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Revolución de Mayo para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Revolución de Mayo
25 de mayo por F. Fortuny.jpg
La Revolución de Mayo por Francisco Fortuny
Contexto del acontecimiento
Fecha 18 al 25 de mayo de 1810
Sitio Virreinato del Río de la Plata
Impulsores Antonio Luis Beruti
Cornelio Saavedra
Juan José Castelli
Juan José Paso
Manuel Belgrano
Mariano Moreno
Nicolás Rodríguez Peña
Hipólito Vieytes
Martín Rodríguez
Juan José Viamonte
Eustoquio Díaz Vélez
Domingo French
Motivos Abdicaciones de Bayona, Invasiones Inglesas
Influencias ideológicas de los impulsores Liberalismo y contractualismo
Gobierno previo
Gobernante Baltasar Hidalgo de Cisneros
Forma de gobierno Virreinato
Gobierno resultante
Gobernante Primera Junta
Forma de gobierno Junta de gobierno

La Revolución de Mayo fue una serie de eventos importantes que ocurrieron en la ciudad de Buenos Aires. En ese momento, Buenos Aires era la capital del Virreinato del Río de la Plata, un territorio que dependía del Reino de España. Estos eventos sucedieron durante la Semana de Mayo, entre el 18 y el 25 de mayo de 1810.

Todo comenzó cuando llegaron noticias de que la Junta Suprema Central de España había caído. El 25 de mayo, se formó y juró una nueva Primera Junta de gobierno.

Aunque esta nueva Junta dijo que actuaba "a nombre del Sr. D. Fernando Séptimo" (el rey de España), muchos historiadores creen que esto fue una estrategia política. La idea era ocultar las verdaderas intenciones de buscar la independencia. A esta estrategia se la conoce como la máscara de Fernando VII.

La Revolución de Mayo marcó el inicio del proceso que llevó a la creación del Estado argentino. Sin embargo, no fue una declaración formal de independencia. La Primera Junta seguía gobernando en nombre del rey Fernando VII, quien había sido quitado de su trono por el francés José Bonaparte. La declaración de independencia de la Argentina ocurrió seis años después, el 9 de julio de 1816, en el Congreso de Tucumán.

¿Qué causó la Revolución de Mayo?

La Revolución de Mayo tuvo varias causas, tanto externas (lo que pasaba fuera del Virreinato) como internas (lo que sucedía dentro).

Influencias externas que impulsaron el cambio

Archivo:Declaration of Independence (1819), by John Trumbull
La declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 inspiró movimientos similares en las colonias españolas en América. Óleo de John Trumbull (1819).
Archivo:Joseph-Bonaparte
La coronación en España de José Bonaparte sembró dudas sobre la legitimidad de la autoridad virreinal.

La declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776, cuando se separaron de Gran Bretaña, fue un gran ejemplo. Mostró a los criollos (personas nacidas en América de padres españoles) que era posible lograr una revolución y la independencia. La Constitución estadounidense decía que todos eran iguales ante la ley (aunque en ese momento no incluía a los esclavos). También defendía la propiedad y la libertad, y establecía un gobierno republicano.

Desde finales del siglo XVIII, se extendieron las ideas de la Revolución francesa de 1789. En Francia, una asamblea popular puso fin a siglos de monarquía. Se eliminaron los privilegios de los nobles. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, con sus principios de Liberté, égalité, fraternité («libertad, igualdad, fraternidad»), influyó mucho en los jóvenes criollos. La Revolución francesa también impulsó las ideas liberales en Europa, que buscaban más libertades políticas y económicas.

Algunos pensadores liberales importantes de esa época, que se oponían a las monarquías, fueron Voltaire, Jean-Jacques Rousseau, Montesquieu, Denis Diderot y Jean Le Rond d'Alembert. En economía, Adam Smith propuso el libre comercio en su libro La riqueza de las naciones.

Aunque España limitaba mucho la entrada de estos libros, las ideas se difundían de forma secreta.

En Gran Bretaña, la revolución industrial hizo que necesitaran nuevos mercados para vender sus productos. Querían comerciar con las colonias españolas en América sin el monopolio de España. Para lograrlo, intentaron conquistarlas (como las dos Invasiones Inglesas al Río de la Plata en 1806 y 1807) o apoyaron su independencia.

En Europa, las Guerras Napoleónicas enfrentaban al Imperio Napoleónico de Francia contra Gran Bretaña y España. Francia tuvo ventaja y, mediante las abdicaciones de Bayona, forzó la renuncia del rey español Carlos IV de España y su hijo Fernando VII. En su lugar, José Bonaparte, hermano de Napoleón Bonaparte, ocupó el trono español. La monarquía española intentó resistir formando la Junta Suprema de España e Indias y luego el Consejo de Regencia de España e Indias.

