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Jaguar para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
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Jaguar
Onça do Pantanal.jpg
Estado de conservación
Casi amenazado (NT)
Casi amenazado (UICN 3.1)
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Suborden: Feliformia
Familia: Felidae
Subfamilia: Pantherinae
Género: Panthera
Especie: Panthera onca
(Linnaeus, 1758)
Distribución
Distribución de Panthera onca. En rosa las zonas donde se ha extinguido, en rojo las zonas donde perdura.
Distribución de Panthera onca. En rosa las zonas donde se ha extinguido, en rojo las zonas donde perdura.
Subespecies

El jaguar (Panthera onca) es un carnívoro de la familia de los félidos. Es el único de los grandes felinos que vive en América. También es el félido más grande de América y el tercero del mundo, después del tigre y el león.

Su hogar actual se extiende desde el sur de Estados Unidos, pasando por gran parte de México, América Central y América del Sur, hasta el norte de Argentina. Vive principalmente en zonas tropicales, tanto secas como húmedas, y también en matorrales áridos. Come una gran variedad de alimentos, desde presas grandes hasta animales pequeños. En Estados Unidos, esta especie ha desaparecido casi por completo desde principios del siglo XX, excepto por algunas poblaciones en Arizona.

El jaguar se parece mucho al leopardo, pero es más grande y fuerte. Su comportamiento y hábitat son más parecidos a los del tigre. Aunque prefiere las selvas densas y húmedas, puede vivir en muchos tipos de bosques o áreas abiertas. Le gusta mucho el agua y, al igual que el tigre, es un félido al que le gusta nadar.

Es un animal solitario. Caza esperando a sus presas en emboscadas y aprovecha cualquier oportunidad. Es muy importante para mantener el equilibrio de los ecosistemas donde vive. Como es un superdepredador, controla las poblaciones de los animales que caza. Los jaguares adultos tienen una mordida muy potente, lo que les permite perforar los caparazones de reptiles como las tortugas.

El jaguar está clasificado como «especie casi amenazada» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y su número está disminuyendo. Las amenazas incluyen la pérdida y la división de su hábitat. Aunque está prohibido el comercio internacional de jaguares o sus partes, a menudo mueren por conflictos con ganaderos. A pesar de esto, su distribución geográfica sigue siendo amplia. A lo largo de la historia, ha tenido un lugar importante en la mitología de muchas culturas indígenas americanas, como los mayas y los aztecas.

Nombres del Jaguar

En los lugares donde vive, el jaguar tiene diferentes nombres en español, como jaguar, yaguar o yaguareté. También se le llama otorongo o tigre americano. Los mexicas lo llamaban ocelotl, aunque este nombre también se usaba para el ocelote.

En gran parte de Hispanoamérica, es común llamarlo «tigre», aunque se parece poco al tigre asiático. En las zonas cercanas a Brasil, también se usa el nombre en portugués: onça-pintada. En lenguas indígenas, se le llama balam en maya, nawel en mapuche, uturunku o unqa en quechua y namú en bribri.

Las palabras "yaguar" y "yaguareté" vienen del guaraní yaguar, que significa 'fiera', y eté, que significa 'verdadero'. Se cree que yaguá-eté significaba «fiera de verdad» o «auténtica fiera». Antes de 1492, los guaraníes usaban yaguá para referirse a los carnívoros. Pero cuando llegaron los perros de los europeos, yaguá pasó a significar 'perro'. Entonces, el jaguar se convirtió en el yaguá-eté, la fiera más peligrosa que conocían. De ahí viene el nombre "yaguareté", usado en Argentina y Paraguay, y la forma abreviada "yaguar" o "jaguar".

El nombre científico Panthera viene del latín y del griego πάνθηρ, que significa leopardo. Se dice que podría venir de παν- («todo») y θήρ («bestia»), o de una palabra sánscrita que significa «animal amarillento».

La palabra Onca viene del portugués onça. En España, se usa más para el leopardo de las nieves, y en Latinoamérica para el ocelote. Viene del latín lyncis, que significa lince.

Clasificación del Jaguar

 Pantherinae 

 Neofelis nebulosa - pantera nebulosa

 Neofelis diardi - pantera nebulosa de Borneo

 Panthera 

 Panthera tigris - tigre

 Panthera uncia - leopardo de las nieves

 Panthera leo - león

 Panthera onca

 Panthera pardus - leopardo

Árbol filogenético de la subfamilia Pantherinae.

