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Guerra italiana de 1521-1526 para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Guerra Italiana de 1521-1526
Parte de guerras italianas
François Ier fait prisonnier à la bataille de Pavie, 24 février 1525.png
La captura de Francisco I en la batalla de Pavía, en 1525
Fecha 1521-1526
Lugar Italia, Francia y España
Resultado Victoria de la Monarquía Hispánica y del patrimonio de los Habsburgo
Beligerantes
Royal Flag of France.svg Reino de Francia
Early Swiss cross.svg Mercenarios suizos
Flag of Most Serene Republic of Venice.svg República de Venecia
Bandera Navarra.svg Reino de Navarra
Flag of New Spain.svg Monarquía Hispánica
Bandera de Sacro Imperio Romano Germánico Sacro Imperio Romano Germánico
Flag of England.svg Reino de Inglaterra
CoA Pontifical States 02.svg Estados Pontificios
Comandantes
Royal Flag of France.svg Francisco I de Francia Rendición
Royal Flag of France.svg Odet de Foix
Royal Flag of France.svg Guillaume Gouffier de Bonnivet 
Royal Flag of France.svg Pierre Terrail de Bayard 
Royal Flag of France.svg Robert III de la Marck Rendición
Royal Flag of France.svg Anne de Montmorency Rendición
Royal Flag of France.svg François de Lorena 
Royal Flag of France.svg Jacques de la Palice 
Royal Flag of France.svg Carlos IV de Alençon
Royal Flag of France.svg Andrea Doria
Bandera Navarra.svg Enrique II de Navarra Rendición
Flag of Most Serene Republic of Venice.svg Antonio Grimani
Flag of Most Serene Republic of Venice.svg Andrea Gritti
Flag of New Spain.svg Carlos I de España
Flag of New Spain.svg Fernando de Ávalos
Flag of New Spain.svg Prospero Colonna
Bandera de Sacro Imperio Romano Germánico Carlos de Lannoy
Bandera de Sacro Imperio Romano Germánico Carlos III de Borbón

La Guerra italiana de 1521–1526, también conocida como la Guerra de los Cuatro Años, fue un conflicto importante en la historia de Europa. Se desarrolló entre 1521 y 1526. En esta guerra se enfrentaron el rey Francisco I de Francia y la República de Venecia contra el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos V, el rey Enrique VIII de Inglaterra y los Estados Pontificios (territorios gobernados por el Papa).

Las principales razones de esta guerra fueron la elección de Carlos I como emperador en 1519–1520. También influyó la necesidad del Papa León X de unirse a Carlos para enfrentar las ideas de Martín Lutero.

¿Cómo comenzó la Guerra de los Cuatro Años?

La guerra empezó en Europa Occidental en 1521. Francia invadió los Países Bajos e intentó ayudar a Enrique II de Navarra a recuperar su reino. Las tropas de Carlos V lograron detener la invasión francesa. Luego, atacaron el norte de Francia, pero los franceses lograron detenerlos.

Después de esto, el emperador Carlos V, el Papa y el rey Enrique VIII de Inglaterra formaron una alianza contra Francia. Así, los enfrentamientos se extendieron a la península italiana.

Batallas clave y cambios de alianzas

En la batalla de Bicoca, los ejércitos de Carlos V y del Papa vencieron al ejército francés. Esto obligó a los franceses a salir del Milanesado (una región en Italia). Después de esta batalla, la lucha se trasladó de nuevo a Francia. Mientras tanto, Venecia firmó un acuerdo de paz por separado.

El ejército inglés invadió Francia en 1523. Al mismo tiempo, Carlos de Borbón, un noble francés molesto con Francisco I, se unió a Carlos V. En 1524, un intento francés de recuperar el Ducado de Milán fracasó. Esto le dio a Carlos de Borbón la oportunidad de invadir Provenza con un ejército español.

El propio rey Francisco I lideró un segundo ataque contra el Ducado de Milán en 1524. Sin embargo, sufrió una gran derrota en la batalla de Pavía. Fue capturado y muchos de sus nobles más importantes murieron. Esta derrota marcó el final de la guerra.

