Tertulia para niños
Una tertulia es una reunión de personas que se juntan de forma regular para hablar sobre un tema que les interesa. Pueden charlar sobre arte, ciencia, filosofía, deportes o noticias. El objetivo es compartir ideas, aprender y debatir de forma amistosa.
Estas reuniones suelen hacerse por la tarde o por la noche en lugares públicos, como cafeterías. En algunos pueblos, antes era común que se reunieran en la trastienda de una farmacia o en un club social. A las personas que participan en una tertulia se les llama tertulianos o contertulios.
Contenido
¿De dónde viene la palabra "tertulia"?
El origen de la palabra "tertulia" no está del todo claro. Algunos creen que viene de la forma en que se sentaba el público en los antiguos teatros llamados "corrales de comedias", donde había un espacio llamado "tertulia".
En un diccionario antiguo de 1739, la tertulia se describía como una "reunión de personas inteligentes para hablar de algún asunto" o una "reunión de amigos y familiares para conversar, jugar y divertirse de forma sana". A menudo, estas reuniones se hacían después de comer, durante la sobremesa.
Más tarde, en 1925, la palabra "salón" se añadió al diccionario para describir reuniones habituales en casas de personas importantes o cultas, especialmente en ambientes de la nobleza o la alta sociedad.
Tipos de tertulias
Existen muchos tipos de tertulias, según el tema principal:
- Tertulias literarias: para hablar de libros y escritores.
- Tertulias musicales: para comentar sobre música.
- Tertulias artísticas: para debatir sobre arte.
- Tertulias de café: las que se hacen en cafeterías.
- Tertulias de televisión o radio: donde los participantes debaten en programas.
- Tertulias dialógicas: donde se busca un diálogo profundo y constructivo.
Algunas palabras parecidas a tertulia son: reunión, velada, grupo, conversación, charla o coloquio.
Tertulias en Europa

En otros países de Europa también hubo reuniones similares a las tertulias. Por ejemplo:
- En Francia, en el siglo XVIII, existían los "salones", que eran reuniones dirigidas por mujeres de la nobleza o la burguesía.
- En Inglaterra, había "clubs" o sociedades literarias.
- En Italia, desde finales del siglo XVII, se formaron academias como la Academia de los Arcades en Roma.
Sin embargo, las tertulias españolas y portuguesas se caracterizaban por ser más informales y espontáneas, sin actas escritas, a diferencia de las academias italianas.
Tertulias en España
En España, las tertulias han sido muy populares, tanto en el ámbito cultural como en la vida diaria. Podían ser sobre política, tauromaquia (temas de toros), literatura o teatro.
A menudo, una tertulia se formaba alrededor de una persona famosa que asistía con regularidad, y a veces incluso llevaba su nombre. Pero lo más común era que se conocieran por el nombre del lugar donde se reunían, casi siempre un café.

Una característica curiosa de las tertulias españolas era la costumbre de bromear o "criticar" de forma amistosa a quien llegaba tarde o faltaba. Esto servía para que todos se tomaran en serio la asistencia. Las tertulias podían ser:
- Estables: se reunían siempre en el mismo lugar.
- Itinerantes: cambiaban de sitio periódicamente, eran más informales y menos comunes.
Algunos historiadores creen que las tertulias españolas podrían haber surgido de las reuniones que organizaba el rey Felipe II para debatir sobre temas religiosos. Otra idea es que nacieron de las reuniones de los críticos de teatro al finalizar una obra, en la zona del teatro llamada "tertulia".
También se relacionan con las "academias literarias" del Siglo de Oro, como la Academia Selvaje en Madrid (1612) o la Academia Mantuana, donde Lope de Vega leía sus obras.
En el siglo XVIII, destacaron la Fonda de San Sebastián en Madrid y la Academia del Trípode en Granada. En el Cádiz sitiado durante la Guerra de Independencia, se reunían tertulias donde se discutían ideas de libertad.

A finales del siglo XVIII, la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País y la difusión de la prensa escrita impulsaron las tertulias. La gente leía los periódicos en los cafés y clubes, y comentaba las noticias, lo que llevaba a debates animados.
En el siglo XIX, durante el Trienio Liberal (1820-1823), los grupos que buscaban cambios en el gobierno fomentaron las "sociedades patrióticas". En Madrid, algunas tertulias literarias famosas de esa época fueron la de El Parnasillo en el café del Príncipe, o la del café Suizo de los hermanos Bécquer.

