Sitio de Ostende para niños
Datos para niños Sitio de Ostende |
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Guerra de los Ochenta Años Parte de guerra de los Ochenta Años y guerra de los Ochenta Años (1599-1609) |
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![]() Sitio de Ostende, obra de Pieter Snayers.
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Fecha | 5 de julio de 1601 – 20 de septiembre de 1604 | |||
Lugar | Ostende, actual Bélgica | |||
Coordenadas | 51°13′01″N 2°54′00″E / 51.217, 2.9 | |||
Resultado | Victoria pírrica española | |||
Cambios territoriales | Ostende es anexionado a los Países Bajos Españoles | |||
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El sitio de Ostende fue un asedio muy largo, que duró más de tres años. En él, los tercios del Imperio español rodearon y finalmente tomaron la ciudad de Ostende, que hoy forma parte de Bélgica. La ciudad estaba defendida por las fuerzas de las Provincias Unidas de los Países Bajos, con el apoyo de tropas inglesas. Este evento fue parte de la guerra de Flandes.
Ambos bandos se esforzaron mucho por controlar Ostende, que era la única ciudad holandesa en la provincia de Flandes. Por eso, esta campaña fue una de las más largas y difíciles de toda la guerra. Se estima que más de 100.000 personas perdieron la vida durante el asedio.
La ciudad quedó completamente destruida por los combates. Al final, los tercios, liderados por Ambrosio Spinola, lograron conquistarla. El objetivo de España era controlar este lugar estratégico, ya que desde allí se dominaba el mar del Norte. Sin embargo, un mes antes de que Ostende se rindiera, los holandeses tomaron el puerto de La Esclusa. El alto costo económico y el gran número de bajas hicieron que ambos lados consideraran una tregua. Esta tregua se firmaría cinco años después y se conocería como la Tregua de los doce años.
Contenido
- ¿Por qué ocurrió el sitio de Ostende?
- ¿Por qué Ostende era tan importante?
- ¿Cómo se desarrolló el asedio de Ostende?
- ¿Qué innovaciones militares se usaron?
- ¿Cuáles fueron las consecuencias del sitio de Ostende?
- El sitio de Ostende en el arte y la literatura
- Datos curiosos del sitio
- Véase también
¿Por qué ocurrió el sitio de Ostende?
El contexto de la Guerra de los Ochenta Años
En 1568, durante el reinado de Felipe II de España, los Países Bajos estaban bajo el control del Imperio español. Sin embargo, se levantaron en armas contra España. Querían su independencia y estaban en desacuerdo con ciertas políticas y cargas económicas impuestas por el imperio. Esto dio inicio a una serie de batallas conocidas como la guerra de los Ochenta Años o guerra de Flandes.
En 1601, Felipe III era el rey de España. Aunque España seguía siendo una potencia mundial, su economía estaba debilitada. Había tenido problemas financieros en 1575 y estaba en guerra con Francia hasta 1598. También luchaba contra Inglaterra desde 1585, lo que incluyó el fracaso de la Armada Invencible. Además, había operaciones contra los otomanos en el Mediterráneo y la guerra en Flandes contra las fuerzas rebeldes de las Provincias Unidas de los Países Bajos. Todo esto agotaba los recursos de España. Los archiduques Alberto de Austria e Isabel Clara Eugenia, que eran cuñado y hermana de Felipe III, gobernaban los Países Bajos en nombre de España.

La situación de las Provincias Unidas tampoco era fácil. Llevaban más de treinta años en guerra. El comercio exterior estaba bloqueado por un embargo de España. Por eso, la flota holandesa buscaba expandir su comercio hacia las Indias para mejorar sus finanzas.
Mauricio de Nassau era el líder militar (estatúder) y Johan van Oldenbarnevelt era el principal consejero (gran pensionario) de los Estados Generales de los Países Bajos.
¿Por qué Ostende era tan importante?