Desafíos internos en el Virreinato

Archivo:Francisco Goya - Portrait of Ferdinand VII of Spain in his robes of state (1815) - Prado

Durante el siglo XVIII, las reformas de la Casa de Borbón en España cambiaron la Hispanoamérica de "reinos" con cierta autonomía a colonias que dependían de España. Una de las reformas más importantes fue la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776. Esto dio mucha importancia a Buenos Aires, que antes no era tan relevante.

En el Virreinato del Río de la Plata, el comercio exterior era un monopolio de España. No se permitía comerciar con otros países. Esto era malo para Buenos Aires porque la corona española enviaba pocos barcos. Como los productos de España eran escasos y caros, el contrabando creció mucho y era tolerado. Esto creó dos grupos de poder:

  • Los que querían el comercio libre, para importar directamente de cualquier país. Dentro de este grupo, algunos querían comerciar con los ingleses sin proteger la producción local. Otros querían romper el monopolio, pero sí proteger lo que se producía en el Virreinato.
  • Los comerciantes monopolistas, que tenían permiso de la Corona española. Ellos rechazaban el libre comercio porque reduciría sus ganancias.

En la política, los puestos más importantes eran para funcionarios de España, que no conocían los problemas de América. La burguesía criolla, que había crecido con el comercio y las nuevas ideas, quería participar en el gobierno.

Había una rivalidad entre los nacidos en la colonia y los de España. Los que buscaban más autonomía se llamaban patriotas, americanos o criollos. Los que apoyaban a la realeza española se llamaban realistas. Los realistas llamaban a los patriotas "rebeldes" o "revolucionarios". Los patriotas, a su vez, llamaban a los realistas "godos" o "chapetones".

Archivo:Carlota Joaquina
La coronación de Carlota Joaquina de Borbón fue brevemente considerada una alternativa a la Revolución.

Buenos Aires ganó mucho prestigio después de expulsar a las tropas inglesas en las Invasiones Inglesas. Esto animó a los que querían la independencia, porque el Virreinato se había defendido solo. Durante ese conflicto, se formaron milicias criollas, como el Regimiento de Patricios liderado por Cornelio Saavedra, que luego tendrían mucho poder político.

Una opción que se consideró antes de la revolución fue el Carlotismo. Consistía en apoyar a la infanta Carlota Joaquina de Borbón, hermana del rey Fernando VII de España, para que gobernara las colonias españolas. Algunos revolucionarios como Juan José Castelli, Juan José Paso y Manuel Belgrano lo vieron como una forma de independizarse de España. Sin embargo, la propia Carlota Joaquina no apoyó a estos grupos y sus planes no prosperaron.

Ideas que impulsaron la Revolución

Desde mediados del siglo XVIII, dos tipos de pensamiento influyeron en el Río de la Plata. Estas ideas continuaron durante el proceso que llevó a la independencia.

La primera idea era de origen cristiana. Una de sus principales ramas fue la del sacerdote jesuita Francisco Suárez. Él decía que la autoridad viene de Dios, pero no al rey, sino al pueblo. Esta idea fue enseñada en la Universidad Mayor Real y Pontificia San Francisco Xavier de Chuquisaca y muchos futuros patriotas la aprendieron allí.

La segunda idea era racionalista y laica, inspirada en la Revolución Francesa y pensadores como Voltaire.

A principios del siglo XIX, en el Río de la Plata, ambas ideas se vieron en los patriotas que buscaron la independencia. Por ejemplo, Cornelio Saavedra y Manuel Belgrano defendían el pensamiento católico. Otros, como Mariano Moreno y Juan José Castelli, tenían ideas más laicas.

Antes de la Revolución: Eventos clave

El virrey Liniers

Después de las Invasiones Inglesas, la gente de Buenos Aires decidió quitar al virrey Rafael de Sobremonte. Él había huido de la ciudad durante el ataque. En su lugar, la gente eligió a Santiago de Liniers, quien había sido un héroe en la defensa de la ciudad.

Pero la gestión de Liniers tuvo problemas. El gobernador de Montevideo, Francisco Javier de Elío, lo criticó por ser francés, ya que España estaba en guerra con Francia. Elío no reconoció la autoridad de Liniers y formó una junta de gobierno en Montevideo independiente de Buenos Aires.

