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Lenguas romances para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Lenguas romances
Distribución geográfica Europa Latina, América Latina, África Latina, puntos de Asia y Oceanía, Canadá (Quebec y parte de Nuevo Brunswick) y zonas del sur de Estados Unidos.
Países
Ver lista
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Bandera de Angola Angola
Bandera de Argelia Argelia
Bandera de Argentina Argentina
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BeliceBandera de Belice Belice
Bandera de Benín Benín
Bandera de Bolivia Bolivia
Bandera de Bulgaria Bulgaria (Blagóevgrad)
BrasilBandera de Brasil Brasil
Burkina FasoBandera de Burkina Faso Burkina Faso
BurundiBandera de Burundi Burundi
Bandera de Cabo Verde Cabo Verde
CanadáBandera de Canadá Canadá (Quebec y parte de Nuevo Brunswick)
CamerúnBandera de Camerún Camerún
Bandera de Chad Chad
Bandera de Chile Chile
ChinaBandera de la República Popular China China (MacaoBandera de Macao Macao)
Bandera de Ciudad del Vaticano Ciudad del Vaticano
ColombiaBandera de Colombia Colombia
ComorasBandera de Comoras Comoras
Costa de MarfilBandera de Costa de Marfil Costa de Marfil
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EritreaBandera de Eritrea Eritrea
EsloveniaBandera de Eslovenia Eslovenia (Litoral esloveno)
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EtiopíaBandera de Etiopía Etiopía
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Guinea EcuatorialBandera de Guinea Ecuatorial Guinea Ecuatorial
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HaitíBandera de Haití Haití
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LíbanoBandera de Líbano Líbano
LibiaBandera de Libia Libia
LuxemburgoBandera de Luxemburgo Luxemburgo
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MalíBandera de Malí Malí
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MéxicoFlag of Mexico.svg México
MoldaviaBandera de Moldavia Moldavia
MónacoBandera de Mónaco Mónaco
MauritaniaBandera de Mauritania Mauritania
MozambiqueBandera de Mozambique Mozambique
NicaraguaFlag of Nicaragua.svg Nicaragua
NígerBandera de Niger Níger
Países BajosFlag of the Netherlands.svg Países Bajos (Caribe Neerlandés)
PanamáFlag of Panama.svg Panamá
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RuandaBandera de Ruanda Ruanda
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Timor OrientalBandera de Timor Oriental Timor Oriental
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TúnezBandera de Túnez Túnez
VanuatuBandera de Vanuatu Vanuatu
VenezuelaBandera de Venezuela Venezuela
YibutiBandera de Yibuti Yibuti
Hablantes ~950 millones (2010) (~200 millones en Europa)
Filiación genética

Indoeuropeo
 Itálico
    Latino-falisco

      L. romances
Subdivisiones Romance occidental
Romance oriental
ISO 639-2 roa
ISO 639-3 roa
Detailed SVG map of the Romance-speaking world.svg
Extensión
Véase también
Idioma - Familias - Clasificación de lenguas

Las lenguas romances (también llamadas lenguas románicas, lenguas latinas o lenguas neolatinas) son una rama indoeuropea de lenguas estrechamente relacionadas entre sí y que históricamente aparecieron como evolución (o equivalentes) del latín vulgar (entendido en su sentido etimológico de habla cotidiana del vulgo o común de la gente) y opuesto al latín clásico (forma estandarizada que a partir de cierto momento era una lengua aprendida como segunda lengua y no como lengua materna).

Fueron las lenguas itálicas que sobrevivieron por el Imperio romano, extinguiéndose la lengua melliza del latín (el falisco) y también desapareciendo un grupo itálico paralelo a las latino-faliscas, como las osco-umbras.

Las seis lenguas romances más habladas por número de hablantes nativos son el español (489 millones), el portugués (283 millones), el francés (77 millones), el italiano (67 millones), el rumano (24 millones) y el catalán (10 millones). No obstante, el número de lenguas romances conocidas supera la veintena, aunque en la actualidad muchas variedades regionales están gravemente amenazadas y solo media docena de ellas tienen un uso general y varios millones de hablantes.

Ubicación e historia: la Romania

Archivo:Romance 20c es
Mapa de las lenguas románicas con su distribución actual en Europa.
Archivo:Map-Romance Language World
Distribución de las lenguas romance más habladas a principios del siglo XXI: español (verde oscuro y verde claro), francés (azul y celeste), italiano (amarillo), portugués (anaranjado) y rumano (rojo).

Estas lenguas se hablaban y se siguen hablando en un territorio que recibe el nombre de Romania, que cubre en su mayor parte el sur europeo del antiguo Imperio romano. Los términos romance y Romania proceden efectivamente del adverbio romanice, "en romano", desde el adjetivo latino romanicus: se consideraba que sus hablantes empleaban una lengua tomada de los romanos, por oposición a otras lenguas presentes en los territorios del antiguo Imperio, como el fráncico en Francia, lengua de los francos perteneciente a la familia de las lenguas germánicas. Pues, romanice loqui, "para hablar en romano" (eso es, el dialecto vernáculo latín) es en contraste con latine loqui, "para hablar en latín" (latín medieval, la versión conservadora de la lengua usado en escrituras y contextos formales o como una lengua franca), y con barbarice loqui, "para hablar en bárbaro" (las lenguas no latinas de los pueblos de los lugares externos del Imperio Romano).

Archivo:Idiomas y dialectos romances
Las lenguas románicas en Europa.

El primer escrito en que se encuentra el término romano, de una manera u otra, se remonta al sínodo de Tours del año 813. Es a partir de ese sínodo cuando se considera que la primera lengua vulgar se separa del latín, y se designa en efecto como una lengua aparte. Se trata de una forma de protofrancés que recibe el nombre de romana lingua o román. No obstante, en los Cartularios de Valpuesta, hay un texto anterior que data del año 804, y está escrito en un latín muy romanizado.

La evolución del latín vulgar hacia las lenguas románicas se fecha, grosso modo, de la siguiente manera:

  1. Entre el 200 a. C. y el 400 aproximadamente: diferentes formas de latín vulgar.
  2. Entre el 500 y 600: estas formas comienzan a distinguirse entre sí.
  3. A partir del 800: se reconoce la existencia de las lenguas romances.

Lenguas romances por número de hablantes

Pos. Lengua Hablantes nativos Hablantes totales
1 español 523 000 000 677 000 000
2 francés 76 000 000 274 000 000
3 portugués 206 000 000 260 000 000
4 italiano 69 000 000 85 000 000
5 rumano 24 000 000 30 000 000
6 catalán/valenciano 4 980 600 10 048 969
7 criollo haitiano 9 600 000
8 siciliano 4 700 000
9 emiliano-romañol 4 400 000
10 gallego 2 936 527 3 900 000
11 véneto 3 800 000
12 lombardo 3 600 000
13 napolitano 3 000 000
14 piamontés 700 000 1 600 000
15 sardo 1 350 000
16 cr. mauriciano 1 139 200 1 339 200
17 chabacano 619 000 1 300 000
18 cr. antillano 1 200 000
19 cr. caboverdiano 503 000 926 078
20 occitano 100 000 800 000
21 friulano 420 000 600 000
22 asturleonés 158 000 600 000
23 valón 600 000
24 cr. Reunión 560 000
25 ligur 500 000
26 papiamento 279 000 329 002
27 cr. Guayana fr. 259 000
28 arrumano 250 000
29 judeoespañol (incl. haquetía) 98 000 150 000
30 franco-provenzal 147 000
31 corso 125 000
32 normando 105 000
33 cr. seychelense 73 000
34 forro 69 899 69 899
35 aragonés 25.556 56 000
36 cr. de Rodrigues 40 000
37 romanche 35 000
38 ladino 31 000
39 cr. de Luisiana 10 000
40 Fala 6000 6000
41 cr. angolar 5000 5000
42 meglenorrumano 5000
43 cr. palenquero 3500 3500
44 cr. karipúna 2400
45 lunguyê 1500 1500
46 cr. chagosiano 1800
47 istrorrumano 1000
48 cr. Agalega 800
49 cr. tayo 900

     criollos del español      criollos del portugués      criollos del francés      lenguas galorromances      lenguas itálicas y galoitálicas      lenguas del grupo balcanorrumano

Origen y evolución de las lenguas romances

El proto-romance intuible a partir de la comparación lingüística de las lenguas romances difiere notablemente del latín literario clásico en su pronunciación, vocabulario y gramática. Existen diversas teorías sobre el origen de las lenguas romances:

