Juana de Arco para niños
Datos para niños SantaJuana de Arco |
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Retrato imaginario de Juana de Arco. Óleo sobre pergamino del siglo XIX o siglo XX, Archivos nacionales de Francia.
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Información personal | |||
Nombre de nacimiento | Jeanne d'Arc | ||
Apodo | La Doncella de Orleans | ||
Nacimiento | circa 1412 Domrémy, Ducado de Bar, Reino de Francia |
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Fallecimiento | 30 de mayo de 1431 (19 años) Ruan, Normandía (bajo control inglés), Francia |
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Causa de muerte | Muerte en la hoguera | ||
Nacionalidad | Francesa | ||
Ciudadanía | Francesa | ||
Religión | Católica | ||
Lengua materna | Francés medio | ||
Familia | |||
Padres | Jacques d'Arc Isabelle Romée |
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Información profesional | |||
Ocupación | Militar, Soldado | ||
Información religiosa | |||
Beatificación | 18 de abril de 1909, catedral de Notre Dame, por el papa Pío X | ||
Canonización | 16 de mayo de 1920, basílica de San Pedro, por Benedicto XV. | ||
Festividad | 30 de mayo | ||
Atributos | Doncella con armadura medieval, con espada o estandarte blanco | ||
Venerado en | Iglesia católica e Iglesia anglicana | ||
Conflictos | Guerra de los Cien Años | ||
reconocimientos
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Información criminal | |||
Cargos criminales | Herejía | ||
Condena | Muerte en la hoguera | ||
Situación penal | Fallecida | ||
Firma | |||
Escudo | |||
Juana de Arco (en francés: Jeanne d'Arc), también conocida como la Doncella de Orleans (en francés: La Pucelle d'Orléans; Domrémy, h. 1412-Ruan, 30 de mayo de 1431), fue una joven campesina que es considerada una heroína de Francia por su papel durante la fase final de la Guerra de los Cien Años. Juana afirmó haber tenido visiones del Arcángel Miguel, de Santa Margarita y de Catalina de Alejandría, quienes le dieron instrucciones para que ayudara a Carlos VII y liberara a Francia de la dominación inglesa en el período final de la Guerra de los Cien Años. Carlos VII, que todavía no había sido coronado, envió a Juana al asedio de Orleans como integrante de un ejército de ayuda y fue allí donde se ganó una gran fama porque el asedio fue levantado solo nueve días después. Otras rápidas victorias permitieron que Carlos VII fuera coronado rey de Francia en Reims. Este evento tan esperado elevó la moral francesa y allanó el camino para su victoria final.
Juana de Arco fue capturada en 1430 por un grupo de nobles franceses aliados con los ingleses. Luego de ser entregada a los ingleses, fue juzgada y declarada culpable. La quemaron en la hoguera en Ruan en mayo de 1431, cuando tenía alrededor de 19 años. En 1456, un tribunal papal anuló sus cargos y la declaró inocente, convirtiéndola en mártir. En el siglo XVI, se convirtió en símbolo de la Liga Católica, y en 1803, Napoleón la declaró símbolo nacional de Francia. Fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920. Juana de Arco es una de los santos patronos secundarios de Francia y ha sido una figura popular y cultural a lo largo de los siglos.
Contenido
Contexto histórico
Antes de la llegada de Juana de Arco, la Guerra de los Cien Años devastó Francia. La lucha por el trono francés y las divisiones internas debilitaron al país. Carlos VI, el rey en ese momento, sufría episodios psicóticos, y las facciones de Orleans y Borgoña competían por el control. Enrique V de Inglaterra aprovechó las divisiones y, tras la victoria en Azincourt en 1415, capturó ciudades francesas. París fue tomada por Borgoña en 1418, y la sucesión al trono se complicó con el Tratado de Troyes en 1420, que desheredó a Carlos. Antes de Juana, los ingleses casi lograron una monarquía dual.
En 1429, Orleans estaba bajo asedio inglés, siendo una ciudad crucial para la resistencia francesa. Nadie esperaba que resistiera. En este contexto, Juana de Arco emergió como una figura profetizada que salvaría a Francia.
Biografía
Juana de Arco nació alrededor de 1412 en Domrémy, una aldea en la frontera de Francia. Sus padres, Jacques d'Arc e Isabelle Romée, eran campesinos. La inconsistencia en los registros hace que no se sepa con certeza su nombre al nacer, pero en la juventud, se hacía llamar "la Pucelle" o "la Doncella". Juana experimentó incursiones borgoñonas y tuvo su primera visión a los trece años, donde San Miguel Arcángel le dijo que debía ayudar al Delfín Carlos y expulsar a los ingleses. A los 16 años, buscó la ayuda de Robert de Baudricourt para llevar su mensaje al Delfín. Vestida como hombre, con el apoyo de dos soldados, partió hacia Chinon para cumplir su misión.
