Arte bizantino para niños

El arte bizantino fue un estilo artístico muy importante que se desarrolló en algunas partes del este de Europa y de Oriente Medio. Este arte surgió con el Imperio romano de Oriente y se extendió desde el siglo IV hasta el siglo XV. Aún hoy, la forma en que se representan figuras religiosas en este estilo sigue siendo una inspiración, especialmente en la iglesia ortodoxa rusa.
El arte bizantino comenzó cuando Constantino se convirtió en emperador de Oriente. Él ganó una batalla importante en el año 312 y convirtió a Constantinopla en una capital muy destacada. Desde ese momento, el cristianismo se volvió la religión principal del Imperio romano.
Los emperadores querían apoyar las prácticas religiosas, y esto fue clave para el nacimiento del arte bizantino. Al principio, usaron ideas del arte griego y romano, pero las adaptaron para sus nuevas necesidades.
Los primeros cristianos no usaban imágenes de la misma manera que otras religiones de la época. Creían que Dios no vivía en templos hechos por humanos. Por eso, se reunían en lugares llamados domus ecclesiae, que significa 'casa de la asamblea', para compartir enseñanzas y recordar momentos importantes de Jesús.
El arte bizantino estuvo muy conectado con el arte cristiano. En muchas iglesias bizantinas se pueden ver representaciones de personajes religiosos. Una característica importante de este arte es que las figuras se veían planas, sin mucha profundidad, a diferencia del realismo del arte romano.
Los artistas bizantinos embellecieron muchas cosas, desde mosaicos y esculturas de marfil hasta edificios impresionantes como la iglesia de la Santa Sabiduría en Constantinopla.
Contenido
Manifestaciones Artísticas Bizantinas
Arquitectura Bizantina
La arquitectura bizantina se distingue por el uso del arco de medio punto y por tener plantas en forma de cruz griega (con brazos iguales) o basilical (rectangular con naves). También es famosa por el uso de la cúpula (un techo en forma de media esfera) y por la lujosa decoración interior, a menudo cubierta con mosaicos.
Las construcciones más importantes fueron los palacios y las iglesias. Entre ellas destacan la iglesia de la Santa Sabiduría en Constantinopla y la iglesia de San Marcos en Venecia.
Mosaicos Bizantinos
Los mosaicos son la forma de arte más representativa del arte bizantino. En ellos, los artistas no buscaban el realismo. Querían mostrar la importancia espiritual de los personajes, representándolos de forma idealizada sobre un fondo dorado. Las figuras suelen ser rígidas, miran de frente y no tienen mucha profundidad ni volumen.
Orígenes y Desarrollo del Arte Bizantino
¿Cómo surgió el Imperio Bizantino?
En el año 323, Constantino el Grande decidió cambiar la capital del Imperio Romano a la ciudad griega de Bizancio, en el estrecho del Bósforo. Esta ciudad fue luego conocida como Constantinopla, que significa "ciudad de Constantino". Esta decisión tuvo un gran impacto. En solo seis años, se construyó una gran ciudad que se convirtió en una de las más ricas y brillantes de Europa durante toda la Edad Media. Al hacer esto, el emperador Constantino mostró la creciente importancia de las regiones orientales del imperio. La nueva capital también reflejaba los principios cristianos del estado romano, ya que estaba en una zona con muchos cristianos.
Constantino no podía saber que su decisión dividiría el imperio en dos partes: oriental y occidental. La parte occidental del Imperio Romano fue atacada por tribus germánicas como los godos y los vándalos, y finalmente desapareció a finales del siglo V. Sin embargo, el Imperio Romano de Oriente, conocido como Imperio Bizantino, sobrevivió a estos ataques y alcanzó su mayor poder y estabilidad durante el reinado de Justiniano I el Grande (527-565).
La división del Imperio Romano también llevó a una separación religiosa. Al principio, el obispo de Roma era el líder de la iglesia cristiana unida. Pero pronto, el patriarca de Constantinopla empezó a tener más influencia, y las diferencias en las creencias religiosas se hicieron más grandes. Esto llevó a la división de la iglesia en Occidente (catolicismo) y Oriente (ortodoxia).
En la Iglesia ortodoxa, el emperador bizantino era visto como un líder tanto de la Iglesia como del Estado. Esta idea se inspiró en antiguas tradiciones de Oriente Medio. Los emperadores bizantinos eran considerados líderes elegidos por una fuerza superior. Esta misma idea fue adoptada por los emperadores rusos, quienes querían continuar la tradición del Imperio Bizantino. Por estas razones, el arte cristiano se desarrolló de manera diferente en el Imperio Bizantino.
Influencias Artísticas
Como Bizancio era la parte oriental del Imperio romano, es natural que el arte bizantino tuviera una fuerte influencia romana, o clásica. Las personas adineradas en Bizancio seguían coleccionando y valorando obras de arte antiguas. El arte bizantino, aunque mantenía temas clásicos y religiosos, siempre encontraba nuevas formas de expresarse a lo largo de los siglos.
El arte bizantino se parecía más al arte griego que al romano, especialmente en su cercanía al naturalismo. Otra influencia importante vino de Antioquía, que aportó el estilo oriental. Esto se puede ver en las figuras del arte persa y de Asia Central, como los bordes decorativos, el árbol de la vida, cabezas de animales y criaturas con alas dobles, así como los retratos de frente que aparecen en el arte sirio.
Períodos del Arte Bizantino
Los historiadores del arte dividen el arte bizantino en varios períodos para entender mejor su evolución.
Arte Paleocristiano


