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Antonio Palacios para niños

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Datos para niños
Antonio Palacios
Antonio Palacios 1917.jpg
Información personal
Nacimiento 8 de enero de 1874
Porriño (España)
Fallecimiento 27 de octubre de 1945
Aravaca (España)
Sepultura Cementerio municipal de Porriño
Nacionalidad Española
Educación
Educado en
  • Universidad Politécnica de Madrid
  • Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid
Alumno de Ricardo Velázquez Bosco
Información profesional
Ocupación Arquitecto y urbanista
Miembro de Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Antonio Palacios Ramilo (nacido en Porriño, España, el 8 de enero de 1874 y fallecido en Aravaca, España, el 27 de octubre de 1945) fue un arquitecto y urbanista español muy importante.

A lo largo de su carrera, Antonio Palacios diseñó muchos edificios en Madrid y en Galicia. También realizó algunas obras más pequeñas en otras ciudades de España. Aunque vivió en Madrid y allí creó sus obras más famosas, siempre mantuvo un fuerte lazo con su tierra natal, Galicia. Sus diseños más destacados se realizaron entre 1910 y 1926. Además de arquitecto, fue profesor de dibujo y de proyectos arquitectónicos en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid durante los cursos 1914-1915 y 1915-1916.

Antonio Palacios fue el encargado de diseñar el interior de las primeras estaciones del Metro de Madrid. También creó los accesos y la estética de las primeras líneas, incluyendo su conocido logotipo en forma de rombo. Hoy en día, debido a las muchas remodelaciones del metro, quedan pocos de sus diseños originales, salvo en algunas entradas del centro de la ciudad. Trabajó mucho con el ingeniero Joaquín Otamendi Machimbarrena, quien fue su compañero de estudios. Juntos, transformaron Madrid en una ciudad moderna. Palacios también propuso planes para mejorar la capital y las ciudades importantes de Galicia.

Su estilo arquitectónico comenzó con influencias del Sezessionsstil de Viena. Luego, evolucionó hacia un estilo más regionalista, pero siempre manteniendo raíces españolas de estilos como el plateresco y el manuelino. También tuvo fuertes influencias del expresionismo. Siempre se preocupó por cómo se veía la piedra en las fachadas de sus edificios, demostrando ser un experto en el trabajo de la piedra. Muchas de sus obras han sido restauradas y ahora tienen nuevas funciones. Por ejemplo, el Palacio de Cibeles (antes Palacio de Comunicaciones) es ahora el Ayuntamiento de Madrid. El Hospital de Maudes es una consejería de la Comunidad de Madrid, y la Casa de las Cariátides es la sede principal del Instituto Cervantes.

Antonio Palacios dedicó su vida a su trabajo. Su carrera se divide en tres etapas, marcadas por momentos importantes en su vida. La primera etapa, de 1900 a 1917, fue de estrecha colaboración con Otamendi. A partir de 1917, Palacios trabajó solo, y sus diseños se hicieron más monumentales. Desde 1936 hasta su muerte, vivió un periodo de aislamiento, creando diseños más imaginativos. Su obra fue muy popular hasta 1926, cuando construyó el Edificio del Círculo de Bellas Artes. Después de eso, su fama fue disminuyendo. Parece que se desilusionó con las obras monumentales y públicas. Falleció en una casa sencilla que él mismo diseñó, en El Plantío, cerca de Madrid.

Biografía de Antonio Palacios

Antonio Palacios desarrolló su carrera como arquitecto durante unas cuatro décadas, a principios del siglo XX. Sus obras se pueden ver en las calles más importantes de Madrid, en las provincias gallegas y en otras ciudades de España. Tuvo éxito y reconocimiento muy pronto. Su primera gran obra fue el Palacio de Comunicaciones, que ganó en un concurso público. La vida de Palacios coincidió con un periodo de crecimiento y cambio en Madrid, que pasó de ser una corte a una gran ciudad. Surgieron nuevos transportes, nuevos tipos de trabajo como las oficinas y nuevas formas de comprar en grandes almacenes. Todo esto necesitaba una nueva forma de ver la arquitectura. Palacios fue un seguidor de la Escuela de Chicago desde el principio y supo combinar su estilo con la corriente regionalista de la arquitectura española de principios del siglo XX.

La carrera de Palacios se dio en un momento de transición, transformación y búsqueda de una identidad arquitectónica para España. Su época de mayor éxito coincidió con la generación del 98 en la literatura española. En comparación con arquitectos extranjeros, se sitúa entre los grandes maestros del movimiento moderno. Era diez años mayor que Ludwig Mies van der Rohe y Le Corbusier, y siete años más joven que Frank Lloyd Wright.

Infancia y sus estudios

Antonio Palacios nació en Porriño, provincia de Pontevedra, el 8 de enero de 1874. Fue el menor de siete hermanos. Porriño era un pueblo de unos 2000 habitantes, conocido por sus canteras de piedra. Su padre, Isidro Palacios García y Teruel, era de Madrid y trabajaba en obras públicas. Su madre, Jesusa Ramilo y Nieves, era de Porriño y su familia tenía canteras de granito, lo que les daba una buena situación económica. Antonio pasó su infancia entre Porriño y el norte de Portugal, ya que su padre trabajaba allí en el ferrocarril. Esta experiencia temprana, rodeado de planos, herramientas, hierro y granito, dibujando puentes y túneles, influyó mucho en su deseo de ser arquitecto.

