Historia de la Unión Europea para niños
La historia de la Unión Europea abarca el tiempo desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta hoy. La Unión Europea es una organización que une a muchos países de Europa en aspectos políticos, económicos y sociales. Su origen se remonta a 1951, con la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA). A lo largo de los años, ha tenido muchos cambios para lograr una mayor unión entre sus miembros. Así, de tener solo 6 países fundadores, ha crecido hasta contar con 27 miembros en la actualidad.
Después de que líderes como Winston Churchill hablaran en 1946 sobre la idea de unos "Estados Unidos de Europa", en 1949 se creó el Consejo de Europa, la primera organización que abarcaba a todo el continente. Un año después, el 9 de mayo de 1950, Robert Schuman, ministro de Francia, propuso formar la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA). Basándose en esta idea, Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo y Alemania Occidental firmaron el Tratado de París (1951) en 1951, creando la CECA. Este tratado dio vida a las primeras instituciones, como la Alta Autoridad (hoy la Comisión Europea) y la Asamblea Común (ahora el Parlamento Europeo). Más tarde, en 1957, se firmaron los Tratados de Roma, que crearon la Comunidad Económica Europea (CEE) para una unión aduanera y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) para el sector de la energía nuclear.
Para equilibrar el poder de la CEE, el Reino Unido y otros seis países formaron la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) en 1960. Sin embargo, por el éxito de la CEE, el Reino Unido pidió unirse en 1961. Pero el presidente de Francia, Charles de Gaulle, se opuso varias veces. El Reino Unido tuvo que esperar a que De Gaulle dejara el gobierno francés para que su solicitud fuera aceptada. Mientras tanto, se estableció la Política Agrícola Común (PAC), creando un mercado único para los productos del campo y una política de ayuda mutua.
En 1965, se acordó unir las tres comunidades bajo un solo grupo de instituciones. Así, el Tratado de fusión se firmó en Bruselas y entró en vigor el 1 de julio de 1967, dando origen a las Comunidades Europeas. Además, en 1968 se eliminaron los impuestos entre los países miembros y se adoptó un impuesto común para productos de otros países, logrando una Unión Aduanera.
En 1979, los ciudadanos eligieron directamente el primer Parlamento Europeo, aunque con reglas diferentes en cada país. Ese mismo año, se puso en marcha el Sistema Monetario Europeo (SME), un paso inicial hacia una unión económica y monetaria. En este periodo, la economía se centró mucho en la PAC, y el gobierno británico pidió una compensación, conocida como el "cheque británico", porque su agricultura tenía menos peso que en otros países, como Francia.
En enero de 1985, Jacques Delors se convirtió en Presidente de la Comisión Europea, dando un nuevo impulso a la unión con el "Libro Blanco sobre el Mercado Único". Esto llevó a la aprobación del Acta Única Europea en febrero de 1986, la primera gran revisión de los tratados desde el Tratado de Fusión. El Acta buscaba reformar las instituciones y ampliar las responsabilidades de la comunidad, especialmente en política exterior. Fue clave para crear el mercado único y entró en vigor el 1 de julio de 1987.
El 1 de noviembre de 1993, con el Tratado de Maastricht, se creó oficialmente la Unión Europea con un sistema de pilares. En 1995, entró en vigor el Acuerdo de Schengen. Esta década también vio el desarrollo del euro. El 1 de enero de 1994, se creó el Instituto Monetario Europeo, y en 1999, el Banco Central Europeo se estableció en Fráncfort del Meno. Finalmente, el 1 de enero de 2002, los billetes y monedas de euro comenzaron a circular, reemplazando por completo las monedas antiguas.
Un tratado para una constitución se firmó el 28 de octubre de 2004. Sin embargo, su aprobación se detuvo cuando los votantes de Francia y Países Bajos lo rechazaron. En 2007, el Consejo Europeo reconoció que la Constitución había fracasado, pero la mayoría de sus ideas se incluyeron en el Tratado de Lisboa de 2007.
