Pragmática Sanción de 1789 para niños
La Pragmática Sanción de 1789 fue una ley especial aprobada por el rey Carlos IV de España y las Cortes (una especie de asamblea de representantes) el 30 de septiembre de 1789. Esta ley cambiaba las reglas para heredar el trono de España.
Antes, había una norma de 1713, establecida por el rey Felipe V, que hacía muy difícil que las mujeres pudieran ser reinas. Esta norma se parecía a la "Ley Sálica", que impedía a las mujeres gobernar.
La Pragmática Sanción de 1789 quería volver al sistema tradicional de las antiguas leyes españolas, llamadas las Siete Partidas. Según estas leyes, las mujeres podían heredar el trono si no tenían hermanos varones, y tenían preferencia sobre otros parientes masculinos más lejanos.
Sin embargo, Carlos IV decidió no hacer pública esta ley en ese momento. Por eso, tuvieron que pasar más de cuarenta años para que su hijo, Fernando VII, la publicara oficialmente el 29 de marzo de 1830. Esta publicación fue muy importante y generó grandes cambios en la historia de España.
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La aprobación de la Pragmática por las Cortes de 1789

Seis meses después de que Carlos IV se convirtiera en rey, tras la muerte de su padre Carlos III, convocó a las Cortes el 5 de mayo de 1789. El objetivo principal era que juraran lealtad a su hijo Fernando, de cinco años, como heredero al trono y príncipe de Asturias.
Desde el siglo XVI, las Cortes de Castilla solo contaban con representantes de algunas ciudades. Después, con las leyes de Nueva Planta de Felipe V, se unieron también ciudades de la Corona de Aragón.
Las Cortes comenzaron el 19 de septiembre. Había mucha preocupación por lo que estaba pasando en Francia. Poco antes, el 14 de julio de 1789, había triunfado la Revolución Francesa. Este evento puso fin a la forma de gobierno conocida como Antiguo Régimen y a la Monarquía Absoluta del rey Luis XVI, quien era de la misma familia Borbón que Carlos IV.
El presidente de estas Cortes era Pedro Rodríguez de Campomanes.
¿Por qué Carlos IV quiso cambiar la ley de sucesión?
Aunque las Cortes no habían sido convocadas para eso, el tema principal que trataron después de jurar al Príncipe de Asturias fue la sucesión al trono. Carlos IV quería eliminar la norma de 1713 de Felipe V. Esa norma había sido creada para que Felipe V pudiera renunciar al trono de Francia y así terminar la guerra de sucesión española.
La norma de 1713 cambiaba la ley tradicional de Castilla (establecida en las Partidas de Alfonso X el Sabio en el siglo XIII). La nueva ley de 1713 casi excluía a las mujeres de la sucesión, dando preferencia a "todos los varones de las líneas de una familia sobre las mujeres de mejor línea y grado".
Según algunos historiadores, Carlos IV tenía tres razones principales para querer cambiar esta ley:
- Preocupación por sus hijos varones: De los seis hijos varones que tuvo, cuatro habían fallecido muy pequeños. Solo le quedaban Fernando, de cinco años, y Carlos, de año y medio. Sus hijas, en cambio, ya eran adolescentes y habían superado la etapa más peligrosa de la niñez.
- Razones de política exterior: Si no había herederos varones, existía la posibilidad de que la infanta Carlota Joaquina, que estaba casada con el heredero al trono de Portugal, uniera las coronas de España y Portugal. Esto no era deseado por otras naciones.
- Razones legales: La ley de 1713 exigía que el heredero naciera y se criara en España. Carlos IV había nacido y crecido en Nápoles. Aunque él había sido aceptado como heredero sin problemas en 1760, le interesaba anular una ley que, aunque de forma remota, podría poner en duda su propio derecho al trono.
Otro historiador añade que Carlos IV quería asegurarse de que uno de sus hijos o hijas le sucediera y que la Corona no pasara a otra rama de la familia Borbón, como su hermano Fernando, rey de Nápoles, con quien no tenía buena relación.
¿Por qué no se publicó la ley de inmediato?
Las Cortes aprobaron el 30 de septiembre el regreso al orden de sucesión de Las Partidas. Una semana después, el conde de Floridablanca, que era el principal ministro del rey, reunió a los obispos y arzobispos que habían asistido a la jura del Príncipe de Asturias. Ellos también apoyaron el acuerdo de las Cortes. Así, todos los grupos importantes del reino habían respaldado la nueva norma de sucesión.
Sin embargo, el rey ordenó que la ley no se publicara y que se mantuviera "el mayor secreto por ahora". La noticia de que se había eliminado la norma de Felipe V (similar a la Ley Sálica) llegó a las cortes de París y Nápoles, y sus embajadores en Madrid protestaron. A otros países europeos tampoco les gustó la idea, ya que temían que si la Corona de España pasaba a la infanta Carlota Joaquina de Borbón, que estaba casada con el heredero al trono de Portugal, se pudiera formar una unión entre las dos coronas.