Teorías sobre el origen y evolución de las lenguas romances

  • La teoría tradicional que conjetura que las lenguas romances proceden del llamado latín vulgar que sería evolución natural continua del latín clásico, cuyos rasgos aparecen definidos solo a partir de los siglos IV o V d. C. Se discute cual es la relación entre este latín vulgar y el latín clásico tanto en lo relativo al tiempo como a la extensión del fenómeno. Para algunos lingüistas, como Jakob Jud, Straka y Hall, se debe situar la fecha de la fragmentación en torno a los siglos II y III como consecuencia de un proceso evolutivo natural del latín, mientras que otros autores como Meillet, Schiaffini, Tragliavini y Vidos señalan que la fragmentación lingüística vendría asociada a la decadencia del poder político romano y en consecuencia en un momento más tardío. Por su parte Muller en 1929, basándose en un estudio lingüístico de los diplomas merovingios, reflejo —según él— de una auténtica lengua natural libre de artificios, llegó a la conclusión de que, efectivamente, el latín vulgar era una lengua uniforme hablada en toda la Romania hasta el siglo VIII, y que dicha unidad se mantuvo gracias a las relaciones interprovinciales hasta la caída del Imperio y a la institución de la Iglesia a partir de la invasión germánica, pues solo a raíz de la reforma carolingia y del triunfo del sistema feudal dejaron de actuar los influjos de las fuerzas unitivas de dicha lengua. Otros autores, como Gustav Gröber, Mohl, Pisani, Antonio Tovar, Heinrich Lausberg y Krepinski sostienen que la diversificación se encontraría ya en los mismos orígenes del latín. Los argumentos de estos autores están en la base de las teorías de diglosia absoluta que luego analizaremos. El principal problema de la teoría tradicional es la dificultad de explicar la evolución tan rápida de la lengua desde el latín clásico a las actuales lenguas y la relativa homogeneidad de las lenguas romances, particularmente en lo relativo al sistema preposicional frente a sistema de desinencias latino, el sistema de artículos o la práctica desaparición de la desinencia de género neutro salvo en rumano.
  • Teoría de los sustratos. Hacia 1881 el italiano Graziadio Isaia Ascoli elaboró la teoría según la cual la diferenciación entre las lenguas romances se debió a la preexistencia de diferentes sustratos que influenciaron el latín de las diferentes partes del Imperio. Este tipo de teorías presentan diversas variantes según la importancia que se dé a cada uno de los substratos lingüísticos. Así Ascoli destaca la importancia del sustrato céltico que explicaría fenómenos como el caso del sistema vigesimal de enumeración del cual hay un relicto lingüístico en el francés «quatre-vingts». Entre estas teorías es muy destacable el estudio de la fonética anterior a las invasiones germánicas en la Romania occidental y de determinados procesos como la sonorización de las oclusivas. Maurer estudia el periodo que va del 500 al 1500, señalando como muy trascendente en este proceso las fuerzas unificadoras posteriores al hundimiento del imperio romano que son llevadas a cabo principalmente por la iglesia y el latín medieval.
  • Teoría del superestrato. Otros autores, como Walther Von Wartburg, estiman que el factor decisivo para la disgregación de la unidad lingüística latina se debería buscar en la disolución de la unidad política del Imperio llevada a cabo por las diversas estirpes germánicas. Los germánicos, en efecto, prestaron servicio en el ejército romano durante siglos, por eso el contacto entre germánicos y romanos fue ininterrumpido, y esto se produce además en el momento más crítico para la unidad de la lengua. La irrupción de los distintos pueblos germánicos determinaría la actual composición de la lenguas romances. Así, el antiguo franco determinaría la aparición de las lenguas de oil, mientras que el visigótico determinaría la de las lenguas de oc y los distintos romances ibéricos. El superestrato burgundio se considera responsable de la formación del confín lingüístico entre el franco-provenzal y el provenzal en el territorio que comprende la parte sureste de Francia, la Suiza francesa y parte de los valles alpinos italianos. Mientras que el italiano lo sería a su vez del pueblo ostrogodo y en menor medida del lombardo, lo que explicaría la proximidad y las divergencias con las lenguas de oc. Para Morf sin embargo la distribución de la Romania tiene como base la correspondencia de los límites de las diócesis con los confines de las antiguas civitates romanas y, respectivamente de las provinciae, que también corresponden a la repartición originaria de las poblaciones prerromanas.
  • Teoría de la fragmentación y formación de los dominios lingüísticos. Propuesta por Menéndez Pidal en «Origen del español en relación a las lenguas iberorromances» y desarrollada por Kurt Baldinger en la «Formación de los dominios lingüísticos», se fundamenta en la tendencia a la dispersión lingüística como consecuencia del aislamiento de núcleos poblacionales, y la deriva propia de la lengua en relación a sus propias exigencias internas. Así, en el caso de comunidades lingüísticas compactas, la tendencia será la definición fonética al contraerse sobre sí mismas, mientras que en aquellas otras más expuestas, la tendencia será la receptividad a los cambios y la dispersión fonética. Según esta teoría la fragmentación del continuum lingüístico latino dio lugar a la formación de diversos universos-isla como consecuencia de la irrupción de dominios lingüísticos extraños como las invasiones árabes o germánicas o la recuperación de lenguas prerromanas como el vascuence.
  • Teoría del estructuralismo diacrónico. Las teorías estructuralistas pusieron de manifiesto una preponderancia absoluta de los procesos sincrónicos. Para estos autores no existe continuidad entre estados de lengua sucesivos, ya que un cambio no es sino una “emergencia o creación de situaciones culturales nuevas". Lo cierto es que si ya algunos autores como Max Weinreich intentaron aplicar los avances del estructuralismo para el entendimiento de la evolución de las lenguas romances, habrá de esperarse a la década de los años setenta para abordar estos temas desde el punto de vista de la lingüística moderna. Entre estas modernas tendencias, el funcionalismo arbitró una concepción del problema más progresiva, admitiendo que la evolución de una lengua es una constante interacción entre el elemento aislado que cambia y el sistema que restringe y guía los cambios posibles, como señalaba Roman Jakobson “la diacronía coexiste en la sincronía” o, lo que es lo mismo, no es posible realizar una distinción tajante entre sincronía y diacronía. El cambio lingüístico no opera sobre el sistema en su totalidad, y ni siquiera sobre construcciones sintácticas completas, sino que actúa sobre partes mínimas o elementos aislados de este
  • Teoría la criollización afirma que las lenguas romances derivan de formas criollizadas del latín. Una variante de la teoría de substratos es la elaborada por Schlieben Lange y otros autores que han explicado este proceso como resultado de una integración parcial, a través del fenómeno de criollización observado en las lenguas modernas como el francés o el portugués. En favor de esta hipótesis está el que muchos rasgos típicamente romances son sorprendentemente tempranos.
  • Teoría de la periodificación. La propuesta de Banniard combina, por una parte, una periodización basada en una cronología absoluta y de otra la teoría de las catástrofes, atendidos los cambios lingüísticos que pueden darse en situaciones extremas, como consecuencia de la necesidad que siente la comunidad lingüística de mantener la comunicación y el peligro de disgregación. Para este autor, la evolución natural de la lengua latina se vería sometida a una serie de fenómenos extraordinarios que ponen en riesgo la propia integridad de la comunidad lingüística, lo que da lugar a la aparición de una serie de soluciones que irrumpen en su evolución natural. A la luz de este enfoque metodológico y considerando el cambio lingüístico como catastrófico, establece la fragmentación del latín a las lenguas romances a través de etapas cronológicas absolutas, tres de latinidad y dos de romanidad.
  • Teoría de la diglosia funcional. Para comprender las divergencias entre la lengua escrita y hablada así como la irrupción tardía de las lenguas romances en los documentos escritos Roger Wright sostiene la pervivencia de un convencionalismo gráfico que haría mantener las grafías clásicas ocultando la verdadera evolución de la lengua. Tal desviación de la norma dará lugar a que en un determinado momento histórico, aproximadamente durante el siglo y medio que va desde los Juramentos de Estrasburgo hasta el año 1000, se produzca una situación inestable de persistente monolingüismo, caracterizado, en el plano de la escritura, por la posibilidad de emplear tanto la ortografía tradicional como una nueva grafía de tipo fonético, y, en el plano de la lectura, por la posibilidad de leer los textos escritos, como según Wright se habrían leído siempre, es decir en vulgar, o en la nueva manera impuesta por la reforma, es decir en latín. Lo cierto, es que hacia el siglo X, se produce una diglosia real que impide la inteligibilidad de la lengua escrita. Este proceso dará lugar a la extensión de un superestrato de cultismos que no llega sin embargo a arraigar en la lengua y que determinará la irrupción definitiva en la escritura de las lenguas romances en el estado que hoy conocemos.
  • La teoría de la diglosia absoluta. La imposibilidad de compatibilizar un sistema de desinencias con el sistema de casos presente en el latín clásico es la razón de ser de aquellas teorías que estiman que el conocido como latín vulgar no sería sino la consecuencia de un largo proceso de diglosia del latín propiamente dicho con hablas precedentes, pero sin que esta relación de subordinación llegase a sustituir los rasgos más originales de la lengua hablada. Dardel opina que las lenguas romances no descienden más que parcialmente del latín que conocemos por los textos. Dardel parte de la existencia de un latín hablado muy diferente del escrito en ciertos aspectos y que se puede reconstruir —gracias a la ayuda del método histórico-comparativo— con el nombre de protorromance. Dicha variedad del latín no es más que una parte de una lengua madre que debió haber existido en el origen de las hablas romances, pero que no podemos conocer por completo, ya que es sobre todo una lengua hablada. En el aspecto temporal, la lengua madre remonta al latín que se hablaba desde la fundación de Roma, pero el protorromance, por razones ligadas a la historia de Roma y al aislamiento de Cerdeña, no remonta probablemente más allá del primer siglo antes de nuestra era. Entre estas teorías ha tenido últimamente eco en los medios la publicada por Yves Cortez quien de forma radical niega la dependencia filológica de las lenguas romances de la lengua latino falisca. Según este autor las lenguas romances dependerían de otra lengua itálica distinta en situación de subordinación a la latina. La divergencia entre las lenguas romances y el latín se manifestaría no solo en el plano gramatical, sino también en el propio vocabulario. Este autor estima que la peculiar forma de ser de las lenguas romances frente al latín se debe a una previa solución de diglosia lingüística en el mundo itálico anterior a su expansión europea y que trascendió desde su marco original a todo el territorio del imperio romano. Esta teoría ha sido objeto de severas críticas ante la imposibilidad de encontrar referencias de aquella otra lengua itálica.

Del latín clásico al latín vulgar

En la antigua Roma se presentaba diglosia: el latín de los textos literarios o sermo urbanus (o ‘discurso urbano’, es decir, refinado) se encontraba estancado por la gramática (como ya lo estaba el sánscrito en la misma época en India). Por lo tanto la lengua cotidiana no era el latín clásico sino una forma distinta aunque cercana, en un proceso de desarrollo más libre, el sermo plebeius (‘discurso plebeyo’). El sermo plebeius era la lengua cotidiana del pueblo llano, los comerciantes y los soldados y podemos identificarlo ampliamente con el latín vulgar, que nos es conocido sobre todo por citas indirectas y críticas pronunciadas por los hablantes de un latín literario, así como por numerosas inscripciones, registros, cuentas y otros textos corrientes, y por la evidencia deducible a partir de las lenguas románicas.

Primeras evidencias

Un testimonio importante del latín popular es el Satyricon de Petronio, una especie de “novela” escrita probablemente en el primer siglo de nuestra era que fue pasando por los entornos marginales de la sociedad romana. En ella, los personajes se expresan —según su categoría social— en una lengua más o menos próxima al arquetipo clásico.

Otra fuente importante de diglosia es el Appendix Probi, una especie de compilación de "errores" frecuentes, recopilados por Marco Valerio Probo, que data del siglo III de nuestra era. Son estas formas, y no sus equivalentes en latín clásico, las que se encuentran en el origen de las palabras utilizadas en las lenguas romances.

Las “faltas” citadas por Probo siguen el modelo A non B, ‘[diga] A, no B’: por ejemplo, la corrección PASSIM NON PASSI (passim, no passi) o NVMQVAM NON NVMQVA ("numquam, no numqua"), que le dice al lector que la palabra se debe escribir con una -M al final, y que deja adivinar que esa -M final ya no se pronunciaba.

Algunas evidencias de construcciones de tipo romance en inscripciones latines populares son muy tempranas (muchas inscripciones en la Pompeya del 79 d. C.). Algunos autores han sostenido que las lenguas romances no proceden de la evolución usual del latín clásico, sino que estas podrían venir de versiones criollas de dicha lengua. Existen diversos argumentos:

  • Algunas evidencias de construcciones gramaticales de tipo romance son muy tempranas, cuando muchos de los cambios fonéticos típicos de latín tardío aún no habían comenzado.
  • En muchas regiones el latín substituyó a lenguas como el celtíbero y el lepóntico tipológicamente similares al latín, sin embargo, el latín de esas regiones parece haber tenido desde muy temprano características tipológicas diferentes.
  • El latín contrasta con el griego clásico, si bien el griego moderno ha perdido muchas características de la lengua clásica el grado de retención parece más alto, incluso dialectos alejados de Grecia como el griego de la Magna Grecia (sur de Italia) que se remonta a la época clásica muestra una retención más alta que las lenguas románicas. Esto se habría debido a que el griego antiguo habría evolucionado sin criollización.
  • Las lenguas eslavas y en parte algunas las germánicas han retenido mucho más fácilmente la declinación en los últimos dos milenios aun cuando no existió una lengua culta.

La criollización del latín pudo compartir rasgos con la formación de otras lenguas criollas aparte del francés, el portugués, el neerlandés y el español. En los estadios iniciales, cuando había escasez de hablantes de la lengua colonizadora, las lenguas romances pudieron haberse propiciado en entornos multiétnicos, por el surgimiento de pidgins entre personas que hablaban lenguas diferentes bajo la misma administración. Solo a medida que el número de hablantes de latín aumentaba, el criollo latinizado se "relatinizaba" pero sin llegar a ser el latín clásico literario. La situación pudo haber sido diglósica, por lo que a pesar de que el uso de las formas arromanzadas de latín pudieron ser tempranas, la escritura lo reflejaba en pequeña medida, de la misma manera que las variedades criollas fueron ampliamente ignoradas hasta la independencia de las antiguas colonias.

