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Ética para niños

Enciclopedia para niños

La ética o filosofía moral es una parte de la filosofía que estudia cómo debemos vivir. Se pregunta sobre lo que está bien y lo que está mal, lo bueno y lo malo, y cómo podemos ser felices y cumplir con nuestros deberes.

Hoy en día, la ética se divide en tres áreas principales:

  • La metaética investiga el origen y el significado de las ideas éticas.
  • La ética normativa busca reglas o principios para guiar nuestra conducta.
  • La ética aplicada analiza problemas éticos específicos de la vida real.

Aunque a veces se usan como si fueran lo mismo, la ética y la moral son diferentes. La ética es el estudio de la moral. La ética no crea los problemas morales, sino que piensa sobre ellos. Las acciones que le interesan a la ética son aquellas que hacemos libremente, ya sean personales, con otras personas o en la sociedad. La ética no solo observa estas acciones, sino que también busca saber si son buenas o malas para ayudarnos a actuar mejor.

El estudio de la ética comenzó hace mucho tiempo, en la Antigua Grecia, con los primeros filósofos. A lo largo de la historia, ha habido muchas formas de entender la ética y diferentes ideas sobre cómo vivir bien.

La ética se relaciona con muchas otras áreas del conocimiento, como la antropología (el estudio del ser humano), la biología, la economía, la historia, la política, la sociología y la teología.

¿Qué significa la palabra "ética"?

La palabra ética viene del griego antiguo ēthikós, que significa "relativo al carácter de una persona". A su vez, esta palabra viene de êthos, que significa "carácter" o "naturaleza moral". Luego pasó al latín como ethĭcus.

Algunos expertos definen la ética como "la ciencia del deber moral" o "un conjunto de ideas y principios que nos ayudan a saber qué comportamiento beneficia o perjudica a los seres vivos". Es importante no confundir la ética con simplemente seguir las costumbres sociales, las creencias religiosas o las leyes, ya que la ética es un concepto independiente que nos invita a pensar críticamente.

La ética también se refiere a nuestra capacidad humana de reflexionar sobre problemas morales y guiar nuestras acciones según nuestros valores. Por ejemplo, cuando decimos que alguien tiene una "ética extraña", nos referimos a sus principios o hábitos personales.

Las ramas de la ética

La ética se divide en varias ramas para estudiar diferentes aspectos de la moralidad.

¿Qué es la metaética?

La metaética es la rama de la ética que estudia el origen y el significado de los conceptos éticos, así como las cuestiones metafísicas acerca de la moralidad, en particular si los valores morales existen independientemente de los humanos, y si son relativos, convencionales o absolutos.

A diferencia de la ética tradicional, la metaética no responde a interrogantes como «¿qué es "lo bueno"?», sino más bien a «¿qué hace una persona cuando habla acerca de lo "bueno"?», o bien «¿qué características son propias del lenguaje moral?» Se trata, en suma, de un discurso elucidatorio que se ocupa a su vez de otro discurso, el moral. Una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios determinados. Una sentencia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que contendrá términos tales como «bueno», «malo», «correcto», «incorrecto», «obligatorio», «permitido», etc., referidos a una acción, a una decisión o incluso contendrá a las intenciones de quien actúa o decide algo. Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, o acciones. Se establecen juicios morales cuando, por ejemplo, se dice: «ese hombre es malo», «no se debe matar», etc. En estas declaraciones aparecen los términos «malo», «no se debe», etc., que implican valoraciones de tipo moral.

Una sentencia ética supone la elaboración de un juicio moral y una norma que señala cómo deberían actuar los integrantes de una sociedad.

En 1903, George Edward Moore publicó Principia Ethica, una obra que se considera como la carta de nacimiento de la metaética, aunque en ella no se menciona la palabra «metaética». No obstante, en esa obra se otorga particular importancia al análisis de los predicados «bueno» y «malo» como propiedades definitorias de los juicios éticos. La obra introduce, por ejemplo, el problema de la falacia naturalista. Desde entonces la metaética ha crecido notoriamente en su alcance. Actualmente incluye no solo asuntos relativos al significado y uso de los términos, conceptos y proposiciones morales, sino también cuestiones vinculadas a la lógica de los enunciados morales, como la lógica deóntica.