Mientras Francisco I estaba prisionero en España, en la ciudad de Madrid, firmó el Tratado de Madrid. En este tratado, renunció a sus deseos de controlar territorios en Italia, Borgoña y Flandes. Pero Francisco I firmó el tratado solo para ser liberado. Semanas después, rechazó los términos del acuerdo, lo que llevó al inicio de la Guerra de la Liga de Cognac. Aunque las Guerras Italianas continuaron por otras tres décadas, Francia no logró recuperar ningún territorio importante en Italia.

¿Qué pasó antes de la guerra?

En 1518, la paz que había en Europa después de la batalla de Marignano empezó a desaparecer. Las grandes potencias (España, Francia, Inglaterra y el Sacro Imperio Romano) habían acordado en el Tratado de Londres que si un país rompía la paz, todos los demás se unirían para detenerlo.

Sin embargo, la elección del nuevo emperador del Sacro Imperio Romano Germánico dividió a los cuatro reyes. El emperador Maximiliano I quería que su nieto Carlos I de España lo sucediera. Pero Francisco I de Francia también quería ser emperador.

Al mismo tiempo, el Papa y el Sacro Imperio Romano tuvieron que enfrentar las nuevas ideas de Martín Lutero. Estas ideas, además de ser religiosas, daban a los príncipes alemanes una razón para alejarse del poder del emperador y del Papa. Mientras tanto, Francisco I también tenía que lidiar con el cardenal Thomas Wolsey, quien buscaba aumentar la influencia de Inglaterra.

Archivo:Empire-Roman-Emperor-Charles-V 02
Territorios controlados por Carlos I en 1519. Debido a la concentración de territorios en manos de Carlos I, Francia se encontraba en una posición difícil.      Castilla      Aragón      Posesiones borgoñonas      Herencias de territorios austríacos      Sacro Imperio Romano

El emperador Maximiliano I falleció en 1519. Dejó sus territorios en Austria a sus nietos: Carlos, rey de España, y su hermano Fernando. También dejó vacante el título de emperador. La muerte de Maximiliano I hizo que la elección imperial fuera muy importante en la política europea. El rey francés mostró su interés en ser elegido emperador.

El Papa León X, que se sentía amenazado por las tropas españolas cerca de él, apoyó la candidatura francesa. Los príncipes electores (quienes elegían al emperador), excepto Federico III de Sajonia, prometieron su ayuda a los candidatos. Maximiliano había prometido dinero a los electores por sus votos. Francisco I prometió aún más dinero, pero Carlos V decidió superar su oferta.

El resultado final no fue solo por el dinero ofrecido. La gente común en Alemania no quería que un francés fuera su emperador. Esto hizo que los electores se tomaran un tiempo para decidir. Además, Carlos V movió su ejército cerca de Fráncfort del Meno, donde estaban reunidos. Finalmente, los electores eligieron a Carlos V.

El 23 de octubre de 1520, Carlos V fue elegido emperador del Sacro Imperio. Este título se sumaba a los reinos españoles que ya había unido y a las posesiones de la Casa de Borgoña en los Países Bajos.

El cardenal Thomas Wolsey, buscando aumentar la influencia de Enrique VIII, ofreció a Inglaterra como mediadora entre Carlos V y Francisco I. Enrique y Francisco se reunieron en el Campo del paño de oro. Mientras tanto, Wolsey se reunió con Carlos V en Calais. Después de estas reuniones, Wolsey organizó una conferencia en Calais para resolver el conflicto, pero no tuvo éxito.

Archivo:François Ier Louvre
Francisco I de Francia, pintado por Jean Clouet. Francisco, en su ambición de llegar a ser emperador del Sacro Imperio, llevó a Europa a la guerra.

En diciembre, los franceses comenzaron a planear la guerra. Francisco I no quería atacar directamente a Carlos V porque Enrique VIII había dicho que intervendría contra quien rompiera la paz. En su lugar, Francisco apoyó en secreto ataques en territorios de Carlos V. Se planeó un ataque en el río Mosa, liderado por Robert de la Marck. Pero los planes franceses fallaron cuando Enrique III de Nassau detuvo la ofensiva.

Al mismo tiempo, otro ejército apoyó a Enrique II de Navarra para recuperar su reino, que había sido conquistado por Fernando II de Aragón en 1512. Esta contraofensiva fue liderada por André de Foix. Los franceses financiaron y apoyaron estas operaciones, pero negaron su responsabilidad.

