Reinado de Fernando VII de España para niños
Datos para niños Reino de España e Indias(siglo XVIII) Reino de las Españas (liberalismo) |
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Período histórico | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
1808-1833 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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Lema: Plus Ultra (en latín: ‘Más allá’) | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Himno: Marcha Real Himno de Riego (cooficial en 1822-1823) |
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![]() Los territorios de la Monarquía española en las Cortes de Cádiz.
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Capital | Madrid | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Entidad | Período histórico | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Idioma oficial | Español | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• Otros idiomas | Lenguas indígenas de América, filipinas, iberorromances, euskera, etc. | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Religión | Catolicismo | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Moneda | Real de a 8 | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Historia | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 19 de marzo de 1808 |
Fernando VII sube al trono en Aranjuez tras la abdicación de Carlos IV. | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 11 de agosto de 1808 |
El Consejo de Castilla declara nulas las Abdicaciones de Bayona | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 24 de agosto de 1810 |
Se constituyen las Cortes de Cádiz | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 11 de diciembre de 1813 |
Napoleón y Fernando firman el Tratado de Valençay | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 22 de marzo de 1814 |
Manifiesto de los Persas a favor del absolutismo | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1 de enero de 1820 |
Rebelión de Riego a favor del Trienio Liberal | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 7 de abril de 1823 |
Restauración absolutista de los Cien Mil Hijos de San Luis | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 9 de diciembre de 1824 |
Se firma la Capitulación de Ayacucho en América del sur | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 5 de julio de 1829 |
Última tentativa de reconquista de México | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
• 1833 | Muerte de Fernando VII | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Forma de gobierno | Monarquía absoluta (1814-1820; 1823-1833) Monarquía constitucional (1810-1813 y 1820-1823) |
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Rey |
Fernando VII | |||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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El reinado de Fernando VII fue un periodo importante en la historia de España que duró 25 años, desde 1808 hasta 1833. Fernando VII de España se convirtió en rey el 19 de marzo de 1808, después de que su padre, Carlos IV, dejara el trono tras el Motín de Aranjuez. Su reinado terminó con su fallecimiento el 29 de septiembre de 1833.
Durante este tiempo, España pasó por grandes cambios. La monarquía, que antes se llamaba "Reino de España e Indias", se conoció como "Reino de las Españas" en los periodos en que hubo ideas liberales.
Fernando VII fue rey de nombre desde 1808, pero estuvo prisionero de Napoleón tras las Abdicaciones de Bayona. A pesar de esto, las Juntas de Gobierno, la Regencia y las Cortes de Cádiz lo reconocieron como el rey legítimo de España durante la Guerra de la Independencia española.
Después de la derrota de José I Bonaparte, quien fue rey impuesto por Napoleón, Fernando VII fue reconocido de nuevo como rey de España por Napoleón en el Tratado de Valençay en 1813. Fernando VII regresó a España en 1814. Prometió restaurar las cortes tradicionales y gobernar sin ser un tirano.
Sin embargo, con el apoyo de algunos diputados y un documento llamado Manifiesto de los Persas, Fernando VII dio un golpe de Estado en mayo de 1814. Se proclamó rey absoluto y anuló todas las leyes y decisiones de las Cortes de Cádiz.
Años después, en 1820, hubo una rebelión militar liderada por Rafael de Riego. Esto llevó a que las Cortes se reinstalaran durante el Trienio Liberal. Pero en 1823, un ejército francés, conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis, invadió España y restauró a Fernando VII como rey absoluto hasta su muerte en 1833.
El reinado de Fernando VII se divide en tres etapas principales:
- El periodo de gobierno absoluto (1814-1820).
- El Trienio Liberal (1820-1823).
- Los últimos años de su reinado (1823-1833), un periodo difícil.
