Carro de guerra para niños
Un carro de guerra era un vehículo con ruedas, generalmente tirado por caballos, que se usaba en la guerra en la antigüedad. Era un tipo especial de carro.
En latín, a un carro tirado por dos caballos se le llamaba biga, y a uno con cuatro caballos, cuadriga. La palabra carrus (carro) se usaba solo para vehículos de uso diario. Los carros de guerra fueron muy importantes durante la Edad del Bronce y la Edad del Hierro. También se usaron para viajar, en desfiles militares y en juegos, mucho después de que dejaran de ser útiles en el campo de batalla.
Alrededor del año 2600 a. C., algunas tribus como los Guti usaban carros para conquistar el norte de Sumeria. Se dice que la ciudad de Ur, que era muy grande en esa época con 65,000 habitantes, fue quemada por ejércitos que usaban carros hacia el 2000 a. C.
Los primeros carros a veces tenían cuatro ruedas, pero no era lo más común. Un invento clave para crear carros ligeros de guerra fue la rueda con buje, radios y llanta. Esto era diferente de las ruedas macizas y sólidas de los carros civiles. Los primeros carros con ruedas de radios aparecieron cerca del año 2000 a. C. Su uso fue más popular alrededor del 1300 a. C., como se vio en la batalla de Kadesh.
En esa época, los caballos no eran lo suficientemente grandes para que un hombre los montara en combate. Los primeros caballos, que venían de animales salvajes, eran del tamaño de un poni grande. Pero en un carro, los caballos podían combinar su fuerza y no tenían que cargar peso en su lomo.
Los carros de guerra eran muy efectivos en campos de batalla planos y despejados. Fueron clave en muchas guerras durante casi 700 años.
Con el tiempo, los caballos se hicieron más grandes y fuertes gracias a la cría. Esto hizo que la caballería (soldados a caballo) reemplazara a los carros de guerra. La caballería era más útil en diferentes tipos de terreno y también más económica, ya que no se necesitaba construir un carro. Los carros de guerra tenían dos usos principales: como plataformas móviles para arqueros o lanzadores de jabalinas, y para desordenar a la infantería enemiga con cargas.
Las carreras de carros siguieron siendo populares en Constantinopla hasta el siglo VI.
En la guerra moderna, el papel de los carros antiguos es similar al del carro de combate, aunque con mucha más tecnología.
Durante la Primera Guerra Mundial, antes de que aparecieran los carros blindados, se usaban sidecares con ametralladoras. Estos tenían un papel parecido al de los carros de guerra antiguos. También existió la tachanka rusa, un carro tirado por caballos con ametralladoras, que era una versión ligera de la artillería a caballo.
Contenido
Los Primeros Vehículos con Ruedas en Sumeria

Las primeras imágenes de vehículos usados en la guerra se encuentran en el Estandarte de Ur, en la antigua Mesopotamia, alrededor del 2500 a. C. Estos vehículos eran más bien carros o carretas de dos ejes, tirados por bueyes, asnos domesticados o onagros. A veces llevaban lanceros además del auriga (conductor). Estos carros pesados, cubiertos con pieles, podrían haber sido para transportar cosas o para ceremonias, más que para batallas. Los sumerios también usaban un carro más ligero, de dos ruedas y tirado por cuatro asnos, pero aún con ruedas de madera maciza. Las ruedas con radios no llegaron a Mesopotamia hasta mediados del segundo milenio a. C.
Carros en las Culturas Indoiranias
Orígenes de los Carros con Radios
Los primeros carros con un diseño completo y ruedas de radios se encontraron en tumbas de la Sintashta-Petrovka, en lo que hoy es Rusia y Kazajistán, cerca del año 2000 a. C. Esta cultura, que venía de la cultura yamna, construía asentamientos fortificados, trabajaba el bronce como nunca antes y tenía rituales funerarios complejos. Los carros encontrados en estas tumbas tenían ruedas con radios. Con el tiempo, la cultura de Andronovo se extendió por las estepas, desde los montes Urales hasta la cordillera de Tian Shan. Se cree que estas fueron las primeras culturas indo-iranias, que luego se expandieron hacia Irán e India en el segundo milenio a. C.
Los carros son muy importantes en la mitología indo-iraní, así como en las mitologías hindú y persa. Muchos dioses de sus panteones son representados montados en carros. La palabra en sánscrito para carro es ratha, que viene de una palabra protoindoeuropea que significa "rueda".
