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El Greco para niños

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Datos para niños
El Greco
El Greco - Portrait of a Man - WGA10554.jpg
Información personal
Nombre de nacimiento Doménikos Theotokópoulos
Nombre en griego Δομήνικος Θεοτοκόπουλος
Nacimiento 1 de octubre de 1541
Candía, actual Heraclión (Creta)
Fallecimiento 7 de abril de 1614
Toledo
Sepultura Convento de Santo Domingo el Antiguo
Religión Iglesia católica
Familia
Pareja Jerónima de Las Cuevas
Hijos Jorge Manuel Theotocópuli
Información profesional
Ocupación Pintor
Alumnos Luis Tristán y Diego de Astor
Géneros Retrato pictórico, pintura mitológica, pintura religiosa, pintura de iconos, escena de género, pintura de historia, pintura del paisaje y retrato
Firma
El Greco autograph.svg

Doménikos Theotokópoulos, conocido como el Greco, fue un pintor muy importante que nació en Candía (actual Heraclión), en la isla de Creta, el 1 de octubre de 1541. Falleció en Toledo, España, el 7 de abril de 1614. Desarrolló un estilo artístico único y muy personal en sus obras más famosas.

El Greco vivió en Creta hasta los veintiséis años, donde era un reconocido maestro en la pintura de iconos, siguiendo el estilo de su isla. Luego, pasó diez años en Italia, donde aprendió de grandes pintores del Renacimiento. Primero estuvo en Venecia, donde adoptó el estilo de artistas como Tiziano y Tintoretto. Después, en Roma, estudió el manierismo, un estilo artístico de la época. En 1577, se mudó a Toledo, España, donde vivió y trabajó el resto de su vida.

Su formación como pintor fue muy variada. Primero, aprendió el estilo bizantino en Creta, que influyó mucho en sus obras posteriores. Luego, en Venecia, conoció la pintura al óleo y el uso de colores, sintiéndose siempre parte de la escuela veneciana. Finalmente, en Roma, estudió las obras de Miguel Ángel y el manierismo, que adaptó a su manera.

Sus obras incluyen grandes cuadros para retablos de iglesias, muchas pinturas religiosas y retratos de gran calidad. Al principio, sus obras en España mostraban la influencia de sus maestros italianos. Sin embargo, pronto desarrolló un estilo propio, con figuras muy alargadas, delgadas y expresivas, que parecían tener luz propia. Usaba colores que creaban fuertes contrastes. Este estilo se relacionó con las ideas de la Contrarreforma (un movimiento de la Iglesia Católica) y se hizo aún más marcado en sus últimos años.

Hoy en día, se le considera uno de los artistas más grandes de la historia. Sin embargo, esta alta valoración es bastante reciente. Durante más de doscientos cincuenta años después de su muerte, se le veía como un pintor extraño y poco importante en la historia del arte.

Biografía del Greco

Sus inicios en Creta

Archivo:El Greco - St Luke Painting the Virgin - Google Art Project
San Lucas pintando a la Virgen y al Niño (antes de 1567). Esta obra es del período cretense del Greco.

Doménikos Theotokópoulos nació el 1 de octubre de 1541 en Candía (hoy Heraclión), en la isla de Creta. En ese tiempo, Creta era parte de la República de Venecia. Su padre, Geórgios Theotokópoulos, era comerciante y recaudador de impuestos. Su hermano mayor, Manoússos, también era comerciante.

Doménikos estudió pintura en Creta y se convirtió en un pintor de iconos, siguiendo el estilo posbizantino de la isla. A los veintidós años, ya era reconocido como "maestro Domenigo", lo que significa que ya era un pintor profesional. En 1566, firmó un documento como Maestro Ménegos Theotokópoulos, pintor. Ménegos era una forma veneciana de su nombre, Doménicos.

El estilo posbizantino era una forma tradicional de pintar iconos religiosos, que venía desde la Edad Media. Estas pinturas seguían reglas fijas: los personajes se copiaban de modelos establecidos, no eran muy naturales y usaban fondos dorados. Este estilo no había sido influenciado por el nuevo naturalismo del Renacimiento.

Cuando tenía veintiséis años, El Greco todavía vivía en Candía y sus obras eran muy valoradas. En diciembre de 1566, pidió permiso para vender un icono de la Pasión de Cristo en una subasta. Este icono se vendió por 70 ducados de oro, un precio similar al de una obra de Tiziano o Tintoretto de la misma época.

Entre sus obras de esta etapa se encuentran la Muerte de la Virgen, que está en una iglesia en Siros, y otros dos iconos firmados solo como "Domenikos": San Lucas pintando a la Virgen y La Adoración de los Reyes Magos, ambos en el Museo Benaki de Atenas. En estas obras, ya se ve su interés por incluir elementos del arte occidental, que conocía por grabados y pinturas italianas que llegaban a Creta. El Tríptico de Módena muestra cómo el artista fue dejando el estilo oriental y dominando el arte occidental.

Algunos historiadores creen que su religión era la ortodoxa, mientras que otros piensan que era parte de la minoría católica de Creta o que se convirtió al catolicismo antes de irse de la isla.

Su etapa en Venecia

Archivo:La curacion del ciego El Greco Dresde
La curación del ciego (1567), Dresde. Esta pintura del periodo veneciano muestra cómo El Greco aprendió rápidamente el estilo de Venecia.
Archivo:7222 Adoración de los Reyes Magos
Adoración de los Reyes Magos, 1568. Museo Soumaya, Ciudad de México.