En Navarra, la gente se levantó contra la invasión. El ejército navarro-gascón, al mando del general Asparrots, logró liberar el reino rápidamente. Sin embargo, la Corona de Castilla envió un ejército de 30.000 hombres bien equipados. Este ejército se enfrentó al ejército franco-navarro, que era mucho más pequeño, cerca de Pamplona. La Batalla de Noáin ocurrió el 30 de junio de 1521. La superioridad numérica de las tropas castellanas llevó a la derrota de las fuerzas franco-navarras, lo que fue clave para que España controlara Navarra.

Mientras tanto, Carlos V estaba ocupado con el importante asunto de Martín Lutero. Se enfrentó a él en la Dieta de Worms en marzo de 1521. Carlos V creía que el catolicismo uniría a los estados alemanes del Sacro Imperio Romano Germánico y aseguraría su lealtad como emperador.

El Papa León X no estaba dispuesto a aceptar el desafío público a su autoridad. Él y el emperador tuvieron que apoyarse mutuamente contra Lutero. El 25 de mayo, Carlos V y el nuncio papal Girolamo Aleandro proclamaron el Edicto de Worms contra Lutero. Al mismo tiempo, Carlos V llegó a un acuerdo con el Papa. Acordaron devolver Parma y Piacenza a los Estados Pontificios, y que Carlos sería coronado emperador y se le daría el Reino de Nápoles. También se acordó devolver Milán a la familia Sforza. El Papa, que necesitaba el apoyo del emperador contra lo que consideraba una herejía, prometió ayudar a expulsar a los franceses de Lombardía. Esto dejó a Francisco I solo con la República de Venecia como aliada.

Primeros movimientos de la guerra (1521–1522)

En junio de 1521, los ejércitos de Carlos V, bajo el mando de Enrique III de Nassau, invadieron el noreste de Francia. Tomaron las ciudades de Ardres y Mouzon y sitiaron Tournai. Los franceses, liderados por Pierre Terrail y Anne de Montmorency, resistieron con fuerza durante el Sitio de Mézières. Esto le dio tiempo a Francisco I para reunir un ejército y enfrentar el ataque.

El 22 de octubre de 1521, Francisco I se encontró con el ejército de Carlos V cerca de Valenciennes. Aunque Carlos de Borbón lo animó a atacar, Francisco I dudó, lo que permitió a Carlos V retirarse. Cuando los franceses finalmente estuvieron listos para avanzar, las lluvias les impidieron perseguir al enemigo. Las fuerzas de Carlos V lograron escapar sin luchar. Poco después, tropas francesas, bajo el mando de Guillaume Gouffier y Claudio de Lorena, sitiaron la importante ciudad de Fuenterrabía, en la frontera entre Francia y España. La conquista de esta ciudad les dio a los franceses una posición estratégica en el norte de España por dos años.

Archivo:Battles in Lombardy (1521-25)
Batallas en Lombardía (1521–25). Los enfrentamientos en Bicoca, el Sesia, y Pavía están señalados.

Para noviembre, la situación de Francia había empeorado. Carlos V, Enrique VIII y el Papa firmaron una alianza contra Francisco I el 28 de noviembre. Odet de Foix, el gobernador francés de Milán, tenía la tarea de resistir a las fuerzas del Papa y del emperador. Sin embargo, fue derrotado por Prospero Colonna. A finales de noviembre, fue expulsado de Milán, Pavía, Lodi y Como después de su derrota en Vaprio d'Adda. Se retiró a pueblos cercanos al río Adda. Según el acuerdo con el Papa, Parma y Piacenza pasaron a los Estados Pontificios. Días después, el Papa León X murió.

Mientras tanto, Lautrec recibió refuerzos de mercenarios suizos. Pero sin dinero para pagarles, no pudo atacar de inmediato. El nuevo Papa, Adriano VI, que había sido gobernador de Castilla, al principio se mantuvo neutral para intentar traer la paz a Europa y detener a los turcos. Pero la situación en Italia era complicada: los Estados Pontificios y Venecia estaban agotados. Florencia estaba bajo el control de Julio de Médici, primo del Papa León X. Las repúblicas de Siena y Lucca obedecían a la potencia más fuerte. Los estados de Montferrato y Saboya estaban bajo el control francés, mientras que Milán dependía de España y del Imperio.

