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Historia del cristianismo para niños

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Archivo:Evolución del cristianismo
Esquema de las diferentes ramas del cristianismo a lo largo del tiempo.

La historia del cristianismo trata sobre la religión cristiana, sus seguidores y la Iglesia cristiana con sus distintas ramas, desde el siglo I hasta hoy. El cristianismo comenzó con las enseñanzas de Jesús, un maestro judío que realizaba milagros y anunció la llegada del Reino de Dios. Fue crucificado alrededor del año 30-33 d.C. en Jerusalén, en la provincia romana de Judea. Sus seguidores creen que Jesús es el Hijo de Dios, que murió para perdonar los pecados y que fue resucitado por Dios.

Los primeros seguidores de Jesús eran judíos cristianos. La inclusión de personas no judías (llamadas "gentiles") en la Iglesia cristiana primitiva hizo que el cristianismo se separara del judaísmo en los primeros dos siglos. En el año 313, el emperador romano Constantino I emitió el Edicto de Milán, que permitía practicar el cristianismo libremente. En el 380, con el Edicto de Tesalónica del emperador Teodosio I, el Imperio romano adoptó oficialmente el cristianismo niceno como su religión principal. Durante tres siglos, la Iglesia cristiana debatió sobre la naturaleza de Jesús, y se realizaron siete concilios importantes para resolver estas discusiones.

En la Alta Edad Media, los misioneros llevaron el cristianismo hacia el oeste y el norte (a los pueblos germánicos), hacia el este (a los armenios, georgianos y pueblos eslavos), en Oriente Medio (a los sirios y egipcios), en África oriental (a los etíopes), y también a Asia central, China e India. Durante la Plena Edad Media, el cristianismo oriental y occidental se distanciaron, lo que llevó al Gran Cisma en 1054. Las críticas a la estructura y a la forma de actuar de la Iglesia católica romana llevaron a la Reforma protestante en los siglos XV y XVI. Esto causó conflictos en Europa y dividió el cristianismo occidental. Desde el Renacimiento, con la expansión europea por América y otros continentes, el cristianismo se ha extendido por todo el mundo. Hoy en día, hay más de dos mil millones de cristianos y es la religión más grande del mundo.

Contenido

Orígenes del cristianismo

El ambiente religioso, social y político en la Judea romana del siglo I era muy variado y a menudo inestable. Había muchos grupos judíos, tanto religiosos como políticos. El historiador judío Flavio Josefo mencionó cuatro grupos principales: los fariseos, los saduceos, los esenios y un "cuarto grupo" que los historiadores identifican como los zelotes. En los siglos I a.C. y I d.C., hubo muchos líderes religiosos que contribuyeron al desarrollo del judaísmo rabínico. La idea del Mesías judío surgió de escritos antiguos que prometían un futuro líder de la Casa de David que restauraría el Reino de Dios.

Raíces judías

Jesús y sus primeros discípulos eran judíos. El cristianismo siguió usando los textos sagrados hebreos, que hoy conocemos como el Antiguo Testamento. El cristianismo adoptó muchas ideas importantes del judaísmo, como la creencia en un solo Dios (monoteísmo), la idea del libre albedrío y la esperanza en el Mesías. La palabra "Mesías" viene del hebreo y significa "ungido", al igual que "Cristo" en griego.

Relación con el mundo griego y romano

La Tierra de Israel era un lugar muy disputado por los antiguos imperios debido a su ubicación entre importantes rutas comerciales. Alejandro Magno conquistó la región y fue bien recibido en Jerusalén. Después de su muerte, la región fue disputada por sus generales. La idea de Alejandro de unir a la humanidad bajo una cultura griega (helenismo) ayudó a la expansión del Imperio romano y del cristianismo. Para los judíos, el helenismo era una amenaza a su religión, ya que la filosofía griega era politeísta (creía en muchos dioses).

Más tarde, el romano Pompeyo tomó Palestina en el 63 a.C. La política romana era tolerante con las religiones locales. Herodes I, que no era de origen hebreo, intentó introducir costumbres griegas, lo que causó rebeliones.

