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Marina de Guerra de la República Española para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Marina de Guerra de la República Española
Emblema Marina de Guerra República Española (1931-1939).png

Activa 1931–1939
País España
Fidelidad Bandera de España II República Española
Tipo Armada
Función Defensa naval de la República
Parte de Fuerzas Armadas de la República Española
Acuartelamiento

CG: Ministerio de marina (Madrid)

Otros:
Arsenal de la Carraca
Arsenal de Ferrol
Arsenal de Cartagena
Disolución 1939
Alto mando
Comandantes
notables
Miguel Buiza Fdez.-Palacios,
Luis González de Ubieta,
Eduardo Armada Sabau,
Tomás de Azcárate,
Antonio Azarola y Gresillón,
Fernando Barreto Palacios,
Joaquín de Eguía y Unzueta,
José García Barreiro,
Diego de Marón Jordán,
Fernando Navarro Capdevila,
Luis Núñez de Castro Mínguez,
José Núñez Rodríguez,
Manuel Núñez Rodríguez,
Pedro Prado Mendizábal,
José María Sánchez Ferragut,
Juan Sandalio Sánchez Ferragut,
Luis Sánchez Pinzón,
Carlos Soto Romero
Insignias
Pabellón Nacional (buques) Flag of Spain(Second Republic 1931-1939).svg
Guerras y batallas
Revolución de Asturias, Guerra civil española

La Marina de Guerra de la República Española fue la fuerza naval de España durante el período conocido como la Segunda República española. Este gobierno existió desde el 14 de abril de 1931 hasta el 1 de abril de 1939. Su principal misión era defender las costas y los intereses marítimos de la República.

Historia de la Marina de Guerra Republicana

La historia de la Marina de Guerra de la República se divide en dos etapas importantes:

  • La República en paz (1931-1936): Desde que se proclamó la República en 1931 hasta el inicio de la guerra civil española en julio de 1936. Durante este tiempo, hubo intentos de cambios en las fuerzas armadas.
  • La Guerra Civil Española (1936-1939): En este periodo, la mayor parte de la flota naval se mantuvo leal al gobierno de la República. Las tripulaciones de los barcos tomaron el control, ya que muchos de sus oficiales superiores no apoyaban al gobierno.

La Marina en tiempos de paz (1931-1936)

Cuando la República comenzó en 1931, heredó una marina que había sido reconstruida después de la pérdida de las colonias de España en 1898. A principios de los años 30, algunos oficiales jóvenes pensaban que la marina era poco eficiente. Querían una fuerza naval más pequeña, moderna y adecuada a las necesidades del país.

Sin embargo, los oficiales de mayor rango estaban acostumbrados al sistema antiguo y disfrutaban de los beneficios y el prestigio de la Armada. Por eso, no vieron con buenos ojos las reformas que el nuevo ministro de Guerra, Manuel Azaña, quería implementar. Azaña buscaba modernizar las fuerzas armadas y reducir los gastos del Estado.

La falta de entendimiento entre Azaña y los oficiales más tradicionales de la Armada generó desconfianza. Se hicieron cambios en el sistema de ascensos y se redujo el número de altos mandos.

En 1935, una organización secreta de oficiales, la Unión Militar Española (UME), empezó a mostrar su oposición a la República. Para contrarrestar esto, se fundó la Unión Militar Antifascista (UMA), que luego se unió a otro grupo similar, formando la Unión Militar Republicana Antifascista (UMRA). Esta última tuvo mucha influencia entre los marineros de menor rango.

El inicio del conflicto en la Armada (julio de 1936)

Cuando el general Mola organizó un plan para derrocar al gobierno en abril de 1936, pidió la colaboración de la Armada. Su plan era controlar las bases navales de Ferrol y Cádiz, vigilar la costa norte y apoyar el levantamiento en Marruecos.

Sin embargo, en algunos barcos, los marineros y suboficiales habían formado comités para vigilar a los oficiales. Estos comités estaban conectados con la Unión Militar Republicana Antifascista (UMRA).

El 17 de julio, llegaron noticias a Madrid de que el levantamiento militar había comenzado en Marruecos. Un radiotelegrafista llamado Benjamín Balboa López, afiliado a la UMRA, interceptó un mensaje clave y alertó directamente al gobierno. También se negó a transmitir un mensaje del general Franco a las guarniciones y arrestó a su jefe. Balboa contactó con todos los buques de la Armada, animando a las tripulaciones a tomar el control si sus oficiales intentaban unirse al levantamiento.

El ministro de Marina, José Giral, ordenó a la flota dirigirse al estrecho de Gibraltar para impedir el paso de tropas desde Marruecos. Muchos comandantes de destructores intentaron unirse al levantamiento, pero sus tripulaciones se amotinaron y los arrestaron. Esto ocurrió en varios destructores, en el acorazado Jaime I y en los cruceros Libertad y Miguel de Cervantes. También las tripulaciones de varios submarinos se rebelaron contra sus oficiales.

