Historia de la orfebrería para niños
La orfebrería es el arte de crear objetos con metales preciosos como el oro, la plata y el cobre. También se usan otros materiales como el marfil, conchas, piedras preciosas y vidrios. Estos materiales a menudo tenían un significado especial en las culturas antiguas. Por ejemplo, los antiguos egipcios creían que el oro era el metal de los dioses y lo usaban en objetos para honrarlos.
La historia de la orfebrería es muy antigua. Hay pruebas de que esta técnica se practicaba incluso en la prehistoria, durante el periodo Neolítico. En esa época, la gente ya elaboraba piezas de cobre, bronce y oro. El primer registro claro de orfebrería se encontró en la Necrópolis de Varna, en Bulgaria. Este hallazgo es del periodo Calcolítico e incluye brazaletes y collares.
Contenido
Orfebrería en la Prehistoria
Los primeros objetos de orfebrería que se han encontrado son piezas sencillas de cobre. Estas datan del final del periodo neolítico. Poco después, aparecieron objetos de oro, plata y bronce, marcando el inicio de la Edad de los Metales.
Los objetos que se hacían con estos materiales eran diademas (cintas para la cabeza), brazaletes gruesos y collares rígidos. También se creaban anillos y pendientes circulares. La decoración de estas piezas era geométrica, con líneas rectas, zigzags, dientes y círculos hechos a martillo.
En el antiguo Egipto, se han encontrado cuchillos de sílex con adornos de oro. Estos adornos tenían formas de flores y animales. También se hacían agujas, cuchillos y armas de cobre y bronce. Estas armas incluían flechas, espadas y hachas, con decoraciones geométricas en el mango.
Orfebrería en la Edad Antigua
Orfebrería en Oriente Próximo
Sabemos por escritos antiguos y relieves que los imperios de Asiria y Persia tenían muchas obras de orfebrería. Aunque pocos objetos preciosos han llegado hasta nosotros, sí se han encontrado más piezas de bronce. Los reyes asirios y persas usaban vajillas de oro y plata. También tenían joyas y adornos muy valiosos. Sus carruajes y monturas estaban cubiertos de oro y plata.
Entre las piezas importantes descubiertas en las ruinas de estas ciudades, destacan:
- Del imperio caldeo: Pequeñas estatuas de cobre en el Museo del Louvre.
- Del imperio asirio: Planchas de bronce con relieves de escenas de guerra. Estas adornaban las puertas del palacio de Asurnasirpal y se conocen como Puertas de Balawat. También se encontraron campanillas para caballos y vasos de bronce con figuras.
- Del imperio persa: Anillos, pendientes y otras joyas de bronce. Algunas tenían incrustaciones de oro.
Orfebrería en Egipto

La orfebrería egipcia es muy antigua, desde la época predinástica. Usaban mucho el oro para objetos valiosos. También lo usaban para cubrir piezas de bronce, piedra o madera. Las minas de cobre en la península del Sinaí se explotaron desde las primeras dinastías.
Las vasijas de uso diario en templos y palacios eran de oro. Tenían relieves y grabados de figuras. Se hicieron muchas estatuillas de oro, bronce dorado y marfil para honrar a dioses y personas importantes. Los tronos, muebles, brazaletes, collares y anillos se adornaban con piedras preciosas. Las puertas de los templos y los obeliscos se cubrían con láminas de oro. El bronce se usaba para objetos domésticos y estatuas, a veces con incrustaciones de oro y plata.
Entre los objetos más famosos de orfebrería egipcia, está la colección de joyas de la reina Ahhotep II. Se encuentra en el museo de El Cairo. Incluye diademas, collares, anillos, un pectoral y barcas de oro y plata con figuras. También se admiran los tesoros de otras princesas de la dinastía XII, con miles de joyas. Los egipcios usaban técnicas como el repujado (dar forma al metal golpeándolo por detrás), el cincelado (grabar con un cincel) y el granulado (decorar con pequeñas bolitas de metal).