En ese tiempo, existían grupos religiosos como los fariseos, que eran populares y se esforzaban por cumplir la ley. Creían en la resurrección y en los ángeles. Los saduceos eran de la aristocracia y colaboraban con el gobierno romano. No creían en la resurrección ni en los ángeles. Los zelotes eran muy opuestos al dominio romano. Jesús y los apóstoles estaban más cerca de las ideas de los fariseos. Todos estos grupos judíos compartían la creencia en un solo Dios y la esperanza de que Dios intervendría para establecer un "reino de Paz y Justicia".

Estas ideas fueron fundamentales para que el cristianismo se extendiera por todo el Imperio romano. El cristianismo también adoptó muchas prácticas del judaísmo, como la forma de adoración en la sinagoga, la oración, el uso de textos sagrados, un calendario religioso, la música en himnos y el ayuno. Los primeros cristianos usaron las traducciones griegas de los textos judíos, conocidas como la Septuaginta, como su propia Biblia, y luego añadieron los libros del Nuevo Testamento.

Vida y enseñanzas de Jesús

Las principales fuentes sobre la vida y enseñanzas de Jesús son los cuatro evangelios y, en menor medida, los Hechos de los Apóstoles y las epístolas paulinas. Según los Evangelios, Jesús es el Hijo de Dios, que fue crucificado alrededor del año 30-33 en Jerusalén. Sus seguidores creen que resucitó de entre los muertos y fue elevado por Dios, anunciando la llegada del Reino de Dios.

Comienzos del cristianismo

Archivo:Evolución del cristianismo
Esquema de la diversidad de confesiones en el cristianismo.

Los historiadores consideran que el cristianismo primitivo abarca desde el tiempo de Jesús (c. 27-30) hasta el Concilio de Nicea I (325). Se divide en la Era Apostólica (c. 30-100, cuando los primeros apóstoles vivían) y el Periodo Preniceno (c. 100-325).

El cristianismo comenzó con un pequeño grupo de judíos. En el libro de los Hechos se mencionan unos 120 seguidores. Para el siglo III, el cristianismo ya era la religión principal en el norte del mundo mediterráneo y se había extendido también al este y al sur.

Los primeros años del cristianismo se narran en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Aunque algunos relatos han sido debatidos, la esencia del mensaje se ha mantenido y ha sido confirmada por hallazgos arqueológicos.

La Iglesia cristiana primitiva

Jesús de Nazaret, sus doce apóstoles y la mayoría de sus seguidores eran judíos. Los primeros convertidos al cristianismo eran judíos. La gran división inicial fue entre judíos de habla griega y de habla aramea. Sin embargo, después de que el oficial romano Cornelio se convirtiera, surgió un nuevo grupo: los cristianos no judíos (gentiles). El Nuevo Testamento no usa los términos "gentil-cristiano" o "judío-cristiano". El apóstol Pablo escribió que en Cristo Jesús, lo importante es la fe y el amor, no si una persona está circuncidada o no.

Fin de la etapa apostólica

Alrededor del año 62, Santiago, líder de la Iglesia de Jerusalén, fue ejecutado. Se cree que Pablo y Pedro murieron en Roma durante la persecución del emperador Nerón. A finales del siglo I, solo vivía el apóstol Juan, quien se había mudado a Éfeso. Con su muerte, alrededor del año 100, terminó la etapa apostólica.

Escritos como la Didaché y otros de los Padres Apostólicos nos muestran las prácticas de la iglesia primitiva.

Primeros mártires del siglo I

Los apologistas

Los apologistas eran escritores que defendían las creencias cristianas ante personas no creyentes. Algunos de ellos fueron:

Los escritos cristianos

Los primeros cristianos produjeron muchos escritos importantes. Uno de los más antiguos es la Didaché, de finales del siglo I o principios del II. Las Actas de los mártires recogen relatos sobre los primeros cristianos que murieron por su fe.

Primeras diferencias en las creencias

Desde los inicios del cristianismo, hubo debates sobre las creencias. La Iglesia cristiana organizó reuniones llamadas concilios para resolver estos asuntos. Algunos grupos fueron considerados diferentes de la enseñanza principal, como el Gnosticismo y el Arrianismo.