El 27 de abril de 1522, Lautrec atacó al ejército combinado del Papa y del emperador, bajo el mando de Colonna, cerca de Milán en la batalla de Bicocca. Lautrec quería usar su artillería, pero los suizos, impacientes, cargaron contra los arcabuceros españoles que estaban atrincherados. Los suizos fueron derrotados por los españoles, liderados por Fernando de Ávalos, y por una fuerza de lansquenetes (soldados alemanes) al mando de Jorge de Frundsberg. Los suizos perdieron la moral y se retiraron a sus cantones. Lautrec, con pocas tropas, abandonó Lombardía. Colonna y de Ávalos, sin oposición, sitiaron Génova y la capturaron el 30 de mayo.

Dificultades para Francia (1522-1524)

La derrota francesa en Bicocca significó la pérdida de Génova, que volvió a estar bajo el control del emperador. Además, Francisco II Sforza se estableció en Milán. La derrota de Lautrec también hizo que Inglaterra entrara abiertamente en la guerra. A finales de mayo de 1522, el embajador inglés le dio a Francisco I un ultimátum con varias acusaciones contra Francia, como su apoyo a John Stewart en Escocia. El rey francés negó todas las acusaciones.

Enrique VIII y Carlos V firmaron el Tratado de Windsor el 16 de junio de 1522. Este tratado establecía un ataque conjunto de Inglaterra y el Imperio contra Francia, con al menos 40.000 hombres por cada lado. Carlos V aceptó compensar a Inglaterra por las pérdidas económicas que sufriría por el conflicto con Francia. Para sellar la alianza, Carlos V acordó casarse con María, la única hija de Enrique VIII. En julio, los ingleses atacaron Bretaña y Picardía desde Calais. Francisco I no pudo reunir suficiente dinero para resistir, y el ejército inglés quemó y saqueó el campo.

Archivo:KarlIIIvonBourbon01 cropped
Carlos III, Duque de Borbón, de un grabado de Thomas de Leu. Enfrentado con Francisco, Borbón lo traicionó y se alió con Carlos I.

Francisco I intentó varias formas de conseguir dinero, pero estaba concentrado en un problema legal con Carlos de Borbón. Este último había recibido la mayoría de sus propiedades por su matrimonio con Susana de Borbón, quien había muerto poco antes de la guerra. Luisa de Saboya, prima de Susana y madre del rey, insistía en que esas tierras debían pasar a ella por su parentesco. Francisco I sabía que si se quedaba con esas tierras, tendría suficiente dinero para seguir la guerra. Así que empezó a confiscar partes de ellas en nombre de Luisa. Borbón, molesto por esto y sintiéndose solo en la corte, empezó a hablar con Carlos V para traicionar al rey francés.

Para 1523, Francia estaba a punto de colapsar. La muerte del Dogo Antonio Grimani llevó a Andrea Gritti al poder en Venecia. Gritti rápidamente negoció con el emperador y el 29 de julio firmó el Tratado de Worms, que sacaba a Venecia de la guerra. El Papa Adriano VI también se unió al bando imperial en una alianza contra Francia, junto con Inglaterra, el archiduque Fernando de Austria, y los estados italianos de Venecia, Florencia, Génova, Lucca, Siena y el Ducado de Milán.

Borbón continuó sus negociaciones con Carlos V, ofreciéndole iniciar una rebelión contra Francisco I a cambio de dinero y tropas alemanas. Francisco I se enteró de la traición y lo citó en Lyon en octubre. Para ganar tiempo, Carlos de Borbón fingió estar enfermo y huyó a Besanzón, una ciudad libre en territorio imperial. Enojado, Francisco I ordenó ejecutar a los seguidores de Borbón que fueran capturados. Pero el duque, después de rechazar una última oferta de reconciliación, se unió públicamente al servicio del emperador.

Carlos V invadió el sur de Francia a través de los Pirineos. Lautrec defendió con éxito Bayona de los españoles, pero Carlos V logró recuperar Fuenterrabía en febrero de 1524. Al mismo tiempo, un gran ejército inglés, bajo el mando de Charles Brandon, entró en Francia desde Calais. Los franceses, debilitados, no pudieron resistir. El duque de Suffolk avanzó rápidamente, devastando el campo y deteniéndose a solo 80 kilómetros de París. Sin embargo, Carlos V no pudo apoyar la ofensiva inglesa, así que Suffolk regresó a Calais.

Archivo:Guillaume Gouffier, Seigneur de Bonnivet
Guillaume Gouffier, señor de Bonnivet, retratado por Jean Clouet (c. 1516). Bonnivet comandó varios ejércitos franceses durante la guerra.