Con la construcción de nuevos lugares de reunión como clubes sociales y ateneos a partir de la Revolución de 1868, surgieron tertulias fijas en las provincias. A veces, se celebraban en trastiendas de farmacias o lugares similares.
Mientras tanto, la nobleza se reunía en sus "salones" privados para diferenciarse de las tertulias de la burguesía. A finales del siglo XIX, era costumbre que las reuniones sociales en Madrid comenzaran en noviembre. Las familias aristocráticas recibían visitas en sus casas o palacios al menos un día a la semana.
Entre los siglos XIX y XX, hubo una tertulia importante en Sevilla, en el palacio de Juan Pérez de Guzmán y Boza, a la que asistían escritores y estudiosos.
En Salamanca, el Café Novelty fue un punto de encuentro cultural desde 1905, donde participaron figuras como Miguel de Unamuno y Ortega y Gasset. En Granada, la tertulia del Rinconcillo en el Café Alameda fue visitada por Federico García Lorca y Manuel de Falla.
Tertulias en Madrid
Cuando el joven escritor Galdós llegó a Madrid en 1862, le impresionaron mucho los cafés y sus tertulias. Así los describió en su novela Fortunata y Jacinta:
De ocho a diez estaba el café completamente lleno, y los alientos, el vapor y el humo hacían un potaje atmosférico que indigestaba los pulmones (...) Poco después empezaba a clarear la concurrencia; algunos se iban, y las peñas de estudiantes se disolvían (...) A las doce vuelve a animarse el local con la gente que regresa del teatro y que tiene costumbre de tomar chocolate o de cenar antes de irse a la cama. Después de la una sólo quedan los enviciados con la conversación, los adheridos al diván o a las sillas por una especie de solidificación calcárea, las verdaderas ostras del café.Fortunata y Jacinta. Parte tercera (I.III)
Galdós también recordaba la tertulia del Ateneo, conocida como "La Cacharrería". A finales del siglo XIX y principios del XX, muchos cafés madrileños tenían un ambiente literario. Ramón del Valle-Inclán decía que el Nuevo Café de Levante había influido más en la literatura que varias universidades.
En el café de Fornos, Vital Aza reunía a artistas, escritores y gente del espectáculo. En el café del Gato Negro, Jacinto Benavente tenía una tertulia de estilo modernista.
Personajes importantes de la historia de España asistían a los cafés madrileños. En el Café del Prado, se sentaron en diferentes épocas Gustavo Adolfo Bécquer, Ramón y Cajal y el círculo de Buñuel y Lorca. En el Europeo, los hermanos Machado, Manuel y Antonio, solían reunirse.
A principios del siglo XX, dos tertulias importantes impulsaron el arte de vanguardia: la ultraísta de Rafael Cansinos Assens en el café Colonial, y la de Ramón Gómez de la Serna en los sótanos del antiguo café y botillería de Pombo.
En la cervecería Correos se reunían los poetas de la Generación del 27. En el café Jorge Juan, José Francés lideraba una tertulia, y en el café de Roma, Gregorio Marañón y sus alumnos del Ateneo de Madrid discutían sobre el futuro del gobierno. En el Café Lion, José Bergamín se reunía con figuras como Ignacio Sánchez Mejías.
Antes del 14 de abril de 1931, José Ortega y Gasset mantenía su espacio en el café Granja El Henar. La tertulia del café Regina era visitada por la policía, ya que futuros líderes de la Segunda República (como Manuel Azaña o Indalecio Prieto) se reunían allí. El 14 de abril de 1931, muchos tertulianos se convirtieron en figuras importantes en el gobierno.
Después de la guerra civil española, la asistencia a los cafés y el número de tertulias disminuyeron mucho. A pesar de la difícil situación de la posguerra, algunas tertulias lograron sobrevivir, como la de Antonio Díaz-Cañabate y José María de Cossío.
Entre 1946 y 1953, se inició una tertulia los sábados en el café Lisboa, donde se reunían artistas e intelectuales que no estaban de acuerdo con el gobierno autoritario de la época. Hacia 1955, en el café Lyon, se reunía la tertulia de los escritores de la generación del 50.
A partir de la década de 1960, las tertulias más populares de Madrid se concentraron en dos cafés del paseo de Recoletos: el desaparecido café Teide y, sobre todo, el café Gijón, que tiene una larga tradición en tertulias artísticas y que incluso creó un premio de novela corta.
Libros sobre tertulias españolas
Las tertulias han inspirado muchos libros. Algunos son:
- Tertulia de invierno (1831) de Francisco de Paula Mellado.
- Las tertulias de Madrid de Antonio Espina.
- La sagrada cripta de Pombo de Ramón Gómez de la Serna.
- Historia de una tertulia (1952) de Díaz Cañabate.
- Tertulia de boticas prodigiosas (1976) de Álvaro Cunqueiro.
- Aquellas tertulias de Madrid (1985) de Mariano Tudela.
- Versos con faldas (breve historia de una tertulia literaria fundada por mujeres en el año 1951) de Adelaida Las Santas.
También hay obras de ficción donde aparecen tertulias, como:
- La tertulia de Paco Lecea de Pío Baroja.
- Una tertulia de antaño de Valle-Inclán.
- Tertulia en el bar Himeto de Rosa Chacel.
Tertulias en América
A finales del siglo XVIII, las personas adineradas en América Latina adoptaron los "salones" europeos. Estas reuniones se hicieron muy comunes y la palabra "tertulia" también se usó para nombrar una parte de los teatros y otros lugares de espectáculos.
Galería de imágenes
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Escultura de César Lombera dedicada a La Tertulia (2006), en Pontevedra.
Véase también
En inglés: Tertulia Facts for Kids