Arrio (250-336) creía que Jesús fue creado por Dios y, por lo tanto, no era igual a Dios. Pensaba que si se reconocían dos dioses (el Padre y Jesús), el cristianismo se parecería a las religiones politeístas. En el Concilio de Nicea I, se decidió que Jesús era "de la misma sustancia" que Dios Padre, afirmando la creencia en la Trinidad.

Gnosticismo

El gnosticismo fue un movimiento filosófico-religioso que se desarrolló al mismo tiempo que el cristianismo. Muchos de sus seguidores también eran cristianos y mezclaban ambas creencias. Esto causó debates en la iglesia primitiva. Los gnósticos interpretaban los evangelios de forma simbólica, mientras que la mayoría de los cristianos los leían de forma literal.

Siglos II y III

Archivo:Origen
Orígenes, un importante pensador cristiano.

En el siglo II, muchos estudiosos comenzaron a escribir para explicar el cristianismo. Algunos escritos eran para personas no creyentes (llamados "apologéticos"), y otros para instruir a los cristianos. Los apologistas presentaban las creencias cristianas y a menudo criticaban las prácticas paganas.

Cómo se organizó la Iglesia cristiana

Al principio, la Iglesia tenía líderes carismáticos como los apóstoles. Cuando ellos desaparecieron, las comunidades cristianas desarrollaron estructuras de liderazgo.

  • En las comunidades judías, había un grupo de presbíteros (ancianos) que gobernaban, siguiendo la tradición judía.
  • En las comunidades no judías, la Iglesia era gobernada por un grupo de obispos (supervisores) y diáconos (servidores).

Con el tiempo, estas dos estructuras se unieron, y los obispos y presbíteros se fusionaron. Se establecieron requisitos para ser obispo y diácono, quienes se encargaban de la administración y la ayuda a la comunidad.

Siglo IV: el cristianismo se vuelve oficial en el Imperio romano

El papel del emperador Constantino I

Se suele decir que el «Edicto de Milán» de 313, firmado por los emperadores Constantino I y Licinio, dio libertad de culto en el Imperio Romano y puso fin a las persecuciones de cristianos. Sin embargo, la tolerancia ya existía desde el año 311 por un edicto anterior. El "Edicto de Milán" fue más bien una serie de instrucciones para aplicar esa tolerancia y devolver los bienes a las iglesias.

La conversión de Constantino al cristianismo fue un momento clave. Él apoyó a la Iglesia con dinero, construyó iglesias, dio privilegios al clero y promovió a cristianos a puestos importantes. Constantino también participó en el liderazgo de la Iglesia, actuando como juez en disputas y convocando el Concilio de Nicea I en 325. Así, el emperador se hizo responsable de la salud espiritual de sus súbditos y de mantener la unidad de la fe.

Arrianismo y Concilio de Nicea

Arrio (250-336) creía que Jesús y Dios eran seres diferentes: Jesús era muy cercano a Dios, pero había sido creado y no existía desde siempre. Arrio pensaba que reconocer la divinidad de Cristo haría que el cristianismo se pareciera a las religiones paganas con muchos dioses.

En el Concilio de Nicea I, se aprobó un credo que afirmaba que Jesús era "de la misma sustancia" que Dios Padre, en contra de las ideas de Arrio.

Intento de volver a las creencias antiguas por el emperador Juliano

El emperador Juliano, sobrino de Constantino, dejó el cristianismo y adoptó una forma de paganismo. Reabrió templos antiguos, les dio un estilo similar al cristiano y estableció la caridad pública. También quitó los privilegios al clero cristiano y permitió que las diferentes ramas cristianas dejaran de perseguirse entre sí.

El cristianismo se convierte en religión del Estado

La oposición del emperador Juliano duró poco. Finalmente, el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano con el Edicto de Tesalónica, promulgado por el emperador Teodosio I en el año 380.

Siglos V y VI: expansión del cristianismo

Archivo:Christianity dev 1300
Desarrollo del cristianismo en el mundo Mediterráneo.

Expansión del cristianismo fuera del Mediterráneo

El cristianismo no se limitó al Mediterráneo. En tiempos de Jesús, muchos judíos vivían en Mesopotamia, fuera del Imperio romano.

* A Irlanda (tradicionalmente en 432), dando origen al cristianismo céltico. * Misioneros irlandeses llevaron el cristianismo a Bretaña y el norte de Europa.

