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Derechos humanos para niños

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Los derechos humanos son principios muy importantes que nos dicen cómo debemos comportarnos unos con otros. Son como reglas básicas que protegen a todas las personas. Se consideran derechos que tenemos solo por el hecho de ser humanos, sin importar nuestra edad, de dónde venimos, qué idioma hablamos, nuestra religión o cualquier otra característica.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y sus países miembros están de acuerdo en que estos derechos son para todos y no se nos pueden quitar, a menos que haya razones muy específicas y se siga un proceso justo. Los derechos humanos nos ayudan a entender y respetar a los demás, y son fundamentales para que las leyes funcionen bien en un país.

Estos derechos han influido mucho en las leyes de todo el mundo y en cómo funcionan las organizaciones internacionales. Las acciones de los gobiernos y de grupos no gubernamentales para apoyar los derechos humanos son muy importantes en la forma en que se manejan los asuntos públicos a nivel mundial. Aunque la idea de los derechos humanos es muy aceptada, siempre hay debates sobre qué derechos específicos deben incluirse y cómo se deben aplicar.

Se acepta que los derechos humanos incluyen cosas como el derecho a un juicio justo, la protección contra la esclavitud, la prohibición de la destrucción de grupos enteros de personas, la libertad de expresión y el derecho a la educación. Sin embargo, hay diferentes opiniones sobre qué derechos deben ser parte de este grupo. Algunos creen que deben ser solo los derechos mínimos para evitar los peores abusos, mientras que otros piensan que deben ser más amplios y ofrecer mayor protección.

La idea moderna de los derechos humanos surgió después de la Segunda Guerra Mundial y los terribles eventos de esa época, como el Holocausto. Esto llevó a que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptara la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948. Antes de esto, la idea de los derechos no era tan universal. El concepto actual de derechos humanos tiene sus raíces en la idea de los "derechos naturales", que se hizo popular durante la Ilustración europea con pensadores como John Locke. Esta idea fue clave en eventos históricos importantes como la Revolución de las Trece Colonias en América y la Revolución francesa.

Archivo:Eugène Delacroix - Le 28 Juillet. La Liberté guidant le peuple
La Libertad guiando al pueblo, por Eugène Delacroix (1830). Los derechos humanos fueron incluidos en las leyes después de las revoluciones de los siglos XVII y XVIII. La ONU aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948.

Durante la segunda mitad del siglo XX, los derechos humanos evolucionaron para prevenir atrocidades como la esclavitud, la tortura y los crímenes de guerra. Se entendió que proteger estos derechos es esencial para una sociedad justa. En el siglo XXI, la defensa de los derechos humanos sigue enfocándose en expandir las libertades económicas y políticas. El desarrollo de estos derechos muestra el compromiso global de proteger la dignidad de cada persona, buscando un mundo más justo y humano.

¿Qué son los derechos humanos?

Los derechos humanos son capacidades que todas las personas tienen desde que nacen. Son permanentes, no se pueden quitar, vender ni renunciar a ellos. Son para todos los seres humanos y promueven la igualdad, lo que significa que no son compatibles con sistemas que creen que un grupo de personas es superior a otro por su origen, etnia o clase social.

Los expertos han clasificado los derechos humanos de diferentes maneras. Una forma común es dividirlos en "derechos positivos" y "derechos negativos". Los derechos negativos, como el derecho a la intimidad o a no ser torturado, significan que otras personas o el gobierno no deben interferir en tu vida. Los derechos positivos, en cambio, requieren que el gobierno u otras entidades hagan algo para que se cumplan, como dar acceso a la educación o a la salud.

Otra clasificación muy conocida los organiza en "generaciones", según el momento histórico en que se hicieron más importantes. Algunos piensan que todos los derechos humanos son igual de importantes y están conectados entre sí, mientras que otros debaten si algunos son más prioritarios en ciertas situaciones.

¿Cómo surgieron los derechos humanos?

