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Revuelta íbera para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Revuelta íbera (197-195 a. C.)
Parte de Conquista de Hispania
Relieve de Osuna (M.A.N. Madrid) 03.jpg
Guerrero armado con falcata y escudo oval. Obra íbera, parte de las llamadas esculturas de Osuna. siglo III - I a. C. M.A.N.
Fecha de 197 a. C. a 195 a. C.
Lugar Hispania
Casus belli Cambios administrativos y fiscales, debidos a la transformación del territorio en dos provincias.
Conflicto La República envía al cónsul Marco Porcio Catón, quien consigue derrotar a los sublevados y restablecer el control de Roma.
Resultado Victoria romana
Consecuencias Prisioneros vendidos como esclavos, el resto de habitantes desarmados.
Cambios territoriales Roma restablece el control sobre Hispania.
Beligerantes
Spqrstone.jpg República romana
Ilergetes
Guerrero de Mogente.jpg Rebeldes íberos:
Celtíberos
Indigetes
Bergistanos
Lacetanos
Suessetanos
Ausetanos
Comandantes
Spqrstone.jpg Catón el Viejo
Spqrstone.jpg C. Sempronio Tuditano  
Spqrstone.jpg M. Helvio Blasión
Spqrstone.jpg Q. Minucio Termo
Spqrstone.jpg Q. Fabio Buteón
Spqrstone.jpg Publio Manlio
Spqrstone.jpg Ap. Claudio Nerón
Bilistages
Guerrero de Mogente.jpg Culcas
Guerrero de Mogente.jpg Luxinio
Guerrero de Mogente.jpg Budar
Guerrero de Mogente.jpg Besadino  (P.D.G.)
Unidades militares
~50 000 hombres: +82 000 hombres:
Bajas
Desconocidas +64 000 muertos:

La revuelta íbera (197-195 a. C.) fue una rebelión de los pueblos íberos en las provincias de Hispania Citerior e Hispania Ulterior. Estas provincias habían sido creadas por Roma para organizar el gobierno de los territorios que habían conquistado en la península ibérica. La revuelta ocurrió en el siglo II a. C. y fue una respuesta a la dominación romana.

A partir del año 197 a. C., la República romana dividió sus tierras conquistadas en el sur y este de la península ibérica en dos provincias. Estas fueron Hispania Citerior e Hispania Ulterior. Cada una era gobernada por un pretor. La causa principal de la revuelta fue el descontento por los nuevos cambios en la administración y los impuestos que Roma impuso.

La rebelión comenzó en la provincia Ulterior. Roma envió a los pretores Cayo Sempronio Tuditano a la provincia Citerior y Marco Helvio Blasión a la Ulterior. Cayo Sempronio Tuditano falleció en combate antes de que la rebelión se extendiera a su provincia. Sin embargo, Marco Helvio Blasión logró una victoria importante contra los celtíberos en la batalla de Iliturgi. La situación seguía siendo difícil, por lo que Roma envió a más pretores, Quinto Minucio Termo y Quinto Fabio Buteón. Ellos lograron algunas victorias, como en la batalla de Turda, donde Quinto Minucio capturó al líder hispano Besadino. A pesar de esto, la situación no se resolvió por completo.

Finalmente, en el año 195 a. C., Roma envió al cónsul Marco Porcio Catón con un gran ejército consular. Cuando Catón llegó a Hispania, encontró que casi toda la provincia Citerior estaba en rebelión. Las fuerzas romanas solo controlaban algunas ciudades fortificadas. Catón hizo una alianza con Bilistages, rey de los ilergetes, y también recibió el apoyo de Publio Manlio, el nuevo pretor de Hispania Citerior. Catón desembarcó en Rhode y controló la rebelión allí. Luego, se dirigió a Emporion, donde tuvo lugar la batalla más grande del conflicto. A pesar de que el ejército indígena era mucho más numeroso, Catón logró una victoria completa, causando muchas bajas al enemigo. Después de esta victoria decisiva, la provincia Citerior volvió a estar bajo el control de Roma.