  • Cristianos nestorianos viajaron por la ruta de la seda y establecieron una comunidad en China, construyendo la Pagoda Daqin en 640.

Alta Edad Media (476–842)

La Alta Edad Media fue un periodo de cambios. Las zonas rurales se volvieron más importantes, mientras que las ciudades disminuyeron. En el este (zonas griegas), la Iglesia mantuvo su estructura. En el oeste (zonas latinas), los obispos de Roma (papas) tuvieron que adaptarse a nuevas circunstancias y negociar con los "gobernantes bárbaros" de las antiguas provincias romanas.

Expansión misionera en Occidente

La caída del Imperio romano de Occidente y la llegada de reinos germánicos coincidieron con los primeros esfuerzos misioneros. Desde el siglo V, misioneros de la Britania romana llevaron el cristianismo a las zonas celtas (Escocia, Irlanda y Gales). Santos como Patricio, Columba y Columbano fueron misioneros importantes en el noroeste de Europa. Las tribus anglosajonas que invadieron el sur de Britania eran paganas, pero fueron convertidas por Agustín de Canterbury enviado por el Papa Gregorio Magno.

Los habitantes de la Galia (actual Francia y Bélgica), en su mayoría cristianos, fueron invadidos por los francos a principios del siglo V. El rey franco Clodoveo I se convirtió al catolicismo en 496, y sus nobles lo siguieron, fortaleciendo su reino. Después, la Iglesia occidental intensificó sus misiones, apoyada por la dinastía merovingia.

El surgimiento del islam

El islam surgió en la península arábiga en el siglo VII con el profeta Mahoma. En los siglos VII y VIII, los musulmanes expandieron su imperio desde la península ibérica hasta la India, conquistando muchos territorios cristianos.

Califato ortodoxo (632–661)

Bajo el califato ortodoxo, los cristianos eran considerados "Gente del Libro" en la religión islámica, lo que significaba que tenían un estatus diferente al de los musulmanes. Los cristianos y otras minorías religiosas tenían ciertas limitaciones: no podían difundir su fe, no podían llevar armas y debían vestir de forma diferente. También debían pagar impuestos especiales, lo que a veces los llevaba a la pobreza y a la conversión al islam.

Algunos historiadores señalan que ciertas comunidades cristianas en Palestina, Siria, Líbano y Armenia preferían vivir bajo el gobierno musulmán debido a problemas con el Imperio romano de Occidente o el Imperio bizantino. Sin embargo, también hubo momentos en que las poblaciones cristianas sufrieron dificultades y castigos severos por mantener su fe o por cambiar de religión.

Califato omeya (661–750)

Bajo la ley islámica, el testimonio de un no musulmán no era igual al de un musulmán en asuntos legales. A las mujeres musulmanas no se les permitía casarse con hombres cristianos o judíos, pero a los hombres musulmanes sí se les permitía casarse con mujeres cristianas o judías. Los cristianos podían convertirse al islam, pero si un musulmán dejaba el islam, enfrentaba castigos severos.

En general, los cristianos bajo el dominio islámico podían practicar su religión con algunas limitaciones. Por ejemplo, no podían mostrar cruces en público en las iglesias, ni tocar campanas para llamar a la oración, ni reconstruir iglesias dañadas. El califato omeya también tuvo conflictos con muchos cristianos bereberes, quienes gradualmente se convirtieron al islam.

En al-Ándalus (península ibérica), hubo casos de cristianos que fueron ejecutados por defender su fe, como los mártires de Córdoba en el siglo IX.

Califato abasí

Científicos y estudiosos cristianos orientales contribuyeron a la civilización islámica durante los califatos omeya y abasí, traduciendo obras griegas al siríaco y al árabe. También destacaron en filosofía, ciencia y medicina. Los médicos personales de los califas abasíes a menudo eran cristianos.

El califato abasí fue menos tolerante con el cristianismo que los omeyas. Sin embargo, se siguió empleando a funcionarios cristianos en el gobierno. A finales del siglo IX, el patriarca de Jerusalén, Teodosio, escribió que los gobernantes eran justos y no les hacían daño.