Contenido
- El Primer Reinado de Fernando VII (marzo-mayo de 1808)
- El Rey Ausente y las Cortes de Cádiz
- El Periodo de Gobierno Absoluto (1814-1820)
- El Trienio Liberal (1820-1823)
- El Regreso de la Constitución de Cádiz
- La División de los Liberales: Moderados y Exaltados
- El Fin del Antiguo Régimen: Desvinculación y Desamortización
- La Independencia de Hispanoamérica
- El Avance de la Contrarrevolución y el Intento de Golpe de Estado de 1822
- La Guerra Civil de 1822-1823: La Regencia de Urgel
- El Fin de la Revolución: La Invasión de los "Cien Mil Hijos de San Luis"
- La "Liberación" de Fernando VII y el Regreso del Absolutismo
- Los Últimos Años del Reinado de Fernando VII (1823-1833)
- Galería de imágenes
El Primer Reinado de Fernando VII (marzo-mayo de 1808)
El 19 de marzo de 1808, Carlos IV dejó el trono a su hijo Fernando. Esto ocurrió por la presión del Motín de Aranjuez, que también causó la caída de Manuel Godoy, el favorito del rey.
Las tropas francesas de Napoleón ya estaban en España. Su objetivo era invadir Portugal, pero también querían controlar la monarquía española. Napoleón hizo que Carlos IV y Fernando VII, junto con el resto de la familia real, fueran a Bayona.
La noticia de que la familia real se iba a Bayona provocó un levantamiento contra los franceses en Madrid el 2 de mayo. Este levantamiento se extendió a otros lugares, donde se formaron Juntas de Gobierno. Así comenzó la Guerra de la Independencia española.
En Bayona, Carlos IV y Fernando VII, bajo presión, cedieron sus derechos al trono español a Napoleón. Un mes después, Napoleón se los dio a su hermano José Bonaparte. Fernando VII y otros miembros de su familia quedaron retenidos en el Castillo de Valençay. Desde allí, Fernando VII incluso felicitó a Napoleón por sus victorias en España.
El Rey Ausente y las Cortes de Cádiz
Las Abdicaciones de Bayona no fueron aceptadas por las Juntas de Gobierno en España. Estas Juntas juraron lealtad a Fernando VII. Sin embargo, una minoría, llamada los "afrancesados", apoyó a José I, quien se instaló en Madrid.
Las Juntas "patriotas" formaron una Junta Suprema Central. Esta Junta se alió con el Reino Unido para continuar la guerra. Después de una derrota, la Junta fue reemplazada por una Regencia. Esta Regencia tenía el poder en nombre del "rey ausente" Fernando VII y convocó unas Cortes especiales.
Las Cortes de Cádiz se reunieron en Cádiz el 24 de septiembre de 1810. Ese mismo día, declararon que reconocían a Fernando VII como su único rey legítimo. También anularon la cesión de la corona a Napoleón. Además, proclamaron que el poder residía en ellas, es decir, en la "soberanía nacional".
Las Cortes de Cádiz crearon y aprobaron una Constitución. Fue promulgada el 19 de marzo de 1812. Esta Constitución establecía una monarquía constitucional y ponía fin al Antiguo Régimen. Con las Cortes de Cádiz, comenzó un largo periodo de cambios liberales en España.
Las juntas de gobierno en América también actuaron en nombre de Fernando VII. Rechazaron someterse a los gobiernos de España, lo que llevó a conflictos. Así comenzaron las Guerras de Independencia Hispanoamericanas.
El Periodo de Gobierno Absoluto (1814-1820)
Después de firmar el Tratado de Valençay en 1813, Fernando VII regresó a España. En 1814, dio un golpe de Estado que restauró el absolutismo. Así terminó el gobierno basado en la Constitución de Cádiz. Los liberales fueron encarcelados, desterrados o tuvieron que exiliarse.
Durante los seis años siguientes (1814-1820), el rey y sus ministros no pudieron resolver los problemas de España. La guerra había dañado mucho la economía. El comercio con América disminuyó debido a los procesos de independencia. Esto causó una fuerte crisis económica.
El gobierno no tenía dinero. Los ingresos de América ya no eran los mismos. Los intentos de reformar la economía fracasaron por la oposición de la nobleza, el clero y los campesinos.