Al principio, el arte cristiano en el Imperio Romano no tenía grandes diferencias entre Oriente y Occidente. Por eso, el arte cristiano que se desarrolló hasta el reinado de Justiniano I se considera parte del arte cristiano primitivo.
Debido a que el Imperio Romano no aceptaba a los cristianos al principio, los seguidores de esta fe practicaban en secreto durante los primeros tres siglos. Por eso, el arte cristiano más antiguo se encuentra en lugares ocultos como las catacumbas. La situación cambió en el siglo IV, cuando se aprobaron leyes que dieron libertad religiosa, como el Edicto de Milán, permitiendo a los cristianos practicar su fe en público.
Con el crecimiento del cristianismo, surgieron los primeros templos y obras de arte religioso. Los centros artísticos importantes fueron Roma, Constantinopla, Antioquía, Jerusalén y Alejandría. Más tarde, Milán y Ravena en Italia también se volvieron centros de arte. Ejemplos que aún se conservan son el arco de la Galería y la rotonda de Tesalónica del siglo IV, o el mausoleo de Gala Placidia en Ravena.
A partir del siglo III, las peregrinaciones (viajes a lugares sagrados) aumentaron, lo que llevó a la construcción de muchos templos y al desarrollo del arte de los mosaicos. Los mosaicos pasaron de decorar suelos a cubrir paredes y techos, simbolizando el mundo espiritual. También se crearon sarcófagos decorados y se desarrolló la escultura en relieve, especialmente en marfil. Sin embargo, las esculturas tridimensionales (estatuas) disminuyeron, ya que la iglesia no quería que se adoraran imágenes.
Período de Justiniano y Herácleo (Siglos VI-VII)
El primer gran momento del arte bizantino ocurrió durante el reinado de Justiniano I. En esta época, la vida en los monasterios floreció y se crearon muchos monumentos religiosos. Algunos ejemplos son el monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí, la Santa Sofía (que fue la basílica más grande de su tiempo), y la Iglesia de los Santos Apóstoles (donde se enterraba a los emperadores).
Para las construcciones se usaba principalmente mármol y ladrillo, y a veces se reutilizaban materiales de edificios antiguos. La escultura grande romana fue dando paso a un arte decorativo más pequeño. La escultura pequeña alcanzó un gran nivel. Los edificios bizantinos se decoraban con columnas, capiteles y estuco. La decoración en relieve mostraba plantas y animales. También se desarrollaron el tallado en madera y en marfil.

El siglo VI fue una época dorada para los libros y las ilustraciones bizantinas. Se crearon nuevos manuscritos y copias de obras antiguas. Los rollos fueron reemplazados por códices (libros con páginas). Había dos estilos de ilustración: uno más clásico y otro más oriental y monumental. Un ejemplo importante son los pergaminos púrpura y el Evangelio de Rabul y Rossan.
En el siglo V, se empezó a crear iconos, que son pinturas sobre tabla con un significado religioso profundo. Se basaron en la tradición de representar a los emperadores romanos y en la forma oriental de representar a los fallecidos. Los iconos más famosos de esta época se encuentran en el Monasterio de Santa Catalina de Alejandría.
También se desarrolló el mosaico, que representaba tanto temas religiosos como de la vida diaria. Los mosaicos religiosos eran muy importantes.
Las artes aplicadas (objetos decorativos y utilitarios) eran muy variadas. Un hallazgo importante de esa época fue un tesoro de cuencos de plata encontrado en Chipre. En el año 552, Bizancio comenzó a producir seda después de que unos monjes trajeran el secreto de China. La seda se usaba para cortinas, ropa y otros fines. Los diseños de las telas a menudo mostraban animales y escenas de caza, con influencias del arte persa.
En el siglo VII, el Imperio Bizantino se debilitó por batallas con persas y árabes, lo que limitó el dinero para el arte. Se dejaron de construir grandes edificios como los de Justiniano, y el arte se centró más en los mosaicos. Los mosaicos de esta época eran muy coloridos y brillantes, usando piedras, vidrio y esmalte. El mosaico de figuras más famoso de este período se encuentra en el Templo de San Demetrio en Tesalónica.
En este período, los líderes religiosos comenzaron a discutir y establecer reglas más precisas sobre cómo debían decorarse los templos y los iconos.
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Véase también
En inglés: Byzantine art Facts for Kids