Pierre Terrail de Bayard para niños
Pierre Terrail, señor de Bayard (nacido en Pontcharra en 1476 y fallecido en Romagnano Sesia en 1524), fue un noble francés muy importante. Se destacó como caballero en las guerras de Italia, que fueron conflictos militares de esa época.
Se le conocía por varios nombres, como Pierre Terrail de Bayard, el caballero Bayard, o simplemente Bayard. Era hijo de Aymon y Hélène Alleman-Laval.
La historia de su vida fue escrita por uno de sus compañeros de armas, probablemente Jacques de Mailles, en un libro llamado Très joyeuse, plaisante et récréative histoire du Chevalier Bayard.
Bayard es el personaje histórico que dio origen a la famosa frase «caballero sin miedo y sin tacha». Él representa los valores más importantes de la caballería francesa al final de la Edad Media.
Contenido
¿Quién fue Pierre Terrail, el caballero Bayard?
Pierre Terrail, señor de Bayard, es uno de esos personajes históricos cuya vida ejemplar se convirtió en una leyenda que ha durado siglos. Sus valientes acciones y su gran coraje fueron contados por su compañero de armas, Jacques de Mailles, en el libro que mencionamos. La personalidad y la vida de Bayard se resumen perfectamente en la famosa frase «Caballero sin miedo y sin tacha», que aún hoy se usa.
Los orígenes de Bayard
La familia Terrail era de nobles de la región de Delfinado, en Francia. A lo largo de cinco generaciones, cuatro de sus miembros habían fallecido en la guerra de los cien años. Para esta familia, el honor y una forma particular de vivir y morir eran muy importantes. Como muchos nobles de menor rango, los Terrail no eran muy ricos; sus tierras eran pequeñas, de unas siete hectáreas.
Pierre III Terrail nació en Pontcharra, en el castillo Bayard, en el año 1476. Esta residencia era en realidad una casa fortificada, construida a principios del siglo XV por el abuelo de Bayard, Pierre Terrail "el Viejo".
Pierre era el mayor de ocho hermanos, cuatro de ellos varones. Pudo iniciar una carrera militar gracias a la ayuda de su tío Laurent Alleman, hermano de su madre y obispo de Grenoble.
Comenzó sus estudios en la Ecole Cathédrale de Grenoble, donde aprendió a escribir.
Sus primeros pasos como soldado
En febrero de 1486, a los 11 años, su tío Laurent Alleman le consiguió un puesto de paje en la corte de Carlos I de Saboya, el Duque de Saboya. Allí lo conocían como "Riquet" y luego como "Piquet" (que significa 'estaca'). Sirvió en Turín y terminó su formación militar en Francia.
En 1493, a los 17 años, se unió como soldado a la compañía del conde de Ligny.
El nacimiento de una leyenda militar
En 1493, apenas se unió al conde de Ligny, Bayard demostró su valentía y coraje. Rápidamente se hizo famoso a pesar de su juventud. Sus primeras acciones militares tuvieron lugar en las guerras de Italia, bajo el mando del rey Carlos VIII de Francia.
Participó en la batalla de Fornovo en 1495. En 1496, su padre falleció, y "Piquet" tomó el título de señor de Bayard.
Era un jinete excepcional y también un gran soldado de infantería. Lo demostró en 1503 en un duelo contra el famoso capitán español Alonzo de Soto Mayor, quien lo había acusado de malos tratos durante su tiempo como prisionero. Seis meses después, en febrero, se destacó en un combate de honor entre once franceses y once españoles. Bayard se convirtió en el héroe de las historias que los soldados contaban para animarse.
La valiente defensa del puente del Garellano
En 1503, el envío de tropas francesas al Reino de Nápoles fue el escenario de una de las guerras más importantes de la primera mitad del siglo. El río Liri-Garigliano, que nace de la unión de los ríos Liri y Gari y desemboca al norte de Nápoles, separaba a los franceses de los españoles durante la tercera parte de la Segunda Guerra de Italia.