El intento de Álzaga

El 1 de enero de 1809, Martín de Álzaga, un comerciante español, y sus seguidores intentaron quitar a Liniers del cargo. Un cabildo abierto (una reunión especial de vecinos) pidió la renuncia de Liniers y nombró una Junta.

Pero las milicias criollas, lideradas por Cornelio Saavedra, rodearon la plaza y dispersaron a los rebeldes. Los líderes fueron desterrados. El poder militar quedó en manos de los criollos, y la rivalidad entre criollos y españoles aumentó.

Nombramiento del virrey Cisneros

En España, la Junta Suprema Central decidió reemplazar a Liniers por Baltasar Hidalgo de Cisneros. Cisneros llegó a Montevideo en junio de 1809. Tenía instrucciones de detener a los que apoyaban a Liniers y a los criollos que buscaban la independencia.

Cisneros asumió el mando en Colonia del Sacramento. Elío aceptó su autoridad y disolvió la Junta de Montevideo. Cisneros volvió a formar las milicias españolas y perdonó a los que habían participado en el intento de Álzaga.

En Buenos Aires, Juan Martín de Pueyrredón y otros líderes criollos como Saavedra y Belgrano, pensaron en no reconocer al nuevo virrey. Liniers, sin embargo, se mantuvo leal a España.

Agitación en el Alto Perú

Archivo:Pedro Murillo
Pedro Murillo, por Joaquín Pinto.

El descontento con los funcionarios españoles también se vio en el Alto Perú (actual Bolivia).

El 25 de mayo de 1809, una revolución quitó al gobernador de Chuquisaca, Ramón García de León y Pizarro. El 16 de julio en La Paz, otro movimiento liderado por Pedro Domingo Murillo obligó a renunciar al gobernador y al obispo. Se formó la Junta Tuitiva de los Derechos del Pueblo, presidida por Murillo.

La revolución de Chuquisaca no buscaba la independencia total, mientras que la de La Paz sí la proclamó. Los historiadores discuten cuál fue la primera revolución independentista en Hispanoamérica.

Las autoridades españolas sofocaron estos movimientos con fuerza. La de La Paz fue reprimida por un ejército del Virreinato del Perú. La de Chuquisaca fue controlada por tropas enviadas por el virrey Cisneros.

Las acciones de Cisneros contra estas revoluciones aumentaron el enojo de los criollos. Esto se sumó al hecho de que Álzaga había sido perdonado, lo que los criollos veían como una injusticia.

Cambios económicos y políticos de Cisneros

Debido a las dificultades del comercio con España, Cisneros aceptó la propuesta de Mariano Moreno y permitió el libre comercio con otras potencias el 6 de noviembre de 1809. Esto benefició a Gran Bretaña y a los productores de cuero. Sin embargo, los comerciantes que se beneficiaban del contrabando pidieron a Cisneros que anulara el libre comercio, y él accedió.

Esto causó que los ingleses reclamaran, ya que España y Gran Bretaña eran aliados contra Napoleón. Moreno criticó la anulación en un informe llamado la Representación de los Hacendados. Cisneros dio una prórroga al libre comercio, que terminó el 19 de mayo de 1810.

El 25 de noviembre de 1809, Cisneros creó el Juzgado de Vigilancia Política para perseguir a quienes se oponían a la dependencia de América de España. Esta medida hizo que los porteños pensaran que solo faltaba un pretexto para que estallara la revolución. Por eso, en abril de 1810, Cornelio Saavedra dijo a sus amigos:

Aún no es tiempo; dejen ustedes que las brevas maduren y entonces las comeremos.

La Semana de Mayo: Día a día

La "Semana de Mayo" se refiere a los días entre el 18 y el 25 de mayo de 1810. Comenzó con la publicación de noticias de España por el virrey Cisneros y terminó con la jura de la Primera Junta.

El lunes 14 de mayo, llegó a Buenos Aires un barco británico con periódicos de Londres. Estos periódicos traían noticias sobre la ocupación francesa de Andalucía en España y la huida de la Junta Central. Estas noticias, que Cisneros mandó imprimir, fueron clave para el inicio de la revolución.

Viernes 18 de mayo: Las noticias se difunden

El 18 de mayo, se publicaron las noticias de los diarios de Londres. Su contenido fue el centro de las discusiones de los revolucionarios. Se reunieron en casas como la de Nicolás Rodríguez Peña o la jabonería de Hipólito Vieytes. Asistieron figuras como Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Juan José Paso y Antonio Luis Beruti. Otro grupo se reunía en la quinta de Orma, liderado por Domingo French.