Algunos problemas de la metaética son el problema del ser y el deber ser, el problema de la suerte moral, y la cuestión acerca de la existencia o no del libre albedrío. Quizás la función más importante de la metaética sea de carácter gnoseológico: establecer el modo en que podrían fundamentarse, si esto es posible, los juicios normativos o de valor. Es decir que, aunque en la metaética prima una pretensión de neutralidad normativa y valorativa de sus análisis, su hacer está estrechamente relacionado con la cuestión de la validez de las proposiciones morales.

La metaética es la parte de la ética que se pregunta sobre el origen y el significado de las palabras y conceptos que usamos para hablar de moral. Por ejemplo, no se pregunta "¿qué es lo bueno?", sino "¿qué queremos decir cuando decimos que algo es 'bueno'?" También explora si los valores morales son algo que existe por sí mismo o si son ideas que creamos los humanos.

Cuando decimos "esa acción es incorrecta" o "deberíamos ayudar a los demás", estamos haciendo juicios morales. La metaética analiza cómo se forman estos juicios y qué significan.

¿Cómo nos guía la ética normativa?

Archivo:Tram Urbinati
El dilema del tranvía es un experimento mental que puede servir para ilustrar y poner a prueba distintas teorías éticas.

La ética normativa es la rama de la ética que estudia los posibles criterios para determinar cuándo una acción es correcta y cuándo no lo es. Busca principios generales que justifiquen los sistemas normativos y argumenta por qué se deberían adoptar determinadas normas. Un ejemplo clásico de un criterio semejante es la regla de oro.

Dentro de la ética normativa, existen tres posturas principales: el consecuencialismo sostiene que las acciones se deben juzgar solo con base a si sus consecuencias son favorables o desfavorables. Distintas versiones del consecuencialismo difieren sin embargo acerca de qué consecuencias son relevantes para determinar la moralidad o no de una acción. Por ejemplo, el egoísmo moral considera que una acción será moralmente correcta solo cuando sus consecuencias sean favorables al que la realiza. En cambio, el utilitarismo, sostiene que una acción será moralmente correcta solo cuando sus consecuencias sean favorables para una mayoría. También existe debate sobre qué se debe contar como una consecuencia favorable.

La deontología sostiene que existen deberes que deben ser cumplidos, más allá de las consecuencias favorables o desfavorables que puedan traer, y que cumplir con esos deberes es actuar moralmente. Por ejemplo, cuidar a nuestros hijos es un deber, y es moralmente incorrecto no hacerlo, aun cuando esto pueda resultar en grandes beneficios económicos. Distintas teorías deontológicas difieren en el método para determinar los deberes, y consecuentemente en la lista de deberes a cumplir.

La ética de las virtudes se enfoca en la importancia de desarrollar buenos hábitos de conducta o virtudes, y de evitar los malos hábitos, es decir los vicios.

La ética normativa busca establecer reglas o principios para saber cuándo una acción es correcta. Por ejemplo, la "regla de oro" ("trata a los demás como quieres que te traten") es un principio normativo.

Hay tres ideas principales en la ética normativa:

  • El consecuencialismo dice que una acción es buena si sus resultados son buenos. Por ejemplo, el utilitarismo busca que la acción beneficie a la mayor cantidad de personas.
  • La deontología (del griego deon, que significa "deber") afirma que hay deberes que debemos cumplir, sin importar las consecuencias. Por ejemplo, es nuestro deber cuidar a nuestra familia.
  • La ética de las virtudes se centra en desarrollar buenos hábitos o virtudes, como la honestidad o la valentía, y evitar los malos hábitos.

¿Qué estudia la ética aplicada?

La ética aplicada es la rama de la ética que estudia la aplicación de las teorías éticas a cuestiones morales concretas y controvertidas.

Algunas de estas cuestiones son estudiadas por subdisciplinas. Por ejemplo, la bioética estudia las cuestiones relacionadas con el avance de la biología y la medicina, como la donación de órganos.

