Historia de la ciudad de Buenos Aires para niños
La historia de la Ciudad de Buenos Aires está muy ligada a la historia de toda la Argentina. En este artículo, vamos a explorar cómo la ciudad creció, desde su primera fundación hasta convertirse en una ciudad autónoma con su propio gobierno. Veremos cómo fue nombrada capital del Virreinato del Río de la Plata y cómo se convirtió en la capital de Argentina.
La ciudad de Buenos Aires fue fundada dos veces. La primera vez fue en 1536 por Pedro de Mendoza, pero fue abandonada en 1541 por sus propios habitantes debido a los ataques de los pueblos originarios. La segunda fundación ocurrió en 1580, a cargo de Juan de Garay. Al principio, la ciudad formaba parte del Virreinato del Perú. Luego, en 1776, el Rey de España la eligió como capital del recién creado Virreinato del Río de la Plata.
En 1806, durante las Invasiones Inglesas, la ciudad fue ocupada por fuerzas inglesas por unos meses. En 1810, los habitantes de Buenos Aires llevaron a cabo la Revolución de Mayo, que marcó el inicio de la lucha por la independencia. Después de una importante reforma en la Constitución Argentina en 1994, la ciudad de Buenos Aires pudo tener su propia Constitución y elegir a sus propios gobernantes.
Contenido
- Antes de la Fundación de Buenos Aires
- La Primera Fundación de la Ciudad
- Segunda Fundación y Época Virreinal
- De la Revolución de Mayo a la Federalización
- De la Revolución de Mayo al Gobierno de Martín Rodríguez (1810-1824)
- Ley de Reforma Eclesiástica y Revolución de los Apostólicos
- El Congreso de 1824 y la Presidencia de Rivadavia (1824-1829)
- Buenos Aires Durante el Gobierno de Rosas (1829-1852)
- Desde la Caída de Rosas hasta la Unificación del País (1852-1860)
- Buenos Aires, Capital Provisoria de Argentina (1861-1880)
- Federalización de Buenos Aires
- De la Federalización al Cuarto Centenario
- Del Cuarto Centenario a la Autonomía
- Desde la Sanción de la Constitución de la Ciudad
- Traslado de la Capital
Antes de la Fundación de Buenos Aires
Antes de que se fundara la ciudad, el lugar donde hoy se encuentra Buenos Aires era parte de la llanura pampeana. Había pequeños bosques cerca del Río de la Plata y grandes extensiones de pastizales. Algunos arroyos, como el Medrano y el Maldonado, formaban pequeñas depresiones en el terreno.
Los pueblos originarios que vivían aquí eran los querandíes, que cazaban venados y ñandúes. En la orilla opuesta del Río de la Plata, en lo que hoy es Uruguay, vivían los charrúas. Estos pueblos no navegaban, por lo que no se conocían entre sí.
Se han encontrado restos de pequeños asentamientos de estas tribus en Villa Riachuelo. Eran cazadores y recolectores, pero también sabían hacer vasijas, lo que probablemente aprendieron de los guaraníes. Más al norte, en el delta del Paraná, vivían los guaraníes, que se dedicaban a la pesca.
La Primera Fundación de la Ciudad

Primeros Viajes y Exploraciones
La primera vez que los europeos llegaron al Río de la Plata fue en enero de 1516, con la expedición de Juan Díaz de Solís. Solís desembarcó en las costas de lo que hoy es Uruguay, pero fue atacado y muerto por los indígenas de la zona. Un joven de su tripulación, Francisco del Puerto, fue tomado prisionero.
Años después, en 1527, el marino Sebastián Caboto exploró el Río Paraná y fundó el Fuerte Sancti Spiritus. Caboto y otro explorador, Diego García de Moguer, regresaron a España en 1530 llevando historias sobre una "Sierra de Plata" y "Tierras del Rey Blanco". Estas leyendas motivaron al rey Carlos I a financiar una nueva expedición.
La leyenda de la "Sierra de Plata" se originó con los sobrevivientes del viaje de Solís, quienes vivieron con los guaraníes. Uno de ellos, Alejo García, escuchó historias sobre una "Tierra sin Mal" y un "Reino del Rey Blanco" con oro y plata. García organizó una expedición y encontró objetos de oro y plata, pero murió en el camino de regreso. Sus compañeros contaron lo que habían visto, y estas historias llegaron a Caboto, quien decidió buscar esas riquezas.
La Expedición de Pedro de Mendoza
El 22 de agosto de 1534, Pedro de Mendoza fue nombrado el primer Adelantado y Gobernador de estas tierras por el rey Carlos I. Mendoza había participado en campañas militares en Europa. A pesar de estar enfermo, partió el 24 de agosto de 1535 desde Sanlúcar de Barrameda con catorce barcos y más de mil doscientos hombres. También traían caballos, que luego se reproducirían y formarían grandes manadas.