Aun así, hubo casos de cristianos que sufrieron castigos por su fe. Por ejemplo, Elías de Heliópolis fue ejecutado en 779 d.C. por negarse a convertirse al islam. También se relata la muerte de Miguel de Zobe y 36 monjes en 785 d.C. y la ejecución de Baco el Joven en 786-787 d.C. por volver al cristianismo.

Después del saqueo de Amorio en 838, más de cuarenta prisioneros romanos fueron llevados a la capital, donde, tras negarse a convertirse al islam, fueron ejecutados en 845.

Durante las guerras entre romanos y árabes en el siglo X, las victorias romanas a veces provocaron ataques contra cristianos, a quienes se creía que simpatizaban con el estado romano. Sin embargo, en algunos casos, los califas contribuyeron a la reconstrucción de las iglesias dañadas.

Iconoclasia bizantina

Iconoclasia bizantina Después de varias derrotas militares contra los musulmanes, la iconoclasia (rechazo de las imágenes religiosas) surgió en el Imperio bizantino a principios del siglo VIII. En la década de 720, el emperador bizantino León III prohibió las imágenes de Cristo, los santos y las escenas bíblicas. En el occidente, el papa Gregorio III condenó estas acciones. El movimiento iconoclasta destruyó gran parte del arte cristiano antiguo. Más tarde, en el Concilio de Nicea II (787 d.C.), se declaró que la iconoclasia era una idea equivocada, aunque tuvo un breve resurgimiento entre 815 y 842 d.C.

Plena Edad Media (800–1299)

Renacimiento carolingio

El Renacimiento carolingio fue un periodo de gran desarrollo intelectual y cultural en Europa durante los siglos VIII y IX, bajo el gobierno de la dinastía carolingia, especialmente con Carlomagno. Para mejorar la educación del clero y los escribas, Carlomagno fundó escuelas y atrajo a los hombres más sabios de Europa a su corte.

Reforma de los monasterios

Desde el siglo VI, la mayoría de los monasterios en el occidente católico seguían la regla benedictina. La abadía de Cluny, con una aplicación más estricta de la regla, se convirtió en un centro muy importante del monacato occidental desde finales del siglo X.

Archivo:Mapa cister
La expansión de los cistercienses en Europa durante la Edad Media.

Otra ola de reforma monástica llegó con el movimiento cisterciense. La primera abadía cisterciense se fundó en 1098. Los cistercienses volvieron a una interpretación literal de la regla benedictina, enfatizando el trabajo manual, especialmente en el campo. Inspirados por Bernardo de Claraval, se convirtieron en una fuerza importante para el avance tecnológico en la Europa medieval.

Un tercer nivel de reforma fue el establecimiento de las órdenes mendicantes. Estos frailes vivían bajo una regla monástica con votos de pobreza, castidad y obediencia, pero se dedicaban a la predicación, las misiones y la educación, en lugar de vivir aislados en un monasterio. En el siglo XII, Francisco de Asís fundó la Orden Franciscana, y Santo Domingo inició la Orden Dominicana.

Tensiones entre Oriente y Occidente

Las tensiones en la unidad cristiana comenzaron en el siglo IV. Había dos problemas principales: la autoridad del obispo de Roma (el Papa) y la adición de una frase al Credo de Nicea, conocida como cláusula Filioque. Las Iglesias orientales creían que la forma en que Roma entendía el poder del obispo era contraria a la estructura de la Iglesia.

La cláusula Filioque (que significa "y del Hijo") fue otra causa de irritación. Se añadió al Credo de Nicea en occidente, diciendo que el Espíritu Santo procede "del Padre y del Hijo", mientras que el credo original solo decía "del Padre". La Iglesia oriental argumentó que esta frase se añadió sin consultarles y que era inaceptable.

Cisma de Focio

En el siglo IX, surgió una controversia entre el cristianismo oriental (bizantino) y el occidental (latino) debido a la oposición del papa Nicolás I al nombramiento de Focio I como patriarca de Constantinopla. Focio se negó a aceptar la autoridad del papa en asuntos orientales y la cláusula Filioque. Nicolás I excomulgó a Focio en 867. Este conflicto contribuyó a la división entre Oriente y Occidente.

