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Ibn Battuta para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Ibn Battuta
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Información personal
Nombre en árabe مُحمَّد بن عبد الله بن مُحمَّد اللواتي الطنجي
Apodo ابن بطُّوطة, أمير الرحَّالين المُسلمين y أبو عبد الله
Nacimiento 24 de febrero de 1304jul.
Tánger (Sultanato benimerín)
Fallecimiento c. 1369
valor desconocido
Religión Islam
Lengua materna Lenguas bereberes
Familia
Cónyuge First wife of Ibn Battuta (desde 1325)
Información profesional
Ocupación Explorador, geógrafo, escritor, cartógrafo, cadí, comerciante, viajero y alfaquí
Área Geografía, jurisdicción, exploración geográfica y fiqh

'Shams ad-Din Abu Abd Allah Muhammad ibn Muhammad ibn Ibrahim al-Luwati at-Tanyi': (en árabe, أبو عبد الله محمد بن عبد الله بن محمد بن إبراهيم اللواتي الطنجي‎), más conocido como Ibn Battûta (ابن بطوطة), fue un viajero y explorador de la época de la dinastía Meriní, nacido en Tánger (Marruecos) el 17 de rayab del año 703 de la Hégira, correspondiente al 25 de febrero de 1304, y muerto en 1377. Este formaría parte de la familia de los Banu Battuta (como Battuya) dedicados a la administración fesí desde origen antiguo bereber. El nacer en esta familia dedicada a las magistraturas, le permitirá tener una base económica para la realización de este tipo de viajes.

Es el más conocido de los grandes viajeros musulmanes; su rihla o periplo por el Oriente duró veinte años, que relató con detalle en una crónica dictada al estudioso granadino Ibn Yuzayy, a instancias del sultán marínida (o benimerín). Prácticamente todo lo que se sabe de su vida procede de este relato que, aun siendo fantasioso o exagerado en algunos puntos, es el retrato más fiel que existe de la parte del mundo que el viajero recorrió en esa época. En su viaje cubrió una distancia mayor que la de su contemporáneo Marco Polo, recorriendo en total el oeste, centro y norte de África, parte del sur y el este de Europa, Oriente medio, la India, Asia central, el sureste asiático y China (de hecho, fue el primero explorador no chino en informar sobre la Gran Muralla China.

Dentro de la trascendencia de este personaje, se debe indicar que por parte de la Asociación Ibn Battuta, formada por historiadores y profesionales del sector turístico, se está intentando llevar a cabo la realización de un Museo en su ciudad natal, Tánger; pero esta iniciativa no se ha materializado urgente para el gobierno de esta.

En 1976 la Unión Astronómica Internacional llamó «Ibn Battuta» a un astroblema lunar en su honor. El aeropuerto de Tánger, su ciudad natal, también lleva su nombre.

La Rihla (el viaje)

Muhámmad ibn Battuta inició su viaje con intención de realizar el hajj o peregrinación a La Meca que constituye uno de los cinco pilares del islam, y de visitar la tumba de Mahoma en Medina. Partió de Tánger, según su crónica, el 2 de rayab del 725 de la Hégira, 13 de junio de 1325, «solo, sin compañero con cuya amistad solazarme ni caravana a la que adherirme». Tenía entonces 22 años. No volvería hasta 24 años más tarde, después de haber recorrido más de 120 000 kilómetros, de un extremo a otro del mundo musulmán y fuera de él. Una de las versiones traducidas al castellano se ha denominado A través del Islam, publicada en 1981.

De Tánger a La Meca

Siguió la costa norte de África, a la que no presta mucha atención en su relato, hasta llegar a Egipto. En esta fase del viaje recorre las ciudades de Tremecén, Argel y Constantina, estas dos últimas acompañado por unos comerciantes tunecinos. Al llegar a Constantina, Ibn Battuta enfermó, pero a pesar de esta circunstancia decidió retomar el viaje sin detenerse. Posteriormente, visitó las poblaciones de Susa, Gabes y Trípoli, para finalmente llegar a Alejandría. Desde allí había tres rutas comúnmente usadas para ir a La Meca e Ibn Battuta escogió la menos frecuentada: un viaje Nilo arriba (esto es, hacia el sur) y luego hacia el puerto de Aydab en el mar Rojo. Sin embargo, una rebelión local le impidió llegar a Aydab, debiendo regresar a la capital egipcia. Desde la capital arranca un periplo por el País de Sham (Siria y Palestina), que entonces formaba parte de los dominios de la misma dinastía mameluca —la dinastía Bahrí— que gobernaba Egipto. Esto le permitió desplazarse con cierta seguridad, ya que las autoridades mamelucas hacían un especial esfuerzo en mantener segura para los peregrinos la ruta que pasaba por los lugares santos de Hebrón, Belén y Jerusalén.

