Consecuencialismo para niños
En el mundo de la ética, el consecuencialismo es una forma de pensar que dice que si una acción es buena o mala, depende de los resultados que produce. Imagina que tomas una decisión; para el consecuencialismo, lo importante es si esa decisión trae cosas buenas o malas al final. Si una acción genera más cosas buenas que malas, entonces se considera correcta.
Este tipo de ética busca que nuestras acciones logren el mejor resultado posible. Es como si el "fin" (el resultado) justificara los "medios" (la acción que tomas).
Plantilla:Ficha de concepto
Contenido
Tipos de Consecuencialismo
Existen diferentes maneras de entender el consecuencialismo, cada una con sus propias ideas sobre qué resultados son los más importantes.
Consecuencialismo Negativo: Evitar lo Malo
El consecuencialismo negativo se enfoca en reducir el sufrimiento o las cosas malas. Para esta forma de pensar, lo más importante es evitar el daño. No busca tanto crear cosas buenas, sino asegurarse de que no haya cosas malas.
Hay dos tipos principales:
- El consecuencialismo negativo pleno dice que solo debemos enfocarnos en reducir lo malo.
- El consecuencialismo negativo moderado permite buscar cosas buenas, pero siempre que no impida reducir lo malo, que es la prioridad.
Consecuencialismo Directo e Indirecto: ¿Acción o Regla?
Otra forma de dividir el consecuencialismo es por cómo se evalúan las acciones:
- El consecuencialismo directo evalúa cada acción por separado, mirando sus resultados inmediatos.
- El consecuencialismo indirecto piensa que es mejor seguir reglas o estrategias que, a largo plazo, produzcan los mejores resultados, incluso si una acción específica no parece la mejor en ese momento. Un ejemplo es el consecuencialismo de las reglas, que sugiere seguir un conjunto de reglas que, si todos las siguen, llevarán a mejores resultados generales.
Consecuencialismo Satisfaccionista y Maximizador: ¿Suficiente o lo Mejor?
También hay diferencias en cuánto bien se busca:
- El consecuencialismo satisfaccionista dice que no siempre es necesario lograr el mejor resultado posible, sino que basta con alcanzar un nivel de bien que sea suficiente.
- El consecuencialismo maximizador sostiene que las acciones correctas son aquellas que logran el mejor resultado posible en todas las situaciones.
¿Cómo se aplica el Consecuencialismo?
El consecuencialismo se basa en la idea de que la moralidad de una acción depende solo de sus resultados. Esto significa que, a veces, una acción que parece "mala" podría considerarse "buena" si sus consecuencias son muy positivas. Por ejemplo, si mentir ayuda a evitar un gran problema, un consecuencialista podría considerarlo aceptable.
No solo se aplica a las acciones, sino también a las decisiones o incluso a las intenciones, porque estas pueden llevar a ciertas consecuencias. Si crees que lo más importante es que la gente sea feliz, o que haya más libertad, o que nuestra especie sobreviva, estás pensando de forma consecuencialista.
Tipos de Consecuencialismo según el Beneficiario
Podemos clasificar el consecuencialismo según a quién benefician las consecuencias:
- Egoísmo moral: Una acción es buena si produce resultados positivos para la persona que la realiza.
- Altruismo: Una acción es buena si produce el bien para los demás, incluso si la persona que actúa no se beneficia.
- Utilitarismo: Una acción es buena si produce el mayor bien para el mayor número de personas, sin importar quiénes sean los beneficiarios específicos. Es como buscar el mayor beneficio general.
Consecuencialismo vs. Otras Éticas
El consecuencialismo es una de las tres grandes formas de pensar en ética, junto con la deontología y la ética de la virtud.
- Se diferencia de la deontología porque esta última cree que hay deberes y reglas que siempre deben seguirse, sin importar los resultados. Para la deontología, algunas acciones son correctas o incorrectas por sí mismas, no por lo que causen. Por ejemplo, mentir siempre sería incorrecto para un deontólogo.
- También es diferente de la ética de la virtud, que se enfoca en el carácter de la persona. La ética de la virtud pregunta: "¿Qué tipo de persona debo ser?" y valora las cualidades como la honestidad o la valentía.
En situaciones como el dilema del tranvía (donde hay que elegir entre salvar a muchos o a pocos), el consecuencialismo buscaría el resultado que beneficie a más personas, mientras que la deontología podría enfocarse en no dañar a nadie directamente.
Origen del Término
La palabra "consecuencialismo" fue usada por primera vez por una filósofa llamada G.E.M. Anscombe en 1958. Aunque el concepto ya existía, especialmente en el utilitarismo, ella le dio este nombre específico. El utilitarismo, que busca el mayor bien para el mayor número, es un ejemplo muy conocido de consecuencialismo.
Desafíos del Consecuencialismo
Una crítica al consecuencialismo es que a veces puede parecer que justifica acciones que no nos parecen correctas, si el resultado final es muy bueno. Por ejemplo, si para beneficiar a muchas personas, se perjudica a unas pocas, el consecuencialismo podría verlo como aceptable.
Sin embargo, quienes defienden el consecuencialismo dicen que ayuda a evitar grandes problemas y a buscar el bienestar de la mayoría. También argumentan que, como no podemos saber el futuro con certeza, el consecuencialismo se basa en lo que creemos que es más probable que suceda, no en resultados garantizados.
Otro desafío es que es difícil saber todas las consecuencias de una acción. ¿Cómo podemos estar seguros de que una acción tendrá el mejor resultado? Los consecuencialistas responden que no se trata de las consecuencias reales, sino de lo que esperamos que suceda, basándonos en la probabilidad.
Véase también
En inglés: Consequentialism Facts for Kids