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Milicia Nacional (España) para niños

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La Milicia Nacional en España era un grupo de ciudadanos armados. Su objetivo principal era mantener el orden público y proteger el sistema de gobierno basado en una Constitución. Fue creada por la Constitución de 1812, que se aprobó en las Cortes de Cádiz.

Este grupo fue eliminado en 1814 por el rey Fernando VII cuando volvió a gobernar sin límites (monarquía absoluta). Luego, fue restablecida durante el Trienio Liberal (1820-1823), un periodo en el que España tuvo un gobierno constitucional. Pero Fernando VII la volvió a eliminar durante la Década Ominosa (1823-1833).

Durante el reinado de Isabel II, la Milicia Nacional fue un tema de gran discusión. El Partido Moderado quería eliminarla y crear un cuerpo de seguridad profesional, como la Guardia Civil. En cambio, el Partido Progresista defendía que la Milicia Nacional debía seguir existiendo. Finalmente, fue eliminada de forma definitiva durante la Restauración.

La Milicia Nacional surgió cuando el antiguo sistema de justicia y policía se debilitó. Este modelo, donde los ciudadanos ayudaban a mantener el orden, fue desapareciendo poco a poco a medida que surgían cuerpos de policía más profesionales y especializados.

La Milicia Nacional, tal como la imaginaron los liberales españoles, tenía dos funciones importantes: permitía a los ciudadanos participar en la vida pública y, al mismo tiempo, era una herramienta para mantener el orden y la seguridad. Era un lugar donde se defendía el orden, pero también donde la gente podía expresar sus ideas.

Aunque sus raíces se pueden encontrar en grupos de vecinos armados de la Edad Media y en otras milicias que existieron desde el siglo XVI, su antecedente más directo fueron las Milicias Provinciales del siglo XVIII y los grupos de voluntarios que se formaron durante la Guerra de la Independencia española.

Historia de la Milicia Nacional

Las Cortes de Cádiz y su creación

Archivo:Bandera de la Milicia Nacional de Zaragoza
Bandera de la Milicia Nacional de Zaragoza (1820-1823, 1836-1843)

La creación de la Milicia Nacional por la Constitución de 1812 se debió, en parte, a la importancia que tuvieron las Milicias Provinciales en la lucha contra el ejército de Napoleón durante la Guerra de Independencia española.

La Constitución de 1812 diferenciaba entre el ejército regular (las "tropas de continuo servicio") y las "Milicias nacionales". La Constitución establecía que:

  • Habría cuerpos de Milicias nacionales en cada provincia, formados por sus habitantes.
  • Una ley especial regularía cómo se organizarían y cuántos miembros tendrían.
  • El servicio en estas Milicias no sería constante, solo cuando fuera necesario.
  • El Rey podía usar esta fuerza dentro de la provincia, pero no fuera de ella sin permiso de las Cortes.

En abril de 1814, las Cortes aprobaron el reglamento de la Milicia. Sin embargo, el rey Fernando VII volvió al poder y eliminó la Milicia Nacional y todas las leyes de las Cortes de Cádiz. El reglamento establecía que la Milicia tendría infantería (soldados a pie) y caballería (soldados a caballo). Los oficiales eran elegidos por los propios soldados. Su misión era mantener la seguridad y el orden dentro del país.

En la España ocupada por los franceses, José I Bonaparte también creó una Milicia o Guardia Cívica con funciones similares.

El Trienio Liberal: Debates y funciones

Archivo:Bandera Milicia Nacional Cabeza de Buey 1820
Bandera regalada por el diputado Diego Muñoz-Torrero a la Milicia de Cabeza del Buey, su pueblo natal.

La Milicia Nacional fue restablecida en abril de 1820, poco después de que se recuperara la Constitución de 1812. Rápidamente creció mucho y tuvo un papel importante en la política y en el ámbito militar. El juramento que hacían sus miembros mostraba la gran responsabilidad que se les daba: defender la Constitución y obedecer a sus jefes.