La deontología profesional busca justificar los valores morales que deberían guiar a los profesionales, y estudia los valores que de hecho guían a los profesionales. En el primer sentido la deontología profesional es una disciplina normativa y filosófica. En el segundo sentido, se trata más bien de una disciplina descriptiva y por lo tanto científica. La deontología profesional también cuenta con subdisciplinas como la ética médica, la ética militar, la ética de los negocios, la ética computacional o la ética de la ingeniería.

La ética ambiental se ocupa de la relación ética entre los seres humanos y el medio ambiente. Quizás las dos preguntas fundamentales de esta disciplina sean: ¿qué deberes tienen los seres humanos hacia el medio ambiente, y por qué? En general, la respuesta a la primera pregunta es una consecuencia de la respuesta a la segunda. Distintas respuestas o aproximaciones a respuestas han dado lugar a distintas éticas ambientales.

La ética militar es un conjunto de prácticas y discursos que sirven para orientar a las fuerzas armadas y a sus integrantes para que actúen conforme a unos valores y unas normas determinadas, y para mostrar al conjunto de la ciudadanía esos valores de referencia.

La ética económica se ocupa de las relaciones éticas que deberían guiar las relaciones económicas entre los seres humanos y el efecto que tales normas tendrían sobre la economía de nuestras sociedades. De hecho gran parte de los economistas que desarrollaron la teoría moderna de la economía partieron de bases éticas. El ejemplo más cercano es el utilitarismo desarrollado primero como doctrina moral y luego usado para la teoría del valor neoclásica.

La ética organizacional es una ética aplicada a una circunstancia particular –la organización–, con sus aspectos específicos. Es una disciplina científica que «investiga el impacto que individuos, grupos y estructuras tienen en la conducta dentro de las organizaciones, con la finalidad de aplicar estos conocimientos a la mejora de la eficacia de tales organizaciones»

Otras cuestiones estudiadas por la ética aplicada son la pena de muerte, la guerra nuclear y el racismo.

La ética aplicada toma las teorías éticas y las usa para analizar problemas morales específicos y actuales.

Algunas de sus áreas son:

  • La bioética estudia los desafíos éticos que surgen con los avances en biología y medicina, como la donación de órganos.
  • La deontología profesional se enfoca en los valores que deben guiar a los profesionales en su trabajo, como la ética médica o la ética de los negocios.
  • La ética ambiental examina nuestra relación con la naturaleza y qué responsabilidades tenemos hacia el medio ambiente.
  • La ética económica analiza cómo deberían ser las relaciones económicas entre las personas desde un punto de vista ético.
  • La ética organizacional estudia cómo la ética influye en el comportamiento dentro de las empresas y otras organizaciones.

Otros temas que la ética aplicada considera son las decisiones difíciles sobre la justicia en la sociedad y los derechos de los animales.

Conceptos importantes en ética

¿Qué es el libre albedrío?

El albedrío (de la deformación vulgar del vocablo latino arbitrium, a su vez de arbiter, ‘juez’), libre albedrío o libre elección es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas según la cual las personas tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. Muchas autoridades religiosas han apoyado esta creencia, mientras que ha sido criticada como una forma de ideología individualista por pensadores como Baruch Spinoza, Arthur Schopenhauer, Karl Marx y Friedrich Nietzsche. Últimamente científicos del cerebro están cuestionando el libre albedrío.

El principio del libre albedrío tiene implicaciones religiosas, éticas, psicológicas, jurídicas y científicas. Por ejemplo, la ética puede suponer que los individuos son responsables de sus propias acciones. En la psicología, implica que la mente controla algunas de las acciones del cuerpo, las cuales son conscientes.

La existencia del libre albedrío ha sido un tema central a lo largo de la historia de la filosofía y de la ciencia. Se diferencia de la libertad en el sentido de que conlleva la potencialidad de obrar o no obrar.

El libre albedrío es la idea de que las personas tenemos la capacidad de elegir y tomar nuestras propias decisiones. Es un concepto muy importante en ética, porque si somos libres de elegir, entonces somos responsables de nuestras acciones.

¿Qué es la virtud?

Archivo:Raphael - Cardinal and Theological Virtues
Virtudes cardinales y teológicas de Rafael, 1511

La virtud (en latín: virtus) es la excelencia moral. Una virtud es una cualidad que se considera moralmente buena. Una virtud es una disposición de la persona para obrar de acuerdo con determinados proyectos ideales orientados al bien, la verdad, la justicia y la belleza. En otras palabras, permite hacer lo que está bien y evitar lo que está mal. Lo contrario de la virtud es el vicio. La virtud tiene una gran importancia para la vida ética.