Expansión del cristianismo en Europa central y oriental

Cisma entre Oriente y Occidente (1054)

Cisma de Oriente El Gran Cisma dividió a la Iglesia en las ramas occidental (latina) y oriental (griega), es decir, el catolicismo occidental y la ortodoxia oriental. Aunque se suele fechar en 1054, fue el resultado de un largo periodo de distanciamiento por diferencias culturales, geográficas, políticas y lingüísticas, además de las cuestiones sobre la autoridad del papa y la cláusula Filioque.

El cisma "oficial" ocurrió en 1054, cuando el Papa y el Patriarca de Constantinopla se excomulgaron mutuamente. Aunque estas excomuniones fueron retiradas en la década de 1960, la división persiste. Ambas tradiciones, el catolicismo y la ortodoxia, creen ser la continuación legítima de la Iglesia primitiva.

Querella de las investiduras

Archivo:Canossa-gate
Enrique IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, en la puerta del castillo de Canossa en 1077, durante la querella de las investiduras.

La querella de las investiduras fue un conflicto importante en la Europa medieval entre los líderes políticos y religiosos. Comenzó en el siglo XI entre el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Enrique IV y el papa Gregorio VII. La disputa era sobre quién tenía el derecho de nombrar a los obispos. Los reyes querían controlar estos nombramientos para tener más poder e ingresos. La Iglesia Católica quería acabar con esta práctica para reformar el episcopado. El papa Gregorio VII declaró que solo él podía nombrar obispos. El rechazo de Enrique IV llevó a su excomunión.

Un conflicto similar ocurrió en Inglaterra. Finalmente, se llegó a acuerdos que permitían a las autoridades políticas cierto control, pero la elección de los obispos quedaba en manos de la Iglesia.

Las cruzadas

Archivo:Map Crusader states 1135-es
El Reino de Jerusalén y los estados cruzados en Tierra Santa en su apogeo (1135).

Las Cruzadas (1095-1291) fueron campañas militares de los cristianos europeos, apoyadas por el Papado, para recuperar Tierra Santa de los musulmanes. También hubo cruzadas contra fuerzas islámicas en el Mediterráneo y contra pueblos paganos en el noreste de Europa para convertirlos al cristianismo.

Tierra Santa había sido parte del Imperio Romano hasta las invasiones musulmanas en los siglos VII y VIII. Los cristianos podían visitar los lugares sagrados hasta 1071, cuando los turcos selyúcidas cerraron las peregrinaciones y atacaron a los bizantinos. El emperador Alejo I pidió ayuda al papa Urbano II. El Papa hizo un llamado a los caballeros cristianos en el Concilio de Clermont en 1095, combinando la idea de peregrinar a Tierra Santa con la de una guerra santa.

La Primera Cruzada capturó Antioquía y luego Jerusalén. La Segunda Cruzada ocurrió en 1145. Jerusalén se mantuvo hasta 1187. La Cuarta Cruzada, iniciada en 1202, fue desviada por los venecianos, quienes saquearon la ciudad cristiana de Zara y luego Constantinopla, estableciendo el Imperio Latino de Constantinopla. Las cruzadas en Tierra Santa no lograron establecer reinos cristianos permanentes.

Sin embargo, las cruzadas en el sur de España (la Reconquista), el sur de Italia y Sicilia sí lograron eliminar el poder islámico en esas regiones. Los caballeros teutónicos expandieron los dominios cristianos en Europa oriental. Las cruzadas dentro de la cristiandad, como la cruzada albigense contra los cátaros en Francia, junto con la inquisición, ayudaron a mantener la unidad de las creencias.

Edad Moderna

La Reforma Protestante y la Contrarreforma Católica

Reforma protestante La imprenta de Juan Gutenberg fue clave para difundir las ideas de la Reforma.

Surgimiento de las ramas del protestantismo

Después de la Reforma Protestante, surgieron muchas nuevas ramas del cristianismo:

Edad Contemporánea

Siglo XIX

  • Hubo un resurgimiento del catolicismo en Europa.
  • Los misioneros cristianos se expandieron con el Colonialismo.
  • Surgió el Cristianismo Liberal, que buscaba unir a las Iglesias con los cambios de la sociedad moderna.