La orfebrería hebrea probablemente recibió influencia de la egipcia. Esto se ve en los objetos que los israelitas crearon durante su tiempo en Egipto y su viaje por el desierto. Las obras de la época de Salomón tuvieron un estilo fenicio.
Orfebrería Fenicia
La orfebrería fenicia era de excelente calidad. Sus joyas eran muy solicitadas en todo el Mediterráneo. Su estilo combinaba tradiciones de Siria, Palestina y Egipto.
La joyería fenicia incluía pendientes, collares, anillos, brazaletes y amuletos. Usaban metales nobles, piedras preciosas y esmaltes para hacer piezas muy hermosas. Ejemplos se pueden ver en Sidón y en las tumbas reales de Chipre. Estas piezas no solo eran decorativas, sino que también tenían un profundo significado simbólico.
Los fenicios eran más comerciantes que artistas. Imitaban el estilo de otros pueblos de Oriente. Sus obras más famosas son las joyas del tesoro de Praeneste (Italia) y el tesoro de Curium (Chipre). Destaca una gran copa de plata dorada con relieves de figuras egipcias.
Para identificar sus obras, cada orfebre fenicio usaba un sello grabado en la pieza. Esto le daba autenticidad y aumentaba su valor. Estos símbolos cambiaron con el tiempo y dieron origen a los nudos celtas.
En la península ibérica, las joyas fenicias se atribuyen a los cartagineses. Muestran influencias egipcias, asirias y griegas. Sobresalen las diademas y pendientes de oro del Tesoro de Aliseda (Cáceres). También hay muchas joyas de Cádiz e Ibiza, encontradas en sus necrópolis cartaginesas. Estas incluyen collares, pendientes y anillos con gemas talladas.
Orfebrería Prehelénica
La civilización micénica destacó en la orfebrería. Se han encontrado copas de oro y plata con relieves. También joyas en Troya y Micenas. Estas joyas son principalmente collares y diademas de oro repujado con medallones colgantes.
Otras joyas de oro incluyen anillos, fíbulas (broches), grandes alfileres y brazaletes en espiral. También se hallaron placas con figuras de animales y máscaras funerarias. Se encontraron puñales de bronce con incrustaciones de oro y plata, que muestran escenas de caza. Muchas de estas piezas tienen una clara influencia caldea o asiria, quizás traída por los fenicios.
En Vafio, al sur de Grecia, se descubrieron dos tazas de oro con figuras repujadas. Se cree que son de la misma época y origen que las piezas micénicas.
Orfebrería Griega
Principales obras de orfebrería griega
Crimea: Joyas halladas en Kerch (antigua Panticapea). Pertenecieron a príncipes, pero fueron hechas por artistas griegos (siglos V y IV a. C.). Etruria: Diademas, collares, brazaletes y fíbulas encontradas en acrópolis etruscas (Museos del Vaticano y el Louvre). Boscoreale (Nápoles): Se descubrió un tesoro de más de cien piezas, la mayoría vasijas de plata repujada y cincelada. Se consideran de arte helenístico del siglo I (Museo del Louvre). |
La orfebrería en la Grecia alcanzó un nivel artístico muy alto. Además de las técnicas de repujado, cincelado y filigranado, los artistas griegos añadieron el granulado. Esta técnica consiste en decorar la superficie con pequeñas bolitas de oro. Sin embargo, los egipcios ya la practicaban mucho antes, en joyas de la dinastía XII.
En sepulcros griegos se han encontrado placas de oro o plata con figuras repujadas. Se cree que eran adornos para la ropa. También hay muchos objetos de bronce de estilo griego, como estatuas, amuletos, placas decoradas, espejos pulidos y fíbulas.
En cuanto a la orfebrería romana, no hay muchos objetos propios hasta la época del imperio. El arte romano de los primeros siglos del imperio conservó la tradición griega. Por eso, nos han llegado muchos objetos de bronce, plata y oro como jarrones, copas, anillos, fíbulas y brazaletes. Los objetos romanos de plata y oro se distinguen por tener marcas que indican el peso del metal.