El jaguar (Panthera onca) es el único miembro del género Panthera que vive actualmente en el Nuevo Mundo (América). Estudios de ADN muestran que el jaguar, el león, el tigre, el leopardo, el leopardo de las nieves y la pantera nebulosa comparten un ancestro común. Este grupo de felinos tiene entre 6 y 10 millones de años. Los fósiles indican que el género Panthera apareció hace entre 2 y 3.8 millones de años.

Los estudios han demostrado que la pantera nebulosa es la especie más antigua de este grupo. La posición de las otras especies varía en diferentes estudios y aún no está completamente definida.

Basándose en la forma de los animales, el zoólogo británico Reginald Pocock pensó que el pariente más cercano del jaguar era el leopardo. Sin embargo, las pruebas de ADN no son definitivas. Fósiles de especies extintas de Panthera, como el jaguar europeo y el león americano, tienen características tanto del león como del jaguar. El análisis del ADN mitocondrial del jaguar sugiere que su linaje se originó hace entre 280,000 y 510,000 años, lo que es más reciente de lo que indican los fósiles.

¿Cuántas subespecies de jaguar existen?

Archivo:Jaguar (Panthera onca palustris) male Three Brothers River 2
Aunque se han reconocido muchas subespecies de jaguar, investigaciones recientes sugieren que solo hay tres.

La última vez que se describieron las subespecies de jaguar fue en 1939 por Pocock. Él identificó ocho subespecies basándose en su origen geográfico y la forma de su cráneo. Sin embargo, no tenía suficientes ejemplares para estudiarlas a fondo y dudaba de algunas. A pesar de esto, la división de Pocock todavía se usa comúnmente.

Algunas de las subespecies reconocidas son:

También se reconocen dos subespecies extintas del Pleistoceno: Panthera onca augusta y Panthera onca mesembrina.

Estudios más recientes sugieren que solo deberían reconocerse tres subespecies: P. onca onca, P. onca hernandesii y P. onca paraguensis. Otros estudios genéticos no han encontrado pruebas claras para dividir al jaguar en subespecies. Han demostrado que hay una variación gradual de norte a sur, pero que las diferencias dentro de las supuestas subespecies son mayores que entre ellas. Esto significa que no hay un apoyo fuerte para la división en subespecies.

Características y Comportamiento del Jaguar

Archivo:Panthera onca palustris (4)
Cráneo de un ejemplar de yaguareté austral (Panthera onca palustris).

¿Cómo es el jaguar?

Archivo:Jaguar at Edinburgh Zoo
Su cabeza es robusta y sus mandíbulas extremadamente potentes. Su tamaño tiende a incrementarse cuanto más al sur se localicen.

El jaguar es el félido más grande de América. Es un animal fuerte y musculoso. Su peso suele estar entre 56 y 96 kilogramos, aunque se han registrado machos más grandes de hasta 160 kg. Las hembras son un 10-20% más pequeñas que los machos. Mide entre 162 y 183 cm de largo, y su cola puede añadir unos 75 cm más. Su altura hasta los hombros es de unos 67-76 cm. Tiene una cabeza grande con una mandíbula fuerte. Sus ojos son de color amarillo dorado a amarillo verdoso, y sus orejas son pequeñas y redondeadas.

El tamaño del jaguar varía según la región y el hábitat. Los jaguares del sur suelen ser más grandes. Por ejemplo, en la costa mexicana del Océano Pacífico, pesan entre 30 y 50 kg. En cambio, en la región brasileña del Pantanal, el peso promedio es de 100 kg, y los machos viejos pueden pesar 135 kg o más. Los jaguares que viven en bosques suelen ser más oscuros y pequeños que los que viven en áreas abiertas. Esto podría deberse a que hay menos presas grandes en los bosques.

Sus patas cortas y fuertes lo hacen muy hábil para escalar, arrastrarse y nadar. Su cabeza es robusta y su mandíbula es extremadamente potente. Se cree que tiene la mordida más fuerte de todos los félidos y la segunda más fuerte de todos los mamíferos (después de la hiena manchada). Esta fuerza le permite incluso perforar caparazones de tortugas.

Archivo:Black Jaguar (Panthera onca)
El melanismo es el resultado de un alelo dominante y un fenómeno relativamente habitual en esta especie.