Francisco I se centró entonces en Lombardía. En octubre de 1523, un ejército francés de 18.000 hombres, bajo el mando de Bonnivet, avanzó por el Piamonte hacia Novara. Allí se unió a una fuerza similar de mercenarios suizos. Prospero Colonna, que solo tenía 9.000 hombres, se retiró a Milán. Bonnivet, sin embargo, sobrestimó el tamaño del ejército imperial y decidió pasar el invierno en Abbiategrasso sin atacar la ciudad. Coincidiendo con esta nueva ofensiva francesa, el Papa Adriano VI falleció. Julio de Médici, primo de León X y gobernante de Florencia, fue elegido nuevo Papa en noviembre de 1523 como Clemente VII. Temiendo el poder francés, Venecia y Clemente VII (en nombre de la Santa Sede y Florencia) acordaron ser neutrales con el rey francés, retirando su apoyo al emperador.

Los comandantes imperiales lograron reunir 15.000 lansquenetes y una gran fuerza bajo el mando de Borbón para el 28 de diciembre. Carlos de Lannoy reemplazó al moribundo Colonna. En ese momento, muchos suizos habían abandonado el ejército francés, y Bonnivet comenzó a retirarse. Las derrotas francesas en la batalla del Sesia en abril de 1524, donde Bayard murió, y en la batalla de Biagrassa en mayo de 1524, mostraron de nuevo el poder de los arcabuceros contra las tropas tradicionales. El ejército francés se vio obligado a retirarse a través de los Alpes, y las tropas españolas tomaron Cremona.

De Ávalos y Borbón cruzaron los Alpes con unos 11.000 hombres e invadieron Provenza a principios de julio. Marcharon por los pueblos sin encontrar oposición. Borbón tomó la capital provincial de Aix-en-Provence el 9 de agosto, declarándose conde de Provenza y prometiendo lealtad a Enrique VIII. A mediados de agosto, Borbón y de Ávalos habían sitiado Marsella, la única fortaleza en Provenza que seguía en manos francesas. Sin embargo, sus ataques a la ciudad fracasaron. Cuando el ejército francés, bajo el mando del propio Francisco I, llegó a Aviñón a finales de septiembre, se vieron obligados a retirarse a Italia.

La lucha por Navarra

Mientras tanto, la guerra por el control del reino de Navarra no había terminado. Tres meses después de la derrota de Noáin, los partidarios de Enrique II ocuparon el castillo de Maya en septiembre y Fuenterrabía en octubre. Así, mantuvieron una franja de territorio bajo su control. En marzo de 1522, los castellanos volvieron a tomar Roncesvalles y el castillo de Orzorrotz. El 10 de mayo de 1522, el emperador Carlos I concedió un perdón general, excepto a más de 400 personas, para intentar reducir la resistencia en el reino.

El 17 de junio, en una batalla con bajas en ambos lados, los castellanos tomaron Santesteban, que fue incendiada. De esta manera, la línea defensiva navarra quedó cortada. El 28 de junio, el ejército imperial conquistó el castillo de Behovia, después de que fuera abandonado. Dos días después, ocurrió la batalla del monte Aldabe.

En julio, el castillo de Maya fue rodeado por 10.000 hombres. Los 200 defensores eran navarros y se rindieron el 22 de julio de 1522.

En octubre de 1523, Carlos I fue a Pamplona para preparar la campaña contra los resistentes navarros en la Fortaleza de Fuenterrabía y en la Baja Navarra. En diciembre, decretó otro perdón real, excluyendo a 152 familias navarras.

En esta situación, un ejército de 27.000 hombres se preparó en Navarra y Guipúzcoa. Se dividieron en tres grupos para atacar Labort, Baja Navarra y el Bearn. Después de 24 días de campaña, fracasaron en tomar Bayona y ni siquiera llegaron a Toulouse. Regresaron después de perder una cuarta parte de sus tropas por deserciones y enfermedades. En esta campaña, fueron destruidas las poblaciones de Oloron, Navarrenx, Garris, Sordes, Hastingues, Maule, Sauveterre y Bidache.

