Asteroide para niños

Un asteroide es una roca espacial más pequeña que un planeta enano y más grande que un meteoroide. Generalmente, no mide más de 1000 kilómetros de largo. La mayoría de los asteroides giran alrededor del Sol entre Marte y Júpiter. Esta zona se conoce como el cinturón de asteroides. Otros asteroides se encuentran en los puntos de Lagrange de Júpiter, y algunos más cruzan las órbitas de los planetas. Suelen tener formas irregulares y con bordes.
La palabra asteroide viene del griego ἀστεροειδής, que significa "con forma de estrella". Esto se debe a cómo se ven a través de un telescopio. Fue William Herschel quien usó esta palabra en 1802. Antes, los astrónomos los llamaban planetas. Hasta 2006, también se les decía planetoides o planetas menores, pero esos términos ya no se usan tanto.
Durante más de 200 años, Ceres fue considerado el primer asteroide. Pero en 2006, Ceres fue clasificado como un planeta enano. Así que, técnicamente, el primer asteroide descubierto es Palas, encontrado en 1802. El número de asteroides conocidos ha crecido mucho, llegando a cientos de miles. Sin embargo, si juntáramos toda su masa, solo sería el 5% de la masa de la Luna.
Los asteroides se clasifican por su ubicación, lo que están hechos o cómo se agrupan. Para saber de qué están hechos, se usan datos de sus espectros de absorción (cómo absorben la luz). Los grupos se forman por la similitud de sus órbitas. Como son muy pequeños y están lejos, casi todo lo que sabemos de ellos viene de mediciones de su posición y de cómo reflejan la luz. Gaspra fue el primer asteroide visitado por una sonda espacial en 1991. Dos años después, en Ida, se confirmó que tenía un satélite.
Contenido
- ¿De dónde viene la palabra "Asteroide"?
- ¿Cómo se clasifican los Asteroides?
- ¿Cómo se descubrieron los Asteroides?
- ¿Cómo son los Asteroides?
- ¿Cómo se nombran los Asteroides?
- ¿Qué son los Satélites Asteroidales?
- ¿Hay riesgo de que un asteroide choque con la Tierra?
- Exploración de Asteroides
- Véase también
¿De dónde viene la palabra "Asteroide"?

La palabra "asteroide" viene del griego y significa "con forma de estrella". Esto describe cómo se ven estos cuerpos a través de un telescopio. El 6 de mayo de 1802, William Herschel sugirió a la Royal Society de Londres que Ceres y Palas, los únicos asteroides conocidos entonces, eran un nuevo tipo de objetos a los que llamó asteroides. Al principio, muchos astrónomos no aceptaron esta idea y siguieron llamándolos planetas. Giuseppe Piazzi, quien descubrió Ceres, usó la palabra "planetoide". La palabra "asteroide" no se hizo popular hasta principios del siglo XX.
En 2013, Clifford Cunningham sugirió que la idea original del nombre vino de Charles Burney Jr., un experto en griego. Herschel había pedido ideas a amigos, y Burney consultó a su hijo. Al final, Herschel eligió "asteroide" porque le pareció la mejor opción.
¿Cómo se clasifican los Asteroides?

Antes, los objetos pequeños que giraban alrededor del Sol se clasificaban como cometas, asteroides o meteoroides. Los meteoroides eran los que medían menos de un metro. El término "asteroide" nunca tuvo una definición oficial, y la Unión Astronómica Internacional (IAU) prefería el término más general de "planeta menor".
En 2006, la IAU creó el término "cuerpo menor del sistema solar" para incluir a la mayoría de los planetas menores y cometas. También se introdujo la categoría de "planetas enanos" para los planetas menores más grandes, como Ceres, que tienen suficiente masa para volverse redondos por su propia gravedad. Ceres es el único planeta enano en el sistema solar interior.
La principal diferencia entre un asteroide y un cometa es que un cometa tiene una "cola" o coma de polvo y gas. Esto ocurre cuando el hielo de su superficie se convierte en gas al acercarse al Sol. Algunos objetos han sido clasificados como asteroides y luego como cometas, o viceversa. Además, los cometas suelen tener órbitas más alargadas que la mayoría de los asteroides.
