José Batlle y Ordóñez para niños
Datos para niños José Batlle y Ordóñez |
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![]() José Batlle y Ordóñez en c. 1928
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![]() 19.º y 21.er presidente de Uruguay |
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1 de marzo de 1911-1 de marzo de 1915 | ||
Gabinete | Gabinete del segundo gobierno | |
Predecesor | Claudio Williman | |
Sucesor | Feliciano Viera | |
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1 de marzo de 1903-1 de marzo de 1907 | ||
Gabinete | Gabinete del primer gobierno | |
Predecesor | Juan Lindolfo Cuestas | |
Sucesor | Claudio Williman | |
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Presidente interino de Uruguay | ||
5 de febrero de 1899-1 de marzo de 1899 | ||
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![]() 2.º y 5.to presidente del Consejo Nacional de Administración |
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1 de marzo de 1927-16 de febrero de 1928 | ||
Presidente | Juan Campisteguy | |
Predecesor | Luis Alberto de Herrera | |
Sucesor | Luis Caviglia | |
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1 de marzo de 1921-1 de marzo de 1923 | ||
Presidente | Baltasar Brum | |
Predecesor | Feliciano Viera | |
Sucesor | Julio María Sosa | |
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![]() Senador de la República por Montevideo |
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1899-1903 | ||
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![]() Representante Nacional por Salto |
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1890-1898 | ||
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![]() Jefe político de Minas |
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1887-1887 | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 21 de mayo de 1856 Montevideo, ![]() |
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Fallecimiento | 20 de octubre de 1929 Montevideo, ![]() |
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Sepultura | Cementerio Central de Montevideo | |
Residencia | Casa Quinta de José Batlle y Ordóñez | |
Nacionalidad | Uruguaya | |
Religión | Deísmo | |
Características físicas | ||
Altura | 1,92 m | |
Familia | ||
Padres | Amalia Ordóñez Duval Lorenzo Batlle y Grau |
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Cónyuge | Matilde Irene Pacheco Stewart | |
Hijos | César, Rafael, Amalia Ana, Ana Amalia y Lorenzo | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Político y periodista | |
Movimiento | Batllismo | |
Partido político | Partido Colorado ![]() |
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Firma | ||
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José Pablo Torcuato Batlle y Ordóñez (nacido en Montevideo, Uruguay, el 21 de mayo de 1856 y fallecido en Montevideo el 20 de octubre de 1929) fue un importante político, estadista y periodista uruguayo. Perteneció al Partido Colorado y fue presidente constitucional de Uruguay en dos ocasiones: de 1903 a 1907 y de 1911 a 1915.
José Batlle y Ordóñez es considerado el fundador de una corriente política en Uruguay conocida como batllismo. Fue el segundo de cuatro presidentes uruguayos de la familia Batlle. Su padre, Lorenzo Batlle, también fue presidente (1868-1872). Además, fue tío de Luis Batlle Berres (presidente de 1947 a 1951) y tío abuelo de Jorge Batlle (presidente de 2000 a 2005).
También fundó y fue el primer director del periódico El Día.
Contenido
- Primeros años de José Batlle y Ordóñez
- Trayectoria política de José Batlle y Ordóñez
- Primera presidencia (1903-1907)
- Después de su primera presidencia
- Segunda presidencia (1911-1915)
- Después de su segunda presidencia
- Legado de José Batlle y Ordóñez
- Galería de imágenes
- Véase también
Primeros años de José Batlle y Ordóñez
Su juventud y familia
José Pablo Torcuato Batlle y Ordóñez nació el 21 de mayo de 1856 en la casa de campo de su padre en el barrio de La Aguada, en Montevideo.
Su padre fue el general Lorenzo Batlle y Grau, un militar y político uruguayo del Partido Colorado que fue el octavo presidente de Uruguay. Su madre fue Amalia Ordóñez Duval.

Por parte de su madre, su abuela era hermana del militar Bernabé Rivera, sobrino del primer presidente de Uruguay, Fructuoso Rivera.
José tuvo un hermano, Luis Batlle y Ordóñez, quien también fue periodista y falleció joven. El hijo de Luis, Luis Batlle Berres, se convertiría en un político importante y presidente de Uruguay a mediados del siglo XX. El hijo de Luis Batlle Berres, Jorge Batlle, también sería presidente.
José Batlle y Ordóñez recibió su primera educación con un maestro particular. Luego asistió a colegios privados de estilo británico. Más tarde, estudió en el colegio de los Padres Escolapios antes de ingresar a la Universidad de la República a los 17 años para estudiar Derecho.
Aunque estudió Derecho, le interesaban más otros temas como la filosofía, la astronomía y la oratoria. Finalmente, dejó la carrera de Derecho antes de terminarla para dedicarse a la política y al periodismo.
Sus ideas y creencias
De joven, José Batlle y Ordóñez participaba en el Club Universitario, que luego se convirtió en el Ateneo de Montevideo, un importante centro de pensamiento en la ciudad.
Al principio, Batlle era católico debido a su educación familiar. Sin embargo, a partir de los veinte años, empezó a cuestionar las religiones y sus reglas, especialmente las instituciones religiosas. En esa época, consideraba que algunas ideas religiosas eran "absurdas", pero aun así se relacionaba con jóvenes del Club Católico.
Adoptó una forma de pensar racionalista y espiritualista. Desarrolló una idea de Dios que expresó en poemas publicados en el diario La Razón. Esta forma de ver la religión, conocida como deísta, lo acompañó el resto de su vida.
También fue influenciado por el krausismo político, una corriente de pensamiento que promovía la moral, la religión natural, las reformas sociales y el liberalismo político. Batlle adoptó gran parte de esta filosofía, pero desarrolló sus propias ideas sobre el papel del Estado.
Comienzos en el periodismo y primer viaje a Europa
En 1879, José Batlle y Ordóñez comenzó su carrera como periodista en el periódico El espíritu nuevo. Publicó escritos y poemas allí. Al mismo tiempo, fue vicepresidente de la sección de filosofía del Ateneo.
Ese mismo año, a los 23 años, viajó por primera vez a Europa. Visitó París y Barcelona. En Francia, estudió filosofía, asistió a conferencias en La Sorbona y cursos en el Colegio de Francia. También visitó museos y asistió a sesiones legislativas.
Su estancia de dos años en París fue muy importante para fortalecer sus ideas liberales. Durante este tiempo, Batlle mantuvo una comunicación constante con su padre a través de cartas.
Regreso a Uruguay y su familia
En 1881, Batlle regresó a Uruguay. Poco después, comenzó una relación con Matilde Pacheco Stewart. Ella estaba casada con un primo de Batlle, Ruperto Michaelsson Batlle, y tenía cinco hijos. Michaelsson había dejado a Matilde y a sus hijos en una situación económica difícil.
Matilde se mudó con la familia Batlle por invitación del padre de José. Durante la convivencia, José y Matilde se enamoraron y comenzaron una relación que fue muy comentada en su época.
Se casaron en 1894, después del fallecimiento de Michaelsson en 1893. Antes de casarse, tuvieron tres hijos: César (1885), Rafael (1888) y Amalia Ana (1892), quien falleció muy pequeña. Después de casarse, tuvieron dos hijos más: Ana Amalia (1894) y Lorenzo (1897).