Reorganizados en febrero, sitiaron de nuevo la Fortaleza de Fuenterrabía. El 2 de febrero comenzó el bombardeo. Mientras se negociaba su rendición, los franceses abandonaron el castillo el 27 de febrero, pero los navarros se quedaron. El 29 de febrero, se decretó un perdón a los navarros a cambio de su entrega y sometimiento. La fortaleza se entregó en abril de 1524, dos años y medio después de su toma. Este perdón ayudó a consolidar el control castellano en el reino, aunque no todas las promesas se cumplieron.

La campaña de 1524-1525

A mediados de octubre, el propio Francisco I cruzó los Alpes con un nuevo ejército para invadir Italia. Avanzó hacia Milán con más de 40.000 hombres. Borbón y Ávalos, cuyas tropas no se habían recuperado de la campaña de Provenza, no pudieron ofrecer una resistencia seria. El ejército francés se movió en varias columnas, evitando los intentos de las tropas imperiales de detenerlos, pero sin lograr que el ejército principal de Carlos V se enfrentara en batalla.

Sin embargo, Carlos de Lannoy, que había reunido unos 16.000 hombres para oponerse a los 33.000 soldados franceses que se acercaban a Milán, decidió que la ciudad no podía ser defendida. Se retiró a Lodi el 26 de octubre. Después de entrar en Milán y nombrar a Louis II de la Trémoille como gobernador, Francisco I dividió sus ejércitos. Uno iría a retomar Nápoles, otro a Génova, y el propio rey francés lideraría el sitio de Pavía, donde Antonio de Leyva se encontraba con una importante guarnición imperial.

Archivo:Pavia campaign (1524-25)-es
El avance francés en Lombardía y la campaña de Pavía de 1524-25. Los movimientos franceses se muestran en azul y los imperiales en rojo.

La mayor parte de las tropas francesas llegaron a Pavía en los días siguientes de octubre. Hacia el 2 de noviembre, Montmorency había cruzado el río Ticino y había rodeado la ciudad desde el sur. Dentro de la ciudad había unos 7.000 hombres, principalmente mercenarios de Antonio de Leyva, que tuvieron que ser pagados con plata de la iglesia por falta de otros medios. Después de esto, hubo escaramuzas y bombardeos de artillería, que abrieron varias brechas en las murallas a mediados de noviembre. El 21 de ese mes, Francisco I intentó un asalto a la ciudad a través de dos de las brechas, pero fue obligado a retroceder con muchas bajas. Debido al mal tiempo y la falta de pólvora, los franceses decidieron esperar a que el hambre hiciera su trabajo sobre los sitiados.

A principios de diciembre, fuerzas españolas al mando de Hugo de Moncada llegaron cerca de Génova. Su objetivo era intervenir en un conflicto entre los grupos que apoyaban a los Valois (franceses) y a los Habsburgo. Francisco I, a su vez, envió un grupo aún mayor al mando de Miguel Antonio de Saluzzo para interceptar a los españoles. Enfrentados a los franceses, que eran muy superiores en número y sin apoyo naval, los españoles se rindieron.

Entonces, Francisco I firmó un acuerdo secreto con el Papa Clemente VII. Se comprometía a no ayudar al emperador Carlos V a cambio de la ayuda de Francisco I para conquistar Nápoles. En contra de lo que le aconsejaron sus comandantes, Francisco I separó una parte de sus tropas bajo el mando de John Stewart y las envió al sur para ayudar al Papa. Lannoy intentó interceptar la expedición de Stewart cerca de Fiorenzuola, pero sufrió muchas bajas y se vio obligado a regresar a Lodi. Esto fue gracias a la intervención de las temidas Bandas Negras de Juan de Médici, que acababan de unirse a los franceses por iniciativa del Papa. Después, Giovanni de Médici se dirigió a Pavía con pólvora. Sin embargo, las posiciones francesas se debilitaron porque unos 5.000 grisones (mercenarios suizos) regresaron a sus cantones para defenderlos de una posible invasión.

Archivo:Battle of Pavia, oil on panel
La batalla de Pavía, obra de un artista flamenco desconocido (óleo sobre panel, siglo XVI).

En enero de 1525, 12.000 lansquenetes llegaron al mando de Jorge de Frundsberg para ayudar a Lannoy, quien reanudó la ofensiva. Ávalos capturó la posición francesa en San Angelo, cortando la comunicación entre Pavía y Milán. Mientras tanto, un grupo de lansquenetes avanzó en Belgiojoso y, a pesar de ser detenidos brevemente por un ataque liderado por Médici y Bonnivet, ocuparon la ciudad. Para el 2 de febrero, Lannoy estaba a solo unos kilómetros de Pavía. Francisco I había acampado con la mayor parte de su ejército en el gran parque amurallado de Mirabello, fuera de las murallas de la ciudad, entre la guarnición de Leyva y el ejército de ayuda que venía en camino.