La expedición llegó al Río de la Plata a principios de 1536. Mendoza decidió desembarcar en la orilla sur y fundó el Puerto de Nuestra Señora Santa María del Buen Aire el 2 de febrero de 1536 (o 3 de febrero, según otros). El fuerte era precario, con un muro de tierra y ranchos de barro y paja. La zona estaba habitada por los querandíes.
Al principio, los querandíes les dieron alimentos, pero después de quince días dejaron de hacerlo. Cuando Mendoza envió a buscar provisiones, los indígenas los atacaron. Mendoza respondió con violencia, y en la batalla, los querandíes usaron boleadoras para derribar a los caballos. Esta zona se conoció como La Matanza.
Con el tiempo, las enfermedades, los ataques indígenas y la falta de alimentos redujeron mucho a la población. En 1537, Mendoza envió a Juan de Ayolas a buscar víveres. Los indígenas, por su parte, rodearon el campamento, incendiaron las casas y cuatro barcos. La población se defendió con cañones, pero el fuerte tuvo que ser abandonado.
Pedro de Mendoza, enfermo y desanimado, decidió regresar a España, dejando el mando a Juan de Ayolas, sin saber que este había desaparecido. Mendoza murió en alta mar en abril de 1537.
La noticia de la muerte de Mendoza causó una crisis. Domingo Martínez de Irala asumió el mando en Asunción. En Buenos Aires, Francisco Ruiz Galán intentó mantener el orden, pero el hambre era terrible. Se cuenta que tuvo que castigar a un hombre por robar una lechuga.
Finalmente, en 1538, el veedor real Alonso de Cabrera llegó y confirmó a Domingo Martínez de Irala como sucesor. Irala ordenó abandonar y destruir el fuerte de Buenos Aires. Los habitantes fueron trasladados a Asunción en 1541.
¿Dónde Estuvo la Primera Fundación?
El lugar exacto de la primera fundación de Buenos Aires es un misterio. Algunos creen que fue en el actual barrio de La Boca, mientras que otros piensan que fue en Parque Patricios. Una teoría más aceptada es que estuvo en el Parque Lezama, delimitada por arroyos y un antiguo brazo del Riachuelo.
No se han encontrado muchos restos de la primera ciudad porque fue construida con materiales frágiles. Además, los europeos se llevaron lo que pudieron, y los indígenas tomaron o destruyeron lo que quedó. Algunos creen que el primer asentamiento pudo haber estado cerca de Belén de Escobar, ya que allí se encontraron balas de arcabuz y cerámicas europeas de esa época.
Segunda Fundación y Época Virreinal
La Segunda Fundación de Buenos Aires



La Corona española necesitaba un puerto seguro en el Océano Atlántico. Por eso, se decidió repoblar Buenos Aires. La misión fue encargada a Juan de Garay, quien partió de Asunción con cien hombres.
El 11 de junio de 1580, Juan de Garay fundó la Ciudad de La Santísima Trinidad y Puerto de Santa María del Buen Ayre. Repartió tierras entre él, su esposa y 63 acompañantes. Los querandíes fueron derrotados y su cultura desapareció.
La ciudad tenía defensas naturales: las aguas poco profundas del Río de la Plata dificultaban la llegada de barcos enemigos, y las barrancas permitían controlar el río. A pesar de esto, la ciudad estaba siempre alerta por los piratas ingleses y flamencos. Al principio del siglo XVII, la ciudad tenía un fuerte, tres conventos y casas de barro y paja. Los habitantes debían tener armas y no podían irse sin permiso.
El nuevo poblado se organizó en 250 manzanas rectangulares, con un diseño en forma de tablero de ajedrez, que aún se puede ver en el centro histórico. Sus límites eran las actuales calles Balcarce, 25 de Mayo, Avenida Independencia, Salta, Libertad y Avenida Córdoba. También se consideraban límites el Zanjón de Granados al sur y el Zanjón de Matorras al norte.
Al fundar la ciudad, Garay creó el Cabildo de Buenos Aires, una institución de gobierno local.
Buenos Aires, Capital de la Gobernación
Al principio, Buenos Aires era la capital de una gobernación que dependía del Virreinato del Perú. Durante unos doscientos años, los habitantes de Buenos Aires sufrieron muchas dificultades. La ciudad estaba lejos de los centros comerciales importantes y no podía fabricar lo que necesitaba. España prefería los puertos del Pacífico, por lo que Buenos Aires recibía muy pocos barcos al año.
Esto llevó a que los habitantes se dedicaran al contrabando, principalmente con Brasil. La ciudad creció en importancia por su ubicación geográfica y porque el cuero, que se obtenía de la caza de ganado salvaje, se volvió muy valioso. A mediados del siglo XVII, la población de la ciudad era de unos 3000 habitantes.
En 1680, los portugueses intentaron establecerse en Colonia del Sacramento, al otro lado del Río de la Plata. El gobernador de Buenos Aires, José de Garro, los atacó con el apoyo de los habitantes y los guaraníes, logrando una victoria importante. Esto le dio más prestigio a Buenos Aires. En 1716, el rey de España le dio a la ciudad el título de "muy noble y muy leal".