Cisneros, al enviar una nota al gobernador de Montevideo, adjuntó copias de estas noticias. Algunos historiadores del siglo XX pensaron que Cisneros intentaba ocultar la gravedad de la situación en España. Sin embargo, estudios más recientes muestran que Cisneros buscaba publicar las noticias de forma ordenada.

Sábado 19 de mayo: Primeras acciones

Cornelio Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, se enteró de la caída de la Junta de Sevilla. Él creía que el momento ideal para actuar sería cuando las fuerzas de Napoleón tuvieran una ventaja decisiva en la guerra contra España. Al conocer las noticias, Saavedra consideró que ese momento había llegado.

El grupo de Castelli quería un cabildo abierto. Los militares criollos proponían quitar al virrey por la fuerza. Saavedra y Belgrano se reunieron con el alcalde Juan José de Lezica, y Castelli con el síndico procurador Julián de Leyva. Pidieron el cese del virrey Cisneros, diciendo que el pueblo estaba muy agitado.

Ese día, los milicianos fueron acuartelados y recibieron municiones y dinero. Esto era una forma de asegurar su apoyo.

Domingo 20 de mayo: La decisión del Cabildo Abierto

Lezica le transmitió a Cisneros la petición. El virrey consultó a Leyva, quien apoyó la idea de un cabildo abierto. Antes de decidir, Cisneros llamó a los jefes militares al fuerte. Les recordó su lealtad al rey y a la patria.

En sus Memorias, escritas años después, Saavedra recordó que le dijo a Cisneros que la situación de 1810 era diferente a la de 1809. En 1810, casi toda España estaba bajo control francés. Saavedra afirmó: "No señor, no queremos seguir la suerte de la España, ni ser dominados por los franceses, hemos resuelto reasumir nuestros derechos y conservarnos por nosotros mismos". Con esto, Cisneros aceptó hacer el cabildo abierto.

Una reunión esa noche en casa de Rodríguez Peña confirmó lo sucedido.

Historiadores como Roberto Marfany sugieren que la renuncia de Cisneros ya había sido acordada con los militares la noche del 20. El cabildo abierto fue un intento de Cisneros de salvar su autoridad con el voto de los "vecinos de distinción", que en su mayoría lo apoyaban.

Lunes 21 de mayo: El pueblo en la plaza

Archivo:Invitación al Cabildo Abierto
Invitación al Cabildo Abierto del 22 de mayo

Un grupo de 600 personas, lideradas por Domingo French y Antonio Beruti, se reunió en la plaza de la Victoria. Llevaban cintas blancas y pequeños retratos de Fernando VII.

A las nueve de la mañana, el Cabildo comenzó una sesión privada para tratar la renuncia de Cisneros. Los regidores Manuel José de Ocampo y Andrés Domínguez fueron al Fuerte para que Cisneros firmara su renuncia.

Pero regresaron con una autorización para un cabildo abierto, no con la renuncia. Cisneros dijo que el asunto era delicado y necesitaba meditación. El Cabildo modificó el acta para incluir el permiso para el cabildo abierto.

El grupo en la plaza obligó a Leyva a salir al balcón. Querían saber la respuesta de Cisneros y exigían la suspensión del virrey. Saavedra salió a la plaza y convenció a la gente de confiar en el Cabildo y retirarse.

Cisneros logró cambiar la renuncia por una autorización para un cabildo abierto. Se imprimieron 600 invitaciones, pero solo se repartieron unas 450 de forma apurada. Muchos no las recibieron y no pudieron asistir.

Martes 22 de mayo: El Cabildo Abierto

Archivo:Cabildo abierto
El cabildo abierto, según Juan Manuel Blanes.

De los 450 invitados, solo 251 participaron. French y Beruti, con 600 hombres armados, controlaron el acceso a la plaza para asegurar que el cabildo abierto fuera dominado por criollos.

El Cabildo Abierto duró desde la mañana hasta la medianoche. Se debatió sobre la legitimidad del gobierno y la autoridad del virrey. Se discutió el principio de la retroversión de la soberanía: si el rey legítimo desaparecía, el poder volvía al pueblo, que tenía derecho a formar un nuevo gobierno.

Había dos posturas: mantener a Cisneros como virrey o formar una junta de gobierno en su lugar. Los que querían mantener al virrey creían que la voluntad de los españoles debía ser más importante que la de los criollos.

