Juan José de Austria para niños
Datos para niños Juan José de Austria |
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![]() Retrato de Don Juan José de Austria (c. 1678), obra de Juan Carreño de Miranda (Museo de Bellas Artes de Budapest).
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![]() Virrey de Aragón |
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1669-1678 | ||||||||||||||||||||||||||||
Predecesor | Pedro Pablo Jiménez de Urrea | |||||||||||||||||||||||||||
Sucesor | Lorenzo Onofre Colonna | |||||||||||||||||||||||||||
![]() Gobernador de los Países Bajos |
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1656-1659 | ||||||||||||||||||||||||||||
Predecesor | Leopoldo Guillermo de Habsburgo | |||||||||||||||||||||||||||
Sucesor | Luis de Benavides Carrillo | |||||||||||||||||||||||||||
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Información personal | ||||||||||||||||||||||||||||
Tratamiento | Serenidad | |||||||||||||||||||||||||||
Nacimiento | 7 de abril de 1629 Madrid, España |
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Fallecimiento | 17 de septiembre de 1679 Madrid, España |
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Sepultura | Panteón de Infantes del Monasterio de El Escorial | |||||||||||||||||||||||||||
Religión | Iglesia católica | |||||||||||||||||||||||||||
Familia | ||||||||||||||||||||||||||||
Casa real | Casa de Austria | |||||||||||||||||||||||||||
Dinastía | Casa de Habsburgo | |||||||||||||||||||||||||||
Padre | Felipe IV de España | |||||||||||||||||||||||||||
Madre | María Calderón | |||||||||||||||||||||||||||
Hijos |
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Información profesional | ||||||||||||||||||||||||||||
Lealtad | Monarquía hispánica | |||||||||||||||||||||||||||
Fuerza | General | |||||||||||||||||||||||||||
Conflictos |
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Juan José de Austria (nacido en Madrid el 7 de abril de 1629 y fallecido en la misma ciudad el 17 de septiembre de 1679) fue un importante político y militar español. Era hijo del rey Felipe IV de España y de la actriz María Calderón.
Contenido
- Los primeros años de Juan José de Austria
- ¿Qué hizo Juan José en Nápoles?
- El virreinato de Sicilia
- Juan José en Cataluña (1651–1656)
- Gobernador de los Países Bajos (1656-1659)
- Últimas acciones de Juan José en Flandes
- Juan José, capitán general en la guerra contra Portugal
- Oposición a Mariana de Austria
- ¿Cómo era Juan José de Austria?
- Galería de imágenes
- Véase también
Los primeros años de Juan José de Austria
Juan José nació en Madrid la noche del 6 al 7 de abril de 1629. Fue registrado en el libro de bautizos como "hijo de la tierra", un término que se usaba para niños de padres no conocidos públicamente. Su padrino fue un caballero de la Orden de Calatrava.
De niño, Juan fue cuidado por una mujer llamada Magdalena en León. Después de su fallecimiento, se mudó a Ocaña, donde recibió una excelente educación. Sus maestros fueron el jesuita Jean-Charles de la Faille, experto en matemáticas, y Pedro de Llerana y Bracamonte, un teólogo.
Juan José siempre mostró gran interés por aprender y tenía facilidad para escribir, una habilidad que le sería muy útil en su carrera política. También era hábil con las armas y los caballos, y le gustaba la caza, como era común en la Casa de Austria.
En 1642, cuando tenía trece años, el rey Felipe IV lo reconoció oficialmente como su hijo. Se decidió que la Reina y el Príncipe se dirigirían a él como "mi hijo" o "mi hermano". Otras personas debían llamarlo "Serenidad", y los cardenales, "Alteza".
En 1636, Felipe IV lo nombró en secreto Gran Prior de la Religión de San Juan en Castilla y León. Este nombramiento se hizo oficial en 1642.

En 1643, el rey quiso enviarlo a Flandes como gobernador, pero la gente de Flandes no estuvo de acuerdo con un gobernador tan joven.
El 28 de marzo de 1647, su padre le dio el título de "Príncipe de la Mar". Esto significaba que estaría a cargo de todas las fuerzas marítimas de España. Juan José se trasladó a Sanlúcar de Barrameda para estar cerca de la Armada y esperar órdenes.
¿Qué hizo Juan José en Nápoles?
La revuelta en Nápoles

En diciembre de 1646, en Nápoles, la gente sufría por epidemias, hambre y sequía. El virrey de Nápoles, duque de Arcos, impuso un impuesto sobre la fruta, que era muy importante para la población. El pueblo protestó y el virrey prometió quitar el impuesto, pero no lo hizo.