Los derechos humanos, que vienen de la idea de los derechos naturales, tienen una gran fuerza moral y cada vez más apoyo legal. Muchos países los reconocen en sus propias leyes y también en acuerdos internacionales. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un documento clave en los debates actuales sobre ética y política, y la idea de los derechos se ha vuelto parte de la forma de pensar de muchas sociedades. Sin embargo, siempre hay discusiones sobre su origen, su significado y si realmente se cumplen en todas partes.

Existe un debate importante sobre si los derechos humanos tienen un origen cultural específico. Generalmente se piensa que nacieron en la cultura occidental moderna. Sin embargo, algunas personas creen que todas las culturas tienen ideas sobre la dignidad humana que se parecen a los derechos humanos. Por ejemplo, mencionan la Carta de Mandén de 1222, que fue una declaración importante en el antiguo Imperio de Malí. Otros dicen que, aunque Occidente no inventó la idea, sí desarrolló una forma específica de organizarlos y discutirlos.

La Declaración de Viena de 1993, acordada por muchos países, dice que "todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí". Esto significa que son para todos, no se pueden separar y dependen unos de otros. La universalidad de los derechos humanos significa que deben ser aceptados y protegidos por todos los países, sin importar su sistema político o cultural. Sin embargo, esto puede ser complicado debido a las diferentes formas de ver el mundo en cada región.

Las teorías que defienden la universalidad de los derechos humanos a menudo se oponen al relativismo cultural, que dice que todas las culturas son válidas y que no se puede juzgar una cultura desde fuera. Entre estas dos ideas extremas hay muchas posiciones intermedias. Algunas declaraciones de derechos humanos de organizaciones regionales dan más importancia a ciertos derechos según su historia cultural. Por ejemplo, la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos de 1981 incluyó principios de la Declaración Universal y añadió otros importantes para África, como el derecho de autodeterminación.

La historia de los derechos humanos

Muchos expertos creen que la idea de los derechos humanos, tal como la conocemos hoy, no existió hasta la época moderna en Occidente. Antes, las normas de la comunidad eran más importantes que los derechos individuales. Las sociedades antiguas se organizaban en grupos como familias o gremios, y los derechos de una persona dependían de su posición en esos grupos. Fuera de esos grupos, no había derechos.

La idea de que las personas tienen derechos individuales, como los entendemos ahora, se debatió mucho en los siglos XVI, XVII y XVIII. Se suele decir que los derechos humanos son el resultado de que las personas empezaron a valorar más la individualidad, y que la idea de los derechos del hombre apareció durante la lucha de la burguesía contra el sistema del Antiguo Régimen (un sistema de gobierno antiguo).

Aunque esta es la idea más común, otros autores creen que los derechos humanos han existido de alguna forma a lo largo de la historia y tienen raíces en el mundo clásico.

Primeros pasos hacia los derechos humanos

Archivo:Cyrus Cylinder
Del Cilindro de Ciro se ha dicho que es una de las primeras declaraciones que se relacionan con los derechos humanos.

Uno de los documentos más antiguos que se ha relacionado con los derechos humanos es el Cilindro de Ciro. Contiene una declaración del rey persa Ciro el Grande después de conquistar Babilonia en el año 530 a.C. Fue descubierto en 1879 y la ONU lo tradujo a todos sus idiomas en 1971. Se ha valorado por su sentido humanista y algunos lo han llamado la primera declaración de derechos humanos. Sin embargo, muchos historiadores creen que el término "derechos humanos" no existía en ese momento.

Documentos medievales como la Carta Magna inglesa de 1215 y la Carta de Mandén de 1222 también se han asociado con los derechos humanos. Pero algunos expertos dicen que la Carta Magna no puede considerarse una declaración de derechos humanos porque en esa época los derechos solo existían entre personas iguales, no para todos. Lo mismo ocurría en el Imperio de Malí, donde la sociedad se organizaba por tribus. En todos estos casos, los derechos y libertades eran acuerdos entre el rey y ciertos grupos, no derechos para todas las personas.

La sociedad griega y romana

En la Antigua Grecia, no se desarrolló la idea de la dignidad humana individual frente a la comunidad. Se pensaba que las personas eran parte de la sociedad y que los objetivos de la sociedad eran más importantes. La sociedad griega se dividía en ciudadanos, extranjeros y esclavos. La esclavitud se consideraba algo natural.