Ostende fue fundada hace unos quinientos años y, a mediados del siglo XVI, era un pequeño pueblo de pescadores con unos 3.000 habitantes. Su importancia creció con el inicio de la guerra debido a su ubicación estratégica. Estaba en la provincia de Flandes Occidental, junto al Mar del Norte. Los holandeses la fortificaron entre 1583 y 1590, convirtiéndola en un puerto militar clave. En 1600, el ejército de las Provincias Unidas, bajo el mando de Mauricio de Nassau, usó Ostende como base para invadir Flandes. Querían tomar la ciudad de Dunquerque, lo que llevó a la victoria holandesa en la batalla de Nieuwpoort.
A diferencia de otras ciudades de los Países Bajos que cambiaron de manos varias veces durante la guerra, Ostende nunca había sido conquistada por los españoles. Era la única posesión de la república holandesa en Flandes. Capturarla era muy importante para el ejército español. Las provincias neerlandesas que seguían siendo leales a España estaban molestas por los ataques constantes de los corsarios holandeses desde Ostende. Por ello, ofrecieron financiar el asedio con 300.000 florines al mes.

La ciudad ocupaba menos de un kilómetro cuadrado. Estaba dividida en dos partes: la ciudad vieja junto al puerto y la nueva. Ambas estaban separadas por un canal y unidas por puentes. Estaba muy bien amurallada y aislada de tierra firme por un terreno arenoso y pantanoso. Al este, tenía el canal Geule, que era ancho, profundo y navegable, sirviendo como entrada para barcos. Al oeste, estaba el canal Old Haven, menos profundo pero difícil de cruzar. Ambos canales funcionaban como fosos defensivos, y su nivel de agua podía controlarse con esclusas en la ciudad. Al sur, había una red de arroyos y pantanos intransitables. Al norte, estaba abierta al mar, lo que permitía recibir refuerzos y suministros durante la pleamar sin problemas.
Con las técnicas de la época, como excavar trincheras y túneles, conquistar Ostende no parecía fácil. En 1587, Alejandro Farnesio, gobernador de los Países Bajos, ya había descartado la idea de tomarla. La consideraba una empresa demasiado arriesgada.

¿Cómo se desarrolló el asedio de Ostende?
El sitio de Ostende fue una campaña militar muy importante dentro de la guerra. Consumió la energía de ambos bandos y se extendió por toda la región. Hubo combates constantes en tierra y mar, intentos de asalto y contraataques. También se vieron muchas obras de ingeniería militar e innovaciones tecnológicas. Se realizaron labores de espionaje y diplomacia, y se buscaron apoyos económicos. Hubo descontento y abandonos de soldados en ambos lados. El asedio tuvo mucha atención internacional, con observadores de otros países. Se le llamó la "escuela militar de Europa" o la "universidad de la guerra".
Las fuerzas militares en Ostende
Los tercios del Imperio español eran considerados la élite de los ejércitos de su tiempo. Mantuvieron la superioridad militar española durante los siglo XVI y gran parte del XVII. Su organización y disciplina eran muy eficientes. Sin embargo, a veces, si no recibían sus pagos o las condiciones eran malas, los soldados protestaban. El número de soldados españoles en Ostende varió entre 8.000 y 20.000, y se iban relevando durante el asedio.
Las fuerzas que defendían Ostende eran parte del ejército de las Provincias Unidas, que había sido reorganizado por Mauricio de Nassau. Su fuerza se basaba en las fortificaciones de la ciudad, que parecían imposibles de conquistar. También contaban con la superioridad holandesa en el mar. Los españoles no podían cerrar la parte norte de Ostende, por donde la ciudad recibía refuerzos y suministros por mar durante todo el asedio. El número de soldados defensores varió entre 3.000 y 8.000.
En ambos bandos, se ofrecía atención médica en los campamentos, con barberos, médicos y hospitales de campaña. Sin embargo, el gran número de heridos después de un combate superaba la capacidad del personal médico. Las malas condiciones de higiene también propagaban infecciones y enfermedades como la peste, que causaban más muertes que los propios combates.
Las armas más usadas eran espadas, puñales, picas, arcabuces y mosquetes. También se usaron explosivos rudimentarios, granadas de mano y, sobre todo, mucha artillería.