La "cuestión europea" sigue abierta. Desde 2017, existe un proyecto llamado "refundación de la Unión Europea" que busca cambiar los Tratados y el funcionamiento de la organización para adaptarse a los nuevos desafíos globales y seguir avanzando en el proyecto europeo.
Contenido
- Orígenes de la Unión Europea
- Comunidades Europeas: Uniendo Fuerzas
- La Unión de los Tres Pilares
- De Ámsterdam a Lisboa: Nuevos Horizontes
- El Brexit y la Refundación de la Unión Europea
- El Relato Europeo
- Elecciones al Parlamento Europeo
- Ampliación de la Unión
- Cronología de los Tratados Fundamentales
- Galería de imágenes
- Véase también
Orígenes de la Unión Europea
Ideas de Unión en la Historia
Grandes zonas de Europa fueron unidas por imperios poderosos, como el Imperio romano, el Imperio carolingio y el Primer Imperio francés. Algunas uniones entre familias reales también ayudaron a consolidar territorios de forma pacífica, como la República de las Dos Naciones y el Imperio austrohúngaro.
En la Antigua Grecia, filósofos como Platón y Aristóteles desarrollaron ideas que son la base de la cultura europea actual. Con el crecimiento de Roma y su expansión, el derecho romano y la forma de Estado se convirtieron en modelos para los estados modernos de Europa. El Imperio romano llevó la civilización greco-romana a lugares como Britania y la península ibérica.
Tras la caída del Imperio romano, tribus germánicas tomaron el poder. Muchas estaban influenciadas por la cultura romana, por lo que algunos historiadores creen que no hubo un cambio total. Sin embargo, las condiciones culturales y educativas empeoraron, llevando a una etapa "oscura". Otras civilizaciones, como la islámica, crecieron y se expandieron por el continente.
Los líderes de los pequeños reinos europeos, muchos convertidos al cristianismo, reaccionaron. Así comenzaron la Reconquista española y las luchas contra el poder otomano en Europa Central y Oriental.
Durante la Edad Media, Europa sufrió la peste negra, que causó la muerte de muchas personas. En esta época, Europa era feudal, con muchos condados y pequeños territorios bajo el control de nobles. La Iglesia católica buscaba tener poder sobre todos los nobles, como lo tuvo el emperador romano. Los reyes querían ser la máxima autoridad.
El cristianismo fue un gran factor de unión en la Edad Media. Varios reyes se unieron en las cruzadas a Oriente Próximo para proteger los lugares sagrados del poder musulmán. El Papa de Roma apoyaba estos movimientos y ayudaba a los reyes a ganar poder sobre la nobleza, siempre que estos promovieran el cristianismo y respetaran la autoridad papal.
Esta concentración de poder en manos de los reyes llevó al Estado moderno. Primero, con monarquías autoritarias y luego absolutas. El comercio, especialmente el marítimo, resurgió. Entramos en la Era de los Descubrimientos, con reinos como Portugal y la Corona de Castilla buscando rutas comerciales a Asia. Con el descubrimiento de América en 1492 y los avances científicos, Europa comenzó su renacimiento.
La cultura europea se expandió a nuevos continentes con Portugal y el Imperio español, a los que se unieron después Francia y Gran Bretaña. Este renacimiento cultural trajo a figuras como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. La República de las Dos Naciones fue una potencia importante en Europa Oriental en ese tiempo.
Hasta entonces, la religión cristiana había unido a los europeos. Pero en 1517, Martín Lutero inició una reforma que causó guerras y persecuciones religiosas en toda Europa. Enrique VIII de Inglaterra se declaró líder de la Iglesia anglicana, y el Sacro Imperio Romano Germánico fue atacado por príncipes protestantes. En otros lugares, como Polonia, Lituania y Hungría, se adoptó la tolerancia religiosa.