Algunos de los principales cambios fonéticos registrados tanto en el Appéndix Probi como en otras inscripciones son:

  • La aparición de un sistema fonológico de vocales abiertas y cerradas con al menos 4 grados de abertura /i u; e o; ε ɔ; a/ (algunos autores postulan cinco grados de abertura al considerar también las vocales /ɪ ʊ/ como fonemas), a partir de un sistema basado en la cantidad vocálica (en posición átona este sistema se pudo reducir aún más a solo 3 grados de abertura, reducción que el español aplicó también a las vocales tónicas).
  • La reducción de algunos diptongos /au/ → /ou/ → /o/ (la reducción en /o/ no se dio ni en galaicoportugués ni en asturiano, en los que se quedó en la etapa /ou/, ni en occitano, donde se quedó en /au/).
  • La síncopa o caída de vocales breves postónicas, como en los ejemplos recogidos por Probus: cálidacalda 'caliente', másculusmasclus 'macho', tábulatabla 'mesa, tablón', óculusoclus 'ojo'.

Características lingüísticas comunes

Aunque las lenguas romances representan evoluciones divergentes del latín, sus rasgos comunes de hecho se deben prácticamente siempre al resultado de retener algún aspecto lingüístico que ya estaba en latín, y en muchos menos casos al efecto de la influencia común de otra lengua sobre varias lenguas románicas. Las características principales presentes en todas las lenguas románicas son las siguientes:

  • Las lenguas romances son todas lenguas fusionantes.
  • El alineamiento morfosintáctico dominante de estas lenguas es de tipo nominativo-acusativo.
  • El orden básico parece ser SVO, tienen preposición y los determinantes generalmente preceden al sustantivo (aunque en rumano el artículo se pospone).
  • Presencia de un sistema de flexión verbal con numerosas formas y lleno de irregularidades. El verbo incluye las categorías de persona, número, tiempo y modo gramatical, variando en general la forma flexiva de acuerdo a qué valores de dicha categoría está expresando la forma verbal conjugada.
  • Presencia de al menos dos posibilidades para el género gramatical (masculino / femenino), dos posibilidades para el número gramatical (singular / plural).
  • Presencia de concordancias gramaticales de género entre el sustantivo y el adjetivo, y entre el número del sujeto y el número expresado en el verbo.
  • Presencia de artículos desarrollados a partir de demostrativos del latín.

Procesos fonológicos

Hasta llegar a la actual situación, las lenguas romances se vieron sometidas a diversos procesos fonológicos que incidieron en el supuesto continuo dialectal en forma diversa:

Sonorización de las oclusivas

Archivo:Western and Eastern Romania
División tradicional entre lenguas románicas orientales y occidentales.

El rasgo más característico que divide a la Romania es el de la sonorización o pérdida de las oclusivas. Se piensa que este fenómeno es consecuencia del grupo céltico que predominaría en toda la Romania occidental antes de ser latinizado, pues es conocido que estas lenguas desconocieron o restringieron en gran medida el uso de las oclusivas sordas. Es por ello que tienden a sonorizarse o perder aquellas oclusivas en la Romania occidental hasta la línea Spezia-Rimini, según grafías que datan del siglo II.

Véase así:

  • Latín APĬCULA/APIS → Occidental: abeja (es), abelha (pt), abella (ca, gl), abeille (fr) ⇄ Oriental: ape (it);
  • Latín CEPULLA/CEPAcebolla (es), cebola (pt, gl), ceba (ca), ciboule (fr) ⇄ cipolla (it), ceapa (ro);
  • Latín CAPRAcabra (es, ca, gl, pt), chevre (fr) ⇄ capra (it), capră (ro);
  • Latín SAPONEMjabón (es), sabó (ca), sabão (pt), xabón (gl), savon (fr) ⇄ sapone (it), săpun (ro);
  • Latín ADIUTAREayudar (es), ajudar (pt, ca), axudar (gl), aider (fr) ⇄ aiutare (it), ajuta (ro);
  • Latín ROTARErodar (es, gl, pt, ca), rôder (fr) ⇄ ruotare (it), rota (ro)
  • Latín POTEREpoder (es, ca, gl, pt), pouvoir (fr) ⇄ potere (it), putere (ro);
  • Latín COGITAREcuidar (es, pt, ca), coidar (gl), cuider (fr) ⇄ cogitare (it), → cugeta (ro);
  • Latín ACUTUMagudo (es pt, gl), agut (ca), aigu (fr) ⇄ acuto (it), acut (ro);
  • Latín FICARAhiguera (es), figueira (gl, pt), figuera (ca), figuier (fr) ⇄ ficara (it),
  • Latín CICONIAcigüeña (es), cegonha (pt), cegoña (gl), cigonya (ca), cigogne (fr) ⇄ cicogna (it);
  • Latín CICADAcigarra (es, gl, pt), cigala (ca), cigale (fr) ⇄ cicala (it), cicadă (ro).

En menor medida, este fenómeno es observable en las fricativas:

  • PROFECTUprovecho (es), proveito (gl, pt);
  • TRIFŌLIU(M)trébol (es), trevo (gl, pt), trèvol (ca), trèfle (fr), trifoglio (it), trifoi (ro).

También se puede reconocer esta tendencia en la pérdida de las consonantes oclusivas sordas agrupadas en la Romania occidental con diferentes soluciones fonéticas, así en los grupos P', -PS-, -CT-:

  • CAPTIVU(M)cautivo (es, pt);
  • RAPTĀRErobar (es), roubar (gl, pt);
  • ABSENTE(M)ausente (es);
  • RAPĬDUSraudo (es);
  • CAPSAcaixa, (ca, gl, pt), caja (es);
  • DIRECTU(M)derecho (es), dereito (gl), direito (pt), dret (ca);
  • FACTU(M)hecho (es), feito (gl, pt), fet (ca);
  • LACTE(M)leche (es), leite (gl, pt), llet (ca);
  • NŌCTE(M)noche (es), noite (gl, pt), nit (ca);
  • IACTU(M)jeito (pt), xeito (gl), etc.

Las dobles oclusivas se convirtieron en simples: -PP-, -TT-, -CC-, -BB-, -DD-, -GG--p-, -t-, -c-, -b-, -d-, -g- en la mayoría de los idiomas. En la ortografía francesa, las consonantes dobles son meramente etimológicas, a excepción de -LL- después de "i".

Palatalización

La palatalización fue uno de los procesos más importantes que afectaron a las consonantes el latín vulgar, fenómeno que las lenguas romances heredarán dando lugar a una gran diversidad de soluciones en toda la Romania. Es por tal razón, que la mayoría de lenguas romances presentan palatalización de los fonemas latinos /k,g/ ante vocal palatal y de las secuencias /diV-,-niV-,-tia,-tio/ (donde V denota cualquier vocal). Se aprecia, sin embargo, una importante división entre las lenguas romances occidentales, con /ts/ resultantes de la palatalización de /k/, y los restantes lenguas italorromances y balcorrumanas que llegan a la solución /tʃ/. A menudo se sugiere que los /tʃ/ fue el resultado de una previa solución precedente, esto explicaría la relativa uniformidad en todos los idiomas en una primera fase, con /tʃ → /ts/, para dar paso posteriormente a gran variedad de soluciones en todas las lenguas romances occidentales atendida la enorme inestabilidad del fonema /ts/. Prueba de ello es el hecho de que el italiano tiene dos /ttʃ/ y /tts/ como resultados de palatalización en diferentes situaciones, mientras que el resto de las lenguas derivadas del romance occidental tienen solo /(t)ts/. También se suele señalar como algunas variantes del mozárabe, en el sur de España, adoptaron la solución /tʃ/ a pesar de estar en la zona de "Romance occidental" y geográficamente desconectado de las áreas restantes donde se llega a la solución /tʃ/, lo que sugiere que las lenguas mozárabes por su carácter periférico conservaron la común solución precedente, donde el cambio /tʃ/ → /ts/ todavía no se había alcanzado. En otras zonas periféricas como los dialectos del Norte de Francia tales como el dialecto normando o el de la Picardía, también presentaron la solución /tʃ/, pero esto puede ser consecuencia de un desarrollo secundario. También debe tenerse en cuenta que /ts, dz, dʒ/ con el tiempo se convirtieron en /s, z, ʒ/ en la mayoría de las lenguas romances occidentales. Así, la expresión latina CÆLUM, que se pronunciaba originalmente [ˈkai̯lum] con una inicial /k/, se convirtió en italiano celo [tʃɛlo], rumano cer [tʃer], castellano cielo [θjelo]/[sjelo], francés ciel [sjɛl], catalán cel [sɛɫ], gallego céo [sɛw] y portugués céu [sɛw]. El efecto de la palatalización, sin embargo, no siempre ha trascendido a los sistemas de escritura, y así en muchas de las lenguas románicas, donde las letras C y G tienen la pronunciación original /k/ y /ɡ/, modifican su pronunciación en latín tardío y delante de vocal palatal Æ, E, I. Así los fonemas /k, g/ dieron en francés portugués, francés, catalán y occitano /s, ʒ/ y en italiano y rumano /tʃ, dʒ/. Además, en español, el catalán, el occitano y el portugués de Brasil, el uso de <u> para indicar la pronunciación antes <e, i> significa que también es necesaria una ortografía diferente para señalar los sonidos semiconsonánticos /ɡw, kw/ (español <cu, gü>, el catalán, el occitano y el portugués <gü, qü>). Esto produce una serie de alteraciones ortográficas en los verbos cuya pronunciación es totalmente regular pero cuya expresión escrita diverge de la regla general.

Algunos ejemplos de este proceso son los siguientes:

  • vineavinia*vinya 'viña'
  • diurnum 'diurno' → *dyorno → it. giorno 'día', fr. jour 'día', esp. jornal 'salario de un día' y jornada 'período de un día'.
  • cuniculum 'conejo' → coneclo → catalán conill, español conejo, gallego coello, asturleonés coneyu.
  • óculus 'ojo' → oclus → cat. ull, esp. ojo, gal. ollo, asturleonés güeyu.
  • En varias lenguas romances, no en todas, /kt/ → /yt/ (vocalización, yodización), lacte*layte*leyte → catalán llet 'leche', en algunas se da una palatalización completa /yt/ → /*yč/ palataliza totalmente *leyteleche. En gallego se dice leite y en asturleonés (occidental) lleite.
  • Similarmente en varias de las lenguas anteriores, /lt/ produce /jt/ (vocalización, yodización) multum*muytomuito en portugués y asturleonés (occidental), con palatalización completa en otras lenguas como el español *muytomucho. En gallego se produce un diptongo decreciente: moito.
  • En algunas lenguas como el catalán y el asturleonés existe palatalización de /l-/ inicial latina: legere → catalán llegir, asturleonés lleer o llïere.
  • En asturleonés y en las variedades noroccidentales del extremeño existe palatalización de /n-/ inicial latina: nurus → extremeño y asturleonés ñuera.