En 1885, comenzó sus estudios de bachillerato en Pontevedra. Recordaba con cariño a su profesor de francés, Antolín Esperón, quien le enseñó "a discurrir y a pensar". En 1892, empezó a estudiar ingeniería en Madrid, en lo que hoy es la Universidad Politécnica de Madrid, y luego continuó con arquitectura. En el plan de estudios de entonces, ambas carreras tenían asignaturas en común. Un decreto real las separó, y Antonio decidió estudiar arquitectura. Se graduó ocho años después, en 1900. Sus profesores más influyentes fueron Ricardo Velázquez Bosco, con quien exploró la historia de la arquitectura, y Aníbal Álvarez Bouquel, con quien compartió la búsqueda de una identidad nacional en la arquitectura. También asistió a clases de dibujo con Eduardo Rosales, donde destacó por su habilidad para pintar. Esta habilidad le fue muy útil en su carrera, ya que podía hacer diseños improvisados con gran facilidad. Como la mayoría de los arquitectos de su época, recibió una formación influenciada por la arquitectura ecléctica. También fue muy influenciado por el arquitecto francés Eugène Viollet-le-Duc, con sus ideas medievalistas y de racionalismo estructural, especialmente en el uso de nuevos materiales. También le influyó la estética de John Ruskin. En la obra de Palacios se puede ver la influencia de los dibujos del alemán Otto Rieth y la seriedad estructural de Otto Wagner. También supo incorporar la influencia de la Escuela de Chicago (como se ve en la Casa Matesanz en la Gran Vía de Madrid). Supo usar los nuevos materiales de su época, combinándolos con su estilo monumentalista, sin caer en el puro eclecticismo.

Después de graduarse el 20 de diciembre de 1900, Antonio Palacios empezó a destacar. Al principio, colaboró con su antiguo profesor Ricardo Velázquez Bosco en proyectos como el Ministerio de Fomento. Poco después, comenzó su fructífera colaboración con Joaquín Otamendi Machimbarrena, su compañero de estudios. Ambos trabajaron juntos en el estudio de Palacios en la calle Maldonadas. Esta colaboración duró hasta los años veinte. Después de este periodo, Joaquín Otamendi trabajó con algunos de sus hermanos.

Primeras obras destacadas

Después de terminar sus estudios, Antonio Palacios participó en varios concursos de arquitectura importantes en España. Así fue ganando experiencia y reconocimiento. La primera colaboración entre Palacios y Otamendi fue en el diseño de la decoración del Puente de la Princesa de Asturias sobre el río Manzanares (que ya no existe). Su primer gran éxito llegó en 1902, cuando ganaron el concurso para diseñar un puente en la ría de Bilbao. En este diseño, ya se podía ver cómo combinaba lo heroico y lo monumental en su estilo. También realizaron reformas y ampliaciones en un edificio de viviendas en la calle Serrano de Madrid.

En su Galicia natal, construyó la Fuente del Cristo en Porriño en 1905, y un año después, la Escuela Fundación Fernández Areal también en Porriño. Pronto, sus proyectos en Madrid lo harían conocido como un arquitecto "monumentalista" y "grandioso". Llevaba una vida bohemia, era retraído y desordenado. Defendía sus ideas con entusiasmo, y a veces hacía diseños sin esperar nada a cambio. Sus proyectos eran a menudo bocetos, no muy detallados. Algunos de sus colaboradores, como Pascual Bravo Sanfeliú, describían su estudio como una "caldera en ebullición". Tenía una gran facilidad para dibujar y explicaba los detalles a sus colaboradores, capataces y obreros. Dibujaba y participaba en todo el proceso de construcción.

Casino de Madrid

En 1903, el joven Palacios y su compañero Otamendi participaron en un concurso internacional para diseñar la nueva sede del Casino de Madrid. Aunque el diseño del francés Guillaume Tronchet fue el más valorado, las quejas de los socios hicieron que el primer premio quedara desierto. Finalmente, se seleccionaron varios proyectos finalistas, incluyendo el de Palacios-Otamendi. Se encargó a la familia de arquitectos parisinos Le Farge que fusionaran los mejores diseños. El proyecto final fue firmado por el arquitecto Luis Esteve Fernández-Caballero y presentado al Ayuntamiento de Madrid en 1905. Antonio Palacios se hizo socio del Casino en 1910, un año antes de la inauguración de la nueva sede. Algunos detalles del edificio muestran el estilo de un joven Palacios.

En esa época, Palacios vivía en Madrid con su esposa Adela Ramírez. En 1904, fue nombrado arquitecto jefe del Ministerio de Fomento y vocal de la Junta de Urbanismo, cargos que ocupó hasta 1915. Siguiendo su colaboración con Otamendi, se presentó a un concurso para diseñar un puente en San Sebastián sobre el río Urumea (el actual puente de María Cristina). Ganaron la medalla de segunda posición por su diseño en la Exposición Nacional de Bellas Artes.

Palacio de Comunicaciones

Archivo:Fachada desde Plaza-Palacio de Comunicaciones
El Palacio de Comunicaciones (en la actualidad sede del Ayuntamiento de Madrid, en la plaza de Cibeles). Fue una de sus primeras obras "de éxito" en Madrid.

En 1904, se abrieron las bases de un concurso para diseñar la nueva casa de correos en los antiguos Jardines del Buen Retiro de Madrid. El edificio debía ofrecer tres servicios: correos, telégrafos y teléfonos. Esta idea de integrar servicios ya había tenido éxito en Estados Unidos. Las bases también indicaban que la calle Alarcón, que separaba los dos terrenos, se convertiría en un pasaje, y que las fachadas debían ser armoniosas con la zona.

En noviembre de 1904, el concurso se cerró con solo tres proyectos presentados. El proyecto de Palacios-Otamendi, aunque incompleto, fue el ganador. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que era el jurado, lo consideró "el producto de una creación genial". A pesar de su juventud e inexperiencia, su diseño era monumental y cómodo para el público. La propuesta original de Palacios era una fachada de piedra blanca labrada, a diferencia de las fachadas con molduras de yeso de la época. La Academia puso como condición que los arquitectos completaran el proyecto y realizaran las modificaciones necesarias en un mes. El diseño de Palacios-Otamendi fue el más económico de los tres. Las críticas de la época lo consideraron atrevido y diferente al estilo clásico del Paseo del Prado. El diseño integraba las centrales de Correos, Telégrafos y Teléfonos con el edificio de la Dirección General mediante pasadizos elevados. El acceso principal al edificio se haría por la fachada de la Plaza de Cibeles con una escalinata (que ya no existe). El exterior mostraba una fuerte influencia del gótico salmantino y de las ideas de Eugène Viollet-le-Duc. Sin embargo, en la estructura y los acabados interiores, se veían influencias de Otto Wagner y las vanguardias arquitectónicas. Una característica innovadora fue su compleja estructura metálica, diseñada por el ingeniero industrial Ángel Chueca Sainz.

