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Historia de la prensa en España para niños

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La historia de la prensa en España nos cuenta cómo han evolucionado los periódicos y revistas a lo largo del tiempo. Desde los primeros escritos a mano en el siglo XV hasta los medios digitales de hoy, la prensa ha sido un espejo de la sociedad española, informando y, a veces, influyendo en los grandes cambios.

Al principio, las noticias se compartían de forma sencilla, con manuscritos y grabados en madera. Luego, la invención de la imprenta revolucionó todo, permitiendo la creación de las primeras "gacetas". Se considera que el periodismo en España comenzó en 1661 con la aparición de la Gaceta de Madrid.

Durante el siglo XIX, surgieron periódicos de empresas privadas que competían con la prensa de trabajadores y la de partidos políticos. A partir de 1898, muchos periódicos enfrentaron dificultades, y varios desaparecieron al inicio de la Guerra Civil. Con la llegada de la democracia en 1978, las grandes empresas de comunicación tomaron el control de la mayoría de los diarios españoles.

Los inicios de la prensa: Siglos XV y XVI

Archivo:Gazeta de Amsterdam
Portada de un ejemplar de la Gazeta de Amsterdam

La historia de la prensa en España comenzó con los Romances noticieros en el siglo XV. Estos escritos contaban lo que sucedía en la Guerra de Granada. En el siglo XVI, la técnica de la xilografía (grabado en madera) hizo posible imprimir muchos textos cortos de forma económica.

Así nacieron las "relaciones de sucesos", que eran informes detallados sobre fiestas religiosas, inauguraciones importantes o eventos memorables. También existían los "avisos", que eran informes escritos a mano y enviados a nobles que querían estar al tanto de lo que pasaba en la Corte.

Los primeros textos noticiosos escritos a mano hablaban de la conquista de Granada y, más tarde, de los éxitos de los exploradores españoles en América. Uno de los primeros en escribir estas noticias fue Pedro Mártir de Anglería, quien redactó muchas cartas con información importante entre 1488 y 1526.

El siglo XVII: Nacen las gacetas

En el siglo XVII, era común que hubiera personas encargadas de recopilar noticias. Algunos de ellos fueron Jerónimo de Barrionuevo, Andrés de Almansa y José Pellicer de Ossau. Las "agencias de noticias" de esa época eran lugares de reunión en la Corte, conocidos como "mentideros".

Por ejemplo, las Gradas de San Felipe eran famosas por las noticias militares, y estaban cerca de la Calle del Correo, donde llegaban las cartas con información. En las Losas de Palacio se hablaba del rey y la nobleza, y el Mentidero de Representantes era el punto de encuentro de artistas y escritores. Por eso, autores como Cervantes y Lope de Vega buscaban vivir cerca de estos lugares.

También en esta época surgieron los "mercurios" o gacetas, que eran como boletines que informaban sobre novedades en ferias comerciales o puertos importantes. En 1618, un impresor de Valencia, Francisco Felipe Mey, tradujo e imprimió una gaceta de Roma. En 1661, apareció la Relación o gaceta de algunos casos particulares, considerada la primera gaceta española, publicada por Francisco Fabro Bremundán.

Más tarde, esta publicación se convirtió en la Gaceta Ordinaria de Madrid y, finalmente, en la Gaceta de Madrid, que hoy conocemos como el Boletín Oficial del Estado (B. O. E.). Es interesante saber que la prensa en español no solo se publicaba en España; por ejemplo, la Gazeta de Ámsterdam se publicó en castellano entre 1675 y 1690 para los hispanohablantes que vivían en los Países Bajos.

El siglo XVIII: La prensa se diversifica

Archivo:Mercurio histórico y político, 1753
Ejemplar del Mercurio Histórico y Político (1753)

En los siglos XVII y XVIII, las gacetas comenzaron a aparecer en todas las ciudades importantes. El contenido se hizo más variado, aunque los periódicos eran muy caros y solo una minoría podía comprarlos. Sin embargo, fueron una vía importante para que las ideas de la Ilustración llegaran a España.