La muerte de su hija Ana Amalia en 1913, a los dieciocho años, afectó mucho a Batlle.
En 1908, el sobrino de Batlle, Luis Batlle Berres (quien sería futuro presidente), quedó huérfano y fue criado en la casa de José Batlle y Ordóñez.
En total, el matrimonio Batlle-Pacheco crió once niños en la casa quinta que Batlle y Ordóñez compró en Piedras Blancas, Montevideo. Eran sus cuatro hijos biológicos, los cinco hijos de Matilde con su primer esposo, Luis Batlle Berres y una niña huérfana que adoptaron llamada María Matilde.
Oposición al militarismo

Al regresar a Uruguay en 1881, Batlle fue elegido Presidente de la Sección de Filosofía del Ateneo y decidió dedicarse por completo al periodismo. Volvió a escribir en el periódico La Razón.
En ese momento, Uruguay estaba bajo un período autoritario conocido como "el Militarismo", que había comenzado en 1876. Batlle fue muy crítico con estos gobiernos, especialmente con el del militar Máximo Santos, quien asumió la presidencia en 1882. Batlle dirigió un diario llamado La Lucha, donde publicaba fuertes críticas.
La oposición de Batlle al gobierno de Santos no fue solo periodística. En marzo de 1886, participó activamente en la Revolución del Quebracho, un levantamiento armado contra el intento de Santos de ser reelegido. La rebelión fracasó y Batlle fue encarcelado, pero fue liberado poco después por decisión de Santos.
Fundación del diario El Día
En junio de 1886, Batlle fundó su propio diario, El Día, pidiendo un préstamo importante para ello. Este diario fue innovador en el periodismo uruguayo porque fue el primer "diario de masas". A diferencia de otros periódicos que se vendían por suscripción cara, El Día era muy barato y se distribuía por venta callejera.
Los jóvenes que vendían el diario en la calle eran conocidos como "canillitas". La sede del diario en el centro de Montevideo se convirtió en un símbolo de la ciudad y en el primer medio masivo de comunicación. Se recuerda la sirena que sonaba cada vez que había una noticia importante.

Batlle usó el diario para difundir sus ideas políticas, responder a sus oponentes y criticar a los gobiernos militares. En esta primera etapa, Batlle fue encarcelado brevemente por un artículo publicado, pero regresó al país después de la caída de Santos en noviembre de 1886.
Trayectoria política de José Batlle y Ordóñez
Primeros pasos en la administración pública

En 1886, el presidente Máximo Santos se retiró del cargo y fue elegido el militar Máximo Tajes. Su gobierno inició un período de transición que restauró la libertad de prensa y la libertad política, permitiendo el resurgimiento de los partidos políticos.
En este nuevo ambiente, Batlle obtuvo su primer cargo público. En mayo de 1887, Tajes lo nombró jefe político del departamento de Minas (hoy departamento de Lavalleja). Ocupó este cargo por pocos meses, ya que comenzó a prepararse para ser diputado.
El diario El Día volvió a publicarse en 1889, apoyando la candidatura presidencial de Julio Herrera y Obes, líder del Partido Colorado. Finalmente, Batlle fue elegido diputado por el departamento de Salto y asumió en 1890, el mismo año en que Herrera y Obes asumió la presidencia.
Oposición a la "Colectividad"
Presidencia de Julio Herrera y Obes
A pesar de su apoyo inicial, Batlle se fue distanciando de Julio Herrera y Obes debido a diferencias en su forma de gobernar. El gobierno de Herrera y Obes se caracterizaba por ser elitista, con mucho poder concentrado en el presidente y su círculo cercano. Batlle, en cambio, defendía una estructura con más participación de las bases del partido, organizadas en clubes.

El grupo cercano al gobierno de Herrera y Obes fue llamado "Colectividad" por la oposición. Batlle fue un gran crítico de este gobierno dentro del Partido Colorado. Se opuso a que se dieran cargos importantes a personas cercanas a Santos y a la idea de Herrera y Obes de que el presidente debía elegir a los candidatos sin consultar al partido.
Batlle pedía el fin de esta "influencia directriz" y la necesidad de cambios en la organización del partido. En 1892, en una reunión del partido, Batlle explicó su idea de cómo debía ser la estructura del Partido Colorado: de abajo hacia arriba, con los clubes locales dependiendo de una comisión directiva departamental, y esta a su vez, de una Comisión Directiva Central. Creía que la base del gobierno debía estar en los clubes políticos, no en grupos pequeños de personas importantes.
Presidencia de Juan Idiarte Borda
Después del período presidencial de Herrera y Obes (1890-1894), la Asamblea General debía elegir un nuevo presidente. El 21 de marzo de 1894, fue elegido Juan Idiarte Borda, una candidatura que Batlle no apoyó y a la que se opuso firmemente.