Durante febrero, las tropas de Leyva continuaron atacando a los sitiadores. Médici fue gravemente herido y se retiró a Piacenza para recuperarse. Esto obligó a Francisco I a mover gran parte de su guarnición en Milán para reemplazar a las Bandas Negras. Sin embargo, las escaramuzas tuvieron poco efecto en el resultado final de la batalla. El 21 de febrero, los comandantes imperiales, con pocas provisiones y creyendo erróneamente que eran menos numerosos que los franceses, decidieron lanzar un ataque al castillo de Mirabello. Querían salvar su honor y desmoralizar a los franceses lo suficiente como para que se retiraran de forma segura.

En la madrugada del 24 de febrero de 1525, ingenieros imperiales abrieron brechas en las murallas de Mirabello. Esto permitió a las fuerzas de Lannoy entrar en el parque. Al mismo tiempo, Leyva atacó desde Pavía con lo que quedaba de la guarnición. En la batalla de cuatro horas que siguió, la caballería pesada francesa, que había sido muy efectiva en la batalla de Marignano diez años antes, avanzó rápidamente y bloqueó su propia artillería. Pronto se vieron rodeados y separados de su ejército por los lansquenetes y los muchos arcabuceros españoles de Ávalos. Mientras tanto, una serie de largos combates de infantería terminaron con la destrucción de los suizos y la infantería francesa. La era de la caballería pesada estaba terminando, y los campos de batalla cambiaban debido a la creciente importancia de la infantería con picas y arcabuces.

Los franceses sufrieron muchas bajas, perdiendo la mayor parte de su ejército. Bonnivet, Jacques de la Palice, La Trémoille y Richard de la Pole murieron. Anne de Montmorency, Robert de la Marck y el propio rey Francisco I fueron hechos prisioneros, junto con otros nobles. La noche después de la batalla, Francisco I le entregó a Lannoy una carta para su madre en París, en la que le contó lo que le había pasado:

Para informarte de cómo van ocurriéndome las desgracias, todo está perdido menos el honor y la vida, que está a salvo.

Poco después, Francisco I se enteró de que el duque de Albany había perdido muchos de sus hombres por agotamiento y deserciones. Regresaron a Francia sin llegar nunca a Nápoles. Lo que quedó del ejército francés, además de la pequeña guarnición en el Castello Sforzesco en Milán, se retiró a través de los Alpes bajo las órdenes de Carlos IV de Alençon, llegando a Lyon en marzo.

El Tratado de Madrid (1525-1526)

Después de la batalla de Pavía, el futuro del rey francés y de Francia fue objeto de muchas negociaciones. Carlos V, que no tenía suficiente dinero para pagar su gran ejército, decidió no casarse con la princesa María de Inglaterra, como había acordado con Enrique VIII. En su lugar, buscó casarse con Isabel de Portugal, quien traería una dote más grande.

Mientras tanto, Borbón conspiraba con Enrique VIII para invadir y dividir Francia. Al mismo tiempo, animaba a Ávalos a tomar Nápoles y declararse Rey de Italia. Sin embargo, Ávalos consideró que su lealtad al emperador Carlos V era más importante que su propia ambición, así que rechazó la oferta e informó de todo a su señor.

Luisa de Saboya, que había sido regente en Francia durante la ausencia de su hijo, intentó reunir dinero y tropas para defenderse de una posible invasión de Artois por parte de las tropas inglesas. Francisco I, convencido de que recuperaría su libertad si se reunía con Carlos V, presionó a Ávalos y Lannoy para que lo llevaran a España. Sabiendo de los planes de invasión de Borbón, Ávalos y Lannoy aceptaron, y Francisco I llegó a Barcelona el 12 de junio.