Archivo:Cabildo Abierto - Pedro Subercaseaux
Cabildo abierto (22 de mayo de 1810). Óleo con 60 figuras realizado por Pedro Subercaseaux bajo la dirección de Adolfo Carranza para el festejo del Centenario. Muestra el instante en que Paso se dirige a una respetuosa audiencia. La presencia de la iglesia es representada por el obispo Lué (con alfombra roja) y tres órdenes. Detrás de Paso esta Castelli. A la derecha, en actitud pensativa, está sentado Moreno como aislado del resto.

El obispo de Buenos Aires, Benito Lué y Riega, fue el primer orador.

Juan José Castelli dijo que los pueblos americanos debían tomar el control de sus destinos hasta que Fernando VII pudiera volver al trono.

Pascual Ruiz Huidobro argumentó que, como la autoridad que había nombrado a Cisneros ya no existía, él debía dejar el cargo. El Cabildo, como representante del pueblo, debía asumir la autoridad.

El fiscal Manuel Genaro Villota, que representaba a los españoles más conservadores, dijo que Buenos Aires no podía tomar decisiones sola. Argumentó que esto rompería la unidad del país.

Juan José Paso le dio la razón en parte, pero dijo que la situación en Europa exigía una solución urgente. Usó el argumento de la hermana mayor, diciendo que Buenos Aires tomaba la iniciativa, pero que las demás ciudades serían consultadas pronto.

Archivo:Cornelio Saavedra
La postura de Cornelio Saavedra fue la que acabó imponiéndose.

Cornelio Saavedra propuso que el mando pasara al Cabildo hasta que se formara una junta de gobierno. Destacó que "el pueblo es el que confiere la autoridad o mando". La postura de Castelli se unió a la de Saavedra.

El recuento de votos fue complicado. Se decidió que Cisneros debía dejar su cargo "a pluralidad con exceso" (por una gran mayoría).

Más de un siglo después, el historiador Levene clasificó los votos: 69 a favor de que el virrey continuara y 155 a favor de su cese.

Miércoles 23 de mayo: El Cabildo toma el control

El Cabildo decidió que Cisneros cesaría en su cargo y sería reemplazado provisionalmente por el Cabildo, que elegiría una Junta. También se decidió que el síndico procurador tendría un voto decisivo en caso de empate.

El Cabildo se consideraba ahora el gobierno del país. Decidieron que Cisneros no sería "separado absolutamente", sino que se uniría a la nueva junta como vocal (miembro), junto con otros cuatro miembros elegidos por el Cabildo.

Cisneros, al ser informado, dijo que no quería participar en el mando. Sin embargo, sugirió que se consultara a los "comandantes" militares, ya que la idea no parecía "conforme" con lo decidido en el Cabildo Abierto. Así, Cisneros introdujo a los militares como un factor de poder.

El Cabildo consultó a los comandantes, quienes aceptaron la autoridad del Cabildo. Se redactó un bando (un anuncio público) para informar a la gente sobre el cese del virrey y el reemplazo por el Cabildo Gobernador.

Jueves 24 de mayo: La primera Junta de Gobierno

Ese día, el Cabildo Gobernador nombró a los miembros de la Junta que se haría cargo del gobierno de forma provisional. La Junta tendría cinco miembros: el exvirrey Baltasar Hidalgo de Cisneros como presidente, y los vocales Cornelio Saavedra, Juan Nepomuceno Solá, Juan José Castelli y José Santos Incháurregui.

La composición de la Junta buscaba representar a los diferentes grupos. Castelli había propuesto que la elección de autoridades fuera por voto directo del pueblo, pero no tuvo apoyo. Solá e Inchaurregui eran del grupo "conservador".

El Acta de la Junta establecía varias reglas:

  • La Junta estaría integrada por Cisneros y los cuatro vocales. Cisneros la presidiría y mantendría su sueldo.
  • Debían jurar ante el Cabildo.
  • El Cabildo se reservaba el derecho de nombrar reemplazantes o deponer a los miembros si no cumplían sus deberes.
  • La Junta no podría disponer de dinero ni impuestos sin consultar al Cabildo.
  • La Junta debía enviar órdenes a las provincias para que eligieran diputados para un Congreso en la capital. Estos representantes jurarían lealtad a Fernando VII.

El Cabildo Gobernador decidió consultar a los comandantes militares sobre esta decisión. Diez comandantes, incluyendo Saavedra y Martín Rodríguez, aceptaron apoyar la autoridad del Cabildo.

La Junta juró de rodillas, con la mano derecha sobre los Evangelios, prometiendo "conservar íntegros estos dominios al señor don Fernando VII". La instalación de la Junta fue aceptada por la mayoría.

