robot de la enciclopedia para niños

Andrea Doria para niños

Enciclopedia para niños
Datos para niños
Andrea Doria
Andrea Doria.jpg
Información personal
Nacimiento 30 de noviembre de 1466jul.
Oneglia (Italia)
Fallecimiento 25 de noviembre de 1560jul.
Génova (República de Génova)
Sepultura San Mateo
Familia
Familia Casa Doria
Padres Ceva Doria
Caracosa Doria
Cónyuge Peretta Usodimare
Información profesional
Ocupación Condottiero, político, soldado y almirante
Área Política y militar
Lealtad República de Génova
Rango militar
Conflictos Guerra de la Liga de Cognac
Distinciones
  • Caballero de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén
  • Caballero de la Orden del Toisón de Oro
Firma
Signatur Andrea Doria.PNG

Andrea Doria (nacido en Oneglia el 30 de noviembre de 1466 y fallecido en Génova el 25 de noviembre de 1560) fue un importante almirante, líder militar (conocido como condotiero) y político de Génova. Fue una figura clave en el desarrollo de la República de Génova durante el siglo XVI. Al principio, sirvió al rey Francisco I de Francia, pero luego cambió de bando y se convirtió en un gran almirante para Carlos I de España y V de Alemania.

Doria fue considerado el líder naval más destacado de su tiempo en el mundo cristiano. Como el principal almirante y dueño de barcos del imperio, junto con Álvaro de Bazán el Viejo, usó su posición para proteger la independencia de Génova. También fortaleció su propio poder en la república, manteniendo una flota privada que usaba para aumentar su riqueza a través de la actividad de corsario (barcos privados autorizados a atacar naves enemigas). El apoyo de su marina le dio a Carlos una ventaja importante en el Mediterráneo occidental contra los franceses, los otomanos y los berberiscos.

Participó activamente en la evolución de la guerra en el mar y en tierra. Sus flotas llevaron a cabo operaciones importantes como la Conquista de Corón (1532), la Jornada de Túnez (1535) y el apoyo en el sitio de Niza (1543).

Biografía de Andrea Doria

Primeros años y formación

Cuando Andrea Doria tenía diecisiete años, quedó huérfano y se mudó de Oneglia a Génova. En 1484, se fue a Roma, donde su tío Nicola Doria era capitán de la guardia del papa Inocencio VIII. Andrea se unió a la guardia del papa como soldado.

Cuando el papa Inocencio VIII falleció y Alejandro VI fue elegido papa, Doria se fue a Urbino. Allí, comenzó a servir al duque de Urbino. Como capitán de sus tropas, participó en una campaña militar contra Milán.

También hizo un viaje a Tierra Santa, donde se unió a la Orden de San Juan de Jerusalén.

Al servicio de Francia

Después de su viaje, Andrea Doria regresó a Italia. Se puso al servicio de Juan de la Rovere para proteger las ciudades de Nápoles que habían sido conquistadas por los franceses, quienes dominaban Génova. Defendió con valentía la ciudad de Rocaguillermina de los ataques de Gonzalo Fernández de Córdoba. Aunque la ciudad cayó, Córdoba intentó que Doria se uniera a España, pero él no aceptó en ese momento. Doria siguió apoyando a los franceses y tuvo conflictos con César Borgia, quien intentó recuperar las ciudades francesas en Italia por su cuenta.

En 1507, Doria recibió el mando de las tropas de Génova para detener una revuelta en Córcega. Después de una larga campaña, logró derrotar a los rebeldes.

La Guerra de la Liga de Cambrai

En 1512, después de la batalla de Rávena, Génova se volvió contra los franceses. Esto ocurrió porque el partido que no quería a los franceses, liderado por Gian Fregoso, ganó poder. A los 46 años, Doria fue nombrado almirante de la flota de Génova. Reorganizó la flota, a pesar de no tener mucha experiencia naval hasta ese momento, y tuvo sus primeros éxitos contra los franceses. Los franceses tenían una guarnición en la fortaleza de la Briglia, que estaba a la entrada del puerto de Génova y podía atacar con sus cañones. Doria tomó y destruyó esa fortaleza.