Con el tiempo, la división religiosa y los avances científicos llevaron a una sociedad más laica en Europa. La unidad ya no se basaba solo en la fe. En el siglo XIX, se buscó la unidad en la lengua y el origen de las personas. Después de siglos de guerras religiosas y nacionalistas, surgió la idea de una unión basada en la ciudadanía y el patriotismo constitucional. En ese momento, las ideas de una Europa unida resurgieron con fuerza.
Mientras tanto, en Francia, la Revolución francesa dio origen al sistema legal y político actual. Fue la época del constitucionalismo y la creación de códigos de leyes. La Revolución industrial transformó la economía y la sociedad, creando nuevas clases sociales y nuevas ideas como el liberalismo y el socialismo.
Las colonias británicas en América se independizaron, formando lo que sería Estados Unidos. Las colonias portuguesas y españolas también se independizaron. La forma de estado actual, liberal y constitucional, se desarrolló en Europa. El código napoleónico es un ejemplo del nuevo derecho.
El siglo XIX fue la época del romanticismo y el nacionalismo. Alemania e Italia se unificaron, y los Estados nación surgieron en Europa. Este proceso llevó al desmoronamiento del Imperio austrohúngaro y el Imperio otomano, causando problemas étnicos en Europa Central y Oriental. Las divisiones de los nuevos Estados nación crearon minorías en todos los países. Las tensiones nacionalistas tuvieron consecuencias muy negativas para Europa.
El siglo XX en Europa estuvo lleno de guerras y el auge de ideologías extremas. Como resultado, una Europa en ruinas tuvo que reconstruirse después de dos guerras mundiales.
Debido a los efectos devastadores de las guerras, varias personas pensaron en la idea de una Europa unida, como William Penn, Victor Hugo y Giuseppe Mazzini. Estas ideas cobraron más fuerza en Europa Occidental después de la Primera Guerra Mundial, pero no fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que se dieron pasos concretos. Un ejemplo de organización entre las dos guerras para promover la idea de la Unión Europea fue la Unión Internacional Paneuropea.
Así, en el periodo entre guerras, surgieron iniciativas privadas, como el Tratado de Locarno en 1925, que buscaba resolver conflictos pacíficamente. Sin embargo, estos esfuerzos no tuvieron resultados prácticos a corto plazo debido a la Gran depresión y el inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Tras el final de esta última guerra, las economías europeas quedaron muy dañadas, poniendo fin a la influencia tradicional de Europa en el mundo. Las dos nuevas potencias mundiales, Estados Unidos y la Unión Soviética, tenían un poder económico, político y militar superior al de todos los estados europeos juntos. Ante esta situación, muchas ideas políticas buscaban reconstruir Europa como una nueva nación unida, para evitar más conflictos. Las dos guerras mundiales habían comenzado en Europa y el continente había sido el principal campo de batalla.
Primeros Pasos Hacia la Unión
Después del final de la Segunda Guerra Mundial, Europa estaba devastada. Alemania sufrió enormes pérdidas. Aunque Francia y el Reino Unido ganaron la guerra, también tuvieron grandes pérdidas que afectaron sus economías y su prestigio.
La guerra de Francia y el Reino Unido contra Alemania comenzó en septiembre de 1939. Cuando el conflicto terminó en Europa el 8 de mayo de 1945, el gobierno alemán fue considerado responsable del inicio de la guerra por su política de expansión. Alemania perdió parte de su territorio y fue ocupada por ejércitos extranjeros que la dividieron en cuatro partes, según lo acordado en la Conferencia de Yalta.
En los años siguientes, los resentimientos y la desconfianza entre las naciones europeas dificultaban la reconciliación. En este contexto, el ministro francés de asuntos exteriores, Robert Schuman, apoyó la creación de Alemania Occidental, uniendo las tres zonas de ocupación controladas por las democracias occidentales, dejando de lado la zona soviética. Schuman, de origen germano-luxemburgués, había tenido tres nacionalidades en su vida, lo que pudo ayudarle a entender los conflictos europeos y a interesarse por la unión de Europa.