Idiarte Borda continuó con el estilo de gobierno de su predecesor, pero su falta de habilidad política hizo que la oposición, especialmente algunos sectores del Partido Nacional, se radicalizara. En 1897, el líder Aparicio Saravia inició un levantamiento armado conocido como la Revolución de 1897.
Durante este conflicto, que duró de marzo a agosto de 1897, el presidente Idiarte Borda perdió apoyos. Se le acusaba de permitir el fraude electoral. José Batlle y Ordóñez lo criticó duramente, calificándolo como "el más grande manipulador de todos los escandalosos fraudes".
En este ambiente de mucha tensión política, el 25 de agosto de 1897, después de una ceremonia en la Catedral de Montevideo, Juan Idiarte Borda fue asesinado por Avelino Arredondo en la plaza Matriz. Algunas personas de la época acusaron a Batlle de haber impulsado el asesinato por razones políticas.
Gobierno de Juan Lindolfo Cuestas
Tras la muerte de Idiarte Borda, el presidente del Senado, Juan Lindolfo Cuestas, asumió la presidencia de forma interina. Cuestas negoció con los rebeldes, lo que llevó al "Pacto de la Cruz" el 18 de septiembre de 1897. Este pacto no solo puso fin al conflicto armado, sino que también prometió una reforma electoral y acordó que seis jefaturas departamentales serían para los blancos. Esto creó una situación de "doble gobierno", con Cuestas como presidente y Saravia como líder de los blancos.
En 1898, Cuestas dio un golpe de Estado el 10 de febrero, con el apoyo de Batlle y sus seguidores, los blancos y el Partido Constitucional. El parlamento fue reemplazado temporalmente por un Consejo de Estado del que Batlle formó parte.
Ese mismo año, Batlle fue elegido senador por Montevideo y asumió en febrero de 1899, también como Presidente del Senado. Por ser presidente de la Cámara Alta, le tocó ser Presidente interino de Uruguay desde el 5 de febrero hasta el 1 de marzo de 1899, hasta que Cuestas fue elegido presidente constitucionalmente.
Como senador, Batlle se fue perfilando como el candidato ideal para la presidencia, mientras se distanciaba de Cuestas.
Primera presidencia (1903-1907)
Elección como presidente de la República

Después del Pacto de la Cruz en 1897, Uruguay tenía una situación de "doble gobierno". Trece departamentos obedecían al presidente, mientras que seis jefaturas políticas (hoy Intendencias Departamentales) respondían al líder blanco Aparicio Saravia.
Esta situación se mantuvo hasta 1903 gracias a un acuerdo entre el presidente Cuestas y Saravia. Sin embargo, para 1903, las reformas electorales prometidas no se habían realizado. Batlle se había convertido en una figura política importante, opuesto a la "coparticipación" (el doble gobierno), que consideraba un obstáculo para la autoridad del gobierno.
Por estas razones, los legisladores blancos querían elegir a Juan Carlos Blanco, un político colorado que respetaría el Pacto de la Cruz. Sin embargo, un grupo de legisladores blancos, liderados por el escritor Eduardo Acevedo Díaz, apoyó a Batlle en el Senado. Así, Batlle fue elegido con 55 votos contra 33.
José Batlle y Ordóñez juró como presidente de la República Oriental del Uruguay por primera vez el 1 de marzo de 1903, a los 46 años.
Gabinete del primer gobierno
Ministerios y ministros del primer gobierno de José Batlle y Ordoñez |
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Ministerio | Ministros | Período |
Gobierno | Juan Campisteguy | 1903 - 1904 |
Claudio Williman | 1904 - 1907 | |
Guerra | Eduardo Vázquez | 1903 - 1907 |
Hacienda | Martín C. Martínez | 1903 - 1904 |
José Serrato | 1904 - 1907 | |
Eugenio J. Magdalena | 1907 | |
Fomento | José Serrato | 1903 - 1904 |
Juan Alberto Capurro | 1904 - 1907 | |
Relaciones Exteriores | José Romeu | 1903 - 1907 |
El levantamiento de 1903
Una vez presidente, Batlle decidió terminar con la situación de un país dividido. Al distribuir las Jefaturas Políticas, Batlle dio dos de las que correspondían a los blancos al sector de Acevedo Díaz. La mayoría del Partido Nacional consideró esto una violación del "Pacto de la Cruz".
Como resultado, Saravia llamó nuevamente a la revolución. En Nico Pérez, departamento de Florida, Saravia reunió entre 15.000 y 20.000 hombres, en una gran demostración de fuerza.

Para evitar una guerra civil, una misión del gobierno se reunió con Saravia. Así, el 22 de marzo de 1903, se firmó el "Pacto de Nico Pérez". Batlle acordó con el Directorio blanco que cinco departamentos serían asignados a ciudadanos blancos elegidos de común acuerdo, y un sexto departamento sería para un blanco sin intervención del partido.
Aunque se logró la paz, el gobierno siguió buscando terminar con la coparticipación política. En los meses siguientes, ambos bandos se prepararon para un enfrentamiento inevitable. Batlle mejoró el Ejército, equipándolo con cañones, ametralladoras y fusiles modernos.
La Revolución de 1904
En 1903, en un contexto político tenso, el Jefe político blanco de Rivera, Carmelo Cabrera, pidió apoyo a Batlle y Ordóñez por conflictos con ciudadanos brasileños en la frontera. El presidente Batlle envió dos regimientos de caballería al departamento.
El 2 de noviembre de 1903, las tropas del gobierno entraron en Rivera. Al día siguiente, el Partido Nacional pidió la retirada de esas tropas, ya que el problema original había terminado. Pero el presidente se negó.
Para los blancos, esto era una violación del acuerdo verbal del "Pacto de Nico Pérez". Finalmente, Saravia proclamó una nueva revolución el 4 de enero de 1904.
Batlle dirigió las acciones del gobierno desde Montevideo, usando mapas y comunicándose con las tropas por telégrafo. Los bandos no estaban en igualdad de condiciones; el gobierno tenía trenes para transportar soldados, armas y alimentos, y contaba con una nueva arma: la ametralladora.
En agosto de 1904, Batlle y su familia sobrevivieron a un ataque, alertados por las tropas de que había una mina en su camino.
En los nueve meses de conflicto, hubo cinco batallas importantes. En la última, la Batalla de Masoller, el 1 de septiembre, Saravia fue herido y falleció diez días después en territorio brasileño.
Con la muerte del líder blanco, el ejército nacionalista se dispersó, poniendo fin a la revolución. Se firmó la "Paz de Aceguá" el 24 de septiembre de ese año, terminando con la última guerra civil de Uruguay.
El fin de la guerra significó el fin del "doble gobierno" y la unión del Estado, permitiendo a Batlle continuar con su programa político.
Reformas sociales
Retiro de símbolos religiosos
En 1906, hubo un gran debate cuando la Comisión Nacional de Caridad ordenó retirar los crucifijos y otros símbolos religiosos de los hospitales del Estado.
Esto se originó el año anterior, cuando se aceptó la donación de terrenos para construir el Hospital de niños Pereira Rossell, con la condición de que fuera "exclusivamente laico, sin ninguna influencia de grupos religiosos". Esto generó un debate en el parlamento sobre la discriminación a favor de la religión católica. La Comisión Nacional de Caridad fue renovada con nuevos miembros de ideas liberales.

