Crisis de los submarinos «fantasmas» para niños
Datos para niños Crisis de los submarinos fantasmas |
||||
---|---|---|---|---|
Parte de Guerra Civil Española | ||||
Fecha | 19 de agosto - 14 de septiembre de 1937 | |||
Lugar | Mar Mediterráneo | |||
Beligerantes | ||||
|
||||
La crisis de los submarinos “fantasmas” fue un evento importante durante la Guerra Civil Española. Ocurrió entre mediados de agosto y principios de septiembre de 1937. En ese tiempo, submarinos no identificados atacaron barcos mercantes en el Mar Mediterráneo. Estos barcos, de origen soviético y español, transportaban materiales y otras mercancías. Su destino era la España republicana desde puertos del Mar Negro.
Los submarinos que atacaban eran en realidad italianos. Actuaban bajo órdenes directas de Benito Mussolini, líder de Italia. Él respondió a una petición del general Franco, quien quería detener los suministros a la República. Esto sucedía en un momento clave de la guerra, durante la Campaña del Norte. La intervención de la marina británica fue lo que detuvo estos ataques. Para evitar que se repitieran, varios países europeos se reunieron en la Conferencia de Nyon en septiembre de 1937. Allí se establecieron nuevas reglas para la seguridad de la navegación en el Mediterráneo.
Contenido
¿Qué pasó antes de la crisis?
La ayuda de la marina italiana
Durante la Guerra Civil Española, el bando sublevado no tenía muchos submarinos. Por eso, recibieron ayuda de otros países. A finales de 1936, la marina alemana lanzó una operación secreta llamada Operación Úrsula. Dos submarinos alemanes se desplegaron en el Mediterráneo. Su misión era atacar barcos que se dirigieran a puertos republicanos.
La marina italiana también colaboró. Al mismo tiempo que la Operación Úrsula, Italia envió cuatro submarinos. Cada uno llevaba un oficial español a bordo. Si eran capturados, el oficial español se presentaría como el comandante. Su objetivo era atacar a la flota republicana y a los barcos mercantes soviéticos. El ataque más notable fue al crucero republicano Miguel de Cervantes en Cartagena. Sufrió daños graves y estuvo fuera de servicio por mucho tiempo.
Debido a la presión internacional, estas acciones se detuvieron en febrero de 1937. Italia entonces cedió dos submarinos, el Archimede y el Torricelli. Llegaron a Palma de Mallorca en abril de 1937. Allí se les dio nombres falsos, "C-3" y "C-5". Se quería hacer creer que eran submarinos republicanos rescatados. Cuando se descubrió el engaño, se les renombró General Sanjurjo y General Mola. Sus tripulaciones italianas fueron reemplazadas por españolas en octubre.
Más tarde, en agosto de 1937, llegaron a Mallorca otros cuatro submarinos italianos. Eran el Galilei, el Ferraris, el Iride y el Onice. También se les dio nombres españoles, como L-1, L-2, L-3 y L-4. Sin embargo, estos submarinos "legionarios" operaron por poco tiempo. Italia los retiró en febrero de 1938. Esto se debió a las protestas internacionales por el hundimiento de dos barcos mercantes.
El Comité de No Intervención intentó controlar el envío de armas a España. Para ello, se establecieron patrullas navales. Sin embargo, hubo problemas. El incidente del Deutschland en mayo de 1937 causó que Alemania e Italia se retiraran de las patrullas. Este incidente llevó al bombardeo de Almería por la flota alemana.
Dos semanas después, Gran Bretaña y Francia lograron que Alemania e Italia volvieran a las patrullas. Se acordó que si un barco de patrulla era atacado, el país afectado podría tomar medidas. Pero debía consultar antes con las otras potencias. En junio de 1937, hubo otra crisis. Se dijo que el crucero alemán Leipzig había sido atacado cerca de Orán. Sin embargo, ni británicos ni franceses creyeron en este ataque. Se negaron a participar en represalias, lo que llevó a la suspensión de las reuniones del Comité.
¿Cómo se desarrolló la crisis de los submarinos "fantasmas"?
El sistema de patrullas navales había fallado. A principios de agosto de 1937, el general Franco envió a su hermano Nicolás Franco a Roma. Le pidió a Mussolini que la marina italiana atacara barcos mercantes. Estos barcos transportaban material de guerra desde el Mar Negro a puertos españoles. Mussolini aceptó y desplegó submarinos y otras naves italianas por el Mediterráneo. Los ataques comenzaron de inmediato.
El primer ataque ocurrió el 19 de agosto de 1937. El barco mercante Armuru fue torpedeado en aguas turcas. En las dos semanas siguientes, hubo al menos veinte ataques más. La propaganda de la época decía que eran submarinos republicanos. Gran Bretaña sabía que los ataques eran de submarinos italianos. Lo sabían porque habían descifrado sus mensajes secretos. Pero no podían hacerlo público para no revelar que conocían los códigos italianos.
La crisis se hizo más grave el 1 de septiembre. El destructor británico Havock casi fue alcanzado por un torpedo. Probablemente lo confundieron con un barco republicano. Al día siguiente, el petrolero británico Woodford fue hundido por un torpedo cerca de Castellón de la Plana.
El gobierno británico amenazó con tomar medidas para detener estos ataques. Recibió el apoyo del gobierno francés. Esto obligó a Italia a suspender los ataques y ordenar a sus submarinos que regresaran a sus bases. Al mismo tiempo, se celebró una conferencia internacional en la ciudad suiza de Nyon. Italia y Alemania no asistieron. La Unión Soviética sí acudió, ya que había acusado directamente a Italia de torpedear dos de sus barcos.
¿Qué pasó después? La Conferencia de Nyon
En la Conferencia de Nyon, que se celebró del 11 al 14 de septiembre de 1937, se tomaron decisiones importantes. Se acordaron rutas seguras para los barcos mercantes en el Mediterráneo. Estas rutas serían patrulladas por destructores y aviones británicos y franceses. Más tarde, la flota italiana también participó en estas patrullas, gracias a un acuerdo con Gran Bretaña. Sin embargo, Italia nunca admitió que los submarinos "fantasmas" fueran suyos.
Los acuerdos de Nyon fueron un golpe para el bloqueo que el bando sublevado quería imponer. Los submarinos ya no podrían navegar sumergidos para atacar. Por eso, la estrategia cambió. Ahora se enfocarían en capturar o torpedear barcos en aguas cercanas a la costa. También usarían bombardeos aéreos desde sus bases en Mallorca.
A lo largo de 1937, muchos barcos fueron afectados. Veintiocho barcos republicanos fueron hundidos. Ciento seis fueron capturados y setenta recuperados de otras formas. Esto permitió al bando sublevado duplicar la cantidad de barcos que tenían al inicio de la guerra.