Batalla de Ramales para niños
Datos para niños Batalla de Ramales |
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Primera guerra carlista Parte de primera guerra carlista |
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![]() La Batalla de Ramales por Francisco de Paula Van Halen.
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Fecha | Del 17 de abril al 12 de mayo de 1839 | |||
Lugar | Ramales de la Victoria, Cantabria | |||
Coordenadas | 43°15′23″N 3°27′52″O / 43.256311111111, -3.4644166666667 | |||
Resultado | Victoria de los liberales | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La Batalla de Ramales fue un enfrentamiento importante durante la Primera guerra carlista en España. Ocurrió entre el 17 de abril y el 12 de mayo de 1839. Tuvo lugar en la localidad de Ramales de la Victoria en Cantabria, cerca del río Asón. En esta batalla se enfrentaron las fuerzas liberales, dirigidas por el general Baldomero Espartero, contra las fuerzas carlistas, al mando del general Rafael Maroto.
Contenido
¿Cómo se desarrolló la Batalla de Ramales?
Estrategias y movimientos de las tropas
Al principio, las fuerzas liberales eran el doble que las carlistas. Sin embargo, llegaron a ser cuatro veces más grandes porque el general Maroto mantuvo a 8 de sus 17 batallones en reserva, sin usarlos en la batalla.
También se le acusó de ordenar la rendición del fuerte de Guardamino antes de que fuera atacado. Este fuerte era defendido por el comandante carlista Carreras, quien estaba listo para resistir.
Algunos creen que los líderes carlistas de Cantabria no se llevaban bien con el general Maroto. Esto pudo influir en que los batallones cántabros fueran puestos en primera línea en la batalla de Guardamino.
El cañón "El Abuelo" y la Cueva de la Lobera
Los carlistas se habían establecido en Ramales y Guardamino. Colocaron un cañón llamado "El Abuelo" en la cueva de la Lobera, entre Lanestosa y Ramales. Este cañón controlaba la carretera e impedía el paso de las tropas enemigas.
Hay varias historias sobre cómo se logró desalojar a los carlistas de la cueva. Una dice que el guerrillero liberal Juan Ruiz Gutiérrez, conocido como "Cobanes", usó paja incendiada para obligarlos a salir. Otra versión menciona que la cueva fue bombardeada con cañones durante siete horas.
La teoría más aceptada es que se usaron cohetes especiales, llamados "Congreve", que tenían un proyectil en la punta. Estos cohetes obligaron a los 27 carlistas a abandonar la cueva.
Ataques a posiciones clave
El general Espartero encargó al general Leopoldo O'Donnell que atacara las fuerzas carlistas en las alturas del Mazo. Al brigadier Ramón Castañeda (quien luego sería conde de Udalla) se le encomendó atacar a los carlistas que controlaban la Peña del Moro.
Ramales fue atacado con artillería por los liberales. Lograron superar las defensas carlistas, que habían sido preparadas por mucho tiempo en dos casas de la carretera.
Cuando el batallón carlista de Vizcaya se retiró de Ramales, incendió el pueblo. Solo quedaron en pie la iglesia de San Pedro (que fue saqueada), la taberna y tres edificios. Ramales fue conquistado, pero quedó muy dañado por los ataques y por la propia retirada carlista hacia Guardamino.
La rendición del fuerte de Guardamino
El fuerte de Guardamino fue escenario de una intensa batalla. Los batallones carlistas de Cantabria sufrieron muchas pérdidas y sintieron que habían sido abandonados. Finalmente, el fuerte se rindió por orden de Maroto, sin que las fuerzas de Espartero tuvieran que tomarlo por la fuerza.
Después de la rendición, el general Espartero felicitó a sus tropas con estas palabras:
El enemigo no quiso aceptar vuestro reto para una batalla general. Encasillados en sus formidables posiciones, allí quería que se estrellase vuestro arrojo. Allí os conduje. Allí vencimos. Allí completamos su ignominia.
¿Qué consecuencias tuvo la Batalla de Ramales?
Bajas y reconstrucción del pueblo
La batalla fue muy dura para ambos bandos. Hubo casi 2.000 bajas en total, distribuidas de manera similar entre los dos grupos.
El pueblo de Ramales quedó en ruinas y tuvo que ser reconstruido. Se repararon los puentes y las casas incendiadas. Gracias a esta importante victoria, el pueblo pasó a llamarse Ramales de la Victoria.
El general Espartero recibió el título de Duque de la Victoria por esta batalla. También fue nombrado alcalde por el ayuntamiento que se restableció después de la retirada carlista, aunque no ejerció ese cargo.
Impacto en la guerra carlista
La pérdida de Ramales fue muy grave para los carlistas. Tuvieron que abandonar el Valle de Carranza y perdieron la fábrica de cañones de Guriezo. Esto significó que ya no podían operar en Cantabria ni intentar invadir Asturias y Galicia.
Aunque después de la batalla siguieron existiendo algunos grupos de guerrilleros carlistas en la región, que causaron problemas a los habitantes, la victoria liberal en Ramales fue decisiva.
La Batalla de Ramales en la literatura
El famoso escritor Benito Pérez Galdós escribió sobre el sentimiento liberal de los cántabros en una carta de 1884. Él decía que en Cantabria, una región de gente trabajadora, el carlismo nunca tuvo mucho apoyo.
Amós de Escalante, en su libro Costas y Montañas. Diario de un caminante (1871), cuenta que el ruido de los cañones de la batalla se podía oír cerca de Santander cuando el viento soplaba. Describió la batalla como muy intensa y difícil, con combates de artillería y cuerpo a cuerpo.
En el mismo libro, Escalante menciona que la batalla de Ramales ocurrió en la "provincia de Cantabria", un nombre tradicional que la gente seguía usando, aunque oficialmente ya se llamaba Provincia de Santander.
Esta batalla también dejó una huella en el lenguaje popular. La expresión «Fue más gorda que la de Ramales, que bajaba el río tinto en sangre» se usaba para describir una situación muy exagerada o extrema. Además, cerca de Ramales hay una montaña llamada Pico Ranero o "Picón del Carlista". La leyenda dice que un general carlista se lanzó desde allí para no ser capturado por las fuerzas liberales.
Véase también
En inglés: Battle of Ramales Facts for Kids