Carros en la India
Hay dibujos de carros en petroglifos (grabados en piedra) en la cordillera de Vindhya. En Morhana Pahar, se ven dos carros. Uno es tirado por dos caballos y tiene un solo tripulante. El otro es tirado por cuatro caballos, tiene seis ruedas con radios y un conductor de pie en un carro grande. Este carro está siendo atacado por figuras con mazas, escudos y arcos. Se cree que estos dibujos cuentan una historia de los primeros siglos a. C., mostrando el encuentro de tribus antiguas con tecnología nueva. Los carros realistas grabados en las estupas de Sanchi son del siglo I.
Se dice que el carro falcado fue inventado por Ajatashatru, rey de Magadha, alrededor del 475 a. C. Un carro falcado tenía una o más cuchillas afiladas a los lados del eje, que se extendían casi un metro. Su función era cargar contra las formaciones enemigas para que se dispersaran y evitar ser heridos por las cuchillas. Ajatashatru pudo haber usado estos carros contra los licchavi. Sin embargo, otros estudios sugieren que los persas desarrollaron los carros falcados para enfrentarse a la infantería griega, entre los años 467 a. C. y 458 a. C.
La Edad de Hierro en Mesopotamia
Es probable que los carros se extendieran por toda Mesopotamia y Elam en el primer milenio a. C., gracias a los hititas y Mitani. Los asirios y los babilonios los usaron mucho, aunque su importancia militar ya estaba disminuyendo. En esa época, el carro era un símbolo de poder militar y el vehículo de reyes y líderes que supervisaban el campo de batalla.
Carros en Persia

Los persas conquistaron Elam a mediados del primer milenio a. C. Podrían haber sido los primeros en usar cuatro caballos para sus carros, en lugar de dos. También usaron carros falcados, como Ciro el Joven que empleó muchos de ellos.
Heródoto menciona que los libios y la región del río Indo proporcionaron caballería y carros al ejército de Jerjes I. Sin embargo, la caballería era más móvil y efectiva que los carros de guerra. La derrota de Darío III en la Batalla de Gaugamela en el año 331 a. C. marcó el fin de la era de los carros de guerra. En esa batalla, el ejército de Alejandro el Grande simplemente abrió su línea para dejar pasar los carros persas y luego atacarlos por detrás.
Carros en el Creciente Fértil y Anatolia
Algunos expertos creen que el carro de guerra se originó en la zona del creciente fértil y Anatolia a principios del segundo milenio a. C.
Los Hititas y sus Carros
El reino de Mitani parece haber sido clave en la introducción del caballo de tiro y el carro de guerra en la Edad del Bronce en el Oriente Próximo. El texto más antiguo que menciona carros de guerra es de Anitta, un texto hitita del siglo XVIII a. C., que habla de 40 tiros de caballos en el asedio de Salatiwara. La primera mención clara de carros en el Imperio Hitita es del siglo XVII a. C. (Hattusili I). Existe un texto hitita sobre el entrenamiento de caballos, atribuido a Kikkuli de Mitanni en el siglo XV a. C..
Los hititas eran muy buenos conductores de carros. Crearon un nuevo diseño con ruedas más ligeras, de cuatro radios en lugar de ocho, y podían llevar a tres guerreros en vez de dos. La riqueza hitita dependía mucho del control de rutas comerciales y recursos naturales, especialmente metales. A medida que los hititas se expandieron por Mesopotamia, tuvieron conflictos con sus vecinos asirios, hurritas y egipcios. Durante el reinado de Suppiluliuma I, los hititas conquistaron Qadesh y quizás toda Asiria. La batalla de Qadesh en 1299 a. C. fue una de las batallas con carros más grandes de la historia, con 5000 carros de guerra. El historiador Francisco Gracia Alonso dice que el ejército del rey hitita Muwatalli II tenía 3700 carros, pero solo 500 eran hititas; el resto venía de sus aliados.
Carros en Egipto

El carro, junto con el caballo, llegó a Egipto durante el dominio de los hicsos en el siglo XVI a. C.. La aparición de un ejército profesional en el Imperio Nuevo de Egipto (c. 1570-1070 a. C.) está muy relacionada con la expansión militar hacia la región de Palestina y Siria, y con la llegada de una nueva arma: el carro de guerra. Este fue la primera "arma colectiva" importante para los ejércitos desarrollados. Se entendía como una combinación de vehículo, arma (el arco compuesto) y caballos entrenados.