Anticlericalismo y ateísmo

En algunos movimientos revolucionarios, la Iglesia católica fue vista como aliada de los gobiernos derrocados y fue perseguida. Por ejemplo, después de la Revolución francesa y la Revolución mexicana. En el contexto del comunismo, Karl Marx se refirió a la religión como el "opio del pueblo", y algunos gobiernos marxista-leninistas del siglo XX eran ateos.

Siglos XX y XXI

El cristianismo en el siglo XX se caracterizó por una mayor diversidad. Surgieron grupos liberales y conservadores, y hubo una tendencia a que la sociedad occidental se volviera menos religiosa. La Iglesia católica realizó muchas reformas para modernizarse, como el Concilio Vaticano II. Los misioneros llegaron a China, Taiwán y Japón.

Al mismo tiempo, la persecución en la Europa Oriental comunista y la Unión Soviética llevó a muchos cristianos ortodoxos a Europa Occidental y Estados Unidos, aumentando el contacto entre el cristianismo occidental y oriental. Además, el ecumenismo (movimiento para la unidad de los cristianos) creció en importancia.

Otros movimientos

Otro movimiento que creció en el siglo XX fue el anarquismo cristiano, que rechaza la autoridad de la iglesia y del estado, excepto la de Dios. También creen en la no violencia.

En la década de 1950, hubo una gran expansión de las iglesias evangélicas en América. El número de templos cristianos aumentó, y las actividades de las Iglesias evangélicas crecieron mucho.

Dentro del catolicismo, surgió formalmente en los años 60 la Teología de la Liberación en América Latina, como respuesta a la opresión y la pobreza. La Iglesia católica no acepta oficialmente todos sus puntos de vista, pero sí comparte la importancia de la libertad de los pueblos.

Otro desarrollo notable en el siglo XX fue el surgimiento de los movimientos pentecostales. Aunque sus raíces son anteriores a 1900, su verdadero nacimiento se atribuye al siglo XX. Se extendieron por todo el mundo, y el pentecostalismo sigue siendo una fuerza importante en el cristianismo.

Modernismo y la reacción conservadora

Las ideas de la Ilustración y los avances científicos y culturales influyeron en las Iglesias protestantes en el siglo XIX. El cristianismo liberal buscaba adaptar las Iglesias a la modernidad. Se desarrollaron nuevas formas de interpretar la Biblia y nuevas ideas sobre el papel de la religión en la sociedad.

En respuesta a esto, surgió el fundamentalismo cristiano, un movimiento que rechazaba las influencias del humanismo y las ideas científicas que consideraban ateas. Los fundamentalistas buscaban proteger las creencias cristianas tradicionales. Con el tiempo, los movimientos fundamentalistas se dividieron en una rama más estricta (fundamentalista) y una más moderada (evangélica).

El crecimiento del movimiento evangélico

En Estados Unidos y en el resto del mundo, ha habido un notable crecimiento del sector evangélico de las iglesias protestantes. El movimiento evangélico es muy diverso, pero la mayoría de sus grupos comparten creencias fundamentales como la importancia de la Biblia, la divinidad de Cristo, la Trinidad y la salvación por la fe.

Evangelismo en la ventana 10/40

Los evangélicos han priorizado sus esfuerzos misioneros en países ubicados entre las latitudes 10° norte y 40° sur, una zona con muchas naciones musulmanas donde a menudo no se permite la entrada de misioneros de otras religiones.

La expansión del laicismo

En Europa Occidental, hay una tendencia general a un menor seguimiento de las prácticas religiosas y las creencias cristianas, moviéndose hacia el laicismo (separación de la religión y el estado). Esto se atribuye al Renacimiento y los años siguientes. Aunque la mayoría de los europeos se consideran parte de una confesión religiosa, menos de la mitad cree en un "Dios personal" y solo una pequeña parte asiste a servicios religiosos regularmente.

En Norteamérica, Suramérica y Australia, la práctica religiosa es más alta que en Europa. Sudamérica, históricamente católica, ha visto un gran crecimiento de las iglesias evangélicas en los últimos 80 años. Por ejemplo, Brasil tiene el mayor número de católicos y también el mayor número de evangélicos del mundo.

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Véase también

Kids robot.svg En inglés: History of Christianity Facts for Kids

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