Filósofos como Platón y Aristóteles se enfocaron en el concepto del bien común. Para Platón, el bien de la ciudad era más importante que el bien de cada persona. Aristóteles también creía que el ser humano era social y que el bien individual estaba subordinado al bien común. Además, su idea de justicia decía que "es tan justa la igualdad entre iguales como la desigualdad entre desiguales", lo que excluía a mujeres, extranjeros, obreros y esclavos.

Más tarde, en la época romana, filosofías como el estoicismo se extendieron. El estoicismo veía la razón humana como parte de una razón divina, lo que ayudó a pensar en el ser humano como parte de una familia universal, más allá de una sola ciudad.

La influencia del cristianismo

La filosofía estoica, que se extendió en la sociedad griega y romana, dio la idea de que todos somos ciudadanos del mundo. El cristianismo le dio un sentido más espiritual a esta idea, afirmando la igualdad y dignidad de hombres y mujeres como ciudadanos del Reino de Dios. Sin embargo, para los teólogos cristianos medievales, la igualdad espiritual era compatible con la desigualdad social.

El cristianismo, que viene de la religión judía, heredó la tradición de la justicia, especialmente la defensa de los pobres y oprimidos. Aunque en el pensamiento cristiano antiguo o medieval no se hablaba explícitamente de "derechos humanos", sí se reconocían exigencias de justicia. Por ejemplo, el Nuevo Testamento condena la injusticia, el robo y el egoísmo. El cristianismo mejoró gradualmente la situación de los esclavos, los hijos y las mujeres en el derecho romano.

Tomás de Aquino sentó las bases del orden jurídico medieval. Él dijo que, además de las leyes creadas por los hombres, existe un derecho natural que ninguna persona o gobierno puede ignorar. Tomás de Aquino también afirmó que, si había un conflicto entre el bien individual y el bien social en el mundo material, el bien común debía prevalecer. Pero si el conflicto afectaba la parte más íntima del ser humano o su salvación, entonces el bien de la persona era más importante que el de la sociedad.

La formación del concepto moderno

La idea del derecho subjetivo (la capacidad de una persona para reclamar algo como propio) fue adelantada en la Edad Media por Guillermo de Ockham. La Escuela de Salamanca en España, con pensadores como Francisco Suárez, definió el derecho como un poder moral sobre lo propio. Ellos dijeron que existen ciertos derechos naturales, como el derecho a la vida, a la propiedad y a la libertad de pensamiento. Este pensamiento se vio impulsado por el Descubrimiento de América y el debate sobre la naturaleza de los pueblos indígenas.

Durante la Revolución inglesa, la burguesía logró limitar el poder de los reyes y protegerse de sus abusos. La Ley de Hábeas corpus en 1679 y la Bill of Rights en 1689 establecieron principios que los monarcas no podían ignorar. Sin embargo, estos documentos reconocían derechos solo para los ciudadanos de Inglaterra, no para todos los seres humanos.

En los siglos XVII y XVIII, filósofos europeos como John Locke y Voltaire desarrollaron el concepto de derechos naturales. Para Locke, estos derechos no dependían de la ciudadanía ni de las leyes de un Estado, y no estaban limitados a un grupo étnico o religioso. La teoría del contrato social, desarrollada por Locke, Thomas Hobbes y Jean-Jacques Rousseau, dice que los derechos de las personas son naturales y que, en un estado inicial, todos los hombres tienen todos los derechos. Estas ideas se reflejaron en las declaraciones de derechos de finales del siglo XVIII.

Revoluciones y la inclusión de los derechos en las leyes

Archivo:Declaration of Human Rights
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, adoptada por la Asamblea Nacional francesa el 26 de agosto de 1789.

Las revoluciones estadounidense y francesa fueron momentos clave para el reconocimiento de los derechos humanos. La primera declaración de derechos del hombre de la época moderna fue la Declaración de Derechos de Virginia en 1776, que influyó en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano francesa de 1789. Estos documentos, basados en la idea de los derechos naturales, hicieron que los derechos individuales fueran el centro del sistema legal.