El 7 de julio de 1647, un pescador llamado Masaniello lideró una revuelta. La gente llegó al palacio del virrey pidiendo que se eliminaran los impuestos. El duque de Arcos tuvo que huir. Nápoles se llenó de disturbios bajo el mando de Masaniello.
El duque de Arcos tuvo que suspender los impuestos y se reunió con Masaniello. Sin embargo, Masaniello se volvió muy autoritario y el pueblo se cansó de él. Fue asesinado el 16 de julio de 1647.
Después de la muerte de Masaniello, la revuelta se volvió más fuerte y buscó la independencia, con el apoyo de Francia. Los napolitanos se manifestaron contra el rey de España y apoyaron al duque de Guisa, Enrique de Lorena, quien llegó a Nápoles en secreto.
Juan José al mando de la Armada
El 17 de abril de 1647, Felipe IV ordenó a Juan José que fuera a Cádiz y luego a Menorca para investigar la flota francesa. La Armada de Juan José tenía seis galeras y muchos barcos de guerra.
Mientras tanto, llegaron noticias de que barcos franceses con soldados se acercaban a Barcelona para atacar Tarragona o Tortosa. Juan José se dirigió rápidamente a Tarragona para proteger la zona.
Desde Madrid, llegó una orden para que Juan José y su Armada fueran a Italia. Se pensó en ayudar a Nápoles para evitar que los problemas allí fueran tan grandes como en Cataluña y Portugal. Juan José viajó a Italia con órdenes de luchar contra la Armada francesa si la encontraba.
El 1 de octubre de 1647, la Armada llegó a Nápoles. El duque de Arcos le informó a Juan José sobre la situación.

El 12 de octubre de 1647, Juan José se reunió con los ministros del gobierno. Acordaron que la mejor solución era negociar, pero que Juan José debía hacerlo personalmente, ya que el duque de Arcos era odiado por el pueblo.
Mientras se negociaba, Juan José ordenó el desembarco de 3000 soldados para ocupar puntos clave de la ciudad. El pueblo eligió a cuatro representantes para hablar con Juan José. Pidieron la entrega del Castel Sant'Elmo, la renuncia del duque de Arcos, una amnistía general y que se cumplieran las promesas del virrey.
Juan José se mostró dispuesto a hacer concesiones si el pueblo mostraba buena voluntad. Sin embargo, la revuelta napolitana ya se había convertido en un movimiento separatista con ayuda francesa.
Finalmente, con el apoyo de la nobleza, el rey destituyó a Arcos y Juan José tomó el control del gobierno napolitano. Felipe IV le dio autoridad para "hacer lo que juzgare conveniente" para la paz en Nápoles.
El 27 de enero de 1648, el duque de Arcos abandonó Nápoles.
Poco después, el rey nombró al conde de Oñate como nuevo virrey interino.

El 1 de marzo de 1648, el conde de Oñate llegó a Nápoles. Ante la posible llegada de la flota francesa, Oñate y Juan José decidieron invadir la ciudad con 2000 soldados y 100 caballos.
La gente empezó a colaborar, cansada de la situación. El duque de Guisa intentó escapar, pero fue capturado y llevado al castillo de Gaeta. Poco a poco, todas las ciudades se sometieron al rey de España.
Juan José concedió privilegios al Reino de Nápoles para aliviar los impuestos. Aunque el rey le ofreció el gobierno de Nápoles de forma definitiva, Juan José no aceptó. Felipe IV lo nombró entonces virrey de Sicilia.
Un gran retrato ecuestre de Juan José, pintado por José de Ribera en 1648, muestra su intervención en el virreinato.
El virreinato de Sicilia
Juan José llegó a Mesina el 27 de septiembre de 1648. El 27 de diciembre, tomó posesión oficial del gobierno de Sicilia.
Como virrey, Juan José ganaba 2.406 escudos al mes. Además, la ciudad de Mesina le daría 60.000 escudos anuales para sus gastos. Un acuerdo importante fue que los virreyes debían vivir en Mesina durante 18 meses seguidos.
Juan José también recibió órdenes de reducir el número de soldados en Sicilia para ahorrar dinero. Sin embargo, estos planes no se llevaron a cabo por la corta estancia de Juan José en la isla y la falta de recursos.
Recuperación de Porto Longone y Piombino
Una de las misiones más importantes de Juan José en Sicilia era recuperar Porto Longone y Piombino, que habían sido conquistadas por Francia en 1646.
Se preparó una estrategia detallada para recuperar estas plazas. El rey nombró al conde de Oñate como teniente de Juan José en el mando de las fuerzas marítimas. Esto molestó a Juan José, quien quería ser el líder principal de la operación.
