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Virtud para niños

Enciclopedia para niños

La virtud es una cualidad muy importante que nos ayuda a actuar de forma correcta y a ser mejores personas. Es como una fuerza interior que nos impulsa a hacer el bien, a decir la verdad, a ser justos y a buscar la belleza en todo lo que hacemos. Cuando una persona tiene virtud, sabe cómo hacer lo que está bien y cómo evitar lo que está mal. Lo contrario de la virtud es el vicio, que es un mal hábito. La virtud es fundamental para llevar una vida ética y plena.

En algunas culturas asiáticas, ideas similares a la virtud se encuentran en conceptos como el "mérito" en el budismo o el "De" en China, que también se refieren a cualidades positivas y a la forma correcta de vivir.

¿De dónde viene la palabra "virtud"?

La palabra "virtud" viene del latín virtus. Los antiguos romanos usaban esta palabra para describir las cualidades excelentes de las personas, como la fuerza, el valor y la rectitud moral. La palabra virtus viene de vir, que significa "hombre", y se refería a las cualidades que se esperaban de un ciudadano romano ejemplar.

La virtud a través de la historia

En el Antiguo Egipto

Archivo:Maat (Goddess)
Maat, para los antiguos egipcios, representaba la verdad y la justicia. Su pluma simboliza la verdad.

En el Antiguo Egipto, existía un concepto llamado Maat. Maat era una diosa que representaba la verdad, el equilibrio, el orden, la ley, la moral y la justicia. La palabra "Maat" también se usaba para referirse a estos principios. Se creía que Maat regulaba las estrellas, las estaciones y las acciones de las personas y los dioses, manteniendo el orden en el universo. Su opuesto era Isfet, que simbolizaba el caos y la injusticia.

En la Antigua Grecia y Roma

Archivo:Arete - Areté- Éfeso
Representación de la virtud (en griego Ἀρετή) en la Biblioteca de Celso en Éfeso, Turquía.

Los antiguos griegos valoraban mucho la virtud, a la que llamaban areté. Para ellos, areté significaba la excelencia o la perfección que una persona podía alcanzar. No era solo una cualidad moral, sino la plenitud de todas las capacidades de una persona.

Sócrates, un famoso filósofo griego, pensaba que la virtud era lo que nos ayudaba a lograr el bien a través del razonamiento y la filosofía.

Las virtudes de Platón

Platón, otro gran filósofo, explicó en su libro La República que el alma humana tiene tres partes:

  • La parte intelectual: Su virtud es la sabiduría o prudencia. Nos ayuda a saber qué acciones son correctas, cuándo y cómo hacerlas.
  • La parte emocional (o animosa): Su virtud es la valentía o fortaleza. Nos da la energía para enfrentar peligros y dificultades, y para defender nuestras ideas.
  • La parte deseosa (o desiderativa): Su virtud es el autocontrol o templanza. Nos ayuda a moderar nuestros deseos, como los relacionados con la comida o la bebida.

A estas tres, Platón añadió una cuarta virtud muy importante: la justicia. La justicia nos permite vivir en sociedad de forma responsable y segura, asegurando que todos reciban lo que les corresponde.

Estas cuatro virtudes son conocidas como las virtudes cardinales clásicas:

  • Prudencia: Es la capacidad de elegir la mejor acción en cada situación y en el momento adecuado.
  • Fortaleza: Es el valor, la resistencia y la capacidad de enfrentar el miedo y la incertidumbre.
  • Templanza: Es el autocontrol, la moderación y la discreción. Platón la consideraba muy importante.
  • Justicia: Es la equidad y la rectitud en el trato con los demás.

La virtud según Aristóteles

Aristóteles, otro filósofo griego, también habló mucho sobre la virtud. Él decía que la virtud es un punto medio entre dos extremos: una deficiencia y un exceso. Por ejemplo, la generosidad es una virtud que se encuentra entre ser tacaño (deficiencia) y ser derrochador (exceso). El valor es una virtud entre la cobardía y la temeridad. Para Aristóteles, ser virtuoso significa ser excelente como ser humano, actuando de la manera correcta, en el momento adecuado y con las personas adecuadas.