En septiembre de 1905, la nueva Comisión ordenó que en el Hospital de Caridad no se obligara a nadie a participar en ceremonias religiosas, que se quitaran "crucifijos e imágenes de santos" y se colocara un aviso sobre la libertad religiosa.
Finalmente, en julio de 1906, la Comisión Nacional de Caridad y Beneficencia Pública, que dependía del Ministerio de Gobierno, ordenó el retiro de símbolos religiosos de todas las instituciones bajo su cargo (hospitales públicos y hogares para huérfanos). Esta decisión causó un gran impacto en parte de la sociedad.
Licencia por maternidad
En 1906, se creó la primera ley de licencia por maternidad, que permitía a las mujeres tener un mes libre después del parto para estar con su bebé.
Pensiones
En octubre de 1904, se creó la Caja de Jubilaciones y Pensiones Civiles para los empleados del Estado, que les brindaba un apoyo económico al retirarse.
Avances en educación
Creación de nuevas facultades

En 1901, Carlos María de Pena, decano de la Facultad de Derecho, propuso nuevos cursos de Contabilidad para satisfacer las necesidades de Montevideo, una ciudad muy dedicada al comercio. En 1903, el presidente Batlle y su ministro José Serrato firmaron un decreto que creó la "Facultad de Comercio", aprobada por ley en 1904. Hoy es la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA).
También se impulsó la enseñanza de la agronomía. En junio de 1906, el Poder Ejecutivo aceptó la propuesta de la Universidad de la República de que las escuelas de Agronomía y Veterinaria formaran parte de la misma. El 15 de septiembre de 1906, Batlle y el ministro Alfonso Pacheco firmaron el decreto que creó la "Facultad de Agronomía y Veterinaria". Los cursos comenzaron el 1 de marzo de 1907. Actualmente, son dos facultades separadas: la Facultad de Agronomía y la Facultad de Veterinaria.

Sector agropecuario
En 1903, el gobierno tuvo que ayudar a las regiones agrícolas del país, afectadas por la sequía y la pérdida de cosechas, suministrando semillas. En 1904, se permitió la importación libre de semillas por tres años. En 1906, el gobierno ayudó a los agricultores con alimentos y semillas, destinando fondos para ello.
Infraestructura
En los últimos dos años de su primer gobierno, una vez recuperado el equilibrio financiero después de la guerra de 1904, se invirtió en mejorar caminos, construir puentes y puertos, crear las Escuelas de Veterinaria y Agronomía, construir edificios escolares y mejorar otros servicios.
También se inauguró el Hospital Militar y se comenzó la construcción del Hospital Pereira-Rossell.
En cuanto a los tranvías, una de las primeras medidas del gobierno fue permitir el uso de la tracción eléctrica en los tranvías de La Comercial.
Después de su primera presidencia

Más de un año antes de terminar su primera presidencia, Batlle anunció su apoyo a la candidatura de Claudio Williman, su ministro de Gobierno, en octubre de 1905, planeando regresar al gobierno en 1911.
Para evitar problemas y atenuar las críticas, Batlle viajó con parte de su familia a Europa y el norte de África, donde permaneció por cuatro años. En marzo de 1907, la Asamblea General eligió a Williman como presidente, y pocos días después, una multitud despidió a Batlle en el puerto.
Al finalizar la primera presidencia de Batlle, el Partido Colorado aprobó un plan que incluía: reformar la Constitución, separar la Iglesia del Estado, establecer el sufragio universal (derecho al voto para todos), la elección directa del presidente, la autonomía de los municipios, facilitar la naturalización de los inmigrantes, reducir impuestos y atender los problemas laborales.
Viaje a Europa
Batlle visitó lugares como Egipto, donde conoció las pirámides, Francia y Suiza. En Suiza, tuvo la idea de un sistema de gobierno colegiado (con varios miembros), que intentaría implementar en su segunda presidencia.

En 1907, Batlle lideró la delegación uruguaya en la segunda Conferencia de Paz de La Haya. Allí, defendió la seguridad colectiva y la creación de una alianza para resolver conflictos de forma obligatoria, con el objetivo de "abolir los males de la guerra". Batlle expresó la propuesta uruguaya diciendo: "Ya que tantas alianzas se han hecho para imponer la arbitrariedad, se podría muy bien hacer una para imponer la justicia".
Durante la presidencia de Williman (1907-1911), Batlle se comunicaba regularmente por carta con Pedro Manini Ríos y Domingo Arena, quienes se convirtieron en sus colaboradores más cercanos y ayudaron a preparar su segunda presidencia.
Influencia de su período en Europa

Los cuatro años que Batlle vivió en Europa con su familia influyeron en el nuevo impulso que dio a sus reformas durante su segunda presidencia. Basándose en el espiritualismo, el racionalismo y el krausismo, Batlle desarrolló su propio humanismo. Creía que las personas eran capaces de impulsar cambios sociales en una sociedad liberal y democrática, y para ello, era necesario fomentar la participación de todos los ciudadanos en la vida política.
Batlle imaginaba a Uruguay como una sociedad nueva, que podría evitar los "errores" de Europa y convertirse en un "país modelo". En lo económico, Batlle pensaba que el Estado no solo debía ser un "juez y policía", sino también ayudar al desarrollo económico y al progreso social. Debía actuar como un mediador entre el capital y el trabajo, apoyando al más débil: el trabajo.
Además, en Francia observó los resultados de la política de separación de la Iglesia y el Estado de la Tercera República. De Suiza, trajo la idea de establecer un sistema de gobierno colegiado en el Poder Ejecutivo, que causaría un gran revuelo en la política uruguaya cuando la propuso en 1913.
Segunda presidencia (1911-1915)
Segunda elección como presidente de la República
En junio de 1910, el Partido Colorado proclamó la nueva candidatura de Batlle a la presidencia, y él aceptó desde París. El Partido Nacional decidió no participar en las elecciones de noviembre. El líder blanco Basilio Muñoz intentó organizar otra revolución para evitarlo, pero no tuvo éxito.

