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Costumbrismo para niños

Enciclopedia para niños

El costumbrismo es un estilo artístico que muestra las formas de vida y las tradiciones de una sociedad en un lugar o país específico. Se enfoca en el folclore y las costumbres de la gente. Este estilo se hizo muy popular a partir del Romanticismo, especialmente en la literatura y la pintura del siglo XIX.

El costumbrismo se asocia mucho con España y lo español, sobre todo en la pintura de la época de la reina Isabel II de España. Enrique Lafuente Ferrari, un experto en arte, lo describió como una forma de observar la realidad de un país, viéndola como algo "pintoresco" o peculiar.

Orígenes e influencias

Archivo:Pieter Bruegel d. Ä. 014
La Danza campesina de Pieter Bruegel el Viejo, pintada alrededor de 1568, fue un modelo para el costumbrismo pictórico del siglo XIX.

El término "costumbrismo" surgió en el siglo XIX, ligado al movimiento romántico. Se desarrolló en la literatura y otras artes. Buscaba recuperar las tradiciones y el folclore, mientras la Revolución Industrial y el crecimiento de las ciudades cambiaban la vida de las personas. También reflejaba el aumento del poder de la clase burguesa.

En la literatura, el costumbrismo era una forma de escribir que se parecía a un juego, a diferencia de los estudios más serios de historiadores o sociólogos sobre la cultura.

Los expertos dicen que el costumbrismo del siglo XIX, aunque se parece a la pintura de género de los Países Bajos, se diferencia del Realismo. El Realismo era más analítico y crítico, mientras que el costumbrismo ofrecía un retrato más colorido y descriptivo.

En España, una gran influencia fue la obra de Francisco de Goya, especialmente sus cartones para tapices. Estos sirvieron de inspiración para la escuela romántica de Madrid. Otra escuela importante fue la de Sevilla, que se enfocaba en lo andaluz y lo "castizo" (lo puramente español). Serafín Estébanez Calderón, conocido como "El Solitario", lo describió en sus Escenas andaluzas (1846), mencionando lugares típicos de España.

El costumbrismo en Europa

Archivo:Spectator
The Spectator, una revista publicada en Inglaterra entre 1711 y 1712.

Mariano José de Larra, un escritor español, pensaba que la literatura costumbrista moderna comenzó en Inglaterra a principios del siglo XVIII. Esto fue con la revista The Spectator, creada por Addison y Richard Steele. Ellos la veían como un lugar para mostrar "escenas de costumbres". Larra explicó que los periódicos ayudaron a que este tipo de escritos, que eran ligeros y con un estilo agradable, se hicieran populares rápidamente.

Otra razón por la que el costumbrismo se extendió en Europa fue la nueva moda de viajar. Los viajeros románticos escribían libros que describían lo pintoresco y lo típico de los lugares, más que hacer un análisis profundo.

En Francia, las obras de Pierre de Marivaux y Louis Sébastien Mercier influyeron en autores como Étienne de Jouy. Este último publicó sus escritos costumbristas en la Gazette de France entre 1811 y 1817.

El costumbrismo en España

Archivo:Museo del Romanticismo - Sala 6 - Salas de Costumbristas Andaluces
Salas dedicadas a los costumbristas andaluces en el Museo del Romanticismo de Madrid.

Los expertos creen que Ramón de Mesonero Romanos fue quien usó por primera vez el término "costumbrismo". Lo hizo para describir el estilo de escritura en Madrid a principios del siglo XIX, del que él mismo formaba parte. En el prólogo de su libro Panorama matritense (1835), lo definió como una "pintura filosófica o festiva y satírica de las costumbres populares".

Mesonero Romanos se refería a un movimiento cultural en Madrid que buscaba recuperar el "casticismo" (la esencia de lo español), la identidad nacional y los valores tradicionales. Esto era una respuesta al cosmopolitismo y la influencia francesa de la Ilustración. José Fernández Montesinos, un estudioso del costumbrismo, dice que se buscaba la "otredad" del pasado reciente de España.

Aunque hubo precursores en siglos anteriores, como Juan de Zabaleta o Francisco Santos, el siglo XVIII es más relevante. Allí destacan Sebastián Miñano y, más cerca del centro del costumbrismo, el dramaturgo Juan Ignacio González del Castillo y Ramón de la Cruz, el creador del sainete (un tipo de obra de teatro corta y cómica).

José María Blanco White, un sevillano que vivía en Inglaterra, escribió sus Cartas de España entre 1821 y 1822, donde describía escenas folclóricas españolas. Sin embargo, estas cartas no se publicaron en español hasta 1972.