Tradicionalmente, los asteroides conocidos estaban dentro o cerca de la órbita de Júpiter. Pero luego se descubrieron cuerpos más allá de Júpiter, como los centauros y los objetos transneptunianos (como los del Cinturón de Kuiper). Estos últimos viven en las partes frías del sistema solar, donde el hielo se mantiene sólido.
Hoy en día, el término "asteroide" se usa más para los planetas menores del sistema solar interior. Este artículo se centrará en los asteroides clásicos: los del cinturón de asteroides, los troyanos de Júpiter y los objetos próximos a la Tierra.
Asteroides Cercanos a la Tierra (NEA)
Hay más de 10 000 asteroides conocidos con estas características, con tamaños que van desde un metro hasta unos 32 kilómetros. Se cree que hay decenas de miles de NEA de entre 1 y 2000 metros.
Algunos de estos cuerpos son restos de cometas que ya no tienen hielo, y otros vienen del cinturón de asteroides. Los NEA solo permanecen en sus órbitas entre 10 y 100 millones de años. Al final, son eliminados por el Sol, por choques con planetas o por la gravedad de otros cuerpos. Pero nuevos asteroides llegan constantemente desde el cinturón de asteroides.
Algunas órbitas de los NEA representan un riesgo de colisión con la Tierra. Sin embargo, son más fáciles de observar con naves espaciales que desde la Tierra. De hecho, se puede llegar a algunos de ellos con menos energía que para llegar a la Luna. Dos NEA han sido visitados por naves espaciales:
Los NEA se dividen en tres grupos principales según su órbita: asteroides Atón, asteroides Apolo y asteroides Amor.
Asteroides Atón
Un asteroide Atón es un asteroide cuya órbita tiene un semieje mayor más pequeño que el de la Tierra (1 UA). Esta categoría recibe su nombre del asteroide Atón.
Aunque su órbita sea más pequeña que la de la Tierra, la mayoría de los asteroides Atón pueden cruzar la órbita terrestre debido a su forma alargada. Los que no cruzan la órbita de la Tierra se llaman asteroides Apohele.
Los asteroides Atón son uno de los tres grupos de objetos próximos a la Tierra, excepto los Apohele que no se consideran así.
Algunos ejemplos de asteroides Atón son Hathor, Keops, Apofis y 2010 TK7.
Asteroides Apolo
Los asteroides Apolo son un grupo de asteroides cercanos a la Tierra. Llevan el nombre del asteroide Apolo, descubierto en la década de 1930. Estos asteroides cruzan la órbita de la Tierra. Su órbita es más grande que la de la Tierra, pero se acercan al Sol más que la Tierra en su punto más lejano. Se calcula que hay unos 70 millones de ellos con un tamaño similar al de una casa. Hermes e Ícaro son ejemplos. El asteroide Apolo más grande conocido es Sísifo, de unos 10 km de diámetro, similar al tamaño del objeto que se cree causó la extinción de los dinosaurios.
En diciembre de 2018, se conocían 10 485 asteroides Apolo. Son el grupo más numeroso de objetos cercanos a la Tierra. Un acercamiento peligroso ocurre cuando un asteroide y la Tierra están a menos de un millón de kilómetros (la distancia promedio a la Luna es de 384 400 km). El meteorito de Cheliábinsk de 2013, que explotó sobre Rusia, era un asteroide Apolo.
Asteroides Amor
Un asteroide Amor es un asteroide cuya órbita está completamente fuera de la órbita de la Tierra, pero se acerca a ella. Su punto más cercano al Sol (perihelio) está entre el punto más lejano de la Tierra (afelio) y 1.3 UA.
Los asteroides Amor se acercan a la Tierra desde fuera de su órbita, pero pueden cruzar la órbita de Marte e incluso la de Júpiter. Este grupo lleva el nombre del asteroide Amor, aunque el primero en ser descubierto fue Eros. Es uno de los tres grupos de asteroides que son NEA.
En 2019, se conocían 7427 asteroides Amor. Aproximadamente una décima parte de los asteroides potencialmente peligrosos (PHA) son asteroides Amor.
Asteroides Potencialmente Peligrosos (PHA)
Se llama asteroide potencialmente peligroso o PHA (por sus siglas en inglés) a los asteroides cercanos a la Tierra (NEA) que se acercan a menos de 0.05 UA de la Tierra y son lo suficientemente brillantes. Esta distancia es aproximadamente una vigésima parte de la distancia media entre la Tierra y el Sol. Se cree que es la mayor distancia a la que una perturbación orbital podría causar una colisión en 100 años. Los PHA son alrededor del 20% de los asteroides cercanos a la Tierra. El más grande de estos cuerpos es Toutatis.
