Historia de Borgoña para niños
La historia de Borgoña sigue el pasado del territorio que la antigua región administrativa francesa de Borgoña había retomado principalmente del antiguo ducado homónimo. Desde el Homo erectus, la región ha sido habitada continuamente, dejando abundantes vestigios. Los burgundios establecieron el primer reino homónimo tras la caída del Imperio romano. Durante la Edad Media, la región vio el surgimiento de movimientos monásticos y el auge de los duques de Valois, que hicieron de Borgoña una gran potencia europea rival del reino de Francia. Con la Revolución francesa, sus estructuras administrativas desaparecieron temporalmente, pero fueron restauradas en la V República en los años 1970. La región económica se basó en la agricultura, la silvicultura y la siderurgia, destacando Le Creusot y Montceau-les-Mines en Saona y Loira como centros industriales.
-
Las cuatro Borgoñas: el ducado, el condado, la Borgoña transjurana, la Borgoña cisjurana con Provenza; las tres últimas fueron tierras del Sacro Imperio desde 1032.
-
Los Estados borgoñones en su apogeo, bajo el reinado de Carlos el Temerario (1467-1477)
-
La nueva región de Borgoña-Franco-Condado (2016), con sus ocho departamentos, coloreados según las provincias históricas que existieron hasta 1790 (Borgoña, en ocre, Franche-Comté, en verde, y Nivernés, en azul)
Contenido
- Prehistoria y antigüedad
- De la Alta Edad Media al ducado capeto
- El ducado capeto
- Evoluciones sociales y económicas en la Borgoña ducal
- El gran ducado de los Valois
- La Borgoña monárquica
- Borgoña durante la Revolución y el Imperio
- Borgoña del Imperio a la Tercera República
- Estructura social de la población de Borgoña en el siglo XIX
- La economía de Borgoña en el siglo XIX
- Borgoña de la Tercera a la Quinta República
- Emblemas tradicionales de Borgoña
- Véase también
Prehistoria y antigüedad
Los primeros poblamientos
El hombre ha estado presente en lo que hoy es Borgoña desde el Paleolítico inferior. Su presencia se evidencia en las lascas clactonienses de las cuevas de Arcy-sur-Cure y en restos encontrados en diversas cuevas de la región. En el Paleolítico medio, se hallaron restos en Vergisson y Genay, y se descubrió un individuo neandertal en la «montagne de Cra». Durante el Paleolítico superior, grupos se establecieron al pie de la roca de Solutré y adornaron cuevas en Arcy-sur-Cure. En el Neolítico, la economía evolucionó hacia la ganadería y la agricultura, con influencias mediterráneas introduciendo la cultura del «chasséenne».
De la Edad del Bronce a la conquista romana
Migraciones y transformaciones
Durante la Edad del Bronce, Borgoña experimentó tres períodos de migraciones, en los cuales los pueblos trajeron consigo tecnología del bronce y su cultura. En el Bronce antiguo (1800 a. C.-1500 a. C.), hubo un avance en la metalurgia, transformando la economía y la estructura social. En el Bronce Medio (1500 a. C.-1200 a. C.), conocido como «de los túmulos», se mejoró la metalurgia local. En la Bronce Final (1200 a. C.-800 a. C.), la «Cultura de los campos de urnas» introdujo la incineración y avanzó en la industria del bronce. En la Edad del Hierro, la tecnología del hierro suplantó al bronce, floreciendo la civilización de Hallstatt, con destacadas necrópolis y oppida en Borgoña.
-
Algunos artefactos del tesoro de Blanot, que datan de la Edad del Bronce y se conservan en el museo arqueológico de Dijon.
Los pueblos galos en Borgoña
El territorio de la actual Borgoña estuvo ocupado por diversos pueblos celtas desde la cultura de Hallstatt hasta la Galia romana. Los principales grupos, como los senones, lingones, mandubios, eduos y sécuanos, controlaban importantes rutas comerciales y áreas estratégicas. Los eduos, en particular, dominaban el comercio entre el Saona y el Ródano, con Bibracte como su principal centro. La influencia de los eduos se extendía ampliamente, desde el Loira hasta el Saona. Los lingones controlaban los intercambios comerciales entre el norte de Europa y el Mediterráneo, mientras que los sécuanos rivalizaban con los eduos por el control del río Saona.
El fin de la independencia de Galia
Hacia 60 a. C., los eduos y los sécuanos se enfrentaron por el control del Saona. Tras una derrota inicial, los sécuanos buscaron ayuda de los germanos, lo que llevó a una intervención de Julio César en la Galia. En la batalla de Bibracte en 58 a. C., César derrotó a los helvecios y luego a Ariovisto, consolidando la influencia romana. Los eduos se unieron a la resistencia, liderada por Vercingetorix. Sin embargo, la batalla decisiva en Alésia en 27 de septiembre del -52 marcó la rendición de los galos. César otorgó a los eduos el estatus de "ciudad federada".