Participación internacional
En el conflicto participaron personas de muchas nacionalidades. Los defensores holandeses contaron con la ayuda de muchos ingleses, enviados por Isabel I de Inglaterra para apoyar la causa de los protestantes. Inglaterra estaba en guerra contra España en ese momento. También había escoceses, flamencos, franceses (con el apoyo de Enrique IV de Francia) y alemanes de los principados protestantes.
Por parte de los atacantes, los tercios del Imperio español estaban formados por soldados de todos los territorios de los Habsburgo: castellanos, portugueses, italianos, alemanes, valones, suizos, borgoñones, flamencos leales a España e irlandeses. También había mercenarios de otros países. El papa Clemente VIII apoyó a los atacantes, enviando dinero y consejeros militares. Emanuel van Meteren, un cronista de la época, describió el sitio como "una mezcla de nacionalidades".
El desarrollo de la campaña militar
El 5 de julio de 1601, entre 12.000 y 20.000 soldados españoles, bajo el mando del archiduque Alberto de Austria, comenzaron a rodear Ostende. Los defensores tenían entre 7.000 y 8.000 hombres, incluyendo 2.000 ingleses. A mediados de julio, llegó Sir Francis Vere, un militar inglés y héroe de la batalla de Nieuwpoort. Los Estados Generales de los Países Bajos lo nombraron para dirigir la defensa de la ciudad.
Cincuenta cañones españoles bombardeaban la ciudad. Los soldados españoles intentaban rellenar los fosos para poder cruzarlos. El conde de Bucquoy, que dirigía las fuerzas españolas al este de Ostende, no podía rellenar el canal Geule por su fuerte corriente. Así que empezó a construir un dique desde su posición hacia la ciudad. Desde allí, planeaba colocar artillería para atacar los barcos que entraban y salían por el norte. Estas obras eran interrumpidas constantemente por las mareas altas y por el fuego de la ciudad, que seguía recibiendo refuerzos y suministros por mar.

Mauricio de Nassau, al frente del ejército de las Provincias Unidas, fue a ayudar a Ostende. Aunque los Estados Generales le pedían que atacara directamente a los sitiadores, él sabía que sería imprudente. En su lugar, decidió recorrer las áreas cercanas para cortar los suministros españoles y desviar su atención de Ostende. Tomó Rhinberg y Meurs, y en noviembre intentó sitiar Bolduque. Pero este intento fracasó porque Frederic van den Berg, primo de Mauricio al servicio del archiduque, acudió en ayuda de la ciudad.
Alberto de Austria envió a un espía llamado Coningsby. Este espía fue a Inglaterra, consiguió cartas de recomendación para Francis Vere y entró en Ostende haciéndose pasar por defensor. Desde dentro, informaba a los españoles hasta que fue descubierto y expulsado de la ciudad.
Negociaciones de rendición
En diciembre de 1601, el número de defensores había bajado a menos de 3.000. De las fuerzas españolas que iniciaron el asedio, quedaban menos de 8.000 soldados. La artillería española había disparado 163.000 proyectiles contra la ciudad, y no quedaba ningún edificio sin daños.
El 23 de diciembre, después de cinco meses y medio de asedio y dos meses sin recibir refuerzos, Francis Vere se enteró de que los españoles preparaban un gran asalto. Para ganar tiempo y esperar refuerzos, propuso negociar la rendición. Envió a dos de sus capitanes, John Ogle y Charles Fairfax, como rehenes al campamento español. Los españoles, a su vez, enviaron a Mateo Antonio y Mateo Serrano a Ostende para negociar. El 25 de diciembre, mientras hablaban, llegaron tres barcos con 600 soldados de Zelanda como refuerzo. Entonces, Vere rompió las negociaciones.
El asalto español

El 7 de enero de 1602, las fuerzas españolas lanzaron el asalto que habían pospuesto. Después de bombardear intensamente la ciudad todo el día, aprovecharon la marea baja para cruzar los fosos y atacar por tres lados: este, sur y oeste. Los defensores, protegidos por las murallas, rechazaron el ataque fácilmente. Murieron entre 800 y 1.500 soldados españoles. Otros 2.000 fallecieron cuando los defensores abrieron las esclusas, inundando los fosos. Tras este fracaso, los soldados españoles se quejaron por el alto número de bajas, culpando a sus líderes. El archiduque Alberto de Austria tuvo que controlar la situación, y varios participantes fueron ejecutados.
