robot de la enciclopedia para niños

Guerra Realista para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Guerra civil de 1822-1823
Parte de Trienio Liberal
Assedio del Trocadero (1823).jpg
La toma francesa del fuerte del Trocadero.
Fecha Abril de 1822 - 23 de septiembre de 1823
Lugar España
Resultado

Victoria final absolutista gracias a la invasión francesa.

Beligerantes
Realistas
Bandera de Francia Reino de Francia
Liberales
Comandantes
Manuel Adame
Jaime el Barbudo  Ejecutado
Jorge Bessières
Barón de Eroles
Conde de España
Vicente Genaro de Quesada
Santos Ladrón de Cegama
Jerónimo Merino
Pablo Morillo[a]
Pedro Zaldívar  
Duque de Angulema
Bandera de Francia Duque de Conegliano
Bandera de Francia Duque de Reggio
Miguel Ricardo de Álava
Francisco Ballesteros  Rendición
Francisco Espoz y Mina  Rendición
Juan Martín Díez  Ejecutado
Pablo Morillo[a]
Rafael del Riego  Ejecutado
Vicente Sancho  Rendición
José María Torrijos  Rendición
Unidades militares
Partidas realistas
Cien Mil Hijos de San Luis (a partir de abril de 1823)
Ejército constitucional
Milicia Nacional
  1. Pablo Morillo -antiguo partidario absolutista- cambió de bando y se unió a las tropas francesas. Fue destituido de sus mandos por el gobierno constitucional en agosto de 1823.

La Guerra Realista, también conocida como Guerra Constitucional o guerra civil de 1822-1823, fue un conflicto armado que ocurrió en España durante el último año y medio del Trienio Liberal. Comenzó en la primavera de 1822, cuando grupos de realistas, que ya actuaban desde 1821, aumentaron sus acciones. Su objetivo era devolver al rey Fernando VII todo su poder, como monarca absoluto.

Los ejércitos que defendían el gobierno liberal, establecido después de la Revolución de 1820, se enfrentaron a estos grupos. Los principales lugares del conflicto fueron Cataluña, Navarra y el País Vasco. Al principio, los realistas fueron vencidos y tuvieron que refugiarse en Francia o Portugal.

La situación cambió cuando el 7 de abril de 1823, un ejército francés, conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis, invadió España. Este ejército contó con el apoyo de tropas realistas españolas que se habían organizado en Francia y de los grupos realistas que aún quedaban. El 30 de septiembre de 1823, el rey Fernando VII fue "liberado". Al día siguiente, eliminó la Constitución de 1812 y restauró su poder absoluto. Esto marcó el inicio de la Década Ominosa.

Algunos historiadores consideran este conflicto como la primera guerra civil de la historia contemporánea de España. Forma parte de una serie de conflictos donde se enfrentaron ideas de cambio y de mantener las tradiciones. Los realistas usaban el lema "Religión, Rey y Patria". La Iglesia católica tuvo un papel importante, apoyando a los realistas y llamando a su lucha una "Cruzada". Los liberales, por su parte, también defendían sus ideas con fuerza.

¿Qué pasó antes de la guerra?

El pronunciamiento de Riego en Las Cabezas de San Juan había logrado que se restableciera la Constitución de 1812. El rey Fernando VII la juró el 9 de marzo de 1820. Sin embargo, el rey nunca aceptó realmente este sistema de gobierno y desde el principio buscó la forma de eliminarlo.

Los grupos realistas fueron el brazo armado de quienes querían volver al sistema anterior. Estos grupos eran organizados por personas que apoyaban al rey y que estaban exiliadas en Francia. También tenían conexiones con el Palacio Real. Sus métodos eran parecidos a los de las guerrillas durante la Guerra de la Independencia.

Estos grupos realistas crecieron mucho a partir de la primavera de 1821. Esto se debió a que las élites que querían volver al pasado se unieron con personas del pueblo que se sentían afectadas por los cambios liberales. Lo que unía a todos estos grupos realistas era su lucha contra el sistema de la Constitución y su defensa del poder absoluto del rey y de la influencia de la Iglesia católica.

La Iglesia católica, que en su mayoría estaba en contra del gobierno liberal por medidas como la desamortización española (que quitaba tierras a la Iglesia), fue clave para unir a estos grupos. La Iglesia les dio una razón ideológica, hablando de una "guerra religiosa" que fue muy popular, especialmente en las zonas rurales.