En la Biblioteca Nacional de París se encuentra la famosa Pátera de Rennes. Es un plato de oro macizo con figuras cinceladas que representan el triunfo de Baco sobre Hércules. También hay dos jarrones de plata repujada de Bernay (Francia) con escenas de la guerra de Troya. Otro objeto importante es el disco romano conocido como Escudo de Escipión, de plata con figuras repujadas.
Orfebrería en la Edad Media
Orfebrería Paleocristiana
La orfebrería de la época de las Catacumbas era sencilla debido a la situación de los cristianos. Sin embargo, se conservan muchos anillos con piedras finas y símbolos cristianos. También hay medallas y vasos de vidrio dorado. Estos vasos, llamados aureográficos, tienen dos láminas de vidrio con una capa delgada de oro en medio, donde se pintaban o grababan figuras cristianas.
Entre las medallas, es famoso un medallón de bronce con los relieves de San Pedro y San Pablo. Se encontró en las Catacumbas de Domitila y se cree que es del siglo II. El vidrio aureográfico más notable por su dibujo está en la Cruz de Santa Elena. Esta cruz de plata dorada tiene 212 camafeos. El dibujo del vidrio representa a la emperatriz Gala Placidia y sus hijos.
Orfebrería Germánica
Los visigodos, un pueblo germánico, invadieron la Península Itálica en el año 410 y saquearon Roma. Luego se establecieron en el sur de la Galia y finalmente en Hispania. La orfebrería fue una de sus manifestaciones artísticas más importantes, al igual que para otros pueblos germánicos.
Las piezas visigodas son muy importantes en la orfebrería germánica. Muchos objetos se relacionaban con la vestimenta. Las piezas más representativas se exhiben en el Museo Arqueológico Nacional. Son similares a la orfebrería de los merovingios y ostrogodos.
Uno de los hallazgos más importantes es el Tesoro de Guarrazar, descubierto en 1858. Data de los siglos VII y VIII. Es el ejemplo más destacado de orfebrería visigoda en Europa, conocido por su riqueza y técnicas. El tesoro de Torredonjimeno, descubierto en 1926, es un conjunto similar con cruces, coronas y colgantes.
Estudios han confirmado que muchas piedras del Tesoro de Guarrazar son gemas naturales. Incluyen zafiros y granates de Sri Lanka, esmeraldas de Australia y perlas. El Tesoro de Torredonjimeno usa más vidrios, lo que indica una menor calidad de materiales.
Otra pieza clave es la Corona de Recesvinto, también conocida como Corona de Guarrazar. Es una obra maestra visigoda del siglo VII, hecha en honor al rey Recesvinto. Está hecha de oro y decorada con zafiros, amatistas y otras piedras. Tiene forma circular con cruces colgantes y la inscripción "Recesvintus Rex Offeret". Esta corona votiva era una ofrenda a la iglesia, mostrando poder real y devoción.
En resumen, las piezas visigodas eran ofrendas que representaban poder y fe. En España, la orfebrería germánica destaca por el uso de oro y piedras preciosas. Su inspiración bizantina les dio una extravagancia y complejidad técnica notables.
La Cruz de Lotario es una pieza importante en el Tesoro de la Catedral de Aquisgrán, Alemania. Es conocida por su diseño y su historia, que refleja el arte carolingio. Se cree que se creó en el siglo IX y se asocia con Lotario I, nieto de Carlomagno. Esta cruz es un símbolo religioso y también de la riqueza del Imperio Carolingio. Está hecha de oro y adornada con piedras preciosas y un intrincado trabajo en metal.
Orfebrería Bizantina
Desde el apogeo del arte bizantino con Justiniano I (527-565) hasta el siglo XI, la orfebrería cristiana en Occidente fue bizantina o de imitación. Incluso durante el arte románico (del XI al XIII), el bizantinismo influyó en las obras de metal. Las piezas más antiguas (siglos VI al X) suelen ser de oro con filigranas y engastes de piedras finas.