La provincia Ulterior aún no estaba controlada. Catón tuvo que ir a la Turdetania para apoyar a los pretores Publio Manlio y Apio Claudio Nerón. Catón intentó aliarse con los celtíberos, que trabajaban como mercenarios para los turdetanos. No logró convencerlos al principio. Sin embargo, después de una demostración de fuerza con sus legiones, los celtíberos regresaron a sus tierras. La calma fue temporal. Cuando se corrió el rumor de que Catón regresaría a Roma, la rebelión se reanudó. Catón actuó de nuevo con rapidez y venció a los rebeldes en la batalla de Bergium. Al final, Catón vendió a los prisioneros como esclavos y desarmó a los habitantes de la provincia.

¿Por qué se rebelaron los íberos?

Archivo:Conquista Hispania
Fases de la conquista de Hispania.
Archivo:Second Punic War full-es
Desarrollo de la segunda guerra púnica.

La segunda guerra púnica estaba terminando. Los generales de Cartago, Magón Barca y Asdrúbal Giscón, se habían retirado. Esto permitió a Escipión el Africano tomar el control de todo el sur de la península ibérica.

Tiempo después, Escipión enfermó. Aprovechando esto, 8000 soldados romanos se rebelaron. Estaban descontentos porque no habían recibido su salario completo y no se les permitía saquear ciudades enemigas. Esta situación fue aprovechada por los ilergetes y otros pueblos íberos para levantarse. Sus líderes eran Indíbil (de los ilergetes) y Mandonio (de los ausetanos). Esta rebelión iba dirigida contra los procónsules Lucio Cornelio Léntulo y Lucio Manlio Acidino. Lucio Manlio logró derrotar a los ausetanos y a los ilergetes. Escipión el Africano logró controlar el motín y puso fin a la revuelta de los íberos. Mandonio fue capturado y ejecutado en el año 205 a. C., mientras que Indíbil logró escapar.

Magón Barca y Asdrúbal Giscón dejaron Gades con sus barcos y tropas para ayudar a Aníbal en la península itálica. Después de su partida, Roma controló todo el sur de Hispania. Roma dominaba desde los Pirineos hasta el Algarve, siguiendo la costa. La victoria de la República de Roma sobre Cartago en la segunda guerra púnica dejó a Hispania en sus manos.

Cuando Escipión el Africano se fue, los líderes íberos que lo habían apoyado pensaron que su lealtad era solo hacia él, no hacia la República romana. Por eso, se levantaron en armas. También se cree que otras causas de la rebelión fueron la muerte de Indíbil y Mandonio a manos de los romanos, y los altos impuestos que los hispanos debían pagar a Roma, especialmente después de que el territorio se dividiera en dos provincias.

Primeros enfrentamientos y la división de Hispania

Archivo:Montefortino-Helm A
Casco tipo Montefortino de Italia, usado por legionarios romanos.
Archivo:Hispania 1a division provincial
La nueva división provincial de Hispania en el año 197 a. C.

En el año 197 a. C., la República romana dividió sus conquistas en la península ibérica en dos provincias: Hispania Citerior (la costa este, desde los Pirineos hasta Cartagena) e Hispania Ulterior (aproximadamente la actual Andalucía). Cada una era gobernada por un pretor. Estos cambios administrativos y fiscales, y la imposición de nuevos impuestos, no fueron aceptados por las tribus locales. Por eso, en el año 197 a. C., estalló una gran revuelta en toda la zona conquistada en Hispania.

Roma envió a los pretores Cayo Sempronio Tuditano a Hispania Citerior y Marco Helvio Blasión a Hispania Ulterior. Llevaban un total de 8000 infantes y 800 jinetes. Cuando Marco Helvio llegó a su provincia, se encontró con una gran rebelión y lo informó al Senado. Muchos líderes locales se habían rebelado en Hispania Ulterior, como Culcas, al frente de 17 ciudades, y Luxinio, al mando de las fuerzas de Carmo y Bardo. También se unieron a la revuelta ciudades como Malaca, Sexi y toda la Beturia.

Poco después, la guerra se extendió a la Hispania Citerior. Su pretor, Cayo Sempronio Tuditano, murió por las heridas de una batalla a finales del año 197 a. C. La provincia quedó sin pretor hasta el año siguiente. Es probable que Marco Helvio, pretor de la Ulterior, tomara el control de la Citerior hasta que llegara el sucesor de Sempronio.

En el año 196 a. C., Quinto Minucio Termo y Quinto Fabio Buteón fueron elegidos pretores para Hispania Citerior y Hispania Ulterior, respectivamente. Recibieron refuerzos y la orden de ir rápidamente a las provincias. Quinto Minucio Termo derrotó a los rebeldes Budar y Besadino en un lugar llamado Turda. Causó 12 000 bajas a los hispanos y capturó al general Besadino. Por esta victoria, Quinto Minucio recibió el honor del triunfo al regresar a Roma en el año 195 a. C.