En 1946, Winston Churchill dio un discurso en la Universidad de Zúrich, considerado por algunos como el primer paso hacia la unión después de la guerra. Sin embargo, el verdadero primer paso se considera que fue el 9 de mayo de 1950, cinco años después de la rendición del gobierno alemán. Ese día, Schuman hizo un llamado a Alemania Occidental y a otros países europeos para que pusieran bajo una autoridad común la producción de acero y carbón. Este discurso, conocido como Declaración Schuman, fue recibido de diferentes maneras por los gobiernos europeos y marcó el inicio de la construcción europea. La idea era que, al controlar juntos la producción de estos materiales esenciales para la industria de armas, sería muy difícil que los países participantes iniciaran una guerra entre ellos.
La declaración marcó el inicio de la unión de los estados europeos, en contraste con las rivalidades nacionalistas anteriores. Esta nueva realidad fue impulsada por el fin de la influencia tradicional de Europa en el mundo después de la Segunda Guerra Mundial. Los europeos se dieron cuenta de su debilidad ante el surgimiento de dos nuevas potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, que tenían un poder superior. Además, las consecuencias del conflicto hicieron que los ciudadanos desearan un continente más libre y justo, donde las relaciones entre países fueran pacíficas para evitar nuevos enfrentamientos.
Comunidades Europeas: Uniendo Fuerzas

La propuesta de Robert Schuman fue muy bien recibida por el canciller de Alemania Occidental, Konrad Adenauer. En la primavera de 1951, se firmó en París el Tratado que creó la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), haciendo realidad la propuesta de Schuman. Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo (conocidos como “Los seis”) lograron un acuerdo que facilitó el intercambio de materias primas para la industria del acero, acelerando la economía. Este tratado buscaba unir a los países vencedores y vencidos de Europa para que, a medio plazo, pudieran decidir su propio futuro, sin depender de otros. El tratado de la CECA terminó en 2002, aunque su función ya no era tan necesaria después de que sus órganos se fusionaran con los de la Comunidad Europea.
En mayo de 1952, en plena Guerra Fría, se firmó en París un tratado para crear la Comunidad Europea de Defensa (CED), que permitiría armar a Alemania Occidental dentro de un ejército europeo. Cinco miembros de la CECA aprobaron el tratado, pero en agosto de 1954, los parlamentarios franceses lo rechazaron. Así, el antiguo Tratado de Bruselas de 1948 fue modificado para crear la Unión Europea Occidental (UEO), que fue la única organización encargada de la defensa y seguridad europea hasta 1999. Aunque reforzó el tratado anterior, la UEO funcionó bajo la sombra de la OTAN.
Un gran avance llegó en 1957 con la firma de los Tratados de Roma. Los seis decidieron avanzar en la cooperación económica, política y social. El objetivo era crear un “mercado común” que permitiera la libre circulación de personas, mercancías y capitales. La Comunidad Económica Europea (CEE) fue la organización internacional, con capacidad propia de financiación, creada por este tratado. Este documento también formó una tercera comunidad, el Euratom, sin fecha de finalización.
Mientras tanto, para establecer una sede central para la Comunidad, Schuman y Adenauer propusieron el «Estatuto del Sarre», pero la población local lo rechazó en un referéndum.
La Unión de los Tres Pilares

En 1965, se firmó un tratado que unió los órganos ejecutivos de las tres comunidades europeas, creando la Comisión Europea (CE) y el Consejo de la Unión Europea (CUE). El Acta Única Europea, firmada en febrero de 1986 y aplicada en julio de 1987, buscó dar un nuevo impulso a la construcción europea. Estableció la consolidación del mercado interior para 1993, permitiendo la libre circulación de capitales y servicios. Con este tratado, las responsabilidades de la comunidad se ampliaron a la investigación y desarrollo tecnológico, el medio ambiente y la política social. El Acta Única también reconoció la existencia del Consejo Europeo, que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno e impulsa una política exterior común, así como la cooperación en seguridad.