El 1 de marzo de 1911, Batlle fue elegido presidente con 97 de 98 votos en la Asamblea General. El único voto a otro candidato fue el del propio Batlle y Ordóñez, quien votó por Ricardo Areco.
Al jurar su cargo, Batlle cumplió con el protocolo y juró "por Dios nuestro Señor y estos Santos Evangelios". Luego, para sorpresa de todos, retiró la mano de la Biblia y pidió permiso para jurar de otra manera, ya que consideraba que ese requisito constitucional no tenía valor para él. Entonces, juró por su honor cumplir la ley durante su gobierno.
Durante su segunda presidencia, impulsó grandes reformas desde 1911 hasta julio de 1913, cuando una crisis financiera frenó muchos proyectos. Algunos proyectos propuestos que no fueron aprobados fueron: la creación de una marina mercante nacional, la indemnización por despido, la ley de ocho horas de jornada laboral y un proyecto de derecho al sufragio femenino en 1914.
Gabinete del segundo gobierno
Ministerios y ministros del segundo gobierno de José Batlle y Ordoñez |
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Ministerio | Ministros | Período |
Interior | Pedro Manini Ríos | 1911 - 1912 |
José Serrato | 1912 - 1913 | |
Feliciano Viera | 1913 - 1915 | |
Relaciones Exteriores | José Romeu | 1911 - 1913 |
Emilio Barbaroux | 1913 - 1915 | |
Hacienda | José Serrato | 1911 - 1913 |
Pedro Cosio | 1913 - 1915 | |
Guerra y Marina | Juan Bernassa y Jerez | 1911 - 1915 |
Instrucción Pública | Juan Blengio Rocca | 1911 - 1913 |
Baltasar Brum | 1913 - 1915 | |
Obras Públicas | Víctor Sudriers | 1911 - 1915 |
Industria y Trabajo | Eduardo Acevedo Vásquez | 1911 - 1913 |
José Ramasso | 1913 - 1915 |
Reformas laborales
En julio de 1914, se aprobó la Ley de Accidentes de Trabajo, que obligaba a los empleadores a tomar medidas para evitar peligros para los trabajadores.
Reformas sociales
Ley de divorcio por la voluntad de la mujer
En 1907, durante la presidencia de Claudio Williman, se aprobó la primera Ley del Divorcio en Uruguay. Esta ley permitía el divorcio por varias razones, incluyendo el acuerdo mutuo de los cónyuges.
En 1913, durante la segunda presidencia de Batlle, se modificó esta ley para permitir el divorcio por la sola voluntad de la mujer. Uruguay fue el primer país de Latinoamérica en conceder este derecho a las mujeres, sin que tuvieran que dar ninguna razón específica.
Legislación de protección animal
El 16 de diciembre de 1912, Batlle envió al parlamento un proyecto de ley para prohibir todo tipo de corridas de toros en Uruguay. Aunque desde 1890 solo se permitían "parodias" sin matar al animal, la prohibición total de las corridas de toros y otros espectáculos como las riñas de gallos y el boxeo se hizo efectiva en 1918, durante la presidencia de Feliciano Viera.
Batlle y las huelgas
En 1911, un conflicto del sindicato de tranviarios (los tranvías eran propiedad de empresas británicas) provocó la primera huelga general en la historia de Uruguay, organizada por la Federación Obrera Regional Uruguaya (FORU).
Los huelguistas desfilaron frente a la casa del presidente, quien salió al balcón y los animó: "Organizaos, uníos y tratad de conquistar el mejoramiento de vuestras condiciones económicas, que podéis estar seguros de que en el Gobierno no tendréis nunca un enemigo, mientras respetéis el orden y las leyes".
Educación
Liceos departamentales
Desde su primera presidencia, Batlle mostró gran interés en expandir los liceos por todo el país. En 1911, envió el proyecto para crear 18 liceos departamentales. En 1912, se inauguraron 13, y en 1913, otros cinco. Para 1915, al final de su segundo mandato, había liceos funcionando en todos los departamentos.
Cursos nocturnos
Se promovió la creación de cursos nocturnos en los liceos para que los trabajadores pudieran asistir después de sus actividades laborales.
Educación de las mujeres
El batllismo no creía que fuera necesaria la separación de sexos en la enseñanza, pero debido a la poca asistencia de mujeres a los cursos, se permitió, como medida temporal, la creación de cursos exclusivos para mujeres en la "Sección Femenina de Enseñanza Secundaria". Esto llevó a un gran aumento en la cantidad de estudiantes mujeres. Esta sección, inaugurada el 17 de mayo de 1912, fue conocida como "Universidad de Mujeres".
Comisión Nacional de Educación Física
El 7 de julio de 1911, se creó la Comisión Nacional de Educación Física mediante la Ley n.º 3.789.
Empresas estatales y creación de entes públicos
Banco de Seguros del Estado
Las primeras compañías de seguros en Uruguay aparecieron en la segunda mitad del siglo XIX, la mayoría extranjeras. Batlle quería que los beneficios de los seguros llegaran a todas las clases sociales, reduciendo los costos y monopolizando los servicios de seguros en Uruguay. Sin embargo, la presión diplomática británica detuvo esta idea. Por ello, el 27 de diciembre de 1911, se promulgó la ley 3935 que creó el Banco de Seguros de Estado (BSE), limitando su monopolio a los seguros de vida, accidentes de trabajo e incendios.
Banco de la República
El Banco de la República (BROU) fue creado por ley en 1896. Aunque se concibió como una empresa mixta (con capital privado y estatal), desde el principio funcionó solo con la aportación del Estado. Finalmente, su total y oficial nacionalización se completó entre 1911 y 1913.
Banco Hipotecario
El Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) es una institución financiera pública especializada en crédito hipotecario. Fue fundado en 1892. El 23 de mayo de 1912, el presidente José Batlle y Ordóñez y su ministro de Hacienda, José Serrato, presentaron el proyecto de nacionalización, y el 8 de junio de ese año, el banco fue nacionalizado.
Usinas Eléctricas del Estado
La compañía estatal Usinas Eléctricas del Estado (UTE) fue creada por ley el 21 de octubre de 1912, estableciendo el monopolio estatal de la producción de energía eléctrica. Actualmente se llama Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas.
Sistema de trenes y tranvías
Batlle impulsó que el Estado operara los servicios de trenes y tranvías, compitiendo con los ferrocarriles ingleses y construyendo carreteras paralelas a las vías. El 23 de abril de 1912, una ley creó un fondo permanente para la construcción de ferrocarriles por parte del Estado. El 4 de enero de 1915, se aprobó la Ley de Nacionalización y Electrificación del Ferrocarril y Tranvía del Norte.
Sector agropecuario
Latifundios
El batllismo se opuso a los grandes latifundios (grandes extensiones de tierra en manos de pocos dueños) con un discurso fuerte, pero abordó el problema de forma moderada. Mantuvo diálogo con los grandes hacendados, especialmente con aquellos abiertos a las innovaciones. Batlle no siguió las ideas más radicales de algunos de sus seguidores, que proponían expropiar y redistribuir las tierras.
Agricultura
En cuanto a la agricultura, el batllismo apoyó su desarrollo, buscando consolidar y extender los cultivos, promoviendo la tecnología, dando facilidades de crédito a los pequeños agricultores y buscando una producción intensiva en lugar de extensiva. El objetivo era diversificar la producción y crear una clase media rural amplia.
En octubre de 1911, la ley 3.921 creó la Comisión Central de Defensa Agrícola, para prevenir plagas que afectaran la propiedad agropecuaria y controlar la propagación de animales y vegetales dañinos.
La propuesta de gobierno colegiado de Batlle
Con la idea de la forma de gobierno suiza que observó en su viaje a Europa, Batlle comenzó a proponer una reforma constitucional con características "colegiadas" (un Poder Ejecutivo con varios miembros). Esta fue una de las principales diferencias que llevó a su cercano colaborador, Pedro Manini Ríos, a dejar su cargo como ministro del Interior en febrero de 1913 para volver al Senado.
Finalmente, el 4 de marzo de 1913, el diario El Día publicó un artículo firmado por José Batlle y Ordóñez, titulado Apuntes sobre el colegiado. Era un resumen de las bases para la reforma constitucional, que proponían un Poder Ejecutivo formado por una Junta de Gobierno de nueve miembros.
Los partidarios de Batlle consideraron que esta iniciativa era una forma efectiva de descentralizar el poder. Sin embargo, el Partido Nacional lo vio como una estrategia para que el Partido Colorado se mantuviera en el poder indefinidamente.
El proyecto causó divisiones incluso dentro del Partido Colorado. Pocos días después de que se hiciera público, Manini lideró un grupo de once senadores colorados que el 17 de marzo de 1913 publicaron un manifiesto contra el colegiado. Este hecho fue la primera gran división del Partido Colorado en el siglo XX, lo que llevó a la fundación del grupo "Partido Colorado Fructuoso Rivera", más conocido como "riverismo".
Diplomacia
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en el verano de 1914, Batlle declaró oficialmente la neutralidad de Uruguay en esa guerra el 5 de agosto de ese año. Uruguay se mantuvo neutral durante todo el conflicto.
Después de su segunda presidencia
Ámbito político
La reforma constitucional

