Operación Barbarroja para niños
Datos para niños Operación Barbarroja |
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Parte de Frente oriental de la Segunda Guerra Mundial | ||||
![]() En el sentido de las agujas del reloj desde la parte superior izquierda:
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Fecha | 22 de junio de 1941 - 5 de diciembre de 1941 (5 meses y 13 días) | |||
Lugar | Europa Oriental y Unión Soviética | |||
Resultado |
Fracaso del plan del Eje de derrotar rápidamente a la Unión Soviética
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La Operación Barbarroja fue el nombre secreto que se le dio a la invasión de la Unión Soviética por parte de la Alemania nazi y sus aliados. Comenzó el 22 de junio de 1941, durante la Segunda Guerra Mundial.
El objetivo principal de esta operación era conquistar la parte occidental de la Unión Soviética. Los planes alemanes buscaban usar a la población de los territorios conquistados para trabajos forzados y obtener recursos importantes como el petróleo del Cáucaso y los alimentos de Ucrania. También tenían la intención de reducir drásticamente la población eslava y trasladar a muchos a Siberia, para así conseguir más "espacio vital" para Alemania.
Antes de la invasión, Alemania y la Unión Soviética habían firmado acuerdos políticos y económicos. Sin embargo, en julio de 1940, el Alto Mando Alemán empezó a planear la invasión, que fue aprobada por Adolf Hitler en diciembre de 1940.
Cerca de tres millones de soldados de las Potencias del Eje (Alemania y sus aliados) invadieron la Unión Soviética. Fue la fuerza de invasión más grande hasta ese momento. Esta ofensiva marcó un momento clave en la Segunda Guerra Mundial, ya que la Unión Soviética se unió a los aliados de la Segunda Guerra Mundial.
La Operación Barbarroja dio inicio al Frente Oriental, donde se enfrentaron más fuerzas que en cualquier otro lugar de la guerra. Fue escenario de batallas muy difíciles, con muchas acciones crueles y un número enorme de bajas. Esto tuvo un gran impacto en el desarrollo de la guerra y en la historia del siglo XX.
Las fuerzas alemanas lograron victorias importantes al principio y ocuparon zonas económicas clave de la Unión Soviética, como Ucrania. También causaron muchas bajas al Ejército Rojo. Sin embargo, la ofensiva alemana se detuvo en la batalla de Moscú a finales de 1941. La contraofensiva soviética posterior hizo retroceder a los alemanes unos 250 kilómetros.
Los alemanes esperaban una victoria rápida, como había ocurrido en la invasión de Polonia. Pero el Ejército Rojo resistió los ataques más fuertes y la lucha se convirtió en una guerra larga para la que los alemanes no estaban preparados.
Después del fracaso de la Operación Barbarroja, las fuerzas alemanas no pudieron lanzar grandes ataques en todo el Frente Oriental. Los intentos posteriores para recuperar la iniciativa, como la Operación Azul en 1942 y la Operación Ciudadela en 1943, también fallaron. Esto llevó a la retirada y al colapso final del ejército alemán.
Contenido
- ¿Por qué Alemania invadió la Unión Soviética?
- Preparativos para la invasión
- Inicio de la invasión
- Desarrollo de la invasión (junio-noviembre de 1941)
- Final de la operación (diciembre de 1941)
- Razones de las primeras derrotas soviéticas
- Razones del fracaso estratégico alemán
- Consecuencias
- Galería de imágenes
- Véase también
¿Por qué Alemania invadió la Unión Soviética?
Ideas políticas y militares

Adolf Hitler tenía la idea de expandirse hacia el este para conseguir más "espacio vital" (Lebensraum en alemán) para Alemania. Esta idea ya existía antes de la Primera Guerra Mundial. Hitler veía la guerra contra los soviéticos como una "guerra cultural" contra los pueblos eslavos, a quienes consideraba inferiores. Su objetivo era trasladar a los eslavos al continente asiático para crear un "Nuevo Orden" en Europa.
A pesar de estas ideas, en 1939 la Unión Soviética y Alemania firmaron el Pacto Ribbentrop-Mólotov. En este pacto, Alemania se aseguró la neutralidad de la Unión Soviética a cambio de cederle la mitad de Polonia, Besarabia y los países bálticos.
Sin embargo, el avance soviético en el Báltico preocupó a Hitler, ya que ponía en peligro el suministro de hierro de Suecia y níquel de Finlandia. Aunque la Unión Soviética cumplió con el envío de materias primas, las ambiciones territoriales soviéticas inquietaron a Hitler. A finales de mayo de 1940, Hitler empezó a hablar de un posible ataque preventivo contra la Unión Soviética.
Hitler intentó convencer a la Unión Soviética de unirse a Alemania, ofreciéndole acceso al sur a través de Afganistán e Irán hacia el golfo Pérsico. Pero esta oferta no interesó a los soviéticos.
Otro punto de tensión fue la Guerra de Invierno (1939-1940) entre Finlandia y la Unión Soviética. Esta guerra mostró las debilidades del Ejército Rojo y preocupó a Alemania. En noviembre de 1940, el ministro de Asuntos Exteriores soviético, Mólotov, declaró que varios países de Europa del Este estaban en la esfera de intereses soviéticos. Hitler respondió ordenando los preparativos para invadir la Unión Soviética.
No todos estaban de acuerdo con invadir la Unión Soviética. Algunos líderes militares alemanes, como Erich Raeder y Hermann Göring, creían que primero debían derrotar a Gran Bretaña. Pero Hitler impuso su decisión. Creía que el territorio conquistado en el este proporcionaría a Alemania tierras y materias primas por siglos.