El Greco se mudó a Venecia alrededor de 1567. Como ciudadano veneciano, era natural que continuara su formación allí. Venecia era el centro artístico más importante de Italia en ese momento. Allí trabajaban grandes artistas como Tiziano, Tintoretto, Paolo Veronese y Jacopo Bassano, y parece que El Greco estudió las obras de todos ellos.

La pintura veneciana, llena de color y brillo, debió impresionar mucho al joven pintor, que hasta entonces había usado una técnica más tradicional. El Greco no siguió el camino de otros artistas cretenses que pintaban al estilo bizantino con algunos elementos italianos. Desde el principio, adoptó el nuevo lenguaje pictórico de Venecia y se convirtió en un pintor veneciano. Es posible que aprendiera en el taller de Tiziano los secretos de la pintura veneciana, como los fondos arquitectónicos que dan profundidad, el dibujo y el uso de la luz.

En Venecia, aprendió los principios básicos de su arte que lo acompañarían toda su vida. Por ejemplo, a pintar sin un dibujo previo, creando la composición directamente en el lienzo con pinceladas rápidas de pigmento negro, y a usar el color como uno de los elementos más importantes de su estilo. En este periodo, El Greco usó grabados para ayudarle con sus composiciones.

Una de sus obras más conocidas de este tiempo es la Curación del nacido ciego (Gemäldegalerie, Dresde). En ella se ve la influencia de Tiziano en el color y de Tintoretto en la forma de organizar las figuras y el espacio.

Su estancia en Roma

Archivo:Giulio Clovio El Greco detalle1
Giulio Clovio presentó a El Greco al cardenal Alejandro Farnesio en Roma. (Detalle de su retrato pintado por El Greco hacia 1571).

Después de Venecia, El Greco viajó a Roma. En el camino, pudo haberse detenido en Parma para conocer la obra de Correggio, a quien admiraba mucho.

Su llegada a Roma está registrada en una carta de presentación del miniaturista Giulio Clovio al cardenal Alejandro Farnesio, fechada el 16 de noviembre de 1570. En la carta, Clovio pedía al cardenal que acogiera al pintor en su palacio por un tiempo. La carta decía: "Ha llegado a Roma un joven de Creta, admirador de Tiziano, que a mi juicio es uno de los mejores pintores". Los historiadores creen que "admirador de Tiziano" no significa que trabajara en su taller, sino que le gustaba mucho su pintura.

Gracias al bibliotecario del cardenal, Fulvio Orsini, El Greco conoció a personas importantes de la ciudad. Orsini llegó a tener siete pinturas del artista, incluyendo una Vista del Monte Sinaí y un retrato de Clovio.

El Greco fue expulsado del Palacio Farnesio por el mayordomo del cardenal. La única información que se tiene de este incidente es una carta que El Greco envió a Alejandro Farnesio el 6 de julio de 1572, donde decía que las acusaciones contra él eran falsas y que no merecía ser expulsado. El 18 de septiembre de ese mismo año, pagó sus cuotas a la Academia de San Lucas como pintor de miniaturas. A finales de ese año, El Greco abrió su propio taller y contrató a los pintores Lattanzio Bonastri de Lucignano y Francisco Preboste como ayudantes. Preboste trabajó con él hasta el final de su vida.

Cuando El Greco vivió en Roma, Miguel Ángel y Rafael ya habían fallecido, pero su gran influencia seguía presente. Los pintores romanos de la década de 1550 habían creado un estilo llamado manierismo, basado en las obras de Rafael y Miguel Ángel, donde las figuras se exageraban y se hacían más complejas y artificiales. Además, las reformas de la Iglesia Católica, iniciadas en el Concilio de Trento, empezaban a influir en el arte religioso.

Estas obras muestran cómo El Greco adoptó el estilo del Renacimiento veneciano. La primera, del Tríptico de Módena (Galería Estense), es del inicio de su estancia en Venecia. La segunda (Thyssen-Bornemisza), (1573-1576), es similar en tema y composición, y recuerda a Veronés en las figuras y a Tiziano en el suelo, la composición equilibrada y la calma de la escena. El uso del color ya es de un maestro.

Julio Mancini, un escritor de la época, escribió sobre El Greco alrededor de 1621. Dijo que al pintor se le llamaba "Il Greco" (El Griego), que había trabajado con Tiziano en Venecia y que sus obras en Roma eran muy admiradas. También contó que se estaba pensando en modificar algunas figuras de la obra Juicio Final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, porque el papa Pío V las consideraba inapropiadas. El Greco, con gran orgullo, dijo que si se quitara toda la obra, él podría hacerla de nuevo con un estilo adecuado y con la misma calidad. Esto molestó a muchos pintores y amantes del arte, y por eso, según Mancini, El Greco tuvo que irse a España. Esta declaración de El Greco mostraba su gran confianza en sí mismo, comparándose con Miguel Ángel, que era el artista más famoso de la época. En Italia, había dos grupos de artistas: los que seguían a Miguel Ángel y creían que el dibujo era lo más importante, y los venecianos, como El Greco, que pensaban que el color era superior.

A pesar de su opinión sobre Miguel Ángel, el estilo de El Greco estaba muy influenciado por las ideas artísticas de Miguel Ángel, especialmente en la importancia de la imaginación sobre la simple copia de la realidad en el arte. En sus escritos, El Greco compartía la idea de un arte más creativo y los principios del manierismo.

Hoy en día, su apodo italiano "Il Greco" se ha convertido en "el Greco" en español. Sin embargo, él siempre firmaba sus cuadros en griego, generalmente con su nombre completo: Domenikos Theotokopoulos.