En el arte del Antiguo Egipto y Asiria hay muchas imágenes de carros con adornos muy ricos. Los carros egipcios y asirios, que usaban principalmente el arco, solían llevar carcajes llenos de flechas. Los egipcios añadieron el yugo a sus carros hacia 1500 a. C. Los carros egipcios mejor conservados son los seis que se encontraron en la tumba de Tutankamon.
Carros en el Antiguo Testamento
Los carros de guerra se mencionan a menudo en el Antiguo Testamento, especialmente por los profetas, como símbolos de poder. La primera vez que se mencionan es en la historia de José, en el Génesis.
Los "carros de hierro" también se nombran en el Libro de Josué y en el Libro de los Jueces como armas de los cananeos. En este último, se dice que Jabín, rey de Canaán, tenía un ejército con 900 carros de guerra. El Primer Libro de Samuel habla de los carros de los filisteos, a veces relacionados con los Pueblos del Mar o los micénicos antiguos. Otro pasaje del profeta Samuel cuenta que el rey David inutilizó los caballos de los carros de los filisteos. Hay más pasajes donde se mencionan los carros.
En el Antiguo Testamento se ve que los carros eran una parte importante de los ejércitos cananeos y, más tarde, durante el reinado de Salomón. Este rey tenía 1400 carros. Cuando el Reino unido se dividió, la mayoría de los carros hebreos pasaron al Reino de Israel, y el Reino de Judá se quedó con la infantería. El Reino de Israel es mencionado en textos asirios como la fuerza de carros más poderosa del Mediterráneo Oriental. El rey Ajab envió 2000 carros a la Batalla de Qarqar en 853 a. C. Los carros posteriores de Judá eran vehículos pesados tirados por cuatro caballos y con cuatro hombres (conductor, escudero y dos combatientes), parecidos a los de Asiria.
Carros en Urartu
Los urarteos usaron carros para la guerra y para el transporte. Los carros urarteos eran tirados por uno o dos caballos y llevaban a una o dos personas. En un monumento al sexto rey de Urartu, Argishti I (785-763 a. C.), en Ereván (Armenia), el rey aparece montando su carro. El carro de Argishti I es tirado por dos caballos y tiene espacio para una sola persona.
Carros en Europa
Europa del Sur
Carros Micénicos
Los micénicos también usaron carros de guerra. Los registros en Lineal B, de lugares como Cnosos y Pilos, junto con imágenes en algunas estelas funerarias de Micenas, muestran la importancia de los carros de guerra y sus piezas de repuesto. El ideograma para el carro de guerra en Lineal B es un dibujo abstracto de dos ruedas de cuatro radios.
Los carros eran una fuerza clave por la calidad de los guerreros, aunque en las tablillas de Cnosos se mencionan al menos 400 carros y 700 caballos guardados en el palacio.
Los carros dejaron de usarse para la guerra después de la caída de la civilización micénica. En la Ilíada, los héroes viajaban en carro, pero se bajaban para luchar. Los carros solo se usaban para concursos en juegos públicos o desfiles. Eran ligeros, como los describe Homero, y solo podían llevar a una persona. La Ilíada también describe una carrera de carros en los funerales de Patroclo.
Carros Etruscos
El único carro etrusco bien conservado es de la década del 530 a. C. Está decorado con placas de bronce que recuerdan al caldero de Gundestrup, con escenas detalladas en bajorrelieve que se cree que representan momentos de la vida de Aquiles. Las ruedas tienen nueve radios. Fue encontrado en una tumba de carros en Monteleone di Spoleto (Italia). Se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.
Carros en la Antigua Grecia
La palabra griega para carro, ἅρμα, hárma, se usa hoy para el carro de combate, llamado άρμα μάχης, árma mákhēs.
La caballería existía en la Antigua Grecia, pero no era muy efectiva. El terreno rocoso de la Grecia peninsular era difícil tanto para los carros ligeros como para los caballos sin herrar.
En los viajes largos, los cascos de los caballos se dañaban con las piedras. Antes de la invención de la herradura, muchos caballos llegaban cojeando al campo de batalla. A pesar de esto, el carro mantuvo un estatus especial, sobre todo en la poesía épica. Se usaba en las carreras de caballos de los Juegos olímpicos y en los Juegos panatenaicos.
Los carros griegos estaban diseñados para ser tirados por dos caballos a cada lado de un timón. A veces se añadían dos caballos más, atados a los lados de la yunta principal. Los pies del automédon (conductor), que iba sentado, descansaban en una tabla cerca de las patas de los caballos. La biga era un asiento simple sobre el eje, con un timón a cada lado para asegurar las ruedas.
