Picota (columna) para niños
Las picotas eran columnas de piedra, a veces con adornos, que se usaban en el pasado. Sobre ellas se exponía a las personas que habían cometido delitos para que fueran vistas por todos. También se mostraban las cabezas o cuerpos de quienes habían sido castigados con la pena más severa por las autoridades.
La idea de exponer a alguien en la picota ya existía en el siglo XIII. Aparece en un libro de leyes llamado Las Partidas, escrito por el rey Alfonso X. Se consideraba una de las penas más leves para los delincuentes, buscando su deshonra y castigo público.
La mayoría de estas picotas se construyeron en los siglos XVI y XVII. Esto ocurrió porque se les daban permisos especiales a los pueblos que ayudaban económicamente a la Corona. Este dinero se usaba para pagar los grandes gastos de las guerras.
Aunque a todas estas columnas se les suele llamar picotas, algunas eran más importantes. Estas se conocían como rollos. Los rollos solo se levantaban en villas y mostraban el tipo de gobierno al que pertenecía el lugar. Podía ser un señorío del rey, de un consejo, de la iglesia o de un monasterio.
¿Cuándo se dejaron de usar las picotas?
En 1813, las Cortes de Cádiz (una especie de parlamento de la época) emitieron un decreto. Este decreto ordenaba destruir todos los símbolos que recordaran que los pueblos eran "vasallos" de alguien. Decían que los pueblos de España solo reconocían a la Nación como su señor. Creían que tener esos símbolos era un recuerdo de humillación.
Sin embargo, muchas de las leyes de las Cortes de Cádiz fueron eliminadas por el rey Fernando VII. Por eso, este decreto dejó de aplicarse. Incluso, en 1817, se construyó una picota nueva en Rioseco de Soria.
Se cree que muchas picotas fueron destruidas. Pero algunas se transformaron en cruces para evitar que las demolieran. Gracias a esto y a otros perdones, todavía hoy podemos ver algunas de estas antiguas columnas en pie.
¿Qué significa "poner en la picota"?
La expresión "poner en la picota" se usa hoy en día de forma figurada. Significa "hacer evidentes los defectos de alguien" o "dejar en evidencia a una persona delante de los demás". Es como si se señalara públicamente a alguien por algo que hizo mal.