Se considera que estos objetos tienen cierto riesgo de chocar con la Tierra, lo que podría causar daños desde pequeñas destrucciones locales hasta grandes extinciones. El sistema de vigilancia estadounidense Sentry detecta y monitorea todos los PHA conocidos.
La caída de asteroides de roca o hierro de más de 50 metros de diámetro ocurre en promedio cada cien años, lo que puede causar desastres locales y maremotos. Cada varios cientos de miles de años, asteroides de más de un kilómetro causan desastres globales. En este último caso, los restos del impacto se esparcen por la atmósfera terrestre, afectando la vida vegetal y causando grandes incendios. Estos impactos han ocurrido muchas veces en el pasado y seguirán ocurriendo. A algunos de ellos se les atribuye la causa de grandes extinciones, como la extinción K-T que acabó con los dinosaurios. Por lo tanto, descubrir y estudiar estos objetos es una actividad importante.
Asteroides del Cinturón Principal
El cinturón de asteroides es una región del sistema solar que se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter. Contiene muchos objetos astronómicos llamados asteroides, y el planeta enano Ceres. Esta región también se llama cinturón principal para diferenciarla de otras agrupaciones de cuerpos menores, como el cinturón de Kuiper.
Más de la mitad de la masa total del cinturón está en los cinco objetos más grandes: Ceres, Palas, Vesta, Higia y Juno. Ceres es el más masivo, con un diámetro de 950 km y el doble de masa que Palas y Vesta juntos. La mayoría de los cuerpos del cinturón son mucho más pequeños. El material del cinturón es apenas el 4% de la masa de la Luna y está muy disperso, por lo que sería muy difícil chocar con uno de estos objetos si se atravesara. Sin embargo, dos asteroides grandes pueden chocar entre sí, formando familias de asteroides con características similares. Las colisiones también producen polvo que forma la luz zodiacal. Los asteroides se clasifican por su espectro y composición en tres tipos principales: carbonáceos (tipo-C), de silicato (tipo-S) y metálicos (tipo-M).
El cinturón de asteroides se formó al mismo tiempo que el resto del sistema solar. Los fragmentos de material en esta región podrían haber formado un planeta, pero la fuerte gravedad de Júpiter hizo que chocaran a gran velocidad y no pudieran unirse. Esto resultó en el cinturón rocoso que vemos hoy. Una consecuencia de estas perturbaciones son los huecos de Kirkwood, zonas donde no hay asteroides debido a la resonancia orbital con Júpiter. Si un asteroide entra en estas zonas, suele ser expulsado del sistema solar o enviado hacia un planeta interior, como la Tierra.
Hungarias y Hildas
Los hungarias o asteroides del grupo de Hungaria son cuerpos pequeños que se encuentran entre 1.78 y 2.06 UA del Sol. Tienen órbitas muy inclinadas y poco alargadas. Se cree que se formaron por una gran colisión hace menos de 500 millones de años. El fragmento más grande es Hungaria, que da nombre al grupo. Son objetos muy brillantes.
Los hildas o asteroides del grupo de Hilda son cuerpos pequeños que tienen una relación orbital de 3:2 con Júpiter. Esto significa que por cada 3 vueltas que da Júpiter, ellos dan 2. Su semieje mayor está entre 3.8 y 4.1 UA. Son muy estables en sus órbitas.
Asteroides Troyanos

Los asteroides troyanos son asteroides que comparten órbita con un planeta en unos puntos especiales llamados puntos de Lagrange estables (L4 y L5). Estos puntos están 60° delante y 60° detrás del planeta en su órbita. En el caso de Júpiter, estos asteroides tienen un semieje mayor de 5.2 UA. La Tierra también tiene un asteroide troyano, llamado 2010 TK7, que mide unos 300 metros de diámetro.
Tradicionalmente, el término se refería a los asteroides troyanos de Júpiter, que fueron los primeros y son los más numerosos. Pero ahora se usa para los asteroides en los puntos de Lagrange de otros planetas, como Marte, Neptuno y Urano. Solo Saturno y los planetas interiores a la Tierra no tienen troyanos confirmados. Los troyanos de Júpiter se nombran como personajes de la guerra de Troya: los que van delante del planeta son del grupo griego, y los que van detrás son del grupo troyano. En abril de 2010, se conocían más de 4000 troyanos, y solo diez no eran de Júpiter.