Juana convenció a Robert de Baudricourt de que le diera una escolta para ir a Chinon después de que sus predicciones sobre Orleans se hicieran realidad. Viajó disfrazada de soldado para evitar problemas y acusaciones. En Chinon, se reunió con Carlos VII, explicándole su misión de levantar el sitio de Orleans y llevarlo a Reims para ser coronado. Aunque causó una buena impresión, Carlos y su consejo necesitaban más certeza.
Para demostrar su validez, la enviaron a Poitiers para un examen teológico y a Tours para verificar su virginidad. Después de pasar estas pruebas, Carlos la equipó con armadura y un estandarte, y ella partió hacia Orleans. Aunque inicialmente tratada como motivadora moral, Juana pronto ganó la confianza de las tropas. Aunque no se le dio una posición formal en el ejército, su presencia inspiró a los soldados.
En Orleans, su llegada coincidió con un cambio en el asedio. Los franceses, liderados por Juana, pasaron a la ofensiva, logrando capturar fortalezas clave. Su valentía en la batalla y su liderazgo influyeron en las tropas francesas, llevándolas a importantes victorias. Juana resultó herida, pero su participación fue crucial para levantar el largo asedio.
En Chinon, Juana dijo que Dios la envió. En Poitiers, prometió una señal para probarlo, y el levantamiento del asedio en Orleans fue visto como esa señal. Ganó apoyo de clérigos destacados, pero los ingleses la veían como poseída por el diablo. La victoria llevó a nuevos planes, y Juana convenció a Carlos VII de avanzar hacia Reims para su coronación. Participó en la campaña del Loira, capturando Jargeau y Meung-sur-Loire. En la batalla de Patay, los franceses, siguiendo el consejo de Juana, derrotaron a los ingleses, logrando una victoria importante.
Después de vencer en Patay, algunos líderes querían invadir Normandía, pero Juana insistió en la coronación de Carlos. El ejército avanzó hacia Reims, encontrando poca resistencia. Varias ciudades se rindieron, incluyendo Auxerre y Troyes, que resistió brevemente pero negoció rendirse después de que Juana preparara la artillería y llenara el foso con madera.
Después de la coronación de Carlos en Reims, hubo tensiones en la corte sobre el avance hacia París. Aunque Juana quería ir directo, se acordó una tregua con Borgoña. Las negociaciones se prolongaron, y París no se tomó fácilmente. Hubo una batalla en Montépilloy, pero terminó sin victoria clara. Luego, en la batalla por París, Juana resultó herida. Después de la retirada, la corte se dividió y la campaña se desaceleró.
Juana lideró luego una campaña contra Perrinet Gressard, capturando ciudades. Pero tras la coronación, las cosas se complicaron. Hubo una tregua con los ingleses hasta la Pascua de 1430. Juana amenazó a los husitas y desafió a los ingleses a unirse a ella en Bohemia, pero no obtuvo respuesta. La tregua terminó cuando el duque de Borgoña reclamó pueblos cedidos por tratado, generando conflictos.
Juana fue a ayudar a Compiègne, pero la ciudad fue sitiada. Intentó liberarla, pero fue capturada el 23 de mayo de 1430. La llevaron a Ruan, y las tentativas de rescate fracasaron. La tregua no la protegió, y las cosas se complicaron políticamente.
Juana fue juzgada por herejía en Ruan el 9 de enero de 1431. Aunque el juicio pretendía ser eclesiástico, tenía motivaciones políticas. Tanto ingleses como borgoñones veían a Juana como una amenaza militar y política. El juicio se llevó a cabo con irregularidades, violando normas eclesiásticas y canónicas. Los clérigos involucrados estaban sesgados a favor de los intereses ingleses.
El proceso comenzó con interrogatorios injustos y sin asesoramiento legal. Los documentos del juicio fueron manipulados, y se presentaron cargos falsos. Juana demostró astucia al responder a las preguntas y evadir trampas teológicas. A pesar de las irregularidades, fue condenada a muerte, y el tribunal ejecutó la sentencia.