Tras pasar el mes de ramadán en Damasco, Ibn Battuta siguió con una caravana un viaje de 800 millas que hay hasta Medina, en cuya mezquita principal está enterrado Mahoma. Luego siguió viaje a La Meca, donde cumplió con los ritos habituales de un peregrino musulmán, adquiriendo el apelativo de hayi («peregrino»). En teoría había cumplido los objetivos de su viaje, pero en lugar de volver a Marruecos decidió acompañar a una caravana de peregrinos procedentes de Irak e Irán de regreso a sus hogares.

Irak, Persia, Kurdistán y regreso a La Meca

Ibn Battuta conoce el Irak gobernado por los mongoles. En primer lugar visita Nayaf, el lugar de enterramiento del cuarto califa, Ali ibn Abi Talib. Desde allí viaja a Basora y luego pasa a Persia, visitando Isfahán, Shiraz y otros lugares. Vuelve a Irak y visita Kufa y Bagdad, la antigua capital de los abbasíes, ahora convertida en ciudad de segundo orden tras haber sido saqueada por las tropas mongolas de Hulagu Jan.

En Bagdad conoce al joven Abu Saíd Bahador Jan, «rey de los dos Irak» y último gobernante del Iljanato unificado, cuya muerte y posterior fragmentación de su reino cuenta también Ibn Battuta en su relato, escrito varias décadas después. Viaja con la caravana real y se desvía de ella acompañando a uno de los príncipes a la ciudad persa de Tabriz en la Ruta de la Seda, para regresar luego al campamento de Abu Saíd. Obtiene del rey el patrocinio para realizar una segunda peregrinación a La Meca, regresando a Bagdad para hacer los preparativos. Ibn Battuta aprovecha el tiempo que resta hasta la salida de la caravana de peregrinos para visitar el norte del país, atravesando poblaciones como Samarra, Tikrit y Mosul y llegando hasta el Kurdistán.

En sus viajes por Irak y Persia, Ibn Battuta tiene ocasión de conocer a los chiíes, rama del islam inexistente en el Magreb, de cuyas creencias abomina y a quienes no oculta su antipatía.

Tras cumplir por segunda vez con el rito del hach, Ibn Battuta permaneció en La Meca durante un año, dedicándose por entero a la vida religiosa, lo que le permitió trabar conocimiento con numerosos peregrinos.

Yemen y la costa africana

Hacia diciembre de 1330 Ibn Battuta emprende viaje hacia el sur. En Yida se embarca hacia la costa nubia, en el actual Sudán, para cruzar de nuevo el mar Rojo poco después hacia el Yemen, donde es alojado por el Nur ad-Din Ali. De Adén arranca un largo viaje por mar con el que recorrerá las costas de África, el sur de la península arábiga y el golfo Pérsico. Pasando alrededor de una semana en cada uno de sus destinos, visitó Etiopía, Mogadiscio, Mombasa, Zanzíbar y Kilwa Kisiwani, entre otros. Con el cambio del monzón, el barco en que iba embarcado volvió hacia el sur de Arabia. Habiendo completado su aventura, antes de establecerse, inmediatamente decidió ir a visitar Omán y el estrecho de Ormuz. Hecho esto, viajó a la Meca otra vez.

Asia occidental y central

Al cabo de un año, decidió buscar ocupación con el Sultán de Delhi. Necesitando un guía y traductor para viajar allí, fue a Anatolia, entonces bajo el control de los turcos selyúcidas, para unirse a una de las caravanas que iban hasta la India. Un viaje por mar desde Damasco en un barco genovés lo llevó hasta Alanya en la costa sur de Anatolia. Desde allí viajó por tierra a Konya y después a Sinope en la costa del mar Negro.