El primer troyano, Aquiles, fue descubierto el 22 de febrero de 1906 por el astrónomo alemán Max Wolf en el punto L4 de Júpiter. Se cree que el número total de troyanos de Júpiter mayores de 1 km es de alrededor de un millón, similar al número de asteroides del cinturón principal de ese tamaño.
Hay dos teorías sobre su origen. Una dice que se formaron en la misma región donde están ahora. La otra sugiere que, durante la migración de los planetas, muchos objetos fueron expulsados al interior del sistema solar y se quedaron atrapados en los puntos de Lagrange de los planetas gigantes.
Los troyanos son cuerpos oscuros con un color rojizo. No hay pruebas claras de que contengan agua o materia orgánica. Se cree que fueron capturados en sus órbitas durante las primeras etapas de la formación del sistema solar.
Centauros

En astronomía, un centauro es un cuerpo menor del sistema solar cuya órbita está entre las de los planetas exteriores. Los centauros suelen tener órbitas inestables porque cruzan las órbitas de uno o más de los planetas gigantes. La mayoría de sus órbitas duran solo unos pocos millones de años. Los centauros suelen mostrar características tanto de asteroides como de cometas. Reciben su nombre de los centauros mitológicos, que eran mitad caballo y mitad humano. Se estima que hay entre 44 000 y más de 10 000 000 de centauros de más de 1 km de diámetro.
El primer centauro descubierto fue 944 Hidalgo en 1920. Sin embargo, no se reconocieron como un grupo distinto hasta el descubrimiento de (2060) Quirón en 1977. El centauro más grande confirmado es Cariclo, que mide 260 kilómetros de diámetro y tiene un sistema de anillos. Fue descubierto en 1997.
Ninguna sonda espacial ha fotografiado de cerca un centauro. Sin embargo, hay indicios de que la luna Febe de Saturno, fotografiada por la sonda Cassini en 2004, podría ser un centauro capturado que se originó en el cinturón de Kuiper.
Aproximadamente 30 centauros muestran "colas" de polvo como los cometas. Se espera que cualquier centauro que se acerque lo suficiente al Sol se convierta en un cometa.
¿Cómo se descubrieron los Asteroides?
Durante siglos, los científicos se preguntaron por el gran espacio vacío entre las órbitas de Marte y Júpiter. No fue hasta el siglo XIX que Piazzi dio la primera respuesta al descubrir Ceres. En el siglo siguiente, los astrónomos ya conocían miles de asteroides, la mayoría en el cinturón de asteroides. Con la llegada de las búsquedas automáticas a finales del siglo XX y principios del XXI, el número de asteroides conocidos se disparó. En 2012, se habían calculado las órbitas de más de 600 000.
La búsqueda de un planeta entre Marte y Júpiter
Johannes Kepler fue el primero en pensar en el espacio entre Marte y Júpiter. Él creía que debía haber un planeta desconocido allí. Otros científicos también se hicieron esta pregunta. Isaac Newton pensaba que Júpiter y Saturno estaban lejos para no afectar las órbitas de los planetas interiores. Immanuel Kant dijo que el espacio vacío estaba relacionado con la masa de Júpiter.
En el siglo XVIII, varios astrónomos ya creían en la existencia de más planetas. Pero fue Johann Daniel Titius quien, en 1766, propuso una explicación para la distancia entre las órbitas de Marte y Júpiter, conocida como ley de Titius-Bode. El descubrimiento de Urano por William Herschel en 1781, a la distancia que predecía esta ley, confirmó su validez y reforzó la idea de que había un planeta entre Marte y Júpiter.
Franz Xaver von Zach se interesó mucho en encontrar este planeta. Preparó un mapa de estrellas y calculó una posible órbita. En 1800, al no encontrar nada, convenció a otros astrónomos para que le ayudaran. El 20 de septiembre de 1800, formaron la Sociedad de Lilienthal, también conocida como la "policía celeste", para buscar en la región del Zodiaco. Entre los miembros estaban Karl Ludwig Harding y Olbers, quienes más tarde descubrirían asteroides. Giuseppe Piazzi, aunque no fue invitado formalmente, fue quien descubrió el nuevo planeta.
