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Romanización de Hispania para niños

Enciclopedia para niños

La romanización de Hispania fue el proceso por el cual la cultura de la Antigua Roma se estableció en la península ibérica mientras estuvo bajo el control romano.

Archivo:Jarra
Jarra de vidrio, museo de Valladolid. Los romanos impulsaron mucho el trabajo del vidrio soplado.

¿Qué fue la romanización de Hispania?

Archivo:Inscription in D. Diogo de Sousa Museum (26)
Inscripción dedicada al dios sanador Esculapio en Bracara Augusta (Braga, Portugal).

La romanización fue la forma en que las costumbres, la religión, las leyes y, en general, el estilo de vida de Roma se extendieron por las provincias de Hispania durante los siglos de dominio romano. La cultura hispanorromana se hizo más fuerte con la llegada de muchas personas de Italia y de otras partes del Imperio Romano. La civilización romana era muy avanzada y tenía formas efectivas de establecer su dominio, como:

  • La construcción de infraestructuras en los territorios bajo su control. Esto mejoró las comunicaciones y permitió que más gente viviera en esas zonas.
  • La mejora de las ciudades gracias a estas infraestructuras. También se crearon servicios públicos y lugares de ocio que no existían antes en la península, como acueductos, alcantarillado, termas, teatros, anfiteatros y circos.
  • La creación de nuevas ciudades para que vivieran los soldados retirados. También se formaron grandes propiedades agrícolas (latifundios) de familias ricas que venían de Roma o que eran de la península y adoptaron rápidamente las costumbres romanas.

¿Cómo eran los asentamientos romanos?

Las ciudades romanas

Aunque los romanos influyeron mucho en las ciudades que ya existían, sus mayores esfuerzos de construcción se centraron en las ciudades nuevas. Ejemplos importantes son Tarraco (hoy Tarragona), Augusta Emerita (hoy Mérida) e Itálica (cerca de Sevilla).

Archivo:Invasionromanahispania
Mapa de la conquista romana de Hispania con las ciudades principales fundadas por ellos.
     Conquista hasta el 210 a. C.      Hasta Octavio Augusto      Campaña de Agrippa

Las ciudades romanas, llamadas municipios o colonias, se diseñaban como "pequeñas versiones de la capital". La construcción de edificios públicos era supervisada por funcionarios o por los principales líderes de la ciudad.

Para construir algo con dinero público, se necesitaba la autorización del emperador. Las ciudades competían por construir más y mejor, y las personas más ricas de cada lugar ayudaban con sus propios fondos para que sus nombres fueran recordados.

Los urbanistas decidían cuánto espacio se necesitaba para las casas, plazas y templos, y también estudiaban la cantidad de agua necesaria y el ancho de las calles. En la construcción de las ciudades participaban soldados, campesinos y personas que trabajaban sin libertad.

Tarraco: La capital romana en Hispania

La ciudad romana de Tarraco comenzó como un campamento militar en el año 218 a.C. Fue establecido por los hermanos Cneo y Publio Cornelio Escipión durante la segunda guerra púnica. Por eso, el escritor Plinio el Viejo la llamó "obra de los Escipiones".

Desde el principio, Tarraco fue la capital de la provincia romana de Hispania Citerior. Hacia el año 45 a.C., Julio César le dio el estatus de colonia de ciudadanos romanos, y su nombre completo pasó a ser Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco.

Augusta Emerita: Una gran ciudad para los soldados

Augusta Emerita fue fundada en el año 25 a.C. por Publio Carisio, en nombre del emperador Octavio Augusto. Se creó para que vivieran allí los soldados retirados de las legiones V y X. Con el tiempo, se convirtió en una de las ciudades más importantes y grandes de Hispania, llegando a ocupar 120 hectáreas. Fue la capital de la provincia de Lusitania y un centro importante para la economía y la cultura.