La industria del cuero siguió creciendo, y a mediados del siglo XVIII, ya había una industria local importante. En Buenos Aires, el valor de una persona se medía por su éxito y mérito propio, no por su apellido o cercanía a la aristocracia, lo que la hacía diferente de otras ciudades.
Organización de la Ciudad en la Época Virreinal
La ciudad se organizó con un diseño en forma de tablero de ajedrez alrededor de una plaza principal, la Plaza Mayor. Allí se ubicaron los edificios administrativos. El Cabildo y la Catedral ocuparon sus lugares actuales.
En el lado este de la Plaza, se construyó el Fuerte, que se terminó en la década de 1720. Estaba amurallado y rodeado por un foso, y solo se podía acceder a él por un puente levadizo desde la Plaza Mayor.
A partir del siglo XVIII, la ciudad comenzó a crecer hacia el sur, debido al puerto del Riachuelo, por donde entraban mercancías. En 1769, se crearon las primeras parroquias, que ayudaron a formar los primeros barrios. Al norte del fuerte, había un lugar de esparcimiento público llamado Paseo de la Alameda, que luego se convirtió en el Paseo de Julio.
Buenos Aires, Capital del Virreinato del Río de la Plata
Debido al contrabando y al peligro de Portugal e Inglaterra, en 1776 se creó el Virreinato del Río de La Plata, y Buenos Aires fue elegida como su capital. Esto se debió a que era el punto de acceso más fácil para España desde el Atlántico. Desde su segunda fundación hasta 1776, la ciudad había crecido poco, pero esto cambió al aumentar su importancia administrativa y comercial.
La Corona española permitió un comercio más abierto y flexible, lo que benefició a Buenos Aires. La ciudad podía importar productos de cualquier región y conectarse con otros puertos sin pedir permiso. Así, dejó de depender de Lima.
Buenos Aires se convirtió en el principal proveedor de productos importados para el interior del país, y las exportaciones de productos ganaderos de la región pampeana a España aumentaron. Esto mejoró la economía, lo que permitió instalar el primer alumbrado público, empedrar algunas calles y reconstruir templos.
Entre 1780 y 1800, la ciudad prosperó mucho y recibió una fuerte inmigración, principalmente de españoles, franceses e italianos. Se pobló de comerciantes y estancieros. Tenía menos prejuicios aristocráticos que otras ciudades. La prosperidad también trajo ideas liberales de Europa, impulsando el desarrollo cultural y los movimientos de independencia.
Ataques Sufridos en la Época Virreinal
Desde su fundación hasta 1807, la ciudad sufrió varios intentos de invasión. En 1582, el corsario inglés Edward Fontain fue rechazado. En 1587, Tom Candish intentó tomar la ciudad, pero se retiró. Otros intentos de invasión, como los del francés Timoteo de Osmat en 1658 y del aventurero Mr. de Pintis, también fueron rechazados. En 1699, piratas daneses intentaron invadir, pero fueron rápidamente expulsados.
En 1806, comenzaron las Invasiones Inglesas, parte de la guerra entre Inglaterra y España. El 27 de junio de 1806, el mayor general inglés William Carr Beresford tomó Buenos Aires casi sin resistencia. Sin embargo, el 12 de agosto, un ejército de Montevideo liderado por el francés Santiago de Liniers lo derrotó.
En 1807, una segunda expedición inglesa, al mando de John Whitelocke, tomó Montevideo. El 5 de julio de 1807, Whitelocke intentó ocupar Buenos Aires, pero los habitantes y las milicias de la ciudad, ya organizadas y con la ayuda de Liniers, los derrotaron.
De la Revolución de Mayo a la Federalización
De la Revolución de Mayo al Gobierno de Martín Rodríguez (1810-1824)

La resistencia del pueblo y su participación en la defensa de la ciudad aumentaron el poder de los líderes locales y el deseo de independencia. Quedó claro que España no podía defender sus territorios. Esto, junto con las ideas liberales y la ocupación de España por el ejército de Napoleón, llevó a la Revolución de Mayo en 1810 y a la creación del primer gobierno propio.
Como resultado, el poder pasó de los españoles a los criollos. Buenos Aires, con unos 40.000 habitantes, se convirtió en un puerto importante para productos de Gran Bretaña. El Virreinato del Río de la Plata se desintegró. Buenos Aires se volvió un centro de poder, pero tuvo que enfrentarse a las provincias, que tenían sus propios intereses.
La Primera Junta y los gobiernos siguientes creyeron tener todos los poderes del virrey. Intentaron nombrar gobernadores, enviar ejércitos y, lo más importante, recaudar impuestos de aduana. Esto hizo que el resto del virreinato sintiera que solo se había cambiado el poder del virrey por el de Buenos Aires, sin beneficios para ellos. Así, se separaron territorios como la Banda Oriental (Uruguay), Paraguay y el Alto Perú (Bolivia). El deseo de un gobierno federal creció, liderado por José Gervasio Artigas.
