Ideología para niños
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Ideología: ¿Qué es y cómo nos afecta?
En las ciencias sociales, una ideología es un conjunto de ideas, creencias y valores que son compatibles entre sí y que se refieren a cómo las personas se comportan en sociedad. Las ideologías nos ayudan a entender el mundo y proponen maneras de actuar sobre la realidad colectiva. Pueden influir en cómo vemos la economía, la sociedad, la ciencia, la política, la cultura, la moral, la religión o el medio ambiente.
El historiador español José Luis Rodríguez Jiménez ha dicho que una ideología es como un "universo de valores" o un grupo de ideas que muestran cómo se ve el mundo. Estas ideas se organizan en un sistema para influir y justificar los intereses de un grupo social o político.
Las ideologías suelen tener dos partes:
- Una representación del sistema: Es una forma particular de ver la realidad actual, usando emociones, percepciones, creencias e ideas. Desde este punto de vista, se analiza la realidad y se compara con cómo debería ser, llegando a conclusiones sobre lo que es mejor.
- Un programa de acción: Es el plan para cambiar la realidad actual y acercarla a ese "sistema ideal" que se desea.
Según cómo reaccionan al cambio, las ideologías pueden ser:
- Conservadoras: Buscan mantener el sistema tal como está.
- Revolucionarias: Quieren un cambio total y rápido del sistema.
- Reformistas: Prefieren cambios graduales y poco a poco.
- Restaurativas: Desean volver a un sistema que existió antes.
Las ideologías pueden surgir de forma gradual, a través de la observación, el diálogo y el acuerdo sobre lo que es correcto o dañino para la sociedad. También pueden ser impulsadas por un grupo que busca influir o controlar a otros, ya sea un grupo social, una institución o un movimiento político, social o cultural.
El concepto de ideología es diferente al de cosmovisión (Weltanschauung). Una cosmovisión es una forma de ver el mundo que abarca a toda una civilización o sociedad, como una "ideología dominante" que es compartida por la mayoría de la gente. Como las ideologías son colectivas, rara vez se refieren solo a la forma de pensar de una persona.
Origen del término "ideología"
El término ideología fue creado por Antoine Destutt de Tracy en 1796. Al principio, significaba la "ciencia que estudia las ideas, su naturaleza, origen y las leyes que las rigen".
Mucho tiempo después, el concepto tomó su significado actual gracias a Karl Marx y Friedrich Engels en su obra La ideología alemana (1845-1846). Para ellos, la ideología es el conjunto de principios que explican el mundo en cada sociedad, según cómo se producen las cosas. Relaciona los conocimientos prácticos con las relaciones sociales. Marx decía que en sociedades con desigualdades, la ideología puede ocultar la situación de los grupos menos favorecidos.
En su libro Contribución a la crítica de la economía política, Marx escribió:
El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.
Ideología en la sociedad
Hablamos de ideología cuando un grupo social comparte ampliamente ciertas ideas sobre la realidad y las considera verdaderas. Estas ideas se vuelven una parte muy importante de la identidad del grupo, similar a cómo la religión o la nacionalidad definen a las personas. Esto puede ocurrir en grupos pequeños y cerrados o en grupos más grandes y abiertos, como los seguidores de un equipo de fútbol.
A menudo, la ideología se asocia con la política. Puede llevar a que el comportamiento individual se base en creencias que no son del todo ciertas. Además, los miembros de un grupo ideológico suelen aceptar o no a otros según si comparten o no sus ideas básicas.
La ideología interviene y justifica las acciones personales o colectivas de los grupos, sirviendo a sus intereses. Busca explicar la realidad de una manera que sea fácil de aceptar y que dé tranquilidad, pero a veces sin permitir la crítica, funcionando solo con frases y lemas.
Esto puede generar creencias que mantienen una interpretación previa, sin importar las circunstancias reales. Por eso, a veces las ideas y la práctica se separan, lo que es difícil de manejar en la realidad.
La sociología del conocimiento estudia la ideología, partiendo de la idea de que los humanos tienden a ver la realidad de una forma que les conviene. La ideología influye en cómo un grupo social ve el mundo y une a sus miembros, creando una identidad que puede estar un poco alejada de la realidad. Por eso, a menudo lleva a la creación de utopías.