En esa época, la mayoría de la población no sabía leer. Por eso, los lectores de periódicos eran personas educadas como nobles, clérigos, funcionarios, militares y algunos profesionales como médicos, abogados y comerciantes.

El siglo XVIII tuvo tres etapas en la prensa:

  • 1737-1750: La prensa se consolida con periódicos como El Diario de los Literatos.
  • 1750-1770: La prensa madura y se especializa, con publicaciones como el Diario de Madrid.
  • Desde 1770: Época de declive debido a eventos políticos, aunque surgieron algunas publicaciones interesantes.

Había dos tipos principales de publicaciones: la prensa culta (periódicos) y la prensa popular (almanaques, pronósticos). La prensa culta necesitaba permiso del Consejo de Castilla y pasaba por censura. Se vendía en librerías o en la calle, y los ciegos, que tenían el monopolio de la distribución, los voceaban.

Los periódicos oficiales, como la Gaceta de Madrid y el Mercurio Histórico y Político, se encargaban de la información política y militar. Las publicaciones privadas se enfocaban en temas culturales o económicos y defendían ideas progresistas.

En 1791, el rey Carlos IV de España prohibió todos los periódicos excepto los oficiales, debido a los acontecimientos políticos en Francia.

Archivo:Portada Censor
Portada del volumen que recogía los discursos publicados en El Censor durante el año 1781.
Archivo:Diariodemadrid
El Diario de Madrid, primer periódico en publicarse todos los días (diario) en España.

Los almanaques y pronósticos eran libritos ilustrados que se distribuían por miles y ofrecían información sobre el tiempo, cambios de la luna, consejos y enseñanzas. Aunque eran muy populares, Carlos III de España los prohibió en 1767, diciendo que eran una lectura inútil.

El Diario de los Literatos de España (1737) era una publicación cultural que buscaba juzgar los libros publicados en España. El Diario Noticioso, Curioso, Erudito, Comercial y Político (1758) fue el primer periódico diario de España, redactado por Francisco Mariano Nipho, considerado el primer periodista profesional español.

También hubo prensa especializada en economía, como El Semanario Económico (1765-1766), que difundía avances técnicos. La prensa literaria, como El Pensador de José Clavijo y Fajardo, trataba temas de la vida cotidiana española.

En 1786, nació el Correo de los Ciegos de Madrid, que luego se llamó Correo de Madrid. Publicaba artículos de actualidad y crítica social, incluyendo las Cartas Marruecas de José Cadalso.

Uno de los periódicos más influyentes fue El Censor (1781), que cuestionaba políticas y principios religiosos. A pesar de la censura, logró publicar muchos discursos y fue imitado por otras publicaciones.

La prensa del siglo XVIII se concentró principalmente en Madrid, Andalucía, Murcia, Valencia y Zaragoza. En 1791, se prohibieron todos los periódicos no oficiales, lo que causó la ruina de muchos editores. Solo quedaron la Gaceta de Madrid, el Mercurio y el Diario de Madrid. La prensa no volvió a florecer hasta 1808, con la Guerra de la Independencia.

En esta época, la "opinión pública" dejó de significar "fama" para referirse a la crítica social de la burguesía, que usaba los periódicos para pedir más poder político.

Guerra de la Independencia y reinado de Fernando VII

Durante el siglo XIX, la prensa se volvió más política. Fue clave para difundir las ideas liberales, aunque tuvo que luchar contra la censura impuesta por el absolutismo de Fernando VII.

Hubo un momento de libertad de prensa durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), cuando las Cortes de Cádiz reconocieron este derecho en 1810. Esto hizo que surgieran muchos periódicos con diferentes puntos de vista, como el liberal Semanario Patriótico y el anticonstitucionalista El Censor General.

Archivo:Primera página del número 46 de El Zurriago
El Zurriago

Cuando Fernando VII de España regresó en 1814, se prohibió de nuevo cualquier publicación no oficial. A partir de entonces, se alternaron periodos de represión y libertad de prensa, según gobernaran los absolutistas o los liberales.

