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Motín de Aranjuez para niños

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El Motín de Aranjuez fue un evento importante que ocurrió en la localidad de Aranjuez, cerca de Madrid, entre el 18 y el 19 de marzo de 1808. Fue una protesta contra la política de Manuel Godoy, quien era el "favorito" del rey Carlos IV. Como resultado de este motín, Godoy fue arrestado y el rey Carlos IV decidió dejar su trono el 19 de marzo, cediéndolo a su hijo, el príncipe Fernando, quien se convirtió en el rey Fernando VII.

Este suceso fue muy significativo porque, por primera vez en la historia de España, un rey fue forzado a dejar su corona por su propio hijo, debido a una revuelta popular. En aquel tiempo, muchas personas vieron el 19 de marzo como el inicio de un gran cambio en España.

Aunque se debatió mucho, varios historiadores creen que el motín no fue algo totalmente espontáneo. Los nobles que apoyaban al príncipe Fernando, conocidos como el "partido fernandino", habían intentado antes que Godoy perdiera su poder y que Carlos IV abdicara, pero no lo lograron. Esta vez, ellos distribuyeron dinero, reunieron gente, controlaron parte del ejército y difundieron rumores para animar a la población. El pueblo tuvo un papel importante, pero principalmente cuando los nobles lo necesitaban. Sin embargo, la propaganda del príncipe Fernando destacó mucho la participación del pueblo para justificar lo que había pasado.

¿Qué pasó antes del Motín de Aranjuez?

Archivo:Antonio Carnicero - Retrato de don Manuel Godoy - Google Art Project
Retrato de Manuel Godoy por Antonio Carnicero, alrededor de 1807.

Aunque el intento anterior de los partidarios del príncipe Fernando de quitarle el poder a Manuel Godoy había fallado en 1807 (conocido como el "complot de El Escorial"), el príncipe y sus seguidores salieron fortalecidos. Este grupo de nobles y clérigos de la corte, que no era un partido político moderno, se oponía a Godoy, a quien veían como alguien que había subido de posición demasiado rápido. Habían logrado que el complot anterior pareciera una invención de Godoy, y el príncipe Fernando se había vuelto muy popular.

Además, la situación en España a principios de 1808 favorecía a los opositores de Godoy. La gente estaba muy descontenta. Tres años de guerra contra Inglaterra y las exigencias de dinero de Napoleón habían agotado las finanzas del reino y afectado mucho el comercio por mar. Había muchos mendigos en ciudades que antes eran prósperas. Los soldados y empleados del rey no recibían su paga a tiempo, y los campesinos no se habían recuperado de las malas cosechas de 1804 y 1805. Además, los títulos de deuda pública perdían valor. Para empeorar las cosas, los barcos de América con productos y metales preciosos no llegaban. De todo esto, la gente culpaba a Godoy.

A todo esto se sumaba la presencia de tropas francesas en España. Habían entrado para conquistar Portugal, pero en febrero y marzo de 1808 ocuparon fortalezas importantes como Pamplona y Barcelona. Las intenciones de Napoleón quedaron claras cuando un enviado de Godoy trajo un documento de París. En él, Napoleón decía que podía mover sus ejércitos sin límites y exigía que le abrieran cualquier fortaleza. Justificaba esto por la crisis de la monarquía española. Incluso propuso que España cediera las provincias al norte del río Ebro a Francia, y que Carlos IV recibiera Portugal como compensación. También condicionaba el matrimonio de una princesa de su familia con el príncipe Fernando a que este se portara bien con su padre.

Ante la amenaza de Napoleón, Godoy convenció a Carlos IV de que la familia real debía irse al sur y, si era necesario, a América, como había hecho el regente de Portugal. En ese momento, la corte española estaba en Aranjuez. Sin embargo, el príncipe Fernando y sus partidarios se opusieron al plan. Creían que Napoleón solo quería quitar a Godoy y asegurar la sucesión de Fernando para mantener la alianza con España. Mientras tanto, Napoleón ordenaba a sus generales que ocuparan más ciudades del norte y que un grupo de tropas fuera a Madrid, diciendo que iban de camino a Cádiz para tomar Gibraltar.