Un jaguar adulto puede arrastrar un toro de 360 kilogramos ocho metros con sus mandíbulas. También puede romper los huesos más duros o arrastrar una tortuga marina de 34 kg más de 90 metros dentro de un bosque. Puede cazar animales salvajes de hasta 300 kg en una selva densa. Su cuerpo corto y robusto es perfecto para sus presas y su entorno.

Su pelaje es de color amarillo pálido a castaño rojizo. Está cubierto de manchas en forma de roseta que le ayudan a camuflarse en la selva. Las manchas varían en forma y tamaño. Las de la cabeza y el cuello suelen ser sólidas, al igual que las de la cola, donde pueden unirse para formar una banda. La parte de abajo de su cuerpo, el cuello y la parte exterior de las patas son blancos.

A veces, los jaguares tienen un exceso de pigmentación llamado melanismo. Esto es menos común que las manchas (ocurre en un 6% de la población) y es causado por un alelo dominante. Los jaguares con melanismo parecen completamente negros, pero si se miran de cerca, se pueden ver sus manchas. A estos jaguares se les llama informalmente «panteras negras», pero no son una especie diferente. Muy rara vez, también pueden nacer jaguares albinos, llamados «panteras blancas».

Aunque se parece mucho al leopardo, el jaguar es más robusto y pesado. Se pueden distinguir por sus manchas: las rosetas del jaguar son más grandes, menos numerosas, más oscuras y tienen líneas más gruesas y pequeñas manchas en el centro, que el leopardo no tiene. El jaguar también tiene una cabeza más redondeada y patas más cortas y fuertes que el leopardo.

¿Cómo se reproducen los jaguares?

Archivo:Jaguarpickingupcub08
Madre a punto de asir a una cría por el cuello.

Las hembras alcanzan la madurez para tener crías entre los 12 y 24 meses de edad. Los machos, entre los 24 y 36 meses. Se cree que en la naturaleza se aparean durante todo el año, pero nacen más crías en la estación lluviosa, cuando hay más comida. Las hembras muestran que están listas para aparearse con marcas de orina y haciendo más sonidos. Durante el cortejo, ambos se mueven por un territorio más grande de lo normal.

Las parejas se separan después del apareamiento, y las hembras cuidan solas a los cachorros. El embarazo dura entre 93 y 105 días. Las hembras suelen tener 2 crías, aunque pueden tener entre 1 y 4. La madre no permite que los machos se acerquen después del nacimiento de las crías.

Las crías nacen ciegas y sin poder defenderse, y dependen completamente de su madre. Empiezan a ver después de dos semanas. Dejan de mamar a los 3 meses, pero se quedan en la madriguera hasta los 5 o 6 meses. A esa edad, empiezan a salir para acompañar a la madre cuando caza. Se quedan con la madre durante 1 o 2 años antes de irse para buscar su propio territorio. Los machos jóvenes son nómadas al principio, y se enfrentan a jaguares más viejos hasta que consiguen un territorio. Se estima que viven unos 11-12 años en libertad. En cautiverio, pueden vivir hasta 25 años, y se ha registrado una hembra que vivió 32 años, siendo uno de los felinos más longevos.

¿Cómo se comportan los jaguares?

Como la mayoría de los félidos, el jaguar es un animal solitario (excepto la madre con sus crías). Los adultos solo se encuentran para el cortejo y el apareamiento. Generalmente, establecen un territorio grande y lo defienden. Los territorios de las hembras, que miden entre 25 y 40 km², pueden superponerse, pero los animales suelen evitarse. Los territorios de los machos son el doble de grandes y no se superponen. Usan sonidos, arañazos en los árboles, orina y heces para marcar su territorio.

Al igual que otros miembros del género Panthera, el jaguar puede rugir. Esto es gracias a su laringe especial y su unión al hueso hioides. El macho ruge más fuerte, y lo hace para advertir a otros machos sobre su territorio o para atraer hembras. Su rugido a menudo suena como una tos repetitiva. También pueden maullar y gruñir. Las peleas entre machos por las hembras son raras, y en la naturaleza suelen evitar los enfrentamientos. Cuando ocurren, suelen ser por conflictos territoriales.