La caja del carro se apoyaba directamente en el eje. No tenía suspensión, lo que lo hacía un transporte incómodo. En la parte delantera y a los lados, una barandilla semicircular de un metro de alto protegía de ataques. La parte trasera estaba abierta para subir y bajar fácilmente. Excepto en los carros de carreras, no había asiento, y el espacio era justo para el conductor y un pasajero.
El timón se fijaba en el centro del eje. El yugo estaba en el extremo del timón y consistía en dos arreos ligeros que sujetaban a los caballos con correas anchas alrededor de su cuerpo. El arnés se completaba con una brida y un par de riendas de cuero, a veces adornadas con perlas, marfil o metal. Las riendas pasaban por anillos en la collera del animal. Eran lo suficientemente largas para que el automédon pudiera enrollarlas alrededor de su cuerpo y defenderse.
Las ruedas, como la caja, eran de madera, reforzadas con hierro o bronce. Tenían cuatro u ocho radios y llantas de hierro o bronce.
Este tipo de carro era común en el Mediterráneo en esa época, con pequeñas diferencias en cómo se fijaban las partes.

Carros en la Antigua Roma
Los romanos probablemente conocieron el carro por los etruscos, quienes a su vez lo habrían tomado de Grecia.
Sin embargo, los romanos fueron influenciados directamente por los griegos, especialmente después de conquistar Grecia (146 a. C.).
Durante el Imperio romano, los carros no se usaron para el combate. Se reservaban para desfiles y carreras de carros, principalmente en el Circo Máximo. La pista era lo suficientemente ancha para que corrieran 12 carros. Ambos lados estaban separados por una mediana elevada llamada spina. La popularidad de las carreras de carros llegó hasta el Imperio bizantino, y se celebraban en el hipódromo de Constantinopla, ya que los Juegos olímpicos habían terminado en 396. Las carreras de carros bizantinas disminuyeron después de los disturbios de Niká, en el año 532.
Los romanos solo se enfrentaron ocasionalmente a ejércitos que usaban carros: en revueltas celtas y en 86 a. C. en la Batalla de Queronea, contra Mitrídates VI, rey del Ponto. Aquí los romanos demostraron que los carros ya no eran útiles en batalla, siendo ineficaces contra las trincheras y la Legión romana misma.
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Representación moderna de una carrera de carros de la Roma antigua en Jerash (Jordania).
Europa Central, Occidental e Islas Británicas
Los celtas eran buenos fabricantes de carros. La palabra "carro", que viene del latín carrum, podría venir de la palabra gala karros. Se han encontrado unas 20 tumbas de carros de la Edad de Hierro en Gran Bretaña, la mayoría en Yorkshire, excepto una hallada en 2001 en Newbridge, cerca de Edimburgo. Datan de aproximadamente el 500 al 100 a. C. Los carros eran importantes en la mitología celta irlandesa, especialmente en las historias del héroe Cúchulainn.
El carro celta, quizás llamado carpentom, era tirado por dos caballos en el periodo de La Tène (cuatro en el de Hallstatt). Medía unos 2 metros de ancho y 4 metros de largo. La llanta de hierro de las ruedas de una sola pieza fue probablemente una invención celta. Aparte de la llanta de hierro y algunas piezas de hierro en el cubo de la rueda, el vehículo estaba hecho de madera y mimbre. A veces, las uniones se reforzaban con aros de hierro. Otra innovación celta fue el eje colgante, suspendido de la plataforma con cuerdas, lo que mejoraba el viaje en terrenos irregulares. Hay evidencia en monedas galas de un sistema de suspensión de piel en la caja central y un sistema complejo de cuerdas para sujetarla. Ha sido reconstruido por arqueólogos. Según el escritor romano Tácito, eran bastante cómodos en terrenos difíciles.
Los bretones insulares usaron carros de guerra hasta el siglo III. El carro bretón era fácil de manejar y permitía combinar la agilidad del essedaire (conductor del carro, nombre que viene del latín essedae, que significa carro bretón) con la fuerza del soldado de infantería. Siempre llevaba dos pasajeros: un conductor y un combatiente. El combatiente no necesitaba bajarse para luchar, ya que el conductor estaba listo para recogerlo y huir si era necesario. Esta táctica de carro de guerra fue usada por los britanos contra Julio César en el año 55 a. C., durante su expedición a la isla de Bretaña.