Durante el Trienio Liberal (1820-1823), aparecieron periódicos políticos más radicales como El Zurriago, junto a otros más moderados como la Miscelánea de Comercio, Artes y Literatura.

Archivo:1833-03, El Pobrecito Hablador, número 14
Último número (marzo de 1833) de El Pobrecito Hablador de Mariano José de Larra

Este resurgimiento fue interrumpido en 1823. En 1834, tras la muerte de Fernando VII, los liberales regresaron a España y trajeron nuevas formas de hacer periodismo, más parecidas a los periódicos actuales.

Entre 1808 y 1814, la prensa se convirtió en una herramienta importante para el movimiento revolucionario, dando a conocer proyectos políticos y haciendo que los lectores se sintieran parte de la comunidad.

Con el regreso de Fernando VII en 1814, se inició el Sexenio Absolutista, donde las reformas liberales fueron ignoradas y el periodismo se limitó a la prensa oficial.

El triunfo del levantamiento de Rafael del Riego en 1820 dio inicio al Trienio Liberal (1820-1823), donde se proclamó la libertad de imprenta. Esto llevó a una gran cantidad de publicaciones que apoyaban a las diferentes facciones liberales.

Algunos periódicos importantes de este periodo fueron:

  • Liberales moderados: El Universal y El Censor.
  • Liberales más radicales: El Eco de Padilla y El Zurriago, que usaban caricaturas y chistes políticos.

En 1823, Fernando VII volvió al absolutismo, y la censura se intensificó. Los únicos periódicos permitidos eran el Diario de Avisos de Madrid y la Gazeta de Madrid. Sin embargo, a partir de 1828, el rey permitió publicaciones de costumbres y románticas, que sirvieron como vía de expresión para el pensamiento liberal.

Entre las publicaciones románticas y costumbristas de esta época destacan:

Reinado de Isabel II y Sexenio Democrático

Archivo:Faro de Vigo, 1853, 3 de noviembre
Primer número del Faro de Vigo (1853), el periódico activo más antiguo de España a principios del siglo XXI.

Desde 1833 hasta la Restauración, los gobiernos intentaron controlar los periódicos. Sin embargo, en esta época, las ideas democráticas comenzaron a aparecer en la prensa liberal. Esto continuó durante la regencia de Baldomero Espartero (1840-1843) y el reinado de Isabel II de España (1843-1868).

Lo más importante de este periodo fue el nacimiento del periodismo informativo, el acceso de la clase trabajadora a la prensa y la aparición de periódicos dirigidos a ellos. En 1853, comenzó a publicarse el Faro de Vigo, el diario más antiguo de España que sigue activo. Un año después, El Norte de Castilla se convirtió en el diario más antiguo de España.

Entre 1868 y 1875 (reinado de Amadeo de Saboya y la Primera República Española), surgieron casi seiscientos periódicos en España. Esta explosión informativa se debió a que el proceso revolucionario comenzó con la libertad de imprenta, que se incluyó en la Constitución española de 1869.

Archivo:Gil Blas, 3 de noviembre de 1864
Cabecera de Gil Blas (1864)

A pesar de la censura, la prensa ayudó a crear una opinión pública y a desarrollar las instituciones democráticas. Después del triunfo del liberalismo, la mayoría de los países occidentales reconocieron la libertad de expresión. Además, los avances tecnológicos en la imprenta permitieron ediciones más grandes, baratas y atractivas, con grabados.

La extensión de la lectura gracias a la enseñanza pública y el abaratamiento de la prensa hicieron que esta llegara a las clases bajas, dando lugar a la "prensa de masas". Esta prensa incluía el "folletín" o novela por entregas, que eran historias publicadas por capítulos.

Desde 1868, aunque seguían existiendo periódicos de opinión, la prensa informativa tuvo más éxito. Su aspecto era más atractivo y su contenido no se limitaba a la política, incluyendo secciones de crítica literaria, pasatiempos y humor. También dedicaban más espacio a la publicidad y a los folletines.