El rey Fernando VII estaba en la cima de este movimiento. Desde el Palacio de Aranjuez, donde se instaló en marzo de 1822, se reunía en secreto con nobles, diplomáticos y militares que estaban en contra de la Constitución. También se comunicaba con embajadores de otros países europeos y con el representante del Papa. El rey quería dar unidad a este movimiento, presentándose como un padre querido por su pueblo, que había sido "secuestrado" por una minoría.

Durante la primavera de 1822, las acciones de los grupos realistas aumentaron. Hubo varios intentos de levantamientos que terminaron en el golpe de Estado de julio de 1822, liderado por el propio rey y su Guardia Real, pero que fracasó.

El desarrollo del conflicto

La primera etapa: el avance realista

A partir de la primavera de 1822, los grupos realistas se organizaron mejor en batallones, formando lo que se conoció como el "ejército de la fe". Este ejército llegó a tener entre 25.000 y 30.000 hombres. El levantamiento realista fue planeado desde fuera de España y contó con una red de apoyo dentro del país, con el rey Fernando VII a la cabeza.

El conflicto se extendió tanto que, durante el verano y el otoño, en Cataluña, País Vasco y Navarra, se vivió una verdadera guerra civil. La población civil sufrió mucho con represalias, robos y saqueos. Un escritor de la época, el marqués de Miraflores, describió que Cataluña ya parecía un campo de batalla en mayo y junio de 1822.

Un evento clave que impulsó la guerra fue la toma de la fortaleza de la Seo de Urgel el 21 de junio por los líderes realistas Romagosa y El Trapense, con dos mil hombres. Al día siguiente, se estableció allí la Junta Superior Provisional de Cataluña. Esta Junta intentó crear un ejército y un gobierno en las zonas de Cataluña controladas por los realistas.

El 15 de agosto, se formó la Regencia de Urgel en la Seo de Urgel. Esta Regencia decía que se había creado para "liberar a la Nación y a su Rey del cruel estado en que se encuentran". Tener una capital para el movimiento realista fue un gran avance. La Regencia estaba formada por el marqués de Mataflorida, el barón de Eroles y Jaime Creus, el arzobispo de Tarragona. Ellos creían que el rey estaba "cautivo" por los liberales, como lo había estado por Napoleón.

La creación de la Regencia fue bien recibida por otros países europeos. El rey Fernando VII seguía pidiéndoles ayuda en secreto para que lo "rescataran".

Los historiadores explican el éxito de los levantamientos realistas porque supieron aprovechar el descontento de los campesinos. Los campesinos no estaban contentos con las nuevas leyes de impuestos de los liberales, que les exigían pagar en dinero en lugar de productos, lo cual era más difícil para ellos. Además, los precios de los productos agrícolas habían bajado mucho.

Otros factores que ayudaron a los realistas fueron: el apoyo económico de Francia, la debilidad del ejército liberal, el papel de muchos miembros del clero que animaban a la gente, la habilidad de los líderes realistas para organizar a los campesinos, y la actitud de algunos ayuntamientos que no ayudaron a los liberales. También usaron tácticas de guerrilla.

El clero tuvo un papel muy importante. Un diputado liberal, José María Moscoso, escribió que casi todos los grupos realistas tenían sacerdotes entre sus filas o dirigiéndolos. Un párroco de Gerona, en agosto de 1822, animó a los realistas diciendo: "Todos gritaron viva la fe de Jesucristo. Viva la Religión: Muera, muera la Constitución".

La respuesta liberal: la derrota realista

Archivo:General Francisco Espoz y Mina (by anonymous author)
Retrato del general liberal Francisco Espoz y Mina, quien logró derrotar a los realistas, obligándolos a huir a Francia.

Para enfrentar la difícil situación en el norte de España, se reunieron las Cortes (el parlamento) el 7 de octubre. Allí se tomaron decisiones para detener a los realistas. Se cerraron algunos conventos porque se creía que eran nidos de absolutistas. También se hicieron declaraciones patrióticas para animar al pueblo.

El gobierno, liderado por Evaristo San Miguel, ordenó en octubre de 1822 un reclutamiento especial de 30.000 soldados. También se enviaron más tropas a Cataluña, Navarra y el País Vasco.