Velarización

Kurt Baldinger, Tovar y otros autores aprecian un fenómeno común a gran parte de la Romania Occidental, el cual es el de la velarización de los sonidos nasales y laterales consecuencia de un estrato previo prerromano que se extendería por toda la costa cantábrica hasta la aún hoy no romanizada área vasca, siguiendo por todo el sur de Francia hasta el norte de Italia. Este rasgo se manifestaría en la pérdida de las nasales y laterales intervocálicas, pero también en la vocalización de las codas laterales en el occitano o en el vocalismo nasal en el portugués y el francés. Gamillscheg ha destacado como en el área gallego-portuguesa por una parte y en el área vasco- gascona por otra ha tenido lugar una nasalización progresiva, en oposición a la nasalización solo regresiva que se da en el resto de la galorromania, pues junto al fenómeno de la -n- caduca, se postula también el del vocalismo nasal y la nasalización de muchas de las soluciones finales lat. multum → port. ant. muyn, ast. → mucho. Como señala Baldinger, que no es solo el hecho de la conocida pérdida de la -n- intervocálica lat. corona → port. coroa, lat. planum → port. chão, lat. honore → como préstamo en vasco oore; lat. canale → gasc. càu, lo que las dos áreas separadas tienen en común, sino el tipo de nasalización. El hecho de que en los dialectos centrales de Asturias y Cantabria no se presente este fenómeno según Gamillscheg indica que la imposición del español ha eliminado en Cantabria y en Asturias una tendencia que se acusa en el oeste y en el este. En tal sentido, se conservaría como reliquia de este fenómeno en Asturias el sistema de artículos indeterminados en el dialecto de Sobrescobio 'uo', 'ua', 'uos', 'uas', la pérdida de todo rastro de nasalidad en determinadas expresiones: nominem → nome, hominem → home, luminem → lume o determinados topónimos citados por Tovar: Ongayo → Aunigainum, Bedoya → Bedunia.

Codas finales

La pérdida del sistema de casos afectó notablemente al consonantismo final que tiende a debilitarse. Junto a la tendencia a eliminar las consonantes finales en latín vulgar, se aprecia una tendencia a la pérdida de grupos enteros (apócope) o la adición de una vocal después de la última consonante para reforzar su sonido (epéntesis). En el dominio Italo-Romance y Romance oriental. Con el tiempo todas las consonantes finales decaen o se ven reforzadas por una epéntesis vocálica, excepto en formas monosilábicas (por ejemplo, las preposiciones 'con', 'por', etc.). El italiano moderno todavía apenas tiene palabras con consonante final, aunque en rumano parecen haber resurgido debido a la pérdida posterior de la vocal final /u/. Por ejemplo, AMAS "amas " → ame → ami; amant → aman → amano. En italiano el sistema de formación plural, con la conocida pérdida de la 's' final no se produjo hasta el siglo VII u VIII dC, después de un largo de un período. Se cree que la consonante 's' se palatizó en 'j' en lugar de simplemente desaparecer: 'nos' → noj → ' noi' "nosotros", 'ses' → 'sej' → 'sei' "eres"; cras → craj → crai "mañana" (sur de Italia). En las sílabas átonas, los diptongos resultantes se simplificaron: amicas → 'amikai' → 'amiche', donde el término latino 'amicae' nominativo plural dio lugar a 'amito' en lugar de amiche → amici. Por su parte las lenguas romances centro y occidentales finalmente recuperaron un gran número de consonantes finales a través de la pérdida general de la final /e/ y /o/, por ejemplo, llet "leche" catalán ← lactem, foc "fuego" ← focum, peix " pescado " ← piscem. En francés, la mayoría de estas consonantes finales secundarios se perdieron, pero las consonantes finales terciaria más tarde surgirán como consecuencia de la pérdida de la 'ə'.

Reducción y estabilización del vocalismo tónico

El vocalismo tónico se reduce a cuatro grados de apertura (abierta, semiabierta, semicerrada y cerrada), y tres grados de localización (anterior, central y posterior). Este sistema dará lugar al típico vocalismo de siete unidades tónicas (/i u; e o; ε ɔ; a/) que en castellano se simplificará en cinco al sustituir las vocales semiabiertas ɛ y ɔ por los diptongos 'ie' y 'ue' respectivamente (diptongación). Algunos autores postulan cinco grados de apertura (al considerar también las vocales /ɪ ʊ/ como fonemas), a partir de un sistema basado en la cantidad vocálica (en posición átona este sistema se pudo reducir aún más a solo tres grados de apertura, reducción que el español aplicó también a las vocales tónicas).

La evolución de las vocales se compara en el siguiente cuadro:

Evolución de las vocales tónicas
Latín clásico Ī Ĭ Ē Œ Ĕ Æ Ā Ă Ŏ AU Ō Ŭ Ū
Protorromance Occidental *i *e *a *au *o *u
Oriental *i *e *a *o *u
Iberorromance español i je̯ ä we̯ u
leonés i e/ei je ä we/wo/wa, u ou/o, u o u
mirandés i jɛ/i/e̯ ä wɔ/u o̯u u
portugués i e/ei ɛ ɑ ɔ oi o u
gallego i e/æi ɛ ä ɔ ou o u
Occitanorromance catalán i e ɛ ä ɔ o u
occitano i e ɛ/jɛ ä ɔ/ɥɛ/ɥɔ au u y
Galorromance francés antiguo i oi ie a/e we eu u
francés i wa ie a/e œ ø y
galoitálico piamontés
turinés
i ɛi e a œ u y
lombardo i e/i e a/e œ ø y
Italorromance italiano
estándar
i e iɛ/ɛ a wɔ/ɔ o u
siciliano i ɛ a ɔ u
Retorromance romanche i/ɛ ai/e *ɛa → ia a/au *uɔ → o/œ o u
ladino i ai/ei ia/iɛ a/e (u)ɔ/u(o) o u
friulano i e ia/iɛ a wo o u
Balcorromance rumano i e̞/ä ie ä/ə u
sardo i ä u

Debilitamiento del vocalismo átono

El vocalismo átono tiende a debilitarse, desapareciendo en algunos casos, como la e y o átonas en francés y catalán, y a reducirse a tres archifónemas portugués y en menor medida castellano.

Transformación del sistema morfosintáctico

Las lenguas romances se caracterizan por una reducción de la declinación (gramática) tanto en número de casos como de paradigmas diferentes. Presumiblemente, esto se produjo por algunos cambios fonéticos que afectaron a las consonantes finales y también como resultado de la analogía morfológica.

La única lengua románica moderna que posee marcas de caso en el sustantivo es el rumano que retiene tres casos diferentes, cuando el latín tenía cinco casos básicos (o seis si se cuenta el vocativo que era bastante defectivo. Marginalmente también había restos de locativo, solo aplicable a lugares Rōmae 'en Roma' y domī 'en casa'). De las lenguas románicas testimoniadas más antiguamente solo el antiguo occitano y algunas variedades de romanche tenían también casos, pero las variedades modernas ya no tienen oposición de caso. Igualmente de los tres géneros del latín clásico, la mayoría de lenguas solo conserva dos en el sustantivo (algunas en el pronombre y los artículos todavía retienen el género neutro). El número gramatical se ha conservado sin modificaciones importantes, existiendo singular y plural en todas las lenguas.

La flexión verbal retuvo en un grado mucho mayor la variedad de categorías y formas diferenciadas de latín clásico, aunque las formas sintéticas de voz pasiva se perdieron completamente en todas las lenguas, siendo substituidas por construcciones analíticas. Una suerte similar corrieron gran parte de las formas de perfecto, que fueron substituidas por construcciones analíticas.

Sistema nominal

La caída de la /m/ final, consonante que se encuentra a menudo en la flexión, crea entonces una ambigüedad: Romam se pronuncia como Roma, por lo que no se puede saber si el término está en nominativo, acusativo o ablativo. Para evitar tal ambigüedad, las lenguas románicas tienen que utilizar preposiciones. Antes de decir Roma sum por ‘yo estoy en Roma’ o Roma(m) eo por ‘yo voy a Roma’, hubo que expresar esas dos frases por sum in Roma y eo ad Roma. En este aspecto, conviene recordar que si -ya en latín clásico, desde la época imperial— la /m/ al final de palabra se omitía, no se podía confundir Roma sum con Roma(m) eo: en el ablativo (Roma sum), la /a/ final era larga; en cambio era breve en el acusativo: en el primero se pronunciaba /rōmā/, y en el segundo /rōmă/. El latín vulgar, no obstante, ya no utilizaba el sistema de cantidades vocálicas: ambas formas son un tanto ambiguas.

En un mismo movimiento, los adverbios y las preposiciones simples son a veces reforzadas: ante, ‘antes’, ya no basta; hay que poner ab + ante en vulgar, para explicar el francés avant, el español antes y el occitano y catalán abans, o bien in ante para el rumano o el asturleonés înainte y enantes respectivamente, etcétera.; igualmente, en francés, avec proviene de apud + hoc, dans de de intus, etc.

El caso límite parece ser alcanzado con el francés aujourd'hui, noción que se decía simplemente hodie (a su vez «este día») en latín clásico. El término francés se analiza en à + le + jour + de + hui, donde hui viene de hodiē (que se encuentra en el español “hoy”, en el occitano uèi, en el italiano oggi, en el asturleonés güei, en el romanche hoz o en el valón oûy). El compuesto aglutinado resultante es, en consecuencia, redundante, ya que significa, término a término: ‘en el día de hoy’ (en francés au jour d’aujourd’hui).

Ciertas lenguas conservadoras, entretanto, han mantenido adverbios y preposiciones simples: el español “con” y el rumano cu vienen de cum, igualmente que en español o în rumano son heredados de in. Se ve también este fenómeno con los términos simples heredados de hodiē.

De lengua flexional de sintaxis ágil (el orden de los términos no afecta mucho el sentido sino principalmente el estilo y el énfasis), el latín vulgar llegó a ser un conjunto de lenguas que utilizaban muchas preposiciones, en las cuales el orden de los términos es fijo: si en latín es posible decir Petrus Paulum amat o amat Petrus Paulum o Paulum Petrus amat o aun amat Paulum Petrus para querer decir que 'Pedro ama a Pablo', esto no es posible en las lenguas románicas, que han abandonado más o menos rápidamente las declinaciones; así, en español “Pedro ama a Pablo” y “Pablo ama a Pedro” tienen un sentido opuesto, solo el orden de los términos indica quién es sujeto y quién es objeto.

Cuando las lenguas románicas mantuvieron un sistema de declinaciones, este se ha simplificado y se limita a aquellos casos (con excepción del rumano): lo que ocurre en antiguo francés y en antiguo occitano, que no poseen más que dos: el caso sujeto (heredado del nominativo) y el caso objeto (proveniente del acusativo), para todo lo que no sea sujeto. En estas lenguas, casi siempre, el caso sujeto desapareció; los nombres actuales heredados de la lengua antigua son entonces todos del antiguo caso objeto y, por lo tanto, de antiguos acusativos; se puede constatar con un simple ejemplo:

Latín clásico Francés y occitano antiguos Francés y occitano modernos
singular plural singular plural singular plural
nominativo murus muri caso sujeto murs mur
acusativo murum muros caso objeto mur murs mur murs

El rumano, sin embargo, conserva un sistema flexional que funge con tres casos sincréticos: “caso directo” (nominativo + acusativo), “caso oblicuo” (genitivo + dativo) y “vocativo”. Estos casos se distinguen principalmente cuando el nombre está marcado por el artículo definido. En caso contrario, tienen tendencia a ser confundidos.

Otros puntos merecen ser señalados:

Primero, excluyendo el rumano y el asturleonés (que lo mantiene para sustancias incontables, como agua y fueya [‘hojarasca’]), los tres géneros, masculino, femenino y neutro, son reducidos a dos por la eliminación del neutro. Así, el término latino folia —nominativo y acusativo neutro plural de folium, ‘hoja’— es reinterpretado como un femenino. Es el caso, por ejemplo, en español, donde se vuelve hoja, más también en el francés feuille, en el italiano foglia, el romanche föglia, el valón fouye, el portugués folha, el catalán fulla, el occitano fuèlha, etc. (todos términos femeninos).