No hay pruebas del uso del arco compuesto en los carros en esta parte de Europa. Julio César dio el único informe de primera mano sobre el carro de guerra británico:
«La forma de luchar de los carros es esta. Primero avanzan por todas partes lanzando dardos, y con el miedo que infunden a sus caballos y el ruido de las ruedas suelen desordenar las filas. Una vez que se meten entre los grupos de jinetes, saltan de los carros y luchan a pie. Mientras tanto, los conductores se retiran poco a poco de la batalla y colocan los carros de tal manera que, si los soldados se ven presionados por muchos enemigos, tienen una retirada libre hacia los suyos. De esta forma, combinan en la batalla la rapidez de los jinetes con la firmeza de los soldados de a pie. Tienen tanta habilidad por el ejercicio continuo que, incluso en lugares con pendientes y difíciles, detienen a los caballos lanzados al galope, los frenan enseguida y los hacen dar la vuelta, estando ellos acostumbrados a correr por el timón, a mantenerse de pie sobre el yugo y a volver de allí rápidamente a los carros.

Los carros también pudieron usarse para ceremonias. Según Tácito, Boudica, reina de los icenos y otras tribus durante una revuelta contra las fuerzas romanas de ocupación, dirigió a sus tropas desde su carro en el año 61:
Boudicca curru filias prae se vehens, ut quamque nationem accesserat, solitum quidem Britannis feminarum ductu bellare testabatur. (versión en latín).
- «Boudica, con sus hijas delante de ella, viajó en carro de tribu en tribu, declarando que era normal para los bretones luchar bajo el liderazgo de mujeres.»
La última mención de carros en batallas parece ser en la Batalla del monte Graupius, en lo que hoy es Escocia, en el año 84. Según Tácito, «las líneas de los britanos se habían colocado en los lugares más altos, para parecer más temibles. El primer grupo, en la llanura, formaba una línea continua con los demás, colocados en la ladera del monte, como si fueran a caer sobre el enemigo. Los carros de guerra ocupaban el centro de la llanura con movimientos ruidosos.»
Carros en Europa del Norte
El Carro del Sol, encontrado en Trundholm, es de alrededor del año 1400 a. C. El carro tiene ruedas de cuatro radios y lleva el propio Sol, un caballo sobre las ruedas delanteras y seis ruedas en total. Es posible que un dios del Sol condujera el carro o que el carro mismo fuera el dios. La presencia de un carro en un contexto nórdico antiguo es interesante.
Se han encontrado varios petroglifos (grabados en piedra) de la Edad del Bronce que muestran carros, como el de una losa de una tumba real del segundo milenio a. C. hallada cerca de Kivik, en Escania, Suecia.
El Resurgimiento de Conceptos Similares
La Tachanka Rusa
Se podría decir que la idea del carro de guerra reapareció durante la Guerra Civil Rusa (1918–1920) con la "tachanka". Era un carro o carreta con una ametralladora montada, que tuvo cierto éxito táctico en el Ejército Rojo. Como el arma debía apuntar lejos de los caballos, disparaba en dirección opuesta o lateral al avance de la tachanka. Mientras un hombre conducía los caballos, otro o dos operaban el arma.
Aunque pudo usarse para películas que animaran a la gente, la utilidad de disparar en movimiento era poca. Las ruedas comunes se sacudían mucho y los caballos podían ser heridos.
Las fotografías muestran que la tachanka fue diseñada para funcionar como la artillería transportada por caballos. Es decir, su propósito era acompañar o ir delante de la caballería, detenerse y disparar para detener a la infantería enemiga mientras la caballería se acercaba. Es curioso que, en la foto, el carro del arma tiene ruedas de artillería, pero el armón (la parte delantera) no. En 1898, Vickers, Hijos y Maxim fabricaron un armón de cuatro caballos que remolcaba un cañón automático de 37 mm sobre un carro. Al mismo tiempo, hicieron un carro armado de dos caballos que llevaba su propia munición para apoyar a la artillería, y un carro similar de un solo caballo con su propia munición. Estas últimas armas, de 0,303 pulgadas, fueron fabricadas por Vickers-Maxim.
El Carro de Combate Moderno
Un carro de combate es un vehículo blindado de combate que se mueve con orugas o ruedas. Su objetivo principal es enfrentarse a fuerzas enemigas usando fuego directo. Un carro de combate se caracteriza por tener armas y un blindaje pesado, además de ser muy móvil para cruzar terrenos difíciles a velocidades relativamente altas.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Chariot Facts for Kids