Ante esta situación, los liberales, muchos de ellos en secreto, intentaron restaurar la monarquía constitucional. Buscaron el apoyo de militares "constitucionalistas" o descontentos. Querían que estos militares se levantaran en armas para obligar al rey a aceptar la Constitución de 1812.
Entre 1814 y 1820, hubo seis intentos de levantamientos militares. Los primeros cinco fracasaron. Los líderes de estos levantamientos, como Juan Díaz Porlier y Luis Lacy, fueron ejecutados. Finalmente, el levantamiento de Rafael de Riego en 1820 tuvo éxito.
El Trienio Liberal (1820-1823)
El Regreso de la Constitución de Cádiz

Tras el triunfo de la Revolución española de 1820, Fernando VII juró la Constitución de 1812 el 7 de marzo de 1820. Dijo que lo hacía por la voluntad del pueblo. Así, la Constitución de Cádiz, que el rey había anulado en 1814, volvía a estar en vigor.
Dos días después, el rey juró la Constitución en el Palacio Real. También abolió la Inquisición y nombró una Junta Provisional. El 10 de marzo, el rey publicó un manifiesto diciendo que sería el "más firme apoyo" de la Constitución. Sin embargo, pronto comenzó a conspirar para derribarla.
Fernando VII nombró un gobierno formado por liberales moderados. Muchos de ellos habían estado en prisión o exiliados. La mayoría había participado en las Cortes de Cádiz y eran conocidos como "doceañistas".
Después de las elecciones, las Cortes se reunieron el 9 de julio de 1820. Durante la sesión de apertura, el rey juró solemnemente la Constitución.
La División de los Liberales: Moderados y Exaltados

En los primeros meses del nuevo gobierno constitucional, los liberales se dividieron en dos grupos:
- Los moderados: Eran el ala más conservadora. Creían que la "revolución" ya había terminado. Querían garantizar el "orden" y la "estabilidad", buscando acuerdos con las antiguas clases dominantes.
- Los exaltados: Eran el ala más progresista. Pensaban que la "revolución" debía continuar con medidas que apoyaran a las clases populares.
Ambos grupos querían acabar con la monarquía absoluta y el Antiguo Régimen. Sin embargo, los moderados querían reformar la Constitución de 1812 para hacerla más conservadora, mientras que los exaltados querían mantenerla tal como estaba. Los moderados, por ejemplo, querían que solo votaran los hombres con cierto nivel de ingresos y crear una segunda cámara para la aristocracia.
La división entre moderados y exaltados se hizo más fuerte en octubre de 1820. Discutieron sobre si prohibir las "sociedades patrióticas". Los moderados las veían como un peligro para el orden, mientras que los exaltados las consideraban importantes para la libertad. Finalmente, las Cortes, con mayoría moderada, prohibieron estas sociedades.
Otro punto de conflicto fue la Milicia Nacional. Los exaltados querían que fuera un instrumento revolucionario, abierto a las clases populares. Los moderados querían que fuera una fuerza para mantener el orden, limitada a los ciudadanos con propiedades.
El conflicto se intensificó a finales de 1821. Hubo protestas de los liberales exaltados por la destitución del general Rafael del Riego. Esto llevó a que el rey nombrara un nuevo gobierno con liberales moderados. Sin embargo, las nuevas Cortes, elegidas en 1822, tuvieron mayoría exaltada.
El Fin del Antiguo Régimen: Desvinculación y Desamortización

La Junta Provisional Consultiva y las Cortes trabajaron para desmantelar el Antiguo Régimen. Una medida importante fue la desvinculación de los patrimonios en septiembre de 1820. Esto significaba que los bienes de los mayorazgos (propiedades que no se podían vender ni dividir) pasaban a ser libres.
En octubre, las Cortes aprobaron una reforma del clero regular. Se suprimieron muchas órdenes monacales y órdenes militares, y se cerraron muchos conventos. Los bienes de estos monasterios y conventos, así como los de la Inquisición y los jesuitas, fueron "desamortizados". Esto significaba que pasaban al Estado y se vendían en subasta pública.