Archivo:1908-04, Por el Arte, Antonio Palacios (cropped)
Antonio Palacios hacia 1908

Este fue uno de los edificios más debatidos, pero también el que le dio más fama y uno de sus diseños más complejos. Durante la construcción del Palacio de Comunicaciones, Palacios recibió el encargo de diseñar la Casa Palacio de Palazuelo, cerca del Palacio de Comunicaciones. Este encargo de Demetrio Palazuelo fue el primero de muchos a lo largo de su carrera. Palacios se convirtió en un símbolo de éxito para los jóvenes arquitectos de la época, y ganar este concurso tan importante le dio mucha popularidad. Esto le permitió dar clases en la Escuela de Arquitectura durante dos años.

Hospital de Jornaleros de Maudes

Archivo:Hospital de Maudes (Madrid) 02
El Hospital de Jornaleros de Maudes es su segunda obra.
Archivo:1916-07-03, La Ilustración Artística, Madrid.—El hospital de San Francisco de Paula para jornaleros (cropped) Alfonso XIII con el arquitecto Palacios
Antonio Palacios y Alfonso XIII durante la inauguración del Hospital de Jornaleros en 1916

Durante el largo periodo de construcción del Palacio de Comunicaciones (1907-1919), la popularidad de Antonio Palacios creció, y recibió muchos encargos. Algunos cerca del Palacio de Comunicaciones, como edificios de viviendas en la calle de Alcalá (1908-1911). También construyó los talleres de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería - ICAI en la calle Alberto Aguilera (1908-1915). En 1908, recibió el encargo de otra obra monumental: un hospital con capacidad para 150 camas, que se construiría en un barrio alejado del centro de Madrid. El encargo vino directamente de Dolores Romero y Arano. El edificio tiene similitudes arquitectónicas con el Palacio de Comunicaciones. Fue construido con un modelo panóptico de cuatro naves en forma de aspa, inspirado en el Renacimiento. Este modelo era típico de los hospitales españoles de la época de los Reyes Católicos, una arquitectura que Palacios admiraba. Se reafirmó en su proceso de construcción artesanal, usando piedra caliza y granito "casi en crudo", sin apenas tallar. Es la única obra de Palacios en Madrid que usa solo piedra. Se cree que fue para ahorrar costes, pero Palacios pensaba que un edificio con un diseño tradicional debía construirse con un material tradicional como la piedra. Añadió zócalos de cerámica incrustada en las fachadas, trabajando con el ceramista Zuloaga. El uso de cerámicas reforzaba la imagen rústica. El edificio ganó el premio anual del ayuntamiento en 1918. Después de este hospital, se le encargó el Gran Hotel Sanatorio en Mondariz y el Sanatorio de Fuenfría en Guadarrama en 1923.

Banco Español del Río de la Plata

Archivo:Banco Español del Río de la Plata (Madrid) 05
Instituto Cervantes, antiguo Banco Español del Río de la Plata (Madrid). Edificio monumental de estilo neogriego mostrando columnas en la fachada.

La nueva sede del Banco Español del Río de la Plata se construyó en un terreno de 18.000 metros cuadrados, donde antes estaba el Palacio del Marqués de Casa-Irujo. Se conocen dos diseños del edificio, el primero de 1906 y el definitivo de 1911, ambos firmados por Palacios-Otamendi. El primer diseño se usaría años más tarde para el Círculo de Bellas Artes. El segundo diseño se inspiró en la Acrópolis de Atenas, después de un viaje de Palacios a Grecia. Las obras comenzaron en 1911 y terminaron en 1918.

Este edificio es conocido popularmente en Madrid como Edificio de las Cariátides por las cuatro cariátides (figuras femeninas que sirven de columna) en la puerta principal. Este elemento clásico no estaba en los diseños originales. La fachada con columnas de orden jónico muestra un estilo neoclásico romántico. El interior se organiza alrededor de una "sala central" donde se atendía al público bancario. Uno de los ayudantes de Palacios en esta etapa fue Secundino Zuazo. Desde 2006, el edificio es la sede principal del Instituto Cervantes. El encargo, diseño y construcción de este edificio aumentó la popularidad de Palacios-Otamendi, ya que se ubicaba en el centro financiero de Madrid. Esta fue la última obra que realizó con Otamendi, después de la cual sus caminos profesionales se separaron.

Edificio del Ayuntamiento de Porriño

Después de terminar sus tres grandes obras en Madrid, Palacios se entusiasmó con la idea de construir este edificio. Quería dejar su huella creativa en su tierra natal. Este edificio fue diseñado para albergar el ayuntamiento de su ciudad, Porriño. Los primeros planos datan de 1918, mostrando por primera vez su arquitectura regionalista. Los hizo sin encargo previo, y sus amigos elogiaron públicamente su trabajo. El edificio fue concebido con una gran monumentalidad, a pesar de su pequeño tamaño. Es uno de los edificios con más detalles y ornamentación. En 1919, donó los planos al ayuntamiento, y la construcción comenzó en 1921. La cantidad de soluciones creativas en el diseño demuestra la enorme capacidad de Palacios. La obra fue dirigida por el cantero Manuel Ruibal Solía, y su estilo tiene claras influencias medievales historicistas. Utilizó el granito de su tierra natal. Este edificio es importante en la arquitectura de Antonio Palacios porque muchos de sus elementos se verían después en sus obras de Madrid. Después de esta obra importante en Galicia, le siguieron otras como el diseño de la Central Eléctrica del Tambre en Noia (1924), que ahora es un hotel rural. También el Teatro Rosalía de Castro (actualmente Teatro de García Barbón) en Vigo, cuyo diseño es de 1906 pero se ejecutó en 1925. Fue precisamente en 1925 cuando alcanzó la cima de su fama y reconocimiento público.