Durante el Trienio Liberal (1820-1823), la Milicia Nacional fue un punto de desacuerdo entre los liberales "moderados" y los liberales "exaltados". Los "exaltados" querían que fuera una herramienta para el cambio, "la Patria armada". Creían que era el "único apoyo de la Constitución" y la "guardiana de nuestras libertades". Algunos defendían que la Milicia Nacional era mejor que el ejército regular porque sus miembros seguían trabajando y produciendo cuando no estaban de servicio.

Para los "moderados", la Milicia Nacional era principalmente una garantía del orden público y de la Constitución. Querían que fuera una fuerza organizada y eficaz, evitando la indisciplina. La veían como una "roca" contra los enemigos de la libertad y una "garantía de la seguridad pública".

La principal diferencia entre "moderados" y "exaltados" era quién podía formar parte de la Milicia. Los "moderados" querían que solo participaran los "ciudadanos propietarios", es decir, quienes tenían bienes y más que perder en caso de desorden. Para ello, los miembros debían pagar su propio uniforme. Los "exaltados", en cambio, querían que las clases populares de las ciudades también pudieran unirse. Buscaron formas de ayudar a pagar los uniformes a quienes no podían, como subvenciones o donaciones. La Milicia Nacional fue clave para defender el sistema constitucional, especialmente en la "Jornada del 7 de Julio" de 1822, cuando ayudó a detener un intento de golpe de Estado.

El reglamento provisional de la Milicia Nacional de 1820 exigía que los voluntarios pagaran su uniforme, lo que era un obstáculo para los trabajadores con menos recursos. Se intentó solucionar esto con donaciones "patrióticas" o préstamos de los ayuntamientos. Además, en algunos lugares, las autoridades fueron más flexibles para permitir la entrada de personas de clases populares.

Archivo:Fernando VII 80 reales 20784
Moneda con la efigie de Fernando VII, «rey de las Españas», «por la Gracia de Dios y de la Constitución».

En agosto de 1820, se aprobó un segundo reglamento provisional que distinguía entre milicias voluntarias y forzosas. En la forzosa, no era necesario el uniforme, solo una escarapela nacional. Sin embargo, este tipo de milicia nunca se implementó, y la milicia voluntaria fue la que se extendió. En 1822, las Cortes, con mayoría "exaltada", aprobaron el reglamento definitivo para que más personas de las clases populares pudieran unirse. Se mantuvo el requisito de tener "propiedad", pero se dejó a la interpretación de los ayuntamientos. También se simplificó el uniforme para que fuera más barato y se permitió que los ayuntamientos pagaran el de quienes no podían.

Un aspecto importante de la Milicia Nacional fue su carácter local. Su financiación y armamento dependían de los ayuntamientos, ya que el gobierno central tenía dificultades económicas. Los "exaltados" querían que las milicias dependieran de los ayuntamientos, elegidos por voto, y que el gobierno central solo pudiera usarlas en casos excepcionales. Además, muchos batallones tenían capellanes que bendecían las banderas.

La Milicia Nacional también realizaba tareas de policía y vigilancia. A veces actuaba fuera de su localidad, siendo la única representación del gobierno liberal en algunas zonas rurales. Esto hizo que los milicianos fueran atacados por campesinos descontentos. También participaron en campañas contra los grupos que apoyaban al rey absoluto (partidas realistas), reprimiendo a quienes se oponían al sistema liberal.

Archivo:Alegoría del 7 de julio
Alegoría del 7 de julio (litografía de Luis Carlos Legrand, Biblioteca Nacional de España). La inscripción dice: «¡Día 7 de julio honor eterno!». La Milicia Nacional tuvo un papel decisivo en la derrota de la Sublevación de la Guardia Real en la histórica «Jornada del 7 de julio» de 1822.

No todos se unían a la Milicia solo por razones patrióticas. También había ventajas, como no tener que hacer el servicio militar obligatorio, recibir un pago por los días de servicio o acceder a puestos en la administración. Participar en desfiles y juramentos les daba un sentido de pertenencia. Sin embargo, al mostrarse públicamente, también se exponían a represalias. Esto ocurrió en 1823, cuando el gobierno liberal cayó y los milicianos fueron señalados.