Las virtudes romanas

Los romanos tenían muchas virtudes que consideraban esenciales para sus ciudadanos. Estas virtudes eran parte de sus tradiciones ancestrales y definían lo que significaba ser "romano". Algunas de las principales virtudes romanas eran:

  • Abundancia: Que hubiera suficiente para todos.
  • Autoridad: El respeto ganado por la experiencia y la rectitud.
  • Amabilidad: Ser cortés y amistoso.
  • Constancia: Perseverancia y resistencia ante las dificultades.
  • Clemencia: Ser amable y perdonar.
  • Dignidad: Sentido de autoestima y respeto personal.
  • Disciplina: Esencial para el ejército y para cumplir con los deberes de ciudadano.
  • Buena fe: Confianza mutua en el gobierno y el comercio.
  • Tenacidad: Fuerza mental para mantener un propósito.
  • Frugalidad: Sencillez en el estilo de vida, sin desperdiciar.
  • Seriedad: Responsabilidad y seriedad en los asuntos importantes.
  • Respetabilidad: La imagen honorable en la sociedad.
  • Humanidad: Refinamiento, cultura y aprendizaje.
  • Diligencia: Trabajar duro.
  • Desinterés: Dar sin esperar nada a cambio.
  • Alegría: Celebrar los logros.
  • Justicia: Sentido del valor moral de una acción.
  • Obediencia: Respeto por el orden natural, social y religioso.
  • Prudencia: Previsión y sabiduría personal.
  • Salud: Limpieza y bienestar general.
  • Severidad: Autocontrol.
  • Veracidad: Honestidad en el trato con los demás.
  • Valor: Coraje, excelencia y carácter.

En la Antigua India

En la Antigua India, el filósofo Valluvar describió el aṟam (la palabra tamil para virtud) no solo como una cualidad divina, sino como una forma de vida que lleva a la felicidad para todos. Para él, la justicia era una parte fundamental del aṟam, y creía que no se necesitaba un origen divino para definirla.

Virtudes de los caballeros medievales

En la Edad Media, los caballeros en Europa tenían una lista de virtudes que debían seguir. Algunas de ellas eran:

  • Amar a Dios y al prójimo.
  • Ayudar a los pobres y a los enfermos.
  • Ser misericordioso con los prisioneros.
  • Perdonar a los demás.
  • Defender a los oprimidos, a las viudas y a los huérfanos.
  • Hacer juicios justos.
  • Evitar la ira, la envidia y el odio.
  • Ser humilde y bondadoso.
  • No robar ni mentir.
  • Defender la Iglesia.

Tipos de virtudes

Virtudes intelectuales

Las virtudes intelectuales son aquellas que nos ayudan a pensar mejor y a adquirir conocimiento. Se dividen en:

  • Especulativas: Como la inteligencia, la sabiduría y la ciencia, que nos permiten entender el mundo.
  • Prácticas: Como la prudencia, que nos ayuda a tomar decisiones correctas en la vida diaria.

Virtudes morales

Las virtudes morales son las que guían nuestro comportamiento y nos ayudan a ser buenas personas.

Virtudes cardinales

Las virtudes cardinales son cuatro virtudes morales de conducta enunciadas por Platón en el contexto de la tradición filosófica clásica y que ejercieron gran influencia sobre el pensamiento posterior del cristianismo. Sobre ellas gira y descansa toda la moral humana, y son principios de otras virtudes derivadas o en ellas contenidas. Estas son:

  • Templanza (del griego σωφροσύνη, en transliteración sōphrosýnē)
  • Prudencia (del griego φρόνησις, en transliteración phrónēsis)
  • Fortaleza (del griego ανδρεία, en transliteración andreía)
  • Justicia (del griego δικαιοσύνη, en transliteración dikaiosýnē)

Estas virtudes finalmente fueron incorporadas a distintas religiones.

Virtudes cristianas

El término virtud deriva del vocablo latino vir, varón, el cual a su vez viene de vis, fuerza. De manera que la virtud, en un sentido etimológico, sería la fuerza propia del hombre. Y desde este significado físico el término fue adquiriendo una significación analógica más espiritual y finalmente moral.