Aunque la expresión "derechos del hombre" se usó por primera vez en 1537, se popularizó a finales del siglo XVIII. Los revolucionarios franceses y estadounidenses creían que estos derechos eran inalienables y propios de la naturaleza humana. Decidieron incluirlos en declaraciones públicas para proteger el desarrollo de las personas frente al poder del gobierno. El Preámbulo de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano decía que "la ignorancia, la negligencia o el desprecio de los derechos humanos son las únicas causas de calamidades públicas y de la corrupción de los gobiernos".

Nuevas demandas y la importancia internacional de los derechos

La idea de los derechos humanos, basada en el individualismo y el liberalismo económico, no cambió mucho hasta el siglo XIX. Debido a las malas condiciones de vida de los trabajadores, surgieron movimientos que pedían nuevos derechos, como el derecho de huelga, condiciones de trabajo justas y la prohibición del trabajo infantil. En esta nueva etapa, fueron importantes la Revolución rusa y la Revolución mexicana.

Además de las luchas obreras, a lo largo de la historia moderna, los movimientos por el sufragio femenino lograron el derecho al voto para muchas mujeres. Los movimientos de liberación nacional consiguieron la independencia de las potencias coloniales, y triunfaron las demandas de minorías raciales o religiosas oprimidas, así como los movimientos por los derechos civiles.

El siglo XX se caracterizó por la inclusión de los derechos humanos en el derecho internacional. Después de la Segunda Guerra Mundial, el concepto de derechos humanos se hizo universal y muy importante en el ámbito legal internacional. El 10 de diciembre de 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como respuesta a los horrores de la guerra y para establecer las bases de un nuevo orden mundial.

Desde entonces, se han aprobado muchos acuerdos internacionales sobre derechos humanos, como la Convención Europea de Derechos Humanos de 1950 y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de 1966. Estos acuerdos han creado mecanismos para promover y proteger los derechos.

¿De dónde vienen los derechos humanos?

Muchos expertos han debatido sobre el origen de los derechos humanos. Algunos dicen que es imposible encontrar un origen único y claro porque los derechos cambian con el tiempo, son muy variados y a veces entran en conflicto entre sí. Para ellos, lo más importante no es su origen, sino cómo se ponen en práctica y se protegen. Sin embargo, muchos otros juristas y filósofos creen que entender su origen es muy importante.

Las diferentes teorías sobre el origen de los derechos humanos están influenciadas por la filosofía de cada época y por cómo se entiende al ser humano. Algunas teorías se centran en derechos específicos (como la libertad o la igualdad), otras ven los derechos humanos como la expresión de ciertos valores, y un tercer grupo los considera como límites para la actuación de los gobiernos o el mercado. Finalmente, algunas teorías dicen que los derechos humanos son una forma de organizar la conducta moral, que se desarrolla a través de la evolución social.

Dependiendo de cómo se entienda el derecho, los derechos humanos pueden verse como algo que viene de lo divino, de la naturaleza, de la razón, de la Historia o simplemente como un concepto creado por el hombre.

La idea de los derechos naturales

Las teorías que defienden la existencia del derecho natural dicen que hay un conjunto de normas jurídicas que existen antes de las leyes creadas por los hombres. Por lo tanto, cuando se escriben los derechos en las leyes, solo se están declarando derechos que ya existen. La Declaración Universal de los Derechos Humanos refleja esta idea al decir que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos".

Algunas teorías de los derechos naturales dicen que los derechos humanos se basan en aspectos biológicos, como la necesidad de la empatía y el altruismo para la supervivencia de la especie. Otras los basan en un orden moral natural que viene de preceptos religiosos, como los de la Biblia o el Corán. Desde el siglo XVII, ha ganado fuerza la idea de los derechos naturales basada solo en la razón, aunque todavía existen teorías religiosas.

La Doctrina Social de la Iglesia, por ejemplo, dice que el fundamento de los derechos humanos está en la ley natural, que es una norma que viene de Dios. Para la Iglesia Católica, los derechos humanos son objetivos (no dependen de la opinión de nadie) y también son sociales, lo que significa que existen derechos naturales para las personas como individuos y como miembros de grupos sociales como la familia o las naciones.