Eventos póstumos y juicio de rehabilitación
Después de la ejecución de Juana, la situación militar no cambió de inmediato. Aunque sus victorias levantaron la moral de los armagnacs, la guerra de los Cien Años continuó durante otros veintidós años. Carlos VII mantuvo su legitimidad como rey de Francia, a pesar de la coronación rival de Enrique VI en 1431. Los ingleses, debilitados y perdiendo su alianza con Borgoña en 1435, no lograron reconstruir su poder militar. La muerte del duque de Bedford en el mismo año y el liderazgo débil de Enrique VI fueron factores decisivos en el fin del conflicto en Francia. La guerra culminó con la victoria francesa en la batalla de Castillon en 1453, expulsando a los ingleses de toda Francia, excepto de Calais. La historiadora Kelly DeVries sugiere que las tácticas agresivas de Juana, como el uso de artillería y asaltos frontales, influyeron en las estrategias francesas durante el resto de la guerra.
Nuevo juicio
Después de la guerra de los Cien Años, se inició un nuevo juicio póstumo sobre Juana de Arco. La ejecución de Juana había creado problemas políticos para Carlos VII, sugiriendo que su consagración como rey de Francia se había logrado gracias a las acciones de una hereje. En 1450, Carlos ordenó una investigación, que concluyó que el juicio original había sido arbitrario y sin fundamento.
En 1452, el cardenal Guillaume d'Estouteville y el inquisidor Jean Bréhal llevaron a cabo una segunda investigación, entrevistando a testigos y señalando la parcialidad del juicio original. Aunque no tenían autoridad para cambiar la sentencia, continuaron trabajando en el caso. En 1454, presentaron sus conclusiones al Papa Nicolás V, quien murió poco después. El nuevo Papa, Calixto III, permitió un "juicio de rehabilitación" y nombró comisarios para supervisarlo.
El juicio de rehabilitación comenzó en 1455 y se llevó a cabo de manera justa, procesando las declaraciones de unos 115 testigos. En 1456, el tribunal declaró que el juicio original había sido injusto y nulo, revirtiendo la condena. Se reconoció a Juana como mártir, y se cuestionó la conducta del ya fallecido Pierre Cauchon por condenar a una mujer inocente en busca de venganza secular. Se erigió una cruz en el lugar donde Juana fue ejecutada para enfatizar la decisión del tribunal.
Canonización
En 1452, durante la investigación póstuma sobre su ejecución, la Iglesia declaró que la peregrinación a la celebración de un oficio religioso en Orleans en su honor permitiría a los asistentes obtener una indulgencia, es decir, la remisión temporal del castigo por un pecado.
En el siglo XVI, durante las Guerras de religión de Francia (1562-1598) entre católicos y hugonotes protestantes, la Liga Católica convirtió a Juana en un símbolo de su causa. Cuando Félix Dupanloup fue nombrado obispo de Orleans en 1849 pronunció un fervoroso panegírico sobre Juana de Arco que llamó la atención tanto en Francia como en Inglaterra, tras lo cual lideró los esfuerzos que culminaron en la beatificación de la doncella en 1909. Fue canonizada como santa de la Iglesia católica el 16 de mayo de 1920 por el papa Benedicto XV en su bula Divina disponente.
Legado
Después de su muerte, Juana de Arco se convirtió en una figura casi legendaria a lo largo de cuatro siglos. Las crónicas, incluyendo los registros de sus juicios, se descubrieron en el siglo XIX. Juana, siendo una campesina adolescente e iletrada, cambió la guerra entre Francia e Inglaterra al agregarle una dimensión religiosa. Su legado ha sido interpretado de diversas maneras, desde una fanática demoníaca hasta una heroína y símbolo del nacionalismo. A lo largo de los años, las mujeres la han visto como un ejemplo de valentía y activismo. Incluso hoy, Juana de Arco sigue siendo una figura importante en la cultura francesa, con estatuas, fiestas nacionales y referencias políticas.
Visiones
El análisis de las visiones de Juana de Arco presenta desafíos porque la principal fuente de información proviene de la transcripción de su juicio, donde ella se negó a responder preguntas sobre sus visiones. Juana argumentó que revelar información entraría en conflicto con un juramento de confidencialidad que había hecho con su rey. No está claro si las transcripciones fueron manipuladas por funcionarios judiciales corruptos o si Juana reveló medias verdades para proteger secretos de estado. Algunos historiadores prefieren no especular sobre el origen de las visiones y destacan la convicción de Juana de que había recibido la llamada de Dios como el aspecto más relevante.