Además, las lenguas románicas desarrollaron un sistema de artículos determinados, desconocidos en latín clásico. Así, en español, “el” y “la” provienen respectivamente de los pronombres y adjetivos demostrativos ille e illa (más un neutro “lo” ← illud); igualmente en italiano para il y la (así como loillum), en francés para le y la de los demostrativos illum e illa respectivamente, etc. El rumano se distingue por ser la única lengua románica en la cual el artículo va postpuesto: om (‘hombre’), om-ul (‘el hombre’). Los artículos indeterminados, por su parte, provienen simplemente del numeral unus, una (y unum en el neutro), que, en latín, habrían podido servir con este uso.

Finalmente, se revisa el sistema del adjetivo: mientras que los grados de intensidad eran marcados por sufijos, las lenguas románicas no se servían más que de un adverbio delante del adjetivo simple, ya sea magis (que se convirtió en “más” en español, mai en occitano y en rumano, mais en portugués, més en catalán, etc.) ya sea plus (più en italiano, plus en francés, pus en valón, plu en romanche, etc.). Así, para decir “más grande” (comparativo de superioridad) en latín clásico era suficiente grandior. En español hace falta “más grande”, en italiano più grande, etc. Igualmente, el superlativo “el más grande” se decía grandíssimus en latín clásico, pero “el más grande” e il più grande en esas mismas lenguas.

Sistema verbal

Las conjugaciones latinas se modificaron profundamente, principalmente por la creación de tiempos compuestos: así nuestro “he cantado”, el francés j'ai chanté, el occitano ai cantat o el catalán he cantat vienen de un habeo cantátu(m) vulgar, que no existe en latín clásico. El uso de verbos auxiliares “ser”/“estar” y “haber”/“tener”, es notable: el latín ya usaba “ser” en su conjugación, pero no de manera tan sistemática como en las lenguas románicas, que han generalizado su uso para crear un juego completo de formas compuestas respondiendo a las formas simples. Generalmente las formas compuestas marcan el aspecto finalizado de la acción.

Un modo nuevo aparece, el condicional (atestiguado por primera vez en una lengua románica en la Secuencia de Santa Eulalia), construido a partir del infinitivo (a veces modificado) seguido de las desinencias del imperfecto: vivir + -ía genera “viviría” en español, asturleonés, gallego y portugués, así “vivrais” en francés, “viuriá” en occitano, “viuria” en catalán. A notar algunas de las modificaciones de la raíz: “haber + ía” → “habría” y no “*habería” o devoir + aisdevrais y no *devoirais. De igual manera, el futuro clásico es abandonado por una formación comparable a la del condicional, es decir, el infinitivo seguido del verbo haber (o precedido, como en el caso sardo): así cantare habeo (‘yo he de cantar’) da “cantaré” en español y catalán, cantarai en occitano, cantarei en gallego, leonés y portugués, je chanterai en francés, etc.

La forma pasiva se elimina a favor de un sistema compuesto que ya existía en latín (cantátur, ‘es cantado’, en latín clásico se convierte en est cantatus, que en latín clásico significa ‘ha sido cantado’). Finalmente, algunas conjugaciones irregulares (como la volle, en francés "vouloir") son rectificadas, aunque muchas mantienen su carácter irregular en las lenguas románicas, y se dejan de usar los verbos deponentes

El léxico del latín vulgar

En gran medida el léxico fue conservado en las lenguas románicas, aunque una porción del léxico del latín clásico que aparecía en contextos más formales fue substituido por términos más populares, eliminándose del uso, los términos propios de la lengua más culta.

Algunas palabras latinas han desaparecido completamente y han sido reemplazadas por su equivalente popular: caballo, equus en latín clásico (de donde provendría "equitación" en español, por ejemplo, o "equino" como sinónimo de "caballo"), pero caballus (palabra, quizás, de origen celta que significaba ‘penco’ o ‘jamelgo’) en latín vulgar. La palabra se encuentra en todas las lenguas románicas: caval en occitano, cavall en catalán, cabalo en gallego, caballu en asturleonés, cavallo en italiano, cal en rumano, chavagl en romanche, cheval en francés, tchvå en valón, etc.

Por otra parte, si ciertos términos clásicos han desaparecido, no siempre han sido reemplazados necesariamente por la misma palabra en latín vulgar. El término culto en latín clásico correspondiente a ‘hablar’ es loqui (pronunciado "locui"). Fue sustituido por:

  • parabolāre (palabra tomada de la liturgia cristiana y de origen griego; literalmente ‘hablar con parábolas’): italiano parlare, aragonés, catalán y occitano parlar, francés parler, extremeño palral, etc.;
  • fabulāri (literalmente: ‘fabular’, hablar de o hacer fábulas): español “hablar”, gallego, asturleonés y portugués falar, aragonés fablar, sardo faedhàre, etcétera.

Finalmente, algunas lenguas romances continuaron usando las formas clásicas, mientras otras menos conservadoras, se sirvieron de las formas vulgares. El ejemplo empleado tradicionalmente es el del verbo “comer”:

  • latín clásico edere: se encuentra en forma compuesta —y por lo tanto menos “noble”— en español, gallego y portugués comer (de comedere) ;
  • latín vulgar manducāre (literalmente ‘masticar’): en francés manger, occitano manjar, italiano mangiare, aragonés minchar, catalán menjar, o en rumano a mânca, por ejemplo.

En cuanto a los préstamos más antiguos estos procedieron principalmente del griego helenístico (Koiné) y las lenguas germánicas (principalmente el gótico). A partir de los siglos X y XI también hubo un cierto número de préstamos para conceptos tecnológicos y científicos procedentes del árabe clásico. Más recientemente se introdujeron cultismos y neologismos a partir de raíces del griego y latín clásicos (estos últimos se caracterizan por no presentar los cambios fonéticos tipos del léxico patrimonial) y también un buen número de palabras procedentes de otras lenguas para plantas, animales y realidades que los europeos encontraron en su expansión colonial. Actualmente la principal fuente de préstamos léxicos en las lenguas románicas es el inglés, especialmente influyente en tecnología, léxico de los negocios y economía o modas culturales.

Las razones de la diversidad de las lenguas románicas

Archivo:Romance-procents
Número de hablantes de cada lengua neolatina como porcentaje del total.

Existen diversos factores sociolingüísticos para explicar la aparición de variedades lingüísticas diferenciadas en cada región geográfica, que con el tiempo darían lugar a lenguas diferentes, en algunos casos con muy poca inteligibilidad mutua.

Teoría de la evolución divergente

La evolución fonética natural de todas las lenguas —a la cual el latín estaba sujeto— explica las importantes diferencias entre algunas lenguas romances, tras un periodo de evolución semindependiente de unos dieciocho siglos. A este proceso también se añade la diversidad léxica ya existente en lo que se denomina “latín vulgar”. El tamaño del Imperio romano y la ausencia de cohesión lingüística estable que garantizara una norma literaria y gramatical común, resultaron en evoluciones divergentes que acumulativamente dieron lugar a lenguas vernáculas no inteligibles entre sí.

Por esa razón, cada zona del imperio geográficamente conectada de manera fuerte solo con las zonas adyacentes, utilizó una modalidad particular del latín vulgar (se debería incluso decir “de los latines vulgares”), como se ha visto más arriba, una lengua prefiriendo un término para decir “casa” (latín casa en español, gallego, catalán, italiano, siciliano, portugués, rumano), otra lengua prefiriendo un término diferente (mansio para el mismo sentido en francés maison) y otra prefiriendo el término “domo” (domus en latín) en sardo, por ejemplo.

Teoría del substrato

A la diferenciación por evolución divergente se suma la hipótesis de que el latín hablado en diferentes zonas de origen tenía un acento y características propias, debido a que, inicialmente, fue una lengua aprendida por hablantes que previamente hablaban lenguas diferentes. Este hecho se conoce como influencia de las lenguas substratos: lenguas habladas inicialmente en una zona y recubiertas por otra, no dejando más que trazas dispersas, tanto en el vocabulario como en la gramática o en la pronunciación en la lengua de llegada. Así, el substrato galo en francés deja unas 180 palabras, como braies, char o bec y estaría en el origen del paso del sonido /u/ (de luna) latín a /y/ (de lune). Naturalmente, la influencia del galo no se limitó solamente a Francia: el portugués o los dialectos de la Italia del norte, por ejemplo, han tomado algunos términos.

Igualmente algunos estudiosos consideran que un idioma que sirvió de sustrato para las lenguas ibero-romanas fue el vasco, que posiblemente aportó al cambio /f/ al /h/ al inicio de las palabras en español (el latín farina se convirtió en “harina”), y palabras como “izquierda” (vasco ezkerra).

O incluso el etrusco –que había estado influyendo ya al latín desde los principios de su historia– para el dialecto italiano de la Toscana, que le debería su gorgia toscana, es decir, la pronunciación de los sonidos /k/ como /h/ (inglés home) o /χ/ (alemán Bach; español jota).

Hay que hacer notar que tanto la teoría del substrato vasco como la del etrusco están desacreditadas actualmente.

Aunque este factor es fácilmente entendible, no explica la mayoría de los cambios. De hecho varias lenguas modernas como el español, el inglés o el francés se han extendido por zonas geográficas amplias, siendo aprendido por personas que previamente hablaban otras lenguas. Sin embargo, gran parte de las diferencias encontradas entre los dialectos del español, el inglés o el francés de cada región guarda en general poca relación con el tipo de substrato preexistente. Por esa misma razón, la influencia del substrato pudo tener una influencia limitada en el latín de cada región, siendo esta influencia solo apreciable en el léxico y en mucha menor medida en la fonética o la gramática.

Teoría del superestrato

Finalmente, el superestrato también ha jugado un papel importante en la diferenciación de las lenguas románicas: son las lenguas de pueblos, que habiéndose instalado en un territorio, no han conseguido imponer su lengua. Sin embargo, esas lenguas dejan trazas importantes. El superestrato fráncico (es decir, germánico franconio) en Francia es importante; el vocabulario medieval está lleno, sobre todo en el dominio de la guerra y de la vida rural (así adouber, flèche, hache, etc., pero también framboise, blé, saule, etc., e incluso garder y sorprendentemente trop).

El francés actual cuenta varias centenas de palabras heredadas así de lenguas germánicas. También el español tiene palabras heredadas en este caso del gótico (de los visigodos) u otras lenguas germánicas; palabras como “guerra” o las ya vistas en francés “adobar”, “flecha”, “hacha”, “frambuesa”, “guardar”, incluso nombres como Alfredo, Bernardo, Eduardo, Federico, Fernando (o Hernando), Gonzalo, Guillermo, Roberto, Rodolfo, Rodrigo, etc.

Pero el superestrato que más se nota en el español es el árabe: de esa lengua provienen más de 4.000 palabras, entre las que hay topónimos y compuestos. La característica más remarcable es el mantenimiento casi sistemático del artículo árabe en la palabra, en cuanto que las demás lenguas románicas que han tomado prestado la misma palabra se han desembarazado de él a menudo.

Así, algodón (opuesto al francés coton, catalán cotó asturleonés cotón) del árabe al quṭun; "algarroba" (francés caroube, catalán garrofa, leonés garrouba") de al harūbah; o también "aduana" (francés douane, catalán duana) de al dīwān (que también da “diván”).

Finalmente, el rumano debe a las lenguas eslavas del entorno el vocativo, algunos términos léxicos así como procesos de palatalización y velarización diferentes de las demás lenguas románicas.