Su etapa como profesor

Antonio Palacios también fue profesor de dibujo en la Escuela Superior de Artes e Industrias y de proyectos de detalles arquitectónicos en la Escuela de Arquitectura de Madrid durante los cursos 1914-1915 y 1915-1916. Su habilidad para dibujar diseños arquitectónicos asombraba a sus estudiantes. En 1917, se presentó a la Cátedra de "Dibujo Arquitectónico", pero la ganó el arquitecto Teodoro Anasagasti. Palacios combinó su labor docente con el desarrollo de sus obras arquitectónicas en Madrid.

Desde el punto de vista académico, escribió algunos artículos de investigación histórica y descripciones de su propia obra. Dio varias conferencias sobre arquitectura e historia en su tierra natal, organizando eventos culturales como la Exposición de Arte Gallego en La Coruña en 1917. Como resultado de sus viajes de verano por los pueblos de Galicia, publicó periódicamente en la prensa gallega (en el periódico Faro de Vigo y en la revista Vida Gallega) artículos sobre sus estudios de la arquitectura popular gallega y sus monumentos. Algunos de sus artículos describen el monasterio de Armenteira y el monasterio de Oseira. Su interés por el románico se manifestó al escribir sobre la iglesia burgalesa de Moradillo de Sedaño. Finalmente, desilusionado, abandonó la docencia.

Éxito y reconocimiento

Archivo:1925-06-19, El Imparcial, Gente conocida, El arquitecto D. Antonio Palacios, Pellicer
Caricaturizado por Pellicer en las páginas del periódico madrileño El Imparcial (19 de junio de 1925)

La construcción del Palacio de Comunicaciones dio a Palacios y Otamendi tanta fama que se les encargaron la mayoría de los proyectos importantes de la capital. Madrid estaba inmersa en grandes proyectos de construcción, como la Gran Vía, la remodelación del eje Puerta del Sol-Cibeles, el Ensanche, y la necesidad de construir para una nueva clase social: la alta burguesía. En muchos casos, los nuevos proyectos arquitectónicos eran un desafío innovador debido a la poca experiencia en España en la construcción subterránea (como el Metro) o en el diseño de edificios de oficinas y grandes almacenes (como los casos de Palazuelo y Matesanz).

Colaboración en el Metro de Madrid

Antonio Palacios comenzó a colaborar como arquitecto con la Compañía Metropolitano Alfonso XIII en 1917. Gracias a su amistad con los hermanos Otamendi y la sociedad Mengemor (una empresa de ingeniería creada por Miguel Otamendi en 1904), obtuvo el trabajo como arquitecto de la compañía. En ese periodo, se estaban planificando las estaciones subterráneas de la Línea 1, empezando por la estación de Sol (la línea Sol-Cuatro Caminos se inauguró en 1919).

Archivo:Diseño Antonio Palacios - Acceso (Madrid)
El acceso y gran parte de la estética de las primeras estaciones suburbanas de Madrid fueron diseñadas por Palacios. En la actualidad pueden verse las entradas diseñadas por él.

Su trabajo con la compañía del metro duró casi veinticinco años, colaborando estrechamente con los Otamendi en las líneas 1, 2, 3 y 4. También diseñó algunos edificios auxiliares, como las Cocheras de Cuatro Caminos (1918-1919), la Central Eléctrica de Pacífico (1922-1923) y talleres de superficie. Durante estos años, estuvo en contacto con el mundo de la obra pública y la ingeniería, de forma similar a como lo hicieron arquitectos como Hector Guimard en el metro de París o Otto Wagner en el metro de Viena.

Archivo:Metro de Madrid-Estación de Bilbao
Parte de la obra y diseños de Palacios ha desaparecido debido a las múltiples reformas de la red metropolitana. Aparecen algunos vestigios en ciertas estaciones: estación de Bilbao.

Su misión en la Compañía Metropolitana fue dar un estilo decorativo a los vestíbulos y accesos del nuevo transporte. Palacios diseñó los accesos de granito con barandillas de hierro para las bocas monumentales. También diseñó templetes de acceso en la Puerta del Sol (que funcionó hasta 1934) y en la Red de San Luis (que estuvo en la plaza hasta 1970). Estos dos templetes fueron pioneros en Europa, siendo los primeros de su estilo y con influencia wagneriana. Los pasillos interiores del metro se hicieron con azulejos blancos biselados para evitar la posible claustrofobia en los pasajeros, ya que viajar bajo tierra era algo nuevo. Destaca el uso unificado de estilos en pasillos y salas, con una decoración basada en cerámicas toledanas y sevillanas de tonos dorados y azules. Las continuas modernizaciones del Metro han hecho desaparecer casi todo el trabajo de Palacios. Actualmente, se pueden ver vestigios de su obra subterránea en la estación de Chamberí.

Círculo de Bellas Artes

El Círculo de Bellas Artes es una institución cultural privada sin ánimo de lucro fundada en 1880. Fue ganando importancia y se convirtió en un referente artístico en todas las ramas del arte español. Su crecimiento fue tan grande que, a principios del siglo XX, funcionaba casi como un "Ministerio de Cultura" paralelo. También tenía un papel social y cultural muy relevante en la vida madrileña. En 1919, se publicaron las bases del concurso para diseñar el nuevo edificio del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Se eligió el terreno del jardín del palacio del marqués de Casa Riera, en la calle de Alcalá. Quince arquitectos españoles presentaron proyectos. Curiosamente, el proyecto de Antonio Palacios fue descalificado en la primera ronda por no cumplir las bases. Sin embargo, fue reelegido por aclamación unánime de los socios del círculo. Palacios compensó esto donando sus diseños a la sociedad. La construcción de este proyecto estuvo llena de críticas y fue una de sus obras más debatidas. Tuvo tanto opositores como fervientes defensores. Uno de los problemas surgió cuando se revisaron los diseños y la altura del edificio superaba las normativas municipales (algo que ya había ocurrido con el Banco Español del Río de la Plata). El presidente de la sociedad argumentó que el edificio era de utilidad pública. Las obras se paralizaron varias veces. Algunas de las paradas con "propuesta de suspensión de las obras" fueron solicitadas por el propio Palacios, pero los socios las rechazaron. Al finalizar la obra, fue reconocido como miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el 27 de junio de 1926. Años antes, en 1924, fue nombrado hijo predilecto de su localidad natal. A partir de este momento, se separó de su colaborador habitual Otamendi, con quien mantuvo una buena amistad.