Sin embargo, esa noche hubo una reacción contra el nuevo gobierno. Saavedra y Castelli informaron a la Junta que la agitación se debía a que el Cabildo no había quitado a Cisneros el mando de las armas. La gente se reunía en el cuartel de Patricios.

Viernes 25 de mayo: Nace la Primera Junta

Durante la mañana del 25 de mayo, una gran multitud se reunió en la plaza de la Victoria (actual Plaza de Mayo). Estaban liderados por los milicianos de Domingo French y Antonio Beruti. Exigían la anulación de la decisión del día anterior, la renuncia definitiva de Cisneros y la formación de otra Junta de gobierno.

Algunos historiadores dicen que French y Beruti repartían escarapelas celestes y blancas. Otros dudan de esto, pero creen que sí se repartieron distintivos. La gente se impacientaba y reclamaba:

¡El pueblo quiere saber de qué se trata!

La multitud entró en la sala del Cabildo, exigiendo la renuncia del virrey.

El Cabildo se reunió y pidió que la agitación fuera reprimida por la fuerza. Pero los comandantes militares no obedecieron. Dijeron que no podían controlar a sus tropas y que si intentaban reprimir, serían desobedecidos.

Cisneros se resistía a renunciar, pero finalmente lo hizo. Sin embargo, esto no fue suficiente. Los representantes de la multitud en la plaza exigieron que el pueblo asumiera la autoridad y formara una Junta. También pidieron enviar una expedición de 500 hombres para ayudar a las provincias.

La renuncia de Cisneros llegó al Cabildo. Los nombres de los integrantes de la nueva Junta fueron presentados al Cabildo, primero de forma oral y luego por escrito, con el respaldo de 401 firmas.

Los miembros del Cabildo salieron al balcón para que el pueblo ratificara la petición. Pero, como era tarde y llovía, había poca gente en la plaza. Esto hizo que Julián de Leyva se burlara de la idea de que esa gente representara al pueblo.

Esto enojó a los pocos que quedaban en la plaza. Empezaron a decir que si no se actuaba con prudencia, usarían la fuerza. Amenazaron con tocar la campana del Cabildo (que no tenía badajo, pues había sido quitado por Liniers) o tocar la generala y abrir los cuarteles.

Ante la amenaza de violencia, la petición fue leída en voz alta y ratificada por los presentes. El reglamento de la Junta sería similar al propuesto el 24 de mayo. El Cabildo controlaría a los vocales y la Junta nombraría reemplazantes.

La Junta Provisional Gubernativa de la capital del Río de la Plata, conocida como la Primera Junta, quedó formada así:

Juramento de la Primera Junta.

Presidente

Vocales

Secretarios

Durante mucho tiempo se pensó que la Revolución de Mayo fue muy planificada por un solo grupo. Pero estudios posteriores demostraron que fue un conjunto de acciones de varios grupos sin un plan único.

Los miembros de la Junta venían de diferentes grupos políticos: Saavedra y Azcuénaga eran militares; Castelli, Belgrano, Paso y Moreno eran abogados; Alberti era sacerdote; Larrea y Matheu eran comerciantes.

Saavedra habló a la multitud bajo la lluvia y luego se dirigió al Fuerte.

Proclama del 26 de mayo

El 26 de mayo de 1810, la Primera Junta emitió una proclama (un anuncio oficial) dirigida a los habitantes de Buenos Aires y las provincias. En ella, informaba sobre la nueva autoridad surgida de la Revolución de Mayo.

Circular a los cabildos del interior

El 25 de mayo, el Cabildo de Buenos Aires pidió a la Junta que enviara una circular (una carta oficial) a los cabildos del interior. El objetivo era que las provincias enviaran diputados a la capital.

La Junta envió la circular el 27 de mayo, pidiendo la elección de los diputados. Decía que los diputados se irían uniendo a la Junta a medida que llegaran a la capital. También pedía acelerar el envío para evitar que potencias extranjeras aprovecharan la demora.

Las primeras reacciones en el virreinato no fueron buenas:

¿Cuáles eran las verdaderas intenciones de la Revolución?

Aunque el gobierno del 25 de mayo se declaró leal al rey español Fernando VII, los historiadores coinciden en que esto fue una estrategia política. La Primera Junta no juró lealtad al Consejo de Regencia de España, que seguía funcionando. En 1810, parecía poco probable que Napoleón Bonaparte fuera derrotado y que Fernando VII volviera al trono.

El objetivo de esta estrategia, conocida como la «Máscara de Fernando VII», era ganar tiempo. Querían fortalecer la causa patriótica y evitar reacciones negativas. Así, decían que aún respetaban la autoridad del rey y que no había una revolución. Esta estrategia se mantuvo hasta la Independencia de la Argentina en 1816.