El Tratado de Maastricht o de la Unión Europea, firmado en febrero de 1992 y en vigor desde 1993, introdujo una nueva estructura institucional que duró hasta el Tratado de Lisboa. Esta estructura tenía los conocidos tres pilares de la Unión Europea:
- El primer pilar era el comunitario, que incluía a la Comunidad Europea, la Comunidad Europea de la Energía Atómica y la antigua Comunidad Europea del Carbón y del Acero.
- El segundo pilar era la política exterior y de seguridad común.
- El tercer pilar era la cooperación policial y judicial en asuntos penales.
Estos pilares funcionaban con diferentes formas de tomar decisiones. El Tratado de Maastricht también creó la ciudadanía europea, permitiendo a los ciudadanos vivir y trabajar libremente en los países de la comunidad, y votar en elecciones europeas o municipales. Con este tratado, también se decidió crear una moneda única europea, el Euro, que comenzó a circular en 2002 bajo el control del Banco Central Europeo.
Sin embargo, el trabajo de la unión se vio afectado por una crisis de presupuesto en marzo de 1999. El Parlamento se negó a aprobar el presupuesto de la Comisión de 1996 por problemas de mala gestión, fraude y favoritismo. El Parlamento investigó la situación, y los resultados, publicados el 15 de marzo de 1999, fueron muy críticos con la Comisión. Los socialistas, que apoyaban al ejecutivo, retiraron su apoyo, y la Comisión renunció esa misma noche. Esta crisis dañó la posición de la Comisión. En respuesta, se creó rápidamente la OLAF, un organismo de control contra el fraude.
A lo largo de estos años, la CEE/UE comenzó a crecer en Europa, principalmente en Europa occidental: Irlanda, Reino Unido y Dinamarca en 1973; Grecia en 1981; España y Portugal en 1986; Alemania oriental se unió a Alemania Occidental en 1990; y Austria, Finlandia y Suecia en 1995.
De Ámsterdam a Lisboa: Nuevos Horizontes

En 1999, entró en vigor el Tratado de Ámsterdam, que incluía principios como la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos, y el desarrollo sostenible. Dos años después, se firmó el Tratado de Niza, que entró en vigor en 2003. Mientras tanto, en 2002, la CECA dejó de existir al cumplir sus 50 años, y sus funciones pasaron a la Comunidad Europea.
El 1 de mayo de 2004, la Unión Europea tuvo su mayor ampliación, con la entrada de 10 nuevos miembros de Europa oriental: Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Malta y Chipre. Más tarde, el 29 de octubre de 2004, se firmó en Roma el tratado constitucional. La aprobación del tratado comenzó con el Parlamento, pero algunos estados hicieron referéndums en 2005. El primero fue en España, donde fue aprobado con un 76,73% de apoyo. Sin embargo, la aprobación se detuvo cuando los votantes de Francia y Países Bajos lo rechazaron. Esto hizo que el documento no entrara en vigor, y los líderes anunciaron un "periodo de reflexión".
Después, Rumania y Bulgaria se unieron en la ampliación de la Unión Europea de 2007. El 25 de marzo de 2007 (en el 50.º aniversario de los Tratados de Roma), los líderes europeos terminaron formalmente el "periodo de reflexión" con la Declaración de Berlín. Esta declaración buscaba un nuevo acuerdo institucional antes de las elecciones europeas de 2009. En 2007, el Consejo Europeo acordó que la Constitución había fallado, pero la mayoría de sus propuestas se incluyeron en la reforma de los tratados de la Unión. Así, el 13 de diciembre de 2007, se firmó el Tratado de Lisboa.
Este tratado buscaba mejorar el funcionamiento de la Unión Europea modificando el Tratado de Maastricht y el Tratado de Roma. Algunas de las reformas más importantes del Tratado de Lisboa fueron:
- Reducir las posibilidades de bloqueo en las decisiones del Consejo de la Unión Europea mediante el voto por mayoría cualificada.
- Dar más poder al Parlamento Europeo.
- Eliminar los tres pilares de la Unión Europea que ya no eran necesarios.