En 1815, hubo una rebelión contra el gobierno central. Esto llevó a la necesidad de declarar la independencia de España, lo que ocurrió en el Congreso de Tucumán en 1816. El congreso se trasladó a Buenos Aires y creó la Constitución de 1819, pero no fue aceptada por los federales. Al año siguiente, las fuerzas federales derrotaron al gobierno central, y se creó la Provincia de Buenos Aires. Su primer gobernador fue Manuel de Sarratea.
Después de un período de inestabilidad, Martín Rodríguez fue nombrado gobernador. Sus ministros, como Bernardino Rivadavia, iniciaron reformas: se creó el Registro Nacional, la Administración de Vacunas y el Archivo General. También se inauguró la Universidad de Buenos Aires.
Ley de Reforma Eclesiástica y Revolución de los Apostólicos
El 1 de julio de 1822, Bernardino Rivadavia, ministro de la provincia de Buenos Aires, publicó decretos de reforma que afectaban a las órdenes religiosas.
Algunas medidas fueron:
- El gobierno cerró varios conventos y tomó sus bienes.
- Se incautaron bienes de santuarios y hospitales.
- El gobierno se encargó de dar permisos para dejar la vida religiosa.
- Se eliminaron los diezmos, un impuesto tradicional para la iglesia.
- Se limitó el número de religiosos por convento.
- No se permitiría que los religiosos hicieran votos permanentes antes de los 25 años.
- No se reconocería la autoridad de líderes religiosos fuera del país sobre el clero local.
Estas medidas generaron descontento. El 19 de marzo de 1823, estalló la "Revolución de los Apostólicos", liderada por Gregorio García de Tagle, para defender los bienes de la Iglesia Católica. Aunque atacaron el Fuerte y liberaron prisioneros, las fuerzas del gobierno los dispersaron rápidamente, y muchos líderes fueron capturados y castigados.
El Congreso de 1824 y la Presidencia de Rivadavia (1824-1829)
A fines de 1824, se reunió un congreso para crear una constitución nacional. Pero la Guerra del Brasil obligó a formar un ejército y un Poder Ejecutivo Nacional. Así, el 6 de febrero de 1826, se creó el cargo de "Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata", y Bernardino Rivadavia fue nombrado el primer presidente. Esto no fue bien recibido en las provincias.
Rivadavia propuso que Buenos Aires fuera la capital del Estado, lo que significaba que la ciudad y gran parte de la provincia pasarían a ser territorio nacional. Los federales de Buenos Aires se opusieron, ya que perderían el control del puerto y la aduana, que eran la principal fuente de ingresos de la provincia. A pesar de esto, la ley fue aprobada en 1826. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Gregorio de Las Heras, fue destituido, y el ejército, las tierras públicas, la aduana y las propiedades provinciales fueron nacionalizadas. Esto hizo que Rivadavia perdiera el apoyo de los hacendados. La Constitución de 1826 fue rechazada por las provincias.
Mientras tanto, en 1825, una expedición liderada por Juan Antonio Lavalleja desembarcó en la costa oriental y declaró que la Banda Oriental (Uruguay) volvía a ser parte de Argentina. El Congreso Nacional aceptó, pero Rivadavia quiso terminar la guerra con Brasil, ya que un bloqueo naval afectaba el comercio. A pesar de una victoria argentina, se firmó un tratado que reconocía la soberanía de Brasil sobre la Banda Oriental y obligaba a pagar una indemnización. Rivadavia rechazó el acuerdo, pero el costo político lo llevó a renunciar.
Rivadavia se ganó la enemistad de las provincias por sus medidas centralistas y la guerra con Brasil agotó los recursos. Tras su renuncia, el país volvió a su situación anterior: cada provincia se gobernaba a sí misma, pero confiaban en Buenos Aires para las Relaciones Exteriores.
Durante la época de Rivadavia, la ciencia y la cultura prosperaron mucho. Su renuncia provocó el exilio de muchos intelectuales, lo que afectó la vida cultural de Buenos Aires.
Buenos Aires Durante el Gobierno de Rosas (1829-1852)

En 1829, Juan Manuel de Rosas llegó al poder. Después de derrotar al Partido Unitario en 1831, dejó el gobierno en 1832 y regresó en 1835, obteniendo la suma del poder público. Lideró una coalición de la élite federal y tradicionalista de la ciudad.
Los opositores de Rosas tuvieron que emigrar. El censo de 1836 mostró que Buenos Aires tenía 62.000 habitantes. En 1852, ya eran 85.000.
La participación política de los ciudadanos cambió durante el gobierno de Rosas. La libertad de prensa desapareció y la oposición fue perseguida. Las clases medias y populares apoyaron al gobierno con manifestaciones y acciones contra los opositores. Rosas gobernó la ciudad personalmente, con el consejo de la Sala de Representantes provincial.
Rosas estableció una Ley de Aduanas que ponía altos impuestos a los productos importados. Esto benefició a las provincias al proteger sus industrias, y especialmente a Buenos Aires, al aumentar sus ingresos aduaneros.
