Batalla de Málaga (1937) para niños
Datos para niños Batalla de Málaga |
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Frente de Andalucía - Guerra civil española Parte de guerra civil española |
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Fecha | 3 - 8 de febrero de 1937 | |||
Lugar | Málaga y la provincia homónima. | |||
Coordenadas | 36°43′00″N 4°25′00″O / 36.7167, -4.4167 | |||
Resultado | Victoria sublevada | |||
Cambios territoriales | La provincia de Málaga es conquistada por los sublevados. | |||
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La Batalla de Málaga fue un importante enfrentamiento que ocurrió a principios de 1937. Fue parte de la Guerra civil española. En esta batalla, las fuerzas del Bando sublevado y soldados italianos del Corpo Truppe Volontarie atacaron la provincia de Málaga. Su objetivo era tomar el control de esta zona, que estaba en manos de los republicanos.
La participación de soldados de Marruecos y tanques italianos ayudó a que las fuerzas republicanas se retiraran. Así, la ciudad de Málaga fue tomada en menos de una semana. La caída de la ciudad provocó que muchas personas civiles tuvieran que huir. Este evento es conocido por el gran número de personas que intentaron escapar por la carretera hacia Almería.
Contenido
¿Por qué era importante Málaga?
La situación de Málaga al inicio de la guerra
Desde el comienzo de la Guerra civil española, la ciudad de Málaga y gran parte de su provincia se mantuvieron del lado republicano. En esta zona, grupos de ciudadanos y trabajadores tenían mucho poder. Málaga era conocida por la fuerza de los movimientos obreros, especialmente de la CNT y del Partido Comunista de España (PCE).
Después de que los sublevados tomaran Granada en agosto de 1936, Málaga y su provincia quedaron casi aisladas. Málaga se convirtió en una especie de "península republicana", rodeada por el territorio de los sublevados. Solo un pequeño corredor la conectaba con su zona, lo que la hacía vulnerable.
Beneficios de controlar Málaga
Para el territorio controlado por los sublevados, tomar Málaga ofrecía grandes ventajas. Málaga era un puerto muy importante en el Mediterráneo, con unos 150.000 habitantes. Era la segunda ciudad más grande de Andalucía.
Conquistar Málaga acortaría el frente de batalla en 150 kilómetros. También alejaría la amenaza que aún existía sobre Granada. Además, la Armada republicana perdería un punto clave cerca del estrecho. Los sublevados, por su parte, ganarían un excelente puerto en el Mediterráneo. Esto facilitaría la comunicación entre el sur de España, Marruecos y Mallorca.
¿Cómo empezó la ofensiva?
Primeros movimientos de las fuerzas sublevadas
El 13 de enero de 1937, Gonzalo Queipo de Llano, al mando del ejército sublevado del sur, inició una ofensiva. El coronel Francisco Borbón y de la Torre, conocido como el Duque de Sevilla, dirigía directamente a las tropas. En los primeros tres días, ocuparon la parte occidental del territorio republicano, llegando hasta Marbella.
El 13 de enero, aviones y barcos de la Armada bombardearon la ciudad de Málaga. Esto causó daños y algunos incendios. El 14 de enero, los bombardeos continuaron y las tropas sublevadas tomaron Estepona. El 15 de enero, anunciaron la toma de San Pedro Alcántara. La noche del 16 de enero, llegaron a Marbella.
Las tropas de Granada, bajo el mando del coronel Antonio Muñoz Jiménez, avanzaron hacia Alhama. La tomaron el 22 de enero, junto con otras zonas cercanas al norte de la provincia de Málaga. Ese mismo día, Málaga fue bombardeada de nuevo.
Estos ataques iniciales se realizaron sin mucha resistencia de los grupos de ciudadanos en la zona. Muchas personas que huían de los territorios perdidos llegaron a la ciudad. A pesar de estos ataques, los líderes republicanos en Málaga no pensaron que sería el inicio de una gran campaña. No tenían suficientes hombres ni artillería para defenderse. El gobierno de Valencia tampoco pudo enviar ayuda porque la carretera costera estaba cortada por inundaciones.
¿Quiénes participaron en la batalla?
Las fuerzas republicanas
Las tropas republicanas en Málaga no estaban bien organizadas. Eran una mezcla de grupos de ciudadanos de diferentes partidos y sindicatos. El jefe republicano de la zona era el coronel José Villalba Rubio. Contaba con el consejo de un coronel soviético, Kremen, pero no trabajaban bien juntos.
Las tropas de Villalba eran entre 30.000 y 40.000 personas, pero estaban mal armadas y sin entrenamiento. Otras fuentes dicen que eran unos 12.000. Tenían pocos fusiles y solo 16 piezas de artillería. A pesar de estas dificultades, los grupos de ciudadanos confiaban en ganar y tenían el apoyo de los campesinos.
Las fuerzas sublevadas
Las fuerzas sublevadas comenzaron a reunirse a principios de enero de 1937. Al norte, estaban las fuerzas motorizadas de los italianos, conocidas como Corpo Truppe Volontarie (CTV), bajo el mando de Mario Roatta. Eran más de 10.000 hombres. Tenían el apoyo de unos cien aviones italianos y carros blindados.