Batlle dejó la presidencia al finalizar su mandato, el 1 de marzo de 1915. Fue sucedido por su ministro del Interior, Feliciano Viera, elegido el mismo día. Al principio, el sucesor de Batlle continuó con su programa político, pero esto cambió después de los resultados de la elección de constituyentes en 1916.
Después de que Batlle dejara la presidencia, los años siguientes estuvieron marcados por el debate sobre la reforma constitucional, que había agitado a la sociedad uruguaya desde que Batlle publicó sus ideas en 1913. La propuesta de un gobierno colegiado marcó la competencia electoral de esos años, dividiendo a la política entre "colegialistas" y "anticolegialistas".
Finalmente, a finales de 1915, se aprobó la ley que convocaba a la elección de una Convención Nacional Constituyente, y el 30 de julio de 1916 se realizó la elección. Esta fue la primera elección con voto secreto y representación proporcional. Los resultados fueron una derrota para el sector batllista y colegialista, lo que fue interpretado como una derrota para las reformas de Batlle. El presidente Feliciano Viera lo interpretó así y anunció la necesidad de "hacer un alto" en las reformas, iniciando un distanciamiento con Batlle y Ordóñez que terminó en una ruptura definitiva en 1919. Este evento se conoce como "el alto de Viera", y el grupo político que formó el presidente fue llamado "el vierismo".

Durante 1917, hubo negociaciones entre colegialistas y anticolegialistas para reformar la Constitución. Las amenazas de Batlle de volver a presentarse como candidato presidencial cambiaron la situación, llevando a una solución innovadora: un Poder Ejecutivo con dos partes. Seguiría existiendo el cargo de presidente de la República, pero solo se encargaría de la representación del Estado, las relaciones internacionales y la seguridad. El presidente coexistiría con un órgano llamado Consejo Nacional de Administración (CNA), compuesto por nueve miembros, encargado de funciones administrativas y de gobierno.
La propuesta fue aprobada por la Convención Constituyente y ratificada por los ciudadanos en un plebiscito el 25 de noviembre de 1917. Entró en vigencia el 1 de marzo de 1919, junto con la asunción de los primeros miembros del Consejo Nacional de Administración y del presidente Baltasar Brum. La llamada Constitución de 1918, la segunda Constitución de Uruguay, también estableció otras medidas importantes, como la separación de la Iglesia y el Estado.
Miembro del Consejo Nacional de Administración

Batlle llegó a ser miembro, y en dos ocasiones presidente, del Consejo Nacional de Administración (CNA), que comenzó a funcionar en 1919 con la nueva Constitución.
En las elecciones del 25 de noviembre de 1920 para renovar un tercio de los miembros del CNA, fueron elegidos por el Partido Colorado: Batlle y Ordóñez y Juan Campisteguy; y por el Partido Nacional: Alfonso Lamas. Asumieron el 1 de marzo de 1921, y Batlle fue designado presidente del CNA ese mismo día. Batlle fue presidente de este órgano ejecutivo desde el 1 de marzo de 1921 hasta el 1 de marzo de 1923, mientras Baltasar Brum era presidente de la República.
Cerca de cumplir seis años como miembro del CNA, en las elecciones generales de 1926, fueron elegidos un tercio del CNA y Juan Campisteguy como presidente de la República. Los tres miembros elegidos para el CNA fueron Batlle y Ordóñez y Luis Caviglia por el Partido Colorado, y Arturo Lussich por el Partido Nacional.
El 1 de marzo de 1927, junto con la asunción de Campisteguy como presidente, Batlle fue nuevamente designado presidente del CNA por dos años, pero renunció el 16 de febrero de 1928. Luis Caviglia lo reemplazó para terminar el período.
Primer discurso político por radio
Batlle dio el primer discurso político transmitido por radiofonía en Uruguay el 12 de noviembre de 1922, gracias a la Estación "Paradizábal", la primera estación de radio estable.
El discurso fue precedido por el himno nacional de Uruguay, seguido por La Marsellesa y el Himno a Garibaldi.
Debate Mibelli-Batlle