Estas medidas militares funcionaron. Durante el otoño e invierno de 1822-1823, después de una dura campaña de seis meses, los ejércitos liberales lograron cambiar la situación. Obligaron a los realistas de Cataluña, Navarra y País Vasco a huir a Francia (unos 12.000 hombres) y a los de otras regiones a huir a Portugal (unos 2.000 hombres). En noviembre, la propia Regencia de Urgel tuvo que abandonar la Seo de Urgel y cruzar la frontera.

La victoria de los liberales se debió a varios factores: el ejército liberal tuvo por primera vez líderes con prestigio y una buena estrategia; esta estrategia fue efectiva para derrotar a los realistas, ocupando el terreno sin dejar que se reorganizaran; la división entre los líderes realistas dificultó que recibieran los recursos necesarios; las tácticas de guerrilla de los realistas no fueron suficientes contra un ejército mejor organizado; y los realistas empezaron a perder el apoyo popular cuando impusieron exigencias y contribuciones a los habitantes de las zonas que controlaban.

Después de esta derrota, quedó claro que la única opción para los realistas era la intervención de otros países. El jefe del gobierno francés, el conde de Villèle, dijo que los realistas españoles no podrían lograr su objetivo sin la ayuda de un ejército extranjero. Esto fue el primer paso para la invasión de España por los Cien Mil Hijos de San Luis.

La intervención extranjera: derrota de los liberales

Royal flag of France during the Bourbon Restoration.svg

Voluntarios Realistas (Vanguardia) 35.000 efectivos

  • División de Navarra del conde de España
  • División de las Provincias Vascongadas del general Quesada
  • División de Cataluña del general Eroles

Ejército francés 55.000 efectivos

  • 1º División del Duque Reggio
  • 2º División del Conde Molitor
  • 3ª División del Principe Hohenlohe
  • 4º División de Moncey (dirigida sobre Cataluña)
  • 5º División del conde Bordessoulle

Total 90.000 efectivos, conscriptos sin instrucción.

Archivo:Plaine de Ronceveaux - Adam
"Planicie de Roncesvalles, 1823". Ilustración que muestra el paso de los Cien Mil Hijos de San Luis por Roncesvalles.

El 7 de abril de 1823, los "Cien Mil Hijos de San Luis" comenzaron a cruzar la frontera española. Eran entre 80.000 y 90.000 soldados franceses, que al final de la campaña llegaron a ser 120.000. Contaron con el apoyo de tropas realistas españolas que se habían organizado en Francia (entre 12.000 y 35.000 hombres). A medida que avanzaban, se les unieron los grupos realistas que habían sobrevivido.

Es curioso que muchos de los realistas españoles que apoyaron a los franceses habían luchado contra ellos quince años antes en la Guerra de la Independencia. Un observador francés notó la diferencia: la ciudad de Zaragoza, que había resistido dos ataques de Napoleón en 1808 y 1809, en 1823 recibió a las tropas francesas con gritos de "¡Viva la Religión y Viva el Rey!".

Los invasores franceses evitaron cometer los errores de la invasión napoleónica de 1808. Se presentaron como salvadores que venían a restaurar el orden y el poder del rey. En una proclama antes de la invasión, dijeron que su intención era acabar con el grupo "revolucionario que ha destruido en vuestro país la autoridad real, que tiene cautivo a vuestro rey".

Para enfrentar a los franceses y sus aliados realistas, el ejército liberal español solo tenía unos 50.000 hombres, lo que los ponía en clara desventaja. El gobierno liberal no tuvo tiempo de preparar bien al ejército. Las fuerzas españolas se organizaron en cuatro ejércitos, pero solo el comandado por el general Francisco Espoz y Mina en Cataluña realmente se enfrentó a los franceses. Por eso, el ejército francés avanzó hacia el sur con bastante facilidad, entrando en Madrid el 13 de mayo.

La razón por la que la mayoría de los generales españoles se rindieron sin apenas luchar ha sido muy debatida. Algunos dicen que fueron engañados por el duque de Angulema, quien les prometió que no destruiría la libertad. Otros sugieren que fueron sobornados con dinero. El historiador Juan Francisco Fuentes añade que la desmoralización del gobierno liberal y las Cortes, al decidir abandonar Madrid y trasladarse a Sevilla y luego a Cádiz, también influyó.