Su tiempo en Italia se considera un periodo de estudio y preparación, ya que su verdadero genio no apareció hasta sus primeras obras en Toledo en 1577. En Italia, no recibió encargos importantes porque era extranjero, y Roma estaba dominada por otros pintores. En Venecia, era aún más difícil, porque Tiziano, Tintoretto y Veronés estaban en su mejor momento.

Entre sus obras más importantes de su periodo romano están: la Purificación del Templo; varios retratos, como el Retrato de Giulio Clovio (1570-1575) o el del gobernador de Malta Vincentio Anastagi (h. 1575); también hizo obras influenciadas por su aprendizaje veneciano, como El soplón (h. 1570) y la Anunciación (h. 1575).

No se sabe cuánto tiempo más se quedó en Roma. Algunos expertos creen que regresó a Venecia por un tiempo (h. 1575-1576) antes de irse a España.

En España

Su llegada a Toledo y primeras obras

Archivo:El Greco 001
Adoración del nombre de Jesús, Alegoría de la Liga Santa o El sueño de Felipe II, del Greco.

En esa época, el monasterio de El Escorial, cerca de Madrid, estaba terminándose, y el rey Felipe II había invitado a artistas de Italia para decorarlo. A través de Clovio y Orsini, El Greco conoció a personas importantes como Benito Arias Montano, un humanista español, y Luis de Castilla, hijo del deán de la catedral de Toledo. La amistad de El Greco con Luis de Castilla le consiguió sus primeros encargos importantes en Toledo.

En 1576, el artista dejó Roma y, después de pasar por Madrid, llegó a Toledo en la primavera o julio de 1577. Fue en esta ciudad donde creó sus obras más importantes. Toledo, además de ser la capital religiosa de España, era una de las ciudades más grandes de Europa en ese tiempo, con unos sesenta y dos mil habitantes en 1571.

Sus primeros encargos importantes en Toledo llegaron de inmediato: el retablo mayor y dos retablos laterales para la iglesia de Santo Domingo el Antiguo de Toledo. De estos retablos son La Asunción de la Virgen (Art Institute de Chicago) y La Trinidad (Museo del Prado). También le encargaron al mismo tiempo El expolio, para la sacristía de la catedral.

En La Asunción, basada en la composición de la Asunción de Tiziano, ya se ve el estilo personal del pintor, aunque la idea general es italiana. En La Trinidad, también hay referencias al estilo de Miguel Ángel, con toques del Renacimiento italiano y un claro estilo manierista. Las figuras son alargadas y dinámicas, dispuestas en zigzag. Es sorprendente cómo trata las figuras divinas, como Cristo o los ángeles, de una manera tan humana. Los colores son intensos y contrastados, y junto con el juego de luces, le dan a la obra un aire místico y dinámico. Su estilo personal, diferente al de sus maestros, empieza a surgir, usando colores menos comunes y proporciones únicas.

Archivo:Martirio de San Mauricio El Greco
El martirio de San Mauricio (1580-82). Encargado por Felipe II para el monasterio de El Escorial, pero al rey no le gustó el cuadro.

Estas obras le dieron gran fama en Toledo. Desde el principio, contó con la confianza de Diego de Castilla, así como de clérigos e intelectuales de Toledo que reconocieron su talento. Sin embargo, sus relaciones con los clientes fueron complicadas desde el inicio, debido a un desacuerdo sobre el valor de El expolio. El cabildo de la catedral lo valoró en mucho menos de lo que el pintor pedía.

El Greco no pensaba quedarse en Toledo, su objetivo era conseguir el favor de Felipe II y hacer carrera en la corte. De hecho, obtuvo dos encargos importantes del rey: Adoración del nombre de Jesús (también conocida como la Alegoría de la Liga Santa o Sueño de Felipe II) y El martirio de San Mauricio y la legión tebana (1578-1582), ambos aún en el monasterio de El Escorial. En la Alegoría, mostró su habilidad para combinar temas complejos con motivos religiosos medievales. Pero ninguna de estas dos obras gustó al rey, por lo que no le hizo más encargos. Según escribió fray José de Sigüenza, quien presenció los hechos, "el cuadro de San Mauricio y sus soldados... no le agradó a su majestad".

Su periodo de madurez

Archivo:El Greco - The Burial of the Count of Orgaz
El entierro del conde de Orgaz (1586-1588, Santo Tomé, Toledo), su obra más famosa. Muestra una leyenda local: el conde fue enterrado por san Esteban y san Agustín. Abajo, de forma realista, se ve un entierro del siglo XVI; arriba, de forma idealizada, se representa el cielo y la llegada del alma del conde.

Al no conseguir el favor del rey, El Greco decidió quedarse en Toledo, donde había sido bien recibido en 1577.

En 1578, nació su único hijo, Jorge Manuel. La madre era Jerónima de las Cuevas, con quien no se casó y se cree que fue retratada en el cuadro La dama de armiño.

El 10 de septiembre de 1585, El Greco alquiló tres habitaciones en un palacio del marqués de Villena, que estaba dividido en apartamentos. Allí vivió, excepto entre 1590 y 1604, el resto de su vida.

En 1585, ya estaba documentada la presencia de su ayudante de Roma, el pintor italiano Francisco Preboste. El Greco había establecido un taller capaz de producir retablos completos, incluyendo pinturas, esculturas pintadas y marcos de madera dorada.