El plan para explotar los recursos económicos de la Unión Soviética fue encargado a Herbert Backe. Se esperaba obtener alimentos, especialmente grano, para Alemania, debido al bloqueo naval británico. En mayo de 1941, se concretó el "Plan del Hambre", que implicaba que las fuerzas alemanas se alimentarían de los recursos de los territorios ocupados, lo que causaría la muerte por falta de alimentos a millones de soviéticos.
En diciembre de 1940, Hitler firmó la Directiva n.º 21, llamada "Operación Barbarroja". Esta ordenaba una invasión rápida de la Unión Soviética, con el objetivo de derrotarla en pocos meses. El plan de Hitler era avanzar con tres grandes grupos de ejércitos para rodear y destruir a los ejércitos soviéticos. La operación fue nombrada en honor a Federico I Barbarroja, un emperador del siglo XII.
Hitler veía la guerra en el Frente Oriental como una "cruzada". Advirtió a sus generales que no sería una guerra "caballeresca" y que la Unión Soviética no había firmado las convenciones de Ginebra (aunque esto no eximía a Alemania de cumplirlas). Hitler planeaba establecer un control estricto sobre los territorios conquistados y eliminar el régimen soviético.
Cuando comenzó el ataque, el Pacto Molotov-Ribbentrop de 1939 seguía vigente, pero la invasión alemana lo rompió.
Situación en junio de 1941
En junio de 1941, Alemania controlaba militarmente gran parte de Europa. Contaba con el apoyo de países aliados como Bulgaria, Finlandia, Hungría, Italia y Rumanía. También esperaban el apoyo de las poblaciones de Bielorrusia, Estonia, Letonia, Lituania y Ucrania.
Sin embargo, Alemania enfrentaba problemas:
- No había derrotado militarmente al Imperio británico. La invasión de Gran Bretaña se había pospuesto, y la batalla de Inglaterra fue un fracaso para la fuerza aérea alemana (Luftwaffe).
- Estados Unidos había dejado de ser neutral y aumentaba su presupuesto militar. Era cuestión de tiempo que se uniera a la guerra.
- La Unión Soviética había anexado territorios en Europa del Este, lo que hacía inevitable un conflicto con Alemania.
El Alto Mando alemán planeó una "guerra relámpago" (blitzkrieg) para el verano de 1941, esperando que el Ejército Rojo se derrumbara en un par de meses. Por ello, las fuerzas alemanas no estaban preparadas para combatir en invierno ni para una guerra larga. La logística para mantener un frente tan extenso tampoco fue bien planificada.
El espionaje británico había alertado a la Unión Soviética de la invasión, pero Iósif Stalin creyó que era un intento de Winston Churchill para que la URSS entrara en la guerra. A pesar de que un espía soviético, Richard Sorge, dio la fecha exacta del ataque, el Ejército soviético fue tomado por sorpresa. Stalin no ordenó medidas preventivas para no provocar a Alemania.
Stalin pensaba que Hitler no abriría un segundo frente antes de terminar la guerra con Gran Bretaña. Creía que el conflicto con Alemania no ocurriría antes de la primavera de 1942. Hitler, por su parte, creía que el gobierno soviético se derrumbaría rápidamente, llamándolo "el Gigante con los pies de barro". Subestimó la capacidad militar de los soviéticos y su habilidad para recuperarse de los reveses.
Preparativos para la invasión
Preparativos alemanes
La operación fue diseñada en diciembre de 1940, después del fracaso de la batalla de Inglaterra. Hitler decidió dividir sus fuerzas en tres grandes grupos de ejércitos para evitar el error de Napoleón Bonaparte al invadir un país tan grande. Se realizaron misiones de reconocimiento aéreo en la frontera.
Los tres grupos de ejércitos tenían los siguientes objetivos:
- El Grupo de Ejércitos Norte debía conquistar las repúblicas bálticas y Leningrado.
- El Grupo de Ejércitos Centro, el más poderoso, debía conquistar Bielorrusia, tomar Smolensk y luego dirigirse a Moscú.
- El Grupo de Ejércitos Sur debía tomar Ucrania, con Kiev como objetivo principal, y luego avanzar hacia la región del Cáucaso, rica en petróleo.
Franz Halder, jefe del Alto Mando del Ejército Alemán (OKH), recomendó avanzar con tres grupos, dando prioridad al que se dirigía a Moscú.
Para el 15 de mayo, todas las tropas de invasión debían estar en posición. Al final de los preparativos, el ejército alemán (Wehrmacht) había movilizado cerca de 3.2 millones de soldados hacia la frontera soviética, junto con un millón de soldados de países aliados.
La movilización masiva de ciudadanos para el ejército alemán causó escasez de mano de obra en Alemania. Esto aumentó el número de soldados, pero la calidad general del ejército disminuyó, ya que no había suficientes oficiales experimentados. Parte del armamento y equipo provenía de campañas anteriores.
Las divisiones de infantería alemanas estaban bien equipadas, pero las unidades blindadas, aunque numerosas, incluían tanques más antiguos como el Panzer I y Panzer II, junto con los más modernos Panzer III y Panzer IV. El Panzer III era la base de las fuerzas blindadas, pero pronto se vio superado por los tanques soviéticos.
La industria militar alemana tuvo dificultades para producir tanques al ritmo necesario para una operación tan grande. En 1941, Alemania producía menos tanques que la Unión Soviética y Gran Bretaña. Muchos líderes alemanes creían que la guerra sería corta, por lo que no planificaron para una campaña más larga.
La fuerza aérea alemana (Luftwaffe) había sufrido pérdidas en la batalla de Inglaterra y tenía muchas unidades en otros frentes. En junio de 1941, solo el 68% de sus unidades estaban en el Frente Oriental. El apoyo aéreo se organizó en tres "flotas aéreas" con unos 5000 aviones. La marina alemana (Kriegsmarine) debía controlar el Báltico.