Así, faltó el último paso para que la Pragmática fuera una ley completa: su publicación oficial. Esto se debió a razones de política exterior, como explicó el secretario de Estado, el conde de Floridablanca: "No parecía conveniente molestar a ambas Cortes [Francia y Nápoles, donde reinaban otras ramas de los Borbones] ni apresurar la publicación de un acto que ya está completo en su esencia, aunque reservado."
También pudo haber otra razón para no publicarla: las Cortes se disolvieron rápidamente el 17 de octubre. Esto ocurrió por el miedo que causó en la corte española la noticia del ataque al palacio de Versalles en Francia diez días antes, y el traslado forzoso de la familia real francesa a París. Floridablanca temía que las Cortes españolas hicieran lo mismo que los representantes franceses y se declararan una Asamblea Nacional. De hecho, algunos representantes ya habían expresado su deseo de hacer peticiones al rey en nombre del Reino.
En los años siguientes, tampoco pareció buena idea publicar la nueva ley de sucesión. Esto se debió a que España y Nápoles se hicieron más cercanos por los eventos en Europa causados por la Revolución Francesa. Hubo una oportunidad en 1805, cuando se recopilaron las leyes de España en la Novísima Recopilación, pero en ese momento ya no parecía necesario. El príncipe Fernando ya tenía veinte años y el infante Carlos dieciocho. Además, Carlos IV tenía otro hijo varón, Francisco de Paula de Borbón, que había nacido en 1794 y gozaba de buena salud.
Finalmente, la ley tuvo que esperar hasta el 29 de marzo de 1830, cuando el rey Fernando VII, hijo de Carlos IV, la aprobó, publicó y ordenó que se diera a conocer.
Publicación de la Pragmática por Fernando VII en 1830

El 10 de diciembre de 1829, el rey Fernando VII se casó con María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, su cuarta y última esposa. El rey no tenía hijos, pero poco después de la boda, la reina quedó embarazada.
El 29 de marzo de 1830, se hizo pública la Pragmática Sanción que había sido aprobada en 1789. Esto aseguraba que el bebé que esperaba la reina pudiera reinar, incluso si era una niña, como finalmente ocurrió. El 10 de octubre nació la futura Isabel II de España.
La publicación de esta ley causó mucha preocupación entre los partidarios más conservadores del infante Carlos María Isidro, hermano del rey. Según la ley de 1713, Carlos María Isidro era el heredero al trono.
Estos partidarios, que empezaron a ser conocidos como "carlistas", incluso lograron que Fernando VII, que estaba muy enfermo, anulara la Pragmática en el verano de 1832. Sin embargo, una vez recuperado, el rey anuló esa derogación el 31 de diciembre.
Carlos María Isidro y sus seguidores nunca quisieron reconocer a Isabel, primero como princesa de Asturias y luego como reina. Esto llevó al inicio de la primera guerra carlista. Los carlistas argumentaban que:
- No era legal cambiar la ley de sucesión en 1830 sin que Fernando VII convocara primero a las Cortes. Ellos creían que las leyes fundamentales de la Monarquía tradicional exigían un acuerdo entre el rey y los representantes del reino reunidos en Cortes. Acusaban a Fernando VII de haber abusado de su poder y de haber tomado una decisión importante sin el proceso adecuado.
- La Novísima Recopilación, un conjunto de leyes vigente desde 1805 en todo el Imperio español, indicaba que la ley de sucesión era la de 1713 de Felipe V. Esto, según ellos, confirmaba que las Cortes de Madrid de 1789 no habían aprobado la propuesta de cambio de ley de Carlos IV. Por lo tanto, la ley de 1789 nunca había estado en vigor y no podía aprobarse de forma retroactiva sin la aprobación de las Cortes. Para ellos, la publicación de Fernando VII de la Pragmática de Carlos IV era solo la revelación de un proyecto de ley que nunca había pasado por el proceso de aprobación necesario.
Galería de imágenes
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Las Cortes, reunidas en la Iglesia del Monasterio de San Jerónimo el Real, Madrid, en 1789, juran su reconocimiento al príncipe de Asturias, futuro Fernando VII. Cuadro de Luis Paret y Alcázar, 1791. Estas Cortes fueron las que aprobaron la Pragmática Sanción de 1789
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Retrato de Carlos IV por Francisco de Goya, 1789
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Proyectada restauración de la Union Ibérica en caso hubiese tenido consecuencias inmediatas el proyecto de Carlos IV.
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Retrato de Fernando VII a caballo (1829).