Ceres: El primer asteroide descubierto
La noche del 1 de enero de 1801, mientras hacía un catálogo de estrellas, Piazzi encontró un objeto en la constelación del Toro. En las noches siguientes, notó que el objeto se movía. Al principio pensó que era un cometa. El 4 de enero, anunció su hallazgo. Más tarde, compartió sus observaciones con otros astrónomos, mencionando que el objeto no tenía la "cola" de un cometa.
Con los datos de Piazzi, Bode calculó una órbita preliminar. El 26 de marzo, anunció que la órbita coincidía con la del planeta que faltaba entre Marte y Júpiter. Piazzi ya había llamado a su descubrimiento Cerere Ferdinandea, en honor a la diosa patrona de Sicilia y al rey Fernando. La comunidad astronómica aceptó el nombre de Ceres.
Las observaciones de Piazzi llegaron a Johann Karl Burckhardt, quien calculó una órbita elíptica. A finales de junio, los astrónomos estaban convencidos de que Ceres era un nuevo planeta. Sin embargo, la tardanza de Piazzi en dar sus datos dificultó encontrarlo de nuevo. Carl Friedrich Gauss calculó una nueva órbita elíptica mucho más precisa. Finalmente, el 31 de diciembre, Zach, y el 2 de enero, Olbers, observaron Ceres en la posición que Gauss había predicho, confirmando su existencia.
Más descubrimientos: Palas, Juno y Vesta
Pocos meses después de encontrar Ceres, el 28 de marzo de 1802, Olbers descubrió otro objeto similar, pero con una órbita más inclinada y alargada. Dos días después, estaba seguro de que era un nuevo planeta, al que llamó Palas. El 4 de abril, Zach confirmó el descubrimiento. Para explicar la presencia de dos cuerpos en lugar de uno, Olbers propuso que Ceres y Palas eran pedazos de un planeta más grande que se había roto por fuerzas internas o por un impacto.
Esta teoría de Olbers sugería que podría haber más objetos entre Marte y Júpiter. Así, Harding, después de muchas observaciones, encontró a Juno el 1 de septiembre de 1804. Casi tres años después, Olbers descubrió un cuarto asteroide, Vesta, en la misma región del cielo. Vesta es el más brillante de todos. El nombre fue propuesto por Gauss. Estos cuatro descubrimientos apoyaron la teoría de Olbers, aunque Joseph-Louis de Lagrange la cuestionó en 1812.
Miles de asteroides y nuevas técnicas
Después de los primeros descubrimientos, pasaron casi 40 años hasta que Karl Ludwig Hencke encontró el quinto asteroide. Esto se debió a que la mayoría de los astrónomos buscaban en la misma región, la búsqueda de nuevos planetas no era una prioridad, y no había buenos mapas estelares.
Con mejores mapas, los astrónomos pudieron encontrar más asteroides. En 1857 ya se habían descubierto 50, y en 1868 se catalogó el número 100. El 22 de diciembre de 1891, Maximilian Franz Wolf descubrió Brucia usando la astrofotografía, una técnica que aceleró mucho el descubrimiento de asteroides.
Mientras el número de asteroides crecía, los astrónomos se preguntaban sobre su origen. François Arago notó que las órbitas no se cruzaban en el mismo lugar, lo que ponía en duda la teoría de Olbers. Más tarde, en 1867, Daniel Kirkwood propuso que los asteroides se formaron de un anillo de material que no pudo unirse para formar un planeta debido a la gravedad de Júpiter. Esta teoría se volvió la más aceptada. Kirkwood también encontró "huecos" en la distribución de asteroides, donde no hay ninguno, debido a la influencia de Júpiter. En 1918, Kiyotsugu Hirayama encontró similitudes en las órbitas de varios asteroides y concluyó que tenían un origen común, probablemente por colisiones. A estas agrupaciones las llamó familias de asteroides.
Métodos modernos de descubrimiento

Hasta 1998, los asteroides se descubrían en cuatro pasos. Primero, se tomaban fotos de una parte del cielo con un telescopio especial. Se hacían dos fotos de la misma zona con una hora de diferencia. Segundo, se miraban las dos fotos con un aparato llamado estereoscopio. Si un cuerpo se había movido, parecía flotar sobre las estrellas. Tercero, se medía la posición exacta del cuerpo en movimiento.