En esta época, la ciudad resistió dos bloqueos navales: el francés (1838-1840) y el anglo-francés (1845-1848).
Desde la Caída de Rosas hasta la Unificación del País (1852-1860)
Cuando Justo José de Urquiza derrotó a Rosas en la batalla de Caseros, Rosas se exilió en Inglaterra. En Buenos Aires, el poder político pasó a manos de liberales y unitarios. La ciudad se abrió a la inmigración. Miles de europeos, especialmente de Italia y España, cambiaron la apariencia y la forma de ser de la ciudad. Los edificios se construyeron o decoraron al estilo italiano, reemplazando el estilo colonial.
La participación de los vecinos en el gobierno local regresó con Urquiza, quien estableció un sistema de 21 "municipales" y un Presidente, relacionados con las 11 parroquias de la ciudad. Este sistema parroquial sería la base de la representación vecinal por más de un siglo.
Vicente López y Planes fue nombrado gobernador provisional de la provincia de Buenos Aires. Por el Acuerdo de San Nicolás, la aduana de la ciudad fue nacionalizada, y sus ingresos fueron manejados por Urquiza. Pero la Legislatura de Buenos Aires, gracias a Bartolomé Mitre, rechazó el acuerdo, lo que provocó la renuncia del gobernador López. Urquiza intentó tomar el control de Buenos Aires, pero los habitantes, tras la revolución de septiembre de 1852, recuperaron el control de la ciudad.
El 6 de mayo de 1853, el Congreso Constituyente Nacional dictó una ley que dividía la ciudad en once parroquias, cada una con dos representantes llamados "municipales". La Municipalidad funcionaba con Comisiones de Seguridad, Higiene, Educación, Obras Públicas y Hacienda.
Entre 1854 y 1861, la provincia de Buenos Aires se separó de las otras trece provincias que formaron la Confederación Argentina y creó un estado independiente, el Estado de Buenos Aires. Esto hizo necesario organizar la provincia en todos sus aspectos, incluyendo el gobierno municipal.

El 11 de octubre de 1854, el Poder Legislativo de la provincia de Buenos Aires aprobó una ley similar a las anteriores, basada en las parroquias. Los "municipales" debían ser mayores de 25 años y tener un capital o renta importante.
El primer órgano de gobierno de la ciudad, la Corporación Municipal, fue regulado por esta ley. Estaba compuesto por 21 municipales, un vicepresidente y el ministro de Gobierno como presidente. La primera elección de representantes parroquiales fue en 1856, y la primera sesión se realizó el 3 de abril de ese año. La Corporación funcionó hasta 1865.
Los problemas institucionales no detuvieron el desarrollo de la ciudad. La llegada de inmigrantes requería más infraestructura. La actividad portuaria se concentró en el Riachuelo. La poca profundidad de la costa del Río de la Plata era buena para la defensa, pero dificultaba la llegada de barcos comerciales. Sin embargo, el 11 de septiembre de 1855, se construyó un nuevo muelle para pasajeros.
El desarrollo de la infraestructura continuó con la inauguración del ferrocarril. El 29 de agosto de 1857, el primer tren argentino partió de la Estación del Parque (cerca de la actual Plaza Lavalle) hasta la estación La Floresta.
En 1859, se inauguró la Aduana Nueva o Aduana Taylor, con un muelle de 300 metros. El edificio semicircular, con un faro en su torre, se convirtió en un símbolo de la ciudad. Fue demolido en 1884 cuando se construyó el Puerto Madero.
Buenos Aires, Capital Provisoria de Argentina (1861-1880)

Con la reincorporación de la provincia de Buenos Aires a la Confederación Argentina, fue necesaria una nueva organización. El 30 de septiembre de 1860, la ciudad de Buenos Aires fue designada como capital provisoria. En cuanto a la organización municipal, se redujo el número de "municipales" a trece propietarios y cinco suplentes, y se mantuvieron algunas restricciones económicas para ocupar el cargo.
El 8 de octubre de 1862, se estableció que Buenos Aires sería la sede de las autoridades nacionales por los siguientes cinco años. El 2 de noviembre de 1865, se estableció un nuevo sistema municipal para la ciudad, que duraría hasta 1876. Los municipales serían doce, y el presidente sería elegido por la Municipalidad. La ciudad se dividió en 12 secciones, cada una con un Juzgado de Paz, un "municipal" y dos suplentes. Para ser "municipal", bastaba ser mayor de 25 años y vivir en la parroquia.
El 30 de octubre de 1867, la legislatura provincial amplió el municipio de la ciudad de Buenos Aires, incluyendo partes de los partidos vecinos de Flores y Belgrano. El límite norte se cambió al arroyo Maldonado.

Aunque la Municipalidad se fundó en 1854 para organizar la ciudad, la falta de higiene era un gran problema. Después de la epidemia de fiebre amarilla de 1871, que causó muchas muertes, se mejoró el sistema de agua corriente y las condiciones de vida de la población.