La victoria romana en Iliturgi

Archivo:Guerreros3
Guerreros íberos con lanza y escudo en un vaso de Lliria (Valencia).

Debido al poco éxito del pretor en Hispania Citerior en el año 196 a. C., el Senado romano declaró esta provincia como "provincia consular". Esto significaba que se necesitaba un ejército consular para controlar la situación.

En el año 195 a. C., Marco Porcio Catón, el Viejo fue elegido cónsul y se encargó de Hispania Citerior. También se eligieron pretores para Hispania Ulterior (Apio Claudio Nerón) y Hispania Citerior (Publio Manlio). Se les permitió tener más soldados debido a la emergencia. Catón embarcó con sus tropas hacia Hispania para hacerse cargo de la provincia Citerior, con Publio Manlio como ayudante.

Marco Helvio Blasión, aunque ya había entregado el gobierno de su provincia, tuvo que quedarse en Hispania por una enfermedad. Una vez recuperado, con una guardia de 6000 soldados, fue atacado por 20 000 celtíberos cerca de Iliturgi. Marco Helvio logró repeler y derrotar a los atacantes, causando unas 12 000 bajas. Iliturgi fue ocupada por los romanos. Esta victoria le valió a Marco Helvio Blasión una ovación del Senado en el año 195 a. C. Al llegar a Roma, Marco Helvio entregó a la República una gran cantidad de plata. Estas riquezas obtenidas de Hispania muestran el descontento de los pueblos indígenas, que fue una causa probable de la rebelión.

La llegada de Catón a Hispania

Archivo:Roses Zitadelle 3
La ciudadela de Rosas, posible lugar de la batalla.

El Senado romano le dio a Marco Porcio Catón el Viejo un ejército consular. Este ejército estaba formado por dos legiones, 8000 infantes, 15 000 aliados y 800 jinetes. También tenía 20 naves para transportar a las tropas. En total, sumando los refuerzos para los pretores, eran unos 50 000 hombres. Catón embarcó su ejército en 25 naves y llegó a Rhode, en el golfo de Rosas, en junio del año 195 a. C. Allí derrotó a un ejército de nativos de la zona. Cuando Catón llegó a Hispania, la situación militar era complicada. Él solo tenía unos 20 000 hombres, ya que el resto estaban con los pretores. Con estas fuerzas, Catón enfrentó la batalla.

Archivo:Marco Porcio Caton Major
El cónsul Marco Porcio Catón, el Viejo, clave en la victoria romana.

El asedio de la ciudadela

Los poblados íberos solían construirse en cerros, en lugares estratégicos. Esto les daba una ventaja importante contra los enemigos. Estaban rodeados por grandes murallas con torres de vigilancia y puertas.

La plaza de Rhode cayó en julio del año 195 a. C. Catón saqueó la ciudad y luego luchó contra los indígenas. Sofocó la resistencia de la guarnición íbera que estaba en el Puig Rom, que probablemente era la ciudadela de Rosas.

El ejército romano llega a Emporion

Archivo:Roman Wall - Empúries 2005-03-27
Muralla romana de Emporion.

El ejército romano desembarcó después en Emporion. Catón el Viejo envió las naves de vuelta a Massalia con los comerciantes. Quería que su ejército se viera forzado a luchar sin depender de suministros externos.

Tito Livio describe cómo era Emporion cuando llegó el ejército romano. La ciudad estaba dividida en dos partes por una muralla. Una parte era habitada por griegos de Focea, y la otra por hispanos. La ciudad griega estaba cerca del mar y tenía una muralla pequeña. La ciudad hispana, más alejada de la costa, tenía una muralla más grande.

Archivo:Hoja de lanza ibera - M.A.N
Punta de lanza de hierro íbera. Necrópolis de Los Collados (Almedinilla, Córdoba). siglo IV a. C.. Museo Arqueológico Nacional de España.

Marco Porcio Catón se enfrentó en Emporion a un enorme ejército hispano. Emporion era casi una isla rodeada de marismas, donde convivían la ciudad griega y la ciudad íbera. Cuando Catón y sus tropas llegaron, los habitantes griegos los recibieron muy bien.