La Borgoña galo-romana
La pax romana
Borgoña, bajo dominio romano, experimentó disturbios, como las revueltas de Julius Sacrovir y el apoyo a Julius Vindex. La reconquista de Germania por Vespasiano fortificó la región con bases militares, como el campamento cerca de Mirebeau-sur-Bèze. La romanización gradual llevó a la prosperidad, con un aumento rápido de los pueblos. Aunque Dijon aún no era la capital, fue un punto clave. La Pax Romana trajo beneficios hasta el siglo III con la Via Agrippa y rutas fluviales, facilitando el comercio de vino, productos agrícolas y metales, asegurando la prosperidad gracias a la densa red comercial.
Cultos, divinidades y primeros cristianos
La intensa vida religiosa en Borgoña incluía el culto a deidades galas como Cernunnos y Rosmerta, además de dioses romanos como Apolo y Mercurio. Los sitios como Alésia y las fuentes del Sena atestiguan esta práctica. El cristianismo se introdujo gradualmente desde Oriente, siendo Autun un centro importante. La Iglesia de Lyon también influyó, con nombres cristianos griegos como Pectorios y sainte Reine como ejemplos notables de la conversión local. La evangelización, probablemente posterior al siglo II, se vincula a los tiempos apostólicos, con santos mártires y fundadores venerados en ciudades como Autun, Saulieu y Tournus.
Las invasiones bárbaras
A partir del siglo III, las sucesivas oleadas de bárbaros y la inestabilidad en el Imperio Romano de Occidente marcaron el fin de la prosperidad en Borgoña. Los alamanes irrumpieron en la región hacia 256-259 y 275-276, saqueando y sembrando ruina, junto con los bagaudas, campesinos expulsados saqueando. Las ciudades se densificaron y fortificaron. Durante el reinado de Aurelio, Dijon fue fortificada. Un breve período de calma entre finales del siglo III y principios del siglo IV fue seguido por más invasiones, con Autun devastada en 297 y reconquistada por Juliano en 355 tras ser asaltada por los alamanes.
De la Alta Edad Media al ducado capeto
Nacimiento de Borgoña: los burgundios
Después de diversas etapas en Germania Magna, los burgundios se establecieron en 443 como tropas auxiliares bajo el patricio romano Aecio, recibiendo tierras alrededor de Ginebra. Desde el siglo V, construyeron un poderoso reino que llegaba a los Vosgos y el río Durance. En el reinado de Gundahario y sus sucesores, el reino se expandió. Tras la muerte de Gundebaldo en 516, surgieron conflictos con los francos. La guerra con los francos en 523 llevó a la caída del reino burgundio en 532. Aunque efímero, dejó un legado en la región, donde la ley gombette mantuvo la cohesión regional.
La Borgoña merovingia
Tras pasar a manos merovingias, el regnum Burgondiæ se mantuvo, aunque Borgoña era una entidad indefinida, centrada en ciudades donde predominaba lo burgundio. Tras la muerte de Teodorico I en 534, sus ciudades pasaron a Teodeberto I, y luego a Clotario I en 548. Tras su muerte en 561, Borgoña fue reunida bajo Gontrán I hasta 592. Después, su hijo Teoderico II heredó el reino y su abuela Brunegilda actuó como regente, promoviendo reformas. Sin embargo, la lucha interna y las intrigas llevaron a la caída de la dinastía merovingia en Borgoña hacia el 751.
La Borgoña carolingia
Borgoña en el reino de los francos
Tras la muerte de Ebroin (entre 680 y 683), Burgundia entró en un período de anarquía, alimentada por la autonomía de sus leudes. A partir de 716, Carlos Martel controló Austrasia y Neustria, pero Borgoña permaneció rebelde. Los obispos mantuvieron autoridad sobre ciudades convertidas en repúblicas aristocráticas. En 725 y 731, invasiones devastaron la región. Tras su victoria en Poitiers en 732, Carlos intervino en Borgoña, dividiéndola en cuatro comandos. En 736, su segunda campaña sometió a la aristocracia local. Después de su muerte en 742, Borgoña pasó a su hijo Pipino el Breve y luego a Carlomán I, rompiendo su unidad.
Los pagi borgoñones, divisiones administrativas
Para apoyar la unificación y centralización, los carolingios establecieron el pagus, con un conde u obispo como representante del poder central. Los pagi conservan antiguos límites, adaptados, reflejando solo una parte de las divisiones galas. En "Borgoña franca", estos pagi variaban. Maurice Chaume lista algunos: al este del Saona, el Amous, Escuens, Varais (de Besançon), Portois; en la margen derecha, el Bassigny, Bolesmois, Barrois, Langrois, Lassois, Duesmois, Tonnerrois, Auxois, Memontois, Dijonnais, Atuyer, Oscheret, Beaunois, Chaunois, Mâconnais; Autunois y Nivernais por el Loira; Avallois por el Cure; Auxerrois y Sénonais por el Yonne; al norte, Troiesin y Brenois, con el Blaisois.
