Frente oriental (Segunda Guerra Mundial) para niños
Datos para niños Frente oriental |
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Parte de Teatro europeo en la Segunda Guerra Mundial | ||||
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Fecha | 1 de septiembre de 1939-9 de mayo de 1945 | |||
Lugar | Unión Soviética y Europa Oriental | |||
Resultado |
Victoria soviética
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El Frente Oriental fue una parte muy importante de la Segunda Guerra Mundial. Aquí, las fuerzas de la Alemania nazi y sus aliados se enfrentaron a la Unión Soviética y otros países aliados. Esta parte de la guerra se desarrolló en Europa Central y Europa Oriental.
El Frente Oriental estuvo activo desde el 1 de septiembre de 1939 hasta el 9 de mayo de 1945. En la Unión Soviética, esta guerra es conocida como la Gran Guerra Patria. Fue un conflicto clave que ayudó a decidir el resultado de la Segunda Guerra Mundial. La derrota de la Alemania nazi se debió en gran parte a lo que ocurrió en este frente.
La guerra en el Frente Oriental fue muy dura. Se caracterizó por la violación de acuerdos de guerra y por la gran cantidad de personas que perdieron la vida. Se estima que millones de soldados y civiles murieron en este frente.
Contenido
¿Cómo empezó el Frente Oriental?
El ascenso de una ideología peligrosa
Después de la Primera Guerra Mundial, Europa Central y Oriental quedaron con un vacío de poder. Con la llegada de nuevas ideologías a la Unión Soviética y Alemania, la situación política se volvió inestable. En Alemania, una ideología con ideas de expansión y rearme tomó el poder.
Alemania empezó a desafiar los acuerdos de paz y a construir su ejército. Otros países europeos intentaron formar alianzas para protegerse. Sin embargo, una política de "apaciguamiento" (intentar evitar el conflicto cediendo a algunas demandas) permitió a Alemania ganar influencia en Europa Central.
Para 1939, Alemania ya tenía influencia sobre varios países. La Unión Soviética observaba cómo Alemania se hacía más fuerte y se sentía cada vez más aislada.
Un acuerdo inesperado: el Pacto Ribbentrop-Mólotov

En abril de 1939, era claro que Alemania quería recuperar territorios perdidos. La Unión Soviética sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarse a Alemania, pero su ejército no estaba listo. Buscó aliados en Francia y Gran Bretaña, pero las negociaciones fueron lentas y complicadas.
Finalmente, el 19 de agosto de 1939, Alemania y la Unión Soviética firmaron un tratado comercial. Poco después, el 23 de agosto, se firmó el Pacto Ribbentrop-Mólotov. Este pacto definía las zonas de influencia de ambos países en Europa Oriental. En secreto, también acordaron cómo se repartirían algunos territorios, como Polonia.
La invasión de Polonia
El 1 de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. Dos días después, Gran Bretaña y Francia le declararon la guerra a Alemania, marcando el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Una pequeña fuerza de Eslovaquia también invadió desde el sur.
El ejército polaco no estaba completamente preparado. Alemania usó una nueva táctica llamada Blitzkrieg (guerra relámpago), que consistía en ataques rápidos con tanques y aviones para rodear al enemigo. El ejército polaco no pudo detener este avance.
El 17 de septiembre, la Unión Soviética también invadió Polonia desde el este. Polonia fue ocupada por completo el 1 de octubre. Muchos soldados polacos lograron escapar y se unieron a las fuerzas aliadas. En Polonia, se formaron movimientos de resistencia contra la ocupación.
En las zonas ocupadas, la vida de los polacos se volvió muy difícil. En el lado soviético, miles de oficiales polacos fueron ejecutados.
La Guerra de Invierno
Tanto la Unión Soviética como Alemania sabían que su pacto no duraría para siempre. En 1938, la Unión Soviética empezó a negociar con Finlandia para mejorar su defensa. Como la frontera finlandesa estaba muy cerca de la ciudad soviética de Leningrado, la Unión Soviética pidió a Finlandia que intercambiaran territorios. Cuando Finlandia se negó, la Unión Soviética la atacó el 30 de noviembre de 1939.