La preparación logística fue insuficiente. El ejército alemán solo tenía tres regimientos de transporte de larga distancia. Se asignaron nueve Divisiones de Seguridad para combatir a los grupos de resistencia en la retaguardia, pero resultaron insuficientes para cubrir todo el territorio.
Líderes militares alemanes
El alto mando del Ejército alemán (Oberkommando des Heeres, OKH) y los comandantes de los Grupos de Ejércitos dirigieron la operación. Adolf Hitler intervenía directamente en los asuntos militares.
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Hitler se consideraba un gran estratega y a menudo desoyó a sus generales. Esto causó tensiones y problemas en la planificación.
Despliegue alemán el 22 de junio de 1941
En el primer ataque, Alemania usó el 80% de sus fuerzas. El despliegue era el siguiente:
- Grupo de Ejércitos Norte: Dirigido por el mariscal Wilhelm von Leeb, con 130.000 hombres, incluyendo divisiones de infantería y blindadas. Su misión era tomar Leningrado.
- Grupo de Ejércitos Centro: Dirigido por el mariscal Fedor von Bock, con 700.000 hombres, el más poderoso. Su misión era tomar Moscú.
- Grupo de Ejércitos Sur: Dirigido por el mariscal Gerd von Rundstedt, con 800.000 hombres, incluyendo tropas alemanas y de aliados como Rumanía, Hungría, Italia y Eslovaquia. Su misión era tomar Kiev y avanzar hacia el Cáucaso.
Alemania también contó con el apoyo de sus países aliados. Rumanía aportó dos ejércitos, Hungría un cuerpo de ejército rápido, y Eslovaquia una brigada motorizada y dos divisiones de infantería. Italia envió un cuerpo expedicionario de 50.000 hombres.
Japón, a pesar de los intentos alemanes, no se unió a la invasión de la Unión Soviética, ya que sus intereses estaban en Asia. Esto permitió a Stalin trasladar tropas del este a Europa para defender Moscú.
Preparativos soviéticos
Los planes de defensa soviéticos de 1941 estaban muy influenciados por la Primera Guerra Mundial. Las unidades estaban dispersas a lo largo de la frontera, sin reservas en la retaguardia para detener ataques rápidos. Esto permitió a los alemanes penetrar con facilidad.
Tanques soviéticos
En 1941, la Unión Soviética tenía unos 24.000 tanques, aunque la mayoría eran antiguos. Sin embargo, modelos como el T-34 y el KV-1 eran técnicamente superiores a los tanques alemanes. La producción de armamento había aumentado en los años previos. La Unión Soviética superaba a Alemania y sus aliados en cantidad de soldados, tanques, cañones y aviones.
A pesar de tener mejor material en algunos casos, la logística deficiente y el mal estado de los equipos causaron que muchos tanques tuvieran poca munición al inicio de la invasión.
Fuerza aérea soviética
Las Fuerzas Aéreas soviéticas estaban modernizándose. En 1941, la mayoría de los cazas eran modelos antiguos como el Polikarpov I-15 y el I-16. Los aparatos más modernos estaban en los distritos centrales, pero faltaban pilotos entrenados. La falta de bases aéreas cerca del frente hizo que muchos aviones fueran destruidos en tierra el día del ataque.
Ejército de tierra soviético
La infantería soviética, llamada fusileros, representaba el 75% del Ejército Rojo. Había 303 divisiones al inicio de la invasión. El soldado soviético era conocido por su resistencia y determinación.
Durante los primeros tres meses, la Unión Soviética perdió más de 100 divisiones de fusileros. Muchos de estos soldados tenían poca preparación. La falta de armas antitanque fue un problema grave al principio de la guerra.
Cada unidad de batallón o superior tenía un "comisario" además del comandante. Este sistema de mando conjunto, introducido durante la Guerra Civil, buscaba controlar a los oficiales. Los comisarios se enfocaban en la formación política y la moral de los soldados.
Artillería soviética
La artillería era muy importante para el Ejército Rojo debido a su gran número de piezas. Sin embargo, su dispersión y la modernización en curso causaron grandes pérdidas al inicio de la Operación Barbarroja. Había material antiguo de la época de los zares junto con modelos más modernos.
El número real de tanques, aviones y divisiones del Ejército Rojo era desconocido para el Alto Mando alemán. Los alemanes subestimaron a los soviéticos basándose en el mal desempeño del Ejército Rojo en la Guerra de Invierno contra Finlandia. Sin embargo, en el Lejano Oriente, el general Zhúkov había logrado una importante victoria contra las tropas japonesas en la batalla de Jaljin Gol en 1939.
La Armada soviética
La Armada soviética contaba con una flota considerable al inicio de la invasión, incluyendo acorazados, cruceros, destructores y submarinos. Muchos barcos estaban en construcción. Durante la guerra, la Armada soviética recibió ayuda de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Las purgas de Stalin
Se pensaba que el Ejército Rojo estaba en desventaja numérica en las regiones occidentales, pero en realidad, la Unión Soviética podía movilizar casi cinco millones de soldados. La principal desventaja era la falta de preparación táctica, la escasez de oficiales y la rigidez del mando.
Las "purgas" de Iósif Stalin en 1938 llevaron al encarcelamiento o ejecución de muchos oficiales competentes del Ejército Rojo. Esto creó un ambiente de desconfianza y falta de liderazgo que afectó al ejército durante la invasión.
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El 23 de junio de 1941 se configuró la Stavka (Cuartel General de las Fuerzas Armadas de la URSS). Stalin asumió la presidencia el 20 de julio.
Despliegue soviético el 21 de junio de 1941
El Ejército Rojo se desplegó en varios frentes:
- Frente Norte: Dirigido por el teniente general Markián Popov, con cuartel general en Leningrado.
- Frente Noroeste: Dirigido por el teniente general Fiódor Kuznetsov, con cuartel general en Riga.