El desmembramiento de Burgundia
Tras la unificación carolingia, Carlomagno permitió la unidad de Borgoña, pero al organizar su sucesión en 806, dividió el reino. Luis el Piadoso reestructuró los pagi borgoñones en 817, pero nuevas particiones siguieron hasta 839. Tras su muerte en 840, una crisis sucesoria estalló, culminando en la Batalla de Fontenoy-en-Puisaye en 841, decidida por el conde Guerin de Provence. El Tratado de Verdún de 843 estableció una división territorial, consolidando una "Borgoña franca" al oeste del Saona y una "Borgoña jurana" al este. Carlos II el Calvo recuperó parte de Borgoña en 870 mediante el Tratado de Meerssen.
El reino de Provenza
Tras la muerte de Carlos II el Calvo en 877, la estabilidad del trono franco se tambaleaba. En octubre de 879, en Mantaille, los grandes de Borgoña ofrecieron la corona al bivínida Boson, quien aceptó, pero no se proclamó rey de Borgoña, sino "Boso Misericordia Dei Rex". Su reino, abarcando desde el Doubs hasta el Mediterráneo, superaba el antiguo reino de Gundebaldo. Con Vienne como capital, su cancillería dirigida por Adalgaire en Flavigny. Sin embargo, enfrentó la oposición carolingia. Carlomán II y Ricardo el Justiciero lo asediaron en Vienne en 880, pero mantuvo el control parcial hasta su muerte en 887. Su legado, el reino de Provenza, consolidó la división borgoñona.
El reino de Borgoña de los Güelfos
Uno de los reinos de Borgoña nació con Rodolfo (r. 888-912), de la casa de Welf, hijo de Conrado, conde de Auxerre. En 888, tras la muerte de Carlos el Gordo, este ducado se convirtió en reino. Reconocido en la abadía territorial de San Mauricio de Agaune, creó el «royaume de Bourgogne». En 933, Rodolfo II unió Provenza a su reino, formando el reino de Arlès. Tras la muerte de Rodolfo III en 1032, estos territorios quedaron bajo el Sacro Imperio, aunque los emperadores mantuvieron una autoridad nominal hasta el siglo XIV.
La génesis del ducado
Ricardo el Justiciero, primer duque de los borgoñones
Desde 880, Bosón perdió poder en gran parte de sus dominios borgoñones. Mientras, su hermano, Ricardo el Justiciero, formó un ducado de Borgoña, controlando condados como Autun, Nevers, Auxerre, Avallon, Sens, Troyes, Brienne, Chalon y Beaune. Enfrentó a los normandos, defendiendo Borgoña en batallas como la de Argenteuil-sur-Armançon en 911 y Chartres en 911, ganándose fama y respeto. Su resistencia consolidó un incipiente patriotismo borgoñón. Su gobierno justo y la defensa contra invasores cimentaron su legado. Estableció un principado territorial con Dijon como nueva capital, según Jean Richard.
Hugo el Grande, duque de Borgoña
Raúl, hijo de Ricardo el Justiciero, fue duque entre 921 y 923. Su hermano Hugo el Negro reagrupó territorios desde el Lyonnais hasta el Franco Condado. En 923, Raúl fue coronado rey de Francia Occidental (r. 923-936), mientras que Hugo recibió el ducado de Borgoña. Tras la muerte de Raúl, Hugo se convirtió en el principal líder de Francia Occidental, controlando Neustria. Sin embargo, tras casarse con Hedwige de Sajonia, se enfrentó a Luis IV de Francia y apoyó a Lotario como sucesor en 954.
Raúl, hijo de Ricardo el Justiciero, fue duque entre 921 y 923. Su hermano Hugo el Negro reagrupó territorios desde el Lyonnais hasta el Franco Condado. En 923, Raúl fue coronado rey de Francia Occidental (r. 923-936), mientras que Hugo recibió el ducado de Borgoña. Tras la muerte de Raúl, Hugo se convirtió en el principal líder de Francia Occidental, controlando Neustria. Sin embargo, tras casarse con Hedwige de Sajonia, se enfrentó a Luis IV de Francia y apoyó a Lotario como sucesor en 954.
El capeto Roberto el Piadoso conquista el Ducado
El reinado de Roberto II el Piadoso (r. 996-1031) marcó el declive del principado borgoñón iniciado por Hugo el Negro. Enfrentamientos en Auxerre y disputas con Otón-Guillermo, conde de Nevers, retrasaron la consolidación del ducado. En 1005 y 1006, Otón-Guillermo renunció a la herencia borgoñona. Roberto II asumió el ducado pero enfrentó oposición de Brunon de Roucy. Tras la muerte de este, Roberto consolidó el control en Dijon en 1016. Transmitió el título a su hijo Enrique, asegurando así el gobierno del ducado. La sucesión borgoñona continuó con su hijo Roberto.