Locales comerciales y de oficinas

Archivo:Antonio Palacios Ramilo 1929
Antonio Palacios hacia 1929

Palacios se fue adaptando a una nueva necesidad de la ciudad que surgió en la segunda década del siglo XX: la aparición de los grandes almacenes como puntos de reunión y venta, y los cambios en los hábitos de consumo. Estos edificios debían ser grandes, abiertos, expresivos y llamativos, lugares de encuentro para la exposición y venta de productos. En Chicago, este tipo de edificios ya era muy popular desde 1880, y en Europa empezaban a aparecer ejemplos de esta nueva arquitectura.

Archivo:Interior-Casa Palazuelo (Mayor)
Patio interior curvado de la Casa Palazuelo.

Palacios se vio influenciado por este nuevo estilo funcional y experimentó con la iluminación de grandes ventanales de cristal y acero, entre columnas gigantes. Aunque Estados Unidos era el país con más experiencia en este tipo de arquitectura comercial, no se sabe si Palacios viajó allí. Sin embargo, es probable que se informara a través de la prensa especializada, las Exposiciones Universales y otras publicaciones. La casa Matesanz de la Gran Vía (construida en 1921) fue, según Palacios, un "edificio comercial a la americana". De la misma forma, surgió una nueva forma de trabajo: las oficinas, que también requerían edificios grandes. Palacios experimentó con esta tipología en la casa Palazuelo, ubicada entre la calle Mayor y Arenal, concebida desde el principio como edificio de oficinas. El estilo de sus edificios comerciales se caracterizaba por el uso de soportes metálicos, patios interiores cubiertos, división del edificio en tres cuerpos y un estilo clásico en las fachadas. Este estilo comercial lo aplicó posteriormente en la casa comercial Matesanz (1919-1923) en la Gran Vía, y la casa comercial Palazuelo en la calle Mayor, o el Banco Viñas Aranda.

En este periodo, Palacios conoció las características de la nueva arquitectura norteamericana monumental que surgía a principios de siglo. El concepto de esta nueva arquitectura daría paso en décadas posteriores a edificios más verticales, como los rascacielos. Fue en estos proyectos comerciales y de oficinas donde la innovación y creatividad de Palacios comenzaron a declinar. Entre ellos, uno de los primeros fue el Edificio Comercial del Banco Bilbao Vizcaya (1913-1915). También diseñó el Banco de Madrid (no realizado) y el Banco Mercantil, una de sus últimas obras. La construcción de la Gran Vía le dio la oportunidad de rehabilitar el "Hotel Avenida" y el "Hotel Florida" (demolido en 1960).

Viviendas

Antonio Palacios diseñó muchas viviendas en Madrid, especialmente en las zonas residenciales del ensanche, como la calle de Goya, Velázquez y el paseo de la Castellana. Utilizó un modelo de construcción similar al de las casas comerciales: cimientos de hormigón, estructura metálica, paredes de ladrillo recocho cubiertas con piedra falsa. Construyó viviendas para las clases altas, comenzando con los encargos del promotor Demetrio Palazuelo en la calle Alcalá, y la casa del Conde Bugallal (1913-1917). También realizó viviendas funcionales en la calle Viriato de Madrid.

Retiro y últimos años

Archivo:Pº Castellana 28 (Madrid) 01
Primer edificio en el paseo de la Castellana (n.º 28) encargado, tras el éxito del Palacio de Comunicaciones.

Después de construir el Círculo de Bellas Artes, pasó algunos meses en Málaga, la tierra de su esposa, buscando descanso, aunque su actividad continuó. Palacios vivió el periodo de conflicto en la capital, la defensa de Madrid, ocupado en diseñar planes urbanísticos para reformar la ciudad. Hubo un contraste entre la arquitectura española de los años treinta y la de los cuarenta, marcada por un nuevo sistema político. Palacios se vio obligado a defender algunas de las nuevas tendencias arquitectónicas. En 1940, propuso el regreso de la arquitectura neoclásica a la arquitectura española, quizás buscando un acercamiento al estilo dominante de la época.

El primer proyecto que abordó después del conflicto fue el edificio del Banco Mercantil e Industrial, en la calle de Alcalá (diseñado en 1935, pero ejecutado casi diez años después). Este sería su último proyecto en Madrid. En sus últimos años, se dedicó a proyectos de urbanismo en Madrid: diseñó la "Gran Vía Aérea" que cruzaría el río Manzanares desde Príncipe Pío, permitiendo la expansión de la ciudad por ese lado. Su última casa construida fue su propia vivienda en El Plantío. Se retiró a su casa, a un pequeño estudio de 1,80 x 2,40 metros, donde, según sus palabras, había inventado "el cuarto de no estar".

Palacios falleció el 27 de octubre de 1945, a los setenta y un años, en El Plantío, acompañado de su esposa Adela Ramírez. Dejó inacabada la construcción de la iglesia de Vera Cruz en Carballino, Galicia. Algunos autores sugieren que su última obra fue el santuario de San Fausto de Chapela. Fue enterrado en la Sacramental de San Lorenzo. El 30 de octubre de 1976, sus restos fueron trasladados, por su deseo expreso, al cementerio municipal de Porriño, donde descansan bajo una pequeña mole de granito con la inscripción: "Antonio Palacios - Arquitecto", labrada a pico por un cantero.

Obras arquitectónicas de Antonio Palacios

Archivo:Concelloporriño
Casa consistorial de Porriño.