Archivo:1870-05-10, La Ilustración Española y Americana, La puerta de la administración de La Correspondencia al salir los vendedores con el periódico
La puerta de la administración de La Correspondencia de España al salir los vendedores con el periódico (1870)

Tras la Revolución de 1868 (conocida como la Gloriosa), la Constitución española de 1869 reconoció la libertad de prensa, lo que llevó al surgimiento de muchos periódicos y revistas. El periodismo español creció con la llegada de la primera rotativa en 1875 para El Imparcial. Le siguieron otras publicaciones importantes como La Vanguardia (1881) y Heraldo de Madrid (1890).

La Ley de imprenta de 1883, establecida por el gobierno de Práxedes Mateo Sagasta, también favoreció las publicaciones periódicas. Esto, junto con los avances técnicos, provocó una gran explosión de publicaciones (unas 600 registradas) durante el Sexenio Democrático.

Archivo:Portada La Flaca
Portada de La Flaca de Barcelona (1869)

Aunque la mayoría de la población no sabía leer y las tiradas eran pequeñas, los periódicos tenían una gran difusión gracias a la lectura en voz alta, los gabinetes de lectura y la costumbre de leerlos en cafés y tertulias. A partir de 1868, se desarrolló la prensa femenina y surgieron los primeros periódicos de trabajadores.

Revistas como La Flaca (1869) y L'Esquella de la Torratxa (1872) fueron muy destacadas. También se desarrolló una prensa más seria para las élites, como El Imparcial (1867) y El Liberal (1879). Los Lunes de El Imparcial, un suplemento literario, publicó obras de importantes autores de la época.

El periodismo de la Restauración

Archivo:Nuevo Mundo, Avante España, April 20th 1898, cover by Mariano Pedrero
Portada de la revista Nuevo Mundo del 20 de abril de 1898, animando a las tropas españolas en la guerra contra Estados Unidos.
Archivo:1898-06-11, Blanco y Negro, El Imparcial, Méndez Bringa (cropped)
Un lector de El Imparcial (1898)

Durante la Restauración, surgieron grandes empresas periodísticas que apoyaron la nueva situación política. A partir de 1880, aparecieron nuevos medios que marcaron el inicio de la información del siglo XX.

Las agencias de noticias y la red telegráfica mundial hicieron que la información fuera más uniforme y objetiva.

Archivo:1899-02-18, Blanco y Negro, El oro y el cuño, Méndez Bringa

A finales del siglo XIX y principios del XX, se desarrolló la prensa de masas en Estados Unidos y Europa. Estos periódicos aumentaron sus tiradas, incluyeron mucha publicidad y se vendían a bajo precio, convirtiéndose en instrumentos de gran influencia. En este contexto, surgió la prensa amarilla, que se enfocaba en el sensacionalismo.

Los periódicos de finales del siglo XIX ya tenían muchas características de los actuales: abundante información de corresponsales, noticias telegráficas y varias ediciones al día. Incluían secciones de sucesos, negocios, anuncios, espectáculos, artículos literarios y folletines.

Archivo:La Publicidad, 18-12-1878
La Publicidad de Barcelona, periódico fundado en 1878.

En Cataluña, La Vanguardia fue fundada en 1881 por los hermanos Godó. En 1887, circulaban en España 1128 periódicos y revistas.

El ABC comenzó como semanario en 1903 y se hizo diario en 1905, con una ideología monárquica y conservadora. El Debate, fundado en 1910, defendía ideas católicas y fue un periódico de calidad, donde nació la primera escuela de periodismo. El Sol, fundado en 1917, buscaba renovar la situación política y social del país.

La mayoría de los periódicos eran empresas que buscaban rentabilidad económica a través de la publicidad. Aunque no alcanzaron las grandes tiradas de otros países debido al analfabetismo y la poca urbanización de España, desde 1910 se prepararon para ser periódicos de masas, con un lenguaje más ágil, fotografías y contenidos que reflejaban los gustos de la cultura popular (fútbol, toros, teatro).