En la base naval de Cartagena, el levantamiento no tuvo éxito. El general Toribio Martínez Cabrera, gobernador militar, se mantuvo leal al gobierno. Así, la mayoría de los destructores y otros barcos en construcción o anclados en Cartagena permanecieron del lado republicano. Lo mismo ocurrió en la base de Mahón.

Sin embargo, en las bases navales de Cádiz y Ferrol, el levantamiento sí triunfó. En Cádiz, las tropas traídas desde Ceuta y la acción de los jefes militares aseguraron el control. En Ferrol, aunque las tripulaciones del crucero Almirante Cervera y el acorazado España intentaron amotinarse, fueron finalmente controladas por las fuerzas que apoyaban el levantamiento.

El intento de los sublevados de controlar la fuerza naval fracasó en gran parte porque el mensaje clave no fue enviado de forma segura. Gracias a la acción del radiotelegrafista Benjamín Balboa, muchas tripulaciones fueron alertadas y tomaron el control de sus barcos. Esto hizo que la mayoría de la flota permaneciera leal a la República. Sin embargo, muchos oficiales experimentados fueron encarcelados o perdieron la vida, lo que afectó la eficacia de la marina republicana.

A pesar de esto, el levantamiento tuvo éxito en las importantes bases de Ferrol y Cádiz. Los barcos que estaban en reparación o construcción en esos arsenales, como los cruceros pesados de la clase Canarias, quedaron en poder de los sublevados y fueron rápidamente puestos en servicio.

Las consecuencias

En la zona republicana, los oficiales que fueron detenidos por las tripulaciones fueron entregados a las autoridades. Algunos fueron juzgados y condenados. Sin embargo, muchos otros oficiales perdieron la vida en diferentes circunstancias, a veces como reacción a la resistencia o como represalia. En la base naval de Cartagena, hubo un incidente trágico en agosto de 1936, cuando dos barcos prisión, el Sil y el España nº3, fueron asaltados y muchos detenidos perdieron la vida en el mar.

En la zona controlada por los sublevados, aquellos que se mantuvieron leales al gobierno de la República fueron considerados rebeldes. Muchos fueron ejecutados, especialmente en la base de Ferrol.

La Guerra Civil (1936-1939)

La Armada Republicana durante el conflicto

Después del levantamiento, casi toda la Armada española quedó del lado del gobierno de la República. Esto incluía el acorazado Jaime I, varios cruceros ligeros como el Libertad y el Miguel de Cervantes, dieciséis destructores, siete torpederos, doce submarinos y otros buques.

Con esta flota, la República controlaba el Estrecho de Gibraltar y el Mar Mediterráneo. Sin embargo, la flota republicana tenía dos grandes problemas:

  • Falta de oficiales experimentados: Muchos oficiales con experiencia habían sido detenidos o habían perdido la vida al inicio del conflicto. Los que quedaban no siempre eran de confianza, y los comités de los barcos a menudo interferían en el mando. Para solucionar esto, el ministro de Marina, Indalecio Prieto, reorganizó la flota, introdujo la figura del comisario político y, finalmente, eliminó los comités de los barcos en mayo de 1937. También se intentó reclutar oficiales de la Marina mercante y se fundó una Escuela Naval Popular, pero la escasez de mandos experimentados persistió.
  • Bases navales limitadas: La flota republicana solo contaba con la base de Cartagena, que tenía algunas limitaciones, como la falta de un dique seco para grandes reparaciones y un puerto pequeño que hacía a los buques vulnerables. Aunque se habilitó el puerto de Málaga como base temporal, carecía de defensas adecuadas.

Además, a diferencia de los sublevados, que recibieron un gran apoyo naval de Italia y Alemania, la República solo recibió algunas lanchas torpederas de la Unión Soviética.

A pesar de algunas victorias, como el hundimiento del crucero Baleares en la batalla del cabo de Palos en marzo de 1938, la marina republicana se centró principalmente en proteger el tráfico de barcos mercantes y asegurar el suministro de alimentos y material de guerra. Sin embargo, no siempre tuvo éxito en esta tarea.

La flota y la base de Cartagena se volvieron cada vez más importantes para la República a medida que las rutas terrestres se hacían más difíciles. Eran vistas como una posible vía de escape en caso de una evacuación.

La Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi

El Gobierno Vasco, formado en 1936, creó su propia fuerza naval, la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi. Estaba compuesta por seis barcos pesqueros grandes, a los que se les instalaron cañones. También se añadieron 27 pesqueros pequeños para tareas de dragaminas. Las tripulaciones eran voluntarios del mar. Aunque teóricamente dependía de la Marina de la República, esta marina vasca mantuvo su autonomía administrativa.