El encuentro con los aliados ilergetes

Archivo:Noroeste Hispania
Mapa del noroeste de Hispania, con nombres de los pueblos prerromanos.

En ese momento, tres enviados ilergetes llegaron al campamento romano. Uno de ellos era el hijo del rey Bilistages. Le dijeron al cónsul que sus ciudades estaban siendo atacadas y que necesitaban ayuda inmediata. Pidieron al menos 3000 hombres. Catón respondió que entendía su peligro, pero que él tenía que luchar contra un gran ejército y no podía prescindir de ningún soldado. Los ilergetes le suplicaron ayuda, ya que solo contaban con Roma como aliado. Los demás pueblos indígenas eran ahora sus enemigos. Los enviados se fueron decepcionados. Catón no quería abandonar a sus aliados, pero tampoco podía ceder soldados. Así que ideó un plan para darles esperanza. A la mañana siguiente, Catón llamó a los enviados y les dijo que los ayudaría. Ordenó que un tercio de los soldados se prepararan para salir en dos días, y lo mismo hizo con las naves. Los enviados se fueron después de ver a los soldados embarcar. Pasado un tiempo, Catón ordenó a los soldados que desembarcaran.

Catón se quedó unos días fuera de la ciudad, observando a las tropas enemigas y entrenando a sus soldados. Durante este tiempo, Marco Helvio Blasión lo visitó. Helvio regresaba a Roma después de haber ganado en Iliturgi. Como la zona ya era segura, Helvio devolvió los hombres al pretor Apio Claudio y embarcó hacia Roma.

Preparativos para la batalla decisiva

Archivo:Castra layout
Campamento fortificado romano:
1. Principia
2. Via Praetoria (Vía pretoriana o trasversal)
3. Via Principalis (Vía principal)
4. Porta Principalis Dextra (Puerta derecha)
5. Porta Praetoria (puerta principal)
6. Porta Principalis Sinistra (Puerta izquierda)
7. Porta Decumana (Puerta trasera)

Cuando Catón sintió que sus soldados estaban listos para luchar en campo abierto, los llevó a un segundo campamento fortificado. Este campamento estaba a 3000 pasos de la ciudad, en territorio enemigo. Desde allí, por las noches, atacaba a los rebeldes, quemando sus campos y saqueando sus cosechas y ganado. Esto desmoralizaba a sus enemigos. De esta manera, Catón entrenaba a sus soldados y asustaba a los enemigos, hasta el punto de que estos cada vez salían menos de la ciudad. Además, el cónsul ordenó a 300 soldados que capturaran a un centinela para interrogarlo.

El ejército de Catón, que inicialmente tenía unos 20 000 hombres (menos las bajas de la batalla de Rhode), era superado en número por las fuerzas indígenas. El ejército rebelde que sitiaba Emporion, de unos 40 000 hombres, se dispersó parcialmente durante la época de la cosecha. Catón aprovechó este momento para atacar el campamento. Entonces el cónsul les dijo a sus hombres:

Ha llegado la ocasión que muchas veces deseasteis en la que se os presentase oportunidad para mostrar vuestro valor. Hasta este momento habéis luchado más como ladrones que como guerreros; ahora, en lucha regular, llegaréis a las manos enemigos contra enemigos; en adelante podréis no devastar los campos, sino vaciar las ciudades de sus riquezas. Nuestros antepasados estando en Hispania los generales y el ejército de los cartagineses y no teniendo ellos mismos en ella soldado alguno, quisieron, sin embargo, que en el tratado se añadiese esta cláusula, que el río Ebro sería el límite de su imperio. Ahora, cuando Hispania ha tocado en suerte a dos pretores, un cónsul y tres ejércitos romanos, cuando desde hace casi diez años no hay ningún cartaginés en estas provincias, hemos perdido nuestro imperio de más acá del Ebro. Es necesario recuperarlo con vuestras armas y vuestro valor y obligar a este pueblo, que es más temerario para la rebelión que constante para la resistencia, a aceptar de nuevo el yugo, que se ha quitado.
Marco Porcio Catón (Traducción de José Martínez Gázquez)

La estrategia de Catón en la batalla

Archivo:Legión manipular
Disposición de la legión manipular en el campo de batalla.