Uno de los pensadores más importantes sobre los derechos humanos fue John Locke. Él creía que todos los seres humanos tienen el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad solo por ser personas. Locke dijo que el gobierno tiene como objetivo principal proteger la propiedad, entendida en un sentido amplio como los intereses y aspiraciones humanas, y también como los bienes materiales. Para Locke, la propiedad es un derecho natural que viene del trabajo, y el gobierno no puede quitarla arbitrariamente.

Locke también defendió el principio de no agresión, que dice que "siendo todos iguales e independientes, nadie debe dañar a otro en su vida, salud, libertad o posesiones". Esto significa que cada persona es libre de hacer lo que quiera, siempre y cuando no use la violencia física o psicológica contra otra persona o su propiedad.

Otros filósofos, como Kant, dijeron que la libertad es el fundamento y el derecho más importante de los derechos humanos. En la segunda mitad del siglo XX, la idea del derecho natural resurgió con muchas teorías diferentes. Algunas dicen que los derechos humanos se basan en valores objetivos y universales, otras en la autonomía humana, y otras en un acuerdo entre las personas sobre necesidades comunes.

La idea de los derechos como leyes positivas

Las teorías que se oponen a la idea de los derechos naturales son las "positivistas". Ellas creen que las únicas normas que tienen valor legal son las leyes escritas (el derecho positivo). Para los positivistas, los derechos humanos son ideas morales, pero no tienen valor legal por sí mismos hasta que se incluyen en las leyes de un país. Las leyes son la expresión de la voluntad del pueblo y deben cumplirse.

La creciente aceptación del positivismo en el siglo XIX llevó a que los derechos humanos se incluyeran como "derechos fundamentales" en las constituciones de los países occidentales. Después de la Segunda Guerra Mundial y el ascenso de regímenes totalitarios, resurgió la idea de los derechos naturales, lo que llevó a los positivistas a aclarar sus conceptos.

Algunas teorías positivistas más recientes sí defienden los derechos humanos. Por ejemplo, la teoría dualista dice que los derechos humanos tienen un fundamento moral, pero también necesitan ser incluidos en las leyes para ser considerados derechos. Otra teoría, el "garantismo jurídico", dice que el Estado debe garantizar los derechos fundamentales, y que los derechos humanos son un tipo de estos derechos que se reconocen a todas las personas, sin importar su ciudadanía.

La visión realista de los derechos humanos

Las teorías realistas dicen que la inclusión de los derechos humanos en las leyes es importante, pero también lo son otras cosas para que sean efectivos. Creen que la forma en que las personas viven y se relacionan es lo que da significado a los derechos humanos. Critican las ideas abstractas de los derechos y dicen que no tienen en cuenta las condiciones económicas y sociales que afectan si las personas pueden disfrutar realmente de sus derechos.

En general, las teorías realistas se enfocan en:

  • Las condiciones políticas y económicas necesarias para que los derechos humanos se disfruten de verdad.
  • Los mecanismos legales para garantizar y proteger los derechos.
  • La conciencia colectiva de la sociedad sobre los derechos humanos.

Esta postura se relaciona mucho con el socialismo. Karl Marx criticó la idea burguesa de los derechos humanos, diciendo que eran protecciones legales para la clase propietaria. Marx afirmó que las condiciones materiales son las que determinan el alcance real de los derechos humanos, y que para que se cumplan de verdad, se necesita una verdadera emancipación política.

Otros pensadores, como Helio Gallardo, dicen que los derechos humanos se basan en las relaciones sociales y las experiencias entre las personas. Para Jürgen Habermas, los valores y derechos se fundamentan en un acuerdo racional alcanzado en condiciones ideales.

El utilitarismo y los derechos humanos

El utilitarismo es una filosofía que busca "la mayor felicidad para el mayor número de personas". Al principio, el utilitarismo se opuso a la idea de los derechos humanos como derechos naturales. Pensadores como Jeremy Bentham decían que los derechos, si existían, eran un producto social que se justificaba por su utilidad.