Otros ejemplos de esta noción incluyen el concepto de mérito en las tradiciones asiáticas, así como el de De (chino 德). Los cuatro brahmavihara ("estados divinos") del budismo pueden considerarse virtudes en el sentido europeo.

Una virtud es una cualidad o un buen hábito que nos ayuda a actuar de manera correcta. Es una disposición a hacer el bien, buscar la verdad y la justicia. Lo opuesto a la virtud es el vicio. Las virtudes son muy importantes para vivir una vida ética.

¿Qué significa ser responsable?

La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona que estudia la Ética sobre la base de la moral.

Puesto en práctica, se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral para ayudar en un futuro.

Una persona se caracteriza por su responsabilidad porque tiene la virtud no solo de tomar una serie de decisiones de manera consciente, sino también de asumir las consecuencias que tengan las citadas decisiones y de responder de las mismas ante quien corresponda en cada momento.

La responsabilidad es un valor que nos permite tomar decisiones de forma consciente y asumir las consecuencias de esas decisiones. Una persona responsable piensa en cómo sus acciones afectan a los demás y al futuro.

¿Qué es una obligación moral?

La obligación moral es la que da razón sobre la voluntad de un valor. Por ello, esta ha de ser originada en la autoridad, la sociedad, el inconsciente, o en el miedo al castigo.

Cuando una persona capta un valor con su inteligencia, se ve solicitada por dicho valor, entonces propone a la voluntad la realización de tal valor. Pero la presiona suavemente, sin suprimir el libre albedrío; ve una necesidad objetiva y como tal la sugiere a la voluntad para su realización. Se trata pues, de una exigencia propia de la razón, fundamentada en un valor objetivo, pero nacida en lo más íntimo y elevado de cada persona: su propia razón. Por lo tanto, la obligación moral es autónoma.

La base de la obligación es la razón frente a un valor. Por lo tanto, se afirma que el valor es la base de la obligación moral. No solo en el plano subjetivo, sino que también en el plano objetivo, ya que la ley es la expresión de un valor originada en la razón. Esta ley tiene la capacidad de producir en el sujeto, que se guía por su razón, el sentimiento de obligación. A esto se le llama obligatoriedad de la ley, propiedad típica y que se deduce a partir del valor expresado por ella. En otras palabras: la persona, con su razón, trasciende al plano de los hechos y reconoce el valor de las leyes, con esto la misma impone una obligación o exigencia de tipo racional, sin menospreciar al libre albedrío y su autonomía.

Una obligación moral es un deber que sentimos que debemos cumplir porque reconocemos un valor importante. No es una obligación impuesta por la fuerza, sino una que surge de nuestra propia razón y conciencia, respetando nuestro libre albedrío. Por ejemplo, si valoramos la honestidad, sentimos la obligación de decir la verdad.

Desafíos éticos

Los desafíos éticos aparecen cuando aplicamos las ideas de la ética a situaciones de la vida real.

¿Qué es un dilema ético?

En filosofía, dilemas éticos, también llamados paradojas éticas o dilemas morales, son situaciones en las que una persona se encuentra bajo dos (o más) criterios morales en conflicto. Una definición estrechamente relacionada caracteriza los dilemas éticos como situaciones en las que todas las opciones disponibles son incorrectas. El término también se usa en un sentido más amplio en el lenguaje cotidiano para referirse a conflictos éticos que pueden resolverse, a elecciones psicológicamente difíciles o a otros tipos de problemas éticos difíciles. Este artículo trata de los dilemas éticos en el sentido filosófico estricto, a menudo denominados dilemas éticos genuinos. Se han propuesto varios ejemplos, pero hay desacuerdo sobre si constituyen dilemas éticos genuinos o meramente aparentes. El debate central en torno a los dilemas éticos se refiere a la cuestión de si existen. Los defensores suelen presentar ejemplos aparentes, mientras que sus oponentes generalmente intentan mostrar que su existencia contradice principios éticos muy fundamentales. Los dilemas éticos vienen en varios tipos. Una distinción importante se refiere a la diferencia entre los dilemas epistémicos, que dan una impresión posiblemente falsa al agente de un conflicto irresoluble, y los dilemas reales u ontológicos. Hay un amplio acuerdo en que existen dilemas epistémicos, pero el principal interés en los dilemas éticos tiene lugar a nivel ontológico. Tradicionalmente, los filósofos sostenían que es un requisito para las buenas teorías morales estar libre de dilemas éticos. Pero esta suposición ha sido cuestionada en la filosofía contemporánea.