Las campañas navales

Durante la guerra civil española, las acciones en tierra fueron más importantes que las marítimas. Ambas flotas evitaron grandes enfrentamientos directos. La Marina republicana, a pesar de tener más barcos, tuvo un papel defensivo. La Marina de los sublevados, con menos recursos pero con ayuda extranjera, logró bloquear las rutas marítimas y los puertos republicanos.

El 7 de agosto de 1936, el acorazado Jaime I y el crucero Libertad bombardearon Algeciras. Poco después, bombarderos alemanes e italianos atacaron la flota republicana. Las autoridades británicas en Gibraltar no permitieron a la flota republicana usar sus puertos para repostar, mientras que sí lo permitieron a los barcos alemanes. A finales de septiembre, la República perdió el control de las aguas entre Marruecos y la península.

A partir de entonces, la marina republicana tuvo que operar desde Málaga y Cartagena. Los aviones de la Aeronáutica Naval no pudieron impedir el transporte masivo de tropas sublevadas desde Marruecos con aviones alemanes.

Después de una operación naval en el Cantábrico en 1936, la flota republicana quedó casi confinada al Mediterráneo. La mayoría de las operaciones navales en el norte quedaron a cargo de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi.

Tras la derrota de la flota republicana en la Batalla del cabo Cherchel en septiembre de 1937, Luis González de Ubieta fue nombrado jefe de la flota. Bajo su mando, la Marina de Guerra se centró en proteger los convoyes de suministros y entrenar a los marineros.

En marzo de 1938, en la batalla del cabo de Palos, los cruceros sublevados se enfrentaron a la fuerza republicana. Los destructores republicanos lanzaron torpedos, y el Lepanto impactó al crucero Baleares, hundiéndolo. Este fue un gran éxito para la República, y el comandante Luis González de Ubieta fue condecorado. Sin embargo, esta victoria no cambió el curso general del conflicto.

En los últimos meses de la guerra, algunos barcos de pasajeros fueron usados para evacuar a personas de las ciudades costeras asediadas.

La huida y rendición de la flota republicana (marzo de 1939)

En el último mes de la guerra, en Cartagena, la base de la flota republicana, hubo dos planes para oponerse al gobierno. Por un lado, militares y marinos republicanos que apoyaban al coronel Casado, quien planeaba un cambio de gobierno para negociar la paz. Por otro lado, militares y civiles que querían entregar la base y la flota a Franco.

El 4 de marzo de 1939, el grupo "profranquista" inició un levantamiento en la base naval de Cartagena. Al día siguiente, aviones sublevados bombardearon el puerto, hundiendo el destructor Sánchez Barcáiztegui. Se dio un ultimátum a la flota republicana: si no zarpaba, sería atacada por las baterías de costa. Poco antes de que terminara el plazo, la flota se hizo a la mar.

Mientras tanto, en Madrid, el coronel Casado llevó a cabo su plan. La flota, en alta mar, recibió órdenes contradictorias. Finalmente, el almirante Miguel Buiza decidió dirigirse a un puerto francés, lo que significaba entregar la flota a Franco, ya que Francia había reconocido al gobierno de Burgos. El 7 de marzo, la flota republicana llegó a Bizerta, en el protectorado francés de Túnez, donde las autoridades francesas informaron que los barcos serían entregados a Franco.

El hundimiento del Castillo de Olite, un barco que intentaba entrar en el puerto de Cartagena sin saber que la base había sido recuperada por los republicanos, fue un evento trágico con muchas víctimas.

El 31 de marzo de 1939, personal de la marina franquista llegó a Bizerta para hacerse cargo de los buques. Antes de regresar a España, se preguntó a los marineros si querían volver. De 4000 hombres, 2350 decidieron regresar. Los que volvieron fueron sometidos a un proceso de revisión, pero fue relativamente suave. Otros, como el almirante Buiza, optaron por el exilio.

La huida y rendición de la flota republicana fue un momento difícil. Se consideró que la flota no había actuado con toda la eficacia que la situación requería.

El 2 de abril, un día después del fin oficial del conflicto, los buques que habían luchado por la República zarparon hacia Cádiz, donde llegaron el 5 de abril. Al final de la guerra, 8 unidades principales de combate republicanas habían sido hundidas, y los barcos que sobrevivieron pasaron a formar parte de la Armada de la España franquista.

Consecuencias para los marinos republicanos

Los marinos que regresaron a España fueron sometidos a un proceso de evaluación. Entre 1939 y 1941, muchos fueron juzgados en consejos de guerra. Algunos fueron absueltos, otros condenados a penas de prisión. Solo dos oficiales del Cuerpo General pudieron continuar su carrera en la Marina después de la guerra.