Cambios en el mando defensor
En marzo de 1602, Francis Vere fue enviado a servir con las fuerzas de Mauricio de Nassau. Su lugar en la defensa de Ostende lo ocupó el coronel zelandés Frederic van Dorp. En julio de ese mismo año, Mauricio sitió Grave, tomándola el 18 de septiembre. Luego, continuó su avance por Brabante y Luxemburgo.
La llegada de los Spinola
Federico y Ambrosio Spinola, hermanos de Génova, ofrecieron sus servicios al rey de España. Federico Spinola llegó a la corte española en Valladolid, donde Felipe III le dio seis galeras. Con ellas, fue a La Esclusa y atacó a los holandeses por mar. Más tarde, le dieron ocho galeras más, pero cinco se perdieron en el camino desde España en enfrentamientos con la flota holandesa. Por su parte, Ambrosio Spinola, junto con el conde de Fuentes, gobernador de Milán, reclutó 8.000 hombres en Italia. Lo hizo con su propio dinero y con préstamos de banqueros genoveses. Estos hombres partieron hacia Ostende para reforzar las tropas del archiduque.
Descontento en las tropas
La falta de pago y la escasez de alimentos entre los sitiadores llevaron a un grupo de 3.000 soldados italianos a mostrar su descontento. Se hicieron fuertes en Hoogstraeten y no hicieron caso a los llamados a la disciplina del archiduque. Animados por Mauricio de Nassau, se unieron a las fuerzas enemigas, y la ciudad cayó en poder de los protestantes el 10 de agosto de 1603.
Esfuerzos diplomáticos
La muerte de la reina Isabel I de Inglaterra en marzo de 1603 y la llegada al trono de Jacobo I abrieron la puerta a conversaciones diplomáticas. Los embajadores de España, Juan de Tassis y Acuña y el duque de Frías Juan Fernández de Velasco, junto con Johan van Oldenbarnevelt de las Provincias Unidas, intentaron conseguir el apoyo del nuevo rey inglés en el conflicto de Flandes, donde Ostende era el punto central. La respuesta inglesa llegó con la firma del tratado de Londres de 1604. En este tratado, Inglaterra firmó la paz con España y se comprometió a no ayudar a los rebeldes holandeses. Las condiciones del tratado se aplicarían una vez terminado el sitio de Ostende.
El liderazgo de Ambrosio Spinola
Después de dos años de campaña, las tropas del archiduque habían avanzado poco en el asedio. Los intentos de rellenar el Old Haven por el oeste no habían funcionado, y el dique que Bucquoy construía al este no había logrado detener el transporte marítimo a la ciudad. El puerto seguía recibiendo barcos con refuerzos y alimentos. Solo se habían conquistado los fuertes exteriores.
En octubre de 1603, Ambrosio Spinola tomó el mando de las fuerzas españolas, reemplazando a Alberto de Austria. Spinola, de una familia noble genovesa, no tenía experiencia militar previa. Sin embargo, su conocimiento de la teoría militar, su dedicación personal y su personalidad carismática motivaron a las tropas y aceleraron el avance hacia la conquista de la ciudad.
Spinola se concentró en atacar la ciudad por el oeste y suroeste, deteniendo la construcción del dique que las tropas del conde de Bucquoy levantaban al este.
Peter van Gieselles reemplazó a Charles van der Noot como gobernador de la ciudad a finales de 1603. Entre febrero y marzo de 1604, la ciudad sufrió graves daños por fuertes tormentas. Van Gieselle murió en combate en marzo, y le sucedió el coronel John van Loon, quien también murió cuatro días después por el impacto de una bala de cañón. Su reemplazo temporal, el sargento mayor Jacques de Bievry, resultó gravemente herido y fue evacuado a Zelanda. Jacques van der Meer, barón de Berendrecht, fue nombrado comandante, pero murió poco después por un disparo de mosquete. Su puesto lo ocupó el coronel holandés Uytenhoove, quien, herido, fue a su vez reemplazado por el valón Daniel d´Hertaing.