Sin embargo, más tarde, John Stuart Mill y otros intentaron apoyar los derechos humanos desde el utilitarismo. Para Mill, los derechos son reglas que ayudan a maximizar la felicidad. Pero también dijo que los derechos no son absolutos y que, en situaciones excepcionales, podrían no cumplirse si eso llevara a una mayor felicidad para la mayoría.

Esta idea ha sido criticada porque podría permitir que se violen los derechos de algunas personas para lograr la felicidad de la mayoría. Para responder a estas críticas, surgieron teorías como el "utilitarismo de normas", que no solo valora los efectos de un acto específico, sino los efectos de su generalización.

Aspectos legales e institucionales

Los derechos humanos tienen cada vez más fuerza legal, ya que se incluyen en las constituciones y en las leyes de los países. También son reconocidos en muchos tratados internacionales y se han creado organismos para defenderlos y promoverlos.

Además, muchos derechos humanos se consideran parte del derecho internacional consuetudinario (normas que se aceptan por la práctica de los países) y algunos incluso son normas de ius cogens (normas fundamentales que no pueden ser ignoradas), como la prohibición de la tortura o la detención arbitraria.

Derechos humanos y derechos constitucionales

Es importante no confundir los derechos humanos con los derechos constitucionales o fundamentales. Aunque los derechos humanos suelen estar incluidos en las constituciones, no siempre son lo mismo. Los derechos constitucionales son los que reconoce la constitución de un país, mientras que los derechos humanos son un concepto más amplio que pertenece a la Filosofía del derecho.

Para algunas teorías, los derechos humanos existen independientemente de si están reconocidos en una constitución. Para otros, como Luigi Ferrajoli, los derechos humanos son aquellos que se reconocen a todas las personas, sin importar su ciudadanía. Por ejemplo, el derecho al voto es un derecho constitucional para los ciudadanos de un país, pero no es un derecho humano si no se reconoce a todas las personas, sean de la condición que sean.

Clasificación de los derechos humanos

La propuesta de T.H. Marshall

En 1950, el británico Thomas Humphrey Marshall propuso que los derechos de los ciudadanos se componen de tres tipos:

  • Derechos civiles: Se desarrollaron desde finales del siglo XVII y durante el siglo XVIII. Incluyen la libertad personal, la libertad de expresión, la libertad de pensamiento y religiosa, el derecho de propiedad y el derecho a la justicia.
  • Derechos políticos: Se desarrollaron especialmente en el siglo XIX. Incluyen el derecho a participar en el gobierno y el derecho a votar.
  • Derechos sociales: Se desarrollaron en el siglo XX. Abarcan desde el derecho a la seguridad y a un bienestar económico mínimo hasta el derecho a compartir la herencia social y vivir una vida digna. Marshall señaló que los derechos sociales son fundamentales para poder disfrutar de los derechos civiles y políticos, ya que la pobreza y la falta de educación limitan la capacidad de beneficiarse de ellos.

Tres generaciones de derechos humanos

Tres generaciones de derechos humanos|derechos civiles y políticos|derechos económicos, sociales y culturales La división de los derechos humanos en tres generaciones fue propuesta por Karel Vašák en 1979. Cada generación se asocia con uno de los valores de la Revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad.

  • Derechos de primera generación: Son los derechos civiles y políticos, relacionados con la libertad. Se consideran derechos que exigen que el gobierno no interfiera en la vida privada de las personas.
  • Derechos de segunda generación: Son los derechos económicos, sociales y culturales, relacionados con la igualdad. Para que se cumplan, necesitan que el gobierno intervenga ofreciendo servicios públicos y prestaciones.
  • Derechos de tercera generación: Surgieron en los años 80 y se relacionan con la solidaridad. Afectan a la vida de todos a nivel mundial y requieren cooperación internacional. Incluyen derechos como el derecho a la paz, a la calidad de vida o la protección frente a la manipulación genética.

Aunque cada nueva generación ha sido criticada, la mayoría de los expertos aceptan las dos primeras. La tercera generación aún es objeto de debate por su falta de claridad y su difícil cumplimiento. Sin embargo, algunas teorías hablan incluso de cuatro o cinco generaciones de derechos humanos.