La mayoría de estos bienes fueron comprados por los más ricos. La situación de muchos campesinos empeoró, ya que los nuevos dueños aumentaron los alquileres o los desalojaron. Esta desamortización fue una de las razones por las que gran parte del clero y los campesinos se unieron contra los liberales.
Las Cortes también trataron el tema del "diezmo" (un impuesto a la Iglesia). No lo abolieron del todo, pero lo redujeron a la mitad. Sin embargo, exigieron que los impuestos al Estado se pagaran en dinero. Esto, paradójicamente, empeoró la situación de muchos campesinos, que no tenían dinero para pagar.
Sobre los señoríos (tierras con derechos especiales para los nobles), las Cortes intentaron abolirlos. Pero la ley fue bloqueada por el rey y no se aplicó a tiempo. Esto fue otra oportunidad perdida para que los campesinos apoyaran los cambios liberales.
La Independencia de Hispanoamérica
La guerra de independencia en América había comenzado en 1809. Cuando Fernando VII juró la Constitución en 1820, la situación era incierta. El Virreinato de Nueva España (México) y el Virreinato del Perú seguían fieles a España. Sin embargo, partes del Virreinato del Río de la Plata y del Virreinato de Nueva Granada ya se habían declarado independientes.
En España, muchos liberales creían que la Constitución de 1812 pondría fin a las rebeliones en América. El rey Fernando VII publicó una proclama en marzo de 1820. Ofrecía perdón a los rebeldes si dejaban las armas. Pero esta propuesta llegó tarde. El regreso del absolutismo en 1814 había hecho que muchos americanos buscaran la independencia total.
En 1821, los diputados americanos propusieron más autonomía para las provincias americanas. Algunas propuestas fueron aprobadas, pero otras fueron rechazadas. La situación cambió rápidamente cuando Agustín de Iturbide proclamó la independencia de Nueva España (México) en febrero de 1821.
En junio de 1821, diputados americanos propusieron crear tres monarquías americanas bajo la autoridad de Fernando VII. Pero las Cortes rechazaron esta idea.
En el verano de 1821, los acontecimientos se aceleraron. Las tropas españolas fueron derrotadas en la Batalla de Carabobo. José de San Martín proclamó la independencia de Perú. Y en agosto, Juan O'Donojú, representante español, y Agustín Iturbide firmaron el Tratado de Córdoba, reconociendo la independencia de México. Así, en 1821, gran parte de América estaba en guerra por su independencia.
El Avance de la Contrarrevolución y el Intento de Golpe de Estado de 1822
La "contrarrevolución" (movimiento contra los cambios liberales) comenzó desde que Fernando VII juró la Constitución en 1820. El propio rey lideró esta oposición. Fernando VII nunca aceptó realmente el gobierno constitucional y conspiró para derribarlo.
Pronto comenzaron a actuar las "partidas realistas", grupos armados organizados por absolutistas exiliados. Sus métodos eran similares a los de la guerrilla durante la Guerra de la Independencia.
Fernando VII usó su poder de veto para obstaculizar las leyes aprobadas por las Cortes. También tuvo muchos conflictos con los miembros de su gobierno. Mientras tanto, conspiraba en secreto con otros monarcas europeos para que lo "rescataran" del gobierno liberal.
En enero de 1821, se descubrió una conspiración absolutista liderada por el cura Matías Vinuesa. En mayo, Vinuesa fue asesinado en la cárcel por un grupo de liberales exaltados que consideraron su pena demasiado leve.
En la primavera de 1822, las acciones de las partidas realistas aumentaron. Hubo varios intentos de rebeliones absolutistas. El más importante fue en Valencia en mayo de 1822, que fue sofocado.
A principios de 1822, hubo un intento de acabar por la fuerza con el gobierno constitucional. La Guardia Real se sublevó el 1 de julio, con el apoyo del propio Fernando VII. El rey estuvo a punto de unirse a los rebeldes.
En la madrugada del 7 de julio, la Guardia Real atacó Madrid. La Milicia Nacional y grupos de ciudadanos armados los enfrentaron. Los guardias reales fueron derrotados y tuvieron que huir. La población no apoyó el levantamiento de la Guardia Real.
