Ofensiva del Norte para niños
Datos para niños Ofensiva del Norte |
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Guerra civil española Parte de guerra civil española |
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![]() Mapa de la Campaña del Norte
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Fecha | 31 de marzo-21 de octubre de 1937 | |||
Lugar | Franja norte: País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia y mar Cantábrico | |||
Resultado | Victoria decisiva sublevada | |||
Cambios territoriales | El frente del Norte pasa a control del bando sublevado | |||
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La Ofensiva del Norte fue una serie de batallas importantes que ocurrieron en la zona norte de España durante la Guerra civil española. Estas operaciones tuvieron lugar desde la primavera hasta el otoño de 1937. Enfrentaron a las fuerzas leales al gobierno de la República contra las fuerzas que se habían levantado en armas.
Las operaciones no fueron favorables para las fuerzas republicanas. Estaban divididas y su equipamiento era mucho menor que el de las fuerzas en el centro de España. Las fuerzas sublevadas, con el apoyo de tropas extranjeras, aprovecharon esta ventaja. Lograron una victoria que cambió el rumbo de la guerra. Con estas operaciones, las fuerzas sublevadas tomaron el control de Vizcaya, Cantabria y Asturias. Esta derrota republicana en el norte fue un paso importante hacia la caída de la República en 1939.
Contenido
¿Cómo era la situación antes de la ofensiva?
El frente en el norte de España había estado bastante tranquilo desde octubre de 1936. En ese momento, las fuerzas sublevadas habían conquistado Guipúzcoa. Esto cortó el acceso por tierra a Francia, lo cual fue un golpe duro para la República. En Asturias, las fuerzas sublevadas lograron abrir un camino hacia Oviedo. Así, terminaron el asedio que las milicias republicanas mantenían sobre la ciudad. Sin embargo, Oviedo seguía rodeada y en una situación difícil.
En ese momento, las fuerzas sublevadas en el norte no eran suficientes para conquistar toda la zona leal a la República. De igual forma, los republicanos del norte no tenían un ejército organizado para atacar los territorios de Castilla la Vieja o León.
Las fuerzas en el Norte
Las tropas republicanas en el norte estaban separadas por regiones. Había milicias de Asturias, Cantabria y el País Vasco. Estas últimas dependían del Gobierno provisional del País Vasco. A menudo, había más conflictos entre ellas que colaboración. Además, eran pocas y estaban mal armadas.
Poco a poco, estas milicias se fueron organizando mejor. Las milicias vascas formaron el Euzko Gudarostea. Este era el ejército creado por el Gobierno vasco para enfrentar a las fuerzas sublevadas. Lanzaron una ofensiva en Álava para intentar tomar Vitoria. Pero su avance se detuvo en Villarreal. A principios de marzo, las milicias asturianas atacaron Oviedo con fuerza, pero no tuvieron éxito. Estos fueron los combates más importantes antes de la primavera.
El plan de las fuerzas sublevadas
El 22 de marzo de 1937, después de varios intentos fallidos en Madrid, el general Franco presentó un nuevo plan. Madrid se convertiría en un frente defensivo. Los mayores esfuerzos se concentrarían en el frente del Norte. El general Mola, quien había sido clave en el levantamiento de julio de 1936, estaría a cargo.
Este plan significaba aceptar que Madrid no podía ser tomada de inmediato. También significaba que la guerra no terminaría rápidamente. Los territorios republicanos del norte eran muy atractivos. No solo estaban divididos y peor equipados, sino que también tenían recursos importantes. Contaban con el hierro del País Vasco y el carbón de Asturias. También tenían la industria del acero y química de Vizcaya.
¿Cómo se desarrolló la ofensiva?
La campaña comenzó el 31 de marzo con el avance de las fuerzas sublevadas en Vizcaya y el Bombardeo de Durango. Se esperaba que fuera una campaña rápida contra unas fuerzas republicanas que se creían desorganizadas. Las operaciones se dividieron en tres fases principales:
Bloqueo marítimo en el Cantábrico
Desde que las fuerzas sublevadas tomaron Irún en septiembre de 1936, la única forma de comunicación para la zona norte republicana era por mar. Las fuerzas sublevadas, aunque tenían una flota más pequeña, bloquearon el Mar Cantábrico. La flota republicana era más grande, pero estaba mal organizada y concentrada en el Mediterráneo.
La pequeña pero poderosa flota sublevada incluía el acorazado España, los cruceros Canarias y Almirante Cervera, y el destructor Velasco. Por otro lado, la Marina de Guerra Auxiliar de Euskadi se formó con pesqueros adaptados. Aunque sus barcos eran ligeros, su valentía era notable.