A menudo se dice que es un animal nocturno, pero en realidad es más crepuscular (su mayor actividad es al amanecer y al atardecer). Ambos sexos cazan, pero los machos se mueven más que las hembras, ya que tienen territorios más grandes. Tienen ojos grandes que les dan visión binocular y una excelente visión en la oscuridad. Su olfato está muy desarrollado y pueden detectar el olor de sus presas a grandes distancias. Pueden cazar de día si hay presas disponibles. Es un félido bastante activo, pasando hasta el 50-60% de su tiempo en movimiento. Es difícil de observar y estudiar debido a su naturaleza evasiva y a lo inaccesible de su hábitat.

¿Qué comen los jaguares?

Archivo:Panthera onca at the Toronto Zoo 2
Tiene un mordisco excepcionalmente potente, incluso en relación con otros grandes félidos, lo que le permite perforar los caparazones de reptiles acorazados.

Como todos los félidos, el jaguar es un carnívoro estricto, lo que significa que solo come carne. Es un cazador solitario y oportunista, y su dieta incluye más de 80 especies diferentes. Prefiere presas grandes, como capibaras, tapires, pecaríes y a veces ciervos. También caza caimanes e incluso anacondas adultas. Pero también come casi cualquier animal pequeño que pueda atrapar, como ranas, agutíes, aves grandes, peces, puercoespines o tortugas. En algunas zonas, como Brasil y Venezuela, donde se cría ganado, algunos jaguares pueden especializarse en cazar animales domésticos.

Archivo:Obscured jaguar
Este félido caza generalmente tendiendo emboscadas.

El jaguar prefiere cazar en emboscadas en lugar de perseguir a sus presas. Se mueve sigilosamente por los caminos del bosque, escuchando y acechando antes de lanzarse sobre su presa. Ataca desde su escondite con un salto rápido, generalmente desde un punto donde la presa no lo ve. Su habilidad para emboscar es casi única en el mundo animal. La emboscada puede incluir saltar al agua para perseguir a la presa, ya que es un excelente nadador. Su fuerza es tal que puede cargar con cadáveres tan grandes como el de un novillo hasta lo alto de un árbol.

Se estima que un jaguar de 34 kg necesita 1.4 kilogramos de comida al día. Para animales en cautiverio de entre 50 y 60 kg, se recomiendan más de dos kilogramos de carne diarios. En la naturaleza, el consumo es más irregular. Los jaguares salvajes gastan mucha energía cazando y pueden comer hasta 25 kg de carne de una vez, y luego pasar periodos sin comer. A diferencia de otros grandes felinos, no hay registros de ataques sistemáticos a humanos. La mayoría de los pocos casos documentados de ataques a personas muestran que el animal atacante es viejo, tiene los dientes dañados o está herido.

El Jaguar en su Entorno

¿Dónde viven los jaguares?

Archivo:Jaguar in the Shade
El jaguar puede vivir en una amplia variedad de hábitats boscosos o abiertos, y está estrechamente asociado a la presencia de agua.
Archivo:Standing jaguar
Panthera onca.

Los fósiles muestran que el jaguar ha estado en América desde hace 2 millones de años, cuando cruzó el puente de Beringia durante el Pleistoceno. El ancestro directo de los jaguares modernos, Panthera onca augusta, era más grande que los actuales. Se han encontrado fósiles de jaguares de hasta 190 kg.

En el siglo XVIII y hasta mediados del XIX, su área de distribución se extendía desde el sur de Estados Unidos hasta el sur de Argentina. Sin embargo, no vivía en zonas frías o de alta montaña. El jaguar sobrevivió en el norte de la Patagonia argentina y el estrecho de Magallanes, Chile, hasta finales del siglo XIX, y desapareció del centro-sur de Chile en el siglo XVII.

Hoy en día, su distribución está muy dividida debido a la actividad humana. El jaguar ha perdido mucho terreno donde el ser humano ha transformado el paisaje. Actualmente (alrededor de 2015), el jaguar vive desde el sur de Arizona en el suroeste de Estados Unidos, a través de América Central, hasta el norte de Argentina, incluyendo gran parte de la Amazonia brasileña.

Los países donde aún hay jaguares salvajes son: Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Guayana Francesa, Guyana, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam y Venezuela. Ha desaparecido de El Salvador y Uruguay. Se encuentra en muchas reservas naturales, como la Reserva natural de Cockscomb en Belice o el parque nacional del Manú en Perú.