A finales de 1512, también actuó contra los piratas berberiscos musulmanes de Túnez, liderados por Jeireddín Barbarroja. Estos piratas regresaban de un intento fallido de tomar la fortaleza española de Bugía y habían capturado una galera de Génova. En su primer encuentro con Barbarroja, Doria entró en el puerto tunecino de La Goleta con doce galeras. Destruyó la fortaleza, se llevó la mitad de los barcos musulmanes y destruyó el resto. Al año siguiente, también capturó dos de sus barcos grandes y cuatro de sus barcos pequeños.

A pesar de sus esfuerzos, los franceses volvieron a controlar Génova. Doria tuvo que refugiarse por mar en La Spezia. Sin embargo, la victoria suiza en Novara contra los franceses les permitió recuperarse. Doria apoyó entonces la llegada del siguiente gobernante de Génova, Ottaviano Fregoso, en 1514. La nueva libertad de Génova duró poco, ya que en 1515 los franceses de Francisco I vencieron a los suizos en Marignano. Por eso, Ottaviano Fregoso se vio obligado a entregar Génova a los franceses.

La Guerra Italiana de 1521-1526

Durante este tiempo, Doria se concentró en luchar contra la flota otomana y los piratas berberiscos. En 1516, sirvió bajo Federigo Fregoso en una flota de varios países que también incluía a Pregent de Bidoux. Atacaron y saquearon Bizerta, una base pirata de Kurtoğlu Muslihiddin Reis. Aunque llegaron refuerzos enemigos y tuvieron que retirarse, continuaron sus ataques en las zonas de las Querquenes y Yerba. Doria tuvo un encuentro sin un ganador claro con Muslihiddin en Pianosa al año siguiente. Pero el resto de sus campañas tuvieron más éxito. En 1519, venció y capturó al almirante Caid Ali, sucesor de Muslihiddin, también en Pianosa, aunque su sobrino Lazzarino Doria falleció en la batalla.

El 30 de mayo de 1522, Prospero Colonna y Fernando de Ávalos tomaron Génova para el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio. Doria y doce galeras se hicieron a la mar para escapar de las fuerzas imperiales. Después de un intento fallido de recuperar el puerto, se dirigieron a Mónaco. Desde el mar, apoyó las operaciones francesas para defender Marsella de los ataques españoles. Pero sus éxitos no sirvieron de mucho cuando el propio Francisco fue capturado por los españoles en la batalla de Pavía en 1525, lo que puso fin a la guerra. Doria pensó en intentar rescatarlo, pero el propio rey le dijo que no lo hiciera, ya que había prometido no escapar.

Con la derrota francesa, Doria dejó de apoyar al regente de Francia, Anne de Montmorency. Formó una flota de mercenarios y se puso al servicio del papa Clemente VII.

La Guerra de la Liga de Cognac

Su destino lo unió de nuevo a Francia, una vez que Francisco I fue liberado. Esto ocurrió con la creación de la Liga de Cognac en 1526. En esta liga, Doria comandó la flota aliada, mientras que Giovanni de Médicis hacía lo mismo en tierra. Había planes para que Doria conquistara Génova, que aún no estaba bajo el control de la liga, pero nunca se llevaron a cabo. Más bien, con la muerte de Giovanni por un cañonazo y la conquista y saqueo de Roma por las tropas imperiales, Francisco y Clemente tuvieron que reducir sus objetivos.

Cuando su contrato con el Papa terminó, Doria ofreció sus servicios al rey Francisco. En 1528, después de tomar su ciudad natal, la flota franco-genovesa obtuvo una difícil pero importante victoria sobre la flota de Hugo de Moncada en Capo d'Orso. Sin embargo, pronto comenzaron los problemas entre los genoveses y los franceses. Esto fue impulsado por los comandantes imperiales Alfonso de Ávalos y Ascanio Colonna, quienes habían sido hechos prisioneros en la batalla y aprovecharon para convencer a Doria de unirse a la causa española. El rey de Francia le debía mucho dinero a Doria, y en la corte francesa había muchas intrigas políticas en su contra. Además, Francisco I había preferido dar el mando de sus flotas a un francés, Antoine de La Rochefoucauld, en lugar de al experimentado almirante. Francisco exigió la entrega de Ávalos y Colonna, que seguían prisioneros de Andrea pero con quienes este empezaba a tener una excelente relación. Doria se negó.