El 12 de marzo de 1586, recibió el encargo de El entierro del conde de Orgaz, hoy su obra más conocida. El cuadro, hecho para la iglesia de Santo Tomé en Toledo, sigue en su lugar original. Muestra el entierro de un noble toledano en 1323, quien, según una leyenda local, fue enterrado milagrosamente por los santos Esteban y Agustín. El pintor incluyó en la escena a personajes de su propio tiempo, incluyendo a su hijo. En la parte superior, el alma del difunto sube al cielo, lleno de ángeles y santos. El entierro del conde de Orgaz ya muestra sus figuras alargadas y el "horror vacui" (miedo al vacío, es decir, llenar todo el espacio), características que se harían más evidentes a medida que El Greco envejecía. Estos rasgos venían del manierismo, y El Greco los mantuvo aunque otros pintores ya los habían dejado de usar.

El pago de este cuadro también causó un desacuerdo: el precio de 1200 ducados pareció excesivo al párroco de Santo Tomé, quien pidió una segunda valoración que lo subió a 1600 ducados. El párroco entonces pidió que no se tuviera en cuenta esta segunda valoración, y El Greco aceptó cobrar solo 1200 ducados. Los desacuerdos sobre el precio de sus obras importantes fueron una constante en la vida profesional de El Greco.

Archivo:El Greco - San Jerónimo - Google Art Project
San Jerónimo (h. 1600). Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

El periodo de su vida entre 1588 y 1595 está poco documentado. A partir de 1580, pintó temas religiosos, como sus lienzos sobre santos: San Juan Evangelista y San Francisco (h. 1590-1595), Las lágrimas de san Pedro, La Sagrada familia (1595), San Andrés y San Francisco (1595) y San Jerónimo (principios del siglo XVII). Otro San Jerónimo de gran calidad, fechado en 1600, se conserva en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. También hizo retratos como El caballero de la mano en el pecho (1585, Museo del Prado).

Su último periodo

Desde 1596, El Greco recibió muchos más encargos, y esto continuó hasta su muerte. Las razones fueron varias: su buena reputación, la amistad con un grupo de personas importantes que le daban encargos regularmente, y, a partir de 1600, la participación de su hijo Jorge Manuel en el taller, quien consiguió encargos en pueblos cercanos a Toledo. La última década del siglo XVI fue crucial para su arte, ya que en ella desarrolló su estilo final.

Aunque no consiguió el apoyo de los mecenas que buscaba al principio (el rey Felipe II y la catedral de Toledo), que le habrían dado un puesto seguro y bien pagado, al final encontró apoyo en un grupo de religiosos. Estos buscaban difundir las ideas de la Contrarreforma, un movimiento de la Iglesia Católica para reafirmar su doctrina frente a otras corrientes. La carrera de El Greco coincidió con este momento, y él ilustró estas ideas en sus obras: representaciones de santos, penitentes y la glorificación de la Virgen María y la Sagrada Familia. El Greco fue un artista que ayudó a los ideales de la Contrarreforma diseñando retablos que mostraban las principales devociones católicas.

La fama del pintor atrajo a muchos clientes que pedían copias de sus obras más conocidas. Estas copias, hechas en grandes cantidades por su taller, a veces causan confusión hoy en día al intentar identificar sus obras originales.

En 1596, firmó su primer encargo importante de este periodo: el retablo para la iglesia de un seminario en Madrid, el Colegio de doña María de Aragón. En 1597, se comprometió con otro trabajo importante: tres retablos para una capilla privada en Toledo dedicada a san José. A estos retablos pertenecen los cuadros San José con el Niño Jesús, San Martín y el mendigo y la Virgen con el Niño y las santas Inés y Martina. Sus figuras se volvieron cada vez más alargadas y retorcidas, sus cuadros más estrechos y altos, y su interpretación personal del manierismo alcanzó su punto más alto.

Archivo:Inmaculada El Greco Oballe detalle1
Inmaculada Concepción, capilla Oballe de Toledo (1608-13).

A través de su hijo, en 1603, consiguió un nuevo contrato para hacer el retablo del Hospital de la Caridad de Illescas. Por razones desconocidas, aceptó que el precio final lo fijaran tasadores del Hospital. Estos fijaron un precio muy bajo, lo que provocó un largo desacuerdo que llegó hasta la justicia. El problema terminó en 1607, y aunque se hicieron tasaciones intermedias más altas, al final se pagó una cantidad similar a la inicial. Este problema en Illescas afectó mucho la economía de El Greco, quien tuvo que pedir un préstamo a un amigo.

A finales de 1607, El Greco se ofreció a terminar la capilla de Isabel de Oballe, que había quedado sin terminar por la muerte de otro pintor. El artista, con 66 años, se comprometió a corregir las proporciones del retablo y a reemplazar una pintura. La Inmaculada Concepción para esta capilla es una de sus grandes obras tardías. Las figuras son más alargadas y retorcidas que nunca, y la forma alargada del cuadro hace que las figuras se eleven hacia el cielo, lejos de las formas naturales.

Sus últimos retablos importantes incluyeron un retablo mayor y dos laterales para la capilla del Hospital Tavera, contratados el 16 de noviembre de 1608 con un plazo de cinco años. El quinto sello del Apocalipsis, un lienzo para uno de los retablos laterales, muestra el genio de El Greco en sus últimos años.