Cruzando el mar Negro, Ibn Battuta tomó tierra en Kaffa, en Crimea, y entró en las tierras de la Horda de Oro. Allí compró un carro y de manera fortuita se unió a la caravana de Ozbeg, el Khan de la Horda de Oro, en un viaje hasta Astracán en el río Volga.

Tras alcanzar Astracán, el khan permitió a una de sus esposas embarazadas volver a dar a luz en su ciudad de origen, Constantinopla. No es quizá una sorpresa para el lector que Ibn Battuta persuadiera a alguien para poder viajar en esa expedición, la primera de las suyas fuera de los límites del mundo islámico.

Tras llegar allí hacia el final del 1332, encontró al emperador Andrónico III y vio el exterior de Santa Sofía. Después de un mes en la ciudad, volvió sobre su ruta hacia Astracán, continuó más allá del mar Caspio y el mar de Aral a Bujará y Samarcanda. Desde allí viajó hacia el sur hasta Afganistán, cuyos pasos de montaña cruzó para seguir a la India.

India

Ibn Battuta era un hombre que viajaba mucho en tiempos antiguos. El Sultán de Delhi en India quería tener a muchos estudiosos musulmanes cerca para tener más poder. Ibn Battuta estudió mucho y se convirtió en juez en Delhi.

El Sultán era muy mandón y causó problemas a Ibn Battuta. Ibn Battuta decidió decir que iba a peregrinar a La Meca, pero el Sultán le ofreció ir a China como embajador. A Ibn Battuta le gustó la idea de irse lejos y aceptó.

En el camino a la costa, él y su grupo fueron atacados por personas hindúes y se separaron. Perdió cosas y casi muere. Pero después de dos días, se reunió con ellos y viajó a diferentes lugares como Calicut.

Mientras estaba en Calicut, un lugar en la costa, hubo una tormenta y dos barcos se hundieron. El tercer barco se fue sin él y fue tomado por alguien en Sumatra.

Ibn Battuta tuvo miedo de volver a Delhi sin éxito, entonces se quedó en el sur. Luego fue a las Maldivas, donde lo trataron bien y lo hicieron juez jefe. Después de mucho tiempo, se fue de allí.

Después de eso, fue a Ceilán y casi se hunde en una tormenta. Un barco lo rescató pero luego fue atacado por piratas. Finalmente, logró regresar a Calicut y luego a las Maldivas. Desde allí, intentó ir a China en un barco chino.

Sureste asiático y China

Esta vez tuvo éxito, alcanzando en rápida sucesión Chittagong, Sumatra, Vietnam, y finalmente Quanzhou, provincia de Fujian, en China. Desde allí siguió al norte hasta Hangzhou, no lejos de la moderna Shanghái. También pretendió haber viajado incluso más al norte, por el Gran Canal a Janbalic (خاب باليق) (Pekín), pero se cree que es una de sus invenciones, no un hecho real...

Vuelta a Marruecos por el Mediterráneo. Viaje por España

Ibn Battuta regresó a Quanzhou y decidió volver a su casa, pero no estaba seguro de dónde estaba exactamente su casa. Fue a Calicut de nuevo y pensó en pedir ayuda al Sultán Muhammad bin Tughluq en Delhi, pero cambió de opinión y decidió ir a La Meca otra vez. En su regreso, vio que había guerra en el Il-Khanato, donde Abu Sa'id había muerto desde su última visita.

De vuelta en Damasco, supo que su padre había fallecido. Al año siguiente, la Peste Negra comenzó y se propagó por Siria, Palestina y Arabia. Después de llegar a La Meca, decidió regresar a Marruecos, después de casi 25 años. Hizo un último viaje a Cerdeña y regresó a Tánger, solo para descubrir que su madre había fallecido poco antes.

Después de vivir en Tánger un tiempo, Ibn Battuta viajó a Al-Ándalus (España musulmana). Se unió a un grupo para defender Gibraltar de un posible ataque de Alfonso XI de Castilla, pero Alfonso murió por la Peste Negra y la amenaza desapareció. Continuó su viaje por España, pasando por varias ciudades.

Luego decidió explorar su propio país, Marruecos. Hizo una parada en Marrakesh, que estaba afectada por una epidemia y el cambio de capital a Fez. Luego regresó a Tánger y partió nuevamente.