Alfonso y Ascanio pusieron a Doria en contacto con el emperador, quien le ofreció al genovés grandes beneficios si cambiaba de bando. La alianza con el imperio hispano-germánico parecía lógica: mientras que Francia estaba cerca de Génova y amenazaba con convertir su amistad en dominio en cualquier momento, ninguna de las propiedades de Carlos era vecina de los genoveses. Además, su gran red naval y comercial en el Mediterráneo y el Atlántico prometía beneficios para los marinos y banqueros de la ciudad-estado. Francisco I se enteró de las negociaciones e intentó compensar a Doria, pero ya era demasiado tarde. Finalmente, Doria dejó de servir a Francia y pasó al servicio de Carlos, a quien ya nunca abandonaría.

Al servicio de España

Archivo:Angelo Bronzino - Portrait of Andrea Doria as Neptune - WGA3261
Andrea Doria representado como el dios Neptuno, en un retrato de Agnolo Bronzino (Milán, Pinacoteca de Brera).

Su primera acción al servicio de España fue ir a Nápoles, que estaba sitiada por los franceses. Ayudó a levantar el sitio que antes había contribuido a establecer, persiguiendo al almirante La Rochefoucauld hasta Provenza y capturando cuatro de sus barcos. Después, con la ayuda de Filippino, liberó Génova, que había sido ocupada de nuevo por los franceses, y fue recibido con gran triunfo en la ciudad. Los genoveses quisieron nombrarlo su Dux, pero él no aceptó el cargo para no verse envuelto en futuras disputas políticas. En cambio, aceptó el título de Padre de la Patria y participó en importantes reformas de la constitución de Génova. Carlos I lo nombró almirante mayor y gran canciller del Reino, príncipe de Melfi y marqués de Tursi. En 1530, le concedió la insignia del Toisón de Oro. Doria también estableció la soberanía local de Génova e hizo construir fortificaciones con el ingeniero Giovanni Maria Olgiati para protegerse de Francia.

Guerra contra los otomanos

Las acciones contra los musulmanes ocuparon gran parte de su tiempo desde el fin de la guerra con los franceses. En 1529, hubo preocupación cuando el capitán español Rodrigo de Portundo fue derrotado por Aydin "Cachidiablo" y Salah, lugartenientes del viejo enemigo y pronto gran rival de Doria, Jeireddín Barbarroja. Al enterarse de que Barbarroja planeaba atacar Cádiz, el genovés saqueó Cherchell, el puerto de Barbarroja donde este planeaba abastecer su flota. La incursión salió mal debido a la inexperiencia de las tropas reclutadas por Doria, que desobedecieron sus órdenes y fueron abandonadas a su suerte. Sin embargo, el ataque obligó al almirante turco a abandonar su plan de atacar Cádiz.

En septiembre de 1532, en respuesta a una invasión turca de Hungría en abril, una gran flota hispano-genovesa dirigida por Andrea, con 35 barcos y 48 galeras, atacó las costas otomanas del Mar Egeo. Comenzando por la Morea, se apoderó de Corón usando técnicas innovadoras, como colocar cañones y escaleras en los mástiles para atacar la alta fortaleza desde el mar. Luego, tomó y saqueó Patras, y destruyó dos fortalezas en el Golfo de Corinto. Al final de la expedición, los españoles y genoveses habían llegado hasta los Dardanelos turcos. La flota regresó a Génova con un gran botín y había logrado su misión de desviar a las fuerzas otomanas, que tuvieron que cancelar una posible conquista de Hungría.

Los otomanos intentarían recuperar Corón al año siguiente con una gran flota de 110 naves al mando de Lutfi Bajá, que sitió la plaza. Doria reunió 27 galeras y 30 naves en Mesina y se dirigió rápidamente a Corón. Los turcos levantaron el sitio después de una pequeña batalla al verlo llegar. A pesar de su enorme inferioridad numérica y de que una inoportuna falta de viento había inmovilizado las naves de vela cristianas, Doria derrotó a la flota turca con una maniobra de flanqueo usando solo sus galeras. Perdió solo tres galeras que se separaron de la flota en el viaje de vuelta. El historiador francés Edmond Jurien de la Gravière consideraría la batalla una de las operaciones navales más hábiles del siglo XVI.