Varios oficiales de la Armada que se opusieron al levantamiento perdieron la vida. Otros, como Miguel Buiza y Luis González de Ubieta, se exiliaron. Buiza se unió a la Legión Extranjera Francesa y combatió en la Segunda Guerra Mundial. González de Ubieta trabajó en América. Otros marinos también se exiliaron o ayudaron a los marineros que no regresaron a España.

Buques de la Marina de Guerra Republicana

La Marina de Guerra de la República Española contaba con diversas unidades navales.

Antes del conflicto (1931-1936)

  • Acorazados:

* España (1915), renombrado España en 1931. * Jaime I (1921).

  • Cruceros:

* Pesados: Canarias (1936) y Baleares (1936), en construcción. * Ligeros: * República (1923), antes Reina Victoria Eugenia. * Blas de Lezo (1924), naufragó en 1932. * Méndez Núñez (1924). * Libertad (1927), antes Príncipe Alfonso. * Almirante Cervera (1928). * Miguel de Cervantes (1930).

  • Destructores: Varias clases, incluyendo la Clase Alsedo y la Clase Churruca.
  • Otros buques:

* Portahidroaviones Dédalo (1922). * Buque de rescate de submarinos Kanguro (1920). * Buques escuela Galatea (1922) y Juan Sebastián de Elcano (1927).

  • Submarinos: Clases A, B y C.

Durante el conflicto (1936-1939)

Estos son los principales buques que permanecieron del lado republicano tras el levantamiento de julio de 1936:

  • Acorazado: Jaime I (hundido en 1937).
  • Cruceros: Méndez Núñez, Libertad, Miguel de Cervantes. El Almirante Cervera fue capturado.
  • Destructores: Alsedo, Lazaga, Sánchez Barcáiztegui, José Luis Díez, Lepanto, Churruca, Alcalá Galiano, Almirante Valdés, Almirante Antequera, Almirante Miranda, Císcar, Escaño, Gravina, Jorge Juan, Ulloa. El Almirante Ferrándiz fue hundido en 1936.
  • Submarinos: Clases B y C. Varios fueron hundidos o varados durante el conflicto.

La Aeronáutica Naval

La Aeronáutica Naval era la aviación de la Marina de Guerra de la República. Se estableció en 1920 y en 1937 se unió con la aviación del Ejército para formar las Fuerzas Aéreas de la República Española.

En 1931, la mayoría de los aviones eran antiguos. Se intentó modernizar la flota, pero había problemas para equipar los aviones con armamento. El portahidroaviones Dédalo, aunque útil para reparar aviones, era un barco viejo.

Un hecho notable ocurrió el 7 de marzo de 1934, cuando Juan de la Cierva y Codorníu logró aterrizar y despegar con su invento, el autogiro, desde la cubierta del Dédalo. Fue la primera vez en el mundo que una nave de este tipo realizaba esta hazaña en un barco.

La Infantería de Marina

En 1931, la infantería de marina española fue considerada una "fuerza colonial" debido a su papel en la guerra del Rif. El ministro de Guerra, Manuel Azaña, planeaba disolverla.

Sin embargo, el conflicto comenzó antes de que se disolviera. Las unidades de Infantería de Marina republicanas se mantuvieron y formaron parte de la nueva estructura militar. En la base de Cartagena, se usaron para proteger los barcos y las instalaciones navales, y para manejar la artillería antiaérea.

Algunas unidades de infantes de marina también participaron en combates en tierra, lejos de la costa, apoyando al Ejército Republicano español en batallas como las de Alfambra, Brunete y del Ebro.

Rangos

En la Marina de Guerra de la República, se hicieron algunos cambios en las insignias. La corona real fue reemplazada por la corona mural en los uniformes y distintivos.

Flag of Spain(Second Republic 1931-1939).svg
España (1931-1939)
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Vicealmirante Contraalmirante Capitán de Navío Capitán de Fragata Capitán de Corbeta Teniente de Navío Alférez de Navío Alférez de Fragata
General de División General de Brigada Coronel Teniente Coronel Comandante Capitán Teniente Alférez

Suboficiales y marinería

  • Marinero
  • Marinero de Primera
  • Cabo
  • Sargento
  • Brigada
  • Subayudante
  • Subteniente

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Spanish Republican Navy Facts for Kids

  • Armada española
  • Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi
  • Operación Úrsula
  • Buques retirados de la Armada Española
  • Unidades navales de la Marina de Guerra de la Segunda República Española
  • Buques utilizados en la Guerra Civil española
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Marina de Guerra de la República Española para Niños. Enciclopedia Kiddle.