Acuerdos y convenciones de derechos humanos

Muchos acuerdos y convenciones sobre derechos humanos han sido adoptados por organizaciones como la Organización de las Naciones Unidas. Algunos países los han firmado y ratificado, otros solo los han firmado y otros no han hecho ninguna de las dos cosas.

Evento Fecha de adopción Fecha de entrada en vigor Número de países que lo ratificaron
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales 16 de diciembre de 1966 3 de enero de 1976 164
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos 16 de diciembre de 1966 23 de marzo de 1976 167
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial 21 de diciembre de 1965 4 de enero de 1969 167
Convención Internacional para la protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas 20 de diciembre de 2006 23 de diciembre de 2010 53
Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer 18 de diciembre de 1979 3 de septiembre de 1981 187
Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes 10 de diciembre de 1984 26 de junio de 1987 161
Convención sobre los Derechos del Niño 20 de noviembre de 1989 18 de enero de 2002 196
Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares 18 de diciembre de 1990 1 de julio de 2003 149
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad 13 de diciembre de 2006 3 de mayo de 2008. 173

Otras clasificaciones de derechos humanos

Algunos autores hablan de una cuarta generación de derechos humanos, aunque su contenido no está claro. A menudo incluyen derechos que antes estaban en la tercera generación, como el derecho a un medio ambiente sano o aspectos relacionados con la bioética. Otros dicen que la cuarta generación se refiere a los derechos humanos en relación con las nuevas tecnologías, como los derechos digitales:

  • El derecho a existir digitalmente
  • El derecho a la reputación digital
  • La estima digital
  • La libertad y responsabilidad digital
  • La privacidad virtual, el derecho al olvido, el derecho al anonimato
  • El derecho al big-reply
  • El derecho al domicilio digital
  • El derecho a la técnica, al update, al parche
  • El derecho a la paz cibernética y a la seguridad informática
  • El derecho al testamento digital

Otros señalan que la diferencia de esta cuarta generación es que, mientras las tres primeras se refieren al ser humano como miembro de la sociedad, los derechos de la cuarta se refieren al ser humano como especie.

Helio Gallardo propone cinco generaciones de derechos humanos, que se identifican con las demandas de diferentes grupos sociales:

  • Derechos civiles y políticos (pedidos por la burguesía).
  • Derechos económicos, sociales y culturales (de los movimientos obreros y antiesclavistas).
  • Derechos de los pueblos y grupos diferentes (incluyendo las luchas de descolonización y feministas).
  • Derechos ambientales (para las generaciones futuras).
  • Derechos relacionados con el control del cuerpo y la organización genética de uno mismo.

Derechos Humanos del siglo XXI: la Declaración Universal de Derechos Humanos Emergentes

La Declaración Universal de los Derechos Humanos Emergentes (DUDHE) surgió de un diálogo entre diferentes grupos de la sociedad civil, organizado por el Instituto de Derechos Humanos de Cataluña en 2004. Fue aprobada en 2007 en Monterrey, México.

Los derechos humanos emergentes representan una nueva forma de participación de la sociedad civil, dando voz a organizaciones y grupos que antes tenían poca influencia en la creación de leyes, como las ONG, los movimientos sociales y las ciudades. Esto busca responder a los desafíos sociales, políticos y tecnológicos de la globalización. La DUDHE no busca reemplazar la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, sino actualizarla y complementarla desde la perspectiva de la ciudadanía activa.

Nosotros, ciudadanas y ciudadanos del mundo, miembros de la sociedad civil comprometidos con los Derechos Humanos, formando parte de la comunidad política universal, reunidos en ocasión del Foro Universal de las Culturas en Barcelona 2004 y Monterrey 2007, e inspirados por los valores de respeto a la dignidad del ser humano, libertad, justicia, igualdad y solidaridad, y el derecho a una existencia que permita desarrollar estándares uniformes de bienestar y de calidad de vida para todos […]
Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos Emergentes

El derecho humano a la paz

Desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el concepto de paz ha evolucionado. Ahora se considera una paz "positiva y dinámica que incluye el respeto de los derechos humanos y el desarrollo completo de los pueblos", no solo la ausencia de violencia.