Grado de diversificación

Se pueden dar aquí los resultados de un estudio realizado por M. Pei en 1949, que comparó el grado de evolución de las diversas lenguas respecto a su lengua madre; para las lenguas románicas más importantes, si solo se consideran las vocales tónicas, se obtienen, respecto al latín, los siguientes coeficientes de evolución:

Así, es posible ver con facilidad el grado de variabilidad del conservadurismo de las lenguas románicas. La más próxima del latín fonéticamente (considerando únicamente las vocales tónicas) es el sardo, la más alejada, el francés. Este estudio es orientativo pero refleja una realidad verdadera, aunque puede conducir a errores. Por ejemplo, la variedad vocálica del francés, de la Edad Media a la actualidad se ha reducido, no habiendo por ello una involución del idioma, y el castellano, en lugar de cambiar el timbre vocálico, ha desarrollado una serie de diptongos que distinguen entre las antiguas vocales breves del latín y las largas. Respecto a otros aspectos de las lenguas, como por ejemplo el léxico, el rumano, es el que más se ha distanciado del latín.

Lenguas de la familia y clasificación interna

Archivo:Romance-lg-classification-en
Clasificación de las lenguas romances de acuerdo con Koryakov Y.B.

Ante todo, conviene aclarar que hasta el momento no existe una clasificación unificada y científica respecto a los grupos y subgrupos de las variedades lingüísticas románicas universalmente aceptada. Sin embargo, tradicionalmente se han usado clasificaciones en las que se agrupan a las lenguas según áreas geográficas, teniendo en cuenta también rasgos distintivos fonéticos y gramaticales. De acuerdo con estos criterios, se consideran lenguas romances orientales aquellas que forman el plural mediante vocales (generalmente -i o -e), no palatalizan el grupo -cl intervocálico y no sonorizan las oclusivas sordas intervocálicas /p, t, k/ de origen latino; mientras que pertenecen a la Romania Occidental aquellas variedades que sonorizan /p, t, k/ intervocálicas, forman el plural con -s y palatalizan el -cl intervocálico. Además de otros desarrollos lingüísticos que separan a dichos grupos bajo la Línea Massa-Senigallia.

Por otra parte, debe tenerse en cuenta que al referirse a una «lengua románica», esta puede a su vez comprender varios dialectos (por ejemplo a las lenguas retorrománicas tradicionalmente se las considera una sola lengua con tres dialectos principales, aunque la inteligibilidad entre ellas es difícil). Los problemas en la clasificación se deben a que el modelo de árbol (Stammbaumtheorie) no es adecuado para describir la diferenciación de una familia lingüística en presencia de contacto lingüístico, como señaló Johannes Schmidt al proponer su "teoría de ondas" (Wellentheorie). Además, debe tenerse presente que las variedades románicas forman un continuo dialectal cuyas diferencias mutuas son en ocasiones mínimas, llegando a ser inteligibles entre sí en la mayoría de casos (más de manera escrita que de manera oral, aunque fácilmente inteligibles).

La clasificación interna exacta es uno de los problemas más complicados dentro de cualquier familia lingüística. Fuera de los grupos de primer nivel de variedades lingüísticamente muy estrechamente emparentadas resulta difícil establecer un árbol cladístico ya que las lenguas en su desarrollo histórico se influyen mutuamente y el modelo de árbol filogenético no resulta adecuado para representar la diferenciación lingüística de un conjunto de lenguas en contacto. Una enumeración de los grupos que muy probablemente constituyen unidades filogenéticas válidas es la siguiente:

  1. Lenguas iberorromances (gallego-portugués, astur-leonés, castellano o español y aragonés por algunos considerado occitanorromance)
  2. Lenguas galorromances (francés/lenguas de oïl y franco-provenzal)
  3. Lenguas retorromances (romanche, friulano y ladino)
  4. Lenguas occitanorromances (catalán-valenciano y occitano-gascón)
  5. Lenguas galoitálicas (ligur, piamontés, lombardo, emiliano-romañol, véneto e istriano).
  6. Lenguas italorromances (italiano estándar, romanesco, napolitano, siciliano y corso-gallurés)
  7. Lenguas balcorrumanas (rumano estándar, arrumano, meglenorrumano e istrorrumano)
  8. Lenguas romances insulares (sardo y antiguo corso)
  9. Otras lenguas romances extintas (mozárabe y dálmata)

A su vez los autores propusieron dos ramas para clasificar estos grupos basado en las isoglosas anteriormente dichas:

  1. Lenguas romances occidentales (lenguas iberorromances, occitanorromances, galorromances, retorromances, galoitálicas, mozárabe y romances insulares)
  2. Lenguas romances orientales (lenguas balcorrumanas, italorromances y dálmata)

La relación exacta entre estos grupos es materia de discusión y no existe una única clasificación aceptada, así que diferentes autores basándose en distintos tipos de evidencias y criterios han hecho clasificaciones que agrupan de manera diferente estos grupos. A partir de las similitudes léxicas computadas por el proyecto comparativo ASJP y otras evidencias lingüísticas resulta un árbol diversificación como el siguiente:


Romance
Romance oriental
Italorromance

Siciliano

Napolitano

Romanesco

Toscano

Corso

Italiano

Balcorromance

Dálmata

Balcorrumano

Arrumano

Meglenorrumano

Istrorrumano

Rumano

Romance occidental

Sardo

Galoibérico
Iberorromance

Aragonés

Iberorromance occidental

Asturleonés

Español

Galaicoportugués

Gallego

Portugués

Occitanorromance

Catalán

Occitano

Galorromance

Francoprovenzal

Grupo Oïl

Picardo

Francés

Normando

Valón

Retorromance

Friulano

Ladino

Romanche

Galoitálico

Piamontés

Lombardo

Emiliano-Romañol

Ligur

Véneto

Istriano

Romance occidental

Grupo iberorromance

Archivo:Iber-Romance languages
Castellano (amarillo), portugués (azul), gallego (celeste), variedades asturleonesas (tonos verdes) y aragonés (naranja claro).

Además existe una lengua de la península ibérica sobre la que no existe acuerdo sobre cómo clasificarlas:

  • Mozárabe (haz dialectal desaparecido hacia el s. XIII) hablado en el sur de la península en la parte históricamente bajo dominio musulmán.

Ethnologue la clasifica junto con el aragonés como lenguas pirenaico-mozárabes (aunque no parecen existir isoglosas comunes exclusivas a estas dos lenguas). Para otros el aragonés tiene rasgos intermedios entre el iberorromance nuclear y el occitanorromance, aunque no existe consenso filológico en torno a su clasificación.

Grupo occitanorromance

Archivo:Ibero orientales
Distribución de las lenguas occitano-románicas: catalán (rojo), gascón-occitano-provenzal (morado).

Estas dos lenguas muy cercanas forman un continuo dialectal transicional entre las lenguas de oil y las iberorrománicas, llamado occitano-románico. Algunas fuentes clasifican ambas entre las lenguas galorrománicas, otras, como Ethnologue, dentro del grupo iberorrománico y, tradicionalmente, el catalán como iberorrománico y el occitano como galorrománico. Cada vez toma más fuerza entre los romanistas el denominado Grupo Románico Pirenaico, grupo puente entre el iberorrománico y el galorrománico, integrado por el occitano, el catalán y el aragonés.

Grupo galorromance

Archivo:Lenguas galorromance
El conjunto de dialectos galorromance de oïl (verdoso), galorromance arpitano (azul).

Todas estas variedades están gravemente amenazadas de extinción, el gobierno francés ha reconocido a las lenguas de oïl como lenguas de Francia pero les impide firmar la carta de lenguas minoritarias y brindarles algún tipo de estatus o protección, las únicas lenguas de oïl que cuenta con protección y estatus de lengua regional son el (valón, picardo y champañés) en Bélgica y el normando ha obtenido estatus y protección en las islas del canal. Estas variedades pueden también clasificarse como dialectos del francés o como lenguas separadas ya que el término lengua de oïl (lengua de sí) es un sinónimo de francés lo que implica que las variedades romances derivadas de esta lengua son dialectos del francés ya que contrata con el occitano (lenguas de òc), sin embargo otro término afirma que en el norte de Francia y Bélgica se hablan un conjunto de lenguas romances derivadas de la lengua de oïl y que el francés es una variedad descendiente de esta lengua. En este caso habría que argumentar que estas variedades son lenguas hermanas del francés ya que en Francia y Bélgica se les considera lenguas separadas, no obstante Ethnologue y la lingüística románica tradicional las consideran dialectos del francés, pero no hay una clasificación aceptada.

  • Algunos autores amplían las lenguas galorromances incluyendo las lenguas galoitálicas (excluyendo al véneto), las lenguas retorromances y las lenguas occitanorromances (en algunos casos incluyendo al catalán).

Grupo retorromance

Archivo:Rhaeto-Romance languages
Lenguas retorromances.

Las lenguas retorromances son un conjunto de variedades lingüísticas muy cercanas habladas en el sur de Suiza y noreste de Italia (provincia romana de Recia). Lingüísticamente comparten rasgos notables con las lenguas occitanorromances y galorromances.

  • Dialectos romanches (rumantsch): sursilvano, sutsilvano, surmirano, puter y vallader forman los cinco dialectos escritos, se hablan en Suiza (en el cantón de los Grisones), en la actualidad el número de hablantes de todos estos dialectos reunidos apenas frisa las 35.000 personas.
    • Interromanche (rumantsch grischun): especie de lingua franca romanche empleada en Suiza para unificar la veintena de dialectos romanches, y que se apoya sobre todo en el sursilvano, el vallader y el surmirano. El interromanche es una lengua oficial en el cantón suizo de los Grisones.
  • Dialectos ladinos (ladín): empleados en los Dolomitas (Italia), se consideran una lengua regional.
  • Friulano (furlan): hablado en la provincia italiana de Údine y partes de las provincias de Pordenone y Gorizia, tiene el estatus de lengua regional.

Grupo galoitálico

Archivo:Galloitalic
Piamontés (verde puro), lombardo (verde cían), ligur (verde olivo), véneto y istriano (verde lima), emiliano-romañol (verde claro).

Las lenguas galoitálicas tienen características de transición entre las variedades del centro y sur de Italia y el resto de lenguas romances occidentales. Las lenguas galoitálicas cuentan en total con unos 15 millones de hablantes nativos en el norte de Italia. Si bien ninguna de ellas tiene reconocimiento oficial por parte del Estado italiano varias de ellas han sido reconocidas y son objeto de leyes de protección por parte de los parlamentos regionales. Las lenguas galoitálicas comúnmente reconocidas son:

  • El piemontés.
  • El ligur.
  • El lombardo.
  • El emiliano-romañol.
  • El véneto, que es la lengua más divergente del resto y la más cercana al grupo italorromance.
  • El istriano, estrechamente relacionado con el véneto.

Sardo

Archivo:Sardinia Language Map
Lenguas de Cerdeña y sus dialectos.

Sardo (sardu o limba sarda, s. XI), hablado en Cerdeña. Es una de las lenguas romances más conservadoras, lo que se puede explicar dado su aislamiento geográfico. Se considera que el grupo sardo constituye la primera rama desgajada del resto de lenguas románicas, ya que todas las demás presentan una evolución vocálica común que no está presente en sardo. Se distinguen varios dialectos sardos:

  • Campidanés (campidanesu): variante lingüística del sur.
  • Logudorés (logudoresu): variante lingüística del centro-noroeste, en que están escritas la mayoría de las obras literarias.
  • Nuorés (nugoresu): variante lingüística del centro-este.