En agosto de 1612, El Greco y su hijo acordaron con las monjas de Santo Domingo el Antiguo tener una capilla para el entierro familiar. Para ella, el artista hizo La Adoración de los pastores. Es una obra maestra en todos sus detalles: los dos pastores de la derecha son muy alargados, y las figuras muestran asombro y adoración de forma conmovedora. La luz resalta a cada personaje, dándoles importancia en la composición. Los colores nocturnos son brillantes y con fuertes contrastes entre el rojo anaranjado, el amarillo, el verde, azul y rosa.

El 7 de abril de 1614, falleció a los setenta y tres años y fue enterrado en Santo Domingo el Antiguo. Días después, Jorge Manuel hizo un primer inventario de los pocos bienes de su padre, incluyendo las obras terminadas y las que estaban en proceso en el taller. Más tarde, en 1621, Jorge Manuel hizo un segundo inventario con más obras. El lugar de entierro de El Greco fue trasladado antes de 1619 a San Torcuato debido a un desacuerdo con las monjas de Santo Domingo, y fue destruido cuando la iglesia fue demolida en el siglo XIX.

Su vida, llena de orgullo e independencia, siempre buscó fortalecer su estilo particular y único, evitando imitaciones. Coleccionó libros valiosos, formando una gran biblioteca. Un contemporáneo lo describió como un "hombre de hábitos e ideas diferentes, con gran determinación, muy reservado y extremadamente devoto". Por estas y otras características, fue una voz respetada y un hombre famoso, convirtiéndose en un artista incuestionablemente español. Fray Hortensio Félix Paravicino, un poeta del siglo XVII, escribió sobre él en un famoso soneto: "Creta le dio la vida, y los pinceles / Toledo mejor patria, donde empieza / a lograr con la muerte eternidades".

El Greco en la literatura

La influencia de la figura y la obra de El Greco en la literatura española y mundial es enorme. Muchos escritores han estudiado su impacto. Mientras que Goya fue descubierto por los románticos y Velázquez fue admirado por los pintores del naturalismo y el impresionismo, El Greco es visto como un precursor de movimientos como el simbolismo, modernismo, cubismo, futurismo o expresionismo. Es una fuente inagotable de inspiración en el arte, la literatura y la historia del arte, donde se creó una nueva categoría para explicar su obra, que no era clásica ni naturalista: el manierismo.

En el siglo XVI, poetas como Hortensio Félix Paravicino y Luis de Góngora lo elogiaron. En el siglo XVII, lo hicieron poetas como Giambattista Marino y cronistas como fray José de Sigüenza. En el siglo XVIII, críticos como Antonio Palomino y Antonio Ponz lo mencionaron, y en el siglo XIX, Eugenio Llaguno. Cuando se abrió la Galería española en el Louvre en 1838, había nueve obras de El Greco, y Eugène Delacroix tenía una copia de El Expolio. Jean-François Millet compró un Santo Domingo y un San Ildefonso. Charles Baudelaire admiraba La dama del armiño. Théophile Gautier elogió sus cuadros en su Voyage en Espagne, diciendo que en sus obras reinaba "una energía especial, una fuerza particular, que revelan al gran pintor y al genio". En Inglaterra, William Stirling-Maxwell valoró la primera época de El Greco en sus Annals of the Artists of Spain, de 1848. Muchos viajeros extranjeros se detuvieron a comentar sus obras, mientras que los españoles, en general, lo olvidaron o repitieron ideas antiguas sobre él. Aunque escritores como Larra o Bécquer lo mencionaron de pasada, lo hicieron con poca comprensión. Sin embargo, el novelista histórico Ramón López Soler sí lo apreció. Críticos como Pedro de Madrazo comenzaron a revalorizar su obra en 1880 como un precedente importante de la Escuela española. En Francia, Paul Lefort (1869) lo incluyó en la Escuela española, y fue un ídolo para el círculo de Edouard Manet. Paul Cézanne hizo una copia de La dama del armiño, y Toulouse Lautrec pintó su Retrato de Romain Coolus al estilo de El Greco. El pintor estadounidense John Singer Sargent tenía una de las versiones de San Martín y el mendigo.

Las exposiciones europeas y españolas sobre El Greco se sucedieron desde 1901 hasta el tricentenario de su muerte en 1914. En 1906, la revista francesa Les Arts le dedicó un número especial. El marqués de Vega-Inclán inauguró la Casa-museo del Greco en Toledo en 1910. Su valor en el mercado del arte ya era tan alto que muchas de sus obras de colecciones privadas españolas fueron vendidas al extranjero. A principios del siglo XX, los pintores modernistas catalanes, como Santiago Rusiñol y Ramón Casas, lo recuperaron por completo. También otros artistas como Ignacio Zuloaga (quien compartió su entusiasmo por El Greco con Maurice Barrès y Rainer María Rilke). Pío Baroja y Azorín también escribieron sobre él. Picasso se inspiró en la Visión del Apocalipsis para su obra Les demoiselles d'Avignon. El interés por El Greco también llegó a Julio Romero de Torres, José Gutiérrez Solana y Joaquín Sorolla. Emilia Pardo Bazán escribió una "Carta al Greco". Los escritores de la Institución Libre de Enseñanza, especialmente Francisco Giner de los Ríos y Manuel Bartolomé Cossío, difundieron su admiración por El Greco. Es importante la presencia de El Greco en la Toledo que retrata Benito Pérez Galdós en su novela Ángel Guerra, y es frecuente en sus novelas la comparación de sus personajes con retratos de El Greco. Eugenio d'Ors dedicó espacio a El Greco en su libro Tres horas en el Museo del Prado. Amado Nervo escribió uno de sus mejores cuentos inspirándose en un cuadro suyo, Un sueño (1907).