El ducado capeto
Genealogía simplificada de los duques capetos de Borgoña
|
---|
Roberto I de Borgoña (1011-21 de marzo del 1076), duque de Borgoña (r. 1031-1076) │ esp. Constanza de Arlés │ ├1> Enrique de Borgoña (c. 1035-27 de enero de 1070/1074) (falleció antes que su padre y no ostentó el título ducal) │ esp. Sibila de Barcelona │ ├1>Hugo I de Borgoña (1057-29 de agosto del 1093), duque de Borgoña (r. 1076-1079), después abad de Cluny │ │ │ esp. Yolanda de Nevers │ ├2>Eudes I de Borgoña (Eudes I Borel), (1058-1102), duque de Borgoña (r. 1079-1102) │ esp. Sibila, hija de Guillermo I de Borgoña, conde de Borgoña │ ├─>Hugo II de Borgoña (1084-1143), duque de Borgoña (r. 1102-1143) │ esp. Matilde de Mayenne │ ├─>Eudes II de Borgoña (1118-1162), duque de Borgoña (r. 1143-1162) │ esp. María de Blois, hija de Teobaldo IV y de Matilde de Carintia │ ├─>Hugo III de Borgoña (1148-25 de agosto de 1192), duque de Borgoña (r. 1162-1192) │ 1) esp. Alicia de Lorena (1145-1200) │ │ │ 2) esp. Beatriz de Albon │ ├─> Eudes III de Borgoña (1166-6 de julio de 1218), duque de Borgoña (r. 1192-1218) │ esp. Alicia de Vergy (1182-1252) │ ├─> Hugo IV de Borgoña, († 27 de octubre de 1272), duque de Borgoña (r. 1218-1272) │ 1) esp. Yolande de Dreux (1212-1248) │ │ │ 2) esp. Beatriz de Champaña │ ├─>Roberto II de Borgoña (1248-21 de marzo de 1306), duque de Borgoña (r. 1272-1306) │ esp. Inés de Francia (1260-1325), hija del rey Luis IX llamado san Luis │ ├─>Hugo V de Borgoña (1294-9 de mayo de 1315), duque de Borgoña (r. 1306-1315) │ ├─>Eudes IV (ca. 1295-3 de abril de 1350), duque de Borgoña (r. 1315-1350) │ esp. Juana III de Borgoña, hija del rey Felipe V el Largo │ ├─> Felipe de Borgoña (1323-10 de agosto de 1346), llamado Felipe Monsieur │ esp. Juana I de Auvernia (1326-1360), condesa de Auvernia y de Boulogne (1332-1360) │ ├─>Felipe I de Borgoña (1346-21 de noviembre de 1361), llamado Felipe de Rouvres, duque de Borgoña (r. 1350-1361) │ esp. Margarita III de Flandes |
De Roberto I a Hugo V
El linaje de los duques capetos de Borgoña abarcó doce generaciones, desde Roberto I de Borgoña en 1031 hasta Felipe I de Borgoña en 1361. Esta dinastía, marcada por la continuidad, consolidó el poder ducal durante siglos, favoreciendo el desarrollo económico y cultural de Borgoña. Las sucesiones, generalmente de padre a hijo, mantuvieron la estabilidad y el prestigio del ducado. La influencia de los Capetos se extendió más allá de las fronteras, destacando su apoyo a instituciones religiosas como Cluny y Císter, que influyeron en toda Europa. Con la llegada de Felipe II de Borgoña, la dinastía capeta dio paso a la casa de Valois, inaugurando una nueva era en Borgoña.
La formación del ducado capeto de Borgoña inició con Roberto I de Borgoña en 1031, expandiendo gradualmente su territorio bajo duques como Hugo II y Eudes II. Hugo III destacó en el siglo XII por su matrimonio con Beatriz de Albon, ampliando su influencia hacia el Imperio. Eudes III unió el señorío de Vergy al ducado mediante su matrimonio. Hugo IV y Roberto II continuaron expandiendo el ducado, enfrentando desafíos y consolidando su poder. Tras la muerte de Roberto II en 1306, el ducado pasó a Hugo V, quien falleció joven.
La Borgoña capeta, tierra de los monjes
Borgoña fue una tierra monástica prominente, con la fundación de la Abadía de Cluny en 909 bajo el patrocinio de Guillermo el Piadoso. Esta abadía, liderada por figuras destacadas como Mayeul y Odilon, alcanzó su apogeo en el siglo XII, ejerciendo influencia en Europa. La orden benedictina de Cluny impulsó la arquitectura románica borgoñona, con la iglesia de San Filiberto de Tournus como ejemplo temprano. Sin embargo, la orden de Cluny eventualmente declinó, dando paso a la ascensión de la orden cisterciense, fundada en 1098 por Roberto de Molesmes y liderada por Bernardo de Claraval. Esta orden, marcada por la sobriedad gótica, dejó un legado arquitectónico distintivo, como la Abadía de Fontenay.
-
La capilla de Domange, mencionada en una carta de Cluny en 953, presenta arcadas lombardas típicas del primer arte románico
-
Al igual que Cluny II, el campanario de la iglesia de Saint-Martin de Chapaize (siglo XI) se encuentra sobre el crucero, una disposición que se convertirá en la regla casi absoluta de todas las iglesias románicas de la región.
-
La fachada de la basílica Sainte-Marie-Madeleine de Vézelay, inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO.