En la política, en casos extremos, puede llevar a la repetición de información que no es cierta. En general, se observa que un interés excesivo en ciertas ideas puede llevar a una ideología que tiende a controlar todo, lo que se conoce como totalitarismo.
El origen de las ideologías
Muchas ideologías nacen de una filosofía que se simplifica o se interpreta de forma diferente. Cuando un pensamiento original se convierte en un "-ismo" (como "platonismo" de Platón o "marxismo" de Marx), a veces pierde su sentido original. Su origen está en las necesidades que un pensamiento satisface socialmente. Se aleja de la realidad porque la manipula para servir a un interés particular.
Los primeros filósofos que estudiaron la ideología, como Antoine Destutt de Tracy, pensaban que esta necesidad venía del "yo interior" de las personas. Querían entender cómo las sensaciones se convertían en emociones y sentimientos.
Más tarde, filósofos sociales como Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon y Charles Fourier vieron que el interés no era solo individual, sino también del grupo. Esto hizo que la palabra "ideólogo" a veces se usara de forma negativa.
En el siglo XX, la ideología se vio como un problema de comunicación social. Filósofos como Jürgen Habermas decían que la ideología puede distorsionar la comunicación cuando hay dominación. Esto lleva a un conocimiento que sirve a intereses particulares y que puede ser la base de una ciencia y tecnología que controlan la sociedad.
Karl Mannheim y Max Scheler estudiaron la ideología dentro de la sociología del saber. Decían que el conocimiento, cuando está ligado al poder político, genera tantos intereses que forma la forma de ver el mundo de los grupos sociales. Mannheim distinguía entre ideología parcial (psicológica) e ideología total (social).
A finales del siglo XX, se empezó a dar menos importancia a las ideologías, con ideas como "el fin de las ideologías" o "el fin de la historia". Sin embargo, es difícil saber cuándo una filosofía se convierte en ideología. Se necesita una relación entre las ideas y las necesidades sociales para que una ideología se forme.
Concepto marxista de ideología

Según el materialismo histórico, la ideología es parte de la superestructura de una sociedad, junto con el sistema político, la religión, el arte y las leyes. Se cree que está determinada por las condiciones materiales de las relaciones de producción o la estructura económica y social. Para Karl Marx, las ideologías son ideas que buscan ser universales y verdaderas, pero que en realidad representan los intereses de una clase social. Desde esta perspectiva, son una forma de "falsa conciencia" porque solo reflejan los intereses económicos de la "clase dominante".
Marx y Friedrich Engels desarrollaron esta idea en obras como La sagrada familia y La ideología alemana. Ellos decían:
La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual, lo que hace que se le sometan, al propio tiempo, por término medio, las ideas de quienes carecen de los medios necesarios para producir espiritualmente. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas; por tanto, las relaciones que hacen de una determinada clase la clase dominante, o sea, las ideas de su dominación. [...]La división del trabajo [...] se manifiesta también en el seno de la clase dominante como división del trabajo espiritual y material, de tal modo que una parte de esta clase se revela como la que da sus pensadores (los ideólogos conceptivos activos de dicha clase, que hacen del crear la ilusión de esta clase acerca de sí mismo su rama de alimentación fundamental), mientras que los demás adoptan ante estas ideas e ilusiones una actitud más bien pasiva y receptiva, ya que son en realidad los miembros activos de esta clase y disponen de poco tiempo para formarse ilusiones e ideas acerca de sí mismos.
K. Marx y F. Engels (1845) La ideología alemana, Capítulo 1, Parte III, 1. La clase dominante y la conciencia dominante.
Engels explicó que las verdaderas razones que mueven a un ideólogo a menudo le son desconocidas. Para él, sus ideas parecen una creación propia, sin buscar una fuente más profunda. Engels puso como ejemplos de ideologías la moral y la religión. La moral siempre fue "una moral de clase", que justificaba el poder de la clase dominante o la resistencia de los oprimidos. La religión, según él, surgió de la impotencia del ser humano ante la naturaleza, cuando el bajo nivel de desarrollo económico y técnico llevaba a prácticas mágico-religiosas.