Barbarroja, ahora el gran almirante otomano, lanzó un ataque desde Constantinopla con 80 galeras y apoyo francés, saqueando las costas de Nápoles y Sicilia. Por ello, en 1535 el emperador Carlos lanzó la Jornada de Túnez, con el objetivo de tomar la ciudad tunecina, que Barbarroja había conquistado el año anterior y convertido en su nueva base. La flota, en la que Doria compartió el mando con Álvaro de Bazán el Viejo, otro almirante de creciente prestigio, tuvo éxito no solo en conquistar Túnez, sino también en capturar toda la flota que Barbarroja tenía en el puerto, 42 naves, aunque el propio corsario logró escapar. Doria envió a sus parientes a perseguir a Barbarroja hasta Bona, que el genovés asaltó, pero el otomano logró escapar de nuevo y refugiarse en su antigua base de Argel. Carlos tenía la intención de ir a Argel y tomarla también, pero el clima lo obligó a dar por terminada la campaña.

La Guerra Italiana de 1536-1538

En medio de un ambiente tenso entre las naciones italianas, causado por la muerte de Francisco II Sforza en 1535 y la nueva disputa entre Francisco y Carlos por la sucesión del Milanesado, los contactos de Doria fueron vitales para asegurar a Carlos la amistad de los Médici de Florencia, favoreciendo el ascenso de Cosme I. Doria y Bazán el Viejo capturaron ciudades por toda la Riviera Francesa, deteniéndose solo en Marsella. Poco después, sin embargo, Barbarroja atacó y saqueó las Baleares con 27 barcos argelinos. Aunque Doria salió tras él con 30 galeras genovesas, no logró atraparlo. En este punto, Carlos I había dado órdenes de capturar a Barbarroja vivo o muerto.

Francisco I se alió con los otomanos, por lo que la ayuda de Doria era más necesaria que nunca para no perder la ventaja marítima. Barbarroja estacionó una flota franco-turca en Marsella, amenazando Génova, pero las defensas construidas por Doria los disuadieron de intentar tomar la república. En abril de 1537, Barbarroja volvió a aparecer en Italia con una gigantesca flota de 170 galeras. Sin embargo, liberó a un prisionero español, Hernando de Alarcón, a través del cual negoció con Carlos I la posibilidad de desertar de los turcos y unirse a él debido a desacuerdos con el Imperio Otomano. Nada resultó de esto.

En julio del mismo año estalló la guerra turco-veneciana, con lo que la flota otomana acampó en Valona, hacia Venecia pero también frente a la Italia española. Sin posibilidad de oposición, Doria vio cómo Barbarroja saqueaba Apulia. Los turcos incluso se jactaban de que algún día podrían tener su propio Papa, aunque en realidad la flota turca no tenía el apoyo francés necesario para invadir Italia. Aunque Doria solo pudo reunir 28 galeras, el genovés partió de Sicilia con el objetivo de atacar las líneas de suministro enemigas, tomando catorce barcos de carga y dos galeras que llevaban al embajador turco, Janus Bey. Poco después, los otomanos levantaron el campamento, pero Doria volvió a partir de Sicilia, encontrándose cerca de Paxos con la flota de 12 naves de Alí Celebi. Las capturó todas, y Celebi murió en la batalla resultante. Al enterarse de que Barbarroja lo estaba buscando a su vez con 135 galeras, Doria regresó a Mesina.

Después del enfrentamiento con Celebi, Doria logró engañar a los otomanos para que creyeran en un complot con Venecia. Esto llevó a los turcos a iniciar la tercera guerra turco-veneciana y enviar su flota contra Venecia, sitiando su colonia de Corfú. En septiembre, reuniendo finalmente 100 galeras, Doria respondió a la petición de ayuda veneciana y marchó hacia Corfú, pero el asedio ya había sido levantado por sí mismo.

En febrero del año siguiente, el Papa Paulo III pidió la paz entre los cristianos y la formación de una Liga Santa para combatir a los turcos. Aunque Francia no se unió, la guerra terminó con la Tregua de Niza en junio, en la que Carlos y Francisco aceptaron una paz a regañadientes. Doria fue el encargado de alojar en su palacio al rey emperador, y también estuvo presente en la reunión entre ambos reyes en Aigues-Mortes, un encuentro incómodo al verse en presencia de su anterior y su actual señor. Al haber roto Francia su alianza con los turcos, se habló de reunir una gran flota de las naciones cristianas y dar el mando a Doria, su mejor representante, con el objetivo de atacar a los otomanos, un proyecto que nunca se llevaría a cabo.