- Frente Oeste: Dirigido por el general de ejército Dmitri Pávlov, con cuartel general en Minsk.
- Frente Suroeste: Dirigido por el teniente general Mijaíl Kirponós, con cuartel general en Kiev.
- Frente Sur: (formado el 25 de junio) Dirigido por el general de ejército Iván Tiulenev, con cuartel general en Odesa.
- Reserva de la Stavka: Contaba con seis ejércitos y cinco cuerpos mecanizados.
La frontera no estaba bien fortificada. Stalin había ordenado que muchas unidades se mantuvieran alejadas de la primera línea para evitar provocaciones.
Comité de Defensa del Estado desde el 30 de junio de 1941
Después de la invasión, se creó el Comité de Defensa del Estado, presidido por Stalin, para movilizar todas las fuerzas del país.
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Inicio de la invasión
Retrasos alemanes
La invasión estaba planeada para el 15 de mayo, pero se retrasó debido a la intervención de Benito Mussolini en África y su invasión de Grecia. Hitler tuvo que ayudar a su aliado, lo que retrasó la Operación Barbarroja cuatro semanas. Las lluvias de mayo también causaron un retraso de diez días. Muchos historiadores creen que este retraso fue fatal para el avance alemán.
El 6 de junio de 1941, Hitler emitió la Orden de los Comisarios, que ordenaba ejecutar a los comisarios políticos soviéticos capturados sin juicio. También se emitió el Decreto Barbarroja, que permitía a los soldados alemanes ejecutar a ciudadanos soviéticos por cualquier motivo, lo que llevó a muchas acciones crueles.
El 17 de junio, Hitler fijó la invasión para el 22 de junio a las 04:00 de la mañana.
Actividad diplomática
El 21 de junio, Hitler informó a Benito Mussolini de su decisión de invadir la Unión Soviética. Mussolini ordenó de inmediato que Italia declarara la guerra a la URSS.
En Berlín, el embajador soviético Vladímir Dekanózov fue convocado por el ministro alemán Joachim Ribbentrop, quien le entregó una declaración de guerra. Dekanózov respondió que lamentarían el ataque. En Moscú, el embajador alemán Friedrich-Werner Graf von der Schulenburg entregó una declaración similar al ministro soviético Viacheslav Mólotov.
Así, el domingo 22 de junio de 1941, a las 3:15 de la madrugada, en un frente de 1.600 kilómetros, los alemanes movilizaron 4.136.000 hombres (3.5 millones de alemanes y 1 millón de aliados), con 4919 tanques y 4006 aviones. Fue la operación terrestre más grande de la historia. La Unión Soviética tenía 3.300.000 hombres, 15.470 tanques y 10.775 aviones.
Los puestos de vigilancia soviéticos tardaron en reaccionar. La invasión tomó por sorpresa al Ejército soviético, a pesar de las advertencias.
Desarrollo de la invasión (junio-noviembre de 1941)
La ruptura del frente
Las defensas soviéticas se derrumbaron rápidamente. La fuerza aérea alemana (Luftwaffe) destruyó o dañó 1.200 aviones soviéticos antes del mediodía del primer día. La aviación soviética fue presa fácil debido a la falta de protección antiaérea y sistemas de comunicación.
La coordinación entre las fuerzas terrestres y aéreas alemanas permitió derrotar rápidamente a las guarniciones soviéticas. En menos de 24 horas, los alemanes avanzaron entre 10 y 60 kilómetros. Las unidades soviéticas sufrieron por la falta de coordinación y la rigidez en el mando. Los alemanes rodeaban a las unidades soviéticas por la retaguardia, causando caos.
Al principio, Stalin y sus generales pensaron que Hitler estaba intentando chantajear a la URSS. Su primera reacción fue ordenar no pasar a la ofensiva. Sin embargo, a las 8 de la mañana, se dieron cuenta de que era una invasión a gran escala.
Muchos historiadores señalan que Stalin y su Estado Mayor no fueron completamente sorprendidos, pero las órdenes de alerta llegaron con muy poco tiempo para tomar medidas. Además, las fronteras soviéticas de 1941, ocupadas poco tiempo antes, no estaban bien organizadas.
El mismo 22 de junio, Stalin vio por última vez a su hijo Yákov Dzhugashvili. A pesar de la conmoción, Stalin mantuvo reuniones con el Mando Supremo (Stavka). El 29 de junio, Stalin se retiró a su casa de campo, pero un grupo de colaboradores lo convenció de regresar. El 1 de julio, se anunció la creación del Comité Estatal de Defensa, con Stalin a la cabeza.
En las semanas siguientes, las alianzas internacionales cambiaron. Los países aliados de Alemania declararon la guerra a la URSS. Por otro lado, Gran Bretaña y Estados Unidos declararon su apoyo a la Unión Soviética.
En cinco semanas, el ejército soviético perdió aproximadamente un millón de soldados. Muchas unidades quedaron atrapadas y se rindieron. Los tanques soviéticos se quedaron sin munición. La población civil entró en pánico y muchos huyeron al este. Sin embargo, en algunas regiones no rusas, el rápido avance alemán fue recibido con un sentimiento anticomunista.
Hitler, basándose en su ideología racista, despreció el apoyo de los pueblos eslavos, considerándolos "subhumanos" (Untermenschen). Ordenó un trato cruel y brutal, permitiendo a los soldados alemanes cometer acciones violentas contra civiles sin castigo. Esto hizo que la actitud de la población civil cambiara rápidamente en contra de los invasores.
Las unidades especiales alemanas (Einsatzgruppen) llevaron a cabo masacres de judíos, comunistas y sospechosos de ser grupos de resistencia en los territorios ocupados. Se estima que 1.4 millones de judíos fueron asesinados en estas operaciones.