La victoria fue para los milicianos y voluntarios. El 7 de julio se convirtió en un día heroico para los liberales. Tras el fracaso de este intento, el poder pasó de los liberales moderados a los liberales exaltados. El rey se vio obligado a nombrar un gobierno exaltado, liderado por el general Evaristo San Miguel.
La Guerra Civil de 1822-1823: La Regencia de Urgel

A partir de la primavera de 1822, el levantamiento realista se extendió. Se organizó desde el exilio y contó con una red de apoyo en España. En Cataluña, País Vasco y Navarra, se vivió una verdadera guerra civil.
Un evento clave fue la toma de la fortaleza de la Seo de Urgel por los realistas el 21 de junio. Allí se estableció una Junta Superior Provisional de Cataluña. El 15 de agosto, se instaló la Regencia de Urgel. Esta Regencia decía que el rey estaba "cautivo" por los liberales y que su objetivo era "liberar a la Nación y a su Rey".
Los realistas consolidaron su control en amplias zonas del norte de España. El rey Fernando VII seguía pidiendo en secreto a las cortes europeas que lo "rescataran".
El gobierno y las Cortes tomaron medidas militares para enfrentar la rebelión. Declararon el estado de guerra en Cataluña. Los ejércitos constitucionales, liderados por generales como Francisco Espoz y Mina, lograron derrotar a los realistas. Muchos tuvieron que huir a Francia o Portugal.
Después de la derrota de los realistas, quedó claro que la única forma de restaurar el absolutismo sería con una intervención extranjera.
El Fin de la Revolución: La Invasión de los "Cien Mil Hijos de San Luis"

El Congreso de Verona, una reunión de potencias europeas en 1822, discutió los "peligros de la revolución de España". El zar de Rusia y el rey francés Luis XVIII fueron los más partidarios de una intervención militar.
Se enviaron "Notas formales" al gobierno de Madrid pidiendo que moderara sus posiciones. El gobierno español, liderado por Evaristo San Miguel, las rechazó firmemente. Como resultado, los embajadores de Austria, Prusia y Rusia, y luego el de Francia, abandonaron Madrid. España quedó aislada.
Aunque no se cumplieron las condiciones para una intervención directa, Francia invadió España en abril de 1823 con los Cien Mil Hijos de San Luis. Este ejército, de entre 80.000 y 90.000 hombres, contó con el apoyo de tropas realistas españolas.
El gobierno de Evaristo San Miguel organizó cuatro ejércitos. Solo el de Francisco Espoz y Mina en Cataluña ofreció resistencia. Los otros generales no opusieron mucha resistencia, y el ejército francés avanzó fácilmente hacia el sur. El 13 de mayo, entraron en Madrid.

A excepción de algunas ciudades que resistieron, no hubo una gran resistencia popular a la invasión. No se formaron guerrillas antifrancesas como en la Guerra de la Independencia. Esto se debió a que el rey no era prisionero de los franceses, sino de los liberales, y la religión católica no estaba en peligro.
Cuando el duque de Angulema entró en Madrid el 23 de mayo, nombró una Regencia absolutista. A medida que las tropas francesas avanzaban, los realistas españoles desataron una ola de violencia contra los liberales. El duque de Angulema intentó detenerla con la Ordenanza de Andújar, pero la presión de los realistas hizo que la anulara.
El gobierno liberal, las Cortes y la familia real se trasladaron a Sevilla y luego a Cádiz. Fernando VII se negó a ir, por lo que las Cortes lo inhabilitaron temporalmente y nombraron una Regencia. Cádiz fue sitiada por el ejército francés.
La "Liberación" de Fernando VII y el Regreso del Absolutismo
El 30 de septiembre de 1823, el gobierno liberal decidió dejar marchar a Fernando VII. El 1 de octubre, el rey se reunió con el duque de Angulema en el Puerto de Santa María. Muchos liberales huyeron a Inglaterra, temiendo que el rey no cumpliera su promesa de "olvido general" de lo pasado.