La virtud es:

Una disposición permanente que inclina, de un modo fuerte y firme, a una potencia para actuar conforme a la recta razón. Por eso constituye una cierta perfección o complemento de la potencia.

“El nombre de virtud denota una cierta perfección de la potencia. Ahora bien, la perfección de cada ser se considera principalmente por orden a su fin. Pero el fin de la potencia es el acto. Por consiguiente, se dice que una potencia es perfecta cuando está determinada a su acto”.

La teología cristiana, a partir del estudio de las escrituras, en comparación a las virtudes filosóficas, ha determinado los conceptos de:

Las virtudes teologales:

  • Fe
  • Esperanza
  • Caridad

Las virtudes cardinales:

Las virtudes capitales son las virtudes que se oponen a los pecados capitales:

Entre muchas otras que se pueden extraer o inferir de las escrituras cristianas.

La virtud según filósofos modernos

René Descartes

Para el filósofo René Descartes, la virtud consiste en usar correctamente la razón para guiar nuestras acciones. Él creía que el mayor bien para una persona es la virtud, porque esta nos da una felicidad y un placer espiritual duraderos, que son mejores que los placeres físicos. Descartes decía que, aunque las cosas externas pueden contribuir a la felicidad, lo más importante es que nuestra mente está bajo nuestro control total.

Immanuel Kant

Immanuel Kant pensaba que la verdadera virtud no es solo ser amable o tener buenos sentimientos. Para él, ser verdaderamente virtuoso significa actuar siempre de acuerdo con principios morales, sin importar nuestros sentimientos. Por ejemplo, si ayudas a alguien necesitado solo porque sientes lástima, Kant diría que eso no es verdadera virtud, a menos que lo hagas porque crees que es tu deber moral ayudar a los demás.

Friedrich Nietzsche

Friedrich Nietzsche tenía una visión particular de la virtud. Él creía que las virtudes de las personas fuertes y creativas eran diferentes de las virtudes de las personas más débiles. Nietzsche valoraba virtudes como la creatividad, la soledad (para evitar que la sociedad nos "ensucie") y la veracidad (ser honesto). Para él, las personas "superiores" eran aquellas que buscaban grandes responsabilidades y afirmaban la vida con fuerza.

Benjamin Franklin

Archivo:Seal of Virginia
La virtud, con una lanza en la mano, pisando la Tiranía en el Gran Sello de Virginia.

Benjamin Franklin, uno de los fundadores de Estados Unidos, tenía una lista de trece virtudes que practicaba para alcanzar lo que él llamaba "perfección moral". Llevaba un registro diario para ver cómo las cumplía. Algunas de estas virtudes eran:

  • Templanza: No comer ni beber en exceso.
  • Silencio: Hablar solo lo que sea útil.
  • Orden: Tener un lugar para todo y un tiempo para cada actividad.
  • Resolución: Decidir hacer lo que se debe y hacerlo sin falta.
  • Frugalidad: No gastar dinero en cosas innecesarias.
  • Industria: No perder el tiempo, estar siempre ocupado en algo útil.
  • Sinceridad: Ser honesto y no usar engaños.
  • Justicia: No dañar a nadie y cumplir con los deberes.
  • Moderación: Evitar los extremos y no enojarse demasiado por las ofensas.
  • Limpieza: Mantenerse limpio en el cuerpo, la ropa y la casa.
  • Tranquilidad: No alterarse por cosas pequeñas o inevitables.
  • Humildad: Aprender de los demás y ser modesto.

Virtudes teologales

En la teología cristiana, además de las virtudes cardinales, se consideran las virtudes teologales, que son dones de Dios:

  • Fe: Creer en Dios y en sus enseñanzas.
  • Esperanza: Confiar en que Dios nos ayudará a alcanzar la vida eterna.
  • Caridad: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo.

Otras virtudes importantes en el cristianismo incluyen:

  • Generosidad
  • Sinceridad
  • Diligencia
  • Humildad
  • Paciencia
  • Amor al prójimo
  • Lealtad

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Virtue Facts for Kids

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