Estos tres pasos no significaban que se había descubierto un asteroide. Solo se había encontrado una "aparición", que recibía un nombre provisional (por ejemplo, 1998 FJ74).
El último paso, desde 1947, era enviar las posiciones y la hora de las observaciones al Centro de Planetas Menores. Allí, programas de computadora determinaban si las apariciones formaban una sola órbita. Si era así, el objeto recibía un número de catálogo, y el observador de la primera aparición era declarado descubridor y podía nombrar al objeto, con la aprobación de la Unión Astronómica Internacional.
Hoy en día, hay un gran interés en encontrar asteroides cuyas órbitas se cruzan con la de la Tierra, ya que podrían chocar con ella. Los tres grupos más importantes de asteroide próximo a la Tierra son los Apolos, Amors y Atons.
El asteroide cercano a la Tierra 433 Eros se descubrió en 1898. En la década de 1930, se encontraron muchos objetos similares, como 1221 Amor, 1862 Apolo, 2101 Adonis y 69230 Hermes. Este último se acercó mucho a la Tierra en 1937. Los astrónomos empezaron a darse cuenta del riesgo de un impacto.
Dos eventos posteriores aumentaron la preocupación: la aceptación de la idea de que un impacto astronómico causó la extinción de los dinosaurios, y la observación en 1994 del cometa Shoemaker-Levy 9 chocando contra Júpiter. Además, el ejército de EE. UU. reveló que sus satélites militares, diseñados para detectar grandes eventos de energía, habían detectado cientos de impactos de objetos de entre uno y diez metros en la atmósfera superior.
Todo esto impulsó el uso de cámaras con tecnología CCD y computadoras conectadas a telescopios para buscar asteroides. En 2011, se estimaba que se había descubierto entre el 89% y el 96% de los asteroides cercanos a la Tierra de un kilómetro o más de diámetro. Algunos de los equipos que usan estos sistemas son:
- Lincoln Near-Earth Asteroid Research (LINEAR)
- Near Earth Asteroid Tracking (NEAT)
- Spacewatch
- Lowell Observatory Near-Earth-Object Search (LONEOS)
- Catalina Sky Survey (CSS)
- Pan-STARRS
- NEOWISE
- Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System (ATLAS)
- Campo Imperatore Near-Earth Object Survey (CINEOS)
- Japanese Spaceguard Association
- Asiago-DLR Asteroid Survey (ADAS)
Hasta el 29 de octubre de 2018, el sistema LINEAR había descubierto 147 132 asteroides. En total, se han descubierto 19 266 asteroides cercanos a la Tierra, incluyendo casi 900 de más de 1 kilómetro de diámetro.
Resumen cronología de los descubrimientos
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¿Cómo son los Asteroides?
Los asteroides son cuerpos rocosos más pequeños que orbitan alrededor del Sol a distancias menores que Neptuno. La mayoría se encuentra entre las órbitas de Marte y Júpiter. Son de tamaño reducido y tienen formas irregulares, excepto algunos más grandes como Palas, Vesta o Higía, que son un poco más redondos.
Se cree que se formaron a partir de la colisión de cuerpos más grandes que no pudieron unirse para formar un planeta debido a la fuerte gravedad de Júpiter.
Formas, tamaños y dónde se encuentran
El tamaño de los asteroides varía desde los 1000 km del más grande hasta rocas de apenas unos diez metros. Los tres más grandes son como planetas en miniatura: son más o menos esféricos y se cree que son protoplanetas (planetas en formación). Sin embargo, la gran mayoría son mucho más pequeños, de forma irregular, y son restos de los primeros planetésimos o fragmentos de cuerpos más grandes que chocaron.
Ceres, antes considerado el asteroide más grande, ahora es un planeta enano. Por lo tanto, los más grandes son Palas y Vesta, ambos con diámetros de poco más de 500 km. Vesta es el único asteroide del cinturón principal que a veces se puede ver a simple vista. En raras ocasiones, asteroides cercanos a la Tierra como Apofis también pueden verse sin telescopio.
La masa de todos los asteroides del cinturón principal se estima entre 2.8 y 3.2 billones de billones de kilogramos, lo que equivale a solo el 4% de la masa de la Luna. Ceres, con 9.5 billones de billones de kilogramos, representa un tercio del total. Junto con Vesta (9%), Palas (7%) e Higía (3%), suman más de la mitad de la masa total. Los siguientes tres asteroides, Davida (1.2%), Interamnia (1%) y Europa (0.9%), solo añaden otro 3% a la masa total. A partir de aquí, el número de asteroides aumenta rápidamente, mientras que sus masas individuales disminuyen.