- Crear las figuras del Presidente del Consejo Europeo y el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad para dar más coherencia a las políticas de la UE.
El Tratado de Lisboa, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009, también hizo que la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea fuera legalmente obligatoria para los países miembros.
Por otro lado, la Gran Recesión que comenzó en 2008 y la Crisis del euro afectaron la economía de la mayoría de los países miembros. A pesar de esto, Croacia se convirtió el 1 de julio de 2013 en el miembro número 28 de la Unión. En medio de la recesión, la UE y sus miembros enfrentaron la crisis migratoria de 2015 en Europa que puso a prueba el sistema europeo común de asilo y el espacio Schengen.
El Brexit y la Refundación de la Unión Europea
La refundación de la Unión Europea es un proyecto que busca reformar las instituciones y los tratados para adaptar a la Unión Europea a los futuros cambios globales y avanzar en la integración europea. Comenzó en 2017 y ha sido impulsado principalmente por la Comisión Europea y la relación entre Alemania y Francia. Aunque el término "refundación" ha sido usado por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, otros líderes han usado términos similares para reflejar el deseo de aumentar la capacidad de la Unión en el mundo.
En medio de la tensión entre Rusia y la UE, y la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos, la UE empezó a discutir la idea de autonomía estratégica. Esto significa que la organización debe defender su soberanía y promover sus intereses de forma independiente. Esta autonomía se relaciona con la defensa, pero también con capacidades económicas y tecnológicas. Varios líderes europeos quieren que la UE tenga las capacidades militares necesarias para su defensa y así lograr la autonomía estratégica.
Mientras tanto, en Estados Unidos, los gobiernos de Donald Trump y Joe Biden han tenido una postura de relativa distancia con la UE, lo que ha generado una "pérdida de confianza" en la relación bilateral. Al mismo tiempo, las nuevas relaciones entre el Reino Unido y la UE, después de la salida del Reino Unido de la UE en 2020, se han desarrollado en un contexto de fortalecimiento de la relación del Reino Unido con otros países de habla inglesa, lo que ha chocado con algunos intereses de la UE.
Sin embargo, dos eventos principales desde 2020 han impulsado grandes cambios en la UE: la pandemia de COVID-19 y la situación de la Unión tras la invasión rusa de Ucrania. Ambas crisis mostraron la dependencia de la Unión de otros países para obtener productos y materias primas importantes. Esto, junto con el creciente proteccionismo de competidores como China y Estados Unidos, impulsó la adopción de medidas para la reindustrialización dentro de la UE.
Desde 2017, el presidente Macron ha defendido propuestas para "refundar Europa". Aunque al principio no tuvo el apoyo de la canciller alemana Angela Merkel para sus ideas más ambiciosas, la situación cambió el 18 de mayo de 2020. En el marco de la pandemia, ambos líderes presentaron un plan para la UE, lo que generó expectativas sobre Olaf Scholz (quien reemplazó a Merkel en 2021) y su política europea, enfocada en avanzar hacia un "Estado federal".
Para los líderes de la UE, estos factores han hecho que la entrada de nuevos países sea una "inversión geoestratégica". Esto significa que la Unión necesita hacer reformas en sus prioridades, políticas y capacidad de acción. En la primera mitad de 2024, estas reformas serán discutidas por el Consejo Europeo para adoptar una hoja de ruta. Antes, ya se habían tomado otras medidas, como la Cooperación estructurada permanente (CEP) en 2017, para impulsar el proyecto de la "Europa de la Defensa". Además, la Comisión Europea tiene como prioridad profundizar la Unión Económica y Monetaria completando la unión bancaria y de los mercados de capitales.
El Relato Europeo
El relato europeo es la historia que explica el desarrollo de la Unión Europea y el proyecto europeo. Sin embargo, muchos expertos creen que esta historia ya no es suficiente, y no hay un acuerdo claro sobre la idea del proyecto europeo o su utilidad. Esta opinión sugiere que se necesita una nueva historia para que el proceso de unión y la idea de Europa sigan adelante.