Los días antes del motín: del 13 al 17 de marzo

El 13 de marzo de 1808, Godoy ordenó que los guardias del rey fueran a Aranjuez para escoltar a la corte hacia el sur. La noticia se filtró y causó gran preocupación entre los soldados y la gente de Aranjuez. Godoy intentó que el rey publicara un anuncio explicando el viaje, pero Carlos IV se negó, ya que el gobierno pensó que podría parecer una declaración de guerra a Napoleón.

El 14 de marzo, Carlos IV y su esposa se reunieron con el príncipe Fernando. El rey le pidió que los acompañara y que detuviera a la facción que usaba su nombre para oponerse a Godoy. Fernando aceptó al principio, pero luego cambió de opinión. Ese mismo día, Godoy reunió al Consejo de Estado, que aprobó el viaje, pero un secretario del gobierno se negó a firmar, lo que causó una discusión. En ese momento, los partidarios de Fernando ya tenían planeado un ataque contra Godoy. Un noble, el conde de Montijo, llegó a Madrid y se reunió con otros nobles importantes, quienes se comprometieron a impedir la salida de los reyes de Aranjuez y a acabar con Godoy.

El 15 de marzo, el secretario del gobierno envió una circular sin autorización a los pueblos cercanos a Aranjuez, pidiendo a la gente que impidiera el viaje de los reyes. Por la noche, los guardias rodearon el Palacio Real para evitar que el príncipe Fernando saliera.

El 16 de marzo, se extendió el rumor en Aranjuez de que los reyes estaban a punto de irse. Aparecieron carteles en las calles con lemas como "Viva el Rey y muera Godoy". La gente se calmó cuando se difundió un anuncio del rey Carlos IV desmintiendo que fuera a abandonar Aranjuez. Este anuncio iba en contra de lo que Godoy había propuesto, lo que demostraba que Godoy estaba perdiendo influencia. Cuando la familia real salió a pasear por la tarde, Carlos IV fue aplaudido, pero el príncipe Fernando mucho más. Godoy intentó que el Consejo de Castilla apoyara el viaje, pero no lo logró. Al contrario, el Consejo propuso al rey consultar a sus súbditos antes de tomar una decisión. Cuando llegaron más tropas de Madrid, la gente se volvió a inquietar y más personas de los pueblos vecinos se unieron para "defender al príncipe de Asturias". Se dice que los sirvientes de algunos nobles repartieron dinero y bebida para reclutar voluntarios.

El 17 de marzo, el rumor de que la familia real se iría se hizo más fuerte. Las calles estaban llenas de gente, mirando el Palacio Real, la casa de Godoy y la salida hacia Ocaña, la ruta que se suponía que tomarían los reyes. Por la mañana, un arzobispo le entregó una nota a Carlos IV diciéndole que sería un error muy serio si emprendía el viaje y aún más si obligaba a Fernando y a sus hermanos a acompañarlo. Esto afectó al rey, que siempre fue muy religioso. Durante todo el día, Godoy intentó convencerlo, pero no lo consiguió. Por la tarde, Carlos IV salió de caza y paseó. Al anochecer, aparecieron más carteles que decían: "Viva el Rey, viva el príncipe de Asturias, muera el perro de Godoy".

El motín: la caída de Godoy y la renuncia de Carlos IV

Archivo:Aranjuez CasaGodoy1
Residencia de Manuel Godoy en Aranjuez. Aunque la casa era del rey, Godoy la seguía usando cuando la familia real estaba en Aranjuez.

El motín comenzó en la madrugada del viernes 18 de marzo. Después de la medianoche, se hizo una señal luminosa desde la habitación del príncipe Fernando o de otro lugar, y poco después se oyó un disparo. La versión oficial dijo que fue un accidente, pero en realidad sirvió para que los soldados salieran de los cuarteles y una multitud rodeara el Palacio Real de Aranjuez para que nadie pudiera salir. Luego, un grupo grande, liderado por alguien disfrazado (que en realidad era el conde de Montijo), fue a la casa de Godoy y la saqueó. No encontraron a Godoy porque se había escondido con la ayuda de un sirviente. Los papeles y algunos objetos de Godoy fueron llevados al Palacio Real, lo que sugiere que había cierto control a pesar de la violencia.