Iósif Stalin, en contraste, apeló al patriotismo de los ciudadanos soviéticos, llamándolos "hermanos y hermanas" y defendiendo la "Madre Patria". Los pueblos conquistados, asqueados por la brutalidad alemana, fueron inspirados por la propaganda soviética.
Tanto alemanes como soviéticos trataron con dureza a sus prisioneros, dejándolos morir de hambre o ejecutándolos. La guerra se volvió extremadamente brutal.

El Grupo de Ejércitos Norte, bajo el mariscal von Leeb, avanzó rápidamente por Lituania. Sin embargo, los primeros días fueron muy difíciles para las unidades de infantería. Los alemanes capturaron puentes intactos sobre el río Niemen. En Raseiniai, los alemanes se sorprendieron al enfrentarse a los tanques soviéticos KV-1 y KV-2, que eran muy resistentes. Un solo KV-2 detuvo el avance de una división blindada alemana durante horas.
El 23 de junio, los alemanes tomaron Kaunas y el 24 Vilna. El 1 de julio, capturaron Riga, capital de Letonia, y avanzaron hacia Pskov, que cayó el 3 de julio. El 14 de julio, Luga cayó, dejando a Leningrado a solo 200 kilómetros. Los soviéticos movilizaron a todos los habitantes para levantar defensas.
En el frente noruego, los alemanes avanzaron hacia Múrmansk, pero la resistencia soviética y las dificultades del terreno les impidieron seguir.
El Grupo de Ejércitos Centro, bajo el mariscal Fedor von Bock, avanzó hacia Minsk y Smolensk. A pesar de la resistencia en la fortaleza de Brest-Litovsk, que resistió semanas, los alemanes lograron grandes avances. La fortaleza de Brest-Litovsk fue sometida a un fuerte bombardeo.
Los alemanes lograron rodear a grandes unidades soviéticas en Białystok y Minsk. La caída de Minsk fue un gran revés para el Ejército Rojo, con 287.000 prisioneros capturados.
Los tanques alemanes de Guderian llegaron a Smolensk el 10 de julio. La batalla por la ciudad fue muy dura. Los alemanes se encontraron con una fuerte resistencia, artillería concentrada y una nueva arma soviética, el lanzacohetes Katiusha.
El 29 de julio, la 29.ª División Motorizada capturó Smolensk. La batalla de Smolensk no fue fácil para los alemanes y demostró que el camino a Moscú sería difícil. La resistencia soviética en Smolensk retrasó el avance alemán, lo que dio tiempo a los soviéticos para preparar las defensas de Moscú.
El 21 de julio, la Luftwaffe lanzó el primer bombardeo sobre Moscú, pero la fuerte defensa antiaérea impidió que llegaran al centro de la ciudad.
El Grupo de Ejércitos Sur, bajo el mariscal Gerd von Rundstedt, avanzó hacia Kiev. El 25 de junio tomaron Dubno y el 2 de julio se aproximaron a Zhitómir. El 10 de julio, las fuerzas de von Rundstedt estaban a solo 15 kilómetros de Kiev. En Uman, alemanes y húngaros rodearon a dos ejércitos soviéticos, que resistieron hasta el 8 de agosto.
El 19 de julio, Hitler tomó una decisión crucial: desviar unidades blindadas del Grupo de Ejércitos Centro hacia el sur para apoyar el avance hacia Kiev. La prioridad sería Ucrania, la región industrial del Donetz, Crimea y los campos petrolíferos del Cáucaso. Esta decisión fue muy discutida por los generales alemanes, que preferían avanzar directamente hacia Moscú.
En el Mar Negro, los soviéticos perdieron el destructor Moscú durante el bombardeo de Constanza el 26 de junio.
Algunos pueblos, como los ucranianos, recibieron a los alemanes como libertadores al principio. Pero la ideología racista de Hitler, que consideraba a los eslavos "subhumanos", llevó a un trato brutal. Esta opresión hizo que la población civil se volviera rápidamente contra los invasores.
Agosto


La invasión se volvió más compleja y exigió más recursos. Alemania movilizó a todos los hombres entre 15 y 55 años. El frente se extendió, lo que dificultó el control. Los tanques alemanes no eran suficientes para la misión. Los soldados alemanes empezaron a quejarse en sus cartas sobre la dureza de la guerra en Rusia.
La actividad de los grupos de resistencia (partisanos) aumentó en las zonas ocupadas. Estos grupos, organizados desde Moscú, atacaban las columnas alemanas, lo que preocupaba al mando alemán.
En agosto, Hitler enfermó por primera vez en años. Durante su enfermedad, los generales alemanes intentaron tomar decisiones por su cuenta, lo que causó un nuevo conflicto con Hitler al recuperarse.
El Grupo de Ejércitos Norte de von Leeb continuó su avance hacia Leningrado. El 12 de agosto, los soviéticos lanzaron un contraataque que fue rechazado, pero causó pérdidas importantes a los alemanes. El 17 de agosto, los tanques alemanes entraron en Novgorod. El 30 de agosto, los alemanes capturaron Mga, cortando la línea de ferrocarril Moscú-Leningrado. Los finlandeses avanzaron y tomaron Víborg.
El 31 de julio, los alemanes tomaron Tallin, la capital de Estonia. La base naval soviética fue evacuada, con pérdidas de barcos por minas y ataques aéreos.
En el frente noruego, los alemanes intentaron tomar Múrmansk, pero el 15 de septiembre Hitler abandonó la idea debido a las dificultades.
El Grupo de Ejércitos Centro mantuvo la presión sobre la bolsa de Smolensk, que resistió hasta el 25 de agosto. Este retraso fue vital para que los soviéticos prepararan las defensas de Moscú. Guderian, al mando de los tanques, se enfrentó a la resistencia soviética en Roslavl y Gómel.