Itálica: Cuna de emperadores

Itálica, cerca de la actual Santiponce (Sevilla), fue la primera ciudad puramente romana fundada en Hispania. Después de la segunda guerra púnica, Escipión el Africano repartió tierras entre los soldados romanos. Itálica nació como un hospital de campaña para los heridos de la batalla de Ilipa en el año 206 a.C., y luego se convirtió en un asentamiento para veteranos de guerra y, más tarde, en un municipio.

Durante la época de César Augusto, Itálica obtuvo el estatus de municipio y podía acuñar monedas. Su mayor esplendor fue durante los reinados de los emperadores Trajano y Adriano, quienes eran originarios de Itálica. Ellos le dieron mucho prestigio a la ciudad, la ampliaron y mejoraron su economía. Adriano mandó construir la "ciudad nueva" y cambió su estatus a colonia romana, copiando las instituciones de Roma. Fue entonces cuando se llamó Colonia Aelia Augusta Itálica, en honor al emperador.

Carthago Nova: Un puerto estratégico

Archivo:Teatro romano cartagena
Teatro romano de Cartagena en proceso de restauración.

Carthago Nova fue fundada alrededor del año 227 a.C. por el general cartaginés Asdrúbal el Bello con el nombre de Qart Hadasth ('Ciudad Nueva'). Estaba ubicada en un puerto natural grande, lo que permitía controlar las cercanas minas de plata.

El general romano Escipión el Africano la tomó en el año 209 a.C. durante la segunda guerra púnica para cortar el suministro de plata al general Aníbal.

En el año 44 a.C., la ciudad recibió el título de colonia. En el año 27 a.C., Augusto reorganizó Hispania, y Carthago Nova fue incluida en la nueva provincia Tarraconense. Durante el gobierno de Augusto, la ciudad tuvo un gran programa de urbanización, que incluyó la construcción de un impresionante Teatro romano, un edificio de culto imperial (augusteum) y un foro.

Más tarde, en tiempos del emperador Diocleciano, se convirtió en la capital de la provincia Carthaginensis.

Valentia Edetanorum: Cruce de caminos

Fundada por el cónsul romano Décimo Junio Bruto Galaico en una isla fluvial cerca del río Turius (actual Turia), Valentia Edetanorum estaba estratégicamente ubicada en un vado natural del río por donde pasaba la Vía Heraclea, que luego se conoció como Vía Augusta. Pronto obtuvo el rango de colonia. Las excavaciones han descubierto parte de su foro, la curia, un mercado de alimentos (macellum) y un ninfeo. También se han encontrado casas con mosaicos y murales.

Contaba con infraestructuras como un puerto fluvial, un acueducto, sistemas de distribución de agua y varias necrópolis alrededor de las vías. En la zona de la actual calle del Mar, se han encontrado restos del circo.

¿Qué obras militares construyeron los romanos?

Las obras militares fueron las primeras infraestructuras que los romanos construyeron en Hispania, debido a sus conflictos con los cartagineses durante la segunda guerra púnica.

Campamentos romanos

El campamento romano era clave en la estrategia militar. Podían ser temporales, para un propósito inmediato, o para que las tropas pasaran el invierno. También podían ser permanentes, para controlar una zona a largo plazo, y se construían con piedra. Muchos campamentos se convirtieron en centros de población estables, llegando a ser ciudades, como León.

Murallas de defensa

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Murallas romanas de Lucus Augusti (Lugo), construidas en el siglo IV y usadas hasta las guerras carlistas.

Una vez que se establecía una ciudad o un campamento permanente, era necesario construir fuertes murallas para defenderlos. Los romanos mejoraron las técnicas de construcción de murallas de los griegos. Durante los siglos II y I a.C., levantaron murallas importantes, usando una técnica de doble pared de bloques de piedra con un relleno interior de mortero y hormigón romano. El grosor podía variar de cuatro a diez metros. Después de un periodo de paz, las invasiones de pueblos germánicos hicieron que se volvieran a construir murallas.