A pesar de los preparativos, la operación se pospuso porque el conde de Oñate tuvo que enviar soldados a España para luchar en Cataluña.
Cuando la Paz de Westfalia debilitó a los aliados de Francia y la Fronda (una revuelta interna en Francia) los distrajo, Cataluña dejó de ser una prioridad para Francia.
La situación económica en Sicilia era difícil, lo que complicaba mantener la Armada. Juan José tuvo que usar la cosecha para alimentar a los soldados y vender propiedades para reparar los barcos.
A finales de año, una conspiración en Palermo causó una crisis política. Juan José fue a Palermo y permaneció allí desde el 11 de diciembre hasta el 23 de marzo de 1650 para calmar la revuelta.
Finalmente, en la primavera de 1650, se pudo iniciar la campaña para recuperar Porto Longone y Piombino. El 11 de mayo, Juan José partió de Sicilia con su flota. Se encontró con la flota del conde de Oñate en Gaeta.
Los ataques a ambas plazas fueron al mismo tiempo. Piombino se rindió primero, el 19 de junio. Todos los esfuerzos se concentraron entonces en Porto Longone.
Los ataques se intensificaron en julio. Los sitiados se dieron cuenta de que no recibirían ayuda y los españoles lograron la victoria.
El 31 de julio se firmaron los acuerdos. El 15 de agosto, Juan José presenció la salida de los sitiados y la entrada de las tropas españolas. Inmediatamente después, regresó a Sicilia, haciendo una entrada triunfal en Palermo el 28 de agosto.
El gobierno de Sicilia
De vuelta en Sicilia, Juan José se enfrentó a los problemas de la isla. Políticamente, intentó centralizar el poder, quitando algunas concesiones a los sicilianos.
Económicamente, la falta de dinero en Sicilia obligó a Juan José a imponer nuevos impuestos para recaudar fondos. También propuso reducir gastos para beneficiar las finanzas reales.
Militarmente, y a pesar de las órdenes iniciales, Juan José aumentó las fuerzas militares en Sicilia, siguiendo instrucciones de Madrid.
Sin embargo, la mayoría de estos proyectos no se completaron durante su virreinato, ya que su estancia en la isla fue corta y el reino carecía de los recursos necesarios.
Salida de Sicilia
El rey le ordenó a Juan José que dejara Sicilia para unirse a la lucha por recuperar Cataluña.
Juan José estaba contento con estas órdenes, ya que deseaba participar en acciones militares importantes.
Con su partida de Sicilia, Juan José terminó su primera participación en las grandes empresas de la Monarquía Hispánica. A partir de entonces, su vida estaría marcada por su presencia en importantes eventos políticos y militares.
Juan José en Cataluña (1651–1656)
Esfuerzos para recuperar Cataluña (1651–1652)
El 11 de julio de 1651, Juan José llegó al Principado de Cataluña. En Tarragona, se reunió con el marqués de Mortara, virrey de Cataluña. Juntos consideraron la posibilidad de sitiar Barcelona. Era un buen momento porque la guerra con los Países Bajos había terminado, el frente portugués estaba casi abandonado y Francia tenía problemas internos (la Fronda). Además, había una guerra civil en Cataluña entre los que apoyaban a España y los que apoyaban a Francia.
Entre agosto y octubre de 1651, las tropas de Juan José cercaron Barcelona. En la primavera de 1652, la resistencia de la ciudad se hizo insostenible. El objetivo principal era impedir que entraran hombres y alimentos a Barcelona.
Los intentos franceses de romper el cerco fracasaron, y la ciudad sufrió de hambre. A finales del verano de 1652, la rendición de Barcelona era inminente.
Acuerdos de Barcelona

El 5 de mayo de 1652, el rey Felipe IV autorizó a su hijo a ofrecer un perdón general a los catalanes.
El 27 de septiembre, los consejeros de la región se reunieron con el virrey francés, La Mothe, para proponer un acuerdo con Juan José.
La ciudad de Barcelona presentó 34 puntos para las negociaciones de paz, que incluían:
- Confirmación de las leyes y costumbres de Barcelona y Cataluña.
- Ratificación de un consejero creado por el rey francés.
- Garantía de que las tropas se alojarían según las leyes catalanas.
- Renuncia de la Corona a cobrar ciertos impuestos.
El 9 de octubre de 1652, Juan José envió una carta a Barcelona concediendo el perdón. Oficialmente, el perdón llegó el 11 de octubre de 1652. Juan José se mantuvo al margen de las negociaciones entre Madrid y Barcelona. Al mismo tiempo, Juan José y el mariscal La Mothe acordaron las capitulaciones.