El hermano de Godoy, Diego, fue detenido. La esposa y la hija de Godoy, que también estaban en la casa, fueron llevadas al Palacio Real con respeto, mientras la gente gritaba "viva la inocente". El saqueo de la casa de Godoy duró varias horas sin que el ejército interviniera. Al no encontrar a Godoy, los amotinados fueron a la casa del secretario de Hacienda, el único miembro del gobierno que obedecía a Godoy, pero tampoco lo encontraron. La situación se calmó a las siete y media de la mañana cuando los reyes salieron a la ventana del palacio, acompañados por el príncipe Fernando y el resto de la familia real, y fueron aplaudidos por la multitud. Pocas horas después, Carlos IV publicó un decreto que quitaba a Manuel Godoy sus cargos de generalísimo y almirante. Así, el objetivo principal de los amotinados, la destitución de Godoy, se había logrado. Pero la revuelta no terminó.

Archivo:Manuel Godoy
Grabado que muestra el momento en que Manuel Godoy, arrestado, es llevado ante el príncipe Fernando.

El sábado 19 de marzo por la mañana, los jefes de los cuerpos de protección de la familia real se reunieron con Carlos IV en el Palacio Real. Le dijeron al rey que la noche siguiente sería peor que la anterior y que "solo el príncipe de Asturias podría arreglarlo todo". Carlos IV les ordenó hablar con el príncipe, quien les recordó su deber de defender a los reyes. En ese momento, se supo que Godoy había sido detenido. Había salido de su escondite por sed y fue arrestado. La multitud intentó atacarlo, pero los guardias lograron llevarlo a su cuartel, donde quedó prisionero. Allí, el príncipe Fernando se presentó y calmó a los amotinados, asegurándoles que Godoy sería castigado. Por la tarde, el príncipe decretó que Godoy fuera llevado prisionero a la Alhambra de Granada, pero cuando la gente supo que lo iban a trasladar, destrozaron el coche que lo esperaba. De nuevo, el príncipe tuvo que intervenir, y la calma solo llegó cuando un guardia anunció que Carlos IV había renunciado a la Corona. Entonces, todos fueron al palacio. El príncipe Fernando apareció solo en el balcón, siendo aclamado como el nuevo rey, Fernando VII.

La gente también estaba enojada con Carlos IV y su esposa, creyendo que escondían a Godoy. En ese momento, solo el príncipe Fernando podía calmar la situación. Así lo entendió el rey, quien a las siete de la tarde presentó su renuncia al trono ante el gobierno. El decreto decía que abdicaba de forma "libre y espontánea", pero esto no era cierto. Por primera vez en la historia de España, un rey había sido forzado a abdicar.

Archivo:Fachada oeste, Palacio Real de Aranjuez 01
Fachada principal y patio de armas del Palacio Real de Aranjuez, donde la multitud se reunió para aclamar al nuevo rey Fernando VII.

Después, Carlos IV ordenó a sus secretarios y a los militares del palacio que fueran a saludar al nuevo rey. Cuando la noticia se supo en Aranjuez, la multitud se reunió en la plaza del Palacio Real y comenzó a vitorear a Fernando VII, que aún no tenía veintitrés años. El embajador francés escribió que el príncipe Fernando estaba asombrado por la situación y halagado por el amor del pueblo. Fernando contaba con el apoyo de sus súbditos, que era su única fuerza. Para su padre, Napoleón y otros reyes europeos, Fernando era un príncipe conspirador que había llegado al trono de forma irregular, mediante un tipo de golpe de Estado.

Como Fernando VII y sus partidarios temían, Carlos IV pronto dejó claro que su renuncia no había sido libre. Dos días después, le entregó una nota a un general francés diciendo que había sido forzado a abdicar "para evitar males mayores y el derramamiento de sangre". Y el 27 de marzo, le escribió una carta a Napoleón pidiéndole protección y explicándole que había abdicado "por la fuerza de las circunstancias y cuando el ruido de las armas y los gritos de una guardia amotinada me hacían saber que era necesario elegir entre la vida y la muerte". Un historiador comenta que el exrey calificó lo sucedido como un golpe de Estado. El 3 de mayo, Carlos IV declaró a un periódico que había sido forzado a abdicar para salvar su vida y la de la reina.

¿Participó el príncipe Fernando en el motín de Aranjuez?