En tiempos recientes varios estudiosos han intentado explicar sus visiones bajo un punto de vista psiquiátrico o neurológico, llegando así a unos hipotéticos diagnósticos como epilepsia, migrañas, tuberculosis o esquizofrenia. Ningún diagnóstico ha gozado de consenso o apoyo académico, pues la mayor parte de historiadores argumentan que ella no mostró ninguno de los síntomas objetivos que pueden acompañar a las enfermedades mentales que se han sugerido, como la esquizofrenia. De hecho, el doctor Philip Mackowiak descartó la posibilidad de esquizofrenia y el también médico John Hughes rechazó que Juana sufriera epilepsia. La hipótesis de que Juana estuviera aquejada de tuberculosis fue también desmentida por los expertos J. M. Nores Y. Yakovleff argumentando que es una enfermedad tan grave que la hubiera incapacitado para llevar la activa vida que tuvo. En respuesta a otra teoría sobre que Juana sufriera tuberculosis bovina por la ingesta de leche sin pasteurizar, la historiadora Régine Pernoud escribió, no sin ironía, que si beber esa leche produjera los beneficios que Juana trajo a la nación francesa, el gobierno debería detener la pasteurización.
Juana de Arco ganó el favor del rey Carlos VII, quien la consideró mentalmente sana. Esto fue importante porque el padre de Carlos VII, Carlos VI, había sufrido de locura, afectando negativamente a Francia durante su reinado. El miedo a que Carlos VII también tuviera problemas mentales influyó en los intentos de desheredarlo. En la corte de Carlos VII, la gente era cautelosa y escéptica sobre la salud mental. Cuando Juana llegó a Chinon, un consejero real advirtió que no se debería cambiar la política basada en la conversación con una joven campesina propensa a ilusiones. A pesar de esto, Juana demostró ser astuta hasta el final, y en el tribunal de rehabilitación, impresionó a todos con su sagacidad, respondiendo con prudencia y mostrando una memoria notable incluso cuando los jueces intentaban confundirla. Sus respuestas sutiles fueron tan impresionantes que el tribunal dejó de celebrar sesiones públicas.
Frases célebres
- "¡Yo no temo a los ingleses, ni a ningún otro que esté en la tierra!"
- "Soy la doncella, y debo hacer lo que me ha sido encomendado."
- "Prefiero morir antes que hacer algo que Dios prohíba."
- "Uno solo se hace valiente cuando está en el peligro."
- "Yo no temo a los hombres que no hacen nada, pero sí a aquellos que no tienen nada que hacer."
- "No teman. ¡El trono de Francia no está en manos de los ingleses ni de ninguna otra nación!"
- "Todo lo que hago, lo hago por amor."
- "Sé que Dios me ayuda y que Él no me abandonará."
Datos de interés
- Juana afirmaba escuchar voces divinas desde los 13 años, que la guiaban en su misión. Algunos sugieren que podría haber tenido una condición médica como la esquizofrenia.
- Para proteger su identidad mientras estaba en la guerra, Juana prefería vestir con armadura y ropa de hombre. Aparentemente, ¡nadie notaba que no era un hombre hasta que ella revelaba su género!
- Se dice que llevaba una espada que ella misma recuperó de un lugar sagrado, y creía que tenía poderes especiales otorgados por los ángeles.
- Su juicio fue un tanto peculiar. La acusaron de vestir ropas masculinas, lo cual era considerado un delito en ese entonces. Sin embargo, luego de su ejecución, la Iglesia revocó la sentencia y la declaró inocente.
- Juana aconsejaba a los líderes militares basándose en sus visiones divinas. Algunas de sus tácticas no convencionales llevaron a la victoria, lo que generó tanto respeto como escepticismo entre sus contemporáneos.
- Fue canonizada como santa por la Iglesia Católica en 1920, casi cinco siglos después de su muerte.
Galería de imágenes
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Dibujo de Juana de Arco por Clément de Fauquembergue. Se trata de un garabato en el margen de un protocolo del Parlamento de París, fechado el 10 de mayo de 1429. Esta es la única representación coetánea de Juana de la que se tiene constancia.
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Juana capturada por los borgoñones en Compiègne. Mural del Panteón de París, por Jules Eugène Lenepveu.
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Juana de Arco interrogada en su celda por el cardenal de Winchester, óleo de Paul Delaroche, 1824. Museo de Bellas Artes de Ruan.
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Estatua ecuestre de Juana de Arco elaborada en bronce sobredorado y ubicada en la Plaza de las Pirámides de París, obra del escultor Emmanuel Frémiet (1874).
Véase también
En inglés: Joan of Arc Facts for Kids
- Guerra de los Cien Años
- Batalla de Jargeau
- Batalla de Meung-sur-Loire
- Batalla de Beaugency
- Cronología de Juana de Arco
- Batallón Santa Juana de Arco
- Jeanne des Armoises