Kandinsky y Franz Marc lo consideraron un precursor del expresionismo. La obra tardía de El Greco impresionó a artistas como August Macke, Paul Klee y Max Beckmann. El historiador de arte austriaco Max Dvorak lo definió como el máximo representante del manierismo. Ramón María del Valle-Inclán le dedicó un capítulo en su obra La lámpara maravillosa. Miguel de Unamuno le dedicó varios poemas y un artículo apasionado en 1914. En 1920, su popularidad llevó al ballet sueco de Jean Börlin a estrenar en París El Greco, con música de Désiré-Émile Inghelbrecht. También en ese año, Félix Urabayen publicó su novela Toledo: piedad, donde le dedicó un capítulo. Ramón Gómez de la Serna y Gregorio Marañón también escribieron sobre él. Luis Fernández Ardavín recreó la historia de uno de sus retratos en su drama La dama del armiño (1921), que luego fue llevada al cine. Muchos otros escritores han escrito sobre El Greco, como Rafael Alberti, Luis Cernuda y José Ángel Valente.

Fuera de España, Ezra Pound y Francis Scott Fitzgerald lo citaron. Paul Claudel, Paul Morand y Aldous Huxley se ocuparon de El Greco. El alemán Stefan Andres le dedicó su novela El Greco pinta al Gran Inquisidor. Un personaje de L'Espoir (1938) de André Malraux es aficionado a El Greco, y otro personaje se encarga en Madrid de proteger sus cuadros durante la guerra. Ernest Hemingway consideraba Vista de Toledo el mejor cuadro de todo el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y le dedicó un pasaje en Por quién doblan las campanas.

Obra pictórica

Archivo:El Greco - The Burial of the Count of Orgaz
El entierro del conde de Orgaz (1586-1588), su obra más conocida.

Aquí se presenta una parte de sus mejores obras para dar una idea general de su estilo, su evolución artística y las historias detrás de sus pinturas. El Greco fue un pintor de retablos, por eso comenzamos con el retablo de Santo Domingo, el primero que diseñó. El expolio, una de sus obras maestras, muestra su primer estilo en España, aún con influencia de sus maestros italianos. El entierro del conde de Orgaz es la obra principal de su segundo periodo en España, llamado de madurez. El retablo de doña María marca el inicio de su último estilo, un cambio radical por el que es admirado en todo el mundo. El cuadro de Illescas explica cómo su estilo tardío se fue haciendo más estilizado. También se incluyen dos de sus famosos retratos. Terminamos con la Visión del Apocalipsis, que muestra el estilo más expresivo de sus últimas composiciones.

El retablo mayor de Santo Domingo el Antiguo

Retablo mayor de Santo Domingo el Antiguo (1577) y su lienzo principal de la Asunción de la Virgen.

En 1576, se construyó una nueva iglesia en Santo Domingo el Antiguo con los bienes de doña María de Silva, para que fuera su lugar de entierro.

El Greco acababa de llegar a España. Durante su estancia en Roma, había conocido al hermano de Luis de Castilla, quien era el encargado de la construcción de Santo Domingo. Fue este hermano quien contactó con El Greco y habló muy bien de su talento como pintor.

En total, eran nueve lienzos: siete en el retablo mayor y otros dos en dos altares laterales. Hoy en día, solo quedan tres pinturas originales en el retablo. Las demás fueron vendidas y reemplazadas por copias.

El Greco nunca antes se había enfrentado a un trabajo tan grande. Tenía que crear pinturas de grandes dimensiones, hacer que cada composición encajara y que todas armonizaran juntas. El resultado fue muy elogiado y le dio fama inmediata.

En el lienzo principal, La Asunción, El Greco creó una composición en forma de pirámide entre los dos grupos de apóstoles y la Virgen. Para ello, resaltó a la Virgen y disminuyó la importancia de los ángeles. Hay una tendencia a llenar todo el espacio con figuras, dejando pocos elementos de fondo. Se destacan los gestos y las actitudes. Esto fue siempre una de sus grandes preocupaciones: dar a sus figuras elocuencia y expresión. Lo logró creando a lo largo de su carrera un repertorio de gestos que transmitían mucho.

El expolio

Archivo:El Expolio, por El Greco
El expolio (1577-1579, catedral de Toledo).

El cabildo de la catedral de Toledo encargó a El Greco El expolio el 2 de julio de 1577. Fue uno de sus primeros trabajos en Toledo, junto con las pinturas del retablo de Santo Domingo el Antiguo, justo después de llegar de Italia. El tema de este cuadro es el momento inicial de la Pasión en el que Jesús es despojado de sus ropas. El pintor se inspiró en un texto de san Buenaventura, pero la composición que ideó no gustó al cabildo. En la parte inferior izquierda, pintó a la Virgen, María Magdalena y María Cleofás, aunque los evangelios no dicen que estuvieran allí. En la parte superior, por encima de la cabeza de Cristo, colocó a gran parte del grupo que lo escoltaba, inspirándose en antiguas representaciones bizantinas. El cabildo consideró que ambos aspectos eran "errores que oscurecían la historia y restaban valor a Cristo". Este fue el motivo del primer desacuerdo que el pintor tuvo en España. Los tasadores de El Greco pidieron 900 ducados, una cantidad muy alta. El pintor terminó recibiendo 350 ducados, pero no tuvo que cambiar las figuras que habían causado el conflicto.