Tiempo atrás, había oído sobre el rey Mansa Musa de Malí, quien había impresionado con su riqueza en El Cairo. Esto despertó su curiosidad, así que decidió viajar al reino de Malí en África Occidental, que era famoso por su oro.

Estos viajes de Ibn Battuta lo llevaron a muchas partes del mundo islámico y más allá, y su historia es fascinante por todas las aventuras que vivió.

África occidental

En 1351, Ibn Battuta dejó Fez y llegó a Siyilmasa, una puerta de entrada al desierto. Unos meses después, se unió a una caravana de invierno que lo llevó a Taghaza, una localidad en el Sahara conocida por el comercio de sal y oro de Malí. No le gustó mucho el lugar, ya que estaba lleno de sal y trabajaban esclavos en las minas.

Luego, viajó unos 800 kilómetros por el desierto hasta llegar a Mali. Pensó que estaba siguiendo el río Nilo, pero en realidad era el río Níger. Finalmente, llegó a la capital del Imperio de Malí, donde conoció al rey Soulayman. Aunque el rey no fue muy hospitalario, Ibn Battuta se quedó allí durante ocho meses antes de dirigirse hacia Tombuctú.

En algún momento, recibió un mensaje del sultán de Marruecos ordenándole regresar a casa. Cumplió con la orden y esta vez se quedó en Marruecos. En su relato sobre Mali, describió la diferencia entre la magnificencia de otros lugares que visitó y la sencillez de las costumbres alimenticias, la vestimenta y el comportamiento de la gente en Mali.

Confrontación con el África Negra

A raíz de su viaje por el Imperio de Malí, incorporará Ibn Battuta en su obra un apartado con el nombre de Virtudes y defectos de los negros, a mi entender. Los aspectos negativos que va a señalar de estos van a ir, desde sus costumbres de andar sin ropas y la conducta licenciosa de sus mujeres, hasta su práctica de "comer burros, perros y carroñas".

En cuanto a los aspectos virtuosos remarcados por el viajero dentro de esta cultura van a ser en primer lugar, la seguridad que hay en los territorios, mencionando que no se teme ningún asalto de maleantes o ladrones. Al mismo tiempo, también remarcará la rectitud de los rezos y su sentido de la justicia.

También sobre su paso por el río Níger aludirá a la aparición de un negro en el cauce:

"Del río vi un cocodrilo, cerca de la orilla, que era como una barquichuela. Cierto día bajé al Nilo para cumplir una necesidad y he aquí que un negro vino y se plantó entre el cauce y yo. Quedé espantado de su mala educación y desvergüenza y referí el asunto a algunas personas que me dijeron: 'Hizo eso porque temía por ti, para protegerte del cocodrilo se situó entre tú y él'".

La importancia de estos relatos ha sido estudiada bajo la perspectiva del estudio de los fenómenos de otredad, en el sentido de como a partir de los relatos de viajes no solo se puede extraer información sobre las distintas hazañas, sino que también sobre la mirada de los viajeros con respecto al otro; bajo esa comparación entre lo conocido y desconocido.

Época final

Se conoce poco de la vida de Ibn Battuta posterior a la fecha de publicación de la Rihla. Podría haber sido nombrado qadi en Marruecos.

Ibn Battuta murió en Marruecos en algún momento entre 1368 y 1377. Durante siglos su libro fue desconocido, incluso dentro del mundo musulmán, pero en el siglo XIX fue redescubierto y traducido a varios idiomas europeos. Desde entonces la fama de Ibn Battuta ha ido creciendo y es ahora una figura bien conocida en el Oriente Medio.

En la medina de Tánger Ibn Battuta tiene un pequeño mausoleo familiar, que es lugar de oración.

Obras

Después de regresar a casa en 1354, Ibn Battuta escribió un relato de sus viajes en árabe, llamado "Rihla". Este relato es la única fuente de sus aventuras. Aunque no tomó notas durante sus viajes, confió en su memoria y en los escritos de otros viajeros. Ibn Juzayy, un erudito, escribió sus historias basándose en lo que Ibn Battuta le contó.

Ibn Battuta describió lugares como Damasco, La Meca y otros, copiando algunas partes de relatos de otros viajeros anteriores. Algunos eruditos creen que no visitó todos los lugares que describió y que usó historias de otros viajeros. Por ejemplo, dudan que haya viajado por el río Volga o visitado ciudades como Bolghar y Sana'a.