El número de asteroides disminuye mucho a medida que aumenta su tamaño.
¿Cómo se nombran los Asteroides?
Cuando se descubre un asteroide, el Centro de Planetas Menores (MPC) le da un nombre provisional. Este nombre incluye el año, el mes y el orden del descubrimiento. Por ejemplo, 1989 AC significa que fue descubierto en la primera quincena de enero (A) de 1989, y fue el tercero (C) en ese período.
Una vez que se conoce la órbita con suficiente precisión, se le asigna un número y, más tarde, un nombre permanente. El descubridor elige el nombre, y un comité de la Unión Astronómica Internacional (IAU) lo aprueba. Al principio, todos los nombres eran de personajes femeninos de la mitología griega y romana. El primer asteroide con un nombre no mitológico fue el número 125, Liberatrix (que significa "liberadora" en latín), en honor a Juana de Arco. El primer nombre masculino fue para el número 433, Eros.
Hoy en día, los nombres son menos estrictos. Pueden ser de ciudades y países como Barcelona (945) o China (1125), de personas famosas como Zamenhof (1462) o Piazzia (1000) en honor a Piazzi, o de personajes de ficción como Mr. Spock (2309). Sin embargo, hay ciertos nombres y temas prohibidos, como los relacionados con conflictos importantes del pasado, para evitar ofensas. Al proponer un nombre, se incluye una nota explicando el porqué. Por ejemplo: "Snoopy: nombre de un personaje de ficción, un perro blanco de orejas colgantes, que acompaña a Charlie Brown y suele reflexionar sobre el tejado de la caseta en la que vive".
A veces, una serie de asteroides numerados seguidos se nombran con un patrón o en recuerdo de un evento. Por ejemplo, las iniciales de los asteroides del (1227) al (1234) forman el apellido de Gustav Stracke. Los asteroides numerados del (3350) al (3356) y del (51823) al (51829) se nombraron en recuerdo de los astronautas que fallecieron en los accidentes del Challenger y el Columbia.
¿Qué son los Satélites Asteroidales?
Algunos asteroides tienen satélites (lunas) a su alrededor. Por ejemplo, Ida tiene su satélite Dactyl. Otro caso es Silvia, que tiene dos satélites, Rómulo y Remo. Rómulo, descubierto en 2001, mide 18 km de diámetro y orbita a 1370 km de Silvia, tardando 87.6 horas en dar una vuelta. Remo, la segunda luna, mide 7 km de diámetro y gira a 710 km de distancia, completando una órbita en 33 horas.
¿Hay riesgo de que un asteroide choque con la Tierra?
Los Asteroides Cercanos a la Tierra (NEA) se dividen en tres categorías: Atones, Apolos y Amors. Bajo ciertas condiciones, un impacto con nuestro planeta sería posible. Si también incluimos a los cometas, que son menos masivos pero pueden ser muy destructivos, el grupo que los abarca a todos se llama Objetos Cercanos a la Tierra (NEO).
Actualmente, hay unos 4000 objetos catalogados como NEO. Si un NEA se acerca a menos de 0.05 unidades astronómicas (7.5 millones de kilómetros) de la Tierra, se le llama PHA (asteroide potencialmente peligroso). Hay unos 800 PHA clasificados hoy en día, y son los que representan un peligro si alguno llegara a chocar con nuestro planeta, ya que afectaría globalmente. Sin embargo, los cálculos de sus trayectorias tienen grandes incertidumbres, porque sus elementos orbitales (como la distancia mínima al Sol o la forma de la órbita) no se conocen con total precisión. Por eso, cualquier predicción tiene un margen de error considerable.
De hecho, el PHA que durante años fue considerado el más peligroso, llamado 1950 DA, ya no se clasifica como tal. Se pensaba que podría impactar en el año 2880, pero cálculos más precisos han demostrado que no ocurrirá. Otros PHA conocidos tienen probabilidades muy bajas de chocar con la Tierra. Esto no significa que en el futuro un cálculo más exacto o el descubrimiento de un nuevo PHA no indique un posible impacto. Por eso es tan importante que existan grandes proyectos que coordinen observaciones sistemáticas del cielo y mantengan bases de datos actualizadas.