No se equivocaron. Apenas libre, Fernando VII anuló toda la legislación del Trienio Liberal. Declaró que todos los actos del gobierno constitucional eran "nulos y de ningún valor". Afirmó que había estado sin libertad durante ese tiempo.
El 30 de noviembre de 1823, el duque de Angulema dio su última orden, regresando a Francia. La invasión francesa había durado siete meses y medio. Fernando VII fue el verdadero triunfador de esta guerra.
Los Últimos Años del Reinado de Fernando VII (1823-1833)
Este periodo, conocido por los liberales como "Década Ominosa" (abominable), fue de represión y algunos cambios. Aunque fue un tiempo de tiranía, también hubo reformas.
Represión y Exilio
La represión contra los liberales fue más dura que en 1814. Fernando VII no cumplió su promesa de perdón. Las tropas francesas que se quedaron en España a menudo tuvieron que proteger a los liberales de los ataques de los absolutistas.
Rafael de Riego fue ejecutado en la horca el 7 de noviembre de 1823. Otro caso fue el de Juan Martín Díez, "el Empecinado", un héroe de la Guerra de la Independencia, que fue ejecutado en 1825.
Se crearon comisiones militares para perseguir a quienes se oponían al absolutismo. También se formaron "Juntas de Fe" en algunas diócesis, que actuaron de forma similar a la Inquisición. Un maestro, Cayetano Ripoll, fue ejecutado por "hereje" en 1826. Para controlar la represión, se creó la Superintendencia General de Policía en 1824.
Muchos oficiales del ejército fueron expulsados. La presión de otros países europeos hizo que Fernando VII decretara un "indulto y perdón general" en 1824. Pero esta amnistía tenía tantas excepciones que muchos liberales tuvieron que exiliarse.
Se calcula que unos 15.000 a 20.000 liberales se exiliaron, principalmente a Francia e Inglaterra. En Inglaterra, se organizaron conspiraciones para derrocar el absolutismo. Este exilio fue importante para el desarrollo de ideas liberales en Europa.
La División de los Absolutistas: Reformistas y Ultras
Durante este periodo, los absolutistas también se dividieron:
- Los reformistas: Querían "suavizar" el absolutismo, siguiendo consejos de otras potencias europeas.
- Los ultras o apostólicos: Defendían el regreso total del absolutismo, incluyendo la Inquisición, que Fernando VII no había restaurado. Los ultras apoyaban al hermano del rey, Carlos María Isidro de Borbón, quien era el heredero al trono. Por eso, a veces se les llamaba "carlistas".
Tres decisiones del gobierno "reformista" causaron esta división:
- No restaurar la Inquisición.
- Crear la Superintendencia General de Policía.
- Conceder una amnistía muy limitada a los liberales.
Otro motivo de conflicto fue la permanencia de tropas francesas en España y el nuevo reglamento de los Voluntarios Realistas, que los ultras rechazaron.

Los ultras comenzaron a organizarse y conspirar. Contaron con el apoyo de la Iglesia y de los Voluntarios Realistas. También tenían el apoyo de don Carlos, el hermano del rey.
Hubo varios intentos de levantamientos "ultra". El más importante fue la "guerra dels malcontents" (guerra de los agraviados) en 1827, principalmente en Cataluña. Los rebeldes, en su mayoría campesinos, llegaron a movilizar a miles de hombres. Decían que el rey estaba "secuestrado" por el gobierno y que querían "sostener la soberanía de nuestro amado rey Fernando".
Fernando VII visitó Cataluña para desmentir que estuviera prisionero. Su Manifiesto del 28 de septiembre de 1827 hizo que muchos rebeldes se rindieran. La represión fue implacable. El fracaso de esta rebelión hizo que los realistas se inclinaran más por la opción de don Carlos como futuro rey.
Las Conspiraciones Liberales Fracasadas
Los liberales exiliados creían que podían repetir la revolución de 1820. Pensaban que un líder liberal en España provocaría un levantamiento popular. Pero el gobierno absolutista era muy eficaz en la vigilancia y la represión.