-
Iglesia abacial de San Filiberto de Tournus. Fachada meridional de la nave (segunda mitad del siglo X) y campanario occidental (circa 1020-1030) que datan del primer arte románico mediterráneo.
De Eudes IV a Felipe de Rouvres
Hermano de Hugo V, Eudes IV se hizo cargo del gobierno del ducado. Su matrimonio con Juana de Francia reunió el ducado y el condado de Borgoña después de cinco siglos de separación, también le cedió el Artois. Luchó contra los barones franco-condales y el inglés Eduardo III de Inglaterra. Conoció el drama de Aiguillon donde perdió a su hijo, Felipe. Murió en 1349 por la peste. Su nieto, Felipe I de Borgoña, heredó el ducado.
La Borgoña anexionada
Entre Carlos II de Navarra y Juan II de Francia, los pretendientes al ducado, los borgoñones favorecieron al derrotado de Poitiers. Jean de Boulogne, amigo íntimo del rey, aseguró la sucesión para su beneficio. Por decreto real, Felipe fue declarado sucesor, vinculando Borgoña a la corona. Con oposición disipada, Juan el Bueno juró en San Benigno de Dijon en 1361, respaldado por los Estados de Borgoña. Aunque Borgoña no se integró a Francia, Juan planeaba restablecer un duque de Borgoña. Felipe recibió el Franco Condado y, tras derrotar a las bandas de aventureros, se convirtió en duque.
Evoluciones sociales y económicas en la Borgoña ducal
A finales del siglo IX, el poder feudal en Borgoña pasó a los maestros de castillos, fortificaciones de madera y luego de piedra, multiplicadas en el siglo XI. Surgió una nueva clase, los castellanos, quienes establecieron un feudalismo. La frontera entre libertad y servidumbre se difuminó, y surgieron franquicias urbanas. El comercio, dominado por mercados locales y ferias, creció gracias a la red de carreteras y ríos. La producción agrícola y la industria textil prosperaron, pero las epidemias y conflictos, como la Guerra entre Carlos el Calvo y Luis XI, devastaron la región hasta 1475.
El gran ducado de los Valois
Felipe el Audaz
Por cartas patentes del 2 de junio de 1364, el rey Carlos V confirmó la decisión de su padre de instituir a su hermano menor, el Felipe el Audaz, duque de Borgoña. El joven demostró habilidad política excepcional, inteligente y perspicaz. Fue un amante del arte y erudito, ejerció la regencia de 1380 a 1388, expandiendo su principado y tejiendo alianzas en el Sacro Imperio. Su matrimonio con Margarita de Flandes lo convirtió en el más poderoso de los "sires de fleurs de lis". Su legado artístico en Dijon lo consagró como mecenas del Renacimiento borgoñón.
Juan sin Miedo
Juan sin Miedo, conde de Nevers, tenía treinta y tres años cuando recibió la herencia paterna, en un clima de rivalidades con su primo Luis I de Orléans. Juan nació el 28 de mayo de 1371 en Dijon. Su divisa flamenca: «Ik Houdt» (es decir, «no cedo» o «me mantengo firme») da testimonio de su perseverancia. Llevaba el sobrenombre de «sans Peur». Su ilimitada ambición por el poder lo llevó a participar en una lucha despiadada contra Luis I de Orléans. Su sueño de dominación lo llevó al crimen, desencadenando la guerra civil francesa conocida como la guerra entre armañacs y borgoñones.
Felipe el Bueno
Felipe III de Borgoña, conde de Charolais, asumió el título de duque de Borgoña a los veintitrés años. Conocido como «el Bueno», fue un gran mecenas y amante del lujo y la cultura. Inicialmente, buscó vengar la muerte de su padre y se alió con los ingleses mediante el Tratado de Troyes, desencadenando la guerra civil en Francia. Su política expansionista lo llevó a poseer vastos territorios en los Países Bajos, aunque también colaboró con los ingleses contra Carlos VII. Sin embargo, tras el Tratado de Arrás, se reconcilió con Francia, recibiendo amplios territorios como compensación. Su muerte en 1467 marcó el final de una era tumultuosa en Borgoña.
Carlos el Temerario
Felipe III de Borgoña, conde de Charolais, asumió el título de duque de Borgoña a los veintitrés años. Conocido como «el Bueno», fue un gran mecenas y amante del lujo y la cultura. Inicialmente, buscó vengar la muerte de su padre y se alió con los ingleses mediante el Tratado de Troyes, desencadenando la guerra civil en Francia. Su política expansionista lo llevó a poseer vastos territorios en los Países Bajos, aunque también colaboró con los ingleses contra Carlos VII. Sin embargo, tras el Tratado de Arrás, se reconcilió con Francia, recibiendo amplios territorios como compensación. Su muerte en 1467 marcó el final de una era tumultuosa en Borgoña.