La Primera Guerra Mundial aumentó el interés por los temas extranjeros, y los periódicos españoles se dividieron entre partidarios de los Aliados y de Alemania. En esta época, aparecieron las primeras mujeres periodistas, como Carmen de Burgos y Sofía Casanova.

También había periódicos ligados al movimiento obrero, como El Socialista (del PSOE), Tierra y Libertad (anarquista) y Solidaridad Obrera (de la CNT).

Archivo:Postal prensa jaimista
En 1914 se editaban en España 38 periódicos carlistas y 9 integristas. La prensa tradicionalista jugó un papel muy importante en la campaña germanófila española durante la Primera Guerra Mundial.

En 1914, había 138 publicaciones de "extrema izquierda" (anarquistas, socialistas, republicanos) y 136 de "extrema derecha" (católicas, tradicionalistas). También existían periódicos liberales, conservadores, regionalistas y monárquicos.

En este periodo, surgió la prensa infantil, con el TBO (1917), cuyo nombre se usa hoy para referirse a los cómics en España.

Entre las dos guerras mundiales, surgieron sistemas políticos que controlaban la información para influir en la población. Esto llevó al desarrollo del fotoperiodismo, donde la imagen se volvió un lenguaje importante. Los medios también ofrecían mucho entretenimiento para alejar a los lectores de sus problemas diarios.

Segunda República

La Segunda República española (1931-1939) fue un periodo con muchos periodistas en el gobierno. En las Cortes Constituyentes de 1931, 47 periodistas ocupaban escaños.

Aunque la República buscaba la libertad de expresión, la censura y las medidas restrictivas siguieron existiendo. Los periódicos de entonces atacaban a sus oponentes con una agresividad que hoy parecería impensable. Las tensiones sociales, reflejadas en la prensa, llevaron a un conflicto importante.

La mayoría de los grandes periódicos recibieron con esperanza la nueva situación tras las elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Incluso periódicos monárquicos como El Debate aceptaron el nuevo régimen, aunque ABC se mostró más reticente.

El Gobierno provisional reconoció la libertad de expresión, aunque se reservaba un "régimen de fiscalización". La Constitución española de 1931 también garantizaba la libertad de expresión. Sin embargo, tras la quema de conventos en mayo de 1931, los diarios ABC y El Debate fueron suspendidos temporalmente.

Más tarde, se aprobó la ley "de Defensa de la República", que permitía multar y suspender publicaciones que pudieran alterar la paz. El diario Ahora, lanzado en 1930, compitió con ABC desde una posición más progresista y se adhirió al nuevo régimen.

Luis Montiel Balanzat, un empresario periodístico, fue dueño de Ahora y lanzó otras publicaciones populares como la revista Estampa (1928) y el semanario deportivo As (1932).

Algunos periódicos, como El Sol, La Voz y Luz, formaron un grupo para apoyar a la República. Sin embargo, esta iniciativa tuvo problemas económicos y cambios de dirección.

Guerra Civil

Durante la Guerra Civil, ambos bandos crearon organismos oficiales dedicados a la propaganda. En cada zona, solo se podían publicar periódicos que apoyaran al bando dominante, y todos estaban bajo una fuerte censura.

Un caso curioso fue el de ABC: su edición en Sevilla apoyaba a un bando, mientras que las instalaciones de Madrid fueron usadas para publicar el mismo periódico, pero al servicio del otro bando. Las instalaciones de El Debate pasaron a publicar Mundo Obrero.

A pesar de la situación, hubo periodistas que cuestionaron la violencia de la guerra desde una perspectiva humana, como Manuel Chaves Nogales.

En las trincheras de un bando, se difundía un periódico satírico llamado La Ametralladora, con humoristas como Miguel Mihura. En la zona republicana, se publicaba El Mono Azul, con colaboraciones de poetas importantes.