Con el tiempo, el concepto de paz ha incluido otros aspectos como la resolución de conflictos, el desarme, el desarrollo socioeconómico, los derechos humanos y los problemas ambientales. La paz ya no es solo el estado después de un conflicto. La paz "tiene un sentido positivo con un triple objetivo: satisfacer las necesidades básicas de todos, eliminar todo tipo de violencia y respetar todos los derechos humanos". Vivir en paz no solo significa no estar en guerra, sino también tener las necesidades básicas cubiertas, un desarrollo económico, social, político y cultural garantizado, respeto al medio ambiente y acceso a la justicia y la verdad. Por lo tanto, la paz es una consecuencia de que existan y se cumplan los otros Derechos Humanos.

Esta idea reciente implica que la paz es un derecho individual y también colectivo, ya que "las personas, los grupos, los pueblos y toda la humanidad tienen el derecho a una paz justa, sostenible y duradera", garantizada por los estados. Esto significa que la paz es un derecho de tercera generación o un derecho de la solidaridad. Los derechos de tercera generación son derechos colectivos que surgieron en los años 60 y que abordan temas que afectan a la sociedad en su conjunto, lo que implica la responsabilidad compartida.

Esta visión se concretó en España con la Declaración de Luarca del Derecho a la Paz en 2006. En su preámbulo, se menciona que la "paz no se limita a la estricta ausencia de conflicto armado". El texto dice que el derecho humano a la paz es un derecho propio, universal y para todas las generaciones. La paz es un derecho y una necesidad de las personas y los grupos. Se sitúa entre los derechos de la solidaridad, que son principalmente colectivos, pero también se basan en los derechos individuales.

La Declaración de Luarca reconoce los siguientes derechos:

  • Derecho a la educación para la paz y los derechos humanos.
  • Derecho a la seguridad humana y a vivir en un entorno seguro y sano.
  • Derecho al desarrollo y a un medio ambiente sostenible.
  • Derecho a la desobediencia y a la objeción de conciencia.
  • Derecho de resistencia contra la opresión.
  • Derecho al desarme.
  • Libertad de pensamiento, opinión, expresión, conciencia y religión.
  • Derecho al refugio.
  • Derecho a emigrar y a participar.
  • Derechos de las víctimas y de los grupos en situación de vulnerabilidad.

También establece obligaciones. Principalmente, los estados y la ONU son los responsables de garantizar el derecho humano a la paz. Los estados deben tomar medidas para construir y mantener la paz, y proteger a la humanidad de la guerra. La ONU debe fortalecerse para prevenir violaciones y proteger los derechos humanos, incluyendo el derecho a la paz.

Otras entidades han adoptado esta Declaración en sus ciudades. Actualmente, hay grupos de trabajo que buscan integrar el derecho a la paz en el derecho internacional.

El preámbulo de los dos Pactos Internacionales de Derechos Humanos ya dice que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana".

Actualmente, existen documentos internacionales que reconocen el derecho a la paz como un derecho humano, pero son resoluciones que no tienen poder legal. Por eso, el derecho a la paz no tiene protección legal ni se puede exigir su cumplimiento. Es urgente incluir el derecho humano a la paz en un tratado internacional que, una vez ratificado, tendría efectos en las leyes de los países. Hay tres formas de hacerlo:

  • En un protocolo adicional a un convenio existente.
  • En un nuevo pacto de derechos de tercera generación.
  • En una Declaración de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Estas opciones no son sencillas. Un nuevo pacto de derechos de tercera generación sería bueno porque estos derechos son principalmente colectivos. Sin embargo, el derecho a la paz también tiene una parte individual que no podría ser llevada a la justicia por esta vía. Una declaración tendría un gran impacto teórico, pero poco legal, ya que las declaraciones no obligan a los estados a cumplirlas. En este caso, una declaración sería un paso previo para que se incluya en un tratado internacional.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Human rights Facts for Kids

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Derechos humanos para Niños. Enciclopedia Kiddle.