El 4 de agosto, Hitler visitó el frente para evaluar la situación. Todos sus generales le recomendaron avanzar hacia Moscú, pero Hitler no lo consideraba prioritario. El 18 de agosto, Hitler dictó la Directriz N.º 34, ordenando al Grupo de Ejércitos Centro detener el avance hacia Moscú y pasar a la defensiva para enviar fuerzas al Grupo de Ejércitos Sur. La prioridad sería Ucrania y Crimea.
El Grupo de Ejércitos Sur logró derrotar a las fuerzas soviéticas en Uman, capturando a 103.000 soldados. Esto costó cuatro semanas de combates. El 21 de agosto, von Rundstedt lanzó el ataque a Kiev. Paralelamente, los alemanes avanzaron por la costa del Mar de Azov, capturando bases y ciudades importantes.
A finales de agosto, gran parte del territorio soviético había sido capturado. Sin embargo, Stalin había iniciado un gran plan para trasladar las industrias más allá de los montes Urales, donde se construirían fábricas de tanques.
Septiembre
Septiembre trajo nuevos desafíos: las rutas de suministro se alargaron y las temperaturas bajaron. El material se desgastó y las tropas estaban cansadas. Las divisiones blindadas alemanas solo tenían el 50% de sus tanques operativos.
El Grupo de Ejércitos Norte llegó a Leningrado. Hitler decidió no asaltar la ciudad para evitar muchas bajas en combates urbanos, optando por dejar morir de hambre a la población. El 8 de septiembre, los alemanes cerraron el cerco, iniciando el asedio que duraría 900 días. Stalin envió a Zhúkov para organizar la defensa.
En el Báltico, la marina alemana cercó a la flota soviética en el golfo de Finlandia.
El Grupo de Ejércitos Centro perdió Yelnia, que fue recuperada por los soviéticos. El avance alemán se ralentizó. Hitler decidió el 16 de septiembre volver a destinar tanques al grupo central para la Operación Tifón, pero el ataque a Kiev retrasó el asalto a Moscú hasta octubre.
El 30 de septiembre, el 2.º Grupo Panzer de Guderian se lanzó hacia Orel, tomando la ciudad por sorpresa.
El Grupo de Ejércitos Sur atacó Kiev con fuerza. El 15 de septiembre, los tanques de Guderian se unieron a los de Kleist en Lojvitsa. El 26 de septiembre, los alemanes capturaron Kiev. La Unión Soviética perdió 600.000 soldados. Los tanques alemanes cruzaron el Dniéper, enfrentándose al problema del barro. El 21 de septiembre, el ejército alemán entró en la península de Crimea.
A finales de septiembre, la fuerza aérea alemana había perdido 1603 aviones. La mayoría de los derribos ocurrieron en territorio soviético.
Octubre

El 1 de octubre, el ejército alemán tenía 2572 tanques operativos, pero entre el 30% y el 40% no funcionaban por falta de repuestos. El 2 de octubre, una misión angloamericana firmó un acuerdo con Stalin para enviar suministros a la Unión Soviética.
El Grupo de Ejércitos Norte mantuvo el sitio de Leningrado, sin grandes asaltos, esperando que el hambre y el frío debilitaran la ciudad.
En el Grupo de Ejércitos Centro, la Operación Tifón comenzó el 2 de octubre. El ataque inicial fue exitoso, rompiendo las defensas soviéticas en cinco días. Sin embargo, el 7 de octubre cayó la primera nevada, que se derritió y causó mucho barro (rasputitsa). Los vehículos alemanes se atascaron, deteniendo el avance.


Stalin llamó a Zhúkov desde Leningrado para encargarle la defensa de Moscú. Las divisiones siberianas, acostumbradas al frío, se dirigían a la capital. El avance alemán causó caos entre la población de Moscú, que intentó escapar.
El 12 de octubre, los alemanes capturaron Kaluga y el 13 Kalinin, a menos de 200 kilómetros de Moscú. El 13 de octubre, el Comité del Partido en Moscú organizó batallones de obreros y entrenó a miles de ciudadanos para la defensa.
El 15 de octubre, las fuerzas siberianas llegaron al frente de Moscú. La resistencia en las bolsas de Viazma y Briansk cesó, pero esto había retrasado el avance alemán lo suficiente para permitir el despliegue de las unidades siberianas. El mal estado de las carreteras ralentizó a los tanques alemanes.
Stalin permaneció en Moscú, pero ordenó el traslado del gobierno a Kúibyshev. El 19 de octubre se declaró el estado de sitio en Moscú. El 18 de octubre, las unidades alemanas tomaron Mozhaisk, a solo 100 kilómetros de la capital. El 25 de octubre cayó la primera gran nevada, y los soldados alemanes, sin ropa de invierno adecuada, empezaron a sufrir el frío.
El Grupo de Ejércitos Sur logró mayores avances en octubre. Los tanques de von Manstein se desplegaron en Crimea, acercándose a Sebastopol. Los alemanes también avanzaron por la costa del Mar de Azov hacia Melitópol y Járkov. El 10 de octubre, los ejércitos 9.º y 18.º soviéticos se rindieron en Mariúpol, dejando 100.000 prisioneros. El 16 de octubre, las tropas soviéticas evacuaron el puerto de Odesa.
Las victorias alemanas en octubre fueron notables, pero estaban cerca de su límite.
Noviembre
A mediados de noviembre, se ordenó pintar de blanco todos los vehículos alemanes para el invierno. Muchas unidades tuvieron que usar sábanas o tiza por falta de pintura.
El Grupo de Ejércitos Norte sufrió constantes ataques soviéticos en el frente del río Vóljov. Los alemanes mantuvieron sus posiciones con grandes pérdidas. En Leningrado, el hambre causó estragos, con miles de muertos al día. Sin embargo, la superficie helada del lago Ládoga permitió abrir una precaria ruta de suministros y evacuar civiles.