Franquismo

Después de la Guerra Civil, se estableció que los medios debían servir al público. Se desarrolló la teoría de la responsabilidad social de los medios. Entre 1945 y 1970, hubo una expansión económica que afectó al sector informativo.

En España, durante el franquismo, se mantuvo la ley de prensa de 1938, que permitía un control muy estricto de las publicaciones.

Archivo:Edificio Arriba (Madrid) 01
Antigua sede del diario Arriba en el paseo de la Castellana de Madrid

Las características principales de la prensa en esta época eran la censura previa y las "consignas", que eran órdenes del Ministerio de Información y Turismo para insertar artículos o editoriales con un contenido específico. Los periódicos de Madrid representaban la diversidad permitida entre las diferentes corrientes del régimen:

  • ¡Arriba!: Era el periódico oficial.
  • Hoja del Lunes: El único periódico que se podía distribuir los lunes, ya que los demás descansaban.
  • El Alcázar: De tendencia más conservadora.
  • Diario Ya: De orientación católica.
  • Pueblo: Cercano al sindicato oficial.
  • ABC: De la familia Luca de Tena, conservador y monárquico.
  • Diario Madrid: Intentó desafiar al régimen y fue clausurado en 1971.
  • Informaciones: Un diario vespertino considerado el más progresista dentro de lo posible.
  • Cambio 16: Revista semanal de orientación liberal, que creció mucho al final de la dictadura.
  • Triunfo: Revista que se convirtió en un referente intelectual en España.

Además de la prensa de Barcelona, había muchos periódicos en otras provincias, como El Norte de Castilla, dirigido por Miguel Delibes.

La ley de prensa de 1966 y la prensa independiente

Durante los primeros años del franquismo, la prensa estaba muy controlada por el Ministerio de Información. Esta situación empezó a cambiar en 1962, cuando Manuel Fraga Iribarne se convirtió en ministro de Información. Fraga impulsó una nueva ley de prensa, aprobada en 1966, que eliminó la censura previa.

Sin embargo, esta libertad fue parcial, ya que seguía prohibido criticar abiertamente al régimen. Además, se reforzó la responsabilidad de los redactores si infringían la ley, buscando que los propios medios se autocensuraran.

Aun así, varios periódicos intentaron explorar los límites de esta nueva libertad, con textos provocadores y críticas encubiertas. Destacaron Madrid, El Alcázar y Nuevo Diario, que se autodenominaron "prensa independiente". Estos periódicos fueron dirigidos por personas que buscaban una mayor apertura del régimen. Sin embargo, a partir de 1968, el desafío de la prensa independiente provocó reacciones drásticas, llevando al cierre de Madrid en 1971.

Después de 1969, la censura y las suspensiones de periódicos se intensificaron. Sin embargo, en los últimos años del régimen, incluso los periódicos más establecidos (como La Vanguardia y ABC) aprovecharon la relativa libertad de la ley de prensa para diversificar el discurso político y criticar, de forma moderada, las políticas del régimen. Así, al final del franquismo, los periódicos se convirtieron en un "parlamento de papel", donde se llevaban a cabo los debates políticos más importantes.

El humor y el entretenimiento

Los años del franquismo también vieron el florecimiento de publicaciones infantiles, como el TBO, y en los años cincuenta, Pulgarcito, Tío Vivo y El DDT. Algunas publicaciones tenían una clara orientación política, como Flechas y Pelayos.

La revista La Codorniz, con su humor, tuvo problemas con la censura. En los años setenta, surgieron otras publicaciones de humor para adultos que también exploraron los límites de lo permitido, como Hermano Lobo, El Papus y El Jueves, que sigue siendo una revista de humor importante en España.

La prensa menos "seria" o más "popular" cumplió una función de entretenimiento, similar a las radionovelas. Aunque de forma más modesta, la prensa de entretenimiento se enfocaba en el sensacionalismo, con muchas fotografías y, a veces, color. El Caso se centraba en noticias de sucesos, explorando los límites del buen gusto permitidos por la censura.