Hoy en día, se pueden ver restos de murallas romanas en Zaragoza, Lugo, León, Tarragona, Astorga, Córdoba, Segóbriga y Barcelona.

¿Qué obras civiles importantes hicieron los romanos?

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Acueducto de Segovia, una de las mayores obras civiles romanas en Hispania.

La civilización romana es famosa por sus grandes infraestructuras. Fue la primera en dedicar un esfuerzo importante a estas obras civiles como base para el desarrollo de sus poblaciones y para mantener su control militar y económico. Las construcciones más destacadas son las calzadas, puentes y acueductos.

Las grandes infraestructuras

Estas infraestructuras eran vitales para el funcionamiento de las ciudades y su economía. Permitían el suministro de agua a través de los acueductos y de alimentos y bienes a través de la eficiente red de calzadas. Además, cualquier ciudad de tamaño medio tenía un sistema de alcantarillado para drenar las aguas residuales y la lluvia, evitando que se estancara en las calles.

Calzadas y vías: Caminos que unían el Imperio

Entre las infraestructuras civiles que los romanos construyeron intensamente en Hispania, destacan las calzadas romanas. Estas vías unían el territorio peninsular desde Cádiz hasta los Pirineos y desde Asturias hasta Murcia, cubriendo las costas mediterránea y atlántica. Por ellas circulaba un comercio en crecimiento, impulsado por la estabilidad política de la región durante varios siglos.

Las vías más importantes eran:

Archivo:Hispania roads
Principales vías romanas de Hispania.

Para indicar las distancias en estas vías, se colocaban los miliarios, que eran columnas o grandes piedras que marcaban la distancia desde el punto de origen en miles de pasos (millas).

Hoy en día, gran parte del recorrido de estas vías coincide con el trazado de las carreteras nacionales o autopistas actuales de España y Portugal, lo que demuestra lo acertado que fue el diseño romano.

También existían importantes vías fluviales, ya que los ríos eran navegables hasta ciudades como Sevilla, Córdoba o Zaragoza, porque en la Antigüedad los barcos eran más pequeños.

Puentes: Conectando orillas

Los puentes romanos eran un complemento esencial de las calzadas, permitiendo cruzar los ríos, que en la península ibérica pueden ser muy anchos. Los romanos respondieron a este desafío geográfico con construcciones que quizás sean las más duraderas y fiables. Aunque también construyeron muchos puentes de madera, hoy conocemos como "puente romano" a las construcciones de piedra.

Archivo:Centro Histórico, 16.9 -- 2023 -- Córdoba, España
Puente romano de Córdoba junto a la Mezquita-Catedral.

El puente romano típico tiene una plataforma sostenida por arcos de medio punto. Estos arcos se llaman "ojos". Los pilares en el agua tienen unas construcciones en forma de cuña llamadas tajamares para desviar la corriente.

Archivo:Maqueta construccion puente
Maqueta de la construcción de los pilares de un puente romano.

Sobre estos arcos se construye la plataforma por donde se circula. Este modelo de construcción fue tan exitoso que se usó hasta la Edad Media, y a veces es difícil saber si algunos puentes son realmente romanos o construcciones posteriores que siguieron el mismo diseño.

Acueductos: Agua para las ciudades

Una ciudad grande necesitaba un suministro constante de agua para miles de personas, a veces a varios kilómetros de distancia de las fuentes naturales. Para lograrlo, se construyeron los acueductos.

Archivo:Roman aqueduct Tarragona
Acueducto de las Ferreras en las afueras de la ciudad romana de Tarraco.

El acueducto romano era, en su mayor parte, subterráneo. Sin embargo, hoy conocemos como acueducto a las grandes construcciones elevadas que se hacían para superar obstáculos geográficos y mantener el flujo de agua. La elegancia y altura de estas construcciones las convierten en algunas de las obras de ingeniería civil más impresionantes de todos los tiempos.