El marqués de Mantua, general de las tropas del rey de Francia, ordenó enviar un grupo de reconocimiento para cruzar el Garellano. Bayard, informado a última hora, se unió a este pequeño grupo de exploradores sin estar bien preparado.
Pronto, los 300 o 400 franceses y suizos que habían cruzado el Garellano fueron atacados por 1.500 hombres con artillería, enviados por Gonzalo Fernández de Córdoba. El grupo francés tuvo que retirarse.
El puente era muy estrecho, lo que obligaba a los españoles a avanzar uno por uno hacia Bayard, quien estaba solo en la retaguardia. La valentía, habilidad y resistencia de Bayard fueron asombrosas. Se dice que "como un tigre suelto", se defendió tan bien con su espada que el enemigo no sabía si luchaba contra un hombre o contra algo sobrenatural. Sus compañeros tuvieron que convencerlo para que los dejara ayudarlo.
Gracias a la ayuda de Ana de Bretaña, Bayard fue presentado en la corte en 1505.
Ascenso a capitán
En abril de 1507, bajo el reinado de Luis XII de Francia, Bayard forzó el paso por los Apeninos cerca de Génova y tomó la ciudad, que se había rebelado. Esta victoria fue celebrada con un gran desfile de tropas francesas ante el rey el 20 de abril de 1508. A principios de mayo de 1509, Bayard y sus tropas entraron en Treviglio, al sur de Bérgamo.
El 14 de mayo de 1509, Bayard se destacó en la batalla de Agnadello, una victoria que abrió las puertas de Venecia a Luis XII. Fue una batalla muy sangrienta, con 14.600 fallecidos. En esos días, el rey nombró a Bayard capitán, un rango que normalmente se reservaba para nobles muy poderosos.
De agosto a septiembre de ese mismo año, se desarrolló el sitio de Padua. Bayard estaba en Verona y atacó a cuatro guarniciones venecianas que protegían la entrada a Venecia. En 1510, intentó capturar al papa Julio II, quien se había vuelto contra sus antiguos aliados franceses.
En febrero de 1512, después de tomar Bolonia, Bayard sitió Brescia. El 19 de febrero fue herido gravemente en la pierna por un golpe de pica. Fue alojado por un noble, y Bayard protegió su casa del saqueo y a su esposa de cualquier daño.
Recuperado rápidamente, se destacó de nuevo en la Batalla de Ravena, durante la difícil retirada de las tropas francesas. Su compañero de armas Gastón de Foix falleció allí en combate el 11 de abril de 1512, con solo 23 años. En noviembre de 1512, fue enviado a Navarra para unirse al ejército francés que ayudaba a los reyes de Navarra, Juan III de Albret y Catalina de Foix, a recuperar su reino. Allí participó en la toma del castillo de Tiebas y en el asalto fallido a Pamplona el 27 de noviembre de 1512.
La batalla de Marignano
Cuando Francisco I de Francia se convirtió en rey el 1 de enero de 1515, mostró interés en Bayard desde el 20 de enero, nombrándolo teniente general del Delfinado.
La noche de la batalla de Marignano, para "honrarlo grandemente", Francisco I decidió que recibiría la orden de caballería de manos de Bayard. Así, a la mañana siguiente, el 15 de septiembre de 1515, el rey fue condecorado por Bayard, quien, a los ojos de todos, representaba el ideal de coraje y lealtad de los caballeros de la Edad Media.
Un gobernador apreciado
Como teniente general del Delfinado, Bayard se encargó del gobierno de la provincia. Esto era importante porque, según la costumbre, el gobernador oficial (en ese momento el duque de Longueville) no se ocupaba de ello.
Bayard fue recibido con alegría en Grenoble el 17 de marzo de 1515, ya que la ciudad estaba feliz de recibir al famoso caballero. Se dispararon 18 cañonazos desde la Tour de l'Isle. Al día siguiente, los líderes de la ciudad lo saludaron y le ofrecieron dos barriles de vino y avena para sus caballos.