Se recuerda un debate que ocurrió a través de los periódicos entre mayo y julio de 1917 entre José Batlle y Ordóñez y Celestino Mibelli, un líder de fútbol y político de ideas socialistas. Mibelli fue el primer secretario del Partido Socialista de Uruguay y luego uno de los fundadores del Partido Comunista.
La discusión comenzó sobre el servicio militar obligatorio, un tema que se debatía en ese momento, pero terminó generando un debate sobre las reformas y los cambios sociales. Este debate ayuda a entender la postura de Batlle y sus diferencias con el socialismo.
Aquí, Batlle y Mibelli expusieron sus visiones opuestas sobre conceptos como las diferencias entre grupos sociales, en un momento histórico cercano al triunfo de la Revolución de octubre en Rusia. Batlle dejó clara su posición en un artículo publicado en su diario El Día el 3 de julio de 1917:
"Nuestra diferencia de opinión con el señor Mibelli estriba en que él piensa que la lucha política debe entablarse entre aquellas dos primeras clases: la acomodada y la proletaria; y nosotros creemos que debe entablarse entre las dos últimas: la reformista y la conservadora".
Otro ejemplo de sus posiciones opuestas ocurrió un mes antes, cuando Mibelli dijo que la injusticia existía no por personas "egoístas o de mala voluntad", sino por la desigualdad económica, que solo desaparecería con el fin de la clase social que la creó.
Batlle respondió en un artículo de su diario El Día el 5 de junio de 1917:
"El señor Mibelli se pone así de acuerdo con nosotros: no es una cuestión de mala fe la que produce la lucha de clases; es una cuestión de comprensión. Y si aquí, la clase obrera, que dispone del sufragio universal, de la educación pública y gratuita y de la jornada de ocho horas, tiene los medios de llegar a esos resultados, no debe odiar tanto como quiere el señor Mibelli a las clases más acomodadas, salidas casi siempre de su mismo seno, que se han preocupado de darle el arma del voto, la instrucción gratuita y algún tiempo más para que maneje esa arma: no podría negarse, obtenidos esos resultados, o a punto de obtenerlos, a derramar su sangre mezclada con la de todos sus compatriotas en defensa de una organización política que hubiese realizado sus ideales o fuese a realizarlos, a diferencia de tantos pueblos sometidos a la esclavitud desde las épocas más remotas y con muy escasas esperanzas todavía de salir de ella".
Batlle se diferenció del socialismo, incluso cuando sus reformas sociales eran más fuertes y se enfrentaba a los sectores más conservadores. Siempre negó ser socialista. En un artículo posterior, publicado en El Día el 30 de noviembre de 1919, afirmó:
"[...] Nosotros nos llamamos obreristas y no socialistas, en cuyo concepto algunos quieren que entre el de la lucha de clases, porque no aceptamos esa lucha, que no puede llevar sino al predominio absoluto e injusto de la clase que resulte más fuerte y a la sumisión de la más débil, y a embarcar a los obreros en aventuras a veces desastrosas, que no siempre son las de sus intereses".
Enfrentamiento con Washington Beltrán
El jueves 1 de abril de 1920, un joven periodista y político blanco de 35 años llamado Washington Beltrán publicó un artículo en el diario El País titulado ¡Qué toupet!. Beltrán, quien también era cofundador del diario, acusaba a Batlle de manipular elecciones y de ser responsable de otras prácticas cuestionables.
Para Batlle, esta acusación era motivo de un duelo (un enfrentamiento formal para defender el honor). Ese mismo día, envió a sus padrinos de duelo para informar a Beltrán sobre el desafío. Se acordó un duelo para el día siguiente en el Parque Central, usando armas de fuego, una elección de la parte ofendida.
Desde junio de 1919, este era el tercer duelo de Batlle con líderes del Partido Nacional. Antes se había enfrentado a Juan Andrés Ramírez (con pistola, sin consecuencias) y a Leonel Aguirre (quien lo hirió con un sable en un brazo).
Finalmente, el viernes 2 de abril, un día lluvioso, el duelo tuvo lugar en el Parque Central. Batlle estaba acompañado por sus padrinos y un médico. Beltrán estaba acompañado por sus padrinos y otro médico.
El duelo se desarrolló con tres señales. Después de la primera, los duelistas se detuvieron. Con la segunda, se voltearon. Con la tercera, podían disparar.
En el primer intento, los disparos de ambos duelistas, a 25 pasos de distancia, fallaron. Pero en la segunda oportunidad, el disparo de Batlle atravesó la parte superior del tórax de Beltrán, quien falleció casi de inmediato.
El duelo y su resultado impactaron a la sociedad de la época y tuvieron consecuencias en la legislación sobre duelos. Hasta ese momento, los duelos se realizaban por costumbre, aunque estaban prohibidos por la ley. Se abrió una investigación judicial y se realizó una autopsia al cuerpo de Beltrán. Batlle estuvo detenido durante cuatro días.
El 4 de agosto de ese mismo año, la Cámara de Representantes aprobó una ley que permitía y regulaba los duelos (luego derogada en 1992). Esta ley tuvo un efecto retroactivo, lo que permitió a Batlle presidir el Consejo Nacional de Administración más tarde.
Fallecimiento
La salud de Batlle era buena hasta que, en sus últimos momentos, comenzó a sufrir dolores abdominales y problemas urinarios debido a la próstata. Su médico de cabecera había fallecido, por lo que consultó a un urólogo reconocido, Luis A. Surraco.
Surraco consideró necesario operarlo, pero debido a la corpulencia de Batlle, le pidió que siguiera una dieta estricta para reducir su peso. Batlle siguió la dieta rigurosamente y bajó más de 10 kilos. Luego, el 18 de noviembre de 1929, Batlle ingresó al Hospital Italiano para ser operado.
El 20 de noviembre por la mañana, se realizó la primera operación, que duró solo 15 minutos. El médico no encontró nada preocupante y se mostró optimista. Batlle se encontraba bien, pero poco después su salud empeoró y falleció ese mismo día.
José Batlle y Ordóñez falleció a los 73 años.
Entierro
El 20 de octubre de 1929, una multitud se reunió frente al Palacio Legislativo para despedirlo. Fue velado en el Salón de los Pasos Perdidos, donde se le rindieron honores de Estado, y luego fue trasladado al Panteón Nacional.
Legado de José Batlle y Ordóñez
Influencia en Uruguay
Batlle fue una figura política de enorme influencia durante y después de sus presidencias. A partir de las décadas de 1940 y 1950, con el regreso del batllismo a la presidencia con Tomás Berreta y luego con Luis Batlle Berres, sobrino de José Batlle y Ordóñez, se comenzó a hablar de la influencia del "batllismo" en la sociedad y el Estado uruguayo.
El historiador Gerardo Caetano dice sobre el "Estado batllista": "Hacia fines del siglo XIX el Estado uruguayo ofrecía ya una sólida tradición intervencionista, expresada no solo en el desarrollo de su poder coactivo y administrativo sino también en el cumplimiento de tareas empresariales y arbitrales. El reformismo batllista encontraría y en buena medida consolidaría".
Además, la idea de Batlle de un "colegiado" para el Poder Ejecutivo, propuesta en 1913, generó un largo debate de casi medio siglo en la política uruguaya. Se hizo realidad con la Constitución de 1952, para finalmente ser abandonada en la última gran reforma constitucional uruguaya en 1967.
Trascendencia política