La Milicia Nacional fue un espacio importante para la participación y el aprendizaje político, especialmente para las clases medias y populares. Los ciudadanos liberales debían involucrarse en los asuntos públicos y defender el bien común. Las armas servían para hacer cumplir la ley y el orden, pero también para resistir la tiranía. Sin embargo, los milicianos también participaron en protestas para presionar a las autoridades o por problemas como la falta de trabajo o el aumento del precio del pan.

Después de que el gobierno absoluto volviera en 1823, la Milicia Nacional fue eliminada, junto con todas las leyes del Trienio Liberal. Entonces se creó un grupo opuesto, los Voluntarios Realistas, que apoyaban al rey absoluto.

El reinado de Isabel II y la Milicia

Durante la Regencia de María Cristina de Borbón, se creó en 1834 una fuerza llamada Milicia Urbana. Al principio, solo podían unirse las clases propietarias, pero las necesidades de la guerra contra los carlistas hicieron que se ampliara a las clases medias y bajas.

Archivo:Baldomero Espartero
El general Baldomero Espartero en 1841. Espartero era líder del Partido Progresista, que defendía la Milicia Nacional.

La Milicia Nacional fue restablecida después del motín de la Granja de San Ildefonso de 1836, que obligó a la Regente a restaurar la Constitución de 1812. Los liberales progresistas, que eran los herederos de los "exaltados" del Trienio, se identificaron completamente con ella. La Constitución de 1837, que reemplazó a la de Cádiz, mantuvo la Milicia Nacional.

Por el contrario, el Partido Moderado se opuso totalmente a la Milicia Nacional. Cuando el Partido Moderado llegó al poder en 1844, liderado por el general Ramón María Narváez, disolvió la Milicia Nacional. En su lugar, creó un cuerpo profesional: la Guardia Civil, cuya misión era "proteger a las personas y a las propiedades". Además, la Milicia Nacional desapareció de la Constitución de 1845, que los moderados aprobaron.

A partir de ese momento, el Partido Progresista hizo del restablecimiento de la Milicia Nacional una de sus principales propuestas políticas. Cuando volvieron al poder en 1854, liderados por el general Baldomero Espartero, la incluyeron en su proyecto de Constitución de 1856. En 1855, un seguidor de Espartero, Joaquín Ruiz Morales, la llamó el "Ejército del pueblo". Pero los progresistas solo estuvieron en el poder dos años. En 1856, el general O'Donnell disolvió de nuevo la Milicia. Se argumentó que la Milicia causaba "inquietud" en las "clases conservadoras" y que estaba dominada por personas con menos recursos. Hubo resistencia al desarme en algunas localidades.

El Sexenio Democrático y su disolución final

Archivo:Milicia
Llamamiento de la Junta Revolucionaria de Reus para la formación de la Milicia Nacional tras el triunfo de la Revolución Gloriosa de 1868.

Con el triunfo de la Revolución Gloriosa de 1868, que puso fin al reinado de Isabel II y dio inicio al Sexenio Democrático, la Milicia Nacional fue restablecida con el nombre de Fuerza ciudadana de los voluntarios de la Libertad. Se tomaron precauciones para que estuviera formada por "propietarios", pero en 1872, la milicia de Madrid ya tenía un 30% de jornaleros. Al año siguiente, la Primera República Española creó los Voluntarios de la República, basándose en el reglamento de 1822.

Después del triunfo de la Restauración borbónica, la Milicia Nacional fue disuelta definitivamente por el gobierno de Antonio Cánovas del Castillo en 1876. Sin embargo, algunos grupos de voluntarios del Sexenio Democrático y organizaciones de apoyo a la restauración del rey Alfonso XII se consideraron herederos de esta institución.

Los partidos republicanos siguieron defendiendo la idea de la Milicia Nacional, que para ellos era parte de su identidad y sus sentimientos.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: National Militia (Spain) Facts for Kids

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Milicia Nacional (España) para Niños. Enciclopedia Kiddle.