Cossío hizo el siguiente análisis sobre este cuadro en su famoso libro sobre el pintor:

  • El artista debía representar a Cristo no solo como Dios, sino como un hombre y una víctima inocente de las emociones humanas. Concentró todos los elementos, principales y secundarios, que antes estaban dispersos en sus cuadros, en una sola acción alrededor del personaje principal. Lo rodeó de un grupo apretado de rostros serios y oscuros, cada uno con su propia personalidad. Añadió dos escenas diferentes a sus pies, cerrando la parte inferior. Se trata del hombre que prepara la cruz y, enfrente, las tres Marías que lo observan con tristeza.
  • "La unidad de composición es tan perfecta que todo el interés lo absorbe la figura de Cristo". El maestro logró este efecto creando una composición en círculo alrededor de Jesús.
  • Todo lo que no es el personaje principal está oscurecido y menos destacado, mientras que Cristo se ilumina y resalta. Así, el rostro iluminado de Cristo y su túnica roja contrastan fuertemente con los rostros oscuros de los que lo acompañan y con el tono gris que domina el cuadro.
Archivo:El Expolio del Greco Catedral de Toledo detalle1
Detalle de El expolio. El Cabildo de la catedral consideró que las cabezas de la escolta no debían sobrepasar la de Cristo. El Greco se inspiró en iconos bizantinos. Observa el contraste entre la calma del rostro del Salvador y los rostros sombríos que lo rodean.

El Greco y su taller pintaron varias versiones de este mismo tema, con algunas diferencias. Wethey catalogó quince cuadros con este tema y otras cuatro copias de medio cuerpo. Solo en cinco de estas obras vio la mano del artista, y las otras diez las consideró producciones del taller o copias posteriores de menor tamaño y calidad.

El entierro del conde de Orgaz

La iglesia de Santo Tomé guardaba los restos del señor de Orgaz, quien había fallecido en 1323 después de haber hecho muchas donaciones a instituciones religiosas de Toledo. Según una leyenda local, la generosidad del señor de Orgaz fue recompensada en el momento de su entierro: milagrosamente aparecieron san Esteban y san Agustín, quienes colocaron su cuerpo en la tumba.

En el contrato del cuadro, firmado en marzo de 1586, se incluía una descripción de lo que el artista debía pintar: "En la parte de abajo... se ha de pintar una procesión de cómo el cura y los demás clérigos estaban haciendo los ritos para enterrar a don Gonzalo de Ruiz de Toledo, Señor de la villa de Orgaz, y bajaron san Agustín y san Esteban a enterrar el cuerpo de este caballero, uno sosteniéndole la cabeza y el otro los pies, colocándolo en la tumba, y alrededor se ha de pintar mucha gente mirando, y encima de todo esto se ha de hacer un cielo abierto de gloria...".

Archivo:El Greco - The Burial of the Count of Orgazdetal1
Detalle de la parte terrenal: se representa un entierro del siglo XIV presenciado por hombres vestidos a la moda del siglo XVI. Parece que eran retratos de personas que vivían en Toledo. Solo se ha reconocido a Antonio de Covarrubias, amigo del pintor. La razón de mezclar los siglos XIV y XVI podría ser para mostrar que la generosidad era importante tanto en el pasado como en el presente. Se cree que el niño que señala el milagro al espectador era el hijo del pintor, Jorge Manuel.

El retablo de doña María de Aragón

En 1596, El Greco recibió el encargo del retablo para la iglesia del colegio seminario de la Encarnación de Madrid, más conocido por el nombre de su benefactora, doña María de Córdoba y Aragón. Debía realizarse en tres años y se valoró en más de sesenta y tres mil reales, el precio más alto que recibió en su vida. El colegio cerró en 1808 o 1809, y el retablo fue desmontado. Después de varios traslados, cinco de sus lienzos terminaron en el Museo del Prado. El sexto lienzo, La adoración de los pastores, fue vendido y ahora está en el Museo Nacional de Arte de Rumanía de Bucarest.

Como no hay muchos documentos sobre este retablo, se han propuesto diferentes ideas sobre qué cuadros lo formaban. En 1908, Cossío relacionó El bautismo, La crucifixión, La resurrección y La anunciación. En 1931, August L. Mayer añadió El Pentecostés y La adoración de los pastores de Bucarest. En 1943, Manuel Gómez Moreno propuso un retablo con estos seis cuadros. Pero algunos expertos creen que La resurrección y El Pentecostés no formaban parte de él porque tenían estilos diferentes.

En 1985, apareció un documento de 1814 que mencionaba "siete cuadros de pinturas originales de Domenico Greco que estaban en el Altar Mayor". Esta información ha reforzado la idea de Gómez Moreno de un retablo de tres partes en dos niveles, suponiendo que el séptimo cuadro estaría en un tercer nivel, como un ático.

Los temas, excepto El Pentecostés, ya habían sido pintados por El Greco antes, algunos en su etapa italiana. Según Ruiz Gómez, estos temas son retomados con gran originalidad, mostrando su lado más expresivo. A partir de este momento, su obra toma un camino muy personal y sorprendente, alejándose del estilo naturalista que empezaba a ser popular en esa época. Las escenas se presentan en espacios cerrados, resaltando la verticalidad de los formatos. Una luz especial destaca la irrealidad de las figuras, algunas en posiciones muy marcadas. El color frío, intenso y contrastado, aplicado con soltura a sus poderosas figuras, muestra lo que sería su estilo tardío.

Capilla mayor del Hospital de la Caridad de Illescas

Archivo:GRECO Anunciacion
La Anunciación, hospital de la Caridad, Illescas.