Archivo:Francisco de Goya - Retrato ecuestre de Fernando VII - Google Art Project
Retrato ecuestre de Fernando VII por Francisco de Goya (1808).

¿Tuvo el príncipe Fernando una participación directa en el motín? La versión oficial y quienes dicen que fue un movimiento espontáneo lo niegan, intentando proteger al príncipe de cualquier responsabilidad. Manuel Godoy, sin embargo, culpó al príncipe Fernando en un relato que envió a Napoleón dos años después. Dijo que el príncipe fue quien dio la orden y la señal para el alboroto, y que él mismo sacó una luz a los balcones de su habitación para que los guardias y sirvientes invadieran su casa.

Los reyes Carlos IV y su esposa tampoco dudaron de la implicación del príncipe Fernando. La reina María Luisa de Parma le escribió a un mariscal francés que su hijo Fernando estaba al frente de la conspiración, que las tropas estaban de su lado y que él hizo la señal para que comenzara el alboroto.

Según el historiador Emilio La Parra, aunque no hay documentos que prueben que el príncipe Fernando dio la señal, es difícil creer que alguien organizara un disturbio tan grave con la familia real presente sin la complicidad de una persona muy importante, y esa solo podía ser el príncipe de Asturias. Este historiador cree que lo sucedido en Aranjuez fue la aplicación de los planes que no pudieron llevarse a cabo en la conspiración de El Escorial. Otros historiadores coinciden en que el motín de Aranjuez fue el "asalto definitivo" para acabar con el poder de Godoy y, finalmente, con Carlos IV, después del fracaso anterior. Afirman que el origen, los objetivos y los personajes principales eran los mismos, pero esta vez se añadió el descontento popular, y el éxito fue total: además de la destitución de Godoy, Carlos IV renunció a la Corona a favor del príncipe Fernando.

Consecuencias: el primer reinado de Fernando VII

Archivo:Portrait of Ferdinand VII - Google Art Project
Retrato de Fernando VII por Goya (1808).

Fernando VII subió al trono sin la consulta habitual al Consejo de Castilla y sin jurar ante las Cortes, aunque en ese momento una reunión de las Cortes habría sido imposible. Sus partidarios difundieron la idea de que su legitimidad como rey venía de haber sido aclamado por el pueblo. Esta idea sería confirmada simbólicamente por las Cortes de Cádiz cuando aprobaron la Constitución de 1812, en el cuarto aniversario del inicio del reinado de Fernando VII. La noticia de la caída de Godoy y el ascenso de Fernando VII fue recibida con gran entusiasmo en todo el país. Se difundieron escritos que celebraban la desaparición de Godoy y glorificaban al rey Fernando. A Godoy lo llamaban avaro, ladrón, tirano y traidor, mientras que a Fernando VII lo elogiaban como libertador.

El mismo 19 de marzo de 1808, Fernando VII mantuvo el gobierno nombrado por su padre, pero pocos días después hizo cambios importantes. Reemplazó a algunos ministros clave. También hizo regresar del exilio a personas que habían estado implicadas en el complot de El Escorial y les dio cargos importantes. Estos tres personajes formaron un tipo de gabinete privado que tomaba las decisiones importantes, por encima del gobierno. Su influencia se debía a que eran los líderes del grupo que había hecho posible el ascenso de Fernando VII al trono.

La entrada de Fernando VII en Madrid el 24 de marzo fue muy celebrada por la multitud. Le tomó más de seis horas a la comitiva real ir desde la Puerta de Alcalá hasta el Palacio Real. Un testigo de la época describió cómo la gente se abalanzaba sobre él para besar sus manos y ropas, mientras otros lanzaban sombreros al aire o extendían sus capas a los pies del caballo. Desde los balcones y tejados, llenos de gente, caían flores y palomas, y las campanas de las iglesias sonaban con alegría.

Archivo:Castillos de Campodón, Villaviciosa de Odón
Castillo de Villaviciosa de Odón, donde Manuel Godoy estuvo prisionero hasta que fue liberado por oficiales franceses el 21 de abril y llevado a Bayona.

Las acciones de Fernando VII durante su corto "primer reinado" (del 19 de marzo al 6 de mayo de 1808) se centraron principalmente en deshacer las políticas de Godoy. Por ejemplo, anuló la venta de bienes que Godoy había ordenado y permitió el regreso de personas importantes que habían sido desterradas. También ordenó confiscar todos los bienes de Godoy, de sus familiares y de sus colaboradores más cercanos.