El Grupo de Ejércitos Centro quedó paralizado por el barro desde el 1 de noviembre. El ejército alemán solo tenía dos opciones: retirarse a posiciones de invierno o intentar un último asalto a Moscú. Ambas eran muy arriesgadas.
El 6 de noviembre, Stalin se dirigió al pueblo soviético, declarando que los invasores alemanes estaban cerca del desastre. El Ejército Rojo desfiló en la Plaza Roja el 7 de noviembre, y las tropas marcharon directamente al frente.
Las temperaturas bajaron drásticamente, llegando a -22 grados Celsius el 12 de noviembre. Con el barro endurecido, los tanques alemanes se lanzaron de nuevo hacia Moscú. Los combates fueron muy duros. El 22 de noviembre, las temperaturas alcanzaron los -32 grados Celsius.
El 25 de noviembre, más de 100.000 obreros de Moscú terminaron el anillo defensivo exterior de la ciudad. La movilización ciudadana fue total, con miles de voluntarios y fábricas trabajando para la defensa. El 31 de noviembre, los alemanes llegaron a Polevo, a solo doce kilómetros de la Plaza Roja, pero su avance se detuvo.
El Grupo de Ejércitos Centro no recibió refuerzos durante 67 días, mientras que la Stavka formó 75 nuevas divisiones. Zhúkov creía que la resistencia de sus soldados fue la principal razón para detener a los alemanes, mientras que Guderian argumentó que la falta de ropa de invierno y el frío extremo fueron decisivos.
El Grupo de Ejércitos Sur no sufrió tanto como el central. Ocupó casi toda Crimea, excepto Sebastopol. El 14 de noviembre se ordenó el asalto a Rostov, que fue capturada el 21 de noviembre. Sin embargo, el terreno extenso y los contraataques soviéticos obligaron a los alemanes a evacuar la ciudad en diciembre.
Las victorias alemanas en octubre fueron notables, pero estaban muy cerca de su límite.
Final de la operación (diciembre de 1941)

En diciembre, las limitaciones militares de Alemania se hicieron evidentes. Stalin tenía suficientes fuerzas para lanzar un contraataque a gran escala. El 2 de diciembre, Stalin preguntó a Zhúkov sobre las posibilidades del enemigo, y Zhúkov respondió que el enemigo estaba agotado.
Zhúkov ordenó el avance de diecisiete divisiones siberianas entre el 5 y el 6 de diciembre, en lo que se conocería como la batalla de Moscú. Los alemanes intentaron resistir, pero cedieron terreno. La Unión Soviética tenía más tanques y aviones que Alemania en ese momento.
Zhúkov afirmó que la Batalla de Moscú fue una gran derrota estratégica para los alemanes, demostrando la madurez del ejército soviético.
En Alemania, Hitler reconoció que la guerra no terminaría en 1941. El 20 de diciembre, Guderian intentó convencer a Hitler de evacuar sus fuerzas a posiciones más defendibles. Hitler, en respuesta, destituyó a varios generales que se oponían a sus decisiones, incluyendo a von Rundstedt, von Leeb y von Bock. El 16 de diciembre, Hitler asumió personalmente el mando del Ejército.
Mientras tanto, los soviéticos recuperaron varias ciudades importantes, incluyendo Kalinin, Tula y Kaluga. La amenaza alemana sobre Moscú había terminado.
En el norte, la situación de Leningrado mejoró gracias a la ruta de suministros sobre el lago Ládoga. En el sur, los soviéticos recuperaron Rostov después de que los alemanes se retiraran, desobedeciendo las órdenes de Hitler.
La situación mundial cambió drásticamente el 7 de diciembre de 1941, cuando Japón atacó Pearl Harbor en Hawái. Alemania declaró la guerra a Estados Unidos el 11 de diciembre.
Aunque la Operación Barbarroja no logró la mayoría de sus objetivos, los alemanes no percibieron una derrota total. Sin embargo, las pérdidas humanas y materiales fueron enormes para el ejército alemán. Stalin había perdido territorio, pero había ganado tiempo para movilizar al país. Las fábricas trasladadas más allá de los Urales pronto producirían a gran escala.
Alemania lograría algunas victorias en el verano de 1942, pero la derrota en Stalingrado frustraría su objetivo de acabar con la Unión Soviética. A principios de 1943, Alemania se enfrentaría a una derrota inevitable.
Muchos historiadores señalan que Hitler fracasó porque sus tropas comenzaron demasiado tarde y porque el Pacto de No Agresión entre Japón y la URSS permitió a Stalin trasladar tropas siberianas a Moscú. El tamaño de la Unión Soviética y su población fueron factores clave para su resistencia.
El "general invierno" de 1941-1942, con temperaturas extremadamente bajas, afectó gravemente al ejército alemán, que no estaba preparado para el frío. Los vehículos y armas se congelaban. Los soviéticos, en cambio, estaban mejor adaptados y preparados para el clima.
Características de la guerra con tanques

La vida dentro de los tanques era muy incómoda y peligrosa, con frío o calor extremos, suciedad y mala ventilación. Los tanquistas usaban gorros acolchados para protegerse de los golpes.
Los tanquistas soviéticos recibían el doble de paga que un soldado de infantería. Para descansar, a menudo cavaban zanjas debajo del tanque o usaban cráteres para protegerse del frío y los ataques.
Los tanques soviéticos, como el T-34, tenían una torreta incómoda para dos hombres, a diferencia del Panzer III alemán, que era más espacioso. Una de las mayores desventajas de los tanques soviéticos al principio era su sistema de comunicación, inferior a las radios alemanas.