La Liga Santa

La Liga Santa puso a Andrea al mando de 80 galeras venecianas, 36 del Papa, 30 españolas y 50 naves, con el objetivo de encontrar a Barbarroja y su flota. La victoria cristiana parecía segura al interceptar en el golfo de Corinto a Barbarroja y sus lugartenientes Sinan el judío, Salah y Turgut Reis. Sin embargo, la alianza cristiana actuó con torpeza y tuvo que huir en la confusa Batalla de Préveza. Las fuentes españolas acusan a los venecianos de abandonar a los hispano-genoveses en lugar de obedecer el plan de acción que Doria había diseñado. Los venecianos, por su parte, acusan a Doria de sabotear la batalla para perjudicarlos, una versión que terminó siendo más aceptada en la historia. Algunos historiadores han argumentado que Doria no intentaba ganar la batalla, sino salvaguardar sus naves y dejar que sus rivales venecianos fueran destruidos.

Para compensar la derrota, Doria insistió en que tomaran Castelnuovo. Pero las fuerzas de Carlos y los venecianos volvieron a tener conflictos al disputarse la plaza, lo que resultó en la disolución de la Liga Santa allí mismo. Venecia aceptó someterse a los otomanos. La guarnición de la plaza, inicialmente pensada como un punto de partida para una liberación terrestre de los Balcanes que ya no existía, fue sitiada y finalmente vencida por Barbarroja en el Sitio de Castelnuovo. Sin embargo, los turcos sufrieron tantos daños que el ejemplo de los sitiados se extendió por toda Europa.

En 1540, su sobrino Giannettino Doria obtuvo un gran éxito en Girolata al capturar, si no a Barbarroja, sí a su mencionado lugarteniente Turgut o Dragut. Andrea lo tuvo como prisionero en su barco personal durante cuatro años. Se dice que Doria le puso a su gato el nombre de "Dragut". A esta victoria española le siguió otra sobre los corsarios turcos en Alborán, llevada a cabo por el sucesor de Bazán el Viejo tras su renuncia, Bernardino de Mendoza.

Al año siguiente, Carlos I reclutó a Doria y Mendoza para intentar dar un nuevo golpe a Barbarroja lanzando la Jornada de Argel, aunque de nuevo en un mal momento, ya que era pleno otoño. Doria intentó advertirle de que las condiciones climáticas no eran favorables, pero el emperador no le escuchó. A regañadientes, Doria se puso al mando de su flota. El resultado fue un desastre, ya que una tormenta arruinó la flota imperial, aunque Andrea y Giannettino lograron asegurar la retirada de la mayor parte de ella, reorganizando con gran esfuerzo a los capitanes genoveses.

La Guerra Italiana de 1542-1546

En 1542, los franceses y otomanos, ahora aliados, atacaron Niza, y Doria los obligó a retirarse, capturando cuatro de sus barcos. En mayo de 1543, Jeireddín Barbarroja volvió a salir de campaña con 110 galeras, atacando Reggio y capturando a la hija del gobernador. En Marsella, se unió a las galeras francesas, bajo el mando del conde de Enghien, Francisco de Borbón, y finalmente conquistaron y saquearon Niza, excepto el castillo. Acudiendo por segunda vez en su auxilio, Doria desembarcó en Villefranche a las tropas de infantería españolas de Alfonso de Ávalos, que recuperaron Niza, e hizo huir a la flota franco-turca de Barbarroja hacia Antibes. Mientras tanto, Bazán el Viejo capturaba una flota atlántica francesa en la Muros, en la que también estuvo presente su hijo Álvaro de Bazán el Mozo.

Para gran sorpresa y preocupación de la cristiandad, en 1544 Doria concedió la libertad a Turgut Reis a cambio de un rico rescate de 3000 ducados pagado por Barbarroja, quien además había amenazado con bloquear el puerto de Génova. Se cree que Doria pensaba también ganarse el favor de los turcos en caso de que uno de sus familiares cayera prisionero, aunque terminaría por arrepentirse. El almirante genovés aconsejó entonces a Alfonso de Ávalos no buscar el combate directo contra los franceses, pero este, debido al deterioro de las relaciones, ignoró su consejo, y de nuevo esto resultó en un desastre, esta vez en la Batalla de Cerisoles. Doria ayudó entonces a impedir que los franceses aprovecharan la situación, atacando las posiciones francesas en la costa.