En Argentina, desde finales del siglo XX, el jaguar está casi exterminado. Sobreviven algunos ejemplares en las yungas de Salta, en El Impenetrable de Chaco y Formosa, y quizás en la selva paranaense de la provincia de Misiones. En 2015, se inició un plan para reintroducirlo en los Esteros del Iberá de la provincia de Corrientes. En agosto de 2022, nacieron crías de jaguar en estado silvestre en el Iberá, gracias a estos esfuerzos.

La presencia de jaguares en Estados Unidos se basa en avistamientos ocasionales en el suroeste, especialmente en Arizona, Nuevo México y Texas. A principios del siglo XX, se les podía ver tan al norte como el Gran Cañón. En 2004, se fotografiaron jaguares en el sur de Arizona. En 2009, se capturó un macho de unos 54 kg al que se le puso un collar de seguimiento y se liberó al suroeste de Tucson. Esta captura fue más al norte de lo esperado, lo que sugería una posible población reproductora. Sin embargo, este macho fue sacrificado en marzo de 2009 debido a una enfermedad. En 2011, se fotografió otro macho en condado de Cochise, Arizona, confirmando su presencia.

Organizaciones ecologistas creen que la construcción del muro fronterizo Estados Unidos-México podría afectar a las poblaciones de jaguares en Estados Unidos. Esto se debe a que reduciría el intercambio genético con las poblaciones mexicanas y evitaría que la especie se expanda hacia el norte.

El hábitat del jaguar incluye las selvas húmedas de Centro y Sudamérica, zonas húmedas y estacionalmente inundadas, y praderas secas. Prefiere los bosques densos. Ha perdido terreno más rápidamente en regiones más secas, como la pampa argentina o las praderas áridas de México y el suroeste de Estados Unidos. Está muy relacionado con el agua y a menudo prefiere vivir cerca de ríos, pantanos y selvas densas con mucha vegetación. Se han encontrado jaguares a altitudes de hasta 3800 metros, pero suelen evitar los bosques de montaña.

¿Qué papel juega el jaguar en la naturaleza?

El jaguar adulto es un superdepredador, lo que significa que está en la cima de la cadena trófica y no tiene depredadores naturales. También se le considera una «especie clave». Esto significa que ayuda a mantener la estructura de los ecosistemas forestales controlando las poblaciones de sus presas, como mamíferos herbívoros.

Es difícil saber exactamente el efecto que tienen especies como el jaguar en los ecosistemas. Para ello, habría que comparar datos de regiones donde no hay jaguares con sus hábitats actuales, controlando también los efectos de la actividad humana. Se cree que la población de presas de tamaño medio aumenta cuando no hay superdepredadores, lo que podría tener efectos negativos en el entorno. Sin embargo, algunos estudios han mostrado que las variaciones podrían ser naturales y que los aumentos de población de las presas podrían no ser tan importantes. Por lo tanto, no todos los científicos están de acuerdo en que el jaguar sea una especie clave.

El jaguar también afecta a otros depredadores. El jaguar y el puma, el segundo félido más grande de América, a menudo comparten territorios. Donde esto ocurre, el puma suele ser más pequeño de lo normal. El jaguar tiende a cazar presas más grandes, y el puma presas más pequeñas, lo que hace que el puma sea de menor tamaño. Sin embargo, esto puede ser una ventaja para el puma, ya que su capacidad para cazar presas más pequeñas le ayuda en entornos cambiados por los humanos. El puma tiene actualmente una distribución mucho más amplia.

Conservación del Jaguar

¿Cuál es el estado de la población de jaguares?

Las poblaciones de jaguares están disminuyendo. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo ha clasificado como «especie casi amenazada». Esto significa que podría estar en peligro de extinción en el futuro cercano. La pérdida de parte de su territorio, su casi desaparición en el norte y la división de las zonas restantes han contribuido a su estado actual. En los años 1960, hubo una disminución muy grande, con más de 15,000 pieles de jaguar sacadas de la Amazonia brasileña cada año. Gracias a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Salvaje Amenazadas (CITES) de 1973, el comercio de pieles disminuyó mucho.

Un estudio detallado mostró que el jaguar ha perdido el 37% de su distribución histórica, y se desconoce su situación en un 17% adicional. Un aspecto positivo es que la probabilidad de supervivencia a largo plazo se considera alta en el 70% de su distribución actual, especialmente en la cuenca del Amazonas y las regiones cercanas del Gran Chaco y el Pantanal.