La obra de Antonio Palacios es muy extensa. Se conoce un repertorio completo de sus trabajos gracias a un catálogo que él mismo elaboró cuando se presentó como profesor en la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1917. Fue innovador en muchos aspectos. Se dedicó a la arquitectura subterránea al diseñar y construir las primeras líneas del Metro de Madrid (obra de los hermanos Otamendi), así como los accesos a las estaciones, que aún se pueden ver hoy en día (como en la estación de Chamberí). Sin embargo, muchas de sus obras se realizaban de forma artesanal, un aspecto muy criticado al final de su vida.

Estilo arquitectónico

El estilo de Antonio Palacios es difícil de clasificar, según algunos expertos. Fue criticado por no seguir las corrientes arquitectónicas de su tiempo. A principios de siglo en España, cuando se necesitaban nuevas tecnologías de construcción, Palacios basó su estilo en el proceso artesanal y en el apilamiento de piedra casi sin tallar. Buscaba texturas rudas en las fachadas, en contraste con sus formas arquitectónicas. El estilo de Palacios se basa en una elección muy personal del material de construcción (la piedra) y en su combinación. Con esta elección, daba expresividad a las fachadas. Su material preferido era el granito. En muchos casos, la piedra se presentaba directamente, sin mucho tratamiento. Él creía que "la imagen de un edificio no podía vincularse al sentir efímero de la moda". Desde sus inicios, fue un gran admirador del neoclasicismo de Juan de Villanueva.

En muchas de sus primeras obras en Madrid, se pueden ver fuertes influencias de la secesión de Viena (especialmente en el Palacio de Comunicaciones y en el Hospital de San Francisco de Cuatro Caminos).

La vocación metropolitana y la regionalista tuvieron diferentes perfiles de intensidad a lo largo de su obra, lo que permite distinguir dos etapas claras. La primera se desarrolló en Madrid en sus primeras edificaciones, y la segunda en Galicia, principalmente a partir de los años veinte. Su inclinación hacia el regionalismo arquitectónico favoreció su amistad con figuras del nacionalismo gallego como Valentín Paz Andrade y Castelao, aunque nunca se comprometió ideológicamente. Sus colaboraciones con el periódico Galicia convivían con escritos que exaltaban la Hispanidad, como en el proyecto no realizado de reestructuración de la Puerta del Sol de 1919, retomado después del fin del conflicto.

El apoyo de Antonio Palacios a las artes decorativas y su mezcla con la arquitectura le llevó a colaborar con artistas y artesanos cercanos a su trabajo. Entre ellos, destaca la colaboración en Madrid con el escultor romántico Ángel García Díaz. Ángel fue el escultor de la fachada e interior del Palacio de Comunicaciones, del edificio del Banco del Río de la Plata y del Círculo de Bellas Artes. Influenciado por los comentarios de Velázquez Bosco sobre la introducción del color en la arquitectura, Palacios incorporó el uso de materiales cerámicos. Así, encargó piezas cerámicas al diseñador Daniel Zuloaga, quien colaboró en el Hospital de Maudes y el Círculo de Bellas Artes. La colaboración se extendió hasta la muerte de Zuloaga en 1921. También realizó encargos a la casa Manuel Ramos Rejano de Triana (Sevilla). El gusto por el uso de materiales cerámicos lo desarrolló también en el diseño de las primeras estaciones del metro de Madrid, así como en algunos proyectos gallegos.

Influencias posteriores

Como profesor, Antonio Palacios influyó notablemente en algunos de sus destacados alumnos, como Casto Fernández Shaw (autor de la Estación de gasóleo de Portopí en Madrid o el Edificio Coliseum de la Gran Vía madrileña) y Pedro Muguruza (autor del Palacio de la Prensa en Madrid, entre otros). Muguruza trabajó con Palacios de 1916 a 1920, y la influencia de Palacios es frecuente en su obra. Pascual Bravo Sanfeliú se declaró seguidor de su estilo desde el principio, participando como ayudante y colaborador. En el caso de Alejandro de la Sota Martínez, aparecen influencias ocasionales, como en el edificio de Correos y Telecomunicaciones de León. Todos ellos trabajaron de alguna manera influenciados por su obra. Las tendencias regionalistas de Palacios en su segunda etapa, y su gran prestigio entre los arquitectos de su época, contribuyeron a que algunos de ellos incorporaran este estilo arquitectónico a parte de su producción. Algunos ejemplos son: Manuel Gómez Román y Durán Salgado.

De alguna forma, se puede hablar de una "Escuela Palacios", donde algunos arquitectos tomaron sus ideas como inspiración. Esta escuela se formó en gran medida durante los años en que fue profesor en la Escuela de Arquitectos de Madrid. Palacios ejerció una influencia especial en los diseños de algunos jóvenes arquitectos, como los valencianos Ramón Lucini o Demetrio Ribes (autor de la Estación del Norte de Valencia). En etapas posteriores, también influyó en Javier Goerlich, César Cort Boti y Víctor Eusa. De la misma forma, en algunas de las primeras obras de Mercadal. La influencia de Palacios en algunos arquitectos españoles se mantuvo hasta los años cuarenta.

Obras en Madrid

Antonio Palacios realizó varias obras conocidas en Madrid. Estas obras tienen un concepto de estilo "beaux-artiano". Se concentran principalmente en el eje: Puerta del Sol y calle de Alcalá. En esta sección, desde la Puerta del Sol hasta la plaza de la Independencia, se pueden encontrar cinco edificios de Palacios. Una de sus primeras obras conocidas fue el Palacio de Comunicaciones (Palacio de Cibeles) de Madrid (1904-1918), que no se puede entender sin el deseo de renovación y modernidad que tenía la ciudad a principios del siglo XX. Este periodo madrileño se caracteriza por su estrecha colaboración con su socio Joaquín Otamendi, miembro de una influyente familia de ingenieros y financieros. La obra de Palacios en Madrid ayudó a "modernizar" una ciudad burocrática. Al finalizar la Primera Guerra Mundial, sus edificios más característicos ya estaban terminados. Muchos de los diseños de Palacios contribuyeron a que Madrid se transformara de una antigua corte a una metrópoli moderna. Casi sin haber terminado la construcción del Palacio de Comunicaciones (conocido en su época como Nuestra Señora de las Comunicaciones), se le encargó el Hospital de Jornaleros de Maudes (Madrid, 1908) en un barrio obrero a las afueras de Madrid. Los trabajos de diseño de las estaciones de Metro en 1907 (obra de los hermanos Otamendi), así como los edificios auxiliares y los accesos a las primeras estaciones, han sido una de sus contribuciones más extendidas por la ciudad.