Un dilema ético es una situación en la que una persona se enfrenta a dos o más opciones, y todas parecen ser moralmente difíciles o incorrectas. Es como tener que elegir entre dos cosas que parecen correctas, pero que chocan entre sí. Los filósofos debaten si estos dilemas realmente existen o si siempre hay una solución.

¿Qué es el problema del ser y el deber ser?

Archivo:Painting of David Hume
David Hume planteó el problema del ser y el deber ser en su Tratado sobre la naturaleza humana.

El problema del ser y el deber ser (también llamado ley de Hume, la guillotina de Hume y a veces confundido con la falacia naturalista) es un problema en metaética sobre la posibilidad de deducir oraciones normativas a partir de oraciones descriptivas. Oraciones descriptivas son aquellas que dicen lo que es el caso (p. ej. «los emperadores son crueles») mientras que oraciones normativas son aquellas que dicen lo que debe ser el caso («los emperadores deben ser crueles»).

Claro que así como se puede pedir justificación para las oraciones normativas, se puede pedir justificación para las oraciones descriptivas. Pero esto es otro problema, que puede encontrar otras respuestas. Las oraciones descriptivas se pueden (quizás) justificar a partir de la investigación empírica. Así, por ejemplo, el valor de verdad de la oración «los emperadores son crueles» se puede determinar haciendo una investigación histórica. Sin embargo, no sucede lo mismo con la oración «los emperadores deben ser crueles». La verdad o falsedad de esta oración se debe determinar por otros métodos, y si se descarta la posibilidad de probar su verdad a través de una deducción a partir de premisas verdaderas, entonces vale preguntar si hay algún otro camino.

El abismo que separa a los hechos de los deberes no tiene nada que ver con el contenido de las proposiciones descriptivas de las que se parte. Lo mismo da que se trate de proposiciones metafísicas, científicas o de la vida cotidiana. El error se encuentra en el procedimiento, no en el punto de partida.

La dicotomía hechos/valores de Hume, se relaciona con la dicotomía analítico/sintético: las proposiciones analíticas (lógicas) no tienen necesidad de verificación (siempre son verdaderas), mientras que las proposiciones sintéticas se deben verificar con la experiencia y pueden ser verdaderas o falsas, y las proposiciones éticas vienen de la experiencia.

El problema del ser y el deber ser es una pregunta importante en ética: ¿podemos saber lo que "debe ser" (lo que es correcto hacer) solo a partir de lo que "es" (lo que sucede en la realidad)? Por ejemplo, si sabemos que "la gente a veces miente", ¿podemos deducir de ahí que "la gente debe mentir"? Los filósofos como David Hume han señalado que es difícil pasar de una descripción de cómo son las cosas a una regla de cómo deberían ser.

¿Qué es la suerte moral?

El problema de la suerte moral es el problema ético que surge de que en muchos casos, parece correcto evaluar moralmente a un agente pese a que una parte importante de aquello por lo cual es evaluado depende de factores fuera de su control. Tales situaciones se llaman de suerte moral, y entran en conflicto con un principio moral intuitivo, llamado el principio de control, según el cual un agente sólo es moralmente evaluable en la medida en que aquello por lo cual es evaluado depende de factores bajo su control.

Las propuestas de solución al problema pueden ser divididas en tres grandes grupos: aquellas que pese a las apariencias niegan que exista la suerte moral; aquellas que aceptan la existencia de la suerte moral, y prefieren negar o restringir el alcance del principio de control; y aquellas que argumentan que es simplemente incoherente aceptar o negar la existencia de algunos tipos de suerte moral, de modo que el problema nunca llega a aparecer.