Al principio de la construcción europea, como era difícil generar simpatía con una bandera o una historia compartida, los fundadores se enfocaron en un proyecto más práctico que emocional. Así, aunque al principio la historia se centró en evitar la guerra, luego se complementó con iniciativas económicas. El éxito económico de Europa se convirtió en el motor de la unión desde los años 50. Sin embargo, cuando el éxito económico se puso en duda, también se cuestionó la conveniencia del proyecto europeo.
La Gran Recesión, la pandemia de COVID-19 y la guerra ruso-ucraniana cambiaron la realidad europea y su historia. Introdujeron la idea de vulnerabilidad ante riesgos externos y la percepción de una "separación" entre los ciudadanos y las instituciones de la comunidad. Sin embargo, estas crisis podrían estar ayudando a cambiar la forma en que se recuerda la construcción europea, especialmente la historia que surgió después de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Todo esto viene acompañado de una nueva forma de ver la historia europea, más centrada en los conflictos y menos en la idea de la diversidad como valor principal. En este contexto, las historias sobre las crisis del siglo XXI varían según las ideas políticas y los países miembros, y a menudo son usadas para intereses políticos nacionales.
Para quienes apoyan la creación de un nuevo relato europeo, su éxito dependerá de que la mayoría de la población europea se sienta parte de él. Esta nueva historia considera que el relato europeo debe recuperar los valores culturales compartidos, no solo los intereses económicos o políticos. En este sentido, un relato no es solo una lista de eventos históricos, sino una narración que da significado a las acciones del pasado y del futuro.
Elecciones al Parlamento Europeo
El 29 de abril de 1976, los partidos demócrata cristianos de Europa fundaron el Partido Popular Europeo.
En 1979, los ciudadanos eligieron directamente el primer Parlamento europeo, aunque con reglas que variaban de país a país. El Parlamento no tenía poderes decisivos; por ejemplo, podía rechazar el presupuesto, pero el consejo podía seguir gastando. El Parlamento es el órgano que propone reformas. En estas primeras elecciones, participó el 63% de los votantes. El Parlamento se dividió así: Grupo Socialista 133 escaños, Partido Popular Europeo 107, Demócratas Europeos 64, Grupo Comunista 44, Grupo Liberal Demócrata 40, Demócratas Europeos Progresistas 22, y 18 puestos no registrados. En total, 410 escaños.
Entre el 14 y 17 de junio de 1984, se celebraron elecciones para el segundo Parlamento Europeo. La participación fue del 61%. El Grupo Socialista obtuvo 130 escaños, el Partido Popular Europeo 110, los Demócratas Europeos 50, Grupo Comunista 40, el Grupo Liberal Demócrata 31, la Alianza Democrática Europea 29, el Grupo Arco Iris 20, las Derechas Europeas (un grupo nuevo) 16 escaños, y otros 7. En total, 434 escaños.
Entre el 15 y 18 de junio de 1989, los votantes eligieron el tercer Parlamento Europeo. La participación fue del 58,5%. El Parlamento Europeo se dividió así: Grupo socialista 180 escaños, Partido Popular Europeo 121, Grupo Liberal Demócrata y Reformista 49, Grupo de la izquierda europea 42, Grupo de los Demócratas Europeos 34, Los Verdes 30, Alianza Democrática Europea 20, Derechas Europeas 17, Grupo Arco Iris 13, y otros 27. En total, 518 escaños.
En 1992, se fundó el Partido Socialista Europeo en La Haya. A este partido se unieron muchos partidos socialistas y socialdemócratas de diferentes países europeos.
Entre el 9 y 12 de junio de 1994, los ciudadanos europeos votaron para la cuarta renovación del Parlamento Europeo, con una participación del 56,80%. Un año después, los ciudadanos de Austria, Suecia y Finlandia pudieron elegir más diputados. El Partido Socialista Europeo ganó 198 escaños, el grupo Partido Popular Europeo - Demócratas Europeos 157, el Partido Europeo Liberal Demócrata Reformista 43, el grupo de extrema izquierda 28, el Grupo de los conservadores 27, el Grupo Unión por la Europa de las Naciones 27, Los Verdes Europeo - Alianza Libre Europea 23, la Alianza Radical Europea 19, el grupo de los partidos euroescépticos 19, y otros 27 no miembros.