En el concurso público del Círculo de Bellas Artes de Madrid (1919-1926), Palacios abordó de forma personal el desafío de diseñar un edificio alto. Creó un esquema orgánico donde cada planta y cada uso mostraban su volumen y carácter al exterior, usando una regla decreciente en altura que culminaba en la torre de los estudios. El ambicioso programa, sugerido por el propio Palacios, convertía el edificio en una "ciudad en miniatura", con una clara referencia a los transatlánticos que eran populares en esa época. Otras obras suyas fueron el Banco Español del Río de la Plata (Banco Central) (Madrid, 1910-1919). El Círculo se construyó en una zona muy concurrida del Madrid de los años veinte. Junto al Fornos y al Suizo, se popularizó el primer bar americano de Madrid: El Maxim's. El Banco Mercantil e Industrial (1933-1945), una de sus últimas obras, mostraba una cierta tendencia al estilo neoclásico con una fachada en forma de arco de triunfo romano. Actualmente, es la sede de la Secretaría General Técnica de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.

Obras en Galicia

Archivo:Mosteiro da Visitación, Salesas Reais, Vigo, 1942, Antonio Palacios
El Monasterio de la Visitación de las Salesas Reales, en el barrio de Teis de Vigo, es un ejemplo radical del tratamiento en crudo de las fachadas.

Palacios siempre estuvo muy unido a su tierra natal, Galicia. Por eso, intercaló obras y diseños arquitectónicos allí mientras trabajaba en sus proyectos de Madrid. Dejó obras importantes en Galicia, acentuando su vínculo con la región, aunque su residencia y trabajo principal siempre fueron en la capital de España. Su relación con Galicia se intensificó después de la realización del proyecto del Círculo de Bellas Artes de Madrid (1918). Gran parte de su arquitectura regionalista estuvo influenciada por su relación personal con el grupo de pintores que intentaban definir un arte gallego único, como José Seijo Rubio. Cabe destacar que él mismo tenía habilidades artísticas para la pintura y la practicaba con frecuencia. Tenía un interés particular en el estudio de la arquitectura medieval gallega, especialmente el estilo románico de transición, así como la arquitectura popular gallega. También mantuvo amistad con figuras importantes de la cultura gallega como el poeta Ramón Cabanillas, el político e intelectual Alfonso R. Castelao, el periodista Valentín Paz Andrade y el arquitecto gallego Rafael González Villar. Sus viajes de verano a su tierra natal eran frecuentes, y en ellos recorría diversas poblaciones de Galicia.

Parte destacada de su obra gallega se encuentra en la ciudad de Vigo y en su Porriño natal, donde se pueden ver la Fuente del Cristo, la Botica Nova y la casa consistorial. Este último es un edificio con una volumetría interesante, cuyo esquema compositivo se asemeja al Círculo de Bellas Artes de Madrid. Su distribución en planta aprovecha hábilmente un terreno reducido y alargado. Una obra temprana y casi desconocida se encuentra en Santiago de Compostela, en la Alameda, un edificio que actualmente se usa como guardería infantil. También el Teatro García Barbón (1910-1927) y el Edificio Banca Viñas-Aranda (en 1942). Otra obra interesante es el "Templo Votivo del Mar" en Panjón, en el municipio pontevedrés de Nigrán.

Su última gran obra fue la iglesia de la Vera Cruz, en Carballiño, una obra que no pudo ver terminada.

Obras en otras partes de España

No se conocen obras de Palacios fuera de la península ibérica, aunque no figura ninguna edificación en la memoria que él mismo presentó para las oposiciones de Cátedra en la Escuela de Arquitectura de Madrid. A pesar de ello, se considera que tuvo obras menores. Desde sus inicios, colaborando con Otamendi, se presentó a varios concursos arquitectónicos en el norte de España. Aunque son considerados esporádicos, la mayoría de sus obras se concentran entre Madrid y Galicia. Tuvo algunos proyectos arquitectónicos menores, como un Hotel particular en la Dehesa de Pedrosillo (Ávila).

Archivo:GranCasinoMunicpalMadrid
Anteproyecto de Casino Municipal en el Parque del Oeste de Madrid, 1905.

En el sur de España, ejecutó un proyecto de Monumento a las Cortes de Cádiz y el Gran Teatro de Huelva (1923), así como una central hidroeléctrica en Mengíbar (Jaén) o un edificio para el Banco de Albacete en 1925. En Málaga (ciudad natal de su esposa) realizó diversas obras: edificios de viviendas privadas (calle del Císter 19) en 1927, así como algunos panteones familiares. En Zaragoza construyó en 1910 el Edificio de viviendas del Paseo de Sagasta, 37. En Astorga construyó la Casa Granell, situada en el número 7 de la calle dedicada a las enfermeras mártires de Somiedo y levantada entre 1910 y 1915 por encargo de la familia de empresarios chocolateros que da nombre al edificio.

Proyectos no realizados

Archivo:PalacioBellasArtesColón
Anteproyecto de Palacio de Bellas Artes en la Plaza de Colón de Madrid, 1926.