Durante la noche, Catón tomó la posición más ventajosa. Mantuvo una legión de reserva y colocó la caballería (equites) en los extremos de la línea. La infantería estaba en el centro. Esta era una formación típica de un ejército romano de la época republicana. Los manípulos se organizaban en tres líneas de batalla (triplex acies). Cada línea tenía un tipo de infantería pesada: hastati, princeps y triarii. Los hastati, soldados de infantería con armaduras de cuero, corazas y cascos, formaban la primera línea. Llevaban un escudo de madera, una espada llamada gladius y dos lanzas arrojadizas (pila). Los princeps, infantería pesada, formaban la segunda línea. Estaban armados y protegidos como los hastati, pero con una cota de malla más ligera. En la tercera línea estaban los triarii. Sus armas y armadura eran similares a las de los princeps, pero usaban una pica en lugar de los pila. Los equites (caballería) se situaban a los lados de la formación.

Los guerreros íberos, además de ser más numerosos, tenían armas muy efectivas. Usaban el gladius, la falcata, el soliferrum o el pugio. Este último era un puñal que Roma adoptó después para su ejército. Varios historiadores han elogiado la calidad de las armas ibéricas, especialmente sus espadas.

El desarrollo de la batalla

Archivo:Fragmento de umbo de escudo ibero de bronce (MARQ)
Fragmento de umbo de escudo íbero de bronce. Necrópolis de Cabezo Lucero (Guardamar del Segura). Primera mitad del siglo IV a. C.. Museo Arqueológico de Alicante.

Temprano en la mañana, Catón el Viejo envió tres cohortes a la valla del campamento íbero. Esto sorprendió a los hispanos, que no esperaban un ataque por detrás. El ejército romano se colocó entre los enemigos y su propio campamento. Esta maniobra forzó a los romanos a luchar, impidiendo deserciones. Catón ordenó a los atacantes que simularan una retirada. Los íberos los persiguieron de forma desordenada, saliendo de la valla del campamento. En ese momento, la caballería romana apareció por su flanco derecho. Sin embargo, fue superada y se retiró asustada, y parte de la infantería también. Catón tuvo que enviar dos cohortes de apoyo para rodear a los atacantes por la derecha.

Archivo:Falcata y elementos íberos
Falcata y otros elementos de combate íberos del Museo Arqueológico de Villena, alrededor del siglo IV a. C..

El miedo que Catón causó en las tropas hispanas igualó el miedo inicial de la caballería romana. La batalla estuvo muy igualada mientras se luchó con armas arrojadizas. En el flanco derecho, los íberos dominaban, mientras que en el izquierdo y en el centro, los romanos eran más fuertes. Además, los romanos esperaban la llegada de dos cohortes de refuerzo. Con la batalla igualada, por la noche, Catón atacó en cuña con tres cohortes de reserva. Esto creó un nuevo frente de batalla y logró que los íberos se dispersaran. Catón ordenó a la segunda legión, que había estado en la retaguardia, que atacara el campamento enemigo de noche. La legión de refresco llegó y se concentró en la valla del campamento. Allí, los hispanos lucharon ferozmente para protegerla. Catón notó que la resistencia íbera era menor en la puerta izquierda. Ordenó a los hastati y princeps de la segunda legión que se dirigieran hacia allí.

Los defensores de la puerta no resistieron el ataque y los romanos lograron entrar. Aprovechando la confusión, el resto de la legión acabó con los defensores. El ejército romano obtuvo una victoria total. Según Valerio Antias, los hispanos sufrieron 40 000 bajas en la batalla. Una vez terminados los combates, el cónsul dio descanso a sus hombres y vendió el gran botín.

Después de la batalla, no solo se rindieron los habitantes de Emporion, sino también los de las ciudades cercanas. Catón los trató correctamente e incluso los ayudó, para luego dejarlos regresar a sus casas.

El fin de los combates en la provincia Citerior

Archivo:Detalle del Vaso de los Guerreros restaurado (Edeta). Museo de Preshistoria de Valencia 01
Vaso de Edeta del Tosal de San Miguel (Valencia) con guerreros íberos.

Con la victoria en Emporion, Marco Porcio Catón había logrado la paz en toda la Hispania Citerior. Todas las ciudades en el camino hacia Tarraco se le rindieron y le entregaron a los romanos que tenían prisioneros.