En España, hay un centro dedicado a este tema en el Observatorio Astronómico de La Sagra, en Granada, que es miembro de la asociación internacional Spaceguard Foundation.
Además, las rocas espaciales tienen diferentes nombres según su ubicación. Si los restos de una roca chocan con la superficie después de quemarse en la atmósfera, se llaman meteoritos. Si la roca está en la atmósfera, se llama meteoro o "lluvia de estrellas", y si es muy brillante, se le llama bólido.
Exploración de Asteroides

Antes de los viajes espaciales, los asteroides del cinturón de asteroides eran solo puntos de luz, incluso con los telescopios más grandes. Sus formas y composición eran solo suposiciones. Los mejores telescopios terrestres y el telescopio espacial Hubble pueden ver algunos detalles de los asteroides más grandes, pero la mayoría son solo manchas borrosas. Se puede obtener más información sobre su composición y forma analizando cómo reflejan la luz. El tamaño de un asteroide se puede saber midiendo cuánto tiempo dura cuando pasa por delante de una estrella (ocultación estelar) y calculando su distancia a la Tierra. Las imágenes de radar proporcionan excelentes datos sobre sus formas y movimientos, especialmente de los asteroides cercanos a la Tierra.
Asteroides visitados por sondas espaciales
Las primeras imágenes de cerca de objetos parecidos a asteroides se tomaron en 1971, cuando la sonda espacial Mariner 9 fotografió Fobos y Deimos, las dos pequeñas lunas de Marte, que probablemente son asteroides capturados. Estas imágenes, al igual que las de las sondas Voyager de las lunas de los planetas gigantes, mostraron la forma irregular de estos cuerpos.
La sonda Galileo, de camino a Júpiter, tomó las primeras fotos cercanas de un asteroide el 29 de octubre de 1991, al sobrevolar Gaspra. Después, el 28 de marzo de 1993, hizo lo mismo con Ida, donde además descubrió Dáctilo, el primer satélite asteroidal confirmado. La primera sonda espacial dedicada solo a explorar asteroides fue la NEAR Shoemaker. Sobrevoló Matilde el 27 de junio de 1997 y entró en órbita de Eros el 14 de febrero de 2000, aterrizando en su superficie un año después, el 12 de febrero de 2001. Otros asteroides visitados por sondas en su camino a otros destinos han sido Braille por la Deep Space 1 en 1999, Annefrank por la Stardust en 2002, Šteins y Lutecia por la Rosetta en 2008 y 2010, y Tutatis por la Chang'e 2 en 2012.
El 13 de junio de 2010, la sonda Hayabusa trajo a la Tierra material del asteroide Itokawa. Esto fue la primera vez que una misión espacial traía muestras de un asteroide, lo que ayudó a entender la relación entre los meteoritos y los asteroides. Antes, los meteoritos eran la única fuente de muestras de asteroides.
La sonda Dawn fue lanzada el 27 de septiembre de 2007 con destino a Vesta y Ceres. Estuvo en órbita alrededor de Vesta entre 2011 y 2012. Allí descubrió un enorme cráter en el hemisferio sur con un pico central que es una de las montañas más altas conocidas en el sistema solar. Después de Vesta, viajó a Ceres, entrando en su órbita el 6 de marzo de 2015.
Misiones en curso y previstas
La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) lanzó el 3 de diciembre de 2014 la sonda Hayabusa 2. Su objetivo es traer a la Tierra una muestra de material del asteroide Ryugu, un asteroide de tipo C y considerado potencialmente peligroso. Se espera que llegue al asteroide en 2018, lo abandone un año después y regrese a la Tierra en 2020. Esta será la segunda vez que una sonda espacial trae muestras de un asteroide.
A finales de 2016, se lanzó la sonda OSIRIS-REx de la NASA con destino al asteroide Bennu, un asteroide Apolo. El objetivo de la misión es aprender más sobre la formación de planetas y el origen de la vida, y traer material de la superficie para entender mejor los asteroides que podrían impactar la Tierra. La sonda llegó al asteroide a finales de 2018 y se espera que regrese a la Tierra en 2023. Esta será la tercera vez que una sonda espacial trae muestras de un asteroide.
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Véase también
En inglés: Asteroid Facts for Kids