Algunos proyectos ideados por Palacios no llegaron a construirse, ya sea por no ganar concursos, falta de presupuesto, cambios de planes o problemas con los permisos. En otros casos, no hubo quien financiara el proyecto. Algunos proyectos eran un empeño personal, como el de la Encarnación de Celanova (1918), y otros en común con compañeros de estudio al principio, como el proyecto de "Gran Casino municipal" para Madrid (1904). En 1926, propuso un "Palacio de las Artes" en la plaza de Colón de Madrid, y en 1939, diseñó un proyecto para reformar la Puerta del Sol y hacerla más grande. En Santander, hizo un anteproyecto para la parroquia de San Francisco. Algunos proyectos urbanísticos que desarrolló en su última etapa profesional tampoco se ejecutaron.

Su trabajo como urbanista

Palacios comenzó a destacar como urbanista en sus últimos años. Muchos de sus proyectos urbanísticos eran muy innovadores y no llegaron a realizarse. Palacios redactó su primer informe de urbanismo en 1919 y se encargó de un proyecto de reforma de la Puerta del Sol, donde rediseñó las calles periféricas en elipses concéntricas (mostrando claras influencias del urbanista vienés Camillo Sitte). Fue vocal de la Junta de Urbanismo de Madrid durante dos décadas. Reflexionó sobre el futuro urbanístico de Madrid, intuyendo un nuevo centro en la parte occidental de la ciudad que se conectaría con el resto por una "Gran Vía aérea". Uno de sus proyectos más ambiciosos fue el Plan de Extensión y Reforma Interior de Vigo, encargado en 1930, en el que trabajó durante dos años y lo entregó al Ayuntamiento en diciembre de 1932. También realizó reformas urbanas en la ciudad de Málaga entre 1927 y 1931.

Al igual que para Madrid, realizó varios planes de urbanismo para otras ciudades, como Vigo (el Plan de Extensión y Reforma Interior de Vigo), Villagarcía de Arosa, los proyectos de «Barriada de la Espiñeira» y «Rúa Galicia» en Santiago de Compostela, y la reforma de los accesos a la catedral de Orense, incluyendo la retirada del coro. Dedicó mucho tiempo a este tipo de proyectos, pero a pesar de ser aprobados, muchos de ellos no se llevaron a cabo.

Homenajes póstumos

Archivo:Antonio palacios monument
Monumento a Antonio Palacios en Porriño (Pontevedra).

Después de la muerte de Palacios en 1945, se le han dedicado exposiciones periódicas de su obra tanto en Madrid como en varias localidades de Galicia. Algunos homenajes han sido importantes, como la celebración del centenario de su nacimiento. La obra de Palacios se ha incluido en series filatélicas. Se han erigido monumentos conmemorativos, como el de su localidad natal. Algunos de sus edificios cumplen cien años, y con este motivo se celebran centenarios conmemorativos. Otros edificios, ya restaurados y con nuevas funciones, albergan organismos estatales y ayuntamientos, y en sus espacios culturales y salas de exposiciones se recuerda la labor arquitectónica de Palacios. En 2001, se celebró una de las exposiciones más importantes en el Círculo de Bellas Artes, titulada: Antonio Palacios, constructor de Madrid. Este homenaje permitió sacar a la luz obras y manuscritos del arquitecto. Actualmente, se pueden ver algunas obras pictóricas de Antonio Palacios en el Museo de Pontevedra, así como en el Monasterio de Poio (actualmente Museo Monasterio de Poio). El Museo de Historia de Madrid acoge algunos dibujos de sus diseños, donados en 2008 por Rafael Ramírez Moreno (sobrino del arquitecto).

En honor a su memoria, el ayuntamiento de Porriño instituyó en 1999 el premio anual que promueve la innovación empresarial, denominado: Premio Antonio Palacios. El municipio ha asignado su nombre a calles e institutos de enseñanza secundaria. Un monumento homenaje se encuentra junto a la casa consistorial de Porriño, donde aparece Palacios sentado admirando su obra. En 2011, se instaló una segunda escultura en la glorieta de la calle arquitecto Antonio Palacios, en el cruce con la avenida de Galicia y la calle Domingo Bueno. La efigie fue realizada por el artista Jesús Abel Balado (conocido como Suso Balado).

Exposiciones

El 13 de noviembre de 2021, se inauguró la exposición temporal Antonio Palacios. Sueños de modernidad, compromiso con Galicia en el Museo del Mar de Galicia en Vigo, comisariada por el catedrático Jesús Sánchez García.

La obra de Antonio Palacios en la cultura popular

Las obras arquitectónicas de Antonio Palacios se encuentran en lugares clave de la imagen de Madrid. Por esta razón, aparecen frecuentemente asociadas a la ciudad. Un ejemplo es la fuente de Cibeles, que, por su cercanía al Palacio de Comunicaciones, aparece inevitablemente en sus estampas. Una causa de su popularidad es la cantidad de obras de Palacios construidas en espacios clave de la calle de Alcalá. Esto hace que los turistas pasen inevitablemente por delante de algunos de sus edificios más significativos, como el edificio de las cariátides, el Círculo de Bellas Artes o el inevitable Palacio de Comunicaciones (actualmente sede del Ayuntamiento de Madrid), al que popularmente llamaban Nuestra Señora de las Comunicaciones por su aspecto monumental. Las bocas del Metro de Madrid y el logotipo de la compañía metropolitana forman parte de la imagen de la ciudad.

La obra de Palacios aparece en muchas escenas del cine español. Por ejemplo, en algunos capítulos del NODO, en El misterio de la Puerta del Sol (rodada en 1929, ya se ven el Hospital de Maudes y los templetes del metro), o en el final de la película Beltenebros (rodada en 1991, con el Círculo de Bellas Artes y el Metro de Madrid). También en Entre las piernas de Gómez Pereira (con frecuentes planos de la calle de Alcalá), y en El día de la bestia (con la casa Matesanz y el Edificio del Banco Comercial) rodada en 1995. Una de las películas en las que aparece el Palacio de Comunicaciones es Manolo, guardia urbano. Las apariciones de su obra en el cine madrileño son muy frecuentes.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Antonio Palacios Facts for Kids

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Antonio Palacios para Niños. Enciclopedia Kiddle.