Batlle, recordado por su característico sobretodo en las fotografías, tuvo una enorme influencia política incluso después de su fallecimiento. Su movimiento político, conocido como batllismo, estableció nuevas bases para su partido, el Partido Colorado, e incluso ha sido reconocido por líderes de otras fuerzas políticas.
Muchos grupos políticos se han llamado "Batllistas" o han usado el nombre de "Batllismo", como Batllistas, Foro Batllista, Propuesta Batllista, Batllismo Abierto, Unión Colorada y Batllista, Batllismo Unido, entre otros.
En su honor
Varios lugares llevan su nombre:
- La ciudad de José Batlle y Ordóñez, en el departamento de Lavalleja, Uruguay.
- El parque José Batlle y Ordóñez de Montevideo, Uruguay.
- El bulevar José Batlle y Ordóñez, conocido como "Propios", en Montevideo, Uruguay.
- La avenida presidente Batlle y Ordóñez en la comuna de Ñuñoa, Santiago de Chile.
- La central termoeléctrica José Batlle y Ordóñez en Montevideo, Uruguay.
- El Instituto de Enseñanza Secundaria N°36 IBO (Instituto Batlle y Ordóñez), en la ciudad de Montevideo, Uruguay.
- La calle José Pablo Torcuato Batlle y Ordóñez en Buenos Aires, Argentina.
- La calle Batlle y Ordóñez en Rosario, Argentina.
Galería de imágenes
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Un joven Batlle y Ordóñez junto a su padre, Lorenzo Batlle, también presidente de la República Oriental del Uruguay.
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Retrato realizado por el pintor Carlos María Herrera a Matilde Pacheco (izq.) y a su hija, Ana Amalia Batlle (der.). Hacia 1913.
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Fotografía del presidente Máximo Santos (1882-1886). Batlle se opuso tenazmente a su régimen, a través del periodismo y en el alzamiento de la Revolución del Quebracho.
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Antiguo logo del diario El Día.
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Caricatura de José Batlle y Ordóñez como director del diario El Día, realizada por Juan Sanuy en 1895.
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Julio Herrera y Obes, abogado y político colorado. Presidente constitucional del Uruguay entre 1890 y 1894.
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Fotografía de John Fitz-Patrick poco antes del atentado que acabaría con la vida del Presidente Juan Idiarte Borda. Único magnicidio en la historia de Uruguay.
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Fotografía de Batlle y Cuestas en un carruaje con el Palacio Estévez de fondo.
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Caricatura representando como Eduardo Acevedo Díaz apoyó con votos en la Asamblea General para que Batlle sea presidente.
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Aparicio Saravia al salir de Melo, el 21 de marzo de 1903, en vísperas del Pacto de Nico Pérez.
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Aparicio Saravia en el desfile militar del 30 de marzo de 1903 en Nico Pérez.
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Batlle entrando al Cabildo de Montevideo.
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Grabado de Batlle como presidente.
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Batlle a bordo de un barco a vapor en 1904.
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La Segunda Conferencia de La Haya en 1907.
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Karl Christian Friedrich Krause (1781-1832), filósofo alemán de gran influencia para la filosofía política de José Batlle y Ordóñez.
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Fotografía de su segunda presidencia. De izquierda a derecha (de pie): Feliciano Viera, Pedro Manini Ríos, Mateo Magariños Solsona, Antonio M. Rodríguez, Félix Laborde, José Serrato y Domingo Arena; de izquierda a derecha (sentados): Claudio Williman, Diego Pons y José Batlle y Ordóñez.
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Feliciano Viera, presidente de la república entre 1915 y 1919, sucede a la segunda presidencia de Batlle. Es recordado por el alto a las reformas tras la elección de constituyentes de 1916.
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Baltasar Brum, presidente de la república entre 1919 y 1923. Asume la presidencia con 35 años el mismo día que entra en vigencia la segunda Constitución de Uruguay.
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Todos los presidentes del Consejo Nacional de Administración (1919-1933). De izquierda superior a derecha inferior: Feliciano Viera (1919-1921), José Batlle y Ordóñez (1921-1923 y 1927 a 1928), Julio María Sosa (1923-1925), Luis Alberto de Herrera (1925-1927), Luis Caviglia (1927-1928), Baltasar Brum (1929-1931), Juan Pedro Fabini (1931-1933) y Antonio Rubio Pérez (1933).
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José Batlle y Ordóñez fotografiado en la escalinata de su quinta en Piedras Blancas, en 1928
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Intervención callejera realizada por una agrupación colorada, recordando a Batlle y Ordóñez.
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Monumento a Batlle y Ordóñez en el departamento de San José, localidad de La Radial.
Véase también
En inglés: José Batlle y Ordóñez Facts for Kids