En 1603, recibió el encargo de hacer todos los elementos decorativos de la Capilla mayor de la iglesia del Hospital de la Caridad de Illescas, lo que incluía retablos, esculturas y cuatro pinturas. El Greco desarrolló un programa de imágenes que celebraba a la Virgen María. Los cuatro cuadros tienen un estilo similar, y tres de ellos son de forma circular o elíptica.

La Anunciación que se ve a la derecha es de formato circular y es una nueva versión de la que pintó para el Colegio de Doña María de Aragón. Aunque mantiene los tipos y gestos anteriores, el pintor avanza en su estilo expresivo tardío. Sus figuras son más vibrantes y agitadas, con una fuerza interior más intensa.

Retratos

Detalle del Retrato de caballero anciano
(1587-1600).

Desde sus inicios en Italia, El Greco fue un gran retratista. Aprendió la composición y el estilo de Tiziano, como la forma de colocar la figura (normalmente de medio cuerpo) y los fondos neutros. Sus mejores retratos, ya en su madurez en Toledo, siguen estos principios.

El caballero de la mano en el pecho es uno de los retratos más importantes del artista y un símbolo del caballero español del Renacimiento. La espada elegante, la mano en el pecho con un gesto solemne y la forma en que el caballero mira al espectador, convirtieron este retrato en una referencia de la esencia del honor de Castilla. Es una obra temprana de El Greco, recién llegado a España, y su estilo se parece a los modos venecianos. El lienzo ha sido restaurado varias veces, y en algunas ocasiones se retocaron colores y se repintó el fondo y la ropa del personaje. La restauración de 1996 fue muy comentada porque al quitar las capas de pintura añadidas, cambió la imagen que se tenía de este personaje.

Del Retrato de caballero anciano no se sabe quién es el personaje, pero se destaca su alta calidad artística y la profundidad psicológica que muestra. Para Ruiz Gómez, resaltan sus ojos de color miel y expresión amable, su rostro delgado, con una nariz larga y fina, y los labios delgados, el bigote y la perilla entrecanos. Una especie de aura separa la cabeza del fondo, haciendo que el contorno sea menos definido y dándole a la cabeza movimiento y vida. Álvarez Lopera destacó la forma en que El Greco acentuaba las asimetrías en sus retratos y describió la línea curva que organiza este rostro. Finaldi ve en la asimetría una doble emoción: el lado derecho ligeramente sonriente y vivo, y el izquierdo concentrado y pensativo.

La visión del Apocalipsis

Este lienzo fue encargado en 1608, es una de sus últimas obras y muestra su estilo más extremo. Cuando el pintor falleció en 1614, aún no había sido entregado. El cuadro debía colocarse en un retablo de la capilla del Hospital de Tavera de Toledo. En la restauración del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York en 1958, después de su compra, se descubrió que no solo había sido cortado por arriba, sino también en su lado izquierdo. Según Álvarez Lopera, si tenía las mismas medidas que el cuadro del otro retablo lateral, La Anunciación (406 x 209 cm), la parte cortada a finales del siglo XIX sería la superior de 185 cm de alto y el corte izquierdo de 16 cm de ancho, siendo las proporciones originales aproximadamente el doble de alto que de ancho.

Representa el momento del Apocalipsis, cuando Dios le muestra a san Juan en una visión la apertura de los siete sellos: "Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido asesinados por la palabra de Dios y por el testimonio que dieron. Y gritaron con una gran voz diciendo: “¿Hasta cuándo Señor, santo y verdadero, no harás justicia, y no vengarás nuestra sangre en los que viven en la tierra?” Y se les dio a cada uno un manto blanco y se les dijo que descansaran todavía un poco de tiempo..." (Apocalipsis 6, 9-11).

El cuadro, en su estado actual después del corte, está dominado por la gigantesca figura de san Juan. Los resucitados son siete, un número importante en el Apocalipsis, los mismos que usaron Durero y otros artistas al representar este pasaje.

Para Wethey, el color es muy importante en este cuadro. El azul brillante del vestido de san Juan, donde se reflejan luces blancas, y, en contraste, a sus pies hay un manto rosa. A la izquierda, los mártires tienen un fondo con un manto amarillo pálido, mientras que los cuerpos de las mujeres son muy blancos, contrastando con los cuerpos masculinos amarillentos. Mantos verdes con reflejos amarillos son el fondo de las tres figuras de la izquierda. Los mártires forman un grupo irregular en un espacio indefinido de color azul pálido sobre un suelo rojizo, y todo en un ambiente de nubes oscuras que crea una impresión de sueño.

No se sabe cuál era el sentido religioso personal de la obra de El Greco o la razón de su evolución final hacia esta pintura que no era naturalista y era muy espiritual. En obras como esta Visión del Apocalipsis, El Greco rompió sistemáticamente todas las reglas establecidas en el arte del Renacimiento. Wethey consideró que este estilo tardío de El Greco estaba relacionado con el primer manierismo. Dvorak, el primero en relacionar el estilo no naturalista de El Greco con el manierismo, pensó que esta forma de pintar, al igual que les pasó a Miguel Ángel o Tintoretto en sus últimas obras, era una consecuencia del mundo en crisis que surgió del fin del optimismo del Renacimiento y su fe en la razón.

El Greco en el cine

  • La película El Greco, de 1966, dirigida por Luciano Salce.
  • La película El Greco, de 2007, dirigida por Yannis Smaragdis.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: El Greco Facts for Kids

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El Greco para Niños. Enciclopedia Kiddle.