Al principio, Francisco I fue alojado en un pueblo cerca de Valencia. Pero Carlos V fue presionado por Montmorency y Lannoy para firmar un acuerdo. Ellos sugerían una posible deslealtad de los italianos hacia la alianza imperial. Carlos V ordenó el traslado del rey francés a Madrid, donde lo mantuvo prisionero en el Alcázar y en la Casa de los Lujanes. Ya en Madrid, Carlos V se negó a reunirse con Francisco I hasta que este firmara el tratado que le propusieron. Carlos V exigía la cesión del Milanesado, pero también de Borgoña y Provenza. Francisco I respondía que las leyes francesas no permitían al rey ceder territorios de la corona sin la aprobación del Parlamento, que seguramente se lo negaría.

Archivo:Charles V visits François Ier after the Battle of Pavia
Carlos V visitando a Francisco I después de la batalla de Pavía, por Richard Parkes Bonington (acuarela sobre papel de 1827).
Archivo:Frontiers of France (1521)
Fronteras de Francia tras la Paz de Cateau-Cambrésis, en 1559. A pesar de más de tres décadas de guerra adicional, Francia no pudo recuperar ninguna de sus anteriores posesiones en Lombardía.

En septiembre, Francisco I cayó gravemente enfermo. Su hermana, Margarita de Navarra, viajó desde París para acompañarlo en España. Los médicos del emperador examinaron al rey francés. Creían que su enfermedad era causada por la tristeza de no ser recibido por el emperador. Pidieron a Carlos V que lo visitara. Carlos V, en contra del consejo de su Gran Canciller, Mercurino Gattinara, lo visitó. Después de eso, Francisco I se recuperó por completo. Más tarde, un intento de escape falló, y su hermana Margarita tuvo que regresar a Francia.

A principios de 1526, Carlos V se vio presionado por las demandas de Venecia y el Papa. Querían restaurar a Francisco II Sforza en el trono del Ducado de Milán. Además, a Carlos V le interesaba firmar un acuerdo urgente con el francés antes de que comenzara otra guerra. Francisco I, después de intentar retener Borgoña sin éxito, estaba dispuesto a entregarla a cambio de su libertad.

El 14 de enero de 1526, Carlos V y Francisco I firmaron el Tratado de Madrid. Por este tratado, el rey francés renunciaba a todas sus pretensiones territoriales en Italia, Flandes y Artois. Entregaba Borgoña a Carlos V y acordaba enviar a sus dos hijos mayores, el Delfín Francisco y Enrique, duque de Orleans, como rehenes a Castilla. También prometía casarse con la hermana de Carlos V, Leonor de Austria, devolver Borgoña y regresar a la familia de los Borbones todos los territorios que les había quitado.

Unos 40 años más tarde, estas posesiones serían muy importantes para el Imperio de los Habsburgo. Permitirían la comunicación por tierra con Flandes, que entonces estaba en guerra, a través de la ruta conocida como Camino Español. Francisco I fue liberado el 6 de marzo y, escoltado por Lannoy, viajó al norte hasta Fuenterrabía. El 18 del mismo mes, cruzó el Bidasoa, llegando finalmente a Francia. Al mismo tiempo, el Delfín y su hermano pasaron a España desde Bayona para ser rehenes, como se había acordado.

Para entonces, Francisco I había logrado la paz con Inglaterra mediante el Tratado de Hampton Court. Sin embargo, Francisco I no tenía intención de cumplir el resto de lo acordado en Madrid. El 22 de marzo, con la aprobación del Papa (quien estaba molesto con el creciente poder español en Italia), declaró que no estaba obligado por el acuerdo, alegando que lo había firmado bajo presión. El Papa Clemente VII, que se había convencido de que el poder del emperador ponía en peligro sus posesiones en Italia, envió negociadores a Francisco I y Enrique VIII para formar una alianza contra Carlos V. Enrique VIII, al no haber obtenido beneficios en el Tratado de Madrid, aceptó la oferta.

En mayo, Francisco I y el Papa se aliaron para iniciar la Guerra de la Liga de Cognac en un intento de recuperar los territorios perdidos por los franceses. Enrique VIII no se uniría a esta alianza hasta 1527. La guerra resultó ser una mala elección para los intereses de Francisco I y aún más para el Papa. Pero Francisco I y su sucesor, Enrique II de Francia, continuarían intentando tomar el Milanesado en futuras Guerras Italianas, para finalmente renunciar a su posesión en la Paz de Cateau-Cambrésis en 1559.

Galería de imágenes

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Italian War of 1521–1526 Facts for Kids

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Guerra italiana de 1521-1526 para Niños. Enciclopedia Kiddle.