José Joaquín Vallejo para niños
Datos para niños José Joaquín Vallejo |
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Información personal | ||
Nombre en español | José Joaquín Vallejo Borkoski | |
Nacimiento | 19 de agosto de 1811 Copiapó (Chile) |
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Fallecimiento | 27 de septiembre de 1858 Totoralillo (Chile) |
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Nacionalidad | Chilena | |
Lengua materna | Español | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Periodista, político y escritor | |
Cargos ocupados | Diputado de Chile | |
Seudónimo | Jotabeche | |
Firma | ||
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José Joaquín Vallejo Borkoski (19 de agosto de 1811 – 27 de septiembre de 1858), más conocido por su seudónimo Jotabeche, fue un importante escritor, periodista y político chileno. Es considerado el primer gran representante del costumbrismo en su país.
El costumbrismo es un estilo literario que describe las costumbres, tradiciones y formas de vida de una sociedad en un momento específico.
Sus escritos y artículos, llenos de humor y observaciones sobre la vida diaria, se hicieron muy populares. Vallejo fue testigo de la gran actividad minera en Copiapó después del descubrimiento de la mina de plata de Chañarcillo. Su estilo fue comparado con el del escritor español Mariano José de Larra, a quien Vallejo admiraba mucho. También fue diputado por Vallenar (1849-1852) y Cauquenes (1852-1855).
Contenido
Primeros años: El camino de un estudiante becado
José Joaquín Vallejo nació en Vallenar. Su padre, Ramón Vallejo y Guerra, era un artesano platero. Su madre, Petronila Borkoski Pérez, era descendiente de personas de origen polaco que trabajaron en la minería del cobre en la época de la Colonia.
La familia de Vallejo era numerosa y su padre tenía dificultades para mantenerla con su trabajo en Copiapó.
Después del terremoto de 1819, la familia se mudó a La Serena. Allí, José Joaquín comenzó a estudiar en una escuela de franciscanos y luego en el Liceo de La Serena.
Pronto se convirtió en alumno ayudante, lo que le permitía ganar un poco de dinero para ayudar a su familia.
Gracias a la ayuda de Buenaventura Osorio, Vallejo recibió una beca para estudiar en el Liceo de Chile en Santiago. Este liceo era dirigido por el intelectual español José Joaquín de Mora.
En el Liceo de Chile, Vallejo estudió con otros jóvenes que también se harían famosos, como José Victorino Lastarria. También se hizo amigo de Manuel Antonio Tocornal y Antonio García Reyes.
En 1832, Vallejo se trasladó al Instituto Nacional. Allí comenzó a estudiar leyes, pero no pudo terminar la carrera por falta de dinero. Durante sus primeros años en Santiago, trabajó en una tienda para mantenerse.
Un conflicto personal y la cárcel
A los 24 años, en 1835, Vallejo dejó su trabajo en la tienda para ser secretario de la Intendencia de Maule. El presidente José Joaquín Prieto le ofreció el puesto.
Vallejo le dijo al presidente que no estaba de acuerdo con su gobierno, pero Prieto le respondió que el gobierno solo buscaba personas honestas para los cargos.
El trabajo con el intendente Domingo Urrutia fue bueno al principio. Vallejo, que también era capitán de milicias, se retiró del puesto de secretario y se estableció en Cauquenes. Allí, inició negocios con el intendente.
Sin embargo, por razones que no están claras, el intendente Urrutia se enojó mucho con Vallejo. Desde ese momento, hubo un gran conflicto entre ellos. Esto ocurrió en 1836.
Vallejo atacó a su antiguo socio escribiendo sus primeros artículos, llenos de críticas, que compartió con algunos amigos.
Urrutia, aprovechando que Vallejo era oficial de milicias, lo llevó ante la justicia militar acusándolo de desobediencia. En este conflicto, Vallejo estaba en desventaja, ya que el intendente tenía mucho poder.
Vallejo fue encarcelado en mayo de 1840. Según su relato, las condiciones eran muy malas. Contó que el intendente incluso mandó matar a su perro, que era su única compañía en la celda.
Urrutia le imponía ayunos y lo mantenía incomunicado. A pesar de esto, Vallejo se sentía apoyado por la gente de la zona.
El proceso judicial terminó, pero el intendente encontró la manera de mantenerlo en prisión. Ante esta situación, Vallejo escapó y se dirigió a Santiago el 31 de agosto de 1840. Allí se enteró de que la corte militar lo había declarado inocente.
En el mundo del periodismo político
En la capital, se acercaba la elección presidencial de 1841. Uno de los candidatos era Joaquín Tocornal, padre de su amigo Manuel Antonio Tocornal. Vallejo se unió al periódico La Guerra a la Tiranía para apoyar a los Tocornal.
En este periódico, Vallejo escribió artículos muy críticos, burlándose de Miguel de la Barra, quien apoyaba al candidato Manuel Bulnes.
Sin embargo, la causa de los Tocornal no tuvo éxito. Manuel Bulnes era el candidato del gobierno y ganó las elecciones fácilmente.
Nace Jotabeche
A finales de 1841, después de la elección de Manuel Bulnes, Vallejo dejó la capital y regresó a Copiapó. Esta ciudad estaba creciendo mucho gracias al descubrimiento de la rica mina de plata de Chañarcillo en 1832.
Fue entonces cuando Vallejo comenzó a escribir sus artículos más famosos. Publicó descripciones de costumbres en El Mercurio de Valparaíso y luego en El Semanario.
Estos artículos hablaban sobre la "fiebre de la plata": el ambiente de las minas, las historias de riqueza repentina y la llegada de aventureros a la ciudad.