Las dos últimas variantes lingüísticas tienen muchos aspectos en común respecto a la primera. Respecto a sus rasgos fonéticos y gramáticos (sonorización y fricatización de las oclusivas sordas intervocálicas latinas, formación del plural mediante -s, etc.) el sardo pertenece a las lenguas romances occidentales, a pesar de que Ethnologue lo clasifica (junto a la variedades italianas de Córcega, y el gallurés y sassarés) dentro de las lenguas románicas insulares. Desde la Edad Media el sardo ha conocido numerosos superestratos, entre los cuales el catalán, el castellano, el ligur y el italiano son los más relevantes.

Español Sardo (Logudorés) Sardo (Nuorés) Sardo (Campidanés)
el, la, los, las su, sa, sos, sas su, sa, sos, sas su, sa, is
agua abba abba acua
cuatro bàtoro bàtoro cuatru
lengua limba limba lingua
placer piaghere piachere(a) praxeri(b)
voz boghe boche(a) boxi(b)
(a)donde ch se lee como una k.
(b)donde la x se lee como la j francesa en jamais o je.

Romance oriental

Grupo italorromance

Archivo:Lenguas centromeridionales
Toscano (verde), romanesco (azul claro), napolitano (violeta), siciliano (naranja).

Las lenguas italorromances (italiano, romanesco, napolitano y siciliano) son un continuo dialectal desde el centro hacia el sur de la península Itálica, muchas veces se los menciona solo como dialectos italianos. Este grupo comparte las isoglosas del sur y este de la Línea Massa-Senigallia.

  • Toscano
    • Italiano (italiano, s. IX), derivado históricamente del toscano florentino, promovido por Dante en el siglo XIII constituye la base de la lengua oficial italiana.
    • Corso. Se considera un dialecto histórico del italiano, derivado del toscano, que ha sufrido un fuerte influjo francés en los últimos dos siglos. No obstante, Ethnologue lo clasifica aparte del italiano entre el grupo románico del sur (o románico insular), junto con las variedades sardas. Es propio de la isla francesa de Córcega. El gallurés y el sassarés, hablados en el norte de Cerdeña, son a menudo considerados dialectos del corso aunque fuertemente influenciados por el sardo, o bien dialectos intermedios entre corso y sardo.
  • Romanesco o italiano central incluye varios dialectos hablados en el centro de Italia, especialmente en Roma, en el Lacio centro-septentrional, en Umbría y en la zona central de Marcas.
  • Napolitano o italiano meridional incluye los dialectos del centro-sur de Italia como los hablados en el Lacio meridional y en Campania, así como los dialectos pullés, lucano y calabrés del norte.
  • Siciliano ( 'u sicilianu) o italiano meridional extremo, hablado en Sicilia y en las extremidades meridionales de la península itálica: Salento (en la variante conocida como salentino) y Calabria (calabrés central y meridional). Es una lengua italorromance que presenta ciertas influencias de superestrato procedentes principalmente del griego bizantino, y, en menor medida, de préstamos léxicos procedentes de otras continuidades romances más lejanas como la occitanorromance y la iberorromance, y de idiomas no romances como el árabe; así cómo un sustrato procedente de los antiguos idiomas de los sicanos (preindoeuropeos), de los sículos (indoeuropeos del grupo itálico) y de los élimos (indoeuropeos de grupo desconocido), en Sicilia, del idioma mesapio en el Salento (lengua indoeuropea hablada en la Antigüedad en toda la Apulia y relacionada con el antiguo idioma ilirio), y del idioma de los brucios (hablantes una lengua itálica del grupo osco-umbro) en Calabria.
    • Se distinguen ocho dialectos fundamentales en Sicilia e islas próximas:
      • Occidental (provincias de Palermo y Trapani).
      • Centro-Occidental (provincia de Agrigento).
      • Metafonética central (provincias de Enna y Caltanissetta).
      • Metafonética sudoriental (provincia de Ragusa y zona meridional de la provincia de Siracusa).
      • No-metafonética oriental (zona centro-septentrional de la provincia de Siracusa y provincia de Catania).
      • Messinés (provincia de Messina).
      • Pantesco (isla de Pantelaria), influenciado por el árabe.
      • Eoliano (archipiélago de las islas Eolias).
    • Relacionados con el siciliano están los otros dialectos italianos meridionales extremos:

Grupo balcorrumano

Archivo:Lenguas balcorromances
*Lenguas balcorrumanas:      Rumano      Istrorrumano      Meglenorrumano      Arrumano *Dalmático †:      Vegliota †      Ragusano † **Panonio      Panonio †

Las lenguas balcorrumanas o dialectos rumanos tienen varios rasgos distintivos notorios:

  • No sonorizan las oclusivas sordas intervocálicas de origen latino /p, t, k/ (rasgo compartido con las lenguas italorromances y el extinto dálmata).
  • No palatalizan el grupo -cl intervocálico (rasgo compartido con las lenguas italorromances y el extinto dálmata).
  • Se conservan los grupos -ps, -pt y los grupos -ct, -gn evolucionan a -pt y -mn (rasgo compartido con el extinto dálmata).
  • Y forman el plural de las palabras mediante vocales -e, -i. (rasgo compartido con el dálmata y varias lenguas romances de Italia)
  • Los fonemas latinos /Ō, Ŏ/ se confunden en /o/ mientras que en el resto de lenguas romances (excepto el sardo), las mismas vocales latinas se siguen distinguiendo al evolucionar a dos fonemas diferentes /*o/ y /*ɔ/.

Rumano (română; atestiguaciones parciales en el s. XII, a. completa en el s. XV): lengua de la antigua provincia romana de Dacia cortada del resto de la llamada Romania. El superestrato eslavo tiene relativamente poca relevancia salvo en el léxico y el rumano se asevera como una lengua bastante conservadora. Se considera que posee cuatro dialectos:

Varios lingüistas rumanos, sin embargo, consideran que las últimas tres variedades son lenguas apartes, ya que el idioma rumano propiamente dicho es solo el dacorrumano (cf. «español» vs. «castellano, asturleonés, aragonés»).

Dálmata

El dálmata, lengua muerta que se hablaba en algunas ciudades costeras de Dalmacia (costa de la actual Croacia). Tenía dos dialectos conocidos:

  • Vegliota (veklisu), en el norte, que se extinguió en 1898.
  • Ragusano, en el sur, desaparecido en el siglo XV.

El idioma dalmático estaba relacionado con el rumano y otras lenguas romanobalcánicas como el arrumano, el meglenorrumano y el istrorrumano.

Lenguas romances mal testimoniadas

El proceso de romanización ocupó en Europa un área más extensa de la que actualmente ocupan las lenguas romances en Europa, eso se debe a que básicamente en algunos territorios, aun en algunos intensamente romanizados como en norte de África, el latín o romance incipiente fue posteriormente desplazado por lenguas de otros pueblos que se asentaron en la región desplazando a las lenguas romances locales. En la mayor parte de casos las lenguas romances habladas en esas regiones están mal testimoniadas y solo se conocen indirectamente, básicamente a partir de préstamos a otras lenguas las desplazaron. Entre esas lenguas están:

  • El romance británico
  • El romance del norte de África
  • El romance panonio
  • El romance del Mosela

Lenguas artificiales derivadas

Estas lenguas tratan de retomar elementos latinos (romances) tratando de ser neutrales a todas las lenguas romances actuales e incluso con otras lenguas los ejemplos más comunes son: el esperanto, el ido, interlingua (probablemente el mejor ejemplo de neutralidad en las lenguas romances), etc. También han existido ejercicios de ucronía lingüística para posibles lenguas neolatinas que pudieron haberse generado si hubiera prosperado la latinización de ciertos lugares, como el brithenig o el wenedyk.

Lenguas criollas

Diversos países europeos tuvieron o tienen territorios en otros continentes: América, África, Asia y Oceanía. En esas comunidades, en algunos casos estas lenguas han dado lugar a nuevos criollos de base latina que se alimentaron de las lenguas originarias de la comunidad que los hablan. Entre estas se encuentran:

  • Criollo Francés. Conjunto de criollos de base francesa, influenciados por las lenguas indígenas o africanas. Destacan, por sobre todo el Créole haitiano, el Patois antillano, o el Bourbonnais del Océano Índico.
  • Criollo Portugués. Conjunto de lenguas criollas cuya base es el idioma portugués. Ejemplos: angolar (Angola), caboverdiano (Cabo Verde), lunguyê y forro (ambos en Santo Tomé y Príncipe), indoportugués (antiguas posesiones lusas en India), kriolu (Guinea Bisáu).
  • Lenguas chavacanas de Filipinas. Destaca el chavacano de Zamboanga y el chabacano de Cavite (en extinción). Estas lenguas están sufriendo una fuerte descriollización desde la década de los 70, ya que casi no quedan hablantes cultos de español en la sociedad que promuevan el mantenimiento de las formas clásicas. A principios del siglo XX su forma era muy similar al español estándar, hoy se estima que son un 70% español y un 30% base malaya, siendo la base bisaya para el de Zamboanga y tagalo para el de Cavite.
  • Papiamento (lengua de la isla de Aruba). Si bien su raíz es de base portuguesa, recibe una cantidad sustancial de préstamos del neerlandés y su base con el paso de años pasa a ser española debido a la similitud de español y portugués, considerándose hoy en día un criollo de español de substrato portugués con influencia del neerlandés.
  • Palenquero. Se habla en San Basilio de Palenque, en Colombia, departamento de Bolívar, por los descendientes de los cimarrones que se liberaron de la esclavitud. Esta lengua tiene un gran sustrato del portugués antiguo por los meses que los africanos secuestrados tuvieron que pasar en los barcos de traficantes y una base léxica castellana, por la larga permanencia de sus descendientes en una región donde predomina el habla hispana. El testimonio lingüístico muestra claramente que los antepasados africanos de los hablantes de esta lengua eran mayoritariamente de origen bantú.
  • Lenguas judeorromances. Se refiere a aquellos dialectos de lenguas romances hablados por comunidades judías instaladas en algunos de estos países, y alteradas hasta tal punto que obtuvieron reconocimiento como lenguas propias, aglutinándose en el numeroso grupo de lenguas judías. Se pueden contar, entre otros, el judeoespañol o ladino, el judeoportugués, el judeofrancés o zarfático, el judeoitaliano, el shuadit o judeoprovenzal, etc.

Comparación léxica

La siguiente tabla presenta algunos ejemplos para comparar la evolución fonética de las palabras en las distintas variedades lingüísticas romances.

Numerales

Reconstrucción de los numerales del 1 al 10 para varios grupos romances:

GLOSA Ibero-
romance
Occitano-
romance
Galo-
romance
Galo-
italiano
Reto-
romance
Italo-
romance
Balco-
rumano
'1' *un/*una *un/*una *ɶ̃~*ɔ̃/*ynə *yŋ/*yna *uŋ/*una *uno/*una *un/*una
'2' *dos/*duas *dos/*duas *do/*due *dui/*due *dui/*duas *due *doi / *dowə
'3' *tres *tres *treis *trei/*trɛ *treis/*trei *tre *trei
'4' *kwatro *kwatre *katre *kwatr(o) *kwater *kwattro *patru
'5' *ʦinko *sink *sẽk *ʦinkwe *ʧiŋk *ʧiŋkwe *ʦinʦe
'6' *seis *sieis *sis *sei *seis *sei *sæse
'7' *sɛte *sɛt *sɛt *sɛt(e) *sɛt *sɛtte *sæpte
'8' *oito *ueit *uit *øt(o)~ɔt(o) *ɔt *otto *optu
'9' *nɔβe *nɔu *nɶf *nɶv *noʊv *nɔve *nowə
'10' *dɛʦ *dɛʦ *dis *dɛʒ(e) *deʃ *dɛʧi *ʣæʦe

Grados de inteligibilidad mutua entre las lenguas románicas

La siguiente tabla pretende mostrar las medidas de la inteligibilidad mutua entre las lenguas romances actuales, expresándola por el porcentaje de concordancia de los vocablos. La decimoquinta edición de Ethnologue (2005) el punto de referencia lo define por 85 %: los valores superiores a este, desde el punto de vista de la inteligibilidad mutua, podemos hablar de variedades lingüísticas o dialectos en cuanto a las lenguas comparadas, mientras que los valores inferiores a este porcentaje probablemente ya causarán dificultades en la comprensión de una lengua respecto al hablante de la otra estrechamente emparentada.