¿Qué amenaza al jaguar?

Las principales amenazas para el jaguar son la deforestación de su hábitat, el aumento de la competencia por la comida con los humanos, la caza furtiva, los huracanes en el norte de su distribución y los conflictos con los ganaderos. Los ganaderos a menudo atacan a los jaguares en las zonas donde cazan ganado, ya que el ganado bovino puede convertirse en una parte importante de su dieta. Sin embargo, aunque la deforestación para crear pastos es un problema, la población de jaguares podría haber aumentado en algunas zonas de América del Sur al aprovechar esta nueva fuente de alimento. Esta tendencia a cazar ganado ha llevado a los dueños de ranchos a contratar cazadores especializados.

Archivo:Statuette Karajà MHNT.ETH.2011.17.85
Escena de caza de jaguares con perros – MHNT

El jaguar está incluido en el Apéndice I de la CITES, lo que prohíbe cualquier comercio internacional de esta especie o sus partes. Su caza está prohibida en Argentina, Belice, Colombia, Estados Unidos, Guayana Francesa, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Surinam y Venezuela. Su caza está restringida como «animales con problemas» en Brasil, Costa Rica, Guatemala, México y Perú. La caza deportiva todavía se permite en Bolivia. La especie no tiene protección legal en Ecuador y Guyana.

Los esfuerzos de conservación actuales se centran en educar a los criadores de ganado y promover el ecoturismo. El jaguar se considera una «especie paraguas». Esto significa que, al protegerlo a él, que tiene una distribución y necesidades de hábitat amplias, también se protegen muchas otras especies con distribuciones más pequeñas. Las organizaciones conservacionistas se enfocan en proporcionar un hábitat viable y conectado para el jaguar, con la idea de que otras especies también se beneficiarán.

Debido a lo inaccesible de gran parte de su hábitat (especialmente el Amazonas central), es difícil estimar el número total de jaguares. Los investigadores suelen concentrarse en biorregiones específicas. En 1991, se calculó que vivían entre 600 y 1000 ejemplares en Belice. En el parque nacional Kaa Iya de Bolivia, se contaron entre 3 y 4 ejemplares por cada 100 km². Un estudio en la Reserva de la Biosfera de Calakmul estimó una población de unos 500 ejemplares.

En el pasado, la conservación se hacía protegiendo zonas donde la población local de jaguares era estable o estaba creciendo. Estas zonas, llamadas «Unidades de Conservación de Jaguar», eran grandes áreas con unos 50 ejemplares. Sin embargo, algunos investigadores descubrieron que, para asegurar que los genes se mezclen lo suficiente y mantener la especie, es importante que las poblaciones de jaguares estén conectadas. Por eso, se han iniciado nuevos proyectos para conectar estas zonas protegidas.

Los principales problemas de conservación del jaguar vienen de las actividades humanas que afectan mucho a sus poblaciones. Entre las amenazas más importantes están la pérdida y fragmentación de hábitat. El jaguar es una especie grande que necesita grandes extensiones de tierra para mantener poblaciones saludables. Por eso, las áreas naturales protegidas son clave para su conservación. Sin embargo, pocas áreas protegidas son lo suficientemente grandes para mantener una población viable a largo plazo. Por lo tanto, es esencial tener corredores o manejar el paisaje cercano. Los esfuerzos para proteger al jaguar requieren fortalecer las áreas protegidas existentes, crear nuevas reservas y conservar al jaguar en las grandes áreas no protegidas donde todavía se encuentra. En Latinoamérica, la caza de animales domésticos por felinos salvajes, especialmente bovinos, lleva a los ganaderos a tomar medidas de control, incluso dentro de áreas protegidas.

Acciones para su conservación en México

El jaguar es una especie prioritaria para la conservación en México debido a su importancia ecológica y social. La Ley General de Vida Silvestre establece que las especies prioritarias son aquellas que necesitan atención especial por ser clave, emblemáticas o recuperables. Además, el jaguar está incluido en la norma mexicana de especies en peligro (NOM.059 ECOL 2001) y su caza está prohibida desde 1987. En los últimos años, se ha avanzado mucho en la conservación del jaguar en México.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Jaguar Facts for Kids

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Jaguar para Niños. Enciclopedia Kiddle.