Virrey de Cataluña (1653–1656)

El 28 de enero de 1653, Juan José fue nombrado virrey del principado de Cataluña, aunque ya actuaba como tal desde su entrada en Barcelona el 13 de octubre de 1652.
Juan José se esforzó por agradar a la burguesía y borrar los malos recuerdos de la guerra civil.
Convocó las cortes catalanas el 31 de marzo de 1653, a pesar de las protestas de Barcelona. El objetivo era conseguir ayuda del Principado para la guerra contra Francia y resolver el problema del alojamiento del ejército.
El 4 de junio de 1653, los tres grupos (eclesiástico, militar y real) acordaron un subsidio de 500.000 libras anuales durante tres años.
En cuanto al Consejo de Ciento, después del perdón a Barcelona, Juan José pudo elegir a personas leales al gobierno de Madrid. La Diputación también fue controlada por Madrid a partir de 1654.
Militarmente, después de la rendición de Barcelona en 1652, las tropas francesas se habían retirado de Cataluña, excepto de Rosellón y Rosas. A principios de 1653, los franceses lanzaron una ofensiva y ocuparon Castellón de Ampurias y Figueras. En el verano, sitiaron Gerona.
Los franceses asaltaron Gerona varias veces en agosto, pero la ciudad se defendió valientemente.
El 15 de septiembre, Juan José salió de Barcelona con un ejército de unos 5.300 soldados de infantería y 1800 de caballería. La batalla fue dura, pero Juan José logró la victoria.
En 1654, la campaña fue más favorable para los franceses, quienes avanzaron hacia el sur bajo el mando del Príncipe de Conti. En el verano, ocuparon Villafranca. En octubre, invadieron la Cerdaña y entraron en Seo de Urgel. También ocuparon Camprodón, Ripoll, Olot, Bagá y Berga. A mediados de noviembre, llegaron a Vich pero no lograron tomar la ciudad.
Esta difícil situación hizo que Juan José pensara en ser relevado del gobierno de Cataluña. Sin embargo, el Consejo le negó la licencia. En otoño, Juan José se trasladó a Vich.
En la campaña de 1655, los franceses mantuvieron la iniciativa, pero los españoles mostraron mayor capacidad ofensiva. El problema para España seguía siendo la falta de dinero y hombres.
En octubre de 1655, Juan José obtuvo una importante victoria, recuperando Berga y capturando a muchos prisioneros.
El 8 de diciembre de 1655, Juan José repitió el éxito militar en Solsona, tras lo cual impuso una dura represión en la ciudad.
Así terminó la participación militar de Juan José en Cataluña, antes de su partida hacia los Países Bajos. La guerra en la frontera de los Pirineos continuó hasta la firma de la Paz de los Pirineos en 1659.
Gobernador de los Países Bajos (1656-1659)
El 4 de marzo de 1656, Juan José partió del puerto de Barcelona con dos galeras. Después de un viaje complicado, llegó a Cerdeña, luego a Génova y después a Milán. Allí recogió al marqués de Caracena, gobernador de Milán, para llevarlo a Flandes como gobernador de las Armas.

Finalmente, Juan José llegó a Colonia. El 11 de mayo, se encontró cerca de Lovaina con el archiduque Leopoldo. Después de varias reuniones, Juan José llegó a Bruselas, donde fue muy bien recibido por la gente.
Parece que Juan José se reunió pronto con el futuro Carlos II de Inglaterra, quien estaba en Brujas como invitado de Felipe IV, esperando la caída de Cromwell para restaurar la monarquía en Inglaterra.
Instrucciones para Juan José
Juan José llegó a Flandes con instrucciones claras sobre lo que se esperaba de él:
- Cuidar la religión católica y proponer personas adecuadas para cargos eclesiásticos.
- Mantener la justicia, tanto civil como militar, castigando los abusos de los soldados.
- Crear una Junta de Hacienda para gestionar las cuentas de las provincias.
- Reformar el Ejército, reduciendo el número de oficiales y soldados para ajustarse a los recursos del país.
- Gestionar las relaciones con los países vecinos:
* Guerra abierta con Francia e Inglaterra. * Mantener la buena paz con los Países Bajos. * Mantener la amistad con Dinamarca. * Recordar los tratados comerciales con las ciudades hanseáticas. * Ser prudente en las relaciones con Suecia debido a su creciente poder.
Juan José se dio cuenta de que el principal problema en Flandes era económico, debido a la guerra y la dificultad para recibir ayuda de otros reinos. Por ello, pidió al rey un poder similar al que tenía el archiduque Leopoldo, que le permitiera vender o hipotecar propiedades para cubrir los gastos si el dinero no llegaba a tiempo.