El problema tuvo su formulación clásica en los trabajos de Thomas Nagel (1979) y Bernard Williams (1981).

El problema de la suerte moral se refiere a situaciones en las que juzgamos moralmente a una persona por algo que, en parte, estuvo fuera de su control. Por ejemplo, si alguien intenta ayudar a una persona en peligro y lo logra, lo vemos como un héroe. Pero si intenta lo mismo y, por mala suerte, la situación empeora, ¿es menos "bueno" moralmente? Este problema nos hace pensar si solo debemos juzgar a las personas por lo que controlan.

¿Es ético comer carne?

La ética de comer carne hace referencia a la pregunta sobre si es ético comer animales no humanos. Es uno de los temas más destacados en ética alimentaria. El consumo de carne toma en cuenta consideraciones éticas rescatadas de otras corrientes de pensamiento; incluido el posthumanismo; que en su búsqueda de mitigar un conjunto de valores creados en torno a una perspectiva antropocéntrica, busca revolucionar las estructuras de poder del humano entre su misma especie, como con otras. En el caso del consumo de la carne, se replantea la posición de superioridad del humano con respecto a especies cuya carne es consumida y procesada de manera industrial. Dentro del posthumanismo, existe una transformación ética de una perspectiva antropocéntrica a una biocéntrica; donde no deja de tomar en cuenta el bienestar del ser humano, pero no poniéndolo en una posición de poder en comparación con otras especies animales. No obstante, si bien las corrientes posthumanistas de pensamiento son disruptivas con respecto a otros procesos humanos, hay subdivisiones éticas con respecto a cómo debería entenderse la reducción del consumo de carne: Zoocentrismo (amplio o restringido según corresponda), Especismo, Biocentrismo y Ecocentrismo

La objeción moral más común a comer carne es que, para la mayoría de las personas que viven en el mundo desarrollado, no es necesario para la supervivencia o la salud. Algunos argumentan que sacrificar animales únicamente porque las personas disfrutan del sabor de la carne es incorrecto y moralmente injustificable. Sin embargo, existen pensadores como Donna Hararway, la cual no ve al veganismo como una alternativa. En gran parte, porque ella considera que ese pensamiento es un discurso de falsa promesa. Según ella la relación que el ser humano tiene con los animales también incluye comerlos. La razón de esto es que la cultura es la forma en la que se crean estos lazos simbióticos. No obstante, hay pensadores como Dressler que se oponen a esta visión porque Haraway solo se centra en la forma que interconectan los animales a través del trabajo, ya que lo ve desde una perspectiva marxista. Otra cosa en la cual se opone Dressler a la visión de Anne Hararway es que ella permite el sufrimiento animal y lo justifica diciendo que tienen que compartir el dolor para saber lo que significa. Por lo tanto, así como existen corrientes éticas defensoras del veganismo, existe un amplio debate con respecto a cómo debería ser la relación del humano con otras especies. Los vegetarianos y veganos también se pueden oponer a las prácticas que subyacen a la producción de carne, o citar sus preocupaciones sobre bienestar animal, derechos de los animales, ética ambiental y motivos religiosos.

En respuesta, algunos defensores del consumo de carne han presentado varios argumentos científicos, nutricionales, culturales y religiosos en apoyo de la práctica. Algunos carnistas solo se oponen a la cría de animales de ciertas maneras, como a la ganadería intensiva, o a matarlos con crueldad; otros evitan solo ciertas carnes, como la ternera o el foie gras. Muchos de los puntos de vista que se presentan en este artículo se podrían extender no solo al consumo de carne sino también al uso de los animales en investigación, alimentación (incluidos huevos y lácteos), vestimenta e industrias del entretenimiento (zoológicos o tauromaquia).

La ética de comer carne es un tema importante en la ética de la alimentación. Se pregunta si es correcto comer animales. Muchas personas en el mundo desarrollado no necesitan comer carne para sobrevivir o estar sanos. Algunos argumentan que no es justo sacrificar animales solo por el sabor de la carne.

Sin embargo, hay diferentes puntos de vista. Algunos piensan que la relación entre humanos y animales incluye comerlos, mientras que otros se oponen a las prácticas de la producción de carne y se preocupan por el bienestar animal o los derechos de los animales. Los vegetarianos y veganos eligen no comer carne por razones éticas, ambientales o religiosas.