El sitio de La Esclusa
Mauricio de Nassau y su primo Guillermo Luis de Nassau, al frente de un ejército de entre 11.000 y 18.000 hombres, entraron en Flandes en abril de 1604. Sitiaron la ciudad de La Esclusa. Aunque Luis de Velasco, general de la caballería española, y más tarde el propio Spinola, fueron a ayudar, no pudieron evitar su pérdida. El 19 de agosto, el gobernador de la ciudad, Mateo Serrano, la rindió a los holandeses.
La rendición de Ostende
El 2 de junio, los sitiadores de Ostende lograron derribar la muralla del sur de la ciudad. Pero descubrieron que los defensores habían construido otra muralla interior durante el asedio. Los españoles se protegieron en la muralla exterior recién conquistada, y los holandeses en la interior. Los combates, que ya eran intensos, se hicieron aún más fuertes.
El 20 de septiembre, el gobernador de Ostende, Daniel d´Hertaing, rindió la ciudad a las fuerzas de Ambrosio Spinola. Los 3.000 ocupantes de la ciudad fueron respetados y se les permitió marchar hacia Flesinga. En este punto, los españoles habían perdido aproximadamente 55.000 hombres en los combates.
La ciudad permaneció bajo control español hasta que fue tomada por las tropas de la Alianza de La Haya el 8 de julio de 1706.
¿Qué innovaciones militares se usaron?
Normalmente, para tomar ciudades fortificadas, se excavaban trincheras hacia las murallas y se colocaban minas explosivas debajo. Pero el terreno de Ostende, rodeado de fosos y canales, no permitía estas técnicas. Los ingenieros militares de los sitiadores tuvieron que inventar nuevos métodos para la conquista. Entre ellos, Pompeo Targone, un arquitecto italiano al servicio de las tropas españolas, diseñó varios aparatos (imagen izquierda):
1 y 3, la construcción de los llamados salchichones. Eran estructuras de mimbre rellenas de piedras y tierra que los soldados españoles hundían en los fosos. Se usaron en la parte oeste de la ciudad para permitir cruzar el canal Old Haven.
2 y 4, al este, el canal Geule era más profundo y con más corriente que el Old Haven, por lo que la técnica anterior no servía. Las tropas del conde de Bucquoy, aprovechando la bajamar, construyeron un dique hacia la ciudad. Sobre este dique, montaron artillería para impedir la entrada de barcos al puerto. Pompeo Giustiniano describió la construcción de este dique:
Primero se clavaban estacas, de 15 pies de largo, a las que luego se ataban otras longitudinalmente mediante cabos fabricados con leños retorcidos, elevándose la obra lo suficiente para que la creciente del agua no la inundase; después se metía dentro mucha arena para resistir el ímpetu del mar. Sobre el dicho dique se levantó también un parapeto de tierra y fajinas de 30 pies de largo, dejándose a la distancia conveniente, cañoneras para meter las piezas de artillería.
6, cañones montados sobre barcas que se adentraban en los fosos para bombardear la ciudad desde más cerca. Este diseño no funcionó: la barca se hundió en su primer viaje antes de poder disparar.
8, un puente levadizo móvil, conocido como puente de Targone. El propio Spinola señaló que un solo proyectil de la artillería holandesa que impactara en una de sus ruedas podría dejarlo inservible.
Los defensores también trabajaron mucho. Repararon las murallas exteriores destruidas por la artillería española y construyeron la muralla interior. Para ello, usaron todos los materiales disponibles. A mediados de 1604, la mayoría de los edificios de Ostende, incluyendo la única iglesia, habían sido desmantelados para reutilizar sus piedras y vigas en la reconstrucción de las defensas de la ciudad.
Esta época, al final del Renacimiento, fue buena para los avances tecnológicos. A la derecha, se ve el "carro a vela", un vehículo anfibio diseñado por Simon Stevin. Mauricio de Nassau lo probó con éxito en su primer viaje en 1602.
¿Cuáles fueron las consecuencias del sitio de Ostende?