Poco después, se corrió la noticia de que el cónsul se marchaba con su ejército hacia Turdetania. Algunos pueblos bergistanos aprovecharon esto para levantarse en armas. Catón controló fácilmente la revuelta en dos ocasiones. Pero en la segunda, no fue tan indulgente y vendió a los vencidos como esclavos. La estrategia de Catón fue llegar a los poblados antes de lo esperado, atacando a los rebeldes por sorpresa. Después de esto, Catón ordenó que todos los habitantes de la provincia Citerior fueran desarmados.

El cónsul llamó a los representantes de las ciudades hispanas de la zona. Quería que tomaran medidas voluntarias para no volver a rebelarse contra Roma. Como no obtuvo respuesta, Catón ordenó derribar los muros de todas las ciudades.

La guerra en la provincia Ulterior

Archivo:Puñal ibero de Almedinilla - M.A.N
Puñal íbero de antenas atrofiadas de hierro y plata, de Almedinilla. Siglos IV-III a. C.. M.A.N.

La revuelta de los turdetanos

Los pretores Apio Claudio Nerón y Publio Manlio estaban en Turdetania. Luchaban contra los propios turdetanos y contra los mercenarios celtíberos que estos habían contratado. Lograron algunas victorias. Estas victorias no fueron difíciles, ya que los pretores tenían muchos jinetes y soldados veteranos. Pero después, los turdetanos contrataron a otros 10 000 celtíberos y se prepararon de nuevo para el combate.

Después de una exitosa campaña, Catón llevó a sus tropas a Sierra Morena, en Turdetania. Fue para ayudar a los pretores Publio Manlio y Apio Claudio, en la zona donde los turdetanos tenían sus minas. Turdetanos y celtíberos, que eran mercenarios, estaban acampados en diferentes lugares. Al principio hubo algunas pequeñas batallas entre romanos y turdetanos, siempre con resultados favorables para los romanos. Los tribunos enviados por Catón intentaron convencer a los celtíberos de que se retiraran a sus tierras sin luchar. También les ofrecieron unirse al ejército romano, cobrando el doble de lo que les prometían los turdetanos. Los celtíberos pidieron tiempo para pensarlo. Pero, al unirse los turdetanos a la reunión, no se llegó a ningún acuerdo. Sin embargo, los celtíberos decidieron por su cuenta no luchar. Después de perder el apoyo militar celtíbero, los turdetanos fueron derrotados. Esta derrota significó que perdieron sus minas. Esto obligó a los turdetanos a quedarse en el valle del Guadalquivir, dedicándose a la agricultura y la ganadería.

El paso por Celtiberia

Archivo:Escudo celtibérico de bronce tipo caetra. Necrópolis de El Cuarto - La Muela de San Juan - M.A.N
Gran tachón central de un escudo circular celtíbero. M.A.N.

Catón el Viejo regresó al norte, cruzando la Celtiberia. Quería asustar a los celtíberos e impedir futuras rebeliones. También era una represalia por haberse unido a la revuelta de los turdetanos. Se dirigió hacia Segontia, porque se rumoreaba que allí se podía conseguir un gran botín. Sitió la ciudad, pero no tuvo éxito por falta de tiempo. Después, se dirigió hacia Numancia. Cerca de allí, dio un discurso a sus equites (jinetes).

Más tarde, regresó a la provincia Citerior. Dejó parte de su ejército con los pretores después de pagarles su salario a los soldados. Él se llevó siete cohortes.

Al volver de Turdetania, Catón logró el sometimiento de ausetanos, suessetanos y sedetanos. El cónsul aprovechó el descontento de sus aliados con los lacetanos. Estos habían aprovechado la expedición romana a Turdetania para atacar sus poblados. Cuando el grupo romano llegó a la ciudad de los lacetanos, Catón ordenó a parte de sus cohortes que se situaran a un lado y a las demás en el lado contrario. Luego, ordenó a los aliados, en su mayoría suessetanos, que atacaran la muralla. Los lacetanos, confiados en poder derrotar fácilmente a los suessetanos, abrieron una puerta y salieron a su encuentro. Los suessetanos huyeron y los enemigos los persiguieron. Entonces, el cónsul ordenó a las cohortes entrar inmediatamente en el poblado. Esto sorprendió a los lacetanos. Después de esto, los lacetanos se rindieron.

La tercera sublevación de los bergistanos

Archivo:Falcatas y puntas de lanza - Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba
Falcatas, puntas de lanza y glandes de honda de la provincia de Córdoba, armas típicas de los íberos.