-
Felipe el Atrevido. Retrato del duque, último cuarto del XV (Museo de Bellas Artes de Dijon)
-
Felipe el Bueno, llevando el collar de la Orden del Toisón de Oro
-
Carlos el Temerario, Gemäldegalerie de Berlín
-
Puits de Moïse en la cartuja de Champmol, en Dijon
-
El asesinato de Juan sin Miedo en 1419
-
Gran Escudo ecuestre del Toisón de Oro. Orden creada por Felipe el Bueno
La Borgoña monárquica
La ocupación y el desmembramiento
Tras la muerte de su padre, María de Borgoña heredó un vasto imperio. Sin embargo, Luis XI de Francia actuó rápidamente para apoderarse de Borgoña. A pesar de las protestas de María, los Estados de Borgoña reconocieron a Luis como soberano en 1477. María se casó con Maximiliano de Austria, pero las revueltas continuaron. Aunque el orden se restableció, Luis confirmó los privilegios de Dijon. El Tratado de Arras (1482) selló la victoria de Francia, y Borgoña se incorporó al reino. El matrimonio de María con Maximiliano orientó los territorios hacia el Imperio. En el siglo siguiente, el Tratado de Lyon (1601) otorgó a Francia y Borgoña nuevas tierras, mientras que el círculo de Borgoña se disolvió gradualmente.
La «querelle de Bourgogne»
El matrimonio por poderes de Maximiliano de Austria con la duquesa Ana de Bretaña obligó a Carlos VIII a reaccionar. Rompió con Margarita de Austria para casarse con Ana, pero renunció a la dote prometida. Por el tratado de Senlis (1493), Borgoña pertenecía a los herederos de María de Borgoña, así como el Artois, el Charolais y otras adquisiciones. Carlos V de Habsburgo reclamó el legado de Borgoña francesa y, elegido emperador, entró en conflicto con Francia. El tratado de Madrid (1526) entregó Borgoña a Carlos V, pero los Estados de Borgoña se negaron a ratificarlo. Los tratados de Crépy (1544) y Cateau-Cambrésis (1559) resolvieron la disputa. El tratado de Nimega (1678) vinculó definitivamente el Franco Condado a Francia, terminando la disputa.
-
El rey Luis XI, nuevo señor de Borgoña en 1477
-
Retrato de Buffon, obra de François-Hubert Drouais.
La Reforma, Mayenne y la Liga
Los gérmenes de la Reforma protestante surgieron en Borgoña en 1520. La fe luterana apareció en Auxerre en 1525 y luego en Mâcon y Dijon, seguida por el calvinismo alrededor de 1550. La represión católica, dirigida por Gaspard de Saulx, fue severa. El Edicto de Pacificación de Amboise de 1564 no impidió que las luchas continuaran en 1567. En 1569 y 1570, fuerzas protestantes extranjeras saquearon Borgoña. La Matanza de San Bartolomé en 1572 no afectó a la región gracias a líderes como Léonor Chabot y Pierre Jeannin. La Liga católica ganó fuerza en 1585 bajo Carlos de Lorena, pero la región estaba dividida. La conversión de Enrique de Navarra al catolicismo en 1593 debilitó a la Liga. Enrique IV de Francia entró en Dijon en 1595, marcando el fin de la guerra civil en Borgoña con su victoria en la Batalla de Fontaine-Française.
Los problemas bajo Luis XIII
En 1629, el absolutismo de Richelieu y Luis XIII chocó con el deseo de Borgoña de discutir los impuestos. El edicto de junio de 1629 eliminó los Estados de Borgoña, provocando disturbios conocidos como la revuelta del Lanturlu en Dijon, que fueron brutalmente reprimidos. En 1636, la provincia sufrió la invasión de Matthias Gallas, trayendo pillajes y atrocidades. En 1646, Luis II de Borbón-Condé se convirtió en gobernador, llevando los problemas de la Fronda a Borgoña. Tras años de lucha, la paz llegó con la sumisión de Condé a Luis XIV en 1659, consolidada por el Tratado de los Pirineos.
Las instituciones y la economía
La provincia de Borgoña, con su estatuto de «país de estados», heredó cinco bailiazgos y mantuvo sus cortes soberanas hasta la Revolución francesa. El Parlamento de Dijon mostró su independencia y los Estados de Borgoña votaban y distribuían impuestos, proporcionando autonomía. En el siglo XVIII, desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de carreteras y canales. El gobernador, desde 1646 perteneciente a los príncipes de Condé, ejercía gran influencia. La región sufrió una crisis económica en 1629 y la peste. A pesar de ello, la economía se revitalizó desde 1720, con diversificación agrícola y desarrollo industrial, como la extracción de carbón y la fabricación de loza.
La vida religiosa e intelectual
Los jesuitas, instrumentos de la Contrarreforma, lideraron la educación noble y dirigían los grandes colegios franceses. Bénigne Bossuet comenzó en la universidad de Dijon. Bajo el liderazgo del obispo de Langres, Sébastien Zamet, se reformaron varias abadías y conventos. Juana Francisca Frémyot de Chantal fundó una casa de la Visitación en 1622, y Margarita María Alacoque impulsó la devoción al Sagrado Corazón. En 1731, Dijon se convirtió en sede episcopal. Vauban fortificó las fronteras francesas. La Universidad de Dijon se creó en 1722 y la Academia de Dijon en 1740. François Devosge fundó una escuela de arte en 1766. Jean-Philippe Rameau y Georges-Louis Leclerc de Buffon destacaron en música y ciencia.