Felipe IV accedió a darle este poder, lo que dio un respiro a la situación.
Campaña de 1656

Después de llegar a Bruselas, Juan José se informó sobre la situación de la guerra en Flandes. Las necesidades eran grandes, especialmente en el aspecto económico, por lo que las donaciones de las provincias eran la principal fuente de ingresos.
Juan José reunió a los principales líderes de su ejército, como el Príncipe de Condé y el marqués de Caracena, y propuso ir al rescate de la plaza de Valenciennes.
La situación de Valenciennes era peligrosa por la escasez de pólvora y la poca guarnición. El ejército de Juan José se atrincheró cerca del enemigo. Se planearon cuatro ataques.
El 15 de julio, por la noche, comenzó la acción. Al amanecer, el ejército del mariscal De la Ferté estaba desorganizado y él fue hecho prisionero. El triunfo de Valenciennes elevó mucho la moral de los soldados en Flandes.
A principios de agosto, Juan José sitió la plaza de Condé, que se rindió el 18 de agosto.
Labor diplomática de Juan José
Además de las batallas, Juan José también tuvo una activa labor diplomática. Sus relaciones con Inglaterra fueron importantes, ya que este país estaba dividido entre el gobierno de Oliver Cromwell y el exilio del futuro Carlos II. También se ocupó de confirmar acuerdos con las Provincias Unidas.
Francia intentó negociar la paz con España, pero pedía grandes ventajas. Las conversaciones se rompieron en septiembre de 1656 porque las demandas francesas eran "fuera de razón" y afectaban el "honor" del rey.
Con respecto a la Inglaterra de Cromwell, las hostilidades continuaron. Sin embargo, las fragatas españolas lograron capturar varios barcos ingleses.
Las relaciones con el futuro Carlos II se basaban en un tratado de alianza ofensiva-defensiva firmado el 12 de abril de 1656. España se comprometía a ayudar al monarca inglés con 4000 soldados de infantería y 2000 de caballería. A cambio, Carlos II, una vez coronado, ayudaría a Felipe IV a recuperar Portugal y devolvería las colonias americanas ocupadas desde 1630.
Campaña de 1657
La campaña de 1657 comenzó temprano. En marzo, las tropas españolas tomaron la plaza de Saint-Ghislain.
Después de este éxito, hubo una interrupción debido a problemas económicos y, posiblemente, a las tensiones entre Juan José y el Príncipe de Condé.
Mientras tanto, el mariscal Turenne invadió las costas flamencas con 25.000 soldados, y De la Ferté hizo lo mismo en Luxemburgo con 15.000 hombres.
El 25 de mayo de 1657, los franceses sitiaron Dunkerque, una plaza muy importante. Juan José sabía que la situación era extremadamente difícil.
Las desgracias continuaron en 1657, ya que De la Ferté tomó la plaza de Montmedy, que protegía la frontera de Luxemburgo.
Juan José quiso recuperar alguna plaza en el interior, como Danvilliers, pero tuvo que desistir porque los franceses atacaron Saint Venant, que finalmente se rindió. Los franceses seguían avanzando sin parar.
Juan José también tuvo que abandonar sus planes de recuperar Mardick debido al mal tiempo, la escasez de tropas y la fuerte guarnición enemiga.
Campaña de 1658: el desastre de los ejércitos hispánicos
Al finalizar la campaña de 1657, Juan José presidió una reunión donde se discutieron las dificultades para la siguiente campaña: falta de hombres, dinero y alojamiento para las tropas, y la inferioridad de las fuerzas españolas frente a las francesas.
En mayo, los franceses atacaron Ostende, pero las fuerzas de Flandes estaban preparadas y los rechazaron.
Sin embargo, este buen inicio no fue significativo, ya que las cosas empeoraron para la Monarquía Hispánica.
Dunkerque fue el comienzo del desastre. Era el principal objetivo francés, prometido a Cromwell en su alianza. Era un puerto crucial que dominaba el Mar del Norte. Los franceses, liderados por Turenne, sitiaron Dunkerque con la ayuda inglesa, que bloqueó el puerto por mar. La ciudad estaba en malas condiciones y sin suficientes refuerzos.
Ante esto, Juan José celebró una Junta de Guerra. Sus fuerzas eran de unos 14.000 hombres, frente a más de 20.000 del enemigo.
Las tropas de Juan José llegaron a Fournès el 10 de junio, pero sin artillería ni pólvora debido a retrasos. A pesar de todo, el 13 de junio salieron de Fournes y se acercaron a las líneas enemigas.