Archivo:Louis antoine artois
El duque de Angulema, comandante en jefe de los Cien Mil Hijos de San Luis.

A excepción de algunas ciudades que lucharon con valentía (como Pamplona, Barcelona o Cartagena), no hubo una resistencia popular a la invasión, ni se formaron guerrillas antifrancesas como en la Guerra de la Independencia. De hecho, ocurrió lo contrario: los grupos realistas se unieron al ejército francés.

Según el historiador Josep Fontana, la razón principal de la "pasividad de una gran parte de la población española, y en especial de los campesinos", fue que las políticas agrarias del gobierno liberal no cumplieron las expectativas de los campesinos. Ellos querían que se eliminaran los pagos a los señores y a la Iglesia, y poder acceder a la propiedad de las tierras de la Iglesia.

También influyó la política fiscal (de impuestos) que afectó mucho a los campesinos, al exigirles nuevos impuestos en dinero, cuando les era difícil conseguirlo. Los realistas supieron aprovechar este descontento. El duque de Angulema mismo notó que "El rey tiene de su parte al clero y al bajo pueblo. Todo lo que es señor, propietario o burgués está en contra".

Cuando el duque de Angulema entró en Madrid el 23 de mayo, nombró una Regencia (un gobierno provisional) formada por el duque del Infantado, el duque de Montemart, el obispo de Osma, el barón de Eroles y Antonio Gómez. El 9 de junio, las tropas francesas cruzaron Despeñaperros, abriendo el camino hacia Sevilla, donde estaban el gobierno, las Cortes y el rey. Luego se trasladaron a Cádiz, a donde llegaron el 15 de junio.

A medida que las tropas francesas avanzaban, los realistas españoles desataron una "explosión general de violencia" contra los liberales. El duque de Angulema intentó detener esto con la Ordenanza de Andújar el 8 de agosto de 1823, que quitaba a los realistas el poder de perseguir y arrestar por motivos políticos. Pero los realistas se opusieron, y el duque de Angulema tuvo que dar marcha atrás el 26 de agosto. Esto fortaleció a los realistas más extremistas.

El 18 de junio, las tropas francesas habían entrado en Sevilla y poco después comenzaron el asedio de Cádiz. En la noche del 30 al 31 de agosto, las tropas francesas tomaron el fuerte del Trocadero, y veinte días después el de Sancti Petri, haciendo imposible la resistencia. El 24 de septiembre, el general francés Armand Charles Guilleminot dio un ultimátum, amenazando con graves consecuencias si algo le pasaba a la familia real.

Archivo:José Aparicio - Landing of Ferdinand VII in El Puerto de Santa María - Google Art Project
Cuadro de José Aparicio que representa el desembarco de Fernando VII en el Puerto de Santa María tras haber sido «liberado» de su «cautiverio» en Cádiz. Es recibido por el duque de Angulema, comandante de los Cien Mil Hijos de San Luis que han invadido España para «rescatarlo», y por el duque del Infantado, presidente de la Regencia absolutista nombrada por los franceses.

El 30 de septiembre de 1823, después de cuatro meses de asedio, el gobierno liberal tuvo que permitir que el rey Fernando VII se fuera. El rey se reunió con el duque de Angulema el 1 de octubre en el Puerto de Santa María. Muchos liberales huyeron a Inglaterra, temiendo que el rey no cumpliera su promesa de "olvidar" todo lo pasado. Y no se equivocaron.

Tan pronto como Fernando VII se vio libre, se retractó de su promesa. El 1 de octubre de 1823, en el Puerto de Santa María, publicó un decreto que anulaba todas las leyes del Trienio Liberal. Dijo que durante ese tiempo había estado "sin libertad, obligado a aprobar leyes y a emitir órdenes, decretos y reglamentos que contra mi voluntad se pensaban y emitían por el mismo gobierno".

Al quedar libre, el rey dijo: "La más criminal traición, la más vergonzosa cobardía... fueron los elementos empleados para cambiar esencialmente el Gobierno paternal de mis reinos en un código democrático".

Más información

Galería de imágenes

kids search engine
Guerra Realista para Niños. Enciclopedia Kiddle.