La prensa del corazón, de publicación semanal, tenía un público mayoritariamente femenino. Se distribuía ampliamente y era leída en consultas médicas y peluquerías. Había versiones más exclusivas, como Hola (1944-), y otras más populares, como Diez Minutos (1951-) y Pronto (2014-). También son importantes Semana (1940-) y Lecturas (1917-).

Transición y democracia

Archivo:Asociación de la Prensa de Madrid 01
Sede de la Asociación de la Prensa de Madrid

A partir de 1970, se inició una etapa de cambios con el desarrollo de las nuevas tecnologías, que afectaron a todos los medios de comunicación. Las agencias y cadenas de televisión estadounidenses ganaron mucho poder. Muchos estados privatizaron sus medios públicos, dejándolos en manos de grandes grupos empresariales.

El Mundo
ABC
La Vanguardia
La Razón
El Periódico de Catalunya
Eldiario.es

En España, tras la transición a la democracia, la prensa creció mucho con la aparición de todo tipo de publicaciones. Además de periódicos históricos como ABC o La Vanguardia, surgieron otros nuevos como El País y El Mundo, que rápidamente se convirtieron en importantes empresas de comunicación. Otros tuvieron una vida más corta, como Diario 16. Más recientemente, se ha consolidado La Razón.

En Barcelona, además de la tradicional La Vanguardia, surgieron El Periódico de Cataluña y Avui. En el País Vasco, El Correo, Deia y Egin (este último cerrado por orden judicial debido a su vinculación con una organización terrorista, siendo su espacio ocupado por Gara).

La lista de periodistas con gran calidad literaria es muy extensa, incluyendo nombres como Antonio Gala, Francisco Umbral, Miguel Delibes, Gabriel García Márquez y Rosa Montero.

Archivo:Flickr - europeanpeoplesparty - EPP CONVENTION ON CLIMATE CHANGE IN MADRID (6-7 FEBRUARY 2008) (212)
Lector de prensa en 2008

La prensa escrita no solo ha reflejado la realidad, sino que a menudo la ha anticipado y provocado. Algunos de los casos periodísticos más conocidos estuvieron relacionados con investigaciones dirigidas por el periódico El Mundo sobre ciertos casos de corrupción o controversias políticas.

Archivo:Faro de Vigo, azotea
El Faro de Vigo , diario más antiguo de la prensa española a principios del siglo XXI.

El formato tradicional de la prensa escrita ha sido desafiado en los últimos años por la llegada de Internet y la prensa electrónica (como Eldiario.es), así como por medios de información alternativos como los blogs. También ha surgido la prensa gratuita, distribuida en la calle (como 20 minutos).

Principales periódicos en la actualidad

Generalistas

Deportivos

  • Marca (periódico)
  • As (periódico)
  • Sport (periódico)
  • Mundo Deportivo
  • L'Esportiu (en catalán)

Económicos

  • Expansión (periódico)
  • Cinco Días
  • El Economista (España)

Generalistas Autonómicos o provinciales

Leyes importantes sobre la prensa

  • Ley de Policía de Imprenta de 26 de junio de 1883.
  • Ley de Prensa de 22 de abril de 1938.
  • Decreto de 13 de marzo de 1953 y Orden de 25 de mayo del mismo año sobre el derecho de rectificación en prensa periódica.
  • Decreto de 11 de julio de 1957 que regula el requisito de pie de imprenta en las publicaciones.
  • Orden de 24 de febrero de 1942 sobre publicación de revistas.
  • Orden de 23 de marzo de 1946 sobre censura previa.
  • Órdenes de 28 de enero de 1952 y 13 de agosto de 1962 sobre nombramiento y sustitución de directores.
  • Orden de 31 de octubre de 1957 sobre publicación de información general.
  • Orden de 4 de octubre de 1958 sobre Registro de Empresas periodísticas.
  • Orden de 7 de febrero de 1963 sobre acreditación de informadores extranjeros.

Galería de imágenes

Ver también

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Historia de la prensa en España para Niños. Enciclopedia Kiddle.