Lo que se esperaba que fuera una victoria fácil para la Unión Soviética se convirtió en una batalla difícil. El ejército soviético no estaba bien preparado para el clima frío ni para las tácticas de guerrilla de los finlandeses. A pesar de las dificultades, la Unión Soviética, con un ejército mucho más grande, finalmente logró vencer a los finlandeses, quienes tuvieron que pedir un alto el fuego. Finlandia perdió territorio, pero mantuvo su independencia.
Esta guerra le mostró a la Unión Soviética que necesitaba mejorar su ejército.
La invasión de la Unión Soviética
Preparativos alemanes para la Operación Barbarroja
El gobierno alemán planeaba ocupar el este de Europa para obtener más recursos y espacio. Querían expulsar a la población de la Unión Soviética y usar sus tierras para Alemania. También buscaban controlar los campos agrícolas de Ucrania y los pozos de petróleo del Cáucaso. Creían que al derrotar a la Unión Soviética, Gran Bretaña se vería obligada a rendirse.
Alemania pensaba que el ejército soviético era débil. La Operación Barbarroja, planeada para mayo de 1941, involucraría a millones de soldados alemanes y aliados. Se dividirían en tres grandes grupos para atacar diferentes regiones de la Unión Soviética: el Norte hacia Leningrado, el Centro hacia Moscú, y el Sur hacia Ucrania y el Cáucaso.
Por su parte, la Unión Soviética tenía un gran número de soldados, pero su liderazgo militar había sido afectado por cambios internos. Además, al principio de la invasión, se dio la orden de no provocar a los alemanes, lo que los tomó por sorpresa.
El inicio de la Operación Barbarroja
El 22 de junio de 1941, comenzó la invasión, la operación terrestre más grande de la historia. El ejército soviético fue tomado por sorpresa. Gran parte de la fuerza aérea soviética fue destruida en los primeros días.
Los finlandeses se unieron a Alemania y avanzaron en su territorio. Otros países aliados de Alemania, como Rumania, Hungría y Eslovaquia, también enviaron tropas.
En un mes, gran parte de Bielorrusia y los países bálticos estaban en manos alemanas. Aunque los generales alemanes querían ir directamente a Moscú, el líder alemán decidió enviar sus tanques al norte y al sur para tomar Leningrado y Ucrania primero.
En septiembre de 1941, la ciudad de Kiev cayó, y muchos soldados soviéticos fueron rodeados. Las pérdidas soviéticas eran enormes. A pesar de esto, la Unión Soviética se recuperó y organizó su defensa.
Mientras tanto, los alemanes sitiaron Leningrado. Durante 900 días, la ciudad sufrió un asedio terrible, y un millón de personas murieron por hambre, frío y bombardeos.
La Unión Soviética aprovechó este tiempo para trasladar sus industrias a zonas más seguras, lejos del frente. Esto permitió que la producción de armamento continuara.
El 6 de septiembre, se permitió el avance hacia Moscú. Sin embargo, las fuerzas alemanas ya habían sufrido muchas bajas, y el duro invierno ruso se acercaba.
La Batalla de Moscú y la estabilización del frente
La ofensiva contra Moscú, llamada Operación Tifón, se vio afectada por las malas carreteras y las lluvias. Luego, las nevadas comenzaron a causar problemas a los soldados alemanes, que no tenían uniformes adecuados para el invierno. La resistencia soviética fue muy fuerte.
Los espías soviéticos informaron que Japón no atacaría a la Unión Soviética, lo que permitió a la Unión Soviética traer divisiones de Siberia para defender Moscú. El general Gueorgui Zhúkov fue nombrado comandante.
A finales de noviembre, los generales alemanes se dieron cuenta de que no podrían tomar Moscú ese año. Un contraataque soviético obligó a los alemanes a retroceder. El 8 de diciembre, el líder alemán suspendió las operaciones militares hasta 1942 debido al frío extremo.