La infantería de Juan José ocupó las Dunas, pero el enemigo era muy superior. El combate fue muy desigual y las tropas españolas tuvieron que retirarse, sufriendo muchas bajas.
Quizás el socorro de Dunkerque se decidió con demasiada prisa. Las fuerzas llegaron sin artillería. Pero si no hubieran ido, la plaza habría caído de todos modos.
Este fracaso hizo que Juan José considerara seriamente la necesidad de una paz rápida. Sin embargo, el Consejo en Madrid ignoró su propuesta y animó al rey a continuar la campaña. A finales de junio de 1658, Juan José dio Dunkerque por perdida. Su nueva estrategia era dificultar los futuros objetivos enemigos enviando infantería a las plazas más importantes.
Juan José se instaló con las tropas entre Fournès y Nieuwpoort para proteger las plazas costeras. El 26 de junio, recibió la noticia de la rendición de Dunkerque.
Los franceses entregaron este importante puerto a los ingleses, como habían acordado. Poco después, se rindieron Bergas y Fournes.
El 30 de agosto, la villa de Gravelinas también cayó en manos de las fuerzas franco-inglesas.
Ypres era la siguiente plaza deseada por los franceses. Juan José y sus mandos militares decidieron no arriesgar el resto del país para socorrer Ypres, ya que las esperanzas de éxito eran muy bajas.
La situación era crítica. Si Ypres caía, Nieuwpoort y Ostende quedarían en una posición muy delicada. Si intentaban socorrerla, corrían el riesgo de dejar desprotegidas las plazas centrales del país, especialmente Bruselas.
Así, las tropas se distribuyeron en diferentes ciudades. El 25 de septiembre, el gobernador de Ypres se vio obligado a rendirse.
Todas las principales plazas flamencas habían caído en manos de Francia. La situación era crítica y la paz se hacía necesaria.
Últimas acciones de Juan José en Flandes
La situación en Flandes era insostenible. Juan José propuso dos soluciones:
- Formar un ejército auxiliar con el rey de Hungría para defender Flandes de las invasiones inglesas.
- Establecer la paz con Francia.
Desde Madrid, se decidió ordenar a Juan José que realizara una expedición a Inglaterra acordada con el rey inglés. Si esto no era posible o fracasaba, debía negociar con el gobierno de Cromwell.
Pero Juan José no quería hacer ninguna expedición contra Inglaterra, ya que no confiaba en los acuerdos entre Felipe IV y el rey inglés. Por ello, consideró seriamente la posibilidad de una alianza amistosa con Cromwell para intentar conseguir la paz con Francia.
Mientras tanto, Cromwell falleció.
Juan José abandona Flandes
En octubre de 1658, Felipe IV ordenó a su hijo regresar a la Península, una vez terminada la campaña, para hacerse cargo del mando del Ejército de Portugal.
A principios de 1659, el rey de España se centró en el conflicto portugués, lo que aceleró los acuerdos de paz en Flandes entre Francia y España.
Luis de Haro y Guzmán encargó a Juan José que reclutara 3000 soldados valones para la guerra contra Portugal.
El 1 de marzo de 1659, Juan José salió de Bruselas, dejando al marqués de Caracena como gobernador interino de los Países Bajos.
Poco después, el 7 de noviembre de 1659, se firmó la Paz de los Pirineos entre Luis de Haro y el cardenal Mazarino, poniendo fin a casi 25 años de guerra entre Francia y España.
Juan José, capitán general en la guerra contra Portugal
Felipe IV firmó la Paz de los Pirineos esperando que llevara a la recuperación de Portugal.
Juan José, aprovechando el inicio de las negociaciones de paz, regresó a la Península en 1659, pasando por París, donde se reunió con la reina de Francia. Sin embargo, no fue a Portugal hasta que se firmaron los tratados de paz.
El 20 de febrero de 1661, Felipe IV le dio oficialmente el título de Capitán General de la Conquista del Reino de Portugal. Se ordenó formar un ejército en las fronteras de Extremadura para atacar a Portugal.
Además de su título, Juan José recibió amplios poderes como gobernador de la provincia para la guerra contra los portugueses.
El 21 de marzo de 1661, Juan José llegó a Zafra, donde fue recibido por las autoridades locales.
La campaña de 1661 se retrasó por la llegada de Juan José y los preparativos. El primer objetivo fue recuperar Arronches, que era una buena plaza para alojar al ejército. Juan José la atacó con 1500 caballos y 500 soldados de infantería. La artillería comenzó a disparar.