El desarrollo de una ideología sigue su propia lógica, "por medio de la imaginación". La economía influye indirectamente en cómo se modifican las ideas existentes.
El papel de la ideología, según esta visión marxista, es mantener las relaciones sociales, dando un mínimo de consenso social al justificar el poder de las clases dominantes y del poder político. Sin embargo, Engels también destacó la "efectividad histórica" de la ideología, es decir, que una vez que existe, puede tener un efecto en su entorno. Marx reconoció que las ideologías pueden contener elementos de verdad.
La existencia de ideas revolucionarias en una determinada época presupone ya la existencia de una clase revolucionaria [...] como representante de toda la sociedad, como toda la masa de la sociedad, frente a la clase única, a la clase dominante.
Esta crítica ha llevado a una desconfianza en el mundo académico hacia ideas como "objetividad" o "neutralidad".
Entre los pensadores marxistas que han estudiado la ideología se encuentran Karl Marx, Engels, Lenin, Antonio Gramsci y Slavoj Zizek. Lenin, en ¿Qué hacer?, dijo que no puede existir una ideología fuera o por encima de las clases sociales. Gramsci creía que al analizar la cultura y la historia, las personas podrían entender cómo la ideología dominante de la burguesía establece el "orden natural de las cosas".
Aunque se suele hablar de una teoría de la ideología homogénea en el marxismo, hay muchas variaciones. Algunos, como Terry Eagleton, han dicho que en los escritos de Marx hay diferentes teorías sobre este tema.
Durante la época estalinista de la URSS, el marxismo se simplificó y se enseñó de forma muy rígida. Para los marxistas occidentales, especialmente los historiadores, es imposible explicar la historia de una manera tan estricta. Desde este punto de vista, se cree que cuando una ideología dominante no funciona bien o surgen ideologías alternativas, se produce una crisis ideológica. Se admite que, aunque suene diferente a la visión clásica marxista, si una ideología dominante no cumple su función, aumenta la tensión social, lo que contribuye a la crisis de un sistema de producción y a su cambio.
La ideología como crítica totalitaria
El filósofo político australiano Kenneth Minogue estudió la noción marxista de ideología en su obra La teoría pura de la ideología.
Minogue argumentó que las verdaderas ideologías son como "pseudo-revelaciones" que reducen toda la realidad a la existencia de grupos con intereses opuestos. Estas ideologías requieren interpretar la idea de "liberación" como la eliminación de esos intereses opuestos.
Las características de esta noción de ideología como "dogma crítico" se ven especialmente en el marxismo, y todas tienden a convertirse en "sociologismos" y "psicologismos" que se contradicen a sí mismos. Minogue afirmó que la visión ideológica de la sociedad es en realidad la "sociedad ideológica" que esta genera.
La tesis de Minogue fue muy influyente a finales del siglo XX en círculos políticos e intelectuales cercanos al pensamiento demoliberal, conservador y neoconservador, ya que ayudó a entender la confrontación entre las democracias liberales occidentales y las democracias populares marxistas durante la Guerra Fría.
El siglo de las ideologías
El siglo XX ha sido llamado el siglo de las ideologías por el filósofo Jean Pierre Faye en 1998. El término ideología, que en el siglo XIX era más de debate intelectual, en el siglo XX se convirtió en el motor de grandes movimientos sociales y de pensamiento. Esto fue posible gracias a que grandes masas de personas fueron influenciadas por los nuevos medios de comunicación, la propaganda y, a veces, la represión.
Entre las dos guerras mundiales, las ideologías políticas más enfrentadas fueron el fascismo y el comunismo. También existían el liberalismo democrático, el conservadurismo, el socialismo democrático, el anarquismo y los nacionalismos. Otras ideologías no tan políticas, pero con ganas de cambiar la sociedad, fueron el feminismo, el pacifismo, el ecologismo y los movimientos por la igualdad racial.
