Pacheco, el marqués de Villena, decidió apoyar la construcción de la capilla principal del monasterio.
¿Quién encargó el Retablo?
El marqués de Villena encargó este retablo y también los sepulcros para él y su esposa, María de Portocarrero. El contrato para su creación se firmó en Segovia en el año 1528. Fray José de Sigüenza, un monje del monasterio, contó que el rey Enrique IV de Castilla quería ese lugar para su propio entierro. Sin embargo, el marqués de Villena lo pidió para sí mismo.
Los Artistas y su Trabajo
El 23 de marzo de 1528, los artistas Juan Rodríguez y Lucas Giraldo firmaron el contrato para construir el retablo. Ellos eran alumnos de Vasco de la Zarza. También participó el pintor Francisco González. Todos ellos vivían en Ávila. Se comprometieron a seguir las condiciones acordadas por un pago de 400.000 maravedíes.
Más tarde, el 19 de octubre de 1553, Diego de Urbina, un artista de Madrid, firmó un contrato para dorar y pintar el retablo. También se encargó de hacer una cortina especial en tonos grises. Esta cortina mostraba escenas de la Pasión y se usaba para cubrir el retablo durante la Semana Santa.
¿Cómo es el Retablo?
Este retablo es muy especial porque es un "retablo-sepulcro". Esto significa que los sepulcros de los marqueses están integrados en los lados del retablo. Esto es diferente a otros retablos que suelen tener los sepulcros en la parte de abajo.
Materiales y Estructura
El retablo está hecho de madera pintada con muchos colores. La parte de los sepulcros, sin embargo, es de piedra. Se adapta perfectamente a la forma de la capilla principal. La parte central del retablo tiene tres secciones verticales y cuatro niveles, además de la base o predela. Su diseño tiene una clara influencia del retablo de San Benito el Real (Valladolid), que estaba siendo construido por Alonso Berruguete en esa época.
Detalles de las Escenas
Las divisiones entre las secciones del retablo están hechas con columnas cortas y decoradas. Estas columnas sirven para colocar imágenes de santos. Los relieves muestran escenas importantes de la vida de la Virgen María. Por ejemplo, se pueden ver el Nacimiento, la visita a Santa Isabel, la Anunciación y la Asunción. En la parte de abajo, se representan la Última Cena y el Lavatorio de los pies.
En el tercer nivel, en el centro, hay una imagen más grande de Nuestra Señora de la Paz. Como hay grandes ventanas en la parte superior de los lados, la parte central del retablo se eleva hasta el techo del templo. Allí destaca un gran Calvario, con las figuras de Jesús crucificado, la Virgen María y San Juan. Por encima de todo, como remate, hay un relieve que representa al Padre Eterno.
Figuras en los Laterales
En el lado izquierdo del retablo, se encuentran las imágenes de los evangelistas San Juan y San Marcos, con sus símbolos. También están San Jerónimo, San Andrés y dos profetas. En el lado derecho, se ven los evangelistas San Mateo y San Lucas, también con sus símbolos. Además, hay una escena del Bautismo de Cristo, San Miguel y otros dos profetas.
La Decoración y los Sepulcros
El retablo tiene mucha decoración. Hay estatuas, cabezas de angelitos, pequeños nichos con figuras y columnas decoradas. Los fondos de los sepulcros están llenos de escenas finamente talladas. En el sepulcro de la marquesa, en el lado derecho, se representa la Piedad. En el del marqués de Villena, en el lado izquierdo, se muestra el Santo Entierro. Las figuras de los marqueses están hechas de alabastro y se les ve en actitud de oración.