Retiro temporal

Después de la Paz de Crepy entre Carlos y Francisco, Doria, que ya tenía setenta años, se dedicó a los asuntos de Génova. Pero la tranquilidad no duró muchos años. En 1547, Andrea y Giannettino sufrieron un ataque que terminó con la muerte del segundo y casi le costó la vida al primero. La conspiración había sido liderada por los Fieschi, una familia noble opuesta a los Doria. En ella había participado Pedro Luis Farnesio (abuelo de Alejandro Farnesio), quien fue asesinado por orden de Andrea Doria. Ante los problemas políticos en Génova, Carlos propuso construir una fortaleza en Génova con soldados españoles, pero Doria optó por nuevas reformas políticas para no comprometer la independencia de su estado.

En 1548, con 80 años, se dirigió con sus naves a la bahía de Rosas. Allí embarcó el príncipe don Felipe, quien lo acompañó a Italia y se alojó en su palacio de Génova.

Aunque Barbarroja se había retirado en 1545, Turgut y los piratas berberiscos seguían siendo un problema. Por eso, el anciano Doria volvió a ponerse personalmente al mando de las naves genovesas en 1550. Junto a Bernardino de Mendoza, tomó Mahdía, que Turgut había capturado recientemente y convertido en su base. En la ciudadela mora fue capturado Hesar, un sobrino del turco. Doria reforzó la guarnición cristiana de Mahdía al año siguiente, y luego persiguió a Turgut y sus 20 galeras hasta Los Gelves. Atrapó al corsario con pocas naves en una ensenada, pero de nuevo Turgut logró escapar, excavando un canal y arrastrando sus naves por tierra sobre rodillos y rampas. Doria tuvo que conformarse con destruir Los Gelves.

La Guerra Italiana de 1551-1559

A esto le siguió una nueva guerra con Francia, ahora liderada por Enrique II, y una nueva alianza de este reino con el imperio otomano. En 1552, Doria tuvo que llevar de España a Italia 6000 hombres y un millón de ducados, necesarios para la guerra en Italia. Después, acudió a socorrer a Nápoles y Sicilia, atacados por los turcos. Durante la batalla de Ponza, Doria fue emboscado por Dragut con una superioridad numérica abrumadora mientras llevaba tropas a Nápoles. Dragut se acercó con 120 naves contra las 40 naves de transporte de Doria, aunque este logró escapar tras perder solo siete barcos. Consiguió salvar al resto y desembarcar más tarde en Orbetello.

Una revuelta contra Génova estalló en Córcega a manos de los franco-turcos en 1553. Demasiado ocupado con el resto de la guerra, Doria inicialmente se mantuvo al margen, ya que la isla era propiedad del Banco de San Giorgio. Pero finalmente combatió allí, tratando de sofocar la rebelión durante dos años antes de regresar a Génova. Aunque las revueltas no terminarían hasta 1567, la campaña en sí terminó con el tratado de Paz de Cateau-Cambrésis en 1559. Esto se debió a que el éxito de los españoles en las batallas terrestres de San Quintín y Gravelinas forzó a los franceses a pedir la paz. Esta fue firmada por el nuevo rey Felipe II de España, quien había sucedido a Carlos tres años antes.

En 1560 se preparó una nueva expedición contra los otomanos, con la intención de arrebatar Trípoli de manos de Turgut y Pialí Bajá. Aunque de nuevo se había elegido torpemente el invierno para atacar, Doria, que ya superaba los noventa años, se ocupó de la organización. Hizo partir en su nombre a Juan Andrea Doria, hijo del difunto heredero predilecto Giannettino. La expedición, mal guiada por líderes en conflicto y el inexperto Juan Andrea, y diezmada por una tempestad, no llegó a Trípoli y tuvo que hacerse fuerte en Los Gelves, donde fue sitiada por la armada turca. La consiguiente Batalla de Los Gelves supuso una derrota total, de la que Juan Andrea escapó por poco y con cierta controversia por su papel.

Fallecimiento

Andrea Doria falleció el 25 de noviembre de 1560. Fue enterrado en la iglesia de San Matteo de Génova. No dejó hijos, y su herencia pasó a Juan Andrea, quien acababa de regresar de la derrota de Los Gelves mientras Andrea agonizaba. El almirante pudo fallecer al menos tranquilo por el hecho de que su heredero estaba a salvo. Se cuenta que había redactado su testamento en lengua ligur.

Galería de imágenes

Otros datos de interés

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Andrea Doria Facts for Kids

kids search engine
Andrea Doria para Niños. Enciclopedia Kiddle.