Algunas clasificaciones de estas obras son:
- Arte ostrogodo (siglo VI): Restos de una armadura de oro de Teodorico el Grande, en el Museo de Rávena.
- Arte longobardo (siglos VI al VII): Joyas del tesoro de la catedral de Monza, regaladas por la reina Teodelinda.
- Arte borgoñón primitivo (siglos V y VI): Un cofrecillo-relicario en la Abadía de San Mauricio (Suiza).
- Arte de los francos merovingios (siglos VI y VII): Cruces y objetos de culto atribuidos a San Eloy.
- Arte carolingio (siglos VIII al X): La corona imperial de Carlomagno con esmaltes y piedras.
- Arte visigodo (siglo VII): El famoso Tesoro de Guarrazar, con coronas y cruces votivas de oro.
- Arte español de tradición visigoda (siglos VIII al X): Cruces de madera cubiertas de oro y adornadas con piedras, como la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria en la catedral de Oviedo.
- Arte irlandés o celta cristiano: Objetos antiguos del Museo de Dublín.
- Arte italo-bizantino (siglos IX y X): Objetos de culto, como el Paliotto de Milán (en la iglesia de San Ambrosio). Es un frontal de altar cubierto de oro y plata con relieves, perlas y esmaltes.
Orfebrería Islámica
La orfebrería musulmana se distingue por su decoración de hojas y lacerías (diseños entrelazados). También por sus finísimas filigranas y hermosos damasquinados (incrustaciones de metales). A menudo tienen inscripciones en caracteres árabes. Este arte produjo cofrecillos, joyas (brazaletes, collares y zarcillos), adornos para armas y grandes lámparas.
Las piezas más antiguas de este arte en España son arquetas de madera cubiertas de plata repujada con esmaltes e inscripciones. La arqueta de la catedral de Gerona es la más antigua (año 976). También hay dos en la colegiata de San Isidoro de León.
Las joyas hispano-musulmanas que se conservan datan de los siglos XIV y XV. Se pueden ver en los museos de Granada y Madrid. Las armas con empuñaduras artísticas y damasquinados también son de esta época. Grandes lámparas y linternas de bronce con calados y adornos se admiran en el Museo de El Cairo y en el Nacional de España. La Lámpara de Orán, de Granada, es un ejemplo notable.
Del arte mudéjar (estilo español con influencia árabe) existen muchas piezas de bronce. Se distinguen por escudos heráldicos e inscripciones latinas o castellanas. Son notables las puertas de bronce llamadas del Perdón en la catedral de Córdoba (siglo XIV) y en las de Sevilla y Toledo.
También se encuentran piezas de cobre o bronce con forma de medallas. Llevan adornos árabes grabados o en relieve. Son colgantes que se usaban para adornar los jaeces de los caballos. La colección más notable está en Madrid.
Orfebrería Románica
La orfebrería cristiana de los siglos XI, XII y parte del XIII (época románica) se caracteriza por el uso de bronce dorado y esmaltado en obras grandes. Se usaban menos piedras preciosas, sustituyéndolas por el esmalte. También se usaba mucho el cincelado y las figuras en relieve.
De esta época se conservan tapas de libros litúrgicos, cálices, crucifijos, lampadarios y coronas luminosas. También frontales de altar y, sobre todo, cofrecillos y arquetas-relicarios. Estos suelen tener forma de casita con techo a dos aguas y nichos con relieves de imágenes. Su material común es madera cubierta de bronce o plata, dorados y adornados.
Algunas obras importantes son:
- Arte alemán: Grandes urnas de reliquias y frontales, como el Arca de los Santos Reyes de plata dorada.
- Arte francés: El cáliz de San Remigio en Reims, cubierto de oro y adornado con perlas.
- Arte irlandés: Varias arquetas y báculos con diseños entrelazados.
- Arte inglés: Joyas de la catedral de Gloucester, como un candelabro de bronce dorado con figuras humanas y monstruos.