Borgoña durante la Revolución y el Imperio
Borgoña bajo la Revolución
Borgoña eligió sus representantes para los Estados Generales de 1789. Durante el "Grande Peur", perdió su estatus especial y sus instituciones fueron disueltas. Desde 1790, se crearon los nuevos departamentos. La constitución civil del clero, apoyada por Talleyrand y Loménie de Brienne, llevó a la nacionalización de los bienes eclesiásticos, beneficiando a especuladores. La emigración en 1791 aumentó las tensiones. Las elecciones de 1791 y 1792 reflejaron el crecimiento del republicanismo. Borgoña contribuyó a la Convención Nacional con miembros destacados que votaron por la muerte de Luis XVI. Durante las guerras revolucionarias, borgoñones como Davout y Monge desempeñaron roles cruciales.
Del Terror al Imperio
A finales de 1793, los representantes en misión como Joseph Fouché y Bernard de Saintes en Côte-d'Or, Claude Javogues en Saona y Loira, y otros, actuaron como gobernadores poderosos. El Terror fue moderado en Borgoña, con diez ejecuciones en Dijon y ochenta y ocho en Saona y Loira. Monumentos como la cartuja de Champmol y la Basílica de Vézelay muestran daños de la descristianización. Durante el Directorio, la región deseaba paz. El Consulado de Bonaparte introdujo prefectos. Borgoña fue invadida por tropas aliadas en 1813-1814. La Restauración borbónica fue bien recibida, pero Waterloo frustró las esperanzas de Napoleón.
Borgoña del Imperio a la Tercera República
Desde el final del primer Imperio hasta la Restauración
La Batalla de Waterloo trajo la invasión a Borgoña. En julio de 1815, los austriacos del general Johann Maria Philipp Frimont ocuparon el norte, con represalias y requisas, estableciendo su cuartel general en el castillo de Arcelot. El 5 de octubre de 1815, allí se reunieron el emperador Francisco I de Austria, el zar Alejandro I de Rusia, el rey Federico Guillermo III de Prusia y el príncipe Karl Philipp de Schwarzenberg, junto con el duque de Wellington, revisando a 130,000 austriacos. Tras la Segunda Restauración, la Terreur blanche de 1815 en Dijon llevó a acusaciones contra figuras de los Cien Días, como el general Veau y el prefecto Royer. La invasión aliada en 1813-1814 y la derrota en Waterloo frustraron las esperanzas de Napoleón. Bajo el Segundo Imperio, Borgoña evolucionó políticamente hacia la república, especialmente durante los banquets réformistes. La guerra franco-prusiana (1870-1871) afectó duramente a Borgoña, con ocupaciones y batallas como la de Nuits-Saint-Georges y la defensa de Dijon por Giuseppe Garibaldi. Los borgoñones, responsabilizando al Imperio, acogieron la Tercera República.
Estructura social de la población de Borgoña en el siglo XIX
En el siglo XIX, la población de Borgoña, mayoritariamente rural, estaba dominada por notables. En 1851, dos tercios de la población eran campesinos. El proletariado agrícola, incluyendo jornaleros y sirvientes, formaba más de la mitad de la población agrícola. Los campesinos pobres, propietarios de pequeñas parcelas y viñadores endeudados, convivían con aparceros en varias regiones. Una minoría de pequeños agricultores explotaba fincas arrendadas, mientras que los «propriétaires cultivateurs» y ricos granjeros, la élite, poseían grandes terrenos. La clase media urbana representaba el 15-20 % de la población. Los notables, con poder económico, social y político, eran una pequeña élite muy influyente.
La economía de Borgoña en el siglo XIX
La agricultura
Durante la primera mitad del siglo XIX, Borgoña experimentó un crecimiento seguido de declive. La producción agrícola aún se basaba en métodos tradicionales, con una policultura necesaria. La viticultura era prominente en Côte-d'Or, Nièvre y Saona y Loira, pero la crisis económica afectó a los viñedos, con caída de precios y enfermedades como el oídio y la filoxera. La crisis rural se extendió a toda la agricultura, provocando despoblación y migración temporal de los más pobres, como los morvandiaux. Las mujeres se empleaban como amas de leche, contribuyendo a una alta mortalidad infantil. La economía rural enfrentaba una crisis estructural a fines del siglo.
La industria
La industrialización en Borgoña se centró en la metalurgia y la minería. En la primera mitad del siglo XIX, los altos hornos de Côte-d'Or y Nivernais se basaban en métodos tradicionales. Sin embargo, innovaciones como la forja inglesa en Fourchambault y el resurgimiento de Le Creusot bajo los hermanos Schneider impulsaron la industria del hierro y el acero. Le Creusot se convirtió en una potencia industrial, atrayendo migrantes y enfrentando tensiones laborales que desembocaron en huelgas. La cuenca hullera de Borgoña, incluidos los yacimientos de Blanzy y Decize, experimentó un auge desde el siglo XVI hasta el XX. Además, se produjo petróleo a partir de esquistos bituminosos en Autun.