En marzo de 1937, ocurrió la Batalla del Cabo Machichaco. Pequeños pesqueros vascos se enfrentaron a la flota sublevada para proteger un barco mercante que llevaba material de guerra a Bilbao. Fue como la historia de David contra Goliat. Aunque hubo pocos combates grandes en el Cantábrico, el bloqueo naval no era perfecto. Barcos mercantes británicos lograron cruzar las supuestas zonas minadas. Sin embargo, las minas sí eran peligrosas, como se vio con el hundimiento del acorazado España el 30 de abril de 1937.
Con la caída de Bilbao, el bloqueo marítimo se hizo más estricto. La superioridad aérea y naval de las fuerzas sublevadas hizo casi imposible la evacuación de Santander y Asturias.
Operaciones en tierra
La campaña terrestre se dividió en tres etapas:
- Ofensiva de Vizcaya (31 de marzo - 1 de julio): Las operaciones para conquistar la provincia y la capital, Bilbao, comenzaron a principios de abril. Bilbao era un centro industrial muy importante. El general Mola, principal estratega, falleció el 3 de junio en un accidente de avión. Sin embargo, esto no detuvo las operaciones. El 19 de junio, Bilbao cayó después de una larga lucha. La conquista de la provincia siguió en los días siguientes. Se planeaba continuar la ofensiva hacia Santander, pero una ofensiva republicana en Brunete detuvo las operaciones en el Norte.
- Batalla de Santander (14 de agosto - 2 de septiembre): Después del fracaso republicano en Brunete, las operaciones en la provincia de Santander comenzaron el 14 de agosto. En solo cuatro días, las defensas republicanas cayeron. El 26 de agosto, las fuerzas sublevadas y las tropas italianas llegaron a la capital. Lograron una victoria decisiva en pocas semanas.
- Ofensiva de Asturias (1 de septiembre - 21 de octubre): Antes de que terminaran las operaciones en Santander, algunas unidades sublevadas ya habían entrado en Asturias. Se esperaba que la conquista fuera fácil. Sin embargo, las fuerzas republicanas ofrecieron una fuerte resistencia, aprovechando el terreno montañoso. Esto dio lugar a la Batalla de El Mazuco. La esperanza republicana era resistir hasta el invierno para detener las operaciones. Pero a mediados de octubre, era claro que Asturias caería pronto. El 21 de octubre, las tropas sublevadas ocuparon los últimos puntos de resistencia en Avilés y Gijón. Con esto, la campaña en el Norte terminó.
¿Qué consecuencias tuvo la ofensiva?
Después de esta larga campaña, las fuerzas sublevadas controlaban las minas de carbón de Asturias y las industrias de Bilbao. Lo más importante es que tenían casi todas las fábricas de armamento de España. Aunque la producción era pequeña comparada con otros países, era vital para el esfuerzo de guerra.
Las fuerzas sublevadas también conquistaron 18.500 kilómetros cuadrados de territorio. Esto les dio control sobre un millón y medio más de habitantes. Muchos de ellos fueron enviados a campos, trabajaron en la industria o fueron movilizados como "tropas de reserva". Ahora controlaban el 36% de la producción industrial española, el 60% del carbón y casi toda la producción de acero.
La guerra en el norte mostró la gran superioridad de las fuerzas sublevadas en armamento aéreo y artillería. La participación de la Legión Cóndor alemana fue muy importante. Sin embargo, la victoria de las fuerzas sublevadas no se explica solo por su superioridad técnica. Las fuerzas republicanas estaban divididas en casi tres "estados" independientes, cada uno con sus propias ideas y su propio ejército. Esto las debilitó mucho.
El apoyo aéreo a los republicanos en el País Vasco fue débil al principio. Aunque en junio de 1937 tuvieron más aviones, estos estaban muy usados. Además, los aeródromos disponibles estaban lejos, y los aviones republicanos eran superados en número por los aviones alemanes e italianos.
El general Llano de la Encomienda, quien debía dirigir a todas las fuerzas republicanas, nunca logró unificar a las tropas vascas, cántabras y asturianas. Su sucesor, Gamir Ulibarri, tampoco lo consiguió. También había una sensación de derrota entre los republicanos.
La victoria de las fuerzas sublevadas permitió que su flota se trasladara al Mediterráneo. Además, 65.000 hombres de su Ejército del Norte quedaron libres para ir al frente del sur. El Ejército del Norte republicano perdió 33.000 hombres, y otros 100.000 fueron capturados. Las fuerzas sublevadas tuvieron 10.000 bajas.
Aunque el frente del Norte desapareció, miles de hombres republicanos se quedaron en las montañas de Asturias y León hasta marzo de 1938. Se negaron a rendirse, lo que impidió otras ofensivas de las fuerzas sublevadas. La actividad de estos grupos fue tan intensa que muchas tropas tuvieron que quedarse en la zona.
Véase también
En inglés: War in the North Facts for Kids