También estaban las fuerzas del Ejército del Sur, divididas en tres grupos. Uno estaba cerca de Estepona, otro en Ronda, y un grupo importante en el frente de Granada. Todas estas fuerzas tenían apoyo de artillería, caballería y aviación, además de soldados marroquíes. Gonzalo Queipo de Llano era el comandante en jefe de toda la operación.
El desarrollo de la batalla
El asalto a Málaga
El 3 de febrero, comenzó el ataque final contra Málaga. Tres batallones, dirigidos por el Duque de Sevilla, avanzaron desde Ronda. Encontraron una fuerte resistencia. La mañana del 5 de febrero, los italianos comenzaron su avance desde el norte de la ciudad con sus vehículos.
En Málaga, la gente sintió mucho miedo de quedar atrapada. José Villalba Rubio no pudo motivar a los grupos de ciudadanos. El avance de los sublevados e italianos continuó por las carreteras sin mucha resistencia. Los italianos llegaron a las cumbres de Ventas de Zafarraya el 6 de febrero. Desde allí, podían controlar cualquier posible retirada por la Carretera de Almería.
La resistencia se hizo más fuerte, e incluso el comandante italiano Roatta fue herido levemente. Ante la grave situación, Villalba ordenó la evacuación, dando la ciudad por perdida. Sin embargo, los sublevados no cortaron la carretera que era la única vía de escape. Los italianos llegaron a las afueras de Málaga el 7 de febrero por la tarde. Al día siguiente, entraron en la ciudad. El centro de la ciudad había sido muy bombardeado.
La Armada sublevada apoyó con sus cruceros pesados Canarias y Baleares. Además, 33 aviones de caza y 34 bombarderos dominaban el cielo. Con este poder, atacaron a las largas columnas de personas civiles y grupos de ciudadanos que huían hacia Almería.
La huida por la carretera continuó hasta el 14 de febrero. Ese día, llegaron refuerzos desde Valencia, la 6.ª Brigada Mixta y parte de la XIII Brigada Internacional. Se establecieron en Albuñol, donde el frente de batalla se mantuvo estable hasta el final de la guerra en 1939. Francisco Franco ordenó a Queipo de Llano que la ofensiva se detuviera y no avanzara hacia Almería.
El éxodo por la carretera de la costa

La toma de Málaga por el bando sublevado tuvo otra consecuencia importante. Ante los primeros movimientos de las fuerzas sublevadas hacia Málaga, muchas personas civiles y grupos de ciudadanos decidieron huir por la carretera de Almería. Esta carretera no había sido cortada, pero estaba expuesta a ataques desde tierra, mar y aire.
Se calcula que decenas de miles de personas intentaron escapar. El camino era muy difícil debido a los ataques y a que la carretera estaba en malas condiciones cerca de Motril. Gran parte de la población de la ciudad, temiendo lo que pudiera pasar, huyó por carretera hacia Almería. Fueron atacados por mar y aire por las fuerzas que avanzaban.
Estos graves acontecimientos se conocieron como "el éxodo de la carretera Málaga-Almería" o "la Desbandá". Fueron dados a conocer al mundo por el doctor Norman Bethune, quien acudió con su unidad de transfusiones para ayudar a los que huían. Este fue uno de los mayores movimientos de personas civiles de la guerra. Se calcula que entre 15.000 y 150.000 personas huyeron de Málaga.
Lo que pasó después en Málaga
Después de la toma de Málaga, hubo un periodo de medidas estrictas en la zona sublevada. Miles de personas que apoyaban a la República o eran de izquierda se quedaron en la ciudad. Algunos fueron detenidos de inmediato, y otros fueron encarcelados. La prensa de la época hablaba de al menos 6.000 prisioneros el 13 de febrero de 1937.
Se sabe que muchas personas perdieron la vida en los días siguientes a la toma de la ciudad. Muchas fueron juzgadas rápidamente por un consejo de guerra. Las familias de las personas que habían huido también sufrieron las consecuencias.
Consecuencias de la Batalla de Málaga
La victoria de los sublevados, con la ayuda italiana, fue completa. Era muy difícil defender una ciudad que estaba casi rodeada por el España sublevada. Los sublevados lograron eliminar el "corredor" que conectaba Málaga con el resto del territorio republicano y tomaron la ciudad.
La caída de Málaga fue un golpe para la España republicana. La derrota en Málaga hizo que algunos ministros pidieran cambios en el gobierno.
La victoria de las tropas italianas fue un gran éxito para Mussolini. Sin embargo, las fuerzas republicanas en Málaga eran muy débiles. Las tropas italianas tenían sus propias debilidades, que se harían evidentes semanas después en la Batalla de Guadalajara. Allí, sufrieron una gran derrota frente a tropas más experimentadas del Ejército Popular republicano.
Véase también
En inglés: Battle of Málaga (1937) Facts for Kids