Entre el 10 y el 13 de junio de 1999, los ciudadanos europeos votaron para la quinta renovación del Parlamento Europeo, con una participación del 49,80%. El grupo del Partido Popular Europeo - Demócratas Europeos obtuvo 233 escaños, el Partido Socialista Europeo 180, la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa 50, el grupo europeo de Los Verdes - Alianza Libre Europea 48, el grupo de Izquierda Unitaria Europea - Izquierda Verde Nórdica 42, el grupo conservador Unión por la Europa 31, la Europa de las Democracias y las Diferencias 16, y otros 8. En total, 626 escaños.
Entre el 10 y 13 de junio de 2004, los 25 países miembros participaron en la elección transnacional más grande de la historia. El resultado de las sextas elecciones parlamentarias fue una segunda victoria para el grupo Partido Popular Europeo-Demócratas Europeos. La participación de votantes volvió a caer por debajo del 50%.
Ampliación de la Unión
A partir de los años 60, la Comunidad empezó a recibir solicitudes de nuevos miembros, pero no fue hasta 1973 que se hizo la primera ampliación con Irlanda, Reino Unido y Dinamarca. En 1987, Turquía solicitó formalmente unirse a la Comunidad, iniciando el proceso más largo para cualquier país.
En 1989, el Muro de Berlín cayó, junto con la "cortina de hierro". Con la reunificación de las dos Alemanias (la integración de la RDA en la RFA), la superficie de la UE se amplió, pero no el número de países miembros.
Cronología de los Tratados Fundamentales
Firmado En vigor Documento |
1948 1948 Primer Tratado de Bruselas |
1951 1952 Tratado de París |
1954 1955 Segundo Tratado de Bruselas |
1957 1958 Tratado de Roma |
1965 1967 Tratado de Fusión |
1975 N/A Declaración sobre la Unión Europea |
1986 1987 Acta Única Europea |
1992 1993 Tratado de Maastricht |
1997 1999 Tratado de Ámsterdam |
2001 2003 Tratado de Niza |
2007 2009 Tratado de Lisboa |
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Tres pilares de la Unión Europea: | |||||||||||||||||||||
Comunidades Europeas: | |||||||||||||||||||||
Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) | |||||||||||||||||||||
Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) | Expirado en 2002 | Unión Europea (UE) | |||||||||||||||||||
Comunidad Económica Europea (CEE) | Comunidad Europea (CE) | ||||||||||||||||||||
TREVI | Asuntos de Justicia y de Interior (AJI) | ||||||||||||||||||||
Cooperación Judicial y Policial en materia Penal (CE) | |||||||||||||||||||||
Cooperación Política Europea (CPE) | Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) | ||||||||||||||||||||
Órganos no consolidados | Unión Europea Occidental (UEO) | ||||||||||||||||||||
Expirado en 2011 | |||||||||||||||||||||
Galería de imágenes
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Robert Schuman (uno de los Padres fundadores de la UE) realizó una declaración que es considerada por varios autores como un paso inicial de las instituciones comunitarias.
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Reunión en el Salón de los Caballeros de La Haya, durante el Congreso de La Haya de 1948.
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Alejandro combate contra el rey persa Darío III en la batalla de Issos. Detalle del mosaico de la Casa del Fauno de Pompeya (Museo Arqueológico Nacional de Nápoles).
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Carlomagno, por Alberto Durero.
-
Otto von Bismarck (con casco) y Napoleón III de Francia tras la batalla de Sedán,1870
-
Conferencia de Yalta, en la cual se tomaron importantes decisiones sobre la Europa de posguerra.
Véase también
En inglés: History of the European Union Facts for Kids