Después, el cónsul Marco Porcio Catón se dirigió de nuevo a la provincia Citerior. Fue al territorio de los bergistanos, que se habían rebelado otra vez y resistían en la fortaleza de castrum Bergium. Al llegar a la ciudad, el líder bergistano fue a ver a Catón. Le dijo que él y su pueblo seguían siendo leales a Roma. Explicó que unos forasteros habían tomado el control de la ciudad y eran hostiles a los romanos. Además, saqueaban a los habitantes de la provincia Citerior. Así, Catón ideó una estrategia para comprobar la lealtad de los bergistanos y conquistar la plaza más fácilmente. Catón ordenó al líder bergistano que él y sus leales ocuparan la ciudadela cuando comenzara el asedio romano. El bergistano cumplió la orden. Los bandidos quedaron rodeados y fueron derrotados. Después de la batalla, Catón ordenó que los ciudadanos que habían sido leales a su plan fueran liberados. Los demás bergistanos fueron esclavizados y los bandidos extranjeros ejecutados.

Consecuencias de la revuelta

La gestión de la victoria

Archivo:Detalle del Vaso de los Guerreros restaurado (Edeta). Museo de Preshistoria de Valencia 03
Jinete íbero en el Vaso de los guerreros. Museo de Prehistoria de Valencia.
Archivo:Roma, repubblica, denario anonimo con simbolo, 211-170 ac ca. 01
Denario de la época.

Una vez que Catón el Viejo había sometido a los rebeldes hispanos entre el río Iberus y los Pirineos, se dedicó a la administración de la provincia. Durante su gobierno, los ingresos aumentaron. Esto se debió a que el Estado obtuvo más beneficios de la explotación de los recursos mineros, como la plata y el hierro. También se interesó en una gran mina de sal. Parece que Catón entendió las razones de la revuelta, que probablemente eran los impuestos excesivos. Por eso, reorganizó la recaudación, dejando más beneficios en Hispania.

Mientras Catón aún estaba en Hispania, se eligieron en Roma al nuevo cónsul que lo sucedería y a los sucesores de los pretores. Fue elegido cónsul nuevamente Escipión el Africano, rival de Catón. Los pretores elegidos fueron Publio Cornelio Escipión Nasica para la provincia Ulterior y Sexto Digitio para la Citerior. Escipión quería ser enviado a Hispania, pero el Senado decidió que el nuevo cónsul fuera a Italia, ya que las provincias hispanas habían sido pacificadas.

Gracias a los éxitos de Catón en Hispania, el Senado aprobó tres días de oraciones públicas. También decidió que los soldados que habían luchado en Hispania durante la revuelta fueran licenciados.

A finales del año 194 a. C., Marco Porcio Catón regresó a Roma con un enorme botín de guerra. Este incluía 25 000 libras y 123 000 piezas de plata, 540 piezas de plata de Osca (Huesca) y 1400 libras de oro. Todo esto lo había quitado a los pueblos hispánicos en sus acciones militares. El Senado le concedió celebrar un triunfo. Catón repartió parte del botín entre los soldados que habían servido bajo sus órdenes.

La victoria en la guerra de Hispania fue un gran impulso para la carrera de Marco Porcio Catón. Le permitió alcanzar el mismo nivel militar que sus adversarios. Este éxito le permitió, en particular, competir con su gran rival Escipión el Africano.

Cuando Catón el Viejo regresó a Roma y llegaron los nuevos pretores a las provincias hispanas, hubo otra rebelión. El pretor Sexto Digitio se enfrentó muchas veces a los rebeldes, perdiendo hasta la mitad de sus tropas en los combates.

La continuación de la conquista

Celtiberia

Archivo:Ethnographic Iberia 200 BCE-es
Los pueblos prerromanos de Hispania hacia el año 200 a. C.
Archivo:Fíbula celtíbera de Lancia (M.A.N. 22925) 02
Fíbula celtíbera de bronce con un jinete. Siglos III-II a. C.. M.A.N.

En Hispania, la conquista continuó después de las acciones de Catón. El procónsul Marco Fulvio Nobilior combatió otras rebeliones. Después, Roma comenzó la conquista de Lusitania. Hubo dos victorias importantes: en el año 189 a. C., la obtenida por el procónsul Lucio Emilio Paulo Macedónico, y en el año 185 a. C., la obtenida por el pretor o procónsul Cayo Calpurnio Pisón.

