Décimo Junio Bruto Galaico para niños
Décimo Junio Bruto Galaico (nacido alrededor del 180 a. C. y fallecido en el 113 a. C.) fue un importante general y líder político de la Antigua Roma. Fue el abuelo de Marco Junio Bruto, una figura muy conocida en la historia romana. Décimo Junio Bruto Galaico dirigió a las tropas romanas en una campaña para conquistar el sur de lo que hoy es Galicia y el norte de Portugal, una región que más tarde se conocería como Gallaecia. También se le atribuye la fundación de la ciudad de Valencia.
Datos para niños Décimo Junio Bruto Galaico |
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Información personal | ||
Nombre en latín | Decimus Iunius Brutus Callaicus | |
Nacimiento | c. 181 a. C. Antigua Roma |
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Fallecimiento | 113 a. C. | |
Familia | ||
Familia | Junios Brutos | |
Padre | Marco Junio Bruto | |
Cónyuge | Clodia | |
Hijos | Décimo Junio Bruto | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político de la Antigua Roma y militar de la Antigua Roma | |
Cargos ocupados |
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Contenido
¿Quién fue Décimo Junio Bruto Galaico?
Décimo Junio Bruto Galaico fue hijo de Marco Junio Bruto, quien fue cónsul en el año 178 a. C. También fue hermano de Marco Junio Bruto, un experto en leyes. Vivió en la misma época que los Gracos, dos hermanos que intentaron hacer cambios importantes en Roma. Décimo Junio Bruto fue uno de los generales más destacados de su tiempo.
Fue elegido cónsul en el año 138 a. C. junto con Publio Cornelio Escipión Nasica Serapión. Se destacó por oponerse a los tribunos de la plebe, que eran representantes del pueblo. Por ejemplo, se negó a llevar al Senado una propuesta para comprar alimentos para la gente. Cuando los tribunos pidieron permiso para que diez personas no tuvieran que ir al ejército, él y su colega se negaron. Por esta razón, el tribuno Cayo Curiacio los mandó a prisión.
La campaña en Gallaecia
Después de su tiempo como cónsul, a Décimo Junio Bruto se le asignó la provincia de Hispania Ulterior (una parte de la península ibérica). En ese momento, la resistencia de los lusitanos, liderada por Viriato, había sido controlada por el general Quinto Servilio Cepión. Sin embargo, algunos grupos lusitanos seguían atacando. Bruto recibió la orden de encargarse de ellos.
El general romano estableció su base en el puerto de Olissipo (la actual Lisboa) y desde allí dirigió sus operaciones durante dos años. Repelió los ataques de los lusitanos, pero le resultaba difícil perseguirlos porque se movían muy rápido por los ríos Guadalquivir, Tajo, Duero y Lete (que probablemente era el Limia).
Para obligar a los lusitanos a defenderse, Bruto atacó sus ciudades y asentamientos. Destruyó muchas de sus ciudades, donde a menudo encontró mujeres luchando junto a los hombres. Solo perdonó a aquellos que le entregaron sus pertenencias.
El cruce del río Lete
Siguiendo la costa y llevando rehenes para su seguridad, Bruto llegó hasta el río Lete. Los romanos creían que este río era mítico y que hacía olvidar todo a quienes lo cruzaban. Sus soldados tuvieron miedo de cruzarlo. Para demostrarles que no pasaría nada, Bruto fue el primero en vadear el río con el estandarte en la mano. Desde la otra orilla, llamó a sus oficiales por sus nombres para mostrarles que no había olvidado nada y que podían seguir adelante con la campaña.
Más allá del Lete y del río Minius, se encontraron con los brácaros. Este pueblo les quitó las provisiones, pero Junio las recuperó y los derrotó, enfrentándose de nuevo a guerreros de ambos sexos. Poco después, sus soldados se asustaron al ver la puesta de sol, creyendo que el sol se apagaba en el mar. Esto, junto con la rebelión de algunas ciudades recién conquistadas, como Talabriga, hizo que Bruto tuviera que regresar.
Castigó duramente a Talabriga, exigiéndoles sus armas, a los soldados romanos que se habían unido a ellos y a los prisioneros. Finalmente, pidió que se entregaran los propios habitantes. Los rodeó con su ejército y les dio un discurso reprochándoles su deslealtad. Después, les permitió regresar a salvo, aunque sin sus bienes.
Batalla contra los galaicos
El historiador Orosio cuenta que, durante esta campaña, Bruto fue sorprendido por un gran grupo de 60.000 galaicos que venían a ayudar a los lusitanos. A pesar de ser muchos enemigos, se dice que Bruto derrotó a 50.000 de ellos y capturó a 6.000, mientras que el resto huyó. Estas cifras son muy grandes y es poco probable que fueran exactas, pero es posible que sí ocurriera una batalla más pequeña. En Roma se construyó un templo para celebrar una batalla que tuvo lugar el 9 de junio del año en que Bruto fue procónsul.
A los soldados romanos que participaron en estas victorias se les dieron tierras en la Ciudad de los Valientes, Valentia Edetanorum (la actual Valencia), que estaba cerca de la importante ciudad de Sagunto.
En medio de sus éxitos, Bruto fue llamado a la provincia de Hispania Citerior para ayudar a su pariente, Marco Emilio Lépido, contra los vacceos. Desde allí, regresó a Roma, donde celebró un gran triunfo en el año 136 a. C. por sus victorias sobre los lusitanos y galaicos. Para agradecer a los dioses, construyó un templo dedicado a Marte y Venus cerca del Circo Flaminio.
Acontecimientos posteriores
Con el dinero y los tesoros que obtuvo en Hispania, Bruto construyó templos y otros edificios públicos. El poeta y dramaturgo Lucio Accio escribió inscripciones en verso para estos edificios.
En el año 129 a. C., Décimo Junio Bruto sirvió con Cayo Sempronio Tuditano en una campaña contra los yápidas en Iliria. Gracias a su habilidad militar, logró una victoria para el cónsul y ayudó a recuperar las pérdidas que este había tenido al principio de la campaña.
En el año 113 a. C., fue nombrado procónsul de Lusitania junto con Cayo Mario, y juntos lograron importantes victorias contra los lusitanos.
Legado e influencia
Las crónicas del historiador Orosio cuentan la campaña de Bruto en Galicia. El poeta Ovidio describió así el encuentro:
por aquel tiempo Bruto tomó como sobrenombre el de su enemigo galaico y cubrió de sangre la tierra hispana.
El cruce del río Limia ha inspirado una fiesta de recreación histórica llamada la Festa do Esquecemento (Fiesta del Olvido).
Bruto apoyó al poeta Lucio Accio y, para su época, conocía muy bien la literatura griega y romana. También era un buen orador, es decir, hablaba muy bien en público.
Sabemos por Cicerón que era un buen augur, una persona que interpretaba las señales de los dioses. Cicerón también menciona a una Clodia en una carta, por lo que es muy probable que fuera la esposa de Bruto y la madre del cónsul del año 77 a. C.