- Arte italiano: Objetos religiosos de los Pisanos, en las catedrales de Milán, Venecia, Florencia, Siena y Pisa.
- Arte español: A menudo con influencias árabes. Destacan la Arqueta de San Isidoro de plata repujada. El cáliz de Doña Urraca en San Isidoro de León, hecho de ágata y oro. La Arca santa de Oviedo de plata repujada.
Orfebrería Gótica
La orfebrería gótica, desde el siglo XII hasta principios del XVI, se distingue de la románica por la mayor perfección de las figuras cinceladas. También por los adornos y arcos de estilo gótico. Las arquetas-relicarios a menudo tenían forma de capillas góticas. Desde mediados del siglo XV, los objetos se llenaron de detalles decorativos.
Entre los trabajos más notables que se conservan, destacan:
- De arte parisino: Relicarios de oro y plata con gran finura.
- De arte lemosín: Trabajos de cobre o bronce con esmaltes, como cruces, relicarios y báculos.
- De arte alemán: La corona del Emperador Enrique II el Santo. La caja-relicario de Aquisgrán.
- De arte italiano: Objetos religiosos de los orfebres-escultores, como el retablo de plata en el baptisterio de Florencia.
- De arte español: Combinó elementos europeos y árabes. Destacan las Tablas alfonsíes de plata y la corona atribuida a San Fernando en la catedral de Sevilla. El trono de plata del Rey Don Martín en la catedral de Barcelona. La cruz procesional de oro en la catedral de Gerona. La corona y el cetro de los Reyes Católicos en la Capilla Real de Granada.
Orfebrería en la Edad Moderna
Orfebrería del Renacimiento
En el siglo XVI, el arte de los escultores y orfebres italianos se extendió por Europa. Las obras de Benvenuto Cellini tuvieron mucha influencia. A finales del siglo XVII y durante el siglo XVIII, el estilo francés, muy lujoso, dominó. En el siglo XVIII, la ornamentación del estilo Luis XV se hizo muy popular. Hay muchísimos objetos religiosos y no religiosos de esta orfebrería.
En el siglo XVI sobresalen:
- Dos jarrones de plata atribuidos a Benvenuto Cellini en el palacio Durazzo de Génova.
- El rico portapaz de oro y lapislázuli en la catedral de Milán.
- Cofrecillos damasquinados de Milán y Venecia.
- Copas de ágata y lapislázuli con adornos de oro y esmaltes en el Museo del Prado (Madrid).
- Candelabros, lámparas, portapaces, cruces, ostensorios y cálices de plata en muchas iglesias.
- Armas y armaduras de acero con damasquinados, muy populares para torneos en la época de Carlos V.
En España, hubo talleres famosos en esta época en Burgos, León, Toledo, Sevilla y otras ciudades. Se desarrolló el estilo llamado plateresco. Con él se hicieron preciosas cruces procesionales y ricas custodias de plata, como las de Jaén y Zaragoza. También se hicieron figuras en busto que servían de relicarios.
Luego siguió el estilo clásico durante el reinado de los Felipes. A este estilo se deben las custodias de Ávila, Valladolid y Sevilla. También muchas otras piezas grandes de plata, como el frontal del altar de la catedral de Zamora. Después, el estilo barroco inspiró muebles y utensilios lujosos. Ejemplos son los grandes candeleros de plata de la catedral de Mallorca y las enormes lámparas en muchas iglesias.
También se construyeron muebles y utensilios de bronce con estilo renacentista, como:
- El facistol de coro y el tenebrario de la catedral de Sevilla.
- La reja de la capilla de Zaporta en la catedral de Zaragoza.
- El púlpito de la catedral de Santiago de Compostela.
- Las placas que cubren la puerta de los Leones en la catedral de Toledo.
Desde el siglo XIX, se han imitado los estilos medievales (bizantino y gótico) y los clásicos del renacimiento.
Galería de imágenes
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Altar de San Ambrosio de Milán, obra de Vuolvinus (c. 850)