Debido a la epidemia, el cementerio del Sur se llenó. El gobierno municipal compró siete hectáreas en la Chacarita de los Colegiales y creó un nuevo cementerio, que luego se trasladaría al actual de la Chacarita en 1886.
El 11 de noviembre de 1875, se inauguró el Parque Tres de Febrero, construido en terrenos que habían pertenecido a Juan Manuel de Rosas. Su nombre conmemora la fecha de la Batalla de Caseros.
El 28 de octubre de 1876, se dictó la Ley Orgánica de las Municipalidades, que estableció un Consejo Central y Consejos Parroquiales, iniciando una descentralización administrativa.
Los límites del municipio de Buenos Aires eran el Río de la Plata, el Riachuelo y las actuales avenidas Sáenz, Boedo, Venezuela, Castro Barros, Medrano, Lavalle, Córdoba, Uriarte, Niceto Vega y el arroyo Maldonado.
Federalización de Buenos Aires
A pesar de que el país estaba unificado, el conflicto por la federalización de Buenos Aires continuaba. El presidente Nicolás Avellaneda quería que la ciudad fuera la capital federal, pero la provincia de Buenos Aires no quería cederla por razones económicas y políticas. La pérdida de la ciudad sería un golpe para su gobernador, Carlos Tejedor, quien era candidato a la presidencia.
El Poder Ejecutivo Nacional residía en Buenos Aires, pero no tenía control sobre la ciudad; era solo un "invitado". Este conflicto llevó a enfrentamientos armados, conocidos como la Revolución de 1880, que terminaron con la derrota de las tropas de Carlos Tejedor y la federalización de la ciudad.
Después, la Provincia de Buenos Aires cedió los partidos de Flores y Belgrano, que fueron anexados al territorio de la Capital Federal. A cambio, la Provincia de Buenos Aires recibió una compensación económica.
De la Federalización al Cuarto Centenario
De 1880 a 1910
En 1880, la ciudad fue separada de su provincia por la Ley Nacional 1029: Buenos Aires se convirtió en la capital federal, y La Plata pasó a ser la capital de la provincia. La ciudad creció mucho a fines del siglo XIX y principios del XX. De 337.617 habitantes en 1880, pasó a tener 649.000 en 1895, de los cuales solo 320.000 eran nativos.
En 1882, se creó la figura del Intendente, que era nombrado por el Presidente de la Nación con el acuerdo del Senado. La ciudad también tenía un Concejo Deliberante elegido por voto popular. El primer Intendente fue Torcuato de Alvear, nombrado en 1883 por el presidente Julio Argentino Roca.
El aumento del comercio hizo necesaria la construcción de un nuevo puerto. El proyecto de Eduardo Madero fue aceptado en 1882. El puerto, financiado por Baring Brothers, tenía un sistema de dársenas cerradas. Fue inaugurado en 1884, aunque algunas partes se terminaron en 1897. El puerto tuvo deficiencias, por lo que en 1908 el Congreso decidió construir el Puerto Nuevo. Las obras comenzaron en 1911 y fue inaugurado provisionalmente en 1919.
Otros proyectos urbanos importantes avanzaron en la década de 1880. En 1884, el intendente Alvear creó la Plaza de Mayo al unir dos plazas coloniales. También abrió la primera avenida de Buenos Aires, la Avenida de Mayo, inaugurada en 1894, que conectaba la plaza principal con los límites de la ciudad. En 1887, la Provincia de Buenos Aires cedió los partidos de Flores y Belgrano a la Municipalidad, ampliando sus límites hasta donde se construiría la Avenida General Paz en 1941.
La región sufrió un sismo el 5 de junio de 1888, con una magnitud de aproximadamente 5,5 en la escala de Richter.
Entre 1895 y 1914, debido a la gran inmigración europea, la ciudad creció a un ritmo muy rápido. En 1914, ya era la duodécima ciudad más grande del mundo, con 1.575.000 habitantes, y también creció cultural y comercialmente.
Esta inmigración provocó cambios en la ciudad. Se construyeron muchos conventillos, viviendas precarias donde los recién llegados vivían en condiciones de hacinamiento. También comenzaron a formarse las primeras villas de emergencia.
A fines del siglo XIX y principios del XX, el sistema de tranvías se desarrolló mucho. La primera línea de tranvía se inauguró el 14 de julio de 1863. Para 1920, la red tenía 875 kilómetros de líneas. El sistema funcionó hasta 1963. En 1987, el tranvía regresó con la inauguración del PreMetro.
De 1910 a 1936
La prosperidad económica del país y los preparativos para el I Centenario en 1910 impulsaron el desarrollo urbano. Se mejoraron los servicios públicos y se construyeron nuevos edificios gubernamentales, plazas, parques, museos y bibliotecas. Se levantaron el Palacio del Congreso (1906), la Casa Rosada (1898) y el Teatro Colón (1908). La ciudad cambió su estilo, con edificios más altos y un nuevo trazado urbano.
