Rodolfo III de Borgoña para niños
Datos para niños Rodolfo III de Borgoña |
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Información personal | ||
Nacimiento | c. 966 o 971 | |
Fallecimiento | 6 de septiembre de 1032jul. Lausana (Suiza) |
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Sepultura | Catedral de Lausana | |
Familia | ||
Familia | Casa antigua de Güelf | |
Padres | Conrado III de Borgoña Matilde de Francia |
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Cónyuge | Ermengarda di Moriana | |
Información profesional | ||
Cargos ocupados | Abad laico de Saint-Maurice d'Agaune (993-1032) | |
Rodolfo III, también conocido como Roberto el Piadoso, fue el último rey de Borgoña. Nació alrededor del año 970 y falleció en Lausana, Suiza, el 5 o 6 de septiembre de 1032. Gobernó Borgoña desde el año 993 hasta su muerte en 1032. Como no tuvo hijos, hizo un acuerdo importante con el emperador Enrique II en 1018. Este acuerdo establecía que, a su muerte, el reino de Borgoña pasaría a Enrique II o a su sucesor. Así fue como Conrado II se convirtió en el siguiente gobernante.
La vida de Rodolfo III: Un rey en tiempos difíciles
¿Quiénes fueron los padres de Rodolfo III?
Rodolfo III era hijo de Conrado III (quien vivió de 925 a 993) y de Matilde de Francia (nacida en 943 y fallecida en 992). Su madre, Matilde, era hija del rey Luis IV de Francia.
Los desafíos del reinado de Rodolfo III
En el año 993, Rodolfo III asumió el trono después de su padre. Los historiadores lo describen como un rey que enfrentó muchos desafíos y tuvo dificultades para mantener su autoridad. Su medio hermano, Burchard II, quien era arzobispo de Lyon, viajó por todo el reino para ayudar a Rodolfo a asegurar su poder.
Durante el reinado de Rodolfo, la influencia del Imperio Germánico sobre Borgoña se hizo cada vez más fuerte. Esto limitó la capacidad de los reyes de Borgoña para gobernar de forma independiente.
Revueltas y la influencia imperial
Los gobernantes del Imperio Germánico comenzaron a intervenir directamente en Borgoña. En el año 999, Rodolfo tuvo que sofocar una revuelta de los grandes señores de su reino. La emperatriz Adelaida incluso visitó Borgoña para resolver los conflictos entre Rodolfo III y la nobleza de su reino.
Después del año 1000, Rodolfo dejó de convocar reuniones con los obispos de Borgoña. En cambio, los líderes religiosos del valle del Ródano comenzaron a viajar a Germania para asistir a concilios, como el de Frankfurt en 1007. Esta situación permitió que los obispos mantuvieran sus diócesis con gran independencia.
Donaciones para fortalecer su posición
Para conseguir el apoyo del clero y contrarrestar el poder de los nobles, Rodolfo III hizo varias donaciones importantes. Entregó tierras y derechos a los obispos de Basilea, Sion y Lausana.
En 1011, cedió al obispo de Lausana el condado de Vaud. Esto significaba que el obispo obtenía los derechos y responsabilidades que antes tenía el rey sobre aspectos como las carreteras, los peajes, los bosques, la moneda, los mercados y la justicia en esa región.
El 15 de febrero de 1018, Rodolfo III hizo una gran donación a la abadía de Saint-Maurice. Les entregó derechos de impuestos y tierras en varias localidades, incluyendo Sciex, Lully, Commugny, y la mitad de Pully, entre otras. También les concedió los derechos sobre los pastos de Chablais.
Matrimonio y nuevas tierras
En 1011, Rodolfo III se casó con Hermengarda. Ella era pariente cercana de Humberto I, quien sería el futuro conde de Saboya. Rodolfo le dio a su esposa una dote muy grande, que incluía tierras alrededor de Aix-les-Bains. Estas tierras reales pasaron rápidamente a manos del conde Humberto. A Rodolfo le gustaba mucho Aix-les-Bains, donde disfrutaba de las aguas termales y se hizo construir un gran palacio.
La región que Rodolfo donó a Hermengarda en 1011 se extendía hasta el pie del Jura, incluyendo la ciudad de Neuchatel.
La relación con el Imperio Germánico
En 1016, Rodolfo rindió homenaje a su sobrino, el emperador germánico Enrique II, en Estrasburgo. Con esto, lo reconoció como su protector y heredero. Rodolfo prometió gobernar siguiendo los consejos del emperador y dejarle el reino si moría sin hijos legítimos. Sin embargo, los nobles de Borgoña no aceptaron esta sumisión, y bajo el liderazgo del conde Otón-Guillermo, cerraron las puertas de sus ciudades al emperador.
En 1018, Rodolfo confirmó y amplió los acuerdos que había hecho en Estrasburgo. Desde entonces, actuó como un verdadero vasallo del emperador. Le entregó las fortalezas del conde Otón-Guillermo y recibió la corona y el cetro de Borgoña del emperador. Esto significó que el reino de Borgoña quedó completamente bajo el poder imperial.
En 1019, Hugo, un hijo de Rodolfo, fue nombrado obispo de Lausana. En 1023, Rodolfo concedió el condado de Vienne al arzobispo de Vienne.
Cuando Enrique II falleció en 1024, los nobles de Borgoña presionaron a Rodolfo para que anulara su acuerdo de sucesión. Sin embargo, en 1025, Rodolfo se vio obligado a renovarlo. Esto ocurrió después de un encuentro con el nuevo rey de Germania, Conrado II, quien estaba casado con Gisela, la sobrina de Rodolfo. Conrado II ocupó Basilea para presionar a Rodolfo.
En 1027, Conrado II fue coronado emperador germánico, y Rodolfo asistió a la ceremonia, confirmando así el acuerdo de sucesión. En junio de 1032, Burchard II, el arzobispo de Lyon, se unió a las revueltas contra la sucesión. En septiembre, tras la muerte de Rodolfo III, se desató una lucha por el control del reino entre el emperador Conrado II y otros parientes de Rodolfo, como Eudes II de Blois.
La sucesión del reino de Borgoña
Rodolfo III falleció sin herederos el 5 o 6 de septiembre de 1032. Había nombrado al emperador germánico Conrado II como su sucesor. Sin embargo, su sobrino Eudes II de Blois, hijo de su hermana mayor Berta de Borgoña, se levantó contra el emperador. Eudes II contó con el apoyo de muchos nobles y líderes religiosos del reino de Borgoña, incluyendo a Gérold de Ginebra y el arzobispo de Vienne.
Eudes II invadió el reino, y la guerra entre los dos primos duró dos años. Finalmente, Eudes tuvo que rendirse ante una alianza formada por el nuevo emperador Conrado II y el rey de Francia Enrique I.