Conciencia para niños
La conciencia (del latín conscientia, que significa "conocimiento compartido") es la capacidad que tiene un ser vivo de conocerse a sí mismo y de darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor. También se refiere a la capacidad de saber qué está bien y qué está mal.
Existe un debate sobre qué es exactamente la conciencia. En el campo de la inteligencia artificial, se ha explorado la idea de crear máquinas o programas que puedan tener una conciencia artificial. Sin embargo, algunos expertos dudan que una computadora pueda desarrollar una conciencia real.
El test de Turing, creado en 1950, es una prueba para ver si una máquina puede conversar de tal manera que una persona no se dé cuenta de que está hablando con una computadora. Aunque algunos programas han logrado engañar a personas, el objetivo de esta prueba no es que el programa tenga conciencia, sino que nos haga creer que la tiene.
Contenido
¿Qué significa la palabra conciencia?
La palabra conciencia se usa para describir diferentes ideas:
- Darse cuenta de la realidad: Se refiere a la capacidad de entender y reconocer lo que sucede a nuestro alrededor o dentro de nosotros mismos.
- Conciencia psicológica: Es cuando percibimos un objeto, una situación o incluso a nosotros mismos. Es como cuando te das cuenta de que estás pensando o sintiendo algo.
- Saber distinguir el bien y el mal: Es la capacidad de decidir qué acciones son correctas y cuáles no. Por ejemplo, la conciencia nos ayuda a entender la importancia de cuidar el medio ambiente (conciencia ecológica) o de preocuparnos por los demás en nuestra comunidad (conciencia social).
La conciencia en los seres humanos
En los seres humanos, la conciencia implica varios procesos mentales que trabajan juntos. La palabra viene del griego sy‧néi‧dē‧sis, que significa "conocimiento con uno mismo". La conciencia nos permite saber que existimos y que tenemos nuestros propios pensamientos y sentimientos.
En el campo de la psiquiatría, la conciencia se define como el estado mental que nos permite interactuar con el mundo exterior, interpretar lo que vemos y oímos, y relacionarlo con lo que ya sabemos. Para esto, usamos nuestros sentidos, que son como puentes entre nosotros y la realidad.
Los adultos sanos tienen una conciencia que les permite percibir el mundo y también pensar de forma abstracta, es decir, sobre ideas y conceptos que no son físicos.
La conciencia en los animales
Muchos científicos han estudiado si los animales tienen conciencia. El 7 de julio de 2012, varios expertos en neurociencia se reunieron en la Universidad de Cambridge y firmaron la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia. En esta declaración, afirmaron que es evidente que los animales tienen conciencia, aunque esto no sea obvio para todas las personas.
Algunos estudios sugieren que ciertas especies animales tienen niveles de conciencia muy avanzados. Por ejemplo:
- Las urracas y los elefantes pueden reconocerse a sí mismos en un espejo.
- Los elefantes muestran señales de tristeza por sus compañeros fallecidos.
- Los delfines de hocico de botella se identifican entre ellos usando sonidos únicos, como si tuvieran nombres propios. Esto sugiere que se ven a sí mismos como individuos diferentes.
La conciencia en la inteligencia artificial
Todavía hay muchas preguntas sobre la naturaleza de la conciencia y cómo se relaciona con la inteligencia artificial. No se sabe con certeza si la conciencia es solo el resultado de la complejidad de los cálculos (como en una computadora o en el cerebro) o si es un fenómeno que surge de la interacción de la materia de una manera especial.
El matemático Roger Penrose ha investigado si la conciencia puede ser creada o simulada por máquinas. Él ha clasificado las diferentes ideas sobre si la conciencia puede ser explicada por algoritmos (pasos lógicos que sigue una computadora):
- Idea A: Todo pensamiento, incluida la conciencia, es un proceso de cálculo. Es decir, la conciencia surge directamente de algoritmos complejos.
- Idea B: La conciencia es una consecuencia de lo que ocurre físicamente en el cerebro. Aunque se pueda simular el cerebro con una computadora, esa simulación por sí sola no crearía una conciencia real.
- Idea C: La conciencia humana surge de una actividad física específica en el cerebro que no puede ser simulada completamente por algoritmos, aunque podría ser creada artificialmente de otra manera.
- Idea D: La conciencia humana no puede entenderse completamente con explicaciones físicas, computacionales o científicas.
Muchos investigadores de inteligencia artificial, especialmente los más optimistas, apoyan la Idea A. Otros, como John Searle, se inclinan más por la Idea B. Roger Penrose, por su parte, ha defendido fuertemente la Idea C, relacionándola con problemas complejos de la física.
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Véase también
En inglés: Conscience Facts for Kids