El mundo religioso parecía estar ausente de la mayoría de las nuevas formas de ver el mundo hasta finales del siglo XX. Desde entonces, el cristianismo integrista y el fundamentalismo islámico se han renovado. Lo mismo ha ocurrido con el nacionalismo hindú. El europeísmo ha entrado en una clara crisis ideológica, lo que se ve en la dificultad para definir los valores y las fronteras de Europa en los debates sobre el Tratado de Lisboa dentro de la Unión Europea.
El pensamiento débil
Desde las décadas de 1980 y 1990, el concepto de ideología perdió importancia debido a nuevos enfoques intelectuales como el deconstructivismo o la postmodernidad. Estos proponen un pensamiento débil, que es una ideología más flexible y adaptable a los cambios rápidos que ocurrieron a finales del siglo y del milenio (especialmente la caída del muro de Berlín). En este contexto cultural, surgió el concepto de la tercera vía (Anthony Giddens), una adaptación a la globalización y al liberalismo económico desde posiciones socialdemócratas, que en la práctica se acercaba a muchas ideas del conservadurismo.
La ideología en la educación
Desde la pedagogía crítica, la ideología está presente en la educación. Los procesos educativos y la forma en que se enseña están llenos de conceptos e historias que pueden influir en cómo se piensa, difundiendo ideas que reflejan los intereses de quienes tienen el poder. La ideología, como algo político, hace que nos preguntemos por qué las personas tienen un acceso desigual a los recursos materiales e intelectuales que son necesarios para producir, consumir y distribuir el conocimiento. En esta interpretación, la ideología puede verse como un conjunto de ideas que se producen y se graban en la conciencia y el comportamiento humano, en el lenguaje y en las experiencias vividas. Afecta y se concreta en diferentes "textos", prácticas y formas materiales. En este sentido, la ideología y su relación con la educación pueden usarse para crear procesos que ayuden a las personas a liberarse de los intentos de control en la formación de maestros, académicos y estudiantes.
Uso despectivo del término
A veces, la palabra ideología se usa para criticar o descalificar un sistema de pensamiento, una forma de ver el mundo o a un autor, diciendo que está "ideologizado". En principio, una ideología es una postura con fundamentos que propone un punto de vista y un plan de acción para una situación social. Sin embargo, una ideología en manos de un grupo que abusa de su poder puede convertirse en un sistema de creencias que refuerza su propia posición de privilegio. El uso despectivo del término entiende la ideología como un "discurso de control social" que:
- Obedece a los intereses y al egoísmo del grupo que la propone, en lugar de buscar el bien común.
- Tiene un conjunto de soluciones fijas y preestablecidas para los problemas sociales.
- Es dogmática, es decir, plantea ideas que no se pueden discutir ni comprobar.
- Se acompaña de la propaganda y, en casos extremos, del adoctrinamiento.
- Tiene "justificaciones internas" y "causas externas" para explicar sus propios fallos.
Egoísmo grupal
Bernard Lonergan explicó que cuando una ideología está corrompida por el egoísmo de un grupo, este grupo no solo busca su propio beneficio, sino que también crea ideas y teorías que justifican sus acciones. Al mismo tiempo, culpan a otros grupos por sus problemas.
Esto significa que la ideología se convierte en una herramienta para obtener la aprobación de la mayoría, controlarla, justificar las propias acciones y señalar los errores de los oponentes, incluso si las ideas no son ciertas, no benefician a la gente o no buscan el bien común.
Dogmatismo y control total
Según este uso negativo, las ideologías ven el mundo como algo que no cambia. Por eso, cualquier ideología se ve a sí misma como la única que tiene las ideas para resolver cualquier problema de la sociedad, presente o futuro. Esto convierte a la ideología en un dogmatismo, porque no acepta las ideas de los demás como posibles soluciones. Se considera la "explicación total" y última.
En casos extremos, una ideología puede llegar a negar la posibilidad de pensar diferente, dando por verdad absoluta sus ideas. Cuando una ideología se considera una verdad indiscutible, se abre el camino al totalitarismo, ya sea político o religioso. Cualquiera que no esté de acuerdo se convierte en un problema para el grupo dominante, porque va en contra de la verdad que proclama la ideología.
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Véase también
En inglés: Ideology Facts for Kids