Para construir un acueducto, primero se buscaba la fuente de agua, canalizando un cauce natural y dejando que la pendiente del terreno llevara el agua hasta un lago artificial (si era necesario, se construía una represa para almacenar agua). Esto aseguraba un suministro constante durante todo el año.

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Esquema de un sifón.

Desde este punto, el agua podía ser transportada por canales de piedra, tuberías de cerámica o de plomo. Las tuberías de plomo, más fáciles de manejar, se usaban más en la red de distribución urbana debido a su alto precio, y también en los sifones. En un sifón, se aprovecha la presión de la caída del agua para elevarla al otro lado, manteniendo la presión a costa de perder algo de caudal. Es una aplicación del principio de los vasos comunicantes.

Archivo:Maqueta acueducto segovia
Maqueta del acueducto de Segovia.

Así, el agua del lago artificial era transportada por un canal subterráneo hasta la ciudad, casi siempre aprovechando la pendiente del terreno. A veces se construían sifones, que permitían salvar un desnivel sin necesidad de construir los famosos puentes, pero manteniendo la presión del agua.

Destacan por su buen estado de conservación el acueducto de Segovia, la construcción romana más famosa de la península ibérica, seguido por el acueducto de Tarragona o «Pont del Diable», y los restos del acueducto de Mérida, conocido como el «Acueducto de los Milagros».

Las infraestructuras urbanas

Dentro de las ciudades, destacan las termas y los alcantarillados. También son importantes las construcciones para el ocio y la cultura, como los teatros, circos y anfiteatros.

Termas: Baños públicos y centros sociales

Archivo:Azaila - Termas
Esquema de una terma sobre los restos de las termas de Azaila (Teruel).

La cultura romana valoraba mucho la higiene personal. Las termas o baños públicos se convirtieron en lugares de reunión para personas de todas las clases sociales. Las autoridades fomentaban su uso, a veces pagando los gastos para que el acceso fuera gratuito. Aunque hombres y mujeres a veces compartían los mismos espacios, los horarios de baño eran diferentes: las mujeres iban por la mañana y los hombres al atardecer. Si había secciones separadas, la zona para mujeres se llamaba balnea.

Archivo:Piscina de las termas de Zaragoza
Piscina de las termas de Caesaraugusta.

En la península ibérica hay muchos restos de estos edificios. Destacan por su conservación las termas de Alange, cerca de Mérida, que hoy funcionan como un balneario de aguas medicinales.

Las termas romanas tenían una estructura definida por su función. El apodyterium era la entrada y el vestuario. Luego se pasaba al tepidarium, una sala templada, que a su vez llevaba al frigidarium (sala de agua fría) o al caldearium (sala de agua caliente). El caldearium se orientaba al sur para recibir más luz solar. Bajo el suelo de esta sala, pasaban tuberías con agua caliente. El frigidarium solía ser una piscina abierta de agua fría.

Generalmente, las termas estaban rodeadas de jardines y otros edificios con servicios para los visitantes, como gimnasios, bibliotecas o lugares de reunión. Todo esto para ofrecer un ambiente agradable. Las termas necesitaban mucho personal para funcionar, especialmente para calentar grandes cantidades de agua y atender a los visitantes.

Alcantarillado: Un sistema avanzado

Archivo:Asturica-Cloacas
Cloacas romanas de Asturica Augusta (León, España)

Los romanos entendieron que una ciudad necesitaba un sistema eficiente para eliminar los desechos y poder crecer. Por eso, construyeron sistemas de alcantarillado en todas las ciudades importantes, que en algunos casos siguen funcionando hoy. En Mérida, por ejemplo, el alcantarillado romano se usó hasta hace pocos años, y su trazado aún sirve para entender cómo era la antigua ciudad. En otras ciudades como León e Itálica, se conservan restos de estas infraestructuras, mostrando la perfección del sistema de drenaje para evitar inundaciones en las calles.