Por otro lado, quienes defienden el consumo de carne presentan argumentos basados en la ciencia, la nutrición, la cultura o la religión. Este debate también se extiende al uso de animales en la investigación, la producción de otros alimentos (como huevos y lácteos), la vestimenta y el entretenimiento.

Historia de la ética

La ética ha sido un tema de reflexión desde los inicios de la filosofía.

La ética en la Edad Antigua

En la Antigua Grecia, filósofos como Platón y Aristóteles ya pensaban en la ética.

  • Platón exploró la ética individual y la ética en la sociedad, buscando cómo vivir de forma justa.
  • Aristóteles creía que todos los seres humanos buscan la felicidad. Para él, una vida feliz es aquella en la que se desarrollan las capacidades propias del ser humano, se tienen suficientes recursos y se cuenta con buenos amigos. Aristóteles pensaba que las acciones morales son aquellas que elegimos libremente y que se hacen de forma correcta, siguiendo las buenas costumbres de la comunidad.
  • Los filósofos estoicos y epicúreos también propusieron sus propias ideas: los estoicos valoraban la virtud y la moderación, mientras que los epicúreos buscaban el placer de forma equilibrada.

La ética en la Edad Media

Durante la Edad Media, la ética se mezcló con las ideas cristianas. Se pensaba que el objetivo principal de la vida humana era la caridad, que se lograba viviendo según las enseñanzas del Evangelio. Filósofos importantes de esta época fueron san Agustín de Hipona y santo Tomás de Aquino, quienes combinaron ideas clásicas con la doctrina cristiana.

La ética en la Edad Moderna

En la Edad Moderna, filósofos como Descartes, Baruch Spinoza y David Hume también abordaron la ética. La gran transformación en la ética moderna la hizo Immanuel Kant. Él propuso que la ética no debe basarse en buscar la felicidad, sino en un "imperativo moral" que nos dice lo que debemos hacer, sin importar las consecuencias. Este imperativo debe ser universal, es decir, aplicable a todas las personas en cualquier situación.

La ética en la Edad Contemporánea

En el siglo XX y en la actualidad, muchos autores han hecho importantes contribuciones a la ética. Algunos han explorado el papel de las emociones en la ética, mientras que otros han analizado cómo las diferentes ideas éticas han competido a lo largo de la historia.

Recientemente, se ha hablado de un "giro ético" en la filosofía, donde se presta más atención a las obligaciones que sentimos hacia los demás, especialmente hacia aquellos que son más vulnerables.

Psicología moral

La psicología moral es un campo que estudia cómo pensamos sobre lo que está bien y lo que está mal. Comenzó como parte de la filosofía y ahora es también una rama de la psicología. Se enfoca en cómo se desarrolla nuestra moralidad, qué es el carácter moral, y cómo influyen temas como la responsabilidad moral y el altruismo (ayudar a los demás).

Ética evolutiva

La ética evolutiva explora cómo la evolución ha influido en nuestra forma de pensar y comportarnos moralmente. Se basa en ciencias como la psicología evolutiva para entender por qué tenemos ciertas preferencias y tomamos ciertas decisiones éticas.

Ética descriptiva

La ética descriptiva se encarga de observar y describir cómo las personas viven y toman decisiones morales en la vida real. No busca decirnos cómo debemos actuar, sino entender cómo actuamos. Por ejemplo, estudia los códigos éticos de diferentes grupos, las costumbres sociales, las decisiones que la gente toma en su día a día, y cómo se resuelven los conflictos en el derecho.

Origen de las palabras "ética" y "moral"

La palabra «ética» viene del latín ethĭcus, y este del griego antiguo ēthikós. La palabra «moral» viene del latín mos, que significa «hábito» o «costumbre». Aunque tienen orígenes similares, en filosofía se usan de forma diferente: la ética es el estudio, y la moral son las costumbres y reglas de una sociedad.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Ethics Facts for Kids

  • Ética budista
  • Ética del discurso
  • Ética laica
  • Moral
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Ética para Niños. Enciclopedia Kiddle.