Las tertulias madrileñas (reuniones sociales) impulsaron a muchos escritores. Entre los más importantes estaban Ramón de Mesonero Romanos, Serafín Estébanez Calderón y Mariano José de Larra. Ellos definieron el costumbrismo literario. Pronto, los editores vieron el éxito de este género y publicaron muchas colecciones de artículos. En estas colecciones se reunían descripciones de personajes y profesiones populares.

Un ejemplo famoso fue Los españoles pintados por sí mismos, publicada en 1843-1844. Su éxito llevó a la publicación de otras obras similares como El álbum del bello sexo o las mujeres pintadas por sí mismas (1843) y Los mexicanos pintados por sí mismos (1854).

Estos "cuadros de costumbres" influyeron en la novela realista española, con autores como Fernán Caballero, José María de Pereda y Armando Palacio Valdés. También se pueden ver toques costumbristas en las obras de Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán y Juan Valera. Incluso en la literatura naturalista de Vicente Blasco Ibáñez, ambientada en su tierra natal.

En la pintura y el grabado

Archivo:José Jiménez Aranda A Pass in the Bullring 1870
José Jiménez Aranda (1837-1903): La plaza de toros (1870)

Enrique Lafuente Ferrari divide la pintura costumbrista de la España isabelina en dos grupos principales:

  • La escuela de inspiración goyesca: Menos influenciada por ideas extranjeras. Para estos pintores, lo que para otros era una "actitud", para ellos era una "tradición". Se ubicaba en Madrid y estaba muy ligada al periodismo costumbrista de la capital. Lafuente la llama "escuela romántica madrileña". Incluye a José Elbo y Leonardo Alenza, y luego a Eugenio Lucas, Lameyer y Antonio Pérez Rubio. Todos ellos se oponían al arte oficial y vivieron vidas cortas y difíciles.

En cuanto a la técnica, Lafuente Ferrari notó que el costumbrismo en pintura combinaba la forma fragmentada de la literatura con el estilo de boceto (pintura de mancha y apunte). Esto dio lugar a un "género pintoresco, popular o imaginativo, antiacadémico y antipurista". Entre los precursores, además de Goya, se encuentran José Rivelles y sus "tipos napolitanos", y los sevillanos-gaditanos Juan Rodríguez Jiménez "el Panadero" y Joaquín Fernández Cruzado.

En el espectáculo y el teatro

Archivo:"Une scène du Tio Caniyitas, zarzuela de M. Soriano Fuentes" (19750387079)
Grabado de Une scène du Tio Caniyitas, zarzuela de M. Soriano Fuentes, de un libro de Jean-Charles Davillier ilustrado por Doré (1874).

El costumbrismo también apareció en el teatro romántico de autores como Larra, Hartzenbusch, García Gutiérrez, Zorrilla, Patricio de la Escosura y Bretón de los Herreros.

Más tarde, el costumbrismo en el teatro continuó en el popular teatro por horas y se consolidó en el género chico y la zarzuela. Creó escenas muy populares, no solo en obras sobre las costumbres de Madrid, sino también en zarzuelas ambientadas en otras regiones. Ejemplos madrileños son La verbena de la Paloma o La Revoltosa. Ejemplos de otras regiones son El caserío (ambientada en el País Vasco), El huésped del sevillano (en Toledo) o La rosa del azafrán (en La Mancha).

Esta línea continuó en el siglo XX con las comedias costumbristas andaluzas de los hermanos Antonio y Manuel Machado, y los sainetes de los hermanos Quintero y Carlos Arniches.

En la investigación

El estudio de las tradiciones populares y el folklore en España, realizado por expertos como Agustín Durán y Antonio Machado Álvarez, despertó el interés académico por temas relacionados con el costumbrismo. Se clasificaron cuentos, coplas, música, juegos, supersticiones, refranes, artesanía, gastronomía, ceremonias, ritos, fiestas, leyendas, canciones, bailes y romances populares.

La influencia de estas investigaciones en los intelectuales españoles y el interés de la burguesía por el costumbrismo pudieron llevar al neopopularismo de autores de la Generación del 27 como Alberti y Lorca. Ya en el siglo XIX, hubo ejemplos de literatura dialectal, como el extremeño (José María Gabriel y Galán), el bable o el "panocho".

Viajeros por la España costumbrista

Desde finales del siglo XVIII y durante el XIX, la idea de una "España mágica" atrajo a muchos intelectuales, científicos y escritores románticos a la península ibérica. Acompañados de ilustradores y pintores, crearon un gran legado de imágenes de la "España negra" y la España monumental. Artistas como John Phillip, Doré, Constantin Meunier, Mauricio Rugendas, David Roberts o Alfred Dehodencq pintaron la esencia del costumbrismo español.