Pronto se abrió una brecha en la plaza, y en solo cinco horas, sus habitantes se rindieron y pidieron clemencia a Juan José.
La facilidad con la que se rindió Arronches el 16 de junio de 1661, dio grandes esperanzas de una victoria rápida sobre Portugal. Sin embargo, Juan José no fue tan optimista al ver la verdadera situación de las fuerzas españolas.
En agosto, Juan José decidió dividir su ejército entre Badajoz, Olivenza, Arronches, Alburquerque y Alcántara para poder reunirlo rápidamente si era necesario. El calor intenso impidió que los portugueses dieran batalla.
Después del verano, las fuerzas de Extremadura tomaron Alconchel, un castillo cerca de Olivenza.
Mientras tanto, el marqués de Viana, con el ejército de Galicia, había fracasado en el sitio de Valença do Minho (19 de agosto). El duque de Osuna también había retrocedido.
Además, en 1661, Carlos II de Inglaterra, quien había sido protegido por Felipe IV, se casó con Catalina de Braganza, hermana del rey Alfonso VI de Portugal. Este matrimonio incluyó la cesión de Tánger y Bombay a los ingleses, lo que perjudicó a la Monarquía Hispánica.
Campañas de 1662, 1663 y 1664
Para la campaña de 1662, Juan José recibió órdenes de entrar en Portugal con las fuerzas de Extremadura, que incluían milicias de Extremadura, Castilla y Andalucía, así como soldados alemanes, lombardos y napolitanos.
Al principio, se lograron rendiciones de varias torres de vigilancia y se interceptaron cartas que avisaban de un gran ejército portugués en Estremoz.
Juan José envió un mensajero a Estremoz para informar que el ejército castellano buscaría al enemigo. Se dirigió a la plaza y colocó la artillería. Hubo varias horas de combate.
Mientras tanto, algunos escuadrones lograron la rendición de Borba, enviando a los prisioneros a Arronches. Luego, los soldados saquearon el lugar. Los habitantes de Borba juraron neutralidad, y Juan José, confiado, se fue. Sin embargo, los de Borba volvieron a aceptar a las tropas rebeldes y se fortificaron de nuevo.
El 8 de junio, Juan José logró la rendición de Jurumeña después de un largo sitio. El 23 de junio, el Ejército de Extremadura dejó Jurumeña, dejando una guarnición de más de 800 soldados.
Juan José, con unos 8000 hombres y 6000 caballos, marchó hacia Villaviciosa sin obtener respuesta del enemigo. Luego logró la rendición de Veyros y Monforte sin batalla.
También se rindieron voluntariamente Cabeza de Vide, Alter de Chaom y Alter do Pedroso. Posteriormente, Ocrato también cayó, pero con combate. Después se entregaron Fronteira y Santa Olalla.
El 11 de julio de 1662, Juan José dio por terminada la campaña. El ejército se retiró a Badajoz y otras plazas fronterizas. La campaña duró apenas dos meses y no se aprovechó al máximo.
Antes de la campaña de 1663, Felipe IV contrató barcos de guerra para atacar a los portugueses. La Corte quería sitiar Lisboa por tierra y mar para terminar la guerra rápidamente, pero no fue posible por falta de recursos.
A pesar de las promesas de caballos, artillería y víveres, los refuerzos para Juan José llegaron tarde, retrasando el inicio de la campaña. Poco a poco, llegaron los soldados españoles e italianos. Los portugueses también se preparaban, con el conde de Villaflor al mando y Schomberg como general de campo, quien ayudó a disciplinar a las fuerzas portuguesas.
A pesar de las regulaciones, la ayuda seguía llegando a Portugal sin que los barcos españoles pudieran detener el tráfico comercial. Se ordenó vigilancia en las costas españolas, pero con cuidado de no romper los acuerdos de paz con Inglaterra, Francia y las Provincias Unidas, aunque estas naciones no los respetaban.
El Ejército de Extremadura, al mando de Juan José, salió de Badajoz el 6 de mayo. El camino hacia Estremoz se dividió en 5 marchas. Se volaron varias torres de vigilancia.
Las villas de Borba y Monforte tuvieron la oportunidad de confirmar su obediencia al ejército español. El 11 de mayo, la marcha continuó hasta Estremoz, donde la caballería portuguesa espiaba a los españoles. Estremoz era una plaza fuerte para los portugueses, con nuevas fortificaciones y una guarnición de 8000 soldados de infantería y 2000 de caballería.