La conquista de la Celtiberia comenzó en el año 181 a. C. con Quinto Fulvio Flaco. Él logró vencer a los celtíberos y someter algunos territorios. Por esto, recibió el honor de una ovación en el año 191 a. C. Sin embargo, la mayor parte de las operaciones de conquista y pacificación las llevó a cabo el pretor Tiberio Sempronio Graco entre los años 179 a. C. y 178 a. C. Sempronio tomó unas treinta ciudades y aldeas. Usó diferentes estrategias, a veces negociando y otras veces fomentando la rivalidad entre celtíberos y vascones. También fundó la nueva ciudad de Graccuris o Gracurris sobre la ciudad ya existente de Ilurcis.

Lusitania

A partir del año 155 a. C., surgieron problemas en la Lusitania. El líder Púnico realizó importantes campañas en territorio romano. Saqueó zonas en la Bética y llegó hasta la costa del mar Mediterráneo, con los vetones como aliados. Logró grandes victorias contra los pretores romanos Marco Manlio y Lucio Calpurnio Pisón.

A partir del año 147 a. C., la república se enfrentaría a un nuevo enemigo lusitano, el pastor Viriato. Él se convertiría en un gran problema para Roma, tanto que lo llamaron "el terror de Roma". Viriato logró escapar de una masacre en el año 151 a. C. y luego se rebeló, obteniendo varias victorias contra los romanos. También conquistó varias ciudades, como Tucci y la región de Bastetania. Fue asesinado alrededor del año 139 a. C.

Las fuentes de información

Archivo:Plutarch
Vidas paralelas, de Plutarco.

El estudio de este conflicto ha sido más detallado que el de otras campañas similares en Hispania. Esto se debe probablemente a la figura de Catón el Viejo y sus escritos, que interesaban mucho a los autores posteriores. Entre ellos, destacan Plutarco y Apiano, pero sobre todo Tito Livio. Livio fue quien narró los acontecimientos con mayor extensión y profundidad. Sin embargo, ningún autor ha cubierto la campaña en su totalidad.

Catón

En sus escritos, Catón destacó sus éxitos, especialmente al conseguir el triunfo. Esto aumentó los elogios que se hacía a sí mismo. Además, este fue el único momento en su carrera en el que tuvo el mando supremo en un conflicto. Por eso, es lógico que Catón mostrara este éxito para defender su consulado y responder a las críticas de sus oponentes. Toda la narración de la campaña se habría incluido en su obra posterior las Origenes, probablemente en el libro quinto, del que se conservan algunos fragmentos.

Plutarco

La biografía de Catón el Viejo escrita por Plutarco (Vidas paralelas, Cato Maior) es la más detallada e influyente para conocer al personaje. Su fuente es el propio Catón, como Plutarco indica varias veces. También se basa en Polibio, quien a su vez fue fuente de Cornelio Nepote, de quien Plutarco también obtuvo información. La obra de Plutarco, además, recopila información de varios autores, lo que permite tener una visión completa del personaje.

Apiano

Apiano narra la campaña en su obra Iberia, específicamente entre los capítulos 39 y 41. Según E. Gabba, Apiano es un autor confiable dependiendo de su fuente para cada tema. En este caso, parece que Apiano usó las fuentes más fiables. En gran parte, se basa directamente en el propio Catón para narrar los sucesos, mientras que en otras se basa en Livio. En el capítulo 41, sobre la destrucción de las murallas, parece que Apiano modifica la versión de Livio o que recoge esa manipulación de un autor posterior.

Tito Livio

El relato que Tito Livio hace de la campaña es el más extenso y completo de los que se conservan. Es la referencia principal para reconstruir la historia. Es importante destacar que varios episodios del conflicto solo se encuentran en su obra, como la descripción de Emporion. Livio trata a Catón el Viejo de una manera diferente al resto de su obra, con muchos detalles. La narración de los acontecimientos se encuentra en los libros XXXIII y XXXIV de su obra Ab Urbe condita libri. La principal fuente de Livio para la narración del conflicto es el propio Catón. Para asuntos más generales, se basó en la crónica oficial de las acciones del Senado. Livio es, a su vez, la principal fuente de otros autores posteriores, como Frontino.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Iberian revolt Facts for Kids

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Revuelta íbera para Niños. Enciclopedia Kiddle.