Cornelio Saavedra habló de esto en una carta en 1811. Explicó que Inglaterra solo pedía que se mantuviera el nombre de Fernando VII y el rechazo a Napoleón. Si no reconocían a Fernando, Inglaterra podría apoyar a sus oponentes.

Para Gran Bretaña, el cambio era favorable porque facilitaba el comercio. Pero Gran Bretaña priorizaba la guerra en Europa contra Francia. Por eso, no podía apoyar abiertamente los movimientos independentistas americanos. Presionaron para que las intenciones independentistas no fueran explícitas.

Los grupos que apoyaron la revolución no tenían los mismos objetivos. Los criollos progresistas y jóvenes, como Moreno, Castelli y Belgrano, querían grandes cambios políticos y sociales. Los militares y burócratas, como Saavedra, solo querían reemplazar a los españoles en el poder, manteniendo sus privilegios. Los comerciantes y hacendados se enfocaban en la economía, especialmente en el comercio con los ingleses.

Estos grupos trabajaron juntos para quitar a Cisneros del poder. Pero una vez formada la Primera Junta, sus diferencias internas comenzaron a aparecer.

La religión no fue un factor de conflicto, ya que todos los grupos apoyaban la religión católica. Sin embargo, la mayoría de los líderes de la Iglesia se oponían a la revolución. En el Alto Perú, las autoridades religiosas intentaron comparar a los revolucionarios con "herejes", pero los líderes revolucionarios siempre buscaron la conciliación en temas religiosos.

¿Qué pasó después de la Revolución?

Ni el Consejo de Regencia, ni los miembros de la Real Audiencia, ni la población española creyeron en la lealtad a Fernando VII. No aceptaron la nueva situación. Los miembros de la Audiencia no querían jurar lealtad a la Primera Junta. El 15 de junio, juraron fidelidad en secreto al Consejo de Regencia y enviaron cartas a las ciudades del interior para que no obedecieran al nuevo gobierno.

Para detenerlos, la Junta convocó a los miembros de la Audiencia, al obispo Lué y Riega y al exvirrey Cisneros. Con el argumento de que sus vidas corrían peligro, los embarcaron en un buque británico. El capitán recibió instrucciones de llevarlos a las Islas Canarias sin detenerse en ningún puerto americano. Después de esta acción, se nombró una nueva Audiencia, formada solo por criollos leales a la revolución.

Con la excepción de Córdoba, las ciudades que hoy forman parte de la Argentina apoyaron a la Primera Junta. El Alto Perú y Paraguay estaban indecisos. En la Banda Oriental (actual Uruguay) y en Chile había fuertes grupos realistas.

Archivo:Mariano Moreno
Mariano Moreno, uno de los integrantes más notorios de la Primera Junta.

Santiago de Liniers lideró una contrarrevolución en Córdoba. Fue el primer desafío militar al nuevo gobierno. Montevideo estaba mejor preparada para resistir. La Cordillera de los Andes era una barrera natural entre los revolucionarios y los realistas en Chile.

El levantamiento de Liniers fue rápidamente sofocado por las fuerzas de Francisco Ortiz de Ocampo. Sin embargo, Ocampo se negó a ejecutar a Liniers, ya que habían luchado juntos. La ejecución fue realizada por Castelli.

Después de sofocar la rebelión, se enviaron expediciones militares a las ciudades del interior para pedir apoyo a la Primera Junta. Se pidió el servicio militar a casi todas las familias. Muchas familias ricas enviaron a sus esclavos al ejército en lugar de a sus hijos. Esto contribuyó a la disminución de la población negra en Argentina.

La Primera Junta se amplió al incorporar a los diputados de las ciudades que apoyaban la Revolución. A partir de entonces, se la conoció como la Junta Grande.

Consecuencias de la Revolución de Mayo

Según el historiador Félix Luna, una de las principales consecuencias de la Revolución de Mayo fue el cambio en la forma de ver la relación entre el pueblo y los gobernantes. Antes, se priorizaba el bien común: si una orden del rey era mala para la gente, se cumplía a medias o se ignoraba.

Con la revolución, surgió el concepto de la soberanía popular, impulsado por personas como Moreno y Castelli. Esta idea decía que, si no había autoridades legítimas, el pueblo tenía derecho a elegir a sus propios gobernantes. Con el tiempo, esto llevó a la regla de la mayoría y, finalmente, a la adopción del sistema republicano de gobierno en Argentina.