En cuanto a Godoy, su detención fue celebrada con burlas en toda España. Su casa en Madrid también fue asaltada el 19 de marzo. Godoy fue encarcelado primero en la torre de Pinto y luego en el castillo de Villaviciosa de Odón. De allí fue liberado en secreto por oficiales franceses el 21 de abril y llevado a Bayona. Napoleón quería que Godoy influyera en Carlos IV y su esposa, quienes llegaron a Bayona cinco días después, para que le cedieran sus derechos sobre la Corona de España. Según un historiador, el resultado del motín de Aranjuez fue lo que finalmente decidió a Napoleón a reemplazar a la familia Borbón en España por un miembro de su propia familia.

Por otro lado, Fernando VII sabía que mantener su corona dependía del reconocimiento de Napoleón. Obtenerlo era su principal preocupación. Nada más subir al trono, Fernando VII envió a un duque a saludar al mariscal francés Murat, quien estaba a las puertas de Madrid. Pero Murat no le devolvió el gesto cuando Fernando VII entró triunfalmente en Madrid, ni el embajador francés acudió al Palacio Real. Napoleón tampoco le envió ninguna nota. De hecho, ninguna autoridad francesa lo trataba como "Majestad", sino como "Su Alteza Real", el mismo título que usaban cuando era príncipe, lo que era una señal clara de la actitud de Francia.

El 3 de abril, Fernando VII le comunicó a Murat que iba a salir al encuentro de Napoleón. Una semana después, Fernando VII salió de Madrid acompañado de un gran séquito, dejando una Junta de Gobierno a cargo. El 20 de abril llegó a Bayona y el 6 de mayo renunció a sus derechos a la Corona española a favor de Napoleón, quien a su vez los cedería un mes después a su hermano José Bonaparte, quien reinaría en España como José I y sería conocido como "el rey intruso".

¿Fue el Motín de Aranjuez un movimiento popular?

Según el historiador Emilio La Parra López, el motín no fue muy espontáneo. Fue preparado con cuidado, aunque quizás con algo de prisa, debido a la inesperada decisión de Godoy de activar la retirada de los reyes hacia el sur. El príncipe Fernando, con la ayuda de su tío, el infante Antonio, obstaculizó el viaje de los reyes. Los nobles distribuyeron dinero, reclutaron gente, controlaron el ejército y difundieron rumores para animar a la población. El embajador francés también contribuyó a estos rumores y prometió el apoyo de Napoleón a los opositores de Godoy. El pueblo tuvo un papel secundario, actuando solo cuando interesaba a los nobles. Tuvo un papel importante en momentos clave, como el asalto a la casa de Godoy o la presión en el palacio para forzar la renuncia de Carlos IV, pero no por iniciativa propia, sino siguiendo una dirección. Sin embargo, la propaganda del príncipe Fernando destacó mucho el papel del pueblo para justificar su causa.

Otros historiadores coinciden con esta idea. Dicen que, aunque el motín parecía popular y espontáneo, detrás estaban miembros de la alta nobleza que apoyaban al príncipe Fernando, como el conde de Montijo, a quien muchas fuentes señalan como uno de los que impulsaron el tumulto.

También se sostiene que el motín de Aranjuez, al igual que el complot de El Escorial, fue organizado por el grupo del príncipe Fernando y oficiales del ejército. La novedad fue la participación del pueblo, cuyo descontento fue dirigido y utilizado contra Godoy. Se afirma que se trasladó a Aranjuez un número de alborotadores pagados por los organizadores, entre los que destacó el conde de Teba (también conocido como conde de Montijo), quien usó el alias de "Tío Pedro".

Por otro lado, algunos historiadores, aunque reconocen que el motín fue impulsado por los enemigos de Godoy, consideran que fue una "movilización popular" causada por la noticia de que los reyes se irían al sur. La gran impopularidad de Godoy y el malestar por el avance de las tropas francesas fueron razones suficientes para explicar una movilización popular, donde la posible salida de los reyes actuó como detonante.

Más información

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Tumult of Aranjuez Facts for Kids

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