Borgoña de la Tercera a la Quinta República
La Tercera República y la Gran Guerra
La adhesión a la República
Las elecciones improvisadas del 8 de febrero de 1871 en la Asamblea Nacional reflejaron la opinión contrastada de Borgoña, cuyos habitantes dudaban, según los departamentos, entre la izquierda republicana y los conservadores. Si la lista republicana predominó en Côte-d'Or, el Nièvre envió a una gran mayoría de monárquicos y los resultados mostraban para los departamentos de Yonne y Saona y Loira una situación más moderada. Pasada esa vacilación, Borgoña en su conjunto, confirmó muy pronto su adhesión a la República. El mapa político de Borgoña a lo largo de la primera parte de la Tercera República aparecía claramente orientado a la izquierda.
Patriotismo y posguerra
Al acercarse la Primera Guerra Mundial, el patriotismo vigorizó a Borgoña, pero los sufrimientos del conflicto moderaron ese ímpetu. La invasión salvó a la región, pero dejó a su paso numerosas pérdidas humanas: Saona y Loira lamentó 21 900 caídos, representando un 3.9 % del total de Borgoña. La «union sacrée» se desvaneció en 1917 con el surgimiento de movimientos pacifistas liderados por Henri Barabant y Georges Bras. La llegada de los aliados estadounidenses en 1917 estableció una base en Is-sur-Tille. Tras el armisticio, surgieron años de tensiones sociales y políticas, aunque Côte-d'Or mostró un deslizamiento hacia la derecha en las elecciones de 1928.
De la Segunda Guerra Mundial a la Quinta República
Ocupación y Liberación
El Frente Popular ganó terreno en Borgoña, impulsando un fuerte auge sindical. Sin embargo, el estallido de la Segunda Guerra Mundial cambió el panorama. Las columnas alemanas ocuparon Dijon el 17 de junio de 1940, estableciendo la línea de demarcación, dividiendo Saona y Loira hasta noviembre de 1942. Algunos regionalistas, como Jean-Jacques Thomasset, abogaron por la anexión de Borgoña al Reich, influenciados por el nazismo y la investigación prehistórica alemana. La Resistencia comenzó modestamente, enfrentando represalias brutales. La liberación llegó con los Aliados en septiembre de 1944, con la entrada en Dijon el 11 de septiembre y la liberación total de Côte-d'Or, aunque con un alto costo humano.
Desde la Cuarta República hasta hoy
Tras la Segunda Guerra Mundial, Borgoña experimentó una oscilación política. La izquierda triunfó inicialmente, pero con la llegada de la Cuarta República, su influencia declinó gradualmente, debido a divisiones internas y mejoras económicas. En 1958, el gaullismo dominó, liderado por Robert Poujade. Sin embargo, la izquierda resurgió con el apoyo de Waldeck Rochet al candidato presidencial François Mitterrand en 1965. En 1981, Mitterrand se convirtió en presidente, seguido por Pierre Bérégovoy como primer ministro. Desde la década de 1960, las reformas regionales unieron a Borgoña en torno a Dijon, consolidándola como una entidad territorial con un consejo regional elegido por voto directo. En 2016, se fusionó con Franco Condado para formar la región de Borgoña-Franco Condado.
Emblemas tradicionales de Borgoña
Las armas de Borgoña se blasonan de la siguiente manera: | |
«Cuartelado: en el primero y cuarto, azur sembrado de flores de lis de oro hasta el borde compuesto de geules de plata; en el segundo y tercero, bandeado de seis piezas de azur y de oro hasta el borde de geules.» (Écartelé : au premier et au quatrième, d'azur semé de fleurs de lys d'or à la bordure componée de gueules et d'argent ; au deuxième et troisième, bandé de six pièces d'azur et d'or à la bordure de gueules.) El escudo de armas combina el escudo de armas de los duques de Valois (1 y 4) con los de los duques de Capeto (2 y 3). | |
La cruz de Borgoña ha sido el emblema de Borgoña (después de los Países Bajos españoles y del Imperio español de las Américas) a partir de Juean I de Borgoña, llamado Juan sin Miedo (28 de mayo de 1371 à Dijon - † 10 de septiembre de 1419), duque de Borgoña, conde de Flandes, de Artois, conde palatino de Borgoña (es decir del Franco Condado). La cruz de Borgoña es frecuente en la heráldica española y todavía forma parte del escudo de armas del rey de España. |
Véase también
En inglés: History of Burgundy Facts for Kids
- Países Bajos Borgoñones
- Conde de Borgoña
- Condado de Borgoña
- Ducado de Borgoña
- Duque de Borgoña
- Vino de Francia
- Reino de Borgoña
- Reyes burgundios
- Consortes de Borgoña
- Casa de Borgoña