El teatro: Espectáculos y ceremonias

El teatro era una de las actividades de ocio favoritas de la población hispanorromana. Al igual que con otras edificaciones públicas, ninguna ciudad importante se quedaba sin uno. El teatro de Augusta Emerita, por ejemplo, fue construido casi al mismo tiempo que el resto de la ciudad. En total, se conservan restos de al menos trece teatros romanos en toda la Península.

Archivo:Teatro de Clunia 01
Teatro de Clunia.

El teatro romano no solo se usaba para comedias o dramas, sino que también era un lugar para celebraciones que honraban al emperador. Por lo tanto, era un espacio con un significado político, aunque a veces también albergaba representaciones culturales. La gran cantidad de teatros en Hispania se relaciona con la vida política de las ciudades, ya que todas aspiraban a tener su propio teatro. El teatro de Mérida es un gran ejemplo, con estatuas de Augusto y su familia.

Archivo:Ancient Roman theater in Cesaraugusta
Restos del antiguo teatro romano de Cesaraugusta, en la moderna Zaragoza. Construido con opus caementicium se puede apreciar una de sus vomitorias.

En los años noventa se descubrió el Teatro romano de Cartagena, quizás el mejor conservado de toda Hispania. Fue construido entre los años 5 y 1 a.C. y tenía capacidad para unos 6000 espectadores. Hoy está recuperado y conectado con el resto de la ciudad.

Un ejemplo de que el teatro romano era un edificio para celebraciones políticas se ve en el teatro de Itálica (Santiponce, Sevilla). Allí se encontró una inscripción que muestra cómo dos líderes locales dedicaron una mejora del teatro a la ciudad. En Roma, y también en Itálica, era común que los aspirantes a cargos públicos pagaran obras públicas para ganar apoyo.

Otros ejemplos incluyen el teatro de Baelo Claudia (Bolonia, Cádiz), una ciudad que tiene un imponente teatro romano dentro de sus murallas. Su gran tamaño en una ciudad con poca población sugiere que no solo era para los habitantes, sino para muchas personas de toda la región que asistían a las ceremonias civiles.

El teatro como edificio es único en muchos aspectos. Se compone de un graderío semicircular llamado cávea que rodea un espacio central para los coros (orchestra). Frente a este, está el escenario, rematado por la scaenae frons. Detrás del escenario, se encuentran las zonas para los actores (postcaenium). La entrada y salida de espectadores se realiza a través de túneles llamados vomitorios.

Sin duda, los teatros mejor conservados en la Península son los de Mérida y Cartagena. También los teatros de Itálica, Sagunto, Clunia, Caesaraugusta (hoy Zaragoza) y otros forman parte del tesoro arqueológico. Algunos de ellos incluso acogen festivales de teatro regularmente, por lo que aún cumplen la función para la que fueron construidos hace más de dos mil años.

Archivo:Merida Roman Theatre1
Teatro romano de Mérida.

Es importante mencionar que la reconstrucción del teatro de Sagunto, realizada entre 1983 y 1993, ha sido muy debatida. Una sentencia judicial incluso ordenó demoler el trabajo de reconstrucción, pero es poco probable que se ejecute, ya que podría dañar el teatro original.

Anfiteatros: Lugares de espectáculos públicos

Anfiteatro de Tarragona.

La cultura romana tenía valores diferentes a los actuales. Los espectáculos de lucha eran un gran atractivo de la vida urbana. Al principio, estas luchas tenían lugar en el circo, pero luego se empezaron a construir los anfiteatros, edificios de forma elíptica dedicados exclusivamente a estos espectáculos. El primer anfiteatro de piedra se construyó en Roma y luego se extendió a las principales ciudades del imperio. Bajo la arena del anfiteatro había un foso, donde se preparaban los participantes o permanecían encerrados hasta la hora del espectáculo. Este foso estaba cubierto por un techo de madera sobre el cual se desarrollaban las luchas. Alrededor de esta superficie de arena elíptica estaban los graderíos donde el público asistía a los juegos.