El primer intento fue en agosto de 1824, liderado por el coronel Francisco Valdés Arriola, que tomó Tarifa. Pero no encontró apoyo popular y la operación fracasó.
El triunfo de la Revolución de Julio de 1830 en Francia dio esperanzas a los liberales españoles. Pensaron que el nuevo gobierno francés los apoyaría, pero no fue así.
Francisco Espoz y Mina y José María Torrijos, líderes del exilio liberal, organizaron varias expediciones militares en los Pirineos y en el sur de España. Todas fracasaron por falta de apoyo interno y por la presión de las autoridades.
El último intento fue el de José María Torrijos. En diciembre de 1831, desembarcó en Fuengirola, engañado por un gobernador que se hizo pasar por liberal. Torrijos y sus 52 hombres fueron capturados y ejecutado en la playa de San Andrés el 11 de diciembre.
Con el fusilamiento de Torrijos, se abandonó la estrategia de los levantamientos militares para derrocar el absolutismo. El liberalismo llegaría a España de otra manera.
El Final del Reinado de Fernando VII y el Problema de la Sucesión (1830-1833)

Tras la muerte de su tercera esposa en 1829, Fernando VII se casó de nuevo con María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, su sobrina. Pocos meses después, en marzo de 1830, Fernando VII hizo pública la Pragmática Sanción de 1789. Esta ley anulaba la Ley Sálica (que impedía a las mujeres reinar) y aseguraba que su hijo o hija le sucedería.
En octubre de 1830, nació una niña, Isabel. Esto significaba que don Carlos, el hermano del rey, quedaba fuera de la sucesión al trono. Esto causó gran preocupación entre sus seguidores, los "carlistas".
Los carlistas no aceptaron que Isabel fuera la futura reina. En septiembre de 1832, Fernando VII enfermó gravemente. Su esposa, la reina María Cristina, fue presionada por ministros "ultras" para que el rey anulara la Pragmática Sanción. El rey firmó la anulación, lo que significaba que la Ley Sálica volvía a estar en vigor.
Pero Fernando VII se recuperó inesperadamente. El 1 de octubre, destituyó al gobierno y el 31 de diciembre anuló el decreto que había derogado la Pragmática. Así, Isabel volvió a ser la heredera al trono.
La ruptura definitiva con los carlistas ocurrió cuando don Carlos se negó a jurar lealtad a Isabel como princesa de Asturias. El 20 de junio de 1833, las Cortes juraron a Isabel como heredera de la Corona.
Tres meses después, el 29 de septiembre de 1833, murió Fernando VII. Esto dio inicio a una guerra civil por la sucesión al trono entre los "isabelinos" (partidarios de Isabel II) y los "carlistas" (partidarios de don Carlos).
Galería de imágenes
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Retrato alegórico de Fernando VII realizado por Vicente Capilla en 1810.
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«Que se rompe la cuerda», estampa n.º 77 de la sección «Caprichos enfáticos» de Los desastres de la guerra, alusiva a la restauración fernandina.
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Nadie nos ha visto. Grabado nº 79 de la serie Los Caprichos (1799) de Francisco de Goya. En él aparecen cuatro frailes bebiendo.
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Vista de la Puerta del Sol en 1820.
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Pablo Iglesias, litografía de Vicente Camarón.
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El general Francisco Espoz y Mina.
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El peñón de Gibraltar hacia 1830.
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El general José de la Cruz, Secretario del Despacho de Guerra.
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Ángel Lizcano: Fusilamientos de Bessières, ilustración de la obra de Fernando Fernández de Córdoba, Mis memorias íntimas, t. I, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1886.
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Luis López Ballesteros, secretario del Despacho de Hacienda entre 1823 y 1832.
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Cuadro de David Wilkie que representa la reunión en una posada del mando de un grupo guerrillero.
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Grabado de la jura de la princesa Isabel por las Cortes reunidas en la Iglesia de san Jerónimo el Real el 20 de junio de 1833.
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