Continuidad del costumbrismo

Algunos estudios sugieren que el costumbrismo continuó en la literatura y la pintura española del siglo XX. En Hispanoamérica, el término "costumbrismo" se usa a menudo para manifestaciones artísticas nacionalistas y folclóricas, aunque con menos estudios sobre el tema. En la pintura española del siglo XX, el "costumbrismo" y el "género" se mezclan con otros estilos.

Se ha relacionado el costumbrismo con el pintor y escritor expresionista José Gutiérrez Solana, aunque con una visión más crítica. También con la obra de Darío de Regoyos (La España negra) y Isidre Nonell. Se ha conectado con la obra simbolista de Julio Romero de Torres y el folclore del noventayochismo de Ignacio Zuloaga. Una parte importante de la obra de Ramón Gómez de la Serna también se clasifica como costumbrista, pero con un toque más personal.

Después de la guerra civil española, el costumbrismo, ya sin su significado histórico, se convirtió en una imagen simplificada y a veces exagerada de lo español, conocida como el "typical spanish", especialmente en Andalucía.

También se han estudiado las influencias costumbristas en la generación del 98, como un contraste en su búsqueda de la "España real" frente a la "España oficial". Esto se ve en Miguel de Unamuno con De mi país (1903), o en Pío Baroja con Vitrina pintoresca (1935). Azorín fue uno de los más constantes en el costumbrismo, con sus descripciones líricas en obras como Los pueblos o Madrid. Guía sentimental. Más tarde, se han encontrado elementos costumbristas en autores como Camilo José Cela y Francisco Umbral.

El costumbrismo en Hispanoamérica

En Hispanoamérica, el costumbrismo, que surgió de las clases criollas (descendientes de europeos nacidos en América), se relaciona con la búsqueda de una identidad propia. Esto llevó a actitudes cercanas al nacionalismo y el regionalismo. Así, surgieron escritores reconocidos por sus "cuadros costumbristas nacionales". Algunos de ellos son José María Vergara y Vergara en Colombia, Ricardo Palma en Perú, Rafael María Baralt en Venezuela, José Joaquín Vallejo en Chile y José Milla y Vidaurre en Guatemala.

Argentina

Archivo:Prilidiano Pueyrredon - Un alto en el campo - Google Art Project
Un alto en el campo, pintada por Prilidiano Pueyrredon en 1861.

Entre los escritores argentinos importantes del costumbrismo están Esteban Echeverría, Juan Bautista Alberdi, Domingo Faustino Sarmiento y José Antonio Wilde. En la pintura, destaca la obra de Prilidiano Pueyrredon.

Bolivia

En la literatura costumbrista boliviana se mencionan autores como Julio Lucas Jaimes con sus Crónicas Potosinas (1895), Lindaura Anzoátegui de Campero, Jaime Mendoza, Alcides Arguedas y Armando Chirveches.

Chile

En la literatura chilena, el mayor representante de este género fue José Joaquín Vallejo. También destacan Daniel Barros Grez y Arturo Givovich.

Colombia

Con antecedentes en la obra El carnero de Juan Rodríguez Freyle, el costumbrismo colombiano incluye a autores como José María Vergara y Vergara, José Manuel Groot, Eugenio Díaz, Ramón Torres Méndez, José Manuel Marroquín y Jorge Isaacs con su novela María.

México

El costumbrismo mexicano cuenta con nombres como José Joaquín Fernández de Lizardi y su novela El Periquillo Sarniento (1816), José Tomás de Cuéllar, José López Portillo y Rojas, Rafael Delgado, Ángel del Campo y Emilio Rabasa.

Perú

En Lima, se considera a Felipe Pardo y Aliaga como el iniciador del costumbrismo peruano con su obra Frutos de la educación (1829). Él representaba el colonialismo y el "anticriollismo". En contraste, está la obra de Manuel Ascencio Segura, considerado el "padre del Teatro Nacional", quien representaba el criollismo y escribió obras como Ña Catita o Las tres viudas (1862).

Uruguay

Las letras uruguayas incluyen a costumbristas como Javier de Viana, Adolfo Montiel Ballesteros, Manuel Bernárdez y Fernán Silva Valdés.

Venezuela

El representante más importante del costumbrismo venezolano fue Fermín Toro, seguido por autores como Nicanor Bolet Peraza y Pedro Emilio Coll.

Véase también

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Costumbrismo para Niños. Enciclopedia Kiddle.