Archivo:Italica anfiteatro 01
Foso del anfiteatro de Itálica.

Sin duda, el Coliseo de Roma es el anfiteatro más conocido del mundo. En Hispania también se construyeron varios, cuyos restos aún se conservan, como los de Cartagena (en proceso de musealización), Itálica, Jerez, Tarragona o Mérida.

¿Cómo cambió la sociedad con la romanización?

La influencia romana se extendió por la Península Ibérica durante dos siglos, y los pueblos prerromanos eran muy diferentes según su ubicación. Las zonas que ya tenían contacto con la cultura griega se adaptaron fácilmente, mientras que los pueblos que se resistieron al dominio romano tardaron más en asimilar la cultura.

Archivo:Teatro romano Segobriga
Teatro romano de Segóbriga.

En este proceso, las culturas prerromanas perdieron su lengua y sus costumbres antiguas, excepto el idioma vasco, que sobrevivió en las laderas occidentales de los Pirineos donde la influencia romana no fue tan intensa. La cultura romana se expandía junto con los intereses comerciales de Roma, tardando más en llegar a los lugares menos importantes para la economía del Imperio.

Así, la costa mediterránea, habitada por pueblos como los íberos y turdetanos (que ya habían tenido contacto con el comercio griego y fenicio), adoptó el modo de vida romano con relativa rapidez. Las primeras ciudades romanas se fundaron en estos territorios, como Tarraco en el noreste o Itálica en el sur, durante el conflicto con Cartago. Desde allí, la cultura romana se expandió por las zonas cercanas. Otras ciudades ya existentes, como Qart Hadasht (actual Cartagena), se convirtieron en ciudades romanas.

Sin embargo, otros pueblos del interior, como los celtíberos, no estaban tan dispuestos a abandonar sus culturas. Esto se debió a su resistencia armada durante la conquista romana, con episodios como Numancia o la rebelión de Viriato. Esta resistencia al rechazo de las formas culturales romanas duró hasta la conquista efectiva del territorio por las legiones de Augusto en el año 19 a.C. A pesar de todo, la cultura celtíbera no sobrevivió al impacto cultural una vez que Roma se estableció definitivamente en sus territorios, y el centro de Hispania pasó a formar parte del Imperio.

La civilización romana era mucho más avanzada que la de los pueblos de la Hispania prerromana, lo que facilitó su adopción. Los romanos creían que su cultura era la mejor y llamaban "bárbaros" a otros pueblos, por lo que cualquier buena relación con Roma implicaba imitar su estilo de vida. Además, para las élites sociales de antes, no fue un sacrificio, sino una ventaja, convertirse en la nueva élite hispanorromana. Pasaron de un estilo de vida más sencillo a disfrutar de las comodidades de las nuevas ciudades y de la estabilidad política que traía el Imperio. Estas élites también ocuparon puestos de gobierno en las nuevas instituciones municipales y se unieron a los ejércitos romanos, donde podían avanzar en su carrera política y militar.

Roma impulsó la repoblación en Hispania, repartiendo tierras entre los soldados retirados de las legiones que habían participado en la guerra contra Cartago. Muchas familias de Italia también se establecieron en Hispania para aprovechar las riquezas de un territorio nuevo y fértil. De hecho, algunas ciudades hispanas tenían el estatus de "colonia", y sus habitantes tenían derecho a la ciudadanía romana. No es casualidad que tres emperadores romanos, Teodosio I, Trajano y Adriano, fueran de Hispania, así como escritores importantes como Quintiliano, Pomponio Mela, Columela, Marcial, Lucano y Séneca.

Archivo:Zoelas Bronce
El bronce de los zoelas, que muestra la renovación de un pacto de amistad entre dos grupos de la civitas Zoelarum.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Romanization of Hispania Facts for Kids

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