La Operación Barbarroja tuvo un efecto inesperado en las fuerzas blindadas soviéticas. La destrucción de los tanques antiguos en 1941 permitió a la Unión Soviética construir nuevas unidades con los modernos T-34 y KV-1. Estos tanques también se usaron para transportar infantería.
Los tanques alemanes también enfrentaron problemas, especialmente la falta de suministros y las condiciones climáticas. El polvo en verano y el frío extremo en invierno afectaban el funcionamiento de los vehículos y las armas.
La velocidad era una ventaja de las divisiones blindadas alemanas. Podían avanzar más de cien kilómetros al día, mientras que la infantería a pie avanzaba mucho más lento. Esta gran distancia entre las unidades blindadas y la infantería a veces permitía a los soviéticos escapar de los cercos.
Razones de las primeras derrotas soviéticas
Las primeras derrotas soviéticas se debieron a la nueva táctica alemana de "guerra relámpago" (blitzkrieg), que usaba movimientos rápidos y cercos con tanques.
Un verano favorable ayudó a los alemanes, pero el invierno de 1941 los detuvo. Los soldados alemanes sufrieron mucho por el frío, ya que no esperaban una guerra tan larga. El Frente Oriental duró cuatro años, con millones de bajas en ambos lados.
Iósif Stalin tardó en reaccionar al principio. Las "purgas" estalinistas habían eliminado a muchos oficiales competentes, lo que afectó las tácticas soviéticas.
Aunque los soviéticos tenían un gran arsenal, sufrieron derrotas iniciales por varias razones:
- Falta de información precisa sobre el ejército soviético por parte de Alemania.
- El mal estado de muchos vehículos soviéticos, que se averiaron rápidamente.
- La sorpresa de Stalin ante el ataque alemán, creyendo que Alemania no rompería el pacto.
- La destrucción de más de 1800 aviones soviéticos el primer día, muchos en tierra.
- Las tácticas alemanas más avanzadas y cadenas de mando más cortas. El Ejército Rojo a menudo esperaba órdenes de los altos mandos, lo que causaba inacción.
- La falta de municiones adecuadas para los tanques soviéticos.
- La dispersión de los tanques soviéticos en pequeñas unidades, mientras que los alemanes los concentraban.
- La falta de preparación de los soldados soviéticos para operaciones reales, a diferencia de los alemanes, que estaban más entrenados y experimentados.
Razones del fracaso estratégico alemán
Entre las razones del fracaso alemán para tomar el control de la Unión Soviética se encuentran:
- La falta de información confiable sobre el número y la ubicación de las fuerzas soviéticas. Hitler subestimó peligrosamente a los soviéticos.
- La falta de suministros: la logística alemana no pudo satisfacer las necesidades del frente. Hitler no preparó a sus tropas para una guerra prolongada.
- La inmensidad del territorio soviético, que dificultó el control y extendió las líneas de suministro alemanas.
- La subestimación de Hitler sobre la moral y la industria militar soviética. La industrialización soviética permitió movilizar grandes masas de soldados y concentrarlos.
- La falta de flexibilidad de Hitler al tomar el mando personal de las operaciones, desoyendo a sus generales experimentados.
- La destitución de oficiales competentes por parte de Hitler.
- Las informaciones del espía soviético Richard Sorge en Japón, que permitieron a Stalin trasladar tropas siberianas a Moscú.
- El "general invierno" de 1941-1942, con temperaturas extremas que afectaron la capacidad militar alemana. El Ejército Rojo, en cambio, estaba mejor preparado para el clima.
- Los problemas logísticos alemanes, como la necesidad de adaptar los ferrocarriles al ancho de vía ruso y la escasez de carreteras asfaltadas, que se convertían en barrizales.
- La reorganización y la fuerte resistencia del Ejército Rojo y de toda la Unión Soviética, que se unieron en la "Gran Guerra Patria". Se desarrollaron nuevas armas y se incentivó el patriotismo.

Consecuencias
Acciones crueles durante la guerra
Aunque la Unión Soviética no había firmado la Convención de Ginebra de 1929, Alemania sí lo había hecho y estaba obligada a tratar a los prisioneros de guerra de manera humana. Sin embargo, Hitler ordenó que la lucha contra la Unión Soviética fuera una "lucha por la existencia" y que los ejércitos rusos fueran "aniquilados". Esto llevó a muchas acciones crueles contra los prisioneros de guerra soviéticos.

Antes de la invasión, Hitler emitió la Orden de los Comisarios, que pedía que todos los comisarios políticos soviéticos capturados fueran ejecutados sin juicio. Los soldados alemanes y las unidades especiales (SS-Einsatzgruppen) participaron en estos asesinatos masivos. Se estima que dos millones de prisioneros de guerra soviéticos murieron de hambre solo durante la Operación Barbarroja. Al final de la guerra, el 58% de todos los prisioneros de guerra soviéticos habían muerto en cautiverio alemán.
Las acciones crueles contra civiles, incluyendo mujeres y niños, fueron llevadas a cabo por la policía y las fuerzas militares alemanas, así como por colaboradores locales. Los Einsatzgruppen realizaron masacres de judíos, comunistas y sospechosos de ser grupos de resistencia.
Quemar casas sospechosas de ser lugares de reunión de grupos de resistencia y envenenar los pozos de agua se convirtió en una práctica común. En Járkov, la comida se proporcionó solo a los civiles que trabajaban para los alemanes, y el resto fue condenado a morir de hambre. Cientos de miles de soviéticos fueron trasladados a Alemania para trabajos forzados.
Los ciudadanos de Leningrado sufrieron fuertes bombardeos y un asedio que duraría 872 días, causando la muerte por falta de alimentos a más de un millón de personas, incluyendo unos 400.000 niños menores de 14 años. La población llegó a comer animales domésticos y otros recursos desesperados.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Operation Barbarossa Facts for Kids