% Francés Catalán Italiano Portugués Romanche Rumano Español Sardo
Francés 85 89 75 78 75 75 80
Catalán 85 87 85 76 73 85 76
Italiano 89 87 80 78 77 82 85
Portugués 75 85 80 74 72 89 76
Romanche 78 76 78 74 72 74 74
Rumano 75 73 77 72 72 71 74
Español 75 85 82 89 74 71 76
Sardo 80 76 85 76 74 74 76

Otros ejemplos

  • Aragonés: “Totz es sers humans naixen libres y iguals en dignidat y dreitos. Son adotaus de razón y de consciencia, y han a comportar-se fraternalment os uns con os atros”
  • Aranés: “Toti es èssers umans nèishen liures e rièrs en dignitat e drets e, dotadi coma son d'arrason e consciéncia, an de comportar-se fraternalmente es òm damb es auti”
  • Arrumano: “Tuti iatsãli umineshtsã s-fac liberi shi egali la nãmuzea shi-ndrepturli. Eali suntu hãrziti cu fichiri shi sinidisi shi lipseashti un cu alantu sh-si poartã tu duhlu-a frãtsãljiljei”
  • Asturleonés:
    • Asturiano: “Tolos seres humanos nacen llibres y iguales en dignidá y drechos y, pola mor de la razón y la conciencia de so, han comportase fraternalmente los unos colos otros.”
    • Leonés: “Tolos seres humanos nnacen llibres y eguales en dinidá y dreitos y, dotaos cumu tan de razón y concencia, tien de portase fraternalmente los unos cunos outros.”
    • Estremeño: “Tolus hombris nacin libris i igualis en digniá i derechus i, comu gastan razón i concencia, ebin comportalsi comu ermanus los unus conus otrus”
  • Auvergnat: “Ta la proussouna neisson lieura moé parira pà dïnessà mai dret. Son charjada de razou moé de cousiensà mai lhu fau arjî entremeî lha bei n'eime de freiressà”
  • Auvergnat Estándar: “Tas las prossonas neisson lieuras moé pariras par dignessa mai dret. Son charjadas de rason moé de consciença mai lhur fau argir entremei lha 'bei n'eime de freiressa.
  • Barranquenho/ Barranqueño: " Tudu´o serih umaus/umanus naçim libris i/e iguali en dignidá i direttu. Dutadu de raçón e conciencia, tenin que agí os uns con ouh outru en espiritu de fraternidadi.
  • Cabo Verdiano: “Túdu alguêm tâ nacê lívri í iguál nâ dignidádi cú nâ dirêtus. Ês ê dotádu cú razõ í cú consciência, í ês devê agí pâ cumpanhêru cú sprítu dí fraternidádi”
  • Catalán: “Tots els éssers humans neixen lliures i iguals en dignitat i en drets. Són dotats de raó i de consciència, i han de comportar-se fraternalment els uns amb els altres”
  • Chabacano: “Todo el maga genti ya nací libre y igual na dignidad y derecho. Tieni ilos rason y conciencia y debi ilos trata cun uno y otro comu mga hermano”
  • Corso:
    • Corso Cismontano: “Nascinu tutti l'omi libari è pari di dignità è di diritti. Pussedinu a raghjoni è a cuscenza è li tocca ad agiscia trà elli di modu fraternu”
    • Corso Oltramontano y Gallurés: "Tutti l'omini nascini libbari e pari in dignitài e diritti. So' iddi dutati di rasgioni e di cuscenzia e deni operà l'unu cu' l'altu cu' ispiritu di fratiddanza."
    • Sassarés: “Tutti l'òmmini nàscini lìbbari e uguari in digniddai e diritti. Eddi so dutaddi di rasgioni e di cussènzia e dèbini agì l'uni cun l'althri cun ippìritu di fraterniddai.”
  • Emiliano-Romagnolo: "Tot j essèri umèn i nàs lébri e cumpagn in dignità e dirét. Lou i è dutid ad rasoun e ad cuscinza e i à da operè, ognun ti cunfrunt at ch'j ilt, sa sentimint ad fratelènza"
  • Español: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”
  • Francés: “Tous les êtres humains naissent libres et égaux en dignité et en droits. Ils sont doués de raison et de conscience et doivent agir les uns envers les autres dans un esprit de fraternité”
  • Franco-Provençal: “Tôs los étres homans nêssont libros et ègals en dignitât et en drêts. Ils ant rêson et conscience et dêvont fâre los uns envèrs los ôtros dedens un èsprit de fraternitât”
  • Friulano: “Ducj i oms a nassin libars e compagns come dignitât e derits. A an sintiment e cussience e bisugne che si tratin un culaltri come fradis”
  • Gallego: “Todos os seres humanos nacen libres e iguais en dignidade e en dereitos e, dotados como están de razón e consciencia, débense comportar fraternalmente uns cos outros”
  • Gallego-asturiano/eonaviego: "Todos os seres humanos nacen libres/llibres e iguales en dignidá e en dereitos e dotados como tán de razón e consciencia, débense comportar fraternalmente uns cos outros"
  • Gallo: “Le monde vienent su la térre librs tertous e s'ent'valent en drets e dignitë. Il lou apartient d'avaer de la réson e de la conscience e il ont de s'ent'enchevi conme feraen dés freres”
  • Genovés: “Tytti i ommi nàscian libberi e yguâli in dignitæ e drîti. Sun dutæ de raxun e de cunscensa e dêvan agî i-yn versu i-âtri inte'n spirritu de fraternitæ”
  • Haitiano: “Tout moun fèt lib, egal ego pou diyite kou wè dwa. Nou gen la rezon ak la konsyans epi nou fèt pou nou aji youn ak lot ak yon lespri fwatènite”
  • Interlingua románica: "Totos los esseres humanos nascent liberes et equales in dignitate et in derectos. Illos sont dotatos de ration et de conscientia et debent ager unaltros in un spirito de fraternitate".
  • Italiano: “Tutti gli esseri umani nascono liberi ed eguali in dignità e diritti. Essi sono dotati di ragione e di coscienza e devono agire gli uni verso gli altri in spirito di fratellanza”
  • Ladino: “Kada benadam i benadam nase forro i igual en dinyidad i en derechos. Todos son baale razón i konsiensia i deven komportarsen los unos verso los otros kon fraternidad”
  • Occitano: “Totes los èssers umans naisson liures e egals en dignitat e en dreches. Son dotats de rason e de consciéncia e se devon comportar los unes amb los autres dins un esperit de fraternitat”
  • Occitano Estándar: “Totas las personas nàisson liuras e parièras en dignitat e en dreches. Son cargadas de rason e de consciéncia e mai lor se cal comportar entre elas amb un eime de frairetat”
  • Latín: “Omnes homines dignitate et iuribus pares liberique nascuntur. Ratione atque conscientia præditi sunt, et alii erga alios fraterno more se gerere debent”
  • Normand: “Touos l's houmes nâquissent libes et parels dauns lus taête et en dreit. Il ount byin de l'obiche et de l'ingamo et deivent faire d'aveu leus prochan coume si ch'tait pou yeus”
  • Picardo: “Tos lès-omes vinèt å monde lîbes èt égåls po çou qu'èst d' leû dignité èt d' leûs dreûts. Leû re°zon èt leû consyince elzî fe°t on d'vwér di s'kidûre inte di zèle come dès frès”
  • Pierciscano: “Tutos los esteres umanos nazquên libres i equales den denjitad i den derètzos. Esên dotatos dî razun i dî cunsienzía i devên cumpurtarse fraternalmiente los unos cun los utros.”
  • Piemontés: “Tuij j'esser uman a nasso liber e uguaj an dignità e dirit. A l'han ëd rasonament e 'd cossienssa e a l'han da comportesse j'un con j'aotri an spirit ëd fradlanssa”
  • Poetevin-Séntunjhaes: “Le munde trtouts avant naeçhu libres trtouts parélls den la dégnetai é den lés dréts. L´avant de l´aeme é de la cunsience é le devant coméyàe trtouts fratrnaument”
  • Portugués: “Todos os seres humanos nascem livres e iguais em dignidade e em direitos. Dotados de razão e de consciência, devem agir uns para com os outros em espírito de fraternidade”
  • Provençal: “Totei leis umans nàisson libres. Son egaus per la dignitat e lei drechs. An totei una reson e una consciència. Se dèvon tenir freirenaus leis uns 'mé leis autres”
  • Provençal Estándar: “Tóuti lis uman naisson libre. Soun egau pèr la digneta e li dre. An tóuti uno resoun e uno counsciènci. Se dèvon teni freirenau lis un 'mé lis autre”
  • Retorromano: “Tuots umans naschan libers ed eguals in dignità e drets. Els sun dotats cun intellet e conscienza e dessan agir tanter per in uin spiert da fraternità”
  • Burbonés (isla de la Reunión): “Tout le bann moun la pou nèt lib é égo dan son dinité et son liberté. Bana lé kap néna la rézon sanm la konsyans é zot tout i dwa azir ek tout demoun dan in lespri fraternité.”
  • Rumano: “Toate fiinţele umane se nasc libere şi egale în demnitate şi în drepturi. Ele sunt înzestrate cu raţiune şi conştiinţă şi trebuie să se comporte unele faţă de altele în spiritul fraternităţii”
  • Sardo:
    • Sardo Campidanés: “Totus is èsseris umanus nascint lìberus e egualis in dinnidadi e in deretus. Issus tenint s'arrexoni e sa cuscentzia e depint oberai s'unu cun s'àteru cun spìritu de fraternidadi”.
    • Sardo Logudorés: “Totus sos èsseres umanos naschint lìberos e eguales in dinnidade e in deretos. Issos tenent sa resone e sa cussèntzia e depent operare s'unu cun s'àteru cun ispìritu de fraternidade”
  • Siciliano: “Tutti li òmini nascinu lìbbiri cu la stissa dignitati e diritti. Iddi hannu raggiuni e cuscenza e hannu a travagghiari nzèmmula cu spiritu di fratirnitati”
  • Valón: “Tos lès-omes vinèt-st-å monde lîbes, èt so-l'minme pîd po çou qu'ènn'èst d'leu dignité èt d'leus dreûts. I n'sont nin foû rêzon èt-z-ont-i leû consyince po zèls, çou qu'èlzès deût miner a s'kidûre onk' po l'ôte tot come dès frés”
  • Véneto: “tuchi i esari homan i naçie libàri et gualivi en dignedà et derichi, dotadi comà i xè de rasòn e conoçiençia, i deve conportarse co fradernidà i uni co i autèri”
  • Zamboangueño: “Todo'l maga ser humano nace libre e igual en dignidad y maga derecho. Dotado con ellos el razón y conciencia y debe ellos comporta fraternalmente con el maga uno con el maga otro”

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Romance languages Facts for Kids

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Lenguas romances para Niños. Enciclopedia Kiddle.