Otra consecuencia fue la separación de los territorios que formaban el Virreinato del Río de la Plata. La mayoría de las ciudades tenían poblaciones e intereses diferentes. Se mantenían unidas por la autoridad española. Al desaparecer esta, Montevideo, Paraguay y el Alto Perú comenzaron a distanciarse de Buenos Aires. El Virreinato duró poco tiempo (38 años), lo que no permitió que se formara un fuerte sentimiento de unidad.

La vida cultural también floreció. Surgieron muchos periódicos y poetas revolucionarios como Bartolomé Hidalgo y Vicente López y Planes.

¿Cómo se recuerda la Revolución de Mayo?

Archivo:Buenos Aires - Fiestas mayas en Plaza de Mayo en 1899
Fiestas mayas en plaza de Mayo en 1899.

Actualmente, el 25 de mayo es una fecha patria en Argentina y es un feriado nacional inamovible. También fue feriado en Uruguay por muchos años.

En 1910, se celebró el Centenario de la Revolución de Mayo con gran esplendor. Argentina tenía un papel importante en el mundo occidental gracias a la exportación de productos agrícolas y ganaderos. Esto enriqueció a las familias de hacendados y comerciantes. Sin embargo, muchos inmigrantes que llegaron al país en busca de una vida mejor, a pesar de las oportunidades, vivían en condiciones de pobreza.

Archivo:Tedeum Centenario
Centenario de la Revolución de Mayo. Tedeum del 25 de mayo de 1910. El presidente argentino José Figueroa Alcorta y la Infanta Isabel de Borbón a la cabeza.
Archivo:Frondizi en el acto de 25 de mayo de 1960
El presidente Arturo Frondizi junto al presidente del Consejo Nacional de Gobierno de Uruguay, Eduardo Víctor Haedo, en 1960, en un acto por el Sesquicentenario de la Revolución de Mayo.

Para el Centenario, llegaron embajadores y comitivas especiales. La visita más esperada fue la de la Infanta Isabel de Borbón, tía del rey Alfonso XIII de España. También llegaron líderes de países hermanos como Chile y Perú, y representantes de Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Holanda y Japón.

El Teatro Colón fue escenario de una gran función de ópera. Intelectuales y escritores famosos de la época también visitaron Argentina.

Se construyeron muchos monumentos en Buenos Aires para conmemorar el Centenario, que hoy son parte importante de la arquitectura de la ciudad.

Archivo:Bicentenario - Videomapping sobre el Cabildo (1)
Bicentenario Argentino. Videomapping sobre el Cabildo.

En 2010, se cumplieron doscientos años de la Revolución de Mayo, lo que dio lugar a las celebraciones del Bicentenario de la República Argentina.

La fecha del 25 de mayo y la imagen del Cabildo se usan de muchas maneras para recordar la Revolución. La Avenida de Mayo y la Plaza de Mayo en Buenos Aires son ejemplos. En la Plaza de Mayo se erigió la Pirámide de Mayo un año después de la revolución.

"25 de mayo" es el nombre de varias divisiones administrativas, localidades y lugares en Argentina, como el departamento Veinticinco de Mayo en San Juan o la plaza 25 de Mayo en Rosario. También se usa un Cabildo conmemorativo en las monedas de 25 centavos y una imagen del Sol de Mayo en las de 5 centavos.

La Revolución de Mayo en la cultura popular

El 25 de mayo es una fecha muy importante en Argentina. Cada año, se describe en revistas infantiles como Billiken y en manuales escolares. Estas publicaciones suelen omitir algunos detalles históricos que podrían ser complejos para niños, como el uso de armas o las tensiones entre criollos y españoles.

En cambio, se enfoca la revolución como un evento pacífico y que iba a suceder de todas formas. Se destacan aspectos más folclóricos, como si llovió o no ese día, o si la gente usaba paraguas. También se presentan personajes típicos de la época, como el vendedor de velas, el aguatero o la mazamorrera repartiendo empanadas en la plaza.

Los eventos de la Revolución fueron representados en La Revolución de Mayo, una de las primeras películas mudas de Argentina. Fue filmada en 1909 por Mario Gallo y estrenada en 1910.

Entre las canciones inspiradas en estos sucesos están el «Candombe de 1810», «El sol del 25» interpretada por Carlos Gardel, y «Salve Patria».

En esta celebración, y también en la del 9 de julio, es común que la gente prepare o coma locro. En las escuelas primarias, se suele beber un tradicional chocolate caliente.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: May Revolution Facts for Kids

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Revolución de Mayo para Niños. Enciclopedia Kiddle.