En 1913, la ciudad tuvo el primer subterráneo de Iberoamérica, la línea A, que iba de Plaza de Mayo a Plaza Miserere. En 1913 también se inauguró la terminal ferroviaria de Retiro del ferrocarril Belgrano, y en 1915, la del ferrocarril Mitre.
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En 1914, se inauguró el Railway Building, un imponente edificio de 80 metros y 16 pisos, considerado el primer "rascacielos" de la ciudad y de América Latina en ese momento. Años después, el 7 de julio de 1923, se inauguró el Palacio Barolo, de 100 metros y 22 plantas.
Sin embargo, no todo era prosperidad. Los festejos del Centenario se realizaron bajo estado de sitio debido a una huelga general y la represión de una manifestación anarquista, que dejó muertos y heridos. En enero de 1919, 700 obreros fueron asesinados y hubo 4000 heridos en un conflicto conocido como la “Semana Trágica”.
En los años siguientes, la ciudad siguió expandiéndose. El 11 de diciembre de 1918, se inauguró el Balneario Municipal Costanera Sur, con una avenida y parques públicos. Se convirtió en un balneario de verano popular para las clases trabajadoras.
Del Cuarto Centenario a la Autonomía
De 1936 a 1970
En 1932, Mariano de Vedia y Mitre fue nombrado Intendente. El 3 de enero de 1936, se inauguró el Edificio Kavanagh, un rascacielos icónico de 120 metros. Cuatro meses después, el 23 de mayo de 1936, se inauguró el Obelisco, símbolo de la ciudad, diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch y construido en solo 31 días.
El 12 de octubre de 1937, se inauguró el primer tramo de la Avenida 9 de Julio, aunque su construcción se había proyectado desde 1895. Para construirla, se demolieron más de 55.000 metros cuadrados en poco tiempo, lo que generó algunas protestas. Las ampliaciones posteriores completaron su trazado.
El Intendente de Vedia y Mitre también completó la ampliación de la Avenida Corrientes, donde se construyeron grandes cines y teatros. Al mismo tiempo, se construyeron tres líneas de subterráneos hacia el sur y el norte de la ciudad, conectando las terminales de Plaza Constitución y Retiro (actuales líneas C, D y E).
En 1941, se inauguró la Avenida General Paz, que desde entonces sirve de límite con la Provincia de Buenos Aires. Fue proyectada por el Ing. Pascual Palazzo.
Durante los gobiernos de la Revolución del 43 y los mandatos de Juan Domingo Perón, hubo una fuerte migración interna del campo a las ciudades. Esto se notó especialmente en Buenos Aires, que aumentó su población dentro de sus límites y en los partidos vecinos, formando el Gran Buenos Aires.
El 16 de junio de 1955, la ciudad sufrió el bombardeo de la Plaza de Mayo por militares y civiles que querían derrocar al presidente Juan Domingo Perón. Murieron 308 personas y hubo más de 700 heridos. Luego, se produjo la quema de iglesias. El golpe, llamado Revolución Libertadora, triunfó en septiembre de ese año.
En 1960, la ciudad fue sede de los festejos del Sesquicentenario de Argentina, con una exposición que no tuvo la repercusión esperada.
De 1970 a 1996
El 6 de diciembre de 1972, el presidente Alejandro Agustín Lanusse aumentó el número de miembros del Consejo Deliberante a 60 y creó catorce Consejos Vecinales. Estos Consejos revivieron la participación vecinal, que se perdería con el Proceso de Reorganización Nacional en 1976.
Hacia 1976, con 1.500.000 vehículos, la red de avenidas de Buenos Aires estaba saturada. Se ideó el Plan de autopistas urbanas, ejecutado por el intendente Cacciatore, que incluía una red de autopistas con peaje.
El 10 de junio de 1977, se licitó la construcción de las dos primeras autopistas: la 25 de Mayo (AU1) y la Perito Moreno (AU6). La construcción comenzó el 2 de noviembre de 1978. Se expropiaron muchos terrenos, lo que generó malestar entre los vecinos. Las autopistas fueron inauguradas el 6 de diciembre de 1980.
Durante la década de 1980, se extendió la línea E de subte. El 27 de agosto de 1987, con la inauguración del PreMetro, los porteños volvieron a tener un tranvía.
A principios de la década de 1990, la ciudad sufrió el proceso de privatizaciones de servicios públicos durante el gobierno de Carlos Menem: electricidad, gas, agua, teléfonos, ferrocarriles, subterráneos y correos.
El 17 de marzo de 1992, un coche-bomba explotó contra la Embajada de Israel, causando 29 muertes. Fue el primer ataque de este tipo en Argentina. El 18 de julio de 1994, ocurrió el segundo ataque terrorista en Buenos Aires, esta vez contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), causando 85 muertos y más de 300 heridos.
Desde la Sanción de la Constitución de la Ciudad
Fines del Siglo XX
La Reforma de la Constitución Argentina de 1994 permitió a Buenos Aires tener su propia Constitución y un gobierno autónomo, elegido por sus ciudadanos.