Hay contradicciones en su relato, como el papel de "Abu'l Barakat el bereber" en convertir las Maldivas al islam. Algunos académicos dudan que haya visitado China, y su descripción es similar a la de otros autores como Marco Polo.

Ibn Battuta también vivió situaciones culturales diferentes en sus viajes. Experimentó choques culturales en lugares donde las costumbres no coincidían con su religión musulmana. Tuvo varias esposas y concubinas en diferentes lugares y tuvo hijos con ellas.

Después de completar su relato en 1355, se sabe poco sobre su vida. Fue nombrado juez en Marruecos y murió en 1368 o 1369.

Su relato fue desconocido fuera del mundo musulmán hasta principios del siglo XIX. Fue traducido a varios idiomas y se ha estudiado para entender cómo era el mundo en el siglo XIV.

Publicaciones

Frases célebres

  • "Viajar te deja sin palabras, y luego te convierte en un narrador".
  • Viajar: ¡te ofrece cientos de caminos hacia la aventura y le da alas a tu corazón!
  • En verdad, alabado sea Dios, he logrado mi deseo en este mundo, que era viajar por la tierra, y he logrado en este sentido lo que ninguna otra persona ha logrado hasta donde yo sé.
  • Sus mujeres son de extraordinaria belleza y se les muestra más respeto que los hombres. Estas personas son musulmanes, puntillosos en observar las horas de oración, estudiar los libros de leyes y memorizar el Corán. Sin embargo, sus mujeres no muestran vergüenza ante los hombres y no se cubren con velo, aunque asisten asiduamente a las oraciones. Cualquier hombre que desee casarse con una de ellas puede hacerlo, pero ellas no viajan con sus maridos, y, aunque una quisiera hacerlo, su familia no le permitiría ir. Las mujeres tienen sus "amigos" y "compañeros" entre los hombres fuera de sus propias familias.

Datos de interés

  • Ibn Battuta es famoso por sus viajes extensos y aventureros. Se estima que recorrió alrededor de 120,000 kilómetros durante sus viajes, visitando áreas que se extienden desde el norte de África hasta Asia Central, China, India, el sudeste asiático y partes de Europa.
  • Ibn Battuta pasó aproximadamente 29 años viajando. Comenzó su primer viaje en 1325 a la edad de 21 años y no regresó a su ciudad natal, Tánger, hasta 1354.
  • Su viaje inicial no fue por razones de aventura, sino debido a su deseo de realizar un peregrinaje a La Meca (Hajj), un deber religioso para los musulmanes. Sin embargo, sus viajes se expandieron mucho más allá de ese propósito inicial.
  • Durante sus viajes, Ibn Battuta no solo exploró nuevas tierras, sino que también estudió y documentó las diferentes culturas, costumbres y modos de vida de las personas que encontró. Sus escritos proporcionan valiosas perspectivas históricas y culturales.
  • A lo largo de sus viajes, Ibn Battuta sirvió en diversas cortes reales y desempeñó roles diplomáticos en varios lugares, incluyendo el Imperio Mongol, el Imperio Otomano y el Imperio Chino.
  • Sus experiencias y observaciones fueron compiladas en una obra titulada "Rihla" (que significa "Viaje" en árabe). Esta obra se considera una de las crónicas de viaje más importantes de la historia y ofrece una visión única de la vida en el mundo islámico medieval y más allá.
  • Gran parte de lo que sabemos sobre Ibn Battuta proviene de sus propias narraciones en "Rihla". Sin embargo, se ha debatido la precisión de algunos detalles en sus relatos, ya que a veces podría haber exagerado o confundido ciertas situaciones.
  • Aunque Ibn Battuta no es tan ampliamente reconocido como otros exploradores históricos, su legado ha perdurado a lo largo de los siglos. Sus escritos han proporcionado información invaluable sobre las rutas comerciales, las dinámicas culturales y la vida en la Edad Media.
  • En la actualidad, su legado se conmemora en varios lugares, incluyendo museos, monumentos y calles con su nombre en diferentes partes del mundo.
  • Dado que "Rihla" fue escrita en árabe, ha sido traducida a varios idiomas a lo largo del tiempo. Sin embargo, las diferentes traducciones pueden variar en términos de interpretación y precisión.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Ibn Battuta Facts for Kids

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