Pero en julio, Bayard tuvo que partir de nuevo con su compañía y tres mil hombres a pie hacia los límites del marquesado de Saluzzo para asegurar el paso de las tropas que Francisco I estaba reuniendo. A principios de agosto, el rey llegó a Grenoble, donde permaneció unos días antes de ir a Italia. La victoria de Marignano en septiembre permitió a Bayard quedarse un poco más en su gobierno del Delfinado, aunque tuvo que ir a muchas campañas en Italia o el norte de Francia cuando el rey lo pedía.
Bayard se tomó sus funciones muy en serio y ganó el reconocimiento de la gente. Se centró especialmente en tres problemas: las enfermedades, las inundaciones y los bandidos. Limpió las calles de Grenoble, mejoró las alcantarillas y supervisó personalmente los trabajos para proteger la ciudad de las inundaciones. El 18 de enero de 1519, visitó el puerto de la Roche, cerca de la puerta Perrière de Grenoble, para examinar cómo mejorar la protección contra las crecidas de los ríos Isère y Drac y reconstruir los muelles del puerto. También creó una comisión para supervisar, durante sus frecuentes ausencias, la construcción de diques para cambiar el curso del Drac. Propuso a las personas sin hogar que pudieran trabajar que lo hicieran en estas obras bajo las órdenes de los líderes de la ciudad. En 1524, tuvo que crear nuevos impuestos para financiar la construcción de diques. En 1522, mientras los líderes le aconsejaban irse, tomó medidas contra una enfermedad y el hambre que afectaban a la ciudad. Los enfermos fueron llevados al hospital de l’Isle, fuera de las murallas de Grenoble, y se obligó a tres médicos a quedarse allí para atenderlos.
Fallecimiento y legado
En el verano de 1521, Bayard defendió la ciudad de Mézières, que estaba siendo atacada por las tropas alemanas de Carlos V.
En 1523, Francisco I, ante las derrotas, lo llamó a su lado. El 22 de agosto, las primeras tropas italianas cruzaron las montañas cerca de Lyon. El 29 de abril de 1524, Bayard, en Rovasenda (Vercelli), fue herido de muerte por un disparo en la espalda mientras protegía la retirada del ejército francés. Con la columna vertebral rota, pidió a sus compañeros que lo dejaran allí y les dijo: “Jamás he dado la espalda al enemigo; no quiero empezar a hacerlo al final de mi vida”.
El Condestable Carlos III de Borbón, quien se había unido al rey Carlos V y perseguía a los franceses, se acercó a Bayard y le dijo: “¡Ah! Señor de Bayard, ¡qué lástima me da verlo así, usted que fue un caballero tan virtuoso!”. Bayard, agonizando, respondió: “Señor, no es necesario sentir lástima por mí, ya que muero como un hombre de bien; ¡pero siento lástima por usted, pues está sirviendo contra su príncipe y su patria!”.
Agonizó en el campo enemigo, y sus adversarios lo lamentaron. Su cuerpo fue llevado a Francia y, después de un funeral solemne en la catedral de Grenoble, fue enterrado en el Convento de las Mínimas de la Plaine de Saint-Martin-d'Hères, cerca de Grenoble. El 24 de agosto de 1822, sus supuestos restos fueron trasladados a la Colegiata de Saint-André de Grenoble.
La admiración que el caballero de Bayard despertó, tanto en vida como mucho después de su muerte, es similar a la inspirada por figuras como Juana de Arco o Bertrand Du Guesclin. Bayard representa al líder valiente que, aunque no tuvo los cargos más altos, su fama histórica supera la de muchos personajes con puestos teóricamente más importantes. La imagen clásica de Bayard es la del caballero perfecto, que no solo sabe combatir con talento, sino que también defiende a los más débiles y se opone al saqueo de las ciudades vencidas. En este sentido, él mantuvo una idea medieval del honor. Este espíritu caballeresco hizo que, al morir, incluso sus enemigos lo lamentaran.
Para preservar y honrar la memoria del caballero de Bayard, las ciudades de Pontcharra (su lugar de nacimiento) y Rovasenda (donde falleció) se declararon ciudades hermanas. Pierre Terrail de Bayard fue caballero de la Orden de San Miguel.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Pierre Terrail, seigneur de Bayard Facts for Kids