El 30 de junio de 1996, se realizaron elecciones para Jefe de Gobierno y Constituyentes. Fernando de la Rúa fue elegido el primer Jefe de Gobierno, pero renunció en 1999 para asumir la presidencia, siendo reemplazado por Enrique Olivera.
El 1 de octubre de 1996, la Convención Constituyente aprobó la Constitución de la ciudad de Buenos Aires. El antiguo Consejo Deliberante fue reemplazado por la Legislatura de la ciudad el 10 de diciembre de 1997.
En los años siguientes, la ciudad continuó su desarrollo cultural y de infraestructura. Se ampliaron las líneas de subterráneos y se inauguraron o renovaron museos, teatros y centros culturales. También se continuaron obras viales, como la Autopista Illia, inaugurada en 1996.
Siglo XXI
En diciembre de 2001, la ciudad fue escenario de protestas que pedían la renuncia del Ministro de Economía y del Presidente Fernando de la Rúa. La represión policial causó varias muertes. El conflicto terminó con la renuncia del Presidente y una de las peores crisis institucionales de Argentina.
El 12 de diciembre de 2002, la Legislatura aprobó la Ley de Unión Civil, que permite la unión legal de dos personas sin importar su orientación. Buenos Aires fue la primera ciudad en América Latina en oficializar estas uniones.
En 2004, la ciudad sufrió una gran tragedia: el 30 de diciembre, un incendio en el local República Cromañón causó 193 muertos y 1432 heridos. Esto llevó a una investigación sobre la responsabilidad política del Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. La Legislatura lo suspendió y luego lo destituyó, siendo reemplazado por Jorge Telerman. En el juicio penal, Ibarra fue declarado inocente.
En 2007, se realizaron nuevas elecciones para Jefe de Gobierno. Mauricio Macri ganó en segunda vuelta y asumió el cargo el 10 de diciembre de 2007.
El 9 de julio de 2007, volvió a nevar en Buenos Aires, después de casi un siglo.
En 2008, se inauguró un servicio de tranvías en Puerto Madero, el Tranvía del Este, que recorrió un tramo entre las Avenidas Córdoba e Independencia. El proyecto no avanzó y el servicio fue suspendido en 2012.
El 5 de febrero de 2010, la ciudad tuvo su propia policía, la Policía Metropolitana, aunque solo puede actuar en casos menores.
En 2010, la ciudad celebró los actos centrales del Bicentenario de Argentina, incluyendo la reinauguración del Teatro Colón después de su restauración.
El 22 de febrero de 2012, Buenos Aires sufrió una de las peores tragedias ferroviarias del país cuando un tren chocó en la Estación Once de Septiembre. Murieron 51 personas y más de 703 resultaron heridas.
El 4 de abril de 2012, la ciudad fue afectada por una fuerte tormenta con tornados, dejando 17 muertos y muchos daños.
El 2 de abril de 2013, la ciudad sufrió una tormenta con lluvias récord, que inundó varios barrios y causó 6 muertos, además de cortes de energía y agua.
El 17 de noviembre de 2016, se sancionó la Ley 5688/16, que dio origen a la "Policía de la Ciudad de Buenos Aires", la fuerza policial propia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que comenzó a operar el 1 de enero de 2017.
El 1 de agosto de 2022, un hombre intentó atacar a la vicepresidenta Cristina Fernández Kirchner cerca de su casa en Recoleta. El sujeto le apuntó con un arma, pero la bala no salió. Fue detenido por la Policía Federal.
Traslado de la Capital
Desde fines del siglo XIX, ha habido proyectos para trasladar la Capital Federal fuera de Buenos Aires. Presidentes como Bartolomé Mitre y Domingo Sarmiento vetaron leyes que proponían moverla a Rosario o Villa María.
El 3 de mayo de 1972, se dictó un decreto-ley que declaraba la necesidad de trasladar la Capital de la Nación fuera de Buenos Aires.
Posteriormente, el 27 de mayo de 1987, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, el Congreso aprobó la ley 23.512, que declaraba como nueva Capital Federal a las ciudades de Viedma, Carmen de Patagones y Guardia Mitre (Distrito Federal de Viedma - Carmen de Patagones), junto con un amplio territorio en el río Negro. Este proyecto, conocido como Proyecto Patagonia, buscaba descentralizar Buenos Aires y desarrollar la región patagónica. Sin embargo, cuando Carlos Saúl Menem asumió la presidencia en 1989, disolvió el ente encargado del proyecto.
Buenos Aires es un centro importante de actividad política, económica y cultural del país. El espíritu del Proyecto Patagonia era quitarle su función política y trasladarla. Quienes apoyan este proyecto creen que descentralizar Buenos Aires daría más oportunidades al interior del país y equilibraría la distribución de recursos.
El proyecto de traslado de la capital también planteó la posibilidad de que Buenos Aires volviera a ser parte de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, la ley que lo impulsaba fue derogada el 21 de mayo de 2014, lo que puso fin legalmente al proyecto de traslado de la capital federal.