Fue en esta época cuando empezó a firmar con el seudónimo Jotabeche. Se dice que usó las iniciales de un vecino de su pueblo, Juan Bautista Chaigneau, conocido por su simpatía y gracia.
En 1845, fundó el periódico El Copiapino. En este periódico, Vallejo comenzó a escribir sobre la importancia de su provincia y las diferencias entre la gente de las provincias y la de la capital.
También incluyó temas históricos y relatos patrióticos. Su estilo siempre buscaba un equilibrio entre señalar los problemas sociales y celebrar el espíritu nacional.
En sus cartas, Vallejo expresaba su gran admiración por los textos del español Mariano José de Larra. Decía que rara vez se acostaba sin leer alguna de sus obras.
Sus contemporáneos también lo llamaban el "Larra chileno", lo cual era un gran halago. Ya en 1846, se decía en la prensa de Santiago que "Jotabeche es tan conocido en Chile como en España y Francia, Larra y Jouy".
Regreso a la vida pública
En 1843, en medio del auge de la plata, Vallejo fue elegido regidor de Copiapó. Durante su tiempo en este cargo, se destacaron las grandes fiestas públicas que organizó y una pelea que tuvo con otro regidor, Eusebio Squella.
Su posición política no era muy clara para sus contemporáneos. Sin embargo, su discurso a favor de su región le permitió ser elegido diputado por Vallenar y Huasco en 1849. Luego, volvió a ganar por el distrito de Cauquenes en 1852.
Vallejo se burlaba del ambiente político de la capital y no estaba de acuerdo con los discursos de los políticos. Creía que los políticos de Santiago eran "tontos".
Aseguraba sentirse cómodo en Copiapó porque allí la política era un tema menos importante y no causaba tanto estrés.
Un polemista con altibajos
Vallejo participó en las intensas discusiones literarias que ocurrieron alrededor de 1842. Intervino en el debate sobre la reforma de la ortografía, que se dio entre Domingo Faustino Sarmiento y Andrés Bello.
Vallejo se mostró sorprendido de que un argentino (Sarmiento) intentara enseñar a escribir a los chilenos. Este argumento era un poco débil, ya que Bello era venezolano.
Sin embargo, en temas como este y en política, Vallejo a veces cambiaba de opinión. Más tarde, cuando fue relevante, sí mencionó que Bello no había nacido en Chile.
En su primer discurso como diputado, se opuso a que uno de los hijos de Bello, Juan Bello, asumiera como legislador, porque no había nacido en Chile. Pero como Juan había llegado al país a los 3 años y había nacido en la embajada chilena en Londres, la prensa se burló de Jotabeche.
El periódico El Progreso escribió: "Cuesta trabajo creerlo, pero la sesión taquigráfica, que se publicará inmediatamente, demostrará la verdad de esas y otras muchas opiniones absurdas".
Incluso El Copiapino, el periódico que Vallejo había fundado, lo criticó, diciendo que había cometido un "traspié ridículo" que ponía en duda su capacidad.
A pesar de esto, su ingenio era muy apreciado por el público que asistía a las sesiones, provocando muchas risas, como se registra en las actas oficiales.
Últimos años
Vallejo se hizo rico gracias a sus negocios mineros y sus acciones en el ferrocarril Caldera-Copiapó. Se casó con su sobrina Zoila Vallejo en 1850. En 1852, fue enviado a una misión diplomática en Bolivia que no tuvo éxito.
En 1851, a los 40 años, publicó su último artículo popular en la prensa. Ese año, como ayudante del Intendente Fontanés, apoyó firmemente al gobierno conservador de Bulnes y de su sucesor, Manuel Montt Torres.
En este contexto, se opuso al levantamiento armado de la ciudad de La Serena, que se había rebelado en nombre de la revolución del General José María de la Cruz en Concepción.
Vallejo apoyó la formación de una división en Copiapó, con mil hombres, incluyendo algunos batallones de soldados extranjeros. Estos hombres, al mando del comandante Prieto, marcharon a La Serena, pero no lograron tomar la ciudad.
Cuando los liberales de Copiapó se rebelaron bajo el mando de Bernardino Barahona, Vallejo tuvo que huir a Caldera y desde allí se embarcó hacia Valparaíso. Su apoyo a la formación de unidades del gobierno que incluían extranjeros, y su respaldo a la detención y ejecución de opositores, hizo que su imagen cambiara de ser querida a ser rechazada.
Desde 1854, sufrió una enfermedad pulmonar, posiblemente tuberculosis. En busca de medicinas, viajó a Argentina en 1857, pero tuvo que regresar al sentirse peor.
José Joaquín Vallejo, quien se describía a sí mismo como un "hombre del pueblo, un soldado raso en nuestras filas de escritores", falleció en Totoralillo el 27 de septiembre de 1858.
Obras publicadas
Mientras Vallejo vivía, solo se publicó un libro que recopilaba sus escritos:
- Colección de los artículos de Jotabeche publicados en el Mercurio de Valparaíso, en el Semanario de Santiago y en el Copiapino, desde abril de 1841 hasta septiembre de 1847. Imprenta Chilena, 1847. Santiago.
Después de su fallecimiento, se publicó una versión más completa de su trabajo:
- Colección de los artículos de don J. Joaquín Vallejo publicados en varios periódicos bajo el seudónimo de Jotabeche: 1841-1847. Imprenta del Deber, 1878. Valparaíso.
Artículos destacados
Algunos de sus artículos más conocidos son:
- El provinciano renegado
- Los cangalleros
- El carnaval
- La cuaresma
- Algo sobre los tontos
- Los descubridores del mineral de Chañarcillo
- Los chismosos
- El último jefe español de Arauco
- El cuaderno eterno