Al ver que era imposible tomar Estremoz, se decidió conquistar Évora, que no tenía fortificaciones, artillería ni municiones. Aunque el conde de Villaflor había enviado refuerzos, los ejércitos de Juan José esperaron a que los habitantes se rindieran sin luchar, lo que finalmente ocurrió. Juan José decidió entonces marchar hacia Estremoz para buscar una victoria definitiva contra los portugueses. Sin embargo, las fuerzas portuguesas derrotaron al ejército español en la Batalla del Ameixial, causando más de 4000 bajas españolas frente a solo 1000 portuguesas. Este fracaso marcó el final de la carrera militar de Juan José de Austria.
Oposición a Mariana de Austria
A pesar de sus fracasos militares, Juan José podría no haber perdido la confianza de su padre, si la reina Mariana, madre del joven Carlos, no lo hubiera visto con desconfianza. Juan José fue retirado del mando y enviado a su encomienda en Consuegra. Después de la muerte de Felipe IV en 1665, Juan José se convirtió en el líder de la oposición al gobierno de la reina viuda, quien actuaba como regente. Ella y su consejero, el jesuita alemán Juan Everardo Nithard, apresaron y condenaron a muerte a uno de los hombres de confianza de Juan José.
En respuesta, Juan José lideró un levantamiento en Aragón y Cataluña, lo que llevó a la expulsión de Nithard el 25 de febrero de 1669. Sin embargo, Juan José tuvo que conformarse con el virreinato de Aragón. En 1677, la reina madre generó oposición por sus favores a Fernando de Valenzuela. Gracias a esto, Juan José logró apartarla de la corte y se estableció como primer ministro. Había grandes esperanzas en su gobierno, pero fue decepcionante y corto. Juan José murió, posiblemente por envenenamiento, el 17 de septiembre de 1679.

¿Cómo era Juan José de Austria?
Felipe IV tuvo muchos hijos fuera del matrimonio. De ellos, Juan José y Francisco Fernando (quien murió a los siete años) fueron los únicos reconocidos oficialmente por el rey.
Juan José de Austria fue un político, militar, legislador y estratega muy destacado. Tenía grandes cualidades de liderazgo, hablaba con educación y era muy hábil en diplomacia, oratoria y toma de decisiones. Esto contrastaba mucho con el carácter tímido de su hermano Carlos II. Fue uno de los primeros políticos españoles en darse cuenta del poder de la prensa escrita y la apoyó, financiando revistas. Sin embargo, también fue blanco de críticas en escritos y panfletos.
En 1677, durante su gobierno, las malas cosechas, el hambre y los brotes de peste le hicieron perder gran parte del apoyo popular. El 9 de abril, apareció un panfleto en la Plaza Mayor de Madrid que decía: "A qué vino el Sr. D. Juan?: A bajar el caballo y subir el Pan", refiriéndose a la estatua ecuestre de Felipe IV que había sido trasladada. A pesar de esto, Juan José logró mantener el control y evitar revueltas, a diferencia de otros políticos en situaciones similares. Se mantuvo en el poder hasta su muerte.
Juan José de Austria tuvo al menos tres hijas. Una de ellas fue la religiosa sor Margarita de la Cruz de Austria. Las otras dos se llamaron Catalina y Ana María Juana Ambrosia Vicenta.
Galería de imágenes
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La plaza del Mercado de Nápoles el 7 de julio de 1647, cuando estalló la revuelta liderada por Masaniello. Obra de Michelangelo Cerquozzi o Viviano Codazzi.
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Juan José de Austria por Anselm van Hulle, Bibliotheek van het Vredespaleis (La Haya).
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La rendición de Nápoles a don Juan de Austria (1648) por Carlo Coppola (Museo de San Martino, Nápoles).
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Busto de don Juan José de Austria (Museo Cerralbo de Madrid).
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Asedio de Barcelona por parte de don Juan José de Austria, obra de Pandolfo Reschi (Galleria Corsini, Florencia).
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Grabado alegórico de don Juan José de Austria con las riendas de sus diferentes gobiernos (Biblioteca Nacional de España).
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Retrato alegórico de don Juan José de Austria en un grabado de Pedro de Villafranca incluido en la obra de Juan Baños de Velasco, L. Anneo Séneca, ilustrado en blasones políticos y morales, 1670, (Biblioteca Nacional de España).
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El Serenísimo Don Juan de Austria en un grabado de N. Wees (BNE).
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Plano de la batalla de las Dunas (1658).
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Retrato de Juan José de Austria por Romeyn de Hooghe con dedicatoria a Manuel de Belmonte, conde Palatino del Sacro Imperio y agente general de su majestad católica ante los Estados Generales de las Provincias Unidas. En el arco, serie de victorias y honores del príncipe.
Véase también
En inglés: John Joseph of Austria Facts for Kids