Después de la rendición, los ejércitos españoles encontraron una ciudad completamente destruida. Tres años, dos meses y dos semanas de asedio con bombardeos casi constantes, los esfuerzos de los defensores por reconstruir las murallas usando los materiales de la ciudad, y las enfermedades que sufrió la población, dejaron Ostende en un estado lamentable.

Aunque las autoridades españolas consideraron la toma de Ostende un éxito militar y lo usaron para promover su imagen, el tiempo y el dinero invertidos, junto con el alto número de bajas, hacen que se considere una empresa muy costosa. La Hacienda Real española se declaró en bancarrota en 1607, en parte debido a los gastos de la guerra de Flandes. El agotamiento económico y militar por un asedio tan largo llevó a ambos bandos a una tregua no oficial durante el invierno de 1604–1605. Esto fue el inicio de la tregua de los doce años firmada en 1609.
Las intenciones estratégicas españolas de quitar a los holandeses su único puerto militar en el oeste del mar del Norte se vieron compensadas. Mauricio de Nassau conquistó la ciudad de La Esclusa, que desde ese momento ocupó el lugar de Ostende como base naval militar de los holandeses.
Después de la victoria (20 de septiembre de 1604), Ambrosio Spinola fue nombrado líder supremo del ejército en Flandes. Agustín Mexía, quien dirigió las operaciones hasta 1602, quedó como gobernador de Ostende.
El sitio de Ostende es considerado la campaña militar más larga de la guerra de los Ochenta Años. También es uno de los asedios más largos y difíciles de la historia mundial. Durante su desarrollo, murieron más de 100.000 personas de ambos bandos, aunque la cantidad exacta es difícil de saber. A principios del siglo XXI, cuatrocientos años después del sitio, en las obras de mejora del centro de Ostende, todavía se encontraban restos humanos que se atribuyen a las víctimas del asedio.
El sitio de Ostende en el arte y la literatura
La campaña de Ostende tuvo mucha difusión en los medios de comunicación de la época. El diario del sitio de Ostende (de autor desconocido) circuló por toda Europa, traducido a varios idiomas, como si fuera un periódico.
Artistas como Sebastian Vrancx, Cornelis de Wael, Pieter Snayers, Baptiste van Doetecom o Wilhelm Iützenkinchen pintaron el asedio en óleos y grabados.
Floris Balthasar o Joan Blaeu dibujaron mapas del sitio. Gabrielle di Philippo Ughi hizo una maqueta del asedio para Giovanni de Medici.
Guido Bentivoglio (De la Guerra de Flandes), Emanuel van Meteren (Historia de los Países Bajos) y Hugo Grocio (Anales et Historia) fueron algunos de los testigos que escribieron sobre sus experiencias.
Datos curiosos del sitio
- Se cuenta que la archiduquesa Isabel Clara Eugenia prometió no cambiarse de ropa hasta que Ostende fuera conquistada. La larga duración del asedio hizo que el color de su ropa pasara de blanco a oscuro. Desde entonces, se usa el término isabelo o isabelino para describir el color de pelaje de algunos animales que va del blanco al amarillo. Otra historia dice que esto se refiere a Isabel la Católica y la toma de Granada en 1492. Sin embargo, se cree que estas historias son probablemente inventadas y de origen extranjero, ya que el término ya se usaba antes, según el Oxford English Dictionary.
- En 1603, antes de que la ciudad cayera, los holandeses acuñaron una medalla sobre el sitio de Ostende con un diseño divertido. En una cara de la moneda, un zorro, que representa a España, mira con ganas a un gallo en un árbol, que simboliza a Ostende, sin poder alcanzarlo. En la otra cara, hay un plano de la ciudad.
- El bombardeo de artillería contra la ciudad fue tan intenso que los proyectiles lanzados por los cañones españoles se amontonaban junto a la parte exterior de las murallas. Los nuevos disparos, al caer sobre los anteriores, los hacían rebotar como canicas.
- Después de la rendición, Spinola y sus oficiales celebraron un banquete amistoso con los oficiales defensores. Fue un reconocimiento al valor y la perseverancia de estos últimos durante el asedio.
Véase también
En inglés: Siege of Ostend Facts for Kids