Mientras el avance se detenía en el norte, en el sur, las fuerzas alemanas avanzaron hacia el Cáucaso y el río Volga. Sin embargo, al dividir sus fuerzas, el Sexto Ejército alemán se dirigió solo a Stalingrado, donde la resistencia soviética se hizo muy fuerte.
En este punto, el ejército soviético comenzó a superar en número y calidad a los tanques y la artillería alemanes. La invasión alemana había llegado a su punto máximo.
El punto de inflexión de la guerra
La dureza del conflicto en el Frente Oriental
La guerra entre Alemania y la Unión Soviética fue extremadamente brutal. El hambre, el frío extremo, el vasto territorio y la falta de piedad hacia el enemigo la hicieron única.
Las fuerzas alemanas tenían órdenes de tratar con gran dureza a los prisioneros y a la población civil. Esto hizo que la resistencia fuera aún más fuerte, ya que la gente luchaba hasta el final.
Al principio, algunos grupos en Ucrania y los países bálticos vieron a los alemanes como liberadores. Pero pronto se dieron cuenta de que los trataban como personas inferiores. La Unión Soviética, por su parte, usó ideas de patriotismo para unir a la gente contra Alemania.
Los soviéticos incluso usaron perros entrenados con bombas para atacar tanques. La capacidad de resistencia del ejército soviético sorprendió a los alemanes. Además, la ayuda de los aliados occidentales, con equipos y armamento, fue importante para la Unión Soviética. La aparición de tanques soviéticos como el KV-1 y el T-34, que eran superiores a los alemanes, también fue clave.
La Batalla de Stalingrado: un desastre para Alemania
La Batalla de Stalingrado, de agosto de 1942 a enero de 1943, fue una lucha feroz. La ciudad quedó en ruinas, lo que la hizo ideal para francotiradores. El Sexto Ejército alemán ocupó gran parte de la ciudad, pero la lucha continuó edificio por edificio.
El 19 de noviembre, la Unión Soviética lanzó la Operación Urano, rodeando a trescientos mil soldados alemanes en Stalingrado. Los alemanes intentaron liberar a sus tropas, pero no lo lograron.
El 31 de enero de 1943, noventa mil soldados alemanes se rindieron. Stalingrado fue la primera gran derrota alemana en la guerra y la batalla más sangrienta de la historia. A partir de este momento, aunque la guerra duraría dos años más, Alemania comenzó a perderla.
Los soviéticos avanzaron, recuperando territorios como Kursk y Járkov. Sin embargo, los alemanes lograron recuperar Járkov temporalmente, creando un saliente en el frente alrededor de Kursk.
Operación Ciudadela: la última gran ofensiva alemana
Con la situación en Kursk, el líder alemán vio una oportunidad para recuperar la iniciativa. A pesar de que sus generales le aconsejaron no atacar, decidió concentrar tropas para rodear a los soldados enemigos en el saliente de Kursk. La Unión Soviética, informada de los planes, también reforzó sus defensas.
El ataque alemán, llamado Operación Ciudadela (conocida como la Batalla de Kursk), comenzó el 4 de julio de 1943. Fue la batalla de tanques más grande de la historia. Los soviéticos, conociendo la hora del ataque, lanzaron un bombardeo masivo antes de que los alemanes avanzaran.
Después de una semana, los alemanes solo habían avanzado unos pocos kilómetros. En el sur, hubo una gran batalla de tanques en Prójorovka. A pesar de las enormes bajas soviéticas, su gran número de hombres les permitió recuperarse. Para Alemania, cada baja era un sacrificio que no podían permitirse.
El 10 de julio, tropas británicas y estadounidenses desembarcaron en Sicilia, lo que obligó al líder alemán a retirar tropas del Frente Oriental para enviarlas a Italia.
En la Batalla de Kursk, Alemania sufrió grandes pérdidas de hombres, tanques y aviones. La Unión Soviética también tuvo muchas bajas, pero pudo reemplazarlas rápidamente. Esta batalla marcó el fin de las grandes ofensivas alemanas en la guerra.
La expulsión de las fuerzas alemanas
El avance soviético en 1943-1944

Aprovechando que los alemanes estaban debilitados, el ejército soviético avanzó hacia Smolensk, liberándola el 25 de septiembre. También lanzaron una ofensiva en el norte de Kursk, tomando Oriol.
El 3 de agosto, la operación Polkovodets Rumyántsev sorprendió a los alemanes, liberando Bélgorod y Járkov. La Unión Soviética lanzó ofensivas en todos los frentes, cruzando el río Dniéper el 23 de septiembre.
Aunque los alemanes pensaron que las ofensivas se detendrían en invierno, la Unión Soviética planeaba liberar Ucrania. El 24 de diciembre de 1943, los soviéticos atacaron de nuevo, abriendo una gran brecha en el frente y rodeando a miles de soldados alemanes. En abril y mayo de 1944, Odesa y Sebastopol fueron liberadas.
En el norte, el Sitio de Leningrado fue finalmente levantado en enero de 1944, después de casi 900 días.
La Operación Bagratión
El mando soviético decidió avanzar por Bielorrusia con la Operación Bagratión, cuyo objetivo era llegar más allá de Minsk. Los alemanes, esperando un ataque más al sur, habían retirado tropas de Bielorrusia.
El 6 de junio de 1944, las tropas aliadas desembarcaron en Francia, lo que alivió la presión en el Frente Oriental.
El 9 de junio, el ejército soviético expulsó a los finlandeses de la región del lago Ládoga. Finlandia firmó un armisticio con la Unión Soviética el 19 de septiembre y luego le declaró la guerra a Alemania.
El 23 de junio, la Operación Bagratión comenzó con gran éxito. Las fuerzas alemanas en Vítebsk fueron derrotadas, y el Noveno Ejército alemán fue capturado casi por completo.
El ejército soviético avanzó rápidamente, liberando Minsk y luego Vilna en Lituania. El 29 de agosto, el avance soviético se detuvo después de haber avanzado casi 600 kilómetros. Los países bálticos fueron liberados, y la Unión Soviética se acercaba a Polonia. En el sur, Rumania cambió de bando el 23 de agosto, abriendo los Balcanes al ejército soviético.
La Operación Bagratión causó enormes pérdidas a las fuerzas alemanas. Con los aliados avanzando en el oeste, Alemania se enfrentaba a una situación muy difícil.
La conquista de Alemania
El avance final hacia Alemania
Cuando los soviéticos estaban cerca de Varsovia, los polacos de la resistencia se levantaron contra la ocupación alemana. Sin embargo, el avance soviético se detuvo por problemas de suministros, y los polacos lucharon solos durante dos meses. El trágico Alzamiento de Varsovia terminó con la destrucción de la ciudad y la derrota de la resistencia polaca.
En enero de 1945, los soviéticos llegaron a Varsovia y reiniciaron su ofensiva con una fuerza mucho mayor que la alemana. Avanzaron rápidamente por Polonia. La población alemana de Prusia Oriental, Dánzig y Poznan fue evacuada. Miles de refugiados alemanes murieron en el mar o en ciudades que luego fueron bombardeadas por los aliados occidentales.
El 27 de enero, las tropas soviéticas liberaron el campo de exterminio de Auschwitz. Allí encontraron pruebas de los terribles eventos que habían ocurrido. Los alemanes habían intentado destruir el campo, pero no lo lograron por completo.
A principios de febrero, el ejército soviético estaba a unos 60 kilómetros de Berlín, en el río Oder. Las fuerzas alemanas restantes estaban aisladas o habían sido enviadas al frente occidental para detener a los aliados.
Los intentos alemanes de liberar a sus tropas atrapadas en Budapest fracasaron. La Batalla de Budapest terminó con la mayoría de los soldados alemanes muertos. La última gran ofensiva alemana en la guerra, en el Lago Balatón, también fracasó.
Aprovechando esto, el ejército soviético liberó Hungría y Viena en abril. El 9 de abril, la guarnición alemana de Königsberg se rindió.
La Batalla de Berlín

La Batalla de Berlín comenzó el 16 de abril. Las fuerzas soviéticas y polacas sumaban millones de hombres, miles de tanques y aviones, superando ampliamente a las fuerzas alemanas.
La batalla fue muy dura. Los alemanes reclutaron a hombres y jóvenes de todas las edades para defender la ciudad. Las bajas fueron muy altas en ambos lados, y Berlín sufrió grandes daños. Los civiles que se negaban a luchar eran ejecutados.
El 30 de abril, el líder alemán, Adolf Hitler, se suicidó. Otros líderes importantes también se quitaron la vida. El 2 de mayo, la ciudad de Berlín se rindió a los soviéticos. El 7 de mayo, se firmó la rendición incondicional de Alemania, que se hizo efectiva al día siguiente.
El 9 de mayo se celebra el Día de la Victoria en la Unión Soviética.
Consecuencias del Frente Oriental
Las pérdidas humanas y materiales
El Frente Oriental fue el más brutal de Europa. Millones de soldados y civiles de ambos lados murieron o desaparecieron. Las pérdidas alemanas en este frente fueron enormes, con millones de soldados muertos o capturados. Las pérdidas soviéticas fueron aún mayores, con muchos más millones de militares y civiles fallecidos.
El trato a los prisioneros de guerra soviéticos por parte de los alemanes fue muy diferente al trato dado a los prisioneros de otros países aliados. Muchos prisioneros soviéticos murieron en cautiverio.
La guerra en el Frente Oriental se caracterizó por la gran crueldad. La táctica de "tierra quemada" (destruir todo lo que pudiera ser útil al enemigo) ordenada por ambos bandos, causó que miles de personas murieran de frío y hambre. Ciudades enteras, como Stalingrado y Varsovia, fueron destruidas.
En cuanto a las pérdidas de equipo, los soviéticos perdieron muchos más tanques y aviones que los alemanes, pero su capacidad de producción les permitió reemplazarlos.
Algunos ciudadanos soviéticos se unieron a las fuerzas alemanas, mientras que otros países del Eje cambiaron de bando y lucharon junto a la Unión Soviética cuando esta se acercó a sus fronteras.
El destino de los países de Europa Oriental
Después de la guerra, Polonia cedió territorio a la Unión Soviética, pero recuperó otras regiones de Alemania. Alemania perdió el 25% de su territorio anterior a la guerra.
Alemania fue dividida en cuatro zonas de ocupación por los aliados. En 1949, las zonas de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos se unieron para formar Alemania Occidental, y la zona soviética se convirtió en Alemania Oriental. Alemania se reunificó en 1991.
Austria también fue dividida, pero recuperó su independencia poco después. Finlandia mantuvo su soberanía, aunque cedió algunos territorios a la Unión Soviética.
Las monarquías de Rumania, Bulgaria y Hungría no regresaron al poder. Yugoslavia se convirtió en un país comunista.
Lituania, Estonia, Letonia, Ucrania y Bielorrusia continuaron siendo parte de la Unión Soviética.
La Unión Soviética emergió de la guerra como una gran potencia mundial, pero con su infraestructura muy dañada.
Después de la guerra, muchos líderes militares y políticos alemanes fueron juzgados en los Juicios de Núremberg. Pocos fueron ejecutados, pero muchos fueron encarcelados.
La importancia del Frente Oriental
El Frente Oriental fue crucial para la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. Las enormes pérdidas sufridas por Alemania en este frente debilitaron su ejército de manera decisiva.
Por ejemplo, mientras los aliados occidentales luchaban en el norte de África, la Unión Soviética estaba enfrentando batallas mucho más grandes y causando pérdidas mucho mayores a las fuerzas alemanas.
Las cifras de bajas demuestran que la mayor parte de las fuerzas alemanas fueron derrotadas en el Frente Oriental. Más del 80% de las bajas alemanas en la guerra ocurrieron en el este. Esto muestra que el ejército